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viernes, 2 de noviembre de 2018

508.-Película y televisión II: Películas.-a

El PADRINO.



 




El padrino (título original en inglés: The Godfather) es una película estadounidense de 1972 dirigida por Francis Ford Coppola. La película fue producida por Albert S. Ruddy, de la compañía Paramount Pictures. Está basada en la novela homónima (que a su vez está basada en la familia real de los Mortillaro de Sicilia, Italia), de Mario Puzo, quien adaptó el guion junto a Coppola y Robert Towne, este último sin ser acreditado.​ Protagonizada por Marlon Brando y Al Pacino como los líderes de una poderosa familia criminal ficticia de Nueva York, la historia, ambientada desde 1945 a 1955, cuenta las crónicas de la Familia Corleone liderada por Vito Corleone (Brando), enfocándose en el personaje de Michael Corleone (Pacino), y su transformación de un reacio joven ajeno a los asuntos familiares a un implacable jefe de la mafia ítalo-estadounidense.

Paramount Pictures compró los derechos de la novela por el precio de 80 000 dólares, antes de que ganase popularidad.3​4​ Los ejecutivos del estudio tuvieron problemas para encontrar un director; sus primeros candidatos rechazaron el puesto antes de que Coppola firmara para dirigir la película. Ellos y Coppola no estuvieron de acuerdo sobre quién interpretaría a varios personajes, en particular, Vito y Michael. El rodaje tuvo lugar principalmente en Nueva York y en Sicilia, y se completó antes de lo previsto. La partitura musical fue compuesta principalmente por Nino Rota, con piezas adicionales por Carmine Coppola.

La película fue una de las películas más populares de 1972,5​ y fue por un tiempo la película más taquillera jamás realizada,​ con un ingreso bruto de alrededor de $245–286 millones en la taquilla. La película recibió elogios de la crítica y el público, con elogios hacia las actuaciones de su elenco, particularmente de Brando y Pacino, la dirección, el guion, la cinematografía, la edición, la partitura y la representación de la mafia. La película revitalizó la carrera de Brando, que estaba en declive durante la década de 1960 antes de protagonizar éxitos como El último tango en París, Superman y Apocalypse Now, y lanzó las exitosas carreras de Coppola, Pacino y el resto del elenco. En la 45.ª ceremonia de los Premios Óscar, ganando los Premios Óscar por mejor película, Mejor actor (Brando) y Mejor guion adaptado (para Puzo y Coppola). Entre sus otras siete candidaturas al Oscar estuvieron las de Pacino, James Caan, Robert Duvall (a Mejor actor de reparto), y Coppola por a mejor Director.

Desde su estreno, la película es ampliamente considerada como una de las mejores y más influyentes películas jamás realizadas, especialmente en el género de cine de gánsteres.6​ Fue seleccionada para su conservación en los EE. UU. por el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en 1990, al ser considerada "cultural, histórica o estéticamente significativo" y se clasifica como segunda mejor película del cine estadounidense (detrás de Ciudadano Kane) por el American Film Institute. Es continuada por su secuelas El Padrino II (1974) y El Padrino III (1990).

Argumento

La historia comienza en el verano de 1945, cuando se celebra la boda de Connie (Talia Shire) y Carlo Rizzi (Gianni Russo). Connie es la hija de Don Vito Corleone (Marlon Brando), cabeza de la familia Corleone, y jefe de una de las cinco familias que ejercen el mando de la Cosa Nostra en la ciudad de Nueva York. Con el argumento de que todo siciliano debe atender las peticiones que le hacen el día de la boda de su hija, Don Vito es visitado, en el primer plano de la acción, por Amerigo Bonasera, dueño de una funeraria. Este solicita la ayuda de Corleone para vengar un ataque a su hija que fue herida y desfigurada por su novio y un amigo de este, al haberse negado a sostener relaciones sexuales, tras no conseguir que los dos individuos fueran sentenciados por las vías legales. Bonasera le ofrece dinero a Don Vito para que los mate, pero este se niega, ya que su hija no está muerta, por lo que toma su petición como una falta de respeto. Alega que él y su familia no son asesinos a sueldo y le recuerda que en los tiempos en que eran amigos, y que cuando él empezó a vincularse con asuntos ilegales, Amerigo Bonasera eludió su contacto, a pesar de que la esposa de Don Vito era la madrina de su hija. Finalmente, Amerigo Bonasera le expone su respeto y besa la mano de Don Vito y lo llama Padrino. El Don queda satisfecho y dice a Amerigo Bonasera que está en deuda con él y que algún día, "y puede que ese día nunca llegue" podría solicitarle un favor a cambio de ese, a lo que Amerigo Bonasera no podría negarse en razón de su amistad y como pago del mismo. Don Vito manda a Peter Clemenza (Richard S. Castellano) a golpear a los jóvenes porque sería injusto matarlos.

A la fiesta pronto llegan Johnny Fontane (Al Martino), un famoso cantante ahijado de la familia, el hijo menor de los Corleone, Michael (Al Pacino) un marine condecorado por su lucha en la Segunda Guerra Mundial y su novia Kay Adams (Diane Keaton). Fontane después se entrevista con su padrino y le pide que le consiga el papel protagonista en una película de Hollywood; que el productor, Jack Woltz, se niega a darle, para impulsar su carrera. Corleone envía a California a Tom Hagen (Robert Duvall), el abogado de la familia y consigliere (que además era de origen irlandés e hijo adoptivo de Vito), para hablar con el productor Jack Woltz (John Marley). Hagen habla con Woltz en los estudios, pero el productor le despide abruptamente. Por la tarde, tras saber a quién representaba, el productor invita a Tom a su casa, y tras un paseo por la propiedad, le muestra un caballo de raza el cual le presume que le costó 600.000 dólares; durante la cena le termina confesando, que si bien el papel es idóneo para Fontane, no se lo daría a propósito a fin de echarlo de la industria del cine, ya que arruinó la carrera de una prometedora actriz y amante suya, en cuya preparación al estrellato Woltz había invertido gran cantidad de tiempo y dinero. Tras esto el productor despide nuevamente a Hagen, quien decide partir de regreso a ciudad de Nueva York inmediatamente. Al día siguiente Woltz despierta en su cama, sintiendo algo raro entre sus sábanas. Al destaparlas, contempla con horror la cabeza cercenada del caballo que había presumido a Hagen. Con esta actuación, Johnny Fontane consigue el papel más importante de la película.

Tras el regreso de Hagen, los Corleone se entrevistan con Virgil "El Turco" Sollozzo, un italoestadounidense traficante de heroína que tiene la protección de la familia Tattaglia, rivales de los Corleone. "El Turco" le pide a Don Corleone protección legal más un millón de dólares para financiar el negocio y abrir el comercio de droga en la ciudad. A cambio le proporcionaría un 30 % de las ganancias. Sin embargo, a pesar de la opinión favorable de Tom Hagen y de su hijo mayor Santino "Sonny" Corleone (James Caan), Don Vito se niega, pues opina que sus contactos en la política no podrían hacer la vista gorda ante la droga del mismo modo que la hacían con el juego o la prostitución.

Entonces, para sondear de como reaccionaron los Tattaglia por la negativa, Don Vito envía a Luca Brasi, su fiel e inquebrantable sicario, a una reunión con Bruno Tattaglia, hijo de Don Philip Tattaglia, para que finja que se "ofrece" y así obtener información, pero Luca es asesinado con la colaboración de Sollozzo, mientras otro, a su espalda, lo estrangula con una fina cuerda.

Un día, Don Vito sale de su oficina con su hijo Fredo y se dispone a comprar fruta. Dos sicarios de la familia Tattaglia disparan cinco tiros a Don Vito ante la atónita mirada de Fredo quien, nervioso, no puede reaccionar a tiempo. Tras el atentado, el Padrino es llevado al hospital, gravemente herido.

Sonny, que toma las riendas de la familia por la ausencia del Don, ordena matar a Paulie Gatto, el guardaespaldas del Don Vito, que se vendió a los Tattaglia, ya que no acudió a su puesto el día del atentado con la excusa de estar enfermo. Este trabajo es eficazmente cumplido por Peter Clemenza y Rocco Lampone en plena carretera, fuera de la ciudad.

Michael, hermano de Sonny, va a visitar a su padre que está gravemente herido en el hospital. Pronto se da cuenta de que Don Vito está desprotegido cuando se suponía que debía estar vigilado, ya que el capitán de la Policía, McCluskey, ha echado a los guardaespaldas del hospital. McCluskey es un policía corrupto pagado por "El Turco" Sollozzo. Michael llama a Sonny para informarle de la situación, logra cambiar a su padre de habitación y protegerlo de los sicarios con la ayuda del aterrado Enzo, yerno del pastelero Nazorine, quien se hace pasar por sicario estando fuera del hospital. Ante el fallo del plan para asesinar a Don Vito, regresa McCluskey, el capitán de policía, a quien Michael le reclama de por qué deja sin vigilancia a su padre, por tal motivo McCluskey le propina a Michael un tremendo puñetazo, fracturando su mandíbula. Justo entonces, Tom Hagen llega con detectives privados y resuelve la situación.

Cuando Michael vuelve a la mansión, se entera de que, por orden de Sonny, Bruno Tattaglia ha sido asesinado. Michael, junto con Sonny, Tom Hagen, Tessio y Clemenza, planea el asesinato de "El Turco" Sollozzo y de McCluskey. Lo consiguen acordando un encuentro con ellos. Sonny se entera por un contacto en la policía de que la cena con "El Turco" y McCluskey será en el Restaurante Louis del Bronx, donde Michael acude y mata a ambos con un revólver que Clemenza prepara y esconde tras la cisterna del retrete del restaurante; la matanza la realiza después de haber entrado desarmado al restaurante y engañarlos diciéndoles que iba al retrete solo a orinar. Tras este doble asesinato, Michael huye a la isla italiana de Sicilia y da comienzo una guerra de bandas en Nueva York. Cuando Don Vito vuelve a casa, todavía convaleciente, se entera de lo ocurrido con Sollozzo y de la partida de Michael.

En Nueva York, Sonny le pega una paliza a Carlo Rizzi, el marido de su hermana Connie, dado que él la maltrata. Sonny se siente culpable de la desgracia de su hermana por haberla presentado él a Carlo. Tras la paliza, Sonny le advierte que si vuelve a pegar a Connie, lo matará. Carlo trama una venganza y golpea a Connie nuevamente, quien llama por teléfono a Sonny entre sollozos: él, montado en cólera, acude a su rescate, pero sale tan apresuradamente de su residencia que no da tiempo a sus guardaespaldas de acompañarlo. Para cuando finalmente lo alcanzan, ya es tarde: Sonny ha sido acribillado en una caseta de peaje en una emboscada.

Amerigo Bonasera es llamado por Vito con la indicación de que ha llegado la hora de pagar el favor del Don. El funerario se presenta dispuesto a hacer lo que se le pida sin discutir, pero resulta que solo era requerido para que maquille el cadáver de su primogénito y le pide que haga su mayor esfuerzo, ya que el Don quería evitar que su madre lo viera desfigurado por los numerosos impactos de bala que había recibido.

Mientras, en su estancia en Sicilia, Michael conoce a Apollonia, una bella italiana de la que se enamora y con la que se casa. Poco después Apollonia es asesinada a traición por uno de sus guardaespaldas (Fabrizio), quien había colocado una bomba en el coche de Michael, pensando que él iba a conducirlo y no ella. Fabrizio había sido comprado por Don Emilio Barzini, el Don de la familia mafiosa neoyorquina más poderosa, junto a la Corleone, a cambio de facilitarle la entrada en América. Barzini es también el responsable de la muerte de Sonny e intenta eliminar a los Corleone de Nueva York y hacerse con el control total de la ciudad, ya que cuenta con el apoyo de los Tattaglia y las otras dos familias de Nueva York.

Tras la mejora del Don, después de haber sido malherido, convoca una reunión con las Cinco Familias, en donde expone que, a pesar de que sabe que el asesino de su hijo se encuentra entre los presentes, renuncia a vengar la muerte de Sonny, reclama el regreso a salvo de Michael y cede su protección política y policial para cubrir el tráfico de drogas, que se acuerda realizar restringido y "con honor"; el abrazo entre Philip Tattaglia y Vito Corleone, auspiciado por Barzini, representa la paz. Sin embargo, al volver a casa, Don Vito sabe en el fondo que Barzini es responsable del asesinato de Sonny.

Michael vuelve a Estados Unidos y, apoyado por su padre, toma las riendas de la familia. Don Vito se convierte en su consejero y le advierte de que después de su muerte, Barzini intentará acabar con él (Michael) en una reunión: el traidor será aquel de su entorno que le haga saber su deseo de mantener dicha entrevista y le garantice su seguridad. Michael jura a su padre vengar la muerte de Sonny pero, debido a las circunstancias, Don Vito le propone, de manera solapada, esperar.

Michael viaja a Las Vegas para comprar un casino a Moe (en el que residía Fredo, apartado de la guerra de bandas), pero el intento falla. Moe le insulta, diciéndole que está acabado, que los Corleone no son nada y que no le venderá el casino, amenazando con acudir a Barzini para que le cubra la espalda en contra de los Corleone.

Vito se retira a una casa de campo para convivir con los hijos de Michael y finalmente muere de un infarto en su propio hogar mientras que estaba jugando con uno de sus nietos.

A la muerte de Don Vito, los Corleone quedan aparentemente débiles y las traiciones se suceden. Tessio propone a Michael una reunión con Barzini durante las honras fúnebres, por lo que se revela como el traidor que le había advertido su padre.

Antes de la reunión, durante el bautizo del sobrino de Michael, este ordena asesinar a los cuatro Dones de las familias rivales: Peter Clemenza mata a Victor Stracci y a sus guardaespaldas a la salida de un ascensor; Ottilio Cuneo queda atrapado en una puerta giratoria por Willi Cicci y es asesinado por él de varios balazos en el pecho; Philip Tattaglia es asesinado por Rocco Lampone y un mafioso de los Corleone quienes disparan con metralletas MP40 mientras estaba en la cama con una prostituta; finalmente, Al Neri, disfrazado como policía, dispara a Emilio Barzini en las escaleras de un juzgado y Moe Greene recibe un disparo en su ojo derecho mientras recibía un masaje (ejecutando la llamada "Moe Greene Special").

Al descubrirse que Tessio también había traicionado a la familia, es rodeado por hombres de Michael cuando se disponía a dirigirse a la supuesta reunión con Barzini. Resignado, Tessio afirma a Hagen que "siempre quiso a Michael y que se trataba solamente de negocios". Además pide al consigliere que interceda ante Michael para que lo perdone "por su vieja amistad", pero Tom se niega y ve con tristeza cómo Tessio es llevado en un automóvil para ser ejecutado.

Michael decide ajustarle las cuentas a Carlo Rizzi por su complicidad con el asesinato de Sonny; el aterrorizado Carlo, desesperado por su afán de que Michael le perdone la vida, admite su culpabilidad, confesando que había sido comprado por Barzini para colaborar con él en el asesinato de Sonny. Michael le dice que su único castigo será quedar fuera de los negocios de la familia y le ordena que se vaya a vivir a Las Vegas con Connie. Pero cuando Carlo entra en el automóvil que supuestamente lo llevará al aeropuerto y se sienta en el asiento delantero del copiloto, Peter Clemenza lo estrangula desde el asiento trasero y, en sus esfuerzos por resistir, rompe a patadas el parabrisas del automóvil.
Enterada del asesinato de su marido Carlo, Connie acude donde Michael llorando furiosa, y lo acusa en presencia de Kay de ser el asesino de Carlo, de haber esperado a que el Don muriera para matarlo por la muerte de Sonny, así como también lo acusa del asesinato del conjunto de jefes mafiosos. Kay le pregunta a su marido si realmente él ha sido el autor de los asesinatos. Michael, de mala manera, se niega a responderle, pero tras la insistencia de Kay, Michael se violenta y miente, al negar haber tenido relación con los mismos. Sin embargo, Kay se da cuenta de que lo que dice Connie es cierto cuando ve que Michael recibe el saludo de varios amigos, quienes lo saludan respetuosamente como el nuevo Padrino. La película termina con Al Neri cerrando suavemente la puerta a Kay.

Es así como Michael Corleone se convierte en el hombre más poderoso de la Cosa Nostra en Estados Unidos.

 

GOSFORD PARK 








Gosford Park es una película realizada en el año 2001 por Robert Altman. El guion fue escrito por Julian Fellowes, basándose en una idea del propio Altman y de Bob Balaban. Está interpretada por un reparto coral que incluye a Michael Gambon, Maggie Smith, Helen Mirren, Kristin Scott Thomas, Jeremy Northam, Bob Balaban, Ryan Phillippe, Stephen Fry, Kelly Macdonald, Clive Owen, Eileen Atkins, Emily Watson, Camilla Rutherford, Tom Hollander, Alan Bates, Derek Jacobi y Richard E. Grant.


La historia está ambientada en una mansión de la campiña inglesa durante un fin de semana del año 1932. Un grupo de personas de la alta sociedad británica y dos invitados estadounidenses (acompañados todos por sus criados) se reúnen en la casa de Sir William McCordle para una cacería de fin de semana de faisanes. Durante la segunda noche ocurre un asesinato. A partir de este hecho se desarrolla una historia que combina elementos de la novela de asesinatos (al estilo de Agatha Christie) con la crítica a la alta sociedad.
El objetivo central de la película es mostrar el sistema de clases británico durante los años 30. En ese aspecto, Gosford Park sigue la tradición de la película La regla del juego (Jean Renoir, 1939), así como de la serie de televisión de los años 70 Arriba y abajo. En la película aparecen muchas historias entrecruzándose que muestran las complejas relaciones entre los personajes, tanto entre los de arriba (los invitados nobles) como entre los de abajo (los criados), e, incluso, entre ambos grupos. 
Por ejemplo, la película muestra una sutil mirada a la moralidad sexual durante los años 30, así como también toca el tema de la homosexualidad, e incluso menciona la decadencia del Imperio Británico y la desaparición del sistema de clases. Aunque la trama de la película es ficticia, el personaje de Ivor Novello está basado en un actor del mismo nombre.

 

La edad de la inocencia.





La edad de la inocencia (en inglés, The Age of Innocence) es una adaptación cinematográfica de 1993 de la novela homónima de 1920 escrita por Edith Wharton, dirigida por Martin Scorsese, protagonizada por Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder y producida por Columbia Pictures.

La película ganó el Oscar al mejor diseño de vestuario y fue candidata en las categorías de mejor actriz de reparto (Winona Ryder), mejor guion adaptado, mejor música original y mejor dirección de arte.3​ Su eslogan promocional fue «En un mundo de hipocresía y traición, ellos se atrevieron a romper las normas».

Argumento

La película se desarrolla en la Nueva York de la década de 1870, en un ambiente aristocrático donde todos los personajes están relacionados por parentesco y normados por reglas sociales estrictas. Newland Archer (Daniel Day-Lewis) es un joven abogado descendiente de una ilustre dinastía que está prometido con la ingenua, pero buenamoza May Welland (Winona Ryder), una joven miembro de una de las familias más importantes y acaudaladas de los Estados Unidos y que fue educada para aprender a controlar sus sentimientos y a realizar los actos que su entorno social espera de ella. Todo cambiará cuando regresa a la ciudad la prima de ésta, la ahora condesa Ellen Olenska (Michelle Pfeiffer), que acaba de abandonar Europa dejando a su infiel y abusivo esposo, para refugiarse con su familia paterna de Nueva York, los Mingott.
La condesa Ellen Olenska, a quien se describe como una mujer fatal, de espíritu libre, ansiosa de disfrutar de la vida y hastiada de los convencionalismos del alto círculo social al cual pertenece, ha regresado a Nueva York. Busca el consuelo y apoyo de su familia, en especial de su abuela, Manson Mingott (Miriam Margolyes), a la que se considera la matriarca de Nueva York por encontrarse relacionadas con su familia todas las demás familias importantes de la ciudad, sea por sangre o por matrimonio. Las cualidades de la condesa Olenska atraen inmediatamente a Newland Archer, enamorándose perdidamente de ella, pero intentado disimular sus sentimientos para no ser descubierto en su posición de casado.
Ellen, cansada de su mal matrimonio y de haber «vagado» por toda Europa desde su niñez junto a sus padres hasta casarse con el Conde Olenski, decide volver a América para establecerse y solicitar el divorcio. No obstante, la familia trata de evitar el escándalo de un divorcio y la disuaden con gran disimulo y delicadeza para que elija entre retornar a Europa junto a su esposo o vivir cohibida, de acuerdo con las asfixiantes reglas sociales establecidas en su mundo. Olenska acepta esta última opción, en gran medida, para que el escándalo no perjudique a Newland y a su prima May. A pesar del cariño que le profesa a May, Ellen no puede evitar ser atraída a Newland Archer, quien ha sido el único que ha mostrado una verdadera disposición a apoyarla y ayudarla. Archer en la intimidad sufre intensamente por el amor que siente hacia Olenska.
Por otra parte, luego de mucho insistir a la familia y con el apoyo de la abuela Mingott y de la propia Ellen, Newland consigue que los padres de May cedan y que el matrimonio (por conveniencia) se celebre antes de los dos años de compromiso acostumbrados en la época. Todo esto sucede justamente en el momento en que acepta en su mente y en su corazón que está enamorado profundamente de Ellen. Archer se declara a Ellen; pero esta a pesar de corresponder a sus sentimientos no da ninguna oportunidad de establecer una relación con Archer debido a su experiencia personal. Archer parece no resignarse a su destino y sigue manteniendo su matrimonio con May.

Una vez casados, Newland y May se van a Europa de luna de miel durante casi dos años. Durante ese tiempo, Newland se dedica a tratar de olvidar a Ellen, mientras va descubriendo que su esposa no es la niña ingenua que él pensaba, sino una mujer sagaz, calculadora y sutilmente manipuladora, escondida detrás de un hermoso rostro y angelical sonrisa.
Cuando regresan a los Estados Unidos, Newland piensa que ya ha dejado de amarla. Sin embargo, en una escena determinante de la película, mientras visitan a la abuela en la casa de veraneo, le envían a buscar a Ellen a la playa y cuando la ve toma una decisión: si ella se vuelve hacia él antes de que un velero pasara frente a un faro, iría a buscarla y lo dejaría todo por ella. Pero Ellen no se vuelve, así que decide continuar su vida al lado de May, llevando una carga que cada día se va haciendo más pesada y asfixiante para él. Archer intenta develar sus sentimientos a May, pero ella frena cada intento que realiza con diferentes argumentos.
Pasan varios meses de encuentros y desencuentros, en los cuales los recuerdos siguen acosando a Newland, hasta que decide que ya no puede más y le pide a Ellen que sea su amante, en un mensaje con la llave de un lugar donde encontrarse, pero ya es muy tarde, Ellen ha decidido volver a Europa a vivir sola y le ha devuelto la carta a Newland sin siquiera leerla. Sin embargo, en la cena de despedida que le ofrecen a Ellen en su propia casa, Newland descubre toda la verdad: May lo había orquestado todo cuidadosamente para evitar que Newland la abandonara por Ellen, pues luego de marcharse los invitados, Newland planea informar a May que se irá a Europa, May se le adelanta y le dice que está embarazada, y que se lo ha contado a Olenska dos semanas atrás; se infiere así que esta sorpresiva noticia ha precipitado la decisión de Olenska para irse a Europa y Newland Archer, quien en su fuero interno siempre criticó todas las costumbres, pero era incapaz de desafiarlas, decide afrontar el embarazo de su joven esposa y renuncia a la felicidad junto a Ellen Olenska.

En una sola escena se describen 26 años de vida matrimonial, contando cómo Newland aprendió a vivir con el destino que ha elegido, cumpliendo con todos los deberes sociales que se esperaban de ellos como miembros distinguidos de la aristocracia neoyorquina de esa época; May muere de pulmonía, contraída al cuidar del menor de sus tres hijos, y poco después de este acontecimiento, en un viaje que Archer realiza a París con su hijo mayor, Ted, este le revela que un día antes de morir, su madre le dijo cómo siempre podría contar con su padre, porque a pesar de amar a su prima Ellen, al informarle de su embarazo, su padre puso de lado sus propios deseos de marcharse a Europa y se quedó a su lado cumpliendo sus obligaciones de esposo y padre.
Ted ha concertado una visita a la condesa Olenska, que vive sola en París y, ante la perspectiva de volver a ver a su amante, Newland vacila y pide a su hijo entrar solo en la casa de Olenska. En ese instante se proyectan en la mente de Newland los recuerdos más gratos de los momentos pasados con Olenska 26 años antes, y en su mente, al pasar el velero frente al faro, ella se vuelve y sonríe, pero al abrir los ojos, recuerda que la realidad es distinta y medita que ya es muy tarde para ellos dos, incapaz, una vez más, de desafiar a una sociedad que ahora es en apariencia, muy distinta a la de entonces y por miedo a escandalizar a una nueva generación que desconoce este mundo de intrigas de sus padres.


12 AÑOS DE ESCLAVITUD.





12 años de esclavitud (título original: 12 Years a Slave) es una película dramática británico-estadounidense de 2013, dirigida por Steve McQueen y protagonizada por Chiwetel Ejiofor como Solomon Northup.
 Completan el reparto Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong'o, Sarah Paulson, Brad Pitt y Alfre Woodard, en los papeles secundarios. 
El guion, escrito por John Ridley, es una adaptación de la autobiografía de Solomon Northup (Twelve Years a Slave), un mulato afroamericano nacido libre en el estado de Nueva York, quien fue secuestrado en Washington D. C. en 1841, vendido como esclavo y más tarde liberado en 1853 tras trabajar en plantaciones de Luisiana durante 12 años.

El rodaje de la película tuvo lugar en Nueva Orleans entre el 27 de junio y el 13 de agosto de 2012, con un presupuesto de 20 millones de dólares, dentro de cuatro plantaciones históricas: Felicity, Magnolia, Bocage y Destrehan. De las cuatro, Magnolia es la más cercana a la verdadera plantación donde trabajó Northup.


Argumento

En 1841, Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor) es un negro libre que vive con su esposa y dos hijos en Saratoga Springs, Nueva York. Se gana la vida como carpintero y violinista experto. Un día es arrastrado por un par de hombres (Scoot McNairy y Taran Killam) a un concierto de gira lucrativo con un circo. Después de una noche bebiendo con los dos hombres, Northup despierta para encontrarse encadenado al suelo, dándose cuenta de que ha sido drogado y será vendido como esclavo.

Northup es enviado a Nueva Orleans, donde su nombre es reemplazado por el de "Platt", un esclavo fugitivo de Georgia. Él es golpeado para obligarlo a ocultar su identidad de hombre libre, y mantener el nombre de Platt, y es comprado en última instancia por el dueño de la plantación William Ford (Benedict Cumberbatch). Soportando su nueva vida, Northup mantiene buenas relaciones con Ford, que resulta ser un amo relativamente benévolo o en su defecto pusilánime: es capaz de sentir pero es incapaz de actuar en consecuencia. Como esclavo, Northup sugiere una mejora al sistema de transporte mediante el diseño de una vía fluvial usando los pantanos de la zona para el acarreo de troncos, de manera rápida y rentable. Ford le regala un violín en agradecimiento. El carpintero racista John Tibeats (Paul Dano) se resiente inmediatamente ante Northup, y comienza verbalmente a hostigarlo.

Con el tiempo las tensiones entre Tibeats y Northup llegan a un punto de ebullición, y Tibeats intenta golpearlo y él se defiende. En represalia, Tibeats y sus amigos intentan linchar a Northup, colgándolo de un árbol con la intención de ahorcarlo. Pese a que interviene el supervisor de Ford, librándolo de la muerte, Northup permanece colgado, levemente sostenido apoyado en las puntas de los pies mientras a su alrededor los demás esclavos siguen su vida como si nada ocurriera, en una escena cargada de dramatismo.
 ¿Acaso Ford vende a Northup para protegerlo de Tibeats?
 No, es para quitarse un problema y su nuevo amo será Edwin Epps (Michael Fassbender), un plantador cruel, que cree que el derecho a abusar de los esclavos está autorizado por la Biblia. Antes de ser enviado a Epps, Northup intenta razonar con Ford, afirmando que él es en realidad un hombre libre. Ford afirma que no puede oír eso, y responde que él tiene una deuda que pagar, el precio de compra de Northup. Ford también le dice que él piensa que Northup es una buena persona, pero eso no le serviría de nada.

La tarea principal de todos los esclavos en la plantación Epps es recoger algodón y para ello se espera que todos recojan por lo menos 200 libras cada día, o serán golpeados. Una esclava joven llamada Patsey (Lupita Nyong'o), sin embargo, recoge más de 500 libras al día, y Epps la elogia continuamente e incluso la viola repetidamente. La esposa de Epps (Sarah Paulson) se siente extremadamente celosa de la atención que Epps prodiga a Patsey, y la castiga y humilla continuamente. En la película no queda claro por qué Patsey obtiene mayor rendimiento que todos los demás o por qué Northup trabaja con desgana.

Patsey se ve beneficiada al ser la única esclava que tenía un día libre a la semana yendo a la casa de la señora Shaw, una negra libre dueña de su casa y sirvientes que goza del largo tiempo que ha pasado desde que recibía latigazos o trabajaba en los campos de algodón; además de que la señora Shaw le contaba a Solomon sobre su infidelidad hacia la amo Epps.

Epps decide que un reciente brote de gusano del algodón en los campos es una plaga enviada por Dios, llevada a su plantación por sus nuevos esclavos. Él los da en préstamo a una plantación vecina durante la temporada de cosecha, mientras sus cultivos se recuperan, pero les advierte que no lleven más plagas a la propiedad de su amigo. Una vez allí, Northup se gana el favor del dueño de la plantación, que le pide que toque el violín en la boda de celebración de aniversario de sus amigos, y le paga una moneda por su interpretación.

Cuando Northup regresa a la plantación de Epps, trata de utilizar esta moneda para pagar al ex supervisor (Garret Dillahunt) para que envíe una carta a sus amigos en Nueva York. El ex supervisor se compromete a entregar la carta y acepta el dinero, pero traiciona a Northup, delatándolo con Epps. Northup apenas es capaz de convencer a Epps de que la historia es una mentira. Northup entonces quema, entre lágrimas, la carta, que representaba su única esperanza de libertad.

El abuso de Patsey empeora progresivamente a medida que Epps sigue forzándola. Patsey quiere suicidarse, pidiéndole a Northup su ayuda, pero Northup la rechaza. Un día, Epps se enfurece al descubrir que Patsey desapareció de su plantación. Cuando regresa, ella revela que solo había ido para obtener una pastilla de jabón, dado que Mary Epps le negaba usar jabón (para humillarla con su olor apestoso). Epps ordena que sea desnudada y atada a un poste. Incitado por su esposa, Epps obliga a Northup a azotar a Patsey. Northup obedece a regañadientes intentando causarle el menor daño posible, pero Epps finalmente toma el látigo de Northup, azotándola brutal y salvajemente.

Mientras cura a Patsey, Northup trabaja en la construcción de un pabellón con un trabajador canadiense llamado Bass (Brad Pitt). Bass se ha ganado la animadversión de Epps expresando su oposición a la esclavitud, y esto lleva a Northup a confiar en él y contarle las circunstancias de su vida y el secuestro. Una vez más, Northup le pide ayuda para enviar una carta a Saratoga Springs. Bass, arriesgando su vida, acepta su proposición.

Mientras trabajaba en los campos para la siembra, Northup es llamado por el sheriff local, que llega en un coche con otro hombre. El sheriff le pregunta acerca de su vida anterior a Northup, para contrastarlo con los hechos de su vida en Nueva York. Northup reconoce al acompañante del sheriff, el señor Parker (Rob Steinberg), como un comerciante que conocía de Saratoga, y se da cuenta de que el hombre ha venido para liberarlo. Aunque Epps se resiste y Patsey está angustiada, Northup se va inmediatamente. Después de ser esclavizado durante 12 años, Northup vuelve a la libertad y es devuelto a su familia. Notas finales relatan la incapacidad de Northup y su asesor legal para procesar a los hombres responsables de haberlo vendido como esclavo, así como el misterio que rodea los detalles de su muerte y entierro.


Lo que el viento se llevó.




Lo que el viento se llevó (título original en inglés: Gone with the Wind) es una película estadounidense de los géneros épico, histórico y romántico de 1939, adaptación de la novela homónima de 1936 de Margaret Mitchell, producida por David O. Selznick y dirigida por Victor Fleming.

En vísperas del inicio de la Guerra de Secesión en 1861, la joven Scarlett O'Hara vive con sus padres y dos hermanas en «Tara», la plantación de algodón de su familia en Georgia. Scarlett se entera de que Ashley Wilkes, del que está enamorada en secreto, se va a casar con su prima Melanie Hamilton y que el compromiso será anunciado al día siguiente en una barbacoa que se va a celebrar en la casa de Ashley, la cercana plantación «Los doce robles».

En la fiesta en «Los doce robles», Scarlett declara privadamente sus sentimientos a Ashley, pero él la rechaza respondiendo que él y Melanie son más compatibles. Scarlett se enoja cuando descubre que otro invitado, Rhett Butler, ha oído su conversación. La celebración se ve interrumpida al anunciarse la declaración de guerra y los hombres se apresuran a alistarse. Mientras Scarlett ve a Ashley besar a Melanie, el hermano menor de Melanie, Charles, le propone matrimonio y, aunque ella no lo ama, Scarlett consiente y se casan antes de que él se vaya al frente.

Scarlett queda viuda cuando Charles muere de un episodio de pulmonía y de sarampión mientras sirve en el ejército confederado. La madre de Scarlett la envía a la casa de Hamilton en Atlanta para alegrarla, aunque la franca criada de los O'Hara, Mammy, le dice a Scarlett que sabe que solo va con la idea de esperar el regreso de Ashley. Scarlett, que no debe asistir a una fiesta mientras está de luto, de todas formas asiste a una fiesta benéfica en Atlanta con Melanie, donde se encuentra de nuevo con Rhett, que ahora es un contrabandista que utiliza una pequeña flota de barcos para burlar el bloqueo naval al que han sido sometidos los confederados por parte de la Armada de los Estados Unidos. Celebrando una reciente victoria y recaudando fondos para el esfuerzo bélico confederado, los caballeros son invitados a hacer una oferta para que las señoras bailen con ellos. Rhett hace una oferta excesivamente generosa por Scarlett y, a pesar de la desaprobación de los huéspedes, ella acepta.

El curso de la guerra se vuelve contra la Confederación tras la Batalla de Gettysburg, en la que mueren muchos de los hombres de la ciudad de Scarlett. Scarlett hace otra petición sin éxito a Ashley mientras él está de visita durante una licencia de servicio navideña, aunque comparten un apasionado beso en privado el día de Navidad, justo antes de que él vuelva a la guerra.

Ocho meses más tarde, mientras la ciudad está sitiada por el Ejército de la Unión durante la Campaña de Atlanta, Scarlett y su joven sirvienta Prissy deben asistir a Melanie sin ayuda médica cuando a ella entra en parto prematuro. Después, Scarlett pide a Rhett que la lleve a su casa en Tara con Melanie, el bebé y Prissy; los recoge en un carro tirado por caballos, pero una vez que sale de la ciudad, decide irse al frente, dejando a Scarlett y el grupo para que sigan ellos solos. Al regresar a casa, Scarlett encuentra Tara desierta, excepto por su padre, sus hermanas y dos antiguos esclavos: Mammy y Pork. Scarlett se entera de que su madre acaba de morir de fiebre tifoidea y su padre se ha vuelto mentalmente incapaz. Con Tara saqueada por las tropas de la Unión y los campos desatendidos, Scarlett promete que hará cualquier cosa por la supervivencia de la familia y de sí misma.

Mientras los O'Hara trabajan en los campos de algodón, el padre de Scarlett muere al caerse del caballo mientras intenta arrojar a un scalawag de sus tierras. Tras la derrota de la Confederación, Ashley regresa, pero ve que es de poca ayuda en Tara. Cuando Scarlett le ruega que huya con ella, Ashley confiesa su deseo hacia ella y la besa apasionadamente, pero dice que no puede dejar a Melanie. Incapaz de pagar los impuestos sobre Tara implementados por las leyes de Reconstrucción, Scarlett engaña al prometido de su hermana menor Suellen, Frank Kennedy, hombre de mediana edad y rico empresario, para que se case con ella, diciéndole que Suellen se cansó de esperar y se casó con otro pretendiente.

Frank, Ashley, Rhett y otros cómplices hacen una incursión nocturna en un pueblo de chabolas después de que Scarlett fuera atacada mientras conducía sola través de él. En la incursión muere Frank; apenas terminado el funeral, Rhett le propone matrimonio a Scarlett y ella acepta. Tienen una hija a la que Rhett pone el nombre de Bonnie Blue, pero Scarlett, que sigue añorando a Ashley y se siente asustada por la pérdida de su figura, le hace saber a Rhett que no quiere más hijos y que ya no compartirán lecho.

Un día, India, la hermana de Ashley, ve a Scarlett y Ashley abrazados y, como siente una intensa aversión hacia Scarlett, rápidamente empieza a propagar rumores. Esa misma tarde Rhett, después de oír los rumores, obliga a Scarlett a asistir a la fiesta de cumpleaños de Ashley; incapaz de creer nada malo de su querida cuñada, Melanie está al lado de Scarlett para que todos sepan que ella cree que los chismes son falsos. Después de regresar a casa de la fiesta, Scarlett encuentra a Rhett borracho y discuten sobre Ashley. Rhett besa a Scarlett contra su voluntad, declarando su intención de mantener relaciones con ella esa noche, y la lleva a la fuerza a la habitación. Al día siguiente, Rhett se disculpa por su comportamiento y le ofrece a Scarlett el divorcio, que ella rechaza, diciendo que sería una vergüenza. Cuando Rhett vuelve de un prolongado viaje a Londres, Scarlett le informa que está embarazada, pero durante la discusión que sigue a la noticia ella se cae por un tramo de escaleras y sufre un aborto espontáneo. Mientras se está recuperando, la tragedia cae sobre ellos cuando Bonnie muere mientras intenta saltar una valla con su poni.

Scarlett y Rhett visitan a Melanie, en su lecho de muerte tras las complicaciones derivadas de un nuevo embarazo. Mientras Scarlett consuela a Ashley, Rhett vuelve a su casa en Atlanta; al darse cuenta de que Ashley solo amaba realmente a Melanie, Scarlett corre tras Rhett, pero lo encuentra preparándose para irse para siempre. Ella le suplica, diciéndole que ahora se da cuenta de que lo ha amado todo el tiempo y que nunca amó realmente a Ashley, pero Rhett dice que tras la muerte de Bonnie no había posibilidad de reconciliación. Scarlett le pide que se quede, pero Rhett la rechaza y sale por la puerta perdiéndose en la niebla de la mañana, dejando a Scarlett llorando en la escalera y jurando que algún día recuperará su amor.

 

JARDINES DE PIEDRA







Gardens of Stone es una película de 1987 por Francis Ford Coppola, basada en la novela del mismo título por Nicholas Proffitt. Un drama, protagonizado por James Caan, Anjelica Huston, James Earl Jones y D. B. Sweeney.
Un sargento debe hacer frente a sus deseos para salvar las vidas de soldados jóvenes enviados a Vietnam.


Ladyhawke.



Argumento

Phillipe Gastón (Matthew Broderick), un ladrón y carterista conocido como "Gastón el Ratón" por su habilidad para huir, escapa de la mazmorra de Aquila y mandan soldados a recapturarlo dirigidos por Marquet (Ken Hutchison) el capitán de la guardia. Mientras Phillipe huye se encuentra al ex capitán Etienne de Navarra (Rutger Hauer) que tiene a un halcón como mascota, Navarra hasta hace algunos años era el líder de las fuerzas de Aquila y su más formidable guerrero pero actualmente es un renegado, él ayuda a Phillipe a escapar de los soldados y se internan en el bosque. Por la noche Phillipe va a buscar leña y comida y cuando regresa al campamento se da cuenta que Navarra ya no está, en su lugar encuentra a un lobo negro y una hermosa mujer (Michelle Pfeiffer). A la mañana siguiente Phillipe piensa que todo lo que pasó la noche anterior fue un sueño, pero decide contarle al capitán, que ha regresado con su halcón. Mientras tanto el Capitán Marquet vuelve a Aquila y le cuenta al Obispo (John Wood) que Navarra ha regresado. El Obispo ordena a su capitán que maten al guerrero pero que capturen el halcón sin hacerle daño.

Ese día, Navarra explica a Phillipe que cada joya en su espada fue engarzada después que alguno de sus antepasados llevara a cabo alguna hazaña noble, en el caso de Navarra desea que la suya sea asesinar al corrupto Obispo de Aquila, de quien desea vengarse por ser el instigador de sus desgracias. Phillipe, quien no desea ponerse en peligro, decide dejarlo para seguir su propio camino pero Navarra se lo impide amarrándolo a un árbol ya que el muchacho es la única persona que ha logrado fugarse de Aquila y por lo tanto le puede ayudar a entrar. Cuando llega la noche, Phillipe encuentra otra vez a la mujer hermosa que había visto la noche anterior y le pide que lo desate alegando que fue capturado por los enemigos de Navarra, a lo cual ella accede y luego Phillipe huye.

A la mañana siguiente, Phillipe se oculta de Navarra, pero es sorprendido por los soldados de L'Aquila quienes lo interrogan por el paradero del capitán para tenderle una emboscada y durante esa batalla el halcón es herido gravemente con una flecha. Navarra, preocupado porque se acerca la noche, entrega el ave a Phillipe y lo envía a una iglesia en ruinas en donde encontrará a un monje llamado Imperius (Leo McKern), para que salve al halcón. Cuando llega a la iglesia, Phillipe le dice al sacerdote que el capitán Navarra lo mandó para que cure al halcón, al oír que el ave está herida Imperius, quien es un monje alcohólico y despreocupado, se muestra tan asustado como el mismo Navarra y se dispone a hacer todo lo posible por salvarlo. Al anochecer, el monje encierra al halcón en una habitación mientras va por las medicinas; mientras esto pasa, Phillipe fuerza la cerradura y en vez de encontrar al halcón se encuentra con la hermosa mujer herida con la misma flecha. Imperius rápidamente lo saca de la habitación y comienza a tratar su herida.
Por la noche, Imperius relata a Phillipe la historia de la hija del Conde d'Anjou, llamada Isabeau d'Anjou, y de Navarra cuando vivían en Aquila y se enamoraron profundamente, en esa época Imperius era el confidente de ambos y gracias a su ayuda pudieron declarase y comenzar una relación; pero también había una tercera persona que amaba a Isabeau, el Obispo de Aquila, quien desconocía el romance secreto de Isabeau y Navarra. Cuando Isabeau se da cuenta de la perversidad del Obispo, lo rechaza y decide fugarse con Navarra. Imperius reconoce que todo lo que sucede es su culpa ya que estando ebrio reveló al Obispo el secreto de la pareja. El Obispo al saberlo, hizo un pacto con el demonio poniendo un terrible hechizo sobre Navarra e Isabeau para que jamás estuvieran juntos, a partir de entonces durante la noche Isabeau es una mujer y Navarra un lobo negro mientras que de día ella es un halcón y él un hombre.
Paralelamente el Obispo contrata a un cazador llamado Cezar (Alfred Molina), a quien ordena matar a un lobo negro que sale por las noches, y para identificarlo necesitaba encontrar una hermosa mujer llamada Isabeau ya que el lobo siempre rondaba cerca de ella.
Durante la recuperación de Isabeau, Phillipe crea una fuerte amistad con ella e Imperius, quien al enterarse de las intenciones de Navarra de asesinar al Obispo le señala que deben evitarlo o la maldición será irreversible. Sorpresivamente llegan los soldados de Aquila buscando a Phillipe y a Isabeau, mientras Imperius los trata de distraer ambos escapan a la torre más alta, en donde Isabeau se resbala pero antes que toque el suelo amanece y se convierte en halcón. Mientras los soldados tratan de matar a Phillipe, llega Navarra y lo salva.
Navarra agradece a Imperius por salvar a Isabeau pero todavía le guarda rencor por lo que había hecho, Imperius, mientras tanto, intenta hacerlo recapacitar para que no asesine al Obispo. Después de delatarlos el monje buscó la forma de redimir su falta y en una revelación divina le fue entregada la forma de romper el hechizo: en un día sin una noche y una noche sin un día ambos podrán ser humanos por un breve tiempo, si durante este momento ambos logran que el Obispo mire primero a uno, después al otro y finalmente a ambos la maldición se romperá. Navarra, obsesionado con su venganza, no le cree y se pone en marcha a Aquila junto con Phillipe, quien en secreto le dice a Imperius que los siga.
Cuando Navarra y Phillipe llegan a una posada, Navarra se interna en el bosque para convertirse en lobo y Phillipe se va a un establo en donde encuentra ropa para Isabeau, cuando termina de cambiarse, ya transformada como mujer, deciden ir a beber a la posada, pero antes de llegar, encuentran a Cezar con unos lobos muertos quien comprende que esa mujer era Isabeau por lo que se interna en el bosque a cazar al lobo negro. Isabeau y Phillipe siguen a Cezar y cuando este intenta atrapar a Navarra la mujer lo empuja a una trampa de lobos donde muere mientras el lobo escapa.
Al día siguiente, Navarra está preparando la comida cuando Phillipe despierta y el halcón en vez de ir con Navarra va con él, lo cual le da envidia a Navarra. Cuando siguieron avanzando, Imperius los alcanza y le dice a Navarra que no vaya a Aquila hasta el día que había predicho, pero Navarra sigue sin escucharlo y le ordena quedarse ahí junto con Phillipe. Esa noche, Phillipe e Imperius encuentran a Isabeau y le hablan sobre un plan que habían ideado para detenerlo. Imperius y Phillipe cavan un hoyo donde atraparlo mientras Isabeau llama a Navarra pero antes que llegue con ella se rompe el hielo del río congelado sobre el que caminaba cayendo al caudal de donde Phillipe lo rescata tras mucho peligro. Tras rescatar a Navarra, cuando el primer rayo de sol les da, logran ambos verse como humanos por un instante antes que Isabeau se convierta en halcón. Luego, Phillipe e Imperius le cuentan a Navarra lo sucedido unas horas antes, y él les enseña a hacer una trampa para lobos para que puedan entrar a Aquila en la noche.
Tras lograr entrar fingiendo llevar el lobo como regalo al Obispo, Phillipe se cuela por donde se había escapado antes y llega a la iglesia de Aquila en donde iba a presidir una ceremonia el Obispo, para preparar la llegada de Navarra. Antes de salir combatir, Navarra advierte a Imperius que si oye las campanas anunciar el final de la misa significa que falló, el Obispo aun vive y él ha muerto por lo que lo obliga a jurar que matará a Isabeau para no condenarla a vivir maldita. Navarra logra entrar a la iglesia con ayuda de Phillipe y mientras enfrenta a Marquet y sus hombres descubre que ha comenzado un eclipse comprendiendo que es éste el "día sin noche y la noche sin día" de la revelación por lo que trata por todos los medios de evitar que hagan sonar las campanas pero, aunque logra matar a Marquet, fracasa cuando un soldado logra subir al campanario.
Dando por muerta a Isabeau decide asesinar al Obispo pero justo antes de hacerlo ella aparece en la iglesia en su forma humana ya que Imperius no fue capaz de matarla; Navarra obliga al obispo a mirar a cada uno y luego a ambos rompiendo así la maldición; el Obispo trata de asesinar a Isabeau pero Navarra lo empala con su espada. Ya por fin muerto el Obispo, Navarra e Isabeau están juntos otra vez y le dan gracias a Imperius y a Phillipe por haberlos ayudado.
Ladyhawke, (titulada Lady Halcón en España y conocida en Hispanoamérica como El hechizo del halcón, El hechizo de Aquila o La dama halcón) es una película de fantasía, romance y aventura dirigida por Richard Donner.​ Está protagonizada por Matthew Broderick, Rutger Hauer y Michelle Pfeiffer. Relata la historia de un amor trágico entre dos personas que no pueden estar juntas a causa de un terrible hechizo del Obispo, que vive en Aquila, pero con ayuda de un ladrón, Phillipe Gastón, harán todo lo posible para volver a estar juntos.

El paciente inglés.




El paciente inglés (The English Patient) es una película británica de 1996 dirigida por Anthony Minghella, basada en la novela homónima de Michael Ondaatje, y ambientada durante la Segunda Guerra Mundial. Fue la película más premiada en la gala de los Premios Óscar de ese año, con un total de 9 estatuillas de 12 candidaturas, y un gran éxito de taquilla. Se filmó en Túnez e Italia.



Ambientada en la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia de un hombre que ha sufrido graves quemaduras y al que se conoce únicamente como «el paciente inglés», que está siendo atendido por Hana (Juliette Binoche), una enfermera franco-canadiense en un monasterio italiano abandonado. El paciente es reacio a revelar información personal y solo a través de una serie de flashbacks se puede acceder a su pasado. Poco a poco se revela que él es en realidad un cartógrafo húngaro, el conde László Almásy (Ralph Fiennes), que estaba realizando un mapa del desierto del Sáhara y cuyo romance con una mujer casada, Katharine Clifton (Kristin Scott Thomas), en última instancia lo llevó a su situación actual. A medida que el paciente recuerda más, David Caravaggio (Willem Dafoe), un exoperativo del servicio de inteligencia canadiense y formado como ladrón, llega al monasterio. Caravaggio perdió sus pulgares mientras era interrogado por un oficial del ejército nazi y poco a poco se desvela que se trataba de las acciones del paciente las que habían acarreado su tortura. Además de la historia del paciente, la película dedica tiempo a Hana y a su romance con Kip (Naveen Andrews), un zapador indio de origen sij en el ejército británico. Debido a los diversos acontecimientos de su pasado, Hana cree que cualquiera que se acerca a ella es probable que muera, y la posición de Kip como desactivador de bombas, hace que su romance esté lleno de tensión.

En la primera fase, ambientada en la década de 1930, el conde húngaro de la baja nobleza Laszlo de Almásy es colíder de una expedición arqueológica y topográfica de la Real Sociedad de Geografía en Egipto y Libia. Él y su compañero inglés Madox son académicos de corazón y deben desarrollar sus labores en medio de las turbulencias políticas europeas. En el inicio de la película, el matrimonio de los Clifton, Geoffrey (Colin Firth) y Katherine, se une a la expedición proporcionando un generoso aporte económico y animando bastante el espíritu del grupo. El conde se queda prendado de la hermosa y refinada Katherine. Como Geoffrey está a menudo lejos del grupo en otros asuntos, surge una aventura entre ambos. Los últimos meses antes del comienzo de la guerra traerán un gran logro arqueológico: el descubrimiento hecho por el conde de la "Cueva de los Nadadores", una antigua cueva subsahariana decorada con "figuras de natación", pinturas que datan de tiempos prehistóricos. En esta parte de la película, el romance entre Katherine y el conde se desarrolla en toda su plenitud, pero luego se desvanece aparentemente. Katherine se siente culpable por su infidelidad, mientras que el conde muestra una racha de celos junto con un desequilibrio que luego le persigue.

El otoño de 1939 y la guerra llevan toda excavación en la cueva a su fin, y obligan a Madox y al conde a tomar caminos separados. Mientras tanto, Geoffrey Clifton ha descubierto la aventura de su esposa, y busca una venganza repentina y dramática: un accidente con su avión, con Katherine a bordo, en el campamento del conde en el desierto. El accidente mata a Geoffrey en el acto, hiere gravemente a Katherine, y a pesar de que intenta acabar con la vida del conde, no lo logra. Almasy se las arregla para llevar a Katherine al refugio de la Cueva de los Nadadores, la deja con comida, agua, una linterna y una hoguera, y luego comienza su abrasador viaje de tres días a pie a la ciudad más cercana en busca de ayuda. La ciudad está en manos del ejército británico y el conde, aturdido y deshidratado, con su nombre no inglés, no es capaz de explicar de forma coherente a los funcionarios el accidente de avión y la difícil situación de Katherine. En su lugar, pierde los estribos durante el interrogatorio, por lo que lo meten en la cárcel militar. Lo envían encadenado a un tren hacia el norte de Bengasi, se escapa, se encuentra detrás de las líneas de África Korps y rápidamente negocia intercambiar sus mapas del desierto con los alemanes por gasolina para la avioneta de Madox, un De Havilland Tiger Moth que había dejado cerca del lugar de su expedición arqueológica. En el momento en que regresa a la cueva, Katherine está muerta y el conde lo está del todo, menos en un sentido físico. Se las arregla para colocar el cuerpo de Katherine en el avión y despega. Confundiendo el Tiger Moth con un avión de reconocimiento de la RAF, un batería alemán antiaéreo dispara y derriba en el desierto el avión que Almasy pilota. Aunque horriblemente quemado, aún vive, y es rescatado por miembros de la tribu beduina.

La segunda fase de la película se traslada a Italia y los últimos meses de la guerra. El conde ya es un paciente inválido, y totalmente dependiente en ese momento de la morfina y el cuidado de su enfermera franco-canadiense Hana, separada de su unidad médica y establecida en un monasterio italiano, maltratado pero hermoso. Ese lugar se convierte en el punto focal de los hilos argumentales, más algunos nuevos y algunos sin terminar de la fase del norte de África, con temática en torno al amor, el azar y el telón de fondo de la guerra. Hana ha visto a un novio y a una amiga enfermera morir en la campaña de Italia y se pregunta si su relación con un teniente británico-indio romperá su ciclo de amor y de dolor o si simplemente continuará. Un visitante de la villa, llamado Caravaggio está buscando al conde desfigurado que él cree que juega un papel en su maltrecha época en Egipto y Libia. Pero Caravaggio, sin darse cuenta, tropieza con los restos del triángulo amoroso conde-Katherine-Geoffrey, entre 1940-42. Ha perdido los dos pulgares en un interrogatorio horrible a manos de los nazis y desde entonces ha perseguido y matado a los que él considera responsables de su destino. Él cree que el conde era parte de una red de espionaje e intriga en el desierto y sabe que negoció mapas con los alemanes. Caravaggio se enfrenta al conde con la noticia del suicidio de Madox y postula que el conde mató a los Cliftons. Solo un completo relato en la villa sobre el accidente de los Cliftons y el trato del conde de los mapas con los alemanes para recuperar a Katherine lleva a Caravaggio a la comprensión y el perdón.

Hana también encuentra reconciliación al final de la película. Su lugarteniente sobrevive a un encuentro con la muerte en el último día de la guerra y la esperanza en el amor resurge. El conde pide una sobredosis de morfina, por la que muere a manos de Hana.

Una de las escenas más memorables sitúa a Hana iluminando mediante una antorcha unos frescos de una capilla. Este ciclo de frescos, Leyenda de la cruz, se encuentran en la capilla Bacci de la Basílica de San Francisco, en Arezzo, Toscana, Italia, y fueron pintados por Piero della Francesca.


Odessa




Odessa es una película de 1974, coproducción británico-germana, dirigida por Ronald Neame. Protagonizada por Jon Voight, Maximilian Schell, Mary Tamm y Derek Jacobi en los papeles principales. Está basada en la novela The Odessa File de Frederick Forsyth.

Argumento

En Hamburgo, en noviembre de 1963, Peter Miller, un periodista independiente, encuentra el diario personal de Salomon Tauber, un judío que acaba de suicidarse dejando abierto el gas de su vivienda. En el relato se recoge todo el trauma de su cautiverio en un campo de concentración nazi durante la Segunda guerra mundial, y las atrocidades cometidas por el comandante de la planta, el capitán SS Eduard Roschmann, llamado El carnicero de Riga. Según el testimonio de Tauber, el militar aún vive en Alemania, bajo identidad falsa. Miller se propone descubrir y capturar al capitán Roschmann. Poco a poco se va involucrando en la organización constituida por exmiembros de las SS, llamada ODESSA, y también con los servicios de inteligencia de Israel. Profundizando en su investigación, comienza a arriesgar su vida y a descubrir los lazos existentes entre su propia familia y Roschmann.

Itsukushima Shrine.


martes, 27 de junio de 2017

453.-El padrino de Mario Puzo.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán


  

El gato

El padrino es una novela de género criminal escrita por el escritor italoestadounidense Mario Puzo que originalmente publicó una de las mayores editoriales del país conocida como G. P. Putnam's Sons en 1969. 
Detalla la historia ficticia de una familia de la mafia siciliana asentada en Nueva York y que está encabezada por Don Vito Corleone, El gran jefe, la cual se convirtió en sinónima de la mafia italiana. La trama transcurre entre los años 1945 y 1955, y también proporciona el trasfondo de Vito desde su niñez, hasta su madurez.

El libro introdujo términos italianos tales como consigliere, caporegime, Cosa Nostra, pezzonovante, y omertà a la audiencia de habla inglesa. Formó las bases de una película homónima que se rodó en 1972. En 1974 y 1990 se rodaron dos secuelas, con nuevas contribuciones de Puzo. Tanto la primera como la segunda película están ampliamente consideradas como unas de las mejores filmaciones cinematográficas de todos los tiempos.

Argumento principal.

La historia comienza con Americo Bonasera, que se lamenta por la desgracia que le ha ocurrido a su hija: un par de jóvenes la golpearon y le destrozaron su bello rostro. Bonasera le dice a su mujer que solo don Vito Corleone, jefe de la Familia Corleone les podrá hacer justicia. Don Vito recibe a muchos invitados en su casa, ya que es la boda de su hija Connie Corleone, para la que han organizado una majestuosa fiesta el último sábado del mes de agosto de 1945, fiesta que incluyó la presencia del famoso cantante Johnny Fontane. Los hijos de don Vito, Sonny, Fredo y Michael también están presentes en la celebración familiar, así como los hombres de confianza del Don, los capos Sal Tessio y Peter Clemenza y el consigliere Tom Hagen. 
El Don recibe a unos cuantos invitados en su despacho, ya que ningún siciliano puede negar una petición en la boda de su hija. El Don escucha la súplica de Bonasera e incluso una petición de su ahijado Johnny, quien le pide convencer a un productor de cine para que le dé un papel en su nueva producción en Hollywood. En esa misma reunión, el Don accede a reunirse con Virgil Sollozzo, un hombre que tiene un negocio que proponerles a los Corleone.
El Don asigna a Tom Hagen la tarea de hablar con Jack Woltz, el productor peleado con Johnny. Él se niega, argumentando un lío de faldas y por lo tanto, los hombres de Don Vito asesinan un caballo de Woltz y le ponen la cabeza entre sus sábanas. Woltz, muy asustado por la acción, acepta a Johnny como actor, cosa que vuelve a encumbrar a Johnny.

Don Vito se encuentra con Sollozzo, quien le propone traficar con drogas. Su plan es distribuirlas con la familia Tattaglia y necesita que los Corleone lo protejan a cambio de un 30% de ganancias, pero el Don se niega rotundamente argumentando que perdería sus privilegios con políticos y jueces si accede a ese negocio. Sollozzo, molesto por eso, piensa que Don Corleone representará un problema y trata de asesinarlo sin éxito. El intento de asesinato desata la ira de Sonny, el hijo más violento del Don, y provoca una guerra entre mafias, que comienza cuando Pete Clemenza ejecuta al traidor que vendió al Don a Sollozzo para que tratara de matarlo. Michael Corleone propone asesinar a Sollozzo para que no intente nada más y al capitán de Policía que lo protege y él mismo ejecuta el plan a la perfección. Como la policía lo busca por todos lados, Michael se refugia en Sicilia.

Mientras tanto, Sonny asesina a Bruno Tattaglia como venganza por el atentado a su padre, lo que provoca que las demás familias traten de acabar con Sonny. En una trampa que le tiende su propio cuñado Carlo Rizzi, Sonny sale desprevenido de la finca Corleone, furioso al enterarse de que Carlo ha golpeado a su hermana Connie. Carlo avisa a las familias, quienes lo interceptan en la carretera y lo asesinan. Don Corleone convoca una reunión de familias (La Cosa Nostra) de Nueva York donde aclara su postura sobre el negocio de las drogas y le pide a todos que eviten la guerra, ya que las venganzas no revivirían a Bruno o a Sonny y sólo perjudicarían a todos. Además, pide seguridad para que Michael regrese.
Una vez que Michael regresa, el Don le confiesa que en realidad los Tattaglia no eran responsables. Emilio Barzini, Don de los Barzini era quien estaba detrás de todo y le advierte de que si alguien le propone una reunión con Barzini será una trampa y quien se la proponga será el traidor. Don Vito Corleone muere a causa de un paro cardiaco y, en el funeral, Sal Tessio le propone a Michael la reunión con Barzini, así que Michael manda a asesinar a Tessio por ser el traidor. Tessio le pide a su ejecutor que le diga a Michael que «no fue personal, sólo negocios». Más tarde Michael ordena el asesinato de todos los Don de Nueva York de forma simultánea, cabezas de las llamadas Cinco Familias, lo que lo convierte en el hombre más poderoso de la mafia de Estados Unidos.
Sin embargo, decide retirarse de la vida como mafioso, al menos parcialmente, y dedicarse a la industria del juego en el estado de Nevada, llevándose con él a Tom Hagen y permitiendo a Pete Clemenza que formara su propia familia.

Secundario.

El libro cuenta diferentes historias paralelas a la principal. Johnny Fontane tiene algunos problemas con su voz, ya no puede cantar como antes. Además está en deuda con los Corleone, para compensar la deuda con su padrino se decide ayudar a su amigo Nino Valenti, con ayuda de los Corleone Johnny produce algunas películas exitosas que los colocan a ambos como grandes estrellas de cine, hasta la muerte de Nino.

Fredo Corleone estuvo presente en el atentado contra su padre en el que él salió ileso y su padre gravemente herido. Quedó con un trauma al ver a su padre a punto de morir, por lo que se fue a vivir a Las Vegas, donde se convirtió en un hombre extravertido y seductor.

Lucy Mancini, quien trato de suicidarse por la tristeza que le producía la muerte de Sonny Corleone, se traslado a Las Vegas ya que Tom Hagen le ofreció un trabajo en el hotel dirigido por Fredo y también le dijo que la familia Corleone le daría una pensión anual acordada por Sonny en su testamento. Ya en Nevada, en menos de dos años, conoció a un doctor llamado Jules Segal, ambos se enamoran y después de un tiempo Jules le da una sortija de compromiso a Lucy y se casan.

También el autor dedica un capítulo completo a la vida del joven Vito Andolini. Su padre fue asesinado por un mafioso siciliano que también quería matarlo a él para que no tomara venganza. Pero la madre de Vito lo envió a Estados Unidos, país donde comenzó a trabajar de forma humilde por lo que conoció a Genco Abbandando quien sería su mejor amigo. Aprendió a conducir un camión (tomando en cuenta la época, no cualquiera aprendía a conducir) y trabajó como repartidor, y conoció a los jóvenes Sal Tessio y Pete Clemenza.

Diccionario de personajes.

ABBANDANDO, GENCO. Interpretado por Frank Sivero. Amigo de la infancia de Vito Corleone, hijo de los tenderos que lo ayudaron cuando llegó a Manhattan, 'consegliere' juicioso y prudente, enfermo de cáncer lleno de dignidad y humor… Genco es parte del núcleo moral de la primera generación de los Corleone: fidelidad, discreción, familia…

ADAMS, KAY. Interpretada por Diane Keaton. La mujer de Michael Corleone, su amor de aquel corto y feliz periodo en el que su chico quería ser un honrado ciudadano más. Después, su papel será recordar a Michael cómo se ha alejado del tipo de vida que había soñado para la pareja.

BARZINI, EMILIO. Interpretado por Richard Conte. Uno de los miembros de las cinco familias que se enfrentarán a los Corleone por el tráfico de heroína. Barzini es el más sutil y atractivo de ellos. Vito lo respeta, lo invita, incluso, a la boda de Connie. Mal hecho: Barzini diseña después la ejecución de 'Sonny' y osa invadir el territorio histórico de los Corleone. Más adelante, Michael habrá de darle su merecido.

BRASI, LUCA. Interpretado por Lenny Montana. El mamporrero de Vito Corleone, grande, zafio, brutal, pero fiel y discreto (en comparación con los aspavientos de 'Sonny' Corleone). Su muerte será uno de los síntomas de la debilidad de la familia.

DON CICCIO. Interpretado por Giuseppe Sillato. Mafioso siciliano que, en la prehistoria de 'El Padrino', manda matar al padre de Vito, a Antonio Andolini y a su hermano Paolo, y deja morir a su madre. La venganza de Vito tendrá una expresión bastante memorable. «¿Cómo se llamaba su padre? Antonio Andolini». Y una puñalada.

CLEMENZA, PETER. Interpretado por Richard Castellano. El amigo de siempre de Vito Corleone, compañero de pandilla del Don y de Salvatore Tessio. Frente a éste, representa el papel de 'mafioso intelectual' que forma a los hijos de Vito y participa en la toma de decisiones estratégicas.

CORLEONE, ANTHONY. Interpretado por Franc D'Ambrosio. El hijo mayor de Michael Corleone y Kay, el sobrino favorito de Fredo. Su gran momento llega en la tercera parte de la saga, cuando se enfrenta a su padre y subraya la soledad del personaje interpretado por Al Pacino.

CORLEONE, CARMELA. Interpretada por Morgana King y Francesca de Sapio. Esposa de Vito Corleone. Presencia silenciosa en las peliculas (no tanto en la novela) pero que funciona bien como complemento circunstancial. Aplaza (hasta su muerte) la ejecución de Fredo, mete en cintura a Connie... Como en cualquier familia: la 'Mamma' es el pegamento que mantiene a todos unidos.

CORLEONE, CONNIE. Interpretada por Talia Shire. La única hija de Vito Corleone y personaje de destino atormentado. Su marido, Carlo Rizzi, un colega de balaceras de  'Sonny' Corleone, le zurra con violencia durante toda la primera película; su padre se hace el despistado, pero 'Sonny' querrá desagraviarla. Por ahí se abrirá un agujero en la seguridad de la familia. Después, atravesará un periodo de 'picos pardos' y terminará por volver al redil y por convertirse en una 'senadora' para su hermano Michael. 

CORLEONE, FREDDO. Interpretado por John Cazale. Segundo hijo de Vito Corleone. «De buen corazón, pero débil y estúpido», según lo define su hermano Micael en algún momento de la saga. Y ya se sabe, de los buenos, líbreme Dios. Traicionará, mostrará su lado más patético en Las Vegas y acabará muerto, sentenciado por su hermano Michael, el que una vez fuera su preferido.

CORLEONE, MICHAEL. Interpretado por Al Pacino. Tercer hijo de Vito. Aunque la imagen del padre es la más icónica, el personaje de Michael es el más rico de la saga.  Culto, patriota, honesto, recto, elegante... pero, por las malas, capaz de mantener la línea dura con más firmeza que nadie. Esa paradoja le conduce a una soledad bastante conmovedora y bastante paranoica en 'El Padrino III'.

CORLEONE, SANTINO 'SONNY' (1916-1947). Interpretado por James Caan.  Hijo mayor de Vito Corleone, heredero natural del Don en los negocios familiares. Violento, fanfarrón, adúltero y pendenciero, representa el opuesto ético de los valores de la familia. Y por eso, porque no tiene control de sí mismo, acaba mal (muy mal) y pronto.

CORLEONE, VITO (1891-1951). Interpretado por Marlon Brando y Robert De Niro. Un humilde inmigrante italiano que prospera como importador de aceite de oliva en Long Island y... No hace falta hacer demasiadas presentaciones del personaje nuclear de la saga. Sólo dos apuntes: uno, su molde se puede rastrear en la historia que cuenta 'Honrarás a tu padre', de Gay Talese (cuyos protagonistas, por cierto, leen la novela de Mario Puzo con gran admiración); y dos, su gran valor es el de modelo moral (brutal y ultraconservador, pero moral, al fin y al cabo), con el que tendrán que apechugar sus herederos para confirmarlo o desmentirlo. 

FANUCCI, MASSIMO. Interpretado por Gastone Moschin. Uno de los villanos más notables de la serie. Extorsionador, violador y asesino cruel, controla Little Italy en la mocedad de Vito, que tendrá la audacia de enfrentarse a él, asesinarlo y heredar su poder criminal.

GILLDAY, AZOBISPO. Interpretado por Donal Donnelly. Banquero vaticano que estafa a Michael Corleone en la tercera parte de la serie. Dentro de la saga, es la llave que abre 'El Padrino' a una clave política, más que criminal. 

GREENE, MOE. Interpretado por Alex Rocco. Mafioso judío, socio de Hyman Roth, fundador junto a Vito Corleone de Las Vegas, protector con componentes sadomasoquistas del débil Fredo Corleone en la ciudad del juego y conspirador contra la familia. Greene será una de las víctmas de la furia de Michael Corleone.

HAGEN, TOM. Interpretado por Robert Duvall. El hijo adoptivo de Vito Corleone, el hermano 'de segunda' que ayuda eficientemente a la familia, que mantiene la cabeza fría y que representa el gran proyecto de 'normalizar' los negocios del clan. Cuando ese plan fracasa en Cuba, Michael y Tom habrán de distanciarse. Su destino era el de ser el gran enemigo de la familia en 'El Padrino III', pero una disputa salarial mandó al personaje a la tumba. 

LAMPONE, ROCCO. Interpretado por Tom Rosqui. El 'caporegime' de Michael Corleone, uno de sus brazos armados. Un símbolo de las debilidades de la familia. Es incapaz de impedir el atentado contra su jefe en la casa de Nevada ni, después, de terminar la venganza contra Roth. Al menos, muere baleado por la policía, noble final para un mafioso.  

LUCCHESI, LUCIO. Inerpretado por Enzo Robutti. Político italiano envuelto en las estafas de la Banca Vaticana que arrastrarán a Michael Corleone. Junto al arzobispo Gillday es uno de los personajes que transforman la saga en su tercera entrega. Y como éste, tiene una base real. ¿Una pista? Vean 'Il divo'.

MANCINI-CORLEONE, VINCENT. Interpretado por Andy García. La última generación; el hijo ilegítimo de 'Sonny' Corleone y el delfín de su tío Michael… Pese a que su destino será el de decepcionarlo, el de conducir a la familia desde la rectitud de los tiempos de Vito hacia el exceso y la corrupción del tráfico de cocaína.

NERI, ALBERT. Interpretado por Richard Bright. Guardaespaldas de Michael Corleone, heredero del papel de Luca Brassi como hombre duro de la familia. Preciso, silencioso y brutal hasta los últimos tiempos, es el 'autor' de una de las muertes clave en la saga: la ejecución de Fredo Corleone ordenada por su hermano pequeño.

PENTANGELI, FRANCESCO. Interpretado por Michael V. Gazzo. Empleado de confianza de la familia, encargado de los negocios en Nueva York durante el 'exilio' en Nevada. Traidor frustrado, famoso por protagonizar la escena más cómica de la serie Pentangeli está llamado a declarar ante un tribunal en contra de Michael Corleone. Éste, para disuadirle, hace traer desde Sicilia al hermano del traidor y lo sienta a su lado en el juicio. Y el traídor calla.

RIZZI, CARLO. Interpretado por Gianni Russo. El yerno traidor  de Vito Corleone. Amigo de infancia de 'Sonny', enamora a su hermana, Connie, para después apalizarla por hábito. Humillado por su antiguo amigo, Rizzi se pasará al lado oscuro y ayudará a las cinco familias a vencer (temporalmente) a los Corleone. Ni siquiera tiene orígenes sicilianos.

ROTH, HYMAN. Interpretado por Lee Strasberg. Mafioso judío. Archienemigo de Michael Corleone pese a pertenecer a la generación de Vito. Calculador, desapasionado, inteligente… pero, sobre todo, recordado por el retrato de su vida doméstica que se hace en 'El Padrino II'. ¿Ven a ese hombrecillo de clase media en su bungalow de Florida? Pues es un capo de mucho cuidado. 

TESSIO, SALVATORE. Interpretado por Ave Vigoda y John Aprea. Uno de los dos primeros compañeros de peleas de Vito Corleone junto a Peter Clemenza. Su hombre en Brooklyn, el enlace con los soldados que luchan en las calles por la familia.

TOMASSINO, LIONEL. Interpretado por Corrado Gaipa, entre otros. Amigo de la infancia siciliana de Vito Corleone, mafioso de rango en la región central en la isla y aliado de la familia en sus negocios italianos. Es decir: la venganza contra el malvado Don Ciccio y los intereses inmobiliarios de Michael Corleone en la tercera parte.

El gato del Padrino.

En la escena inicial de El Padrino, esa joya cinematográfica que cumplió cuarenta años y se conserva tan fresca como cuando se estrenó, un desmadroso gatito gris juega en  piernas y manos de Vito Corleone mientras atiende a Bonasera, el fúnebre funerario que va a pedirle un favor, atendiendo a la tradición siciliana de concederlos para traer suerte al matrimonio de su hija. A Bonasera le habían perjudicado dos imbéciles  a la suya, mandíbula rota, nariz por lo consiguiente, y Don Vito escucha atento y cuestionador la desgarradora historia,  al tiempo que  atiende las exigencias de juego del michito, sin preocuparle la pelusa que dejará en su impecable  smoking.

El gato no era actor, aunque así lo pareciera cuando Don Vito se levanta de su sillón, lo deposita sobre su escritorio y  el micho permanece estático, inmune a los reflectores que, aunque la escena era algo oscura, debieron ser varios. El Padrino finaliza su diálogo con Bonasera prometiéndole un favor que deberá ser pagado en su momento, que ojalá tarde en llegar. La especialidad de Bonasera era embalsamar cadáveres, de modo que ya sabrán.

Así como Vittorio de Sica encuentra a Lamberto Maggiorani y al resto del elenco de Ladrón de Bicicletas (considerada, junto con El Padrino, entre las 10 grandes películas en la historia del cine) en las calles italianas, actores sin experiencia, trayectoria o impacto popular, Marlo Brando se topó en los pasillos de la Paramount con un talento gatuno, con plena seguridad desempleado, al que “contrata” porque le vio potencial para darle mayor impacto a la primera escena de la película, y a Francis Ford Coppola no le quedó más remedio que aceptar esa propuesta excéntrica, gris, de cuatro patas, pese a que le representó una infidelidad con la novela y el guión de Mario Puzo y un problema de continuidad imperceptible en su película: el gato gris no volvió a aparecer ni en brazos de Don Vito, ni en los de sus hijos, ni en los de sus nietos, pero ningún cinéfilo olvida al micho y hasta se le incluye cuando la memoria esculca en busca de su primera imagen de El Padrino.

Seis perfectos minutos de inmortalidad se consiguió este michito en la legendaria cinta, caso único en el ranking de las diez mejores películas de la historia. Ninguno otro aparece en las nueve restantes, solo él, encantado de estar jugando con su camarada Marlon Brando, que reniega con Bonasera, mientras le sigue la corriente a sus intenciones juguetonas, porque le pide que asesine a los que violentaron a su hija.

“Eso no es justicia”, dice Don Corleone cuando Bonasera hace su petición; “Tu hija está viva”, y el gato gris se estira en sus manos, como si entendiera.

Aunque son engreídos, libertinos, infieles, independientes (y aquí dejo un etcétera al gusto), los mininos no se caracterizan por ser buenos actores. No discuto que tienen buena fotogenia, que saben seducir cuando les da hambre y gana, que son capaces de lograr temeridades que no cualquiera, pero su condición como animal se finca en lo disoluto. Solo les falta beber, fumar y drogarse. Quizá lo hagan en esos momentos en que se pierden de la vista de las personas que los quieren. Digo, porque ellos no se atan con nadie: si son gatas, descubrieron lo que es ser emancipadas mucho antes que las mujeres escucharan y supieran el significado del término; si son gatos, la cosa es peor, se van por los tejados. Los adorables sinvergüenzas que se limpian con saliva son ellos y su circunstancia. 
Serían muy buenos todos ellos, enternecedores, poderosos, cómicos, melodramáticos, cariñosos, cósmicos, vengadores, viajantes en el espacio, fieles a morir,  voladores, pero ninguno aparece un segundo entre las diez mejores películas de la historia del cine. El atrevido gatito gris que se le atravesó meloso a un Marlon Brando de smoking hasta que lo sedujo, si. Y aparece a lo largo de seis minutos, pese a que era una infidelidad a la novela y el guión de Mario Puzo, pese a que permanece como un problema de continuidad en la película.
Fue una oferta que Francis Ford Coppola no se atrevió a rechazar porque provenía de… Vito Corleone.

Biografía.

  

Mario Francis Puzo (Manhattan, Nueva York, 15 de octubre de 1920-Bay Shore, Nueva York, 2 de julio de 1999) fue un escritor y guionista estadounidense descendiente de italianos, conocido como el literato de la mafia, especialmente por su obra maestra El padrino (1969).

Nació en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Estudió ciencias sociales en la Universidad de Columbia. Sus dos primeras obras, La arena sucia y La Mamma, tuvieron una gran acogida. Su consagración definitiva llegó con la publicación de El padrino, con la que además consiguió dos premios Óscar por su trabajo de coguionista de las partes primera y segunda de la película (por su trabajo en el guion de la tercera fue nuevamente nominado, pero no logró el galardón).​ A su vez, las partes primera y segunda de la película, dirigidas por Francis Ford Coppola, fueron galardonadas con el premio a la mejor película en sus respectivos años. A esta novela le siguieron Los tontos mueren, El siciliano, La cuarta K y El último Don.
Murió en su casa de Long Island en julio de 1999 a causa de un paro cardíaco poco tiempo después de finalizar la escritura de Omertà.
Se ha señalado el influjo de Fiódor Dostoyevski en Puzo; lo cita frecuentemente, en particular Los hermanos Karamazov, en La arena sucia, Los tontos mueren, La cuarta K y Los Borgia. La familia Corleone en El padrino se parece mucho a la familia Karamazov: un poderoso padre, un hijo mayor impulsivo, un hijo filosófico, otro de carácter dulce y abúlico y un hijastro adoptado que se mantiene como un empleado.

En una reseña publicada en el San Francisco Chronicle, Jules Siegel, que había trabajado con Puzo en la Magazine Management Company, puso en duda que este pudiera concluir Omertà y aventuró la hipótesis de que hubiera sido completada por algún que otro «negro». El propio Puzo se congratulaba de manera de escribir en el personaje autobiográfico del escritor Joe Osano de Los tontos mueren.
Adoraba jugar al tenis (seguramente extrajo de allí la presencia de la seductora tenista en su novela Omertà). Le gustaba también apostar ocasionalmente en Las Vegas (recuerden el episodio de Moe Green en The Godfather y su novela The Last Don).
A pesar de la enorme presencia del catolicismo en la obra de Puzo, el escritor, según decía, no creía en Dios ni en los dogmas de la Iglesia, solo en la bondad humana. Puzo dijo en alguna ocasión que su felicidad residía en una buena comida, practicar tenis, apostar jugando, mirar el techo de su casa durante horas y escribir.
Puzo nunca tuvo contacto con el medio del crimen. De hecho, según sus propias palabras Don Corleone era un personaje que lo espantaba. Además, decía que su mafia era una versión romántica del mundo criminal real. «Si hubiera estado en la mafia, jamás habría tenido que escribir».
Pese a entender perfectamente la naturaleza del mal, Puzo decía que la justicia debía ser una constante en la sociedad; sin embargo, estaba decepcionado de cómo se administraba en EE. UU., donde, según él, la ley protege más a los criminales con dinero que a la gente común.

  Mario puzo y "el padrino", la novela que no quería escribir.


Agobiado por las deudas y tras varios fracasos, Mario Puzo decidió escribir un libro pensando más en ganar dinero y pagar a sus acreedores que en la calidad de su obra. El resultado de todo ello fue El Padrino, una novela que se convirtió en un clásico y que Hollywood decidió llevar a la gran pantalla de la mano de Francis Ford Coppola.
en un juzgado de Nueva York, el honrado propietario de una funeraria aprieta los dientes con impotencia al ver cómo un juez deja en libertad a los agresores de su hija adolescente. Frustrado, le dice a su esposa: "Si queremos justicia, deberemos arrodillarnos ante Don Corleone". Así se desarrolla una de las escenas más impactantes de El padrino, la obra cumbre del escritor norteamericano Mario Puzo, nacido el 15 de octubre de 1920 en Nueva York, que en 1972 sería llevada con gran éxito al cine de la mano del director Francis Ford Coppola.
UN MUNDO DE DEUDAS

Mario Puzo, que fue un empedernido fumador de puros, se crió en el neoyorquino distrito de Hell's Kitchen (la cocina del infierno), en Manhattan. Aun viviendo en un barrio marginal, Puzo nunca tuvo contacto con nadie del hampa ni de los bajos fondos del lugar que lo vio nacer. Su conocimiento de ese submundo le vino gracias a su cercanía con el juego, los garitos, crupiers, prestamistas, jugadores compulsivos y usureros. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Puzo se graduó en la Universidad de Columbia y empezó a ganarse la vida como escritor. En 1955, publicó su primera novela: La arena sucia. Deprimido por el poco éxito obtenido, Puzo aceptó trabajos como editor en publicaciones para adultos y se dedicó a escribir relatos criminales para algunas revistas neoyorquinas, hasta que logró publicar su novela La Mamma (1965), a la que seguiría Seis tumbas en Múnich (1967).

Su conocimiento del mundo del hampa, Puzo lo aprendió por su cercanía con el juego, los garitos, crupiers, prestamistas, jugadores compulsivos y usureros.
A mediados de la década de 1960, Mario Puzo se encontraba al borde de la quiebra. Con más de 45 años, cinco hijos que alimentar y una deuda de 20.000 dólares (debía dinero a sus familiares, a los bancos, varias casas de apuestas y algunos usureros), su carrera como escritor hacía aguas. Aunque sus primeras novelas habían recibido muy buenas críticas, las ventas habían fracasado estrepitosamente. Sus editores, que ya le habían dado más de un ultimátum, le propusieron que escribiera una novela sobre gángsters, porque allí veían un gran filón. Puzo, hijo de inmigrantes napolitanos, no estaba muy convencido, pero en realidad no tenía muchas opciones. Necesitaba el dinero.

UN ÉXITO INESPERADO

De este modo, Puzo empezó a escribir una nueva novela. Pero las 150 primeras páginas no tuvieron sin embargo el éxito esperado. En una de las visitas a su editor, Puzo salió de la oficina hecho una furia y recriminándole que no reconociese el valor de lo que había escrito. Aunque no sería éste el único rechazo que recibiría. Resignado y desmoralizado, Puzo recordó una conversación que había tenido años atrás con el cómico Lenny Bruce, quien le había dicho:
"Basta de tonterías. Es hora de madurar y de agotar ediciones".
 Con sus 150 páginas bajo el brazo, Puzo volvió a recorrer las editoriales, siendo sistemáticamente rechazado hasta que se las mostró a un periodista de la revista Magazine Management Co. Éste quedó encantado con la historia y se la mostró a G. P. Putnam’s Son, una de las editoriales más grandes e importantes del país, que ofreció al autor un adelanto de 5.000 dólares.

Con sus 150 páginas bajo el brazo, Puzo recorrió las editoriales, siendo sistemáticamente rechazado hasta que se las mostró a un periodista de la revista Magazine Management Co.

En realidad, Puzo no deseaba escribir esa novela, pero con gran esfuerzo logró avanzar un poco más y entregó a la editorial unas pocas decenas de páginas más. Como resultado volvió a recibir un cheque con el importe del segundo tercio de los cinco mil dólares iniciales. Sólo la necesidad de cobrar el resto hizo que finalizara su libro, que Puzo había titulado La Mafia. 
La novela crecía con una combinación de recuerdos de su infancia, un estudio de archivo sobre los clanes mafiosos y grandes dosis de imaginación. Pero Puzo se avergonzaba de que su investigación para escribir su obra hubiera sido sólo "de escritorio"; en realidad no conocía a ningún mafioso y nunca se había acercado a ninguna organización criminal. Al finalizar el libro, Puzo lo dejó en las oficinas de la editorial, cobró el cheque, pagó sus deudas y se fue con su familia a Europa. Antes de marchar, el escritor pidió que no mostraran aún el libro a nadie, porque si bien el argumento estaba terminado, todavía le faltaban algunas correcciones por hacer y además había partes de la trama que no le convencían del todo.

BIENVENIDO AL ÉXITO

A su regreso a Estados Unidos, Puzo se acercó a la editorial para saber en qué situación se encontraba su novela e intentar sonsacar algunos dólares más. Lo que no sabía es que su suerte había cambiado para siempre. Cuando llegó, se dio cuenta de que no tuvo que esperar mucho en la sala de espera y de que, extrañamente, la secretaria lo recibió con una sonrisa en los labios e incluso le preguntó si quería tomar algo. Una vez en el despacho, el editor lo abrazó calurosamente y le comunicó que una gran editorial había pagado 410.000 dólares para lanzar una edición de bolsillo de su novela con el título de El Padrino y que los estudios de Hollywood se disputaban su adaptación al cine.

El editor le comunicó que una gran editorial había pagado 410.000 dólares para lanzar una edición de bolsillo de la novela y que los estudios de Hollywood se disputaban su adaptación al cine.
La paradoja de esta historia es que la Mafia real terminó copiando a El Padrino. Algunas costumbres que ya se habían perdido, como el doble beso o los rituales exagerados, fueron recuperadas por los jóvenes gángsters de la época. Muchas de las frases pronunciadas por los protagonistas de la novela se convirtieron en expresiones habituales en el argot de los mafiosos. La realidad imitaba a la ficción.

UN CLÁSICO PARA LA HISTORIA

Francis Ford Coppola, también hijo de inmigrantes italianos, fue el escogido por Paramount Pictures en 1972 para dirigir la versión cinematográfica de El Padrino. Pero, como le había pasado a Puzo, al principio la idea no le entusiasmaba. Coppola tenía en el cine una carrera parecida a la del escritor: había filmado una serie de películas independientes muy respetadas por la crítica, pero que habían tenido escasa repercusión en las salas. En una entrevista, Coppola afirmó:
 "Cuando me senté a leerlo por primera vez, mi primera impresión fue de sorpresa y consternación; se parecía más a un libro de Harold Robbins o Irving Wallace, una obra hecha para ganar dinero, llena de sexo y tonterías".
Coppola fue el director escogido para adaptar El padrino y Marlon Brando el actor que encarnó a Vito Corleone, el protagonista y patriarca de la la familia. Sobre estas líneas le vemos en una de las escenas más recordadas de la película. 
Pero apostar por el cine que le gustaba también había dejado al director más deudas que otra cosa. Por ese motivo se sentó a leer la novela de Puzo con más atención y, para su sorpresa, descubrió un diamante en bruto: 
"Detrás de todo, había una gran historia, casi clásica en su naturaleza; la de un rey con tres hijos, cada uno de los cuales había heredado un aspecto de su personalidad. Me entusiasmé con extraer eso de la historia y plasmarlo en la película".
Tras el estreno de la película, Mario Puzo escribió: 
"El Padrino no es en absoluto mi novela favorita, pero me disgusta que sea objeto de crítica por el solo hecho de haber sido un best seller. Es el producto de un escritor que ha estado trabajando en su oficio durante casi treinta años, y que, al final, ha logrado dominarlo. El libro obtuvo críticas mucho mejores de lo que yo esperaba. Me arrepentí de no haberlo escrito mejor. El libro me gusta. Tiene gancho, y su personaje central fue aceptado por todo el mundo como un ser mitológico. Pero no puse en él todo mi esfuerzo".
La película tuvo tanto éxito que se convirtió en un clásico. Tanto fue así que se produjo una segunda parte -cuyo cartel aparece sobre estas líneas- y una tercera. En ambas adaptaciones Mario Puzo participó como coguionista. 

El Padrino fue un enorme éxito, un clásico que revitalizó el género de gángsters convirtiéndose en fuente de inspiración para las grandes películas sobre el tema que aún estaban por llegar. Todo tuvo su origen en las deudas de juego, en la búsqueda desesperada por encontrar el éxito y en el oficio adquirido por su autor durante décadas de oficio. Mario Puzo escribió su libro por necesidad, pero a pesar de ello supo mostrar al lector un mundo fascinante habitado por personajes difíciles de olvidar: Vito y Michael Corleone, Peter Clemenza... Puzo murió el 2 de julio de 1999 siendo un hombre famoso gracias a El padrino. Sobre todo por la película, que muchas personas han visto una y otra vez, aunque no todo el mundo ha leído la magnífica novela en la que se basó.



Biblioteca Personal.

Tengo un libro en mi colección privada .- 

Itsukushima Shrine.

 Un italoestadounidense.



Un italoestadounidense es un ciudadano de Estados Unidos con ascendencia italiana. Esto puede aplicarse a alguien nacido en los Estados Unidos de padres o abuelos italianos, o a alguien nacido en Italia que se trasladó a aquel país. De los cinco millones de italianos que emigraron a Estados Unidos desde 1820 a 2004, cerca del 80 % procedía de Sicilia y de la Italia meridional, región también conocida como el Mezzogiorno.
El mayor grupo de italianos se trasladó a los Estados Unidos a principios de la década de 1900, dos millones se trasladaron entre 1900 y 1914. Solo irlandeses y alemanes se trasladaron a los Estados Unidos en números más grandes.
 En 2009 el gobierno estadounidense informó que los ciudadanos de origen italiano residentes en los EE. UU. eran 18 086 617 personas ​ lo que equivale al 5,9 % de la población del país. Esto significa que en el año 2009 de cada mil estadounidenses, 59 tenían ascendencia italiana.
Los italoestadounidenses han formado parte importante en la construcción de los Estados Unidos. Muchos de los grandes políticos, inventores, científicos, soldados, músicos y cineastas (actores y directores) de EE. UU. han tenido ascendencia italiana.
En Nueva York y Nueva Jersey hay muchos italoestadounidenses, más que cualquiera de los otros estados en los Estados Unidos. Los estados de Pensilvania, California, Connecticut y Massachusetts también tienen grandes poblaciones de ascendencia italiana.

Paul Ricca.

  



Paul Ricca, también conocido como The Waiter -«El camarero»- (1897 – 11 de octubre de 1972), fue un mafioso de Chicago que trabajó como líder nominal o de facto del Chicago Outfit durante cuarenta años.

Ricca nació en Nápoles, Italia como Felice De Lucia. A los 17 años, Ricca estaba trabajando para el crimen organizado de Nápoles (la Camorra). En 1915, Ricca apuñaló a Emilio Parillo y lo mató. Ricca más tarde pretendía que asesinó a Parillo por romper el compromiso con la hermana de Ricca. En realidad, Ricca mató a Parillo por orden de la Mafia. Después de cumplir dos años en una cárcel italiana, Ricca entonces mató a Vincenzo Capasso, quien había testificado contra él en el juicio de Parillo, degollándolo.

Después de matar a Capasso, Ricca asumió el nombre de Paolo Maglio y huyó a los Estados Unidos a través de Cuba. El 10 de agosto de 1920, Ricca llegó a la ciudad de Nueva York y americanizó su nombre a "Paul Ricca".
Estando en Cuba, Ricca conoció a Joseph "Diamond Joe" Esposito, un contrabandista de Chicago. Después de que Ricca llegara a Nueva York, Esposito se lo llevó a Chicago. Esposito puso a Ricca a trabajar metiendo whisky de contrabando desde Cuba y licor destilado ilegalmente de Kentucky a Chicago. Viendo potencial en Ricca, Esposito lo nombró maitre en el Bella Napoli, restaurante de Esposito en Chicago. 
Este trabajo fue la fuente del apodo de Ricca, "El camarero". El Bella Napoli era popular entre muchos gánsteres de Chicago, incluyendo el líder de la Banda del Lado Sur (South Side Gang, precursora del Chicago Outfit), Al Capone. Compartiendo varios amigos mutuos entre los gánsteres napolitanos que habían regresado a Italia, Ricca pronto dejó el restaurante y se unió a la Banda del Lado Sur.

Ricca ascendió rápidamente por los rangos de la banda, sirviendo frecuentemente como emisario de Capone con las bandas de la Costa Este. Los dos pronto se convirtieron en buenos amigos; en 1927, Capone actuó como padrino en la boda de Ricca. En 1929, Capone y Ricca acudieron a la Conferencia de Atlantic City en Atlantic City, Nueva Jersey, el primer encuentro de las principales bandas criminales en los Estados Unidos. En 1930, Capone envió a Ricca a Nueva York para servir como emisario suyo a negociaciones de paz que pretendían poner fin a la guerra Castellammarese entre las bandas italoestadounidenses neoyorquinas. Con el establecimiento del Sindicato Nacional del Crimen en 1931, el prestigio de Ricca y su visibilidad se incrementaron.

En 1932, Capone fue condenado por delito fiscal y enviado a una prisión federal. El sucesor nominal de Capone fue Frank "The Enforcer" Nitti, con Ricca como segundo jefe. Sin embargo, según el historiador del crimen Carl Sifakis, Ricca fue el auténtico poder en el Outfit ya en 1932, y era el jefe indiscutible de facto para el año 1939. Ricca frecuentemente desobedeció órdenes de Nitti diciendo, "Lo haremos de esta manera. ¡No hay más que hablar!" Además, los líderes del Sindicato emergente, incluido Lucky Luciano, trataron sólo con Ricca, no con Nitti.

A principios de los años cuarenta, Nitti convenció a Ricca y el resto del liderazgo del Outfit para participar en un plan de extorsión idirigido a los estudios de cine en Los Ángeles, California. El mafioso de Chicago Johnny Roselli ("Handsome Johnny") consiguió controlar al sindicato de proyeccionistas y amenazó a los estudios con huelgas y otros problemas laborales. Para evitar este tipo de problemas, la RKO, la Paramount, la MGM y la 20th Century Fox pagaron varios cientos de miles de dólares al Outfit. Sin embargo, dos hombres del Outfit fueron arrestados por extorsión y acordaron testificar contra el liderazgo del Outfit. En marzo de 1943, Ricca, Nitti, y otros líderes de la mafia fueron acusados de extorsión.
El 18 de marzo de 1943, Ricca y los líderes del Outfit se encontraron con Nitti. Puesto que el asunto con los estudios de cine fue idea de Nitti, Ricca y los líderes del Outfit exigieron que Nitti se confesara culpable de los cargos de extorsión para salvarlos a ellos de prisión.
 Aterrorizado ante la perspectiva de prisión debido a su severa claustrofobia, Nitti se pegó un tiro al día siguiente. Ricca ahora se convirtió en jefe oficial del Outfit con Tony Accardo de jefe ejecutivo como segundo jefe. Ricca y Accardo dirigirían el Outfit durante los siguientes 30 años.
Ricca era bastante suave hablando, pero era despiadado como cualquier otro jefe del crimen. Cuando quería eliminar a alguien, decía, "Make-a him go away" (Haced que desaparezca). El historiador del crimen Joe Sifakis lo describió como uno de los gánsteres más estereotípicos nunca producidos por el Outfit de Chicago.

El 30 de diciembre de 1943 Ricca y sus socios fueron condenados por extorsión y sentenciados a diez años cada uno de ellos en una prisión federal. Ricca comenzó su sentencia en el penal federal de Atlanta, pero pronto presionó para ser transferido a la penitenciaría de Leavenworth en Kansas. El alcaide de Atlanta, supuestamente con prejuicios contra los italianos, había golpeado duramente al mafioso del Outfit Phil D'Andrea, haciendo que Ricca y otros temieran por sus vidas. Después de una serie de contactos, el abogado de San Luis, Misuri Paul Dillon supuestamente ofreció al jefe del consejo de libertad condicional un pago para aprobar la transferencia a Leavenworth del mafioso del Outfit.
En mayo de 1945, contra las recomendaciones de ambos alcaides, Ricca y otros mafiosos fueron trasladados a Leavenworth. Durante esta época, el Internal Revenue Service (IRS) de los EE. UU., aceptaron un arreglo monetario de Ricca por impuestos atrasados. El 13 de agosto de 1947, después de una semana de deliberación, el consejo de libertad condicional liberó a Ricca y sus coacusados en prisión en libertad condicional. Sin embargo, como una de las condiciones de su libertad fue que Ricca no podía contactar con mafiosos, Accardo reemplazó a Ricca como jefe. Se reconocía, sin embargo, de manera generalizada, que Accardo compartía el poder con Ricca, quien permaneció en segundo plano como un asesor senior. Ninguna gran transacción, y desde luego ningún golpe, tenía lugar sin el conocimiento de Ricca.
Cuando empezaron los años cincuenta, Ricca empezó a pasar más operaciones diarias del Outfit a Accardo. Sin embargo, en 1957 Ricca de repente le dijo a Accardo que quería que Sam Giancana, un protegido de Ricca, asumiera la posición de Accardo. 
Accardo se enfrentaba a cargos por evasión de impuestos y, supuestamente, Ricca quería que desapareciera de la vista del público. Aunque no estaba contento con esta destitución, Accardo lo aceptó, uniéndose a Ricca en su semi-retiro. Sin embargo, se entendía que Giancana tenía que requerir el consentimiento de Accardo y Ricca para todas las grandes transacciones, particularmente los golpes. Permaneciendo en segundo plano, Ricca y Accardo evitaban un encarcelamiento mucho más largo que el de Capone.
Cuando Ricca envejeció, Accardo empezó a asumir un mayor nivel de decisiones, y al final apartó a Giancana en favor de Sam Battaglia en 1966.

En 1957, el gobierno federal imputó a Ricca por entrada ilegal en los Estados Unidos bajo el alias "Paul Maglio". Tres años más tarde, el gobierno había localizado al verdadero Paul Maglio en Chicago y ahora lo llevaron a testificar contra Ricca. Aunque el gobierno obtuvo una orden de deportación, fue más tarde revocada.
En 1959, Ricca fue condenado por evasión fiscal y sentenciado a nueve años en una prisión federal. Después de cumplir 27 meses de su sentencia, Ricca fue liberado. En 1965, Ricca fue de nuevo condenado por delito fiscal. En el juicio, Ricca mantuvo que sus ingresos totales en el año 1963, 80.159 dólares, los ganó con las carreras de caballos. Ricca fue con el tiempo absuelto.
Ricca murió de un ataque al corazón el 11 de octubre de 1972. Está enterrado en el cementerio Queen of Heaven en Hillside (Illinois)

Se caso con Nancy Gigante DeLucia,  3 Octubre 1905/ 16 Enero 1975.

NOMBRE ORIGINAL: Felice De Lucia
NACIMIENTO: 14 Nov 1897; Naples, Città Metropolitana di Napoli, Campania, Italy
DEFUNCIÓN: 11 Oct 1972 (de 74 años de edad) Detroit, Wayne County, Michigan, USA
SEPULTURA: Queen of Heaven Catholic Cemetery Hillside, Cook County, Illinois, EE. UU. 
PARCELA: QH Shrine. Sacred Heart Room. Tier 3

Mansión 


Paul Ricca House (1929)
812 Lathrop Avenue
River Forest, IL

El Outfit de Chicago (en inglés Chicago Outfit, también conocido como the Outfit, la Chicago Mafia, la Chicago Mob o The Organization) es un sindicato del crimen organizado o familia criminal ítalo estadounidense con base en Chicago, Illinois, que se originó en el South Side de Chicago en la década de 1910. Forma parte de la mafia estadounidense.

Plurality ancestry in each state, ranging from 11.8% (FL) to 43.9 % (ND).      German      American      Mexican      Irish      African      Italian      English      Japanese      Puerto Rican

American ancestry.
Censo  2020
RangoAscendenciaPoblaciónPorcentaje
 de la población total
1Alemán42.589.57113,04%
2Negro o afro estadounidense
  (no hispano)
39,994,65312,22%
3mexicano36,537,02811,19%
4irlandesa31.518.1299,65%
5inglés25.213.6197,72%
6Americano19,364,1035,93%
7italiano16,549,0225,07%
8Francés 
(incluido 
el
francés canadiense )
9,372,9882,87%
9Polaco8,936,0022,74%
10puertorriqueño5,699,1501,75%
11escocés5,298,8611,62%
12noruego4,289,8251,31%
13Chino4,151,0091,27%
14Indio asiático4,143,1341,27%
15Holandés3,692,8891,13%
16sueco3.627.7961,11%
17antillano (no hispano)3,008,0350,92%
18escocés-irlandés2,937,1560,9%
19filipino2,884,2100,88%
20ruso2,538,4360,78%
21cubano2,332,5840.71%
22salvadoreño2,244,9140,68%
23Nativo americano2,075,8520,63%
24árabe2,056,5940,62%
25dominicano2,042,3600,62%
26vietnamita1,852,9060,56%
27galés1,851,2560,56%
28guatemalteco1,484,0050,45%
29coreano1,477,3250,45%
30portugués1,363,9640,41%

 

Ancestry.


La ascendencia estadounidense se refiere a las personas en los Estados Unidos que autoidentifican su origen o ascendencia ancestral como "estadounidense", en lugar de los grupos raciales y étnicos más comunes reconocidos oficialmente que constituyen la mayor parte del pueblo estadounidense.
 La mayoría de estos encuestados son visiblemente estadounidenses blancos, que simplemente usan esta respuesta como una declaración política o están muy alejados y ya no se identifican con sus orígenes étnicos ancestrales originales. 
La última respuesta se atribuye a una multitud de distancia generacional de los linajes ancestrales, y estos tienden a ser angloamericanos, de escoceses-irlandeses, ingleses u otros ancestros británicos, ya que los demógrafos han observado que esos ancestros tienden a no contarse recientemente en la Encuesta de la Comunidad Estadounidense de la Oficina del Censo de EE . UU. estimaciones de autoinforme de ascendencia. 
Aunque los datos del censo de EE . UU . indican que la "ascendencia estadounidense" es más comúnmente autoinformada en el sur profundo, el sur de las tierras altas y los Apalaches, un número mucho mayor de los estadounidenses y los expatriados equiparan su nacionalidad no con la ascendencia, la raza o el origen étnico, sino con la ciudadanía y la lealtad. 

La Oficina del Censo informa que el número de personas en los Estados Unidos que señalaron "estadounidense" y ninguna otra ascendencia aumentó de 12,4 millones en 1990 a 20,2 millones en 2000.

Analisis

Los profesores Anthony Daniel Perez y Charles Hirschman escriben que "los orígenes nacionales europeos siguen siendo comunes entre los blancos; casi 3 de cada 5 blancos nombran uno o más países europeos en respuesta a la pregunta sobre su ascendencia... Sin embargo, una proporción significativa de blancos responde que son simplemente "estadounidense" o dejan en blanco la pregunta de ascendencia en sus formularios del censo. La etnicidad está desapareciendo de la conciencia de muchos estadounidenses blancos. Debido a que los orígenes nacionales no cuentan mucho en los Estados Unidos contemporáneos, muchos blancos se contentan con una identidad racial americanizada simplificada. La pérdida de vínculos ancestrales específicos entre muchos estadounidenses blancos también es el resultado de altos patrones de matrimonios mixtos y mezclas étnicas entre blancos de diferentes estirpes europeas"

La Oficina del Censo de los Estados Unidos aborda la respuesta de la ascendencia estadounidense de la siguiente manera:

Algunas personas identifican su ascendencia como estadounidense. Esto podría deberse a que sus antepasados ​​han estado en Estados Unidos durante tanto tiempo o tienen orígenes tan mixtos que no se identifican con ningún grupo en particular. Algunos nacidos en el extranjero o hijos de nacidos en el extranjero pueden declararse estadounidenses para demostrar que son parte de la sociedad estadounidense. Hay muchas razones por las que las personas pueden considerar que sus antepasados ​​son estadounidenses, y el crecimiento de esta respuesta ha sido sustancial.

Club de bibliófilos.

  

ASOCIACIÓN DE BIBLIÓFILOS DE BARCELONA.

La Asociación de Bibliófilos de Barcelona, entidad fundada en el año 1944 por un grupo de personalidades barcelonesas amantes del libro, tiene por objetivo general fomentar el amor al libro en sus manifestaciones más selectas y depuradas. Para conseguirlo procura difundir el conocimiento de los tesoros bibliográficos existentes en nuestro país, en colecciones generales o particulares, encargándose de su conservación, organizando exposiciones de obras impresas, grabados, ex-libris, encuadernaciones, manuscritos y, en general, de todas las manifestaciones del arte del libro, del grabado y de la imprenta. Realiza conferencias y visitas a bibliotecas y organiza y toma parte en exposiciones y congresos. Ha sido la editora de numerosas publicaciones, entre las que destacan 27 libros de alto nivel bibliófilo.

“Se encuentra en vías de organización la entidad Asociación de Bibliófilos de Barcelona, que aspira a constituir el nexo de los bibliófilos españoles y aún de los extranjeros amantes de las joyas bibliográficas de España. Figuran entre los ambiciosos proyectos de la nueva Asociación la publicación, exclusivamente para sus asociados, de una obra al año como mínimo, escogida entre lo más selecto de nuestra literatura antigua y moderna, ilustrada y decorada por los más prestigiosos artistas e impresa por nuestros más prestigiosos maestros tipográficos.
Agrupará mensualmente a sus miembros, que no deben pasar del centenar, en un acto íntimo, presidido cada vez por un socio distinto, quien versará sobre un tema bibliográfico a su elección. Adquirirá libros con destino a las bibliotecas públicas, ejerciendo de ese modo en España la función de aquellas instituciones llamadas Amigos de la Bibliotecas Públicas, tan extendidas en el Extranjero.
Organizará Exposiciones, conferencias, visitas a bibliotecas públicas y privadas. Editará manuales de orientación bibliográfica, así como un boletín que sea órgano de más actividades y apoyará cuántas iniciativas se le sugieran con miras al fomento de los buenos libros. Figuran en la actualidad el Duque de alba, don Miguel Mateu, etc.… y la primera obra que va a editar la entidad, será el “Cantar de los Cantares”, del eximio Fray Luis de León. Ilustrarán cada volumen quince dibujos a mano, pintados por el artista Segrelles. La primera de las actividades de la naciente entidad ha sido la organización de la Exposición de encuadernaciones y libros ilustrados españoles de 1750 a 1890, época del gran pintor Vicente López que figuró en los salones del Palacio de la Virreina, junto a la exposición de las obras del eminente artista valenciano.”

Medalla de Bibliofilos de Barcelona

Medalla de Bibliofilos de Barcelona


 El club de los libros muy especiales.

LIBROSCOPIO.


La Asociación de Bibliófilos de Barcelona, la más longeva de España, que cuenta con 140 socios, cumple 80 años.

Josep Porter, hijo de una familia que tuvo que emigrar a Barcelona desde Montblanc, empezó ayudando a su padre trapero y acabó estimando tanto aquellos libros de los que la gente se desprendía, entre los que había maravillas, que acabaría por convertirse en uno de los libreros más estimados de la ciudad. Muchos aristócratas ilustrados pasaban horas en su selecta librería y Porter los animó a constituir una asociación. En 1944 se constituyó la Associació de Bibliòfils de Barcelona, con Alfons Macaya como primer presidente. 
Entre las actividades principales estaba “la publicación de libros, preferentemente en ediciones de tiraje limitado y numerado, dedicadas a los socios; la organización de visitas a bibliotecas y otras manifestaciones culturales”.



Este 2024 la ABB, la asociación de bibliofilia más longeva de España, cumplirá ochenta años. Para saber en qué andan, me acerco su sede ubicada en la Real Academia de Buenas Letras. Me recibe el secretario de la asociación, Albert Corbeto, historiador del arte y profesor de tipografía. Sobre las diferencias de la asociación de 1944 y la actual me dice que “en su momento tenía una idea más elitista, solo cincuenta socios, y los miembros actuales ya no son aristócratas. Hay mucho profesional liberal, médicos, también libreros y encuadernadores. Estamos al filo de los 140 socios, aunque nunca creceríamos más allá de los 150, que nos parece el límite. Pero los objetivos siguen siendo los mismos: generar libros únicos en ediciones cuidadas hasta en el mínimo detalle con tiradas limitadas. También realizamos encuentros con cena y conferencia de algún experto del mundo del libro”. 
Tiene claro que el libro en papel sigue teniendo mucha vida por delante:

 “La tecnología del libro en papel no se ha superado. De hecho, ves ediciones digitales y la tecnología imita la manera de pasar página, ¡hasta el ruido de la hoja!”.
“No es fácil tener una edición de nivel en menos de año y medio. Trabajas con artistas, de manera artesanal, cuidando todos los detalles del proceso”. Le digo que son como una editorial, pero con otro ritmo… “Sería como una editorial no comercial. No necesitamos la parte de la promoción porque ya tenemos los libros vendidos. Los ejemplares son numerados y a nombre de cada socio”.

Me muestra con entusiasmo los dos últimos libros creados por la asociación, actualmente presidida por Pau Salvat, de ilustre familia de editores. La llibertat de premsa , con textos de Louis de Bonald y Nicolas de Condorcet, está recién salido del horno del impresor tipográfico Elías Plana. 
En un vídeo que me muestra aparece Plana extendiendo tinta fresca sobre sus rodillos con una espátula como si untara una rebanada de pan. Resulta hipnótico verlo imprimir por estampación las ilustraciones hoja a hoja. El resultado de las páginas tiene un brillo y textura muy distintos de la impresión en cadena.
La nostra cuina tradicional contiene textos culinarios de Josep Pla acompañados de ilustraciones pintadas al óleo por Ferran Adrià. Me llama la atención que el artista sea alguien tan innovador como el Bulli porque yo relacionaba libros de bibliofilia con volúmenes antiquísimos. Albert Corbeto sonríe: 
“¡Un libro de bibliófilo no tiene por qué no ser moderno! Nosotros buscamos los artistas más interesantes de cada momento”. 
Me llama la atención una página en la que flotan sobre el papel dos gambas que tienen una rara viveza y me dice que es un gyotaku, una técnica anterior a la fotografía practicada por los pescadores japoneses para mostrar sus capturas, consistente en entintar los pescados o mariscos y estampar con ellos papel de arroz. Una delicatessen.
Corbeto me cuenta muchas cosas sobre el funcionamiento de la asociación, pero al despedirme me dice lo más importante: 
“Lo que no ha cambiado en ochenta años es su primer objetivo: fomentar el amor al libro” 

  

El arte de la encuadernación en España (7). Siglo xx (I): Paumard y Palomino

Por Macarena Cuiñas Gómez

Los bibliófilos, como decíamos, apoyaron la encuadernación de arte en España en el siglo xx, pero, en un principio, no su evolución y creatividad, ni la libertad del artesano encuadernador. La razón hay que buscarla en que encargaban siempre trabajos clásicos. Aunque no hay duda de que esto fomentó la petición de más trabajos y la evolución de una «industria» artesanal que corría el riesgo de desaparecer con la Revolución Industrial.
Pero surgió un bibliófilo, José Lameyer, abogado madrileño amante de los libros, que montó un taller para encuadernar sus libros y contrató a buenos encuadernadores como César Paumard, una de las grandes figuras de este arte en el siglo xx en España.

César Paumard fue pintor, dibujante, cincelador de metales, músico y fotógrafo. Perteneció a la tercera generación de una familia de encuadernadores (su abuelo, Hipólito Paumard, francés, inició la saga). Dirigió la cátedra de Encuadernación en la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Madrid. Su técnica se basaba en las siguientes características: por un lado, el dorado en altorrelieve, esto es, la superposición de muchas capas de pan de oro sobre la piel de la tapa del libro, que después trabajaba cincelando y repujando hasta que llegaba a producir el mismo efecto que si se tratara de una incrustación de metal dorado; y, por otro, los cortes decorados: primero con una espesa capa de oro que bruñía para luego cincelar y policromar, con lo que conseguía unos increíbles efectos cromáticos.

El claro sucesor de César Paumard fue otro gran encuadernador español: Antolín Palomino Olalla (1909-1995). Este burgalés afincado en Madrid se formó y dio clase en los talleres del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de esta ciudad. Durante la Guerra Civil fue encuadernador y restaurador para el Ministerio de la Guerra. A mediados de siglo se fue a El Salvador para enseñar encuadernación en la Imprenta Nacional, de 1954 a 1955. Al año siguiente regresó a España para dedicarse a su taller. Se relacionó con bibliófilos eruditos como Luis Bardón y Enrique Tierno Galván. En 1982 el Ayuntamiento de Madrid compró su taller y lo instaló en los Talleres de Artes Gráficas Municipales, para situarlo definitivamente en la recién creada Imprenta Artesanal en 1985. Destacó como dorador con decoraciones retrospectivas de los siglos xviii y xix; con trabajos de mosaico; y por una técnica personal de pintado al engrudo de papeles de guarda. Recibió importantes premios como la Cruz de Caballero de Isabel la Católica (1959), la Encomienda al Mérito Civil (1965), la Encomienda de Isabel la Católica (1968), la Medalla de Oro al Trabajo (1975), la Medalla de Oro al Mérito a la Artesanía del Ayuntamiento de Madrid y la Cámara de Comercio de Madrid (1980) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1986). Publicó Autobiografía, conocimiento y recuerdos sobre el arte de la encuadernación, en 1986, y Mis papeles pintados, en 1990.



  

El arte de la encuadernación en España (8). Siglo xx (II): Brugalla
Por Macarena Cuiñas Gómez

Encuadernación de Brugalla de los años 30. De
 persecutione Anglicana libellus, de Robert Parson

Si tenemos que hablar del encuadernador español más importante e influyente del siglo xx ese es Emilio Brugalla (1901-1987). Desarrolló su trabajo desde, aproximadamente, 1914 hasta su muerte, aplicando los conocimientos tradicionales de la encuadernación española, así como las tendencias y conceptos novedosos del París de principios de siglo xx. Comenzó a formarse en 1913 en el Instituto Catalán de las Artes del Libro y un año más tarde en la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Barcelona, donde tuvo como profesor a Hermenegildo Alsina.
En 1921 se traslada a París y trabaja en el taller de Alfred Chevallier como operario de dorado y mosaico. Al mismo tiempo, asiste a clases nocturnas de dibujo en Montparnasse y a otras de perfeccionamiento profesional que se impartían en la Chambre Syndicale de la Reliure, en la que obtuvo el primer premio de dibujo. En 1923 presta el servicio militar en España y trabaja en la Casa Subirana, editorial y librería especializada en temas religiosos, en la que formó una importante sección de encuadernación artística. Consiguió el Gran Premio de encuadernación en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 (en ella la Casa Subirana presentó cincuenta encuadernaciones, todas elaboradas por Emilio Brugalla). En 1931 abre su propio taller en Barcelona con su hermano José, restaurador, y más tarde con su hijo, Santiago.


En la obra de Brugalla se observan todas las tendencias decorativas del momento: estilo cottage inglés, modelos franceses del xvii, modelos tradicionales medievales españoles, todo con la máxima perfección, sobre todo, en el trabajo con los hierros. A lo largo de su carrera, Emilio Brugalla recibió multitud de premios y reconocimientos: medalla de plata en el Primer Certamen de Arte Decorativo de Palma de Mallorca (1945); el diploma de primera clase en la Exposición de Artes Decorativas de Madrid (1947); el nombramiento como académico de número de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (1965); la concesión de la encomienda de la Orden de Isabel la Católica (1968); el diploma e insignia de plata de la Federación Internacional de Maestros Encuadernadores con sede en Múnich (1970); la concesión del premio Paul Bonet (1971); su nombramiento como miembro de honor de Designer Bookbinder (1973); la concesión de la medalla de oro al Mérito en el Trabajo por S. M. el rey don Juan Carlos I (1977); su nombramiento como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1978); la concesión de la Cruz de San Jordi por la Generalitat de Cataluña (1982); y la concesión de la medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes (1983).
Otra vertiente importante de su labor fue la divulgación del arte de la encuadernación a través de sus clases y conferencias, y de la redacción y publicación de numerosos artículos. Algunos pueden encontrarse recopilados en publicaciones del propio Brugalla, y son leídos por el resto de encuadernadores como obras del maestro que fue. Así, Tres ensayos sobre el arte de la encuadernación (Barcelona: José Porter, 1945), La encuadernación en París en las avanzadas del Arte Moderno (Barcelona: Asociación de Bibliófilos de Barcelona, 1954), El arte en el libro y en la encuadernación (Bilbao: La gran Enciclopedia Vasca, 1977) y En torno a la encuadernación y las artes del libro (Madrid: Clan, 1996). Ha sido una figura clave y única en la encuadernación en España.

Brugalla Turmo, Emilio. Barcelona, 4.X.1901 – 1.IV.1987. Artista encuadernador y teórico de la encuadernación.

Cursó estudios primarios hasta un poco antes de cumplir los doce años, cuando entró a trabajar como aprendiz en el taller de encuadernación industrial Gibert Reig y Trillas. Compaginó el trabajo en este taller con la asistencia a las clases del Instituto Catalán de las Artes del Libro. Tras realizar el primer curso en este centro, donde ya demostró su interés por el dorado a mano, se pasó a la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Barcelona, donde asistió a las clases de encuadernación artística que impartían Hermenegildo Alsina Munné y Enrique Messeguer.
En cuanto al ambiente que reinaba entonces en la encuadernación artística, pasada ya la primera década del siglo xx, era el de una continua mejora teniendo en cuenta el atraso a que había llegado durante el siglo xix. La encuadernación artística catalana comenzó a despegar para terminar por situarse en un puesto privilegiado, alcanzando importantes cotas de calidad.
Los industriales Hermenegildo Miralles y Ramón Miquel y Planas, desde sus empresas, apoyaron e impulsaron el trabajo de cuatro magníficos artistas: Joaquín Figuerola, Rafael Ventura, José Roca y Alemany y Pierre Guérin.
Ya en 1916, entró en los talleres del encuadernador Ángel Aguiló, donde se especializó en el dorado a mano y en la encuadernación para bibliófilos. Allí recibió, aparte del adiestramiento del trabajo diario, la maestría de Joaquim Figuerola, quien le fue orientando en todas las especialidades de las artes del libro, y en especial del decorado exterior. Figuerola y Alsina Munné fueron los maestros esenciales en los comienzos del joven Brugalla, a quien inculcaron el sentido humanista del artista y a quien en 1921 alentaron a marchar a París para que conociera el importantísimo momento que se estaba viviendo en Francia en torno a las artes del libro y la encuadernación artística.
Llegado a París, sin contrato de trabajo, gracias a la recomendación de Alsina Munné, trabajó en el taller de encuadernaciones industriales Byli. Poco después consiguió entrar como único operario en el taller de Alfred Chevalier, maestro responsable de alguna de las nuevas direcciones que se habían tomado en el mundo de la encuadernación, y donde se dedicó Brugalla a practicar la técnica del dorado y el mosaico abarcando todos los estilos decorativos posibles.
Durante los dos intensos años que pasó en París, Brugalla consiguió hacer excelentes amigos entre la profesión, como fue el caso del dorador Robert Paris, con el que mantuvo a lo largo del tiempo una excelente relación. Durante su estadía en la capital francesa, coincidió con su maestro Alsina Munné, y con todos ellos, conoció y se nutrió de los importantes cambios que el mundo de la encuadernación estaba viviendo ya desde los primeros años del siglo xx. En su afán por aprender todo lo que le fuera posible, al tiempo que trabajaba en el taller, asistía a las clases nocturnas de la academia de dibujo de Montparnasse y a otras clases de perfeccionamiento profesional que se impartían en la Chambre Syndicale de la Reliure. Cuando terminó el curso, le concedieron el primer premio en la asignatura de Dibujo que le fue entregado por la sección del Libro de la Association Pollitechnique.
Años antes de que Brugalla fuese a París, el máximo representante de la encuadernación francesa era Marius- Michel, quien fue el primero en establecer la necesidad de armonizar la decoración de la encuadernación con el alma del libro, así como el rechazo de todo tipo de pastiche o copia, práctica bastante frecuente en aquel momento. Para cada uno de sus libros creaba ornamentaciones basadas en la utilización de las plantas y las flores naturales o más o menos estilizadas como modelos, alejándose de las decoraciones de estilo retrospectivo. En ese período cabe destacar a otros encuadernadores como Leon Gruel, Charles Meunier, Canape, Kieffer, Lanöe, Lortic, Mercier y Noulhac.
Entrada la década de los años veinte se produjo la aparición de un movimiento en las artes decorativas y en la arquitectura, el estilo Art Déco, que también llegó al ámbito de la encuadernación de la mano de algunos decoradores. De entre todos, por su influencia, destacó Pierre-Émile Legrain, que sostenía la necesidad de sugerir y evocar la idea del objeto antes que representar el objeto mismo. Para ello puso a punto un repertorio de formas geométricas abstractas, basado en la interferencia de líneas rectas y líneas curvas.
Concebía la encuadernación del libro como un conjunto integrado y no sólo como dos planos decorativamente aislados y unidos por el lomo.
Brugalla volvió a Barcelona en 1923 para cumplir el servicio militar. Fue entonces cuando comenzó su relación profesional con la Casa Subirana, una conocida editorial y librería que estaba especializada en temas religiosos. Empezó trabajando como dorador y consiguió, finalmente, formar una importante sección de encuadernación artística que pronto cobró cierta importancia.
Para esta casa presentó en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 una cincuentena de ejemplares. El jurado concedió el Gran Premio a la encuadernación del Fausto de Goethe, decorada con mosaicos y con hierros, y también destacó muy elogiosamente los grandes méritos de otra de las obras presentadas por el encuadernador, el Missale Romanum, una obra decorada también con mosaicos y con una pintura de la Crucifixión, obra de José Segrelles, incrustada en el centro de las cubiertas y protegida por un cristal de roca. Éste fue un punto de inflexión dentro de la historia de la encuadernación española, y fue el comienzo del brillante despegue del encuadernador.
A partir de ese momento comenzó a recibir encargos que sacaba adelante en su propio domicilio, hasta que, en 1931, con la colaboración de su hermano José, restaurador de papel, abrió su propio taller en Barcelona, en el número 7 de la calle de Aribau, al que pronto se incorporó, a la edad de catorce años, su hijo Santiago.
En su obra se pueden encontrar todas las tendencias decorativas del momento. Fue muy hábil en la interpretación de todos los estilos de época, desde las ornamentaciones basadas en el estilo inglés hasta los modelos franceses de los siglos xvii y xviii, pasando por los tradicionales medievales españoles, todos ellos ejecutados con una perfección que alcanzaba su máximo grado en el trabajo con los hierros. Pero también, destacando por encima de todos, realizó algunas decoraciones de creación original, participando del momento revulsivo que, fundamentalmente en Francia, estaba viviendo la encuadernación. Ayudado en numerosas ocasiones por los diseños de Alsina Munné, Brugalla formuló un nuevo código decorativo en la encuadernación española y se convirtió en el profesional más valorado de la historia de la encuadernación española.
Emilio Brugalla se dedicó también a la divulgación del arte de la encuadernación y del libro. Para ello dictó múltiples clases y escribió numerosos artículos sobre esos temas. Por ejemplo, dedicó parte de su tiempo a impartir clases en la Escuela de Bibliotecarias de Barcelona, en el Instituto Catalán de las Artes del Libro en Barcelona, en el Ateneo de Barcelona y en el Fomento de las Artes Decorativas. También lo hizo en los muchos congresos internacionales a los que asistió como conferenciante y como expositor.
Siempre fue alabada su erudición y su fácil discurso, habituado como estaba a la declamación y al teatro por puro placer.
Asimismo son innumerables las conferencias que pronunció a lo largo de su trayectoria profesional.
Afortunadamente, la mayoría de ellas se pueden encontrar recopiladas en varias publicaciones.
Brugalla fue realizador y participante de la mayoría de las exposiciones sobre el libro y la encuadernación que se sucedieron a lo largo de todo el siglo xx, llegando hasta la de 1986, organizada para la Biblioteca Nacional de Madrid, en donde se expuso gran parte de su mejor obra. En 2001 la Biblioteca de Catalunya le rindió homenaje con una exposición conmemorativa del centenario de su nacimiento.
En 1963, la Biblioteca Municipal de Madrid adquirió una de las colecciones de Ricard Viñas Geis, formada por obras de Lope de Vega, entre las que destacan primeras ediciones, todas ellas con encuadernaciones realizadas por Emilio Brugalla.
Entre sus méritos y reconocimientos destacan: Medalla de Plata en el Primer Certamen de Arte Decorativo de Palma de Mallorca, en 1945; Diploma de Primera Clase en la Exposición de Artes Decorativas de Madrid, en 1947; nombramiento como académico de número de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, en 1965. Su discurso de entrada versó sobre La orfebrería, el libro y la encuadernación. Le contestó, en nombre de la Corporación académica, Antonio Ollé Pinell, catedrático del Conservatorio de las Artes del Libro. Se le concedieron también la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, en 1968; el Diploma y la Insignia de Plata de la Federación Internacional de Maestros Encuadernadores con sede en Múnich; el nombramiento como miembro de honor de la asociación británica Designer Bookbinder, en 1973; la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo por el Rey Don Juan Carlos, en 1977; el nombramiento como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1978; la Cruz de Sant Jordi por la Generalitat de Cataluña, en 1982, y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en 1983.

Obras de ~: Tres ensayos sobre el arte de la encuadernación, Barcelona, José Porter, 1945; La Encuadernación en París en las avanzadas del arte moderno. Barcelona, Asociación de Bibliófilos de Barcelona, 1954; “La orfebrería en el libro y en la encuadernación”, en Boletín de la Real Academia de Ciencias y Artes (1966); “Un artista ignorado. Recuerdo de José Panadero Sala. Un asombroso pintor y encuadernador”, en Boletín de la Escuela Nacional de Artes Gráficas (enero de 1966); El arte de encuadernar y su evolución, Barcelona, Biblioteca Central, 1966; “Los maestros encuadernadores se reúnen en Suecia”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 110 (1966); La encuadernación tradicional en España y la encuadernación original en el palenque europeo, Actas del V Congreso Internacional de Bibliófilos, Venecia, 1967; “Inquietudes de hoy por los libros de ayer”, en Boletín de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (1968); “El día del Libro y las rosas”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona (1968); La encuadernación suntuaria, arte tradicional español, Vich, Colomer Munmany, 1968; “Ditirambo a la encuadernación”, en Boletín de la Escuela Nacional de Artes Gráficas (enero de 1968); “La encuadernación en España”, Gaceta Papelera, 14 (1970); “El libro, basamento y ornato de la civilización”, en Gaceta Papelera, 22 (1970); La aparición de la imprenta y la encuadernación, Gaceta Papelera, 25 (1971); La encuadernación. Peana de ofrendas consagradas al libro. Gaceta Papelera, 37 (1972); El arte en el libro y en la encuadernación, Barcelona, Imprenta Juvenil, 1973; “Una biblioteca hispánica expatriada”, en El Libro Español, Revista mensual del Instituto Nacional del Libro Español, 189 (1973); “El arte del cuero y la encuadernación”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 106 (1973); “Christophe Plantin”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 106 (1973); “Glosa del arte de vestir el libro (1.ª parte)”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 110 (1974); “Glosa del arte de vestir el libro (2.ª parte)”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 112 (1974); “El libro antiguo y su conservación”, en Boletín del Gremio Sindical de Maestros Impresores de Barcelona, 114 (1975); El arte en el libro y en la encuadernación, Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1977; “La bibliofilia, la encuadernación y el grabador de pequeños hierros”, en Boletín de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (1977); “La encuadernación suntuaria”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 48 (1979); “Contrastes de la bibliofilia: divagaciones en torno al libro y su indumento”, en Boletín de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 1981; “Bien que silencieuse, l’histoire de l’art de la reliure est pleine d’emotions”, en Art et Métiers du livre, 118, Paris (1982); “Definición simbólica de la encuadernación suntuaria”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 54 (1982); “La encuadernación suntuaria magnifica la palabra escrita”, en Revista de Librería Antiquaria, 5 y 6 (1983); “El cosido de los pliegos y la magnitud del libro” en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 58 (1982)1984; “La superfluité et les livres. La chronique du temps jadis”, en Art et Métiers du livre, 134, Paris (1985); “La conservació del paper”, en Boletín de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (1985).

Bibl.: VV. AA., Emili Brugalla, enquadernador. Commemoració del centenari del seu naixement, Barcelona, Biblioteca de Catalunya, 2001; VV. AA., Encuadernación de Arte: Boletín de la Asociación para el Fomento de la Encuadernación (Madrid), 18 (número monográfico), (2002).

 

 Ferran Adrià ilustra a Josep Pla en 'La nostra cuina tradicional'

Tarde o temprano, Josep Pla y Ferran Adrià tenían que encontrarse a lo grande. Y el momento ha llegado ahora, con el lanzamiento de 'La nostra cuina tradicional', un libro que placerá a gastrónomos y a bibliófilos, y que remata el homenaje que la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició rindió en noviembre del año pasado en el Motel Empordà al escritor ampurdanés. La obra recoge textos de Pla seleccionados por el crítico y escritor gastronómico Jaume Fàbrega (autor de más de 60 libros, Creu de Sant Jordi en el 2003 y distinguido dos veces en los premios Gourmand World Cook Book) e ilustraciones del genio de los fogones.

El libro nace de la colaboración entre la Acadèmia y la Associació de Bibliòfils de Barcelona (ABB), y cuenta con el apoyo de la Fundació Vila Casas. Es una edición limitada de 400 ejemplares que sorprende y agrada por su tamaño XXL, sus acabados de máxima calidad y su grandiosa sobriedad. Los coleccionistas matarán por él, sobre todo porque no está a la venta y que solo se ha repartido entre miembros y colaboradores de la ABB y de la Acadèmia. De hecho, Pablo Salvat, presidente de la ABB, asegura que es uno de los mejores libros que han editado jamás. Y no cabe duda de ello cuando se hojea. Sirva como ejemplo la portada: es de papel de 430 gramos hecho a mano y cuando estaba aún húmedo se estampó con la técnica 'gyotaku', de los pescadores japoneses en el siglo XIX, que entintaban los pescados y los presionaban sobre el papel.

Viene dentro de una caja, y no está encuadernado al uso sino que se presenta en varios pliegos que mezclan los textos seleccionados por Fàbrega, reproducciones de manuscritos de Pla y 14 ilustraciones de Adrià de trazo enérgico y colorido, que tienen un aire artístico -por mucho que el chef lo niegue- y cuyos originales ha donado a la Fundació Vila Casas.