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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

Sastrerí­a con historia: Savile Row, sinónimo de elegancia masculina.

Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdés;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Verónica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán


 Savile Row, sinónimo de elegancia masculina.






Savile Row es desde hace dos siglos un verdadero culto al garbo. En esta calle -tan célebre que suele referirse a ella solamente como 'the Row'- los mejores sastres de Londres visten a medida a los clientes más exigentes del Reino Unido y del mundo entero: reyes, millonarios, estrellas, aristócratas.

 Oxford, Jermyn o Regent son los nombres de las calles comerciales más ‘chic’ de Londres. Pero es Savile Row donde se concentra la crema del ‘savoir faire’ de la alta sastrería británica. Pináculo de la elegancia masculina, algunas de sus tiendas más antiguas ocupan desde hace más de dos siglos la misma calle del barrio de Mayfair. En Savile Row/ Los Sastres Maestros del Traje a Medida, publicado recientemente en Inglaterra (Thames & Hudson) y prefaciado por Tom Ford, el experto James Sherwood escribe la historia definitiva de este mundo secreto y sofisticado.
 
“Savile Row ha estado creando excepcionales trajes a medida desde hace más de 200 años y sus clientes de hoy van desde los príncipes Guillermo y Enrique hasta Mick Jagger”.

El término que se utiliza para describir esta rama exclusiva de la alta costura masculina es ‘bespoke‘, y tiene su origen en el ambiente de los sastres que marcaban la tela como ‘be spoken for’, es decir reservada para un cliente en particular. Hoy en día no es una definición banal, pues es garantía total de un trabajo ciento por ciento hecho a mano, específicamente para un cliente. Por supuesto, la personalización tiene un precio: un traje terminado puede tardar hasta doce semanas, moviliza una decena de personas, requiere por lo menos tres pruebas, 50 horas de trabajo y llegar a costar más de 6,000 dólares. Sin embargo, no hay tregua en la demanda.

Mapa de los alrededores de Savile Row


Las raíces de Savile Row se remontan a 1667, cuando el primer conde de Burlington, sir Richard Boyle, ‘el Rico’, adquirió una mansión en Piccadilly al poeta sir John Denham. La calle que ahora se conoce como Savile Row (llamada así en honor a la tercera esposa del conde, Lady Dorothy Savile) fue construida donde se hallaba la huerta de Burlington House.


En un principio, allí vivían oficiales militares y sus esposas, más adelante se instalaron algunos médicos, mientras que las circundantes, como Cork Street, estaban ocupadas por sastres, principalmente especializados en uniformes militares, e inmigrantes judíos y sastres civiles. El auge de la imagen del caballero bien vestido, epitomizado por el dandi supremo George ‘Beau’ Brummell, significó la fortuna de estos artesanos que comenzaron a mudarse a la elegante Savile Row. Algunas de aquellas tiendas, abiertas durante la vida de Brummell, como Henry Poole & Co (1806) o Norton & Sons (1821), sobreviven hasta nuestros días.


LOS DUROS GOLPES A SAVILE ROW

Antes de la Primera Guerra Mundial la sastrería a medida era una industria próspera, patrocinada por todas las clases sociales. Su reputación había cruzado las fronteras y los grandes del mundo no podían menos que vestirse en Savile Row, ya fuera el rey Jorge V o Napoleón III. Pero la Gran Guerra marcó el fin de aquella era de certezas. Los ídolos de una época -generalmente los nobles y aristócratas-  devinieron en figuras del pasado reemplazadas en el imaginario popular por las estrellas de cine, nuevos objetos de culto. Luego, la Segunda Guerra Mundial terminó a su vez con otra generación de clientes y anunció el triunfo del prêt-à-porter. 
Los cambios de costumbres, la desaparición de una cierta formalidad y el número decreciente de ocasiones requiriendo una vestimenta formal, afectaron, inevitablemente, el comercio a medida. Aun así, su superioridad nunca fue objeto de disputa (Alexander McQueen, considerado uno de los mejores cortadores de la alta costura, hizo su aprendizaje en Gieves and Hawkes, en Savile Row). Todo parecía volver al orden cuando en 1952 Douglas Fairbanks Jr., una de las estrellas mejor vestidas de Hollywood, declaraba: 
“Los sastres a medida de Savile Row han recuperado su supremacía en el mundo”.


Sin embargo, otra revolución no tardaría en llegar, esta vez encarnada por la juventud. En la década de los  60, el ‘youthquake’ (el terremoto juvenil) impulsó el cambio de mentalidades y puso el foco en otra manera de vestir, encarnada por Carnaby Street y King’s Road. Al lado de ellas, todo se veía vetusto, pasado de moda. Sin embargo, the Row  reaccionó, a su manera. Dos casas llevaron el aire fresco que tanto necesitaba: en 1967, Douglas Hayward inauguró una sastrería ‘bespoke’ en Mount Street, atrayendo íconos de  la época como Michael Caine, Peter Sellers y Terence Stamp al discreto encanto de la ropa cortada a mano. Luego, en 1969, el ‘enfant terrible’ Tommy Nutter y su compañero, Edward Sexton, abrieron  Nutters de Savile Row,  la tienda más salvaje y delirante de trajes a medida, que tenía como clientes a los Beatles, los Rolling Stones y a los decadentes aristócratas de su ‘set’. Más aun, en 1968 los Beatles instalaban en el Nº 3, las oficinas de Apple Corps. (Su última actuación en vivo fue en la terraza de estas oficinas, el 30 de enero de 1969)


Aunque entre los clientes de Savile Row figura el ‘who is who’ de la celebridad británica -desde el príncipe Carlos  a Jude Law-,  la calle ha sufrido en los últimos años algunos golpes duros como la tendencia de las casas de moda -Armani,  Dior, Hermes y otras-  a lanzar sus propias líneas masculinas o la escalada en los precios de los alquileres que obligó a muchas de las firmas más pequeñas a reubicarse.
 De hecho, solo diecinueve sastres todavía tienen sus locales en la célebre calle, aproximadamente la mitad que hace cincuenta años. Pero a pesar de los problemas, the Row sigue siendo la Meca para aquellos hombres de todo el mundo que aspiran a la mejor tailoring del mundo y continúa atrayendo nuevos adeptos entre la nueva generación de golden boys o estrellas de cine que lejos de descartar la sastrería a medida como una reliquia de los siglos pasados, la elevan al más alto grado de ‘status symbol’.
“Savile Row ya no es como antes. Era un medio muy cerrado, que intimidaba -intencionalmente- a la gente. Hoy en día, cada casa tiene su personalidad. Es como ir a un club pero sin ser snob. Cualquiera puede ser miembro si tiene suficiente dinero y gusto”, dice Sherwood.

Richard James, uno de los más recientes llegados a Savile Row, que cuenta entre sus clientes a Liam Gallagher, Hugh Grant y David Linley, el sobrino de la reina, explica así el fenómeno.
 “En los años 80 todo era cuestión de etiquetas. Se consideraba un gran elogio si alguien te preguntaba ‘¿es un Gaultier?’, ‘¿es un Comme des Garçons?’. Ahora lo que se aspira es a que el traje te sienta y que cuando te lo pones te digan ‘qué bien luces’. Lo que importa son la silueta, el corte y la técnica de los sastres ingleses, no el nombre del diseñador…”.


LISTA TOP


Entre los sastres más renombrados de Savile Row destacan:

  • Chester Barrie, en el Nº 32, contó entre sus clientes a Cary Grant, Winston Chruchill, Steve McQueen y Sean Connery.
  • Davies & Son, en el Nº 38, establecido en 1803 y en Savile Row desde 1986. Contó entre sus clientes a Calvin Klein, Michael Jackson, Douglas Fairbanks Jr., Clark Gable y el presidente estadounidense Harry S. Truman.
  • Dege & Skinner, en el Nº 10, empresa familiar establecida en 1865 que cuenta con el sello real de la reina Isabel II, el sultán de Omán y el rey de Bahréin.
  • Gieves & Hawkes, en el Nº 1. La fusión de Gieves (fundada en 1785) y Hawkes (1771), originalmente especializado en uniformes militares, tiene el triple sello de proveedor de la reina Isabel, el duque de Edimburgo y el príncipe Carlos.
  • Hardy Amies Ltd., en el Nº 14, adquirió celebridad mundial desde que vistió a la entonces princesa Isabel en 1950, el principio de una larga asociación. También realizó los trajes de la película 2001: Odisea del Espacio. En 1990 renunció a la garantía real para que otros diseñadores más jóvenes pudieran crear para la reina.
  • Nutters, en el Nº 12 , fue una verdadera ‘bomba’ de modernidad en Savile Row. Se vistió allí todo un espectro social desde el duque de Bedford y lord Montagu, a Mick and Bianca Jagger, desde los trajes de Jack Nicholson, en Batman, hasta los de tres Beatles en la célebre carátula del disco Abbey Road.
  • Ozwald Boateng, en el Nº 12. Nacido en Ghana y ennoblecido por la reina con un OBE, se lo considera como aquel que introdujo la sastrería de Savile Row a la nueva generación. Entre sus muchos clientes: Will Smith, Jamie Foxx, Samuel L. Jackson, Russell Crowe, Keanu Reeves y Mick Jagger.
  • Anderson & Sheppard, en el Nº 30, fundada en 1906. Fueron quienes desarrollaron el corte conocido como ‘London Cut’, una sisa pequeña y una manga ancha, que permiten el movimiento y que la chaqueta quede en su lugar. Entre sus clientes: Fred Astaire, Gary Cooper, Marlene Dietrich, Cecil Beaton, Laurence Olivier, Noel Coward, Ralph Fiennes, Manolo Blahnik, el príncipe Carlos y Tom Ford.


Mayfair es un barrio de la ciudad de Londres, perteneciente al distrito de la Ciudad de Westminster, situado en West London. Se trata de un barrio caro y prestigioso, comercial y de servicios. En él se sitúan muchas de las tiendas de moda más lujosas de Londres, siendo especialmente conocida Bond Street. Cuenta con encantadoras y verdes plazas como Berkeley Square; aquí se encuentra la Embajada de los Estados Unidos.


Historia

Mayfair fue principalmente una zona de campos abiertos hasta que empezó a desarrollarse en la zona de Shepherd Market alrededor del año 1686 para acomodar la Feria de Mayo (May Fair) que se había trasladado desde Haymarket en St James's. Había algunos edificios anteriores a esa fecha – un cottage en Stanhope Row, que se remontaba a 1618, fue destruido en el Blitz a finales del año 1940 aunque no hay evidencias de moradas o edificios significativos antes de 1686.
A finales del siglo XVIII, la mayor parte de Mayfair se había reconstruido con viviendas de alta calidad para la clase alta; a diferencia de algunas zonas cercanas de Londres, nunca ha perdido su estatus de opulencia. El declive de la aristocracia británica a principios del siglo XX propició que la zona se volviera más comercial, con muchas casas convertidas en oficinas para sedes corporativas y diversas embajadas . Mayfair conserva una cantidad considerable de viviendas de lujo, tiendas y restaurantes de alta gama, y ​​hoteles de lujo a lo largo de Piccadilly y Park Lane . Su prestigio se ha conmemorado al ser la plaza con propiedades más caras en el tablero del Monopoly de Londres.




Mi sastre, Savile Row: ¿Dónde se midió a James Bond?

14 de junio de 2021



En Dr. No , Felix Leiter le pregunta a James Bond en su primer encuentro formal en la serie de películas: "¿Dónde te midieron para esto, amigo?". Bond responde: "Mi sastre, Savile Row". A partir de esta línea, podemos asumir que James Bond frecuenta un sastre en Savile Row en el distrito Mayfair de Londres. Savile Row es una calle, no el nombre de la sastrería. Hay una marca llamada The Savile Row Company, pero Bond estaba usando el término en el sentido local. El sastre de la vida real que midió a Sean Connery para el papel de James Bond en Dr. No fue Anthony Sinclair, que operaba en Conduit Street y no en Savile Row. Conduit Street interseca Savile Row en su extremo norte, y Sinclair estaba ubicado aproximadamente a dos cuadras de la esquina de Savile Row.


La antigua ubicación de Anthony Sinclair en el barrio Mayfair de Londres.

Así que el sastre de Bond en la vida real no estaba directamente en Savile Row, y ninguno de los sastres que confeccionaron los trajes de Bond para la serie se encontraban directamente en Savile Row. Savile Row ha sido durante mucho tiempo la calle de sastres más famosa del mundo, razón por la cual se menciona en el guion. Si Bond hubiera dicho: «Mi sastre, Conduit Street», o simplemente hubiera mencionado Londres, no habría sonado igual.

Puede que Bond dijera "Savile Row" para que su sastre pareciera más importante, a sabiendas de que trabajaba en una calle menos prestigiosa. Sin embargo, esto es improbable, considerando que Bond no es ostentoso en cuanto a su buen gusto y consideraría vulgar que alguien dijera algo que no fuera cierto. Se considera que los sastres de Savile Row son los mejores de Londres. Bond aprecia lo mejor de la vida, así que sus trajes Anthony Sinclair bien podrían estar sustituyendo a los trajes de Savile Row.

Los clientes de Sinclair apodaban sus trajes "Corte Conduit", por la calle donde se ubicaba su tienda. El corte en sí era específico de Sinclair y no algo asociado con la calle Conduit, que solía tener muchos sastres como Savile Row todavía tiene. Sinclair declaró en una entrevista de 1966 con GQ : 
"Confecciono ropa según la tradición inglesa clásica. No hago ropa exagerada ni extravagante. Solo hago un estilo Savile Row". 
Si bien el estilo de Sinclair no tiene el aspecto estructurado de los famosos sastres de Savile Row como H. Huntsman y Gieves & Hawkes, ni el corte drapeado del legendario Anderson & Sheppard, Sinclair siguió principalmente las costumbres de Savile Row al confeccionar sus trajes sin copiar los estilos exagerados de las sastrerías más famosas.

No. 29 Conduit Street, la antigua ubicación de Anthony Sinclair.

El estilo de Sinclair provenía de la misma tradición que el de sus vecinos de Savile Row, y los trajes que confeccionaba eran en todos los sentidos comparables a los que se confeccionaban en Savile Row. Sinclair formaba parte de la comunidad de sastres de Savile Row y, a todos los efectos, era un sastre de Savile Row. En definitiva, Bond no miente cuando dice que su sastre estaba en Savile Row.

Considerando la cultura de la calle, ¿es apropiado decir que el sastre de Bond estaba en Savile Row? Al igual que Connery, Ian Fleming contrató a un sastre fuera de Savile Row, en otro lugar de Mayfair. Su sastre era Benson, Perry & Whitley, de Cork Street, que corre paralela a Savile Row, a dos manzanas de distancia. Fleming pudo haberse opuesto a contratar a un sastre de Savile Row, ya sea por sus precios más altos o por ser demasiado presuntuosos. Para alguien de fuera, no hay mucha diferencia entre contratar a un sastre en Savile Row y en otra calle de Mayfair, pero sí hay cierto prestigio en un sastre de Savile Row propiamente dicho.
Bond puede apreciar las mejores cosas de la vida, pero también entiende que no tienen por qué venir de las grandes marcas. Puede que prefiera los precios más bajos de un sastre que no sea de Savile Row, mientras que un villano de Bond puede preferir el prestigio que otorga contratar a un sastre de Savile Row de verdad. Gustav Graves sería el típico sastre de Savile Row, incluso si el vestuario de los personajes se confeccionara en otro lugar.



Cuando Felix le pregunta a Bond dónde le tomaron las medidas para esto, sostiene la Walther PP de Bond, no una PPK como sugieren diálogos anteriores. Esto implica que le preguntaba a Bond dónde le tomaron las medidas para su arma, no para su traje, como Bond responde con sarcasmo. Le pregunté a Ray Kromphold, de The Bond Armory, qué significa que le tomen las medidas para un arma, y ​​confirmó:
 «Eso no es nada».
En cuanto al verdadero significado de sus palabras, Kromphold cree: «Lo interpreté como si Felix se refiriera a la Walther PP, como si dijera:
 “¿Quién te dio esto?”. Que Bond respondiera “Savile Row” era una especie de forma encubierta de decir que pertenecía a la inteligencia británica, igual que cuando Felix responde que era un tipo en Washington».
Quizás se trataba de una interacción de señas y contraseñas que Bond y Felix habrían usado para identificarse en cualquier circunstancia, y que «Savile Row» era solo una parte de la contraseña y nunca pretendía revelar dónde se confeccionaba el vestuario de Bond. O podría ser tanto literal como parte de una señal.



Famosas.

Carlos III viste en Savile Row, la calle más importante del mundo de la sastrería.



Carlos III es un referente de la moda

Dani Díaz
Barcelona. Miércoles, 19 de octubre de 2022. 

Carlos III viste en Savile Row, la calle más importante del mundo de la sastrería


Desde su nacimiento, las expectativas sobre Carlos III, el primogénito de la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, fueron realmente altas. El actual rey Carlos III creció sabiendo que, en algún momento, un poco tardío en su caso, se convertiría en el soberano del Reino Unido, por lo que su educación siempre fue muy estricta, basada en un exigente protocolo inquebrantable y un escrutinio constante. Conociendo su destino, Carlos III siempre quiso ser el centro de atención, pero su primera esposa, Lady Di, se lo puso realmente muy difícil, dado que el carisma de la princesa de Gales superó todas las expectativas, opacando al heredero al trono durante muchos años. Sin embargo, Carlos siempre destacó por su elegancia, dado que el monarca viste en Savile Row, la calle más importante y famosa del mundo de la sastrería.

Durante décadas, Carlos III ha sido catalogado como uno de los hombres más elegantes del mundo, dado que sus trajes siempre están impecables y nunca hay nada fuera de lugar en su estilismo. Para ello, el actual monarca británico ha decidido confiar ciegamente en la sastrería Anderson & Sheppard, situada en la imponente calle de Savile Row, a diferencia de su madre que era totalmente fiel a los diseños de Angela Kelly, la responsable de todos los llamativos looks de Isabel II, Ardy Haimes y Norman Hartnell.

Esta importante firma de moda ha sido la responsable de los looks de Carlos III desde hace 4 décadas, así que se ha creado una especie de ritual entre ellos a la hora de confeccionar un nuevo traje para el rey. De esta manera, cuando Carlos III necesita un nuevo traje él recurre a Mr. Hitchcock, el jefe de corte de la firma, quien se dirige hasta la residencia oficial de Carlos y Camilla, Clarence House, a eso de las 8.00 de la mañana para tomar las medidas, evitando así tener que interrumpir la agenda oficial del rey. Al poco tiempo, Hitchcock regresa a Clarence House con el traje a medio terminar, para que Carlos pueda tomar la decisión definitiva de aprobar este nuevo diseño.

¿Por qué Carlos III escogió la firma más extravagante de Savile Row?

Aunque el padre de Guillermo y Harry puede elegir a cualquier sastre en el mundo, él se ha decantado desde 1982 por Anderson & Sheppard debido al corte y a la confección de sus trajes, dado que siempre consiguen una silueta distinta que logra destacarse del resto. En el caso de Carlos III, sus diseños suelen tener una línea de marcada horizontalidad, con chaquetas cruzadas y pantalones de corte amplio. Además, las chaquetas no tienen hombreras, lo que le permite conseguir una silueta mucho más armónica y natural con relación al look de otros aristócratas masculinos.
De esta manera, Carlos III se ha convertido en otro referente de moda masculina en la monarquía británica, siguiendo el ejemplo de Jorge IV, quien instauró el dandismo junto a Beau Brummell a finales del siglo XVIII, de Eduardo VII, hijo de la reina Victoria, quien implementó el uso del esmoquin y el Tweed, y también el de Eduardo VIII, considerado uno de los hombres más elegantes del siglo XX. 



Uniforme.








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