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martes, 9 de abril de 2013

140.-Obras completas de Diego Hurtado de Mendoza.-a

Diego Hurtado de Mendoza.

  


(Granada, 1503-Madrid, 1575) Político y escritor español. Dotado de una sólida formación humanística, desempeñó con gran brillantez el oficio de diplomático, al servicio de Carlos I, y fue embajador en Inglaterra y Venecia. En 1542, el emperador le encomendó la delicada misión de representarle en el concilio de Trento, donde el conflicto de intereses entre el papado y Carlos I lo enfrentó con Paulo III, que se oponía a la presencia española en Italia. En 1547 fue nombrado gobernador y capitán general de Siena y embajador en Roma, pero el nuevo Papa, Julio III, exigió y consiguió su relevo en 1551.
Tras su vuelta a España, entró en el influyente Consejo de Estado y fue nombrado caballero de la Orden de Alcántara, pero su figura acabó concitando serias dudas y recelos, por lo que fue desterrado a Granada en 1568. Cuando estalló la revuelta de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570), luchó junto a su sobrino, el marqués de Mondéjar, para sofocarla. Fruto de esta experiencia es su libro La guerra de Granada, publicado en 1627, que narra la historia de la sublevación de los moriscos.
En 1574 le fue levantado el destierro, pero su influencia en la corte ya se había desvanecido, en medio de las luchas de poder de los Mendoza contra sus rivales, los Vélez. Como autor literario, aparte de su narración de la revuelta de las Alpujarras, destaca su poesía, ya sea de métrica italiana, ya sea de metro tradicional, como el Diálogo entre Caronte y el alma de Pedro Luis Farnesio. Durante un tiempo se le atribuyó, erróneamente, la paternidad del Lazarillo de Tormes.

Obra literaria

Diego Hurtado de Mendoza representa al aristócrata militar y humanista del siglo XVI, compaginador de las armas y las letras a la misma altura. Conocía el latín, el griego, el hebreo y el árabe, además de varias lenguas europeas. Reunió una nutrida biblioteca a lo largo de sus múltiples viajes por toda Europa, que legó a Felipe II y fue a parar al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Junto a Garcilaso de la Vega y Juan Boscán introdujo los nuevos temas, metros y estrofas de la lírica italiana, si bien, al contrario que estos autores, se inclinó más bien por la sátira maliciosa y picante (la Fábula del cangrejo, por ejemplo), y fue el primero en cultivar el burlesco tema del "soneto del soneto". De todas formas, no dejó de emplear el arte menor y en sus versos líricos trasluce una fina melancolía. Destaca su Epístola a Boscán y el poema mitológico Fábula de Hipómenes y Atalanta.


Varios autores del siglo XVII atribuyeron a este escritor la autoría del Lazarillo de Tormes, la primera novela moderna española, teoría que alcanzó cierta fama sobre todo en el siglo XIX. En marzo de 2010 la prestigiosa paleógrafa Mercedes Agulló y Cobo descubrió en un inventario de los papeles de Juan López de Velasco (autor de las correcciones de la edición conjunta censurada del Lazarillo y la Propalladia de Torres Naharro titulada Propaladia de Bartolomé de Torres Naharro, y Lazarillo de Tormes) que aludían, según esta investigadora, a las cajas de documentación perteneciente a Diego Hurtado de Mendoza, la frase «Un legajo de correcciones hechas para la impresión de Lazarillo y Propaladia», lo cual la llevó a escribir el libro titulado A vueltas con el autor del Lazarillo en el que postula «una hipótesis seria sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego».

Lope de Vega lo elogia en su frase «¿Qué cosa aventaja a una redondilla de don Diego Hurtado de Mendoza?».


Es autor, asimismo, de una reconocida historia de la Guerra de las Alpujarras basada en sus experiencias militares y políticas durante la sublevación de los moriscos en 1568-1570, que se publicó póstumamente en 1627 por Luis Tribaldos de Toledo bajo el título Guerra de Granada hecha por el rei de España don Philipe II, nuestro señor contra los Moriscos de aquel reino, sus rebeldes.

  

Diego Hurtado de Mendoza.

Biografía

Hurtado de Mendoza, Diego. Granada, 1503-1504 – Madrid, 14.VIII.1575. Diplomático, humanista, poeta, historiador y bibliófilo.

En la poderosa familia de los Mendoza, nació Diego Hurtado de Mendoza a comienzos del siglo XVI, en fecha que aún no se ha determinado con exactitud, probablemente en 1503 o 1504. Nació en la Alhambra de Granada, donde residía su familia debido al cargo de su padre, Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla y marqués de Mondéjar y nieto del marqués de Santillana, pues era capitán general en la Granada que había sido ocupada por los cristianos hacía algo más de diez años. Hurtado de Mendoza nació de la segunda esposa del conde, Francisca Pacheco, y su lugar entre los cinco hijos varones es aún motivo de discusión; es posible que fuera el menor. Tuvo Hurtado tres hermanas, entre ellas María Pacheco, esposa del célebre caudillo comunero Padilla. Tras el ajusticiamiento de su marido, María vivió en Portugal, donde la visitó su hermano.

No se conserva mucha información fidedigna sobre la infancia y la juventud de Hurtado de Mendoza. Es posible que permaneciera en Granada hasta la muerte de su padre en 1515; quizá estudió con Hernán Núñez; quizá también estudió en Salamanca y en Italia, con Agostino Nifo y Montes de Oca; es posible que participara en la batalla de Pavía en 1525 y que estuviera en Toledo cuando se celebraron Cortes ese mismo año. Acompañó a Carlos V desde su desembarco en Génova, el 12 de agosto de 1529, hasta su coronación en Bolonia; con el patrocinio de Francisco de los Cobos y de Granvela sentó las bases de su posterior carrera diplomática, en la que conoció al duque de Alba, a Gonzalo Pérez y a Luis de Ávila y Zúñiga, entre otros. Regresó, en 1531, a Granada por problemas legales con su hermano mayor, Luis. Junto a dos de sus hermanos, participó en la empresa de La Goleta; allí pudo conocer a Garcilaso de la Vega, aunque quizá su conocimiento haya sido anterior. También estuvo en la invasión de Provenza de 1536, donde se presume que pudo estar al lado de Garcilaso cuando éste murió.

Este borroso panorama de la biografía de Hurtado de Mendoza se vuelve más nítido desde que desarrolló de manera intensa diversas tareas diplomáticas. En 1537, dejó la Corte Imperial en Valladolid y se dirigió a la de Enrique VIII, con una misión diplomática junto a Eustace Chapuys, el embajador de Carlos V en Gran Bretaña. Allí llegó en marzo de ese año y permaneció hasta septiembre de 1538, cuando regresó a Toledo, vía los Países Bajos, en noviembre. Como reconoce en su epistolario y en alguno de sus poemas (“Carta a don Gonzalo”), no le gustó Gran Bretaña. El 19 de abril de 1539 recibió instrucciones de Carlos V sobre la embajada en Venecia; a esa ciudad llegó el 25 de mayo y se instaló en un palacio en el Gran Canal. Fue el comienzo de su larga estancia en Italia, que se prolongó trece años. La misión del embajador cesáreo consistió en mantener a Venecia dentro de la Liga Santa (junto al Papado y Carlos V) y, al mismo tiempo, evitar una paz privada entre venecianos y turcos, además de vigilar las actividades de los agentes franceses. En Italia conoció y trató a escritores y artistas de gran renombre, como el Aretino, Bembo, Paulo Giovio, Varchi, Tiziano, Domenichi, etc. Su conocida reputación de bibliófilo descansa tanto en el saber humanista de un hombre que poseía una vasta cultura, como en los recursos que supo atesorar y gastar sabiamente. Así, reunió una famosa biblioteca, que incluía textos manuscritos y volúmenes impresos, y una rica colección de objetos de arte. 
Quizá el período veneciano de Hurtado de Mendoza correspondió con la etapa dorada de su vida, pues en Venecia disfrutó de un nutrido grupo de amistades y relaciones importantes, valoró el arte, reunió manuscritos de gran valor, desarrolló sus misiones diplomáticas tan complejas, etc. Sin embargo, la naturaleza de las actividades políticas de Mendoza, en el turbio panorama de una Italia en la que intervenían las potencias europeas, le convirtió en el blanco de varias amenazas de muerte y le obligó a llevar guardaespaldas. Hurtado de Mendoza no sólo fue embajador en Venecia, sino que debió simultanear el cargo con los de representante del Emperador en Trento desde 1545, y embajador en Roma y jefe de la guardia de Siena desde el otoño de 1546. Las relaciones con el papa Pablo III fueron complejas y, cuando el Papa murió, Mendoza ejerció, por orden imperial, presión sobre el cónclave con el fin de conseguir un Papa proclive a los intereses de Carlos V, pero finalmente fue elegido, contra sus deseos, Julio III. 
Otra de las preocupaciones y “fracasos” de la labor política de Mendoza fue la lucha por construir un castillo en Siena, lo que contó con la oposición de los sieneses y con numerosos problemas económicos. En 1549, murió Marina de Aragón, la supuesta Marfira del cancionero petrarquista de Mendoza. Como es sabido, no son pocos los problemas que hay que vencer para demostrar la identificación de un personaje literario con uno de carne y hueso, tal y como se aprecia en los estudios sobre la poesía de Garcilaso. Sin embargo, algunos argumentos para rechazar la identificación de Marina y Marfira son poco convincentes.
 Así, la diferencia de edad, entre Hurtado de Mendoza y Marina de Aragón, no parece una razón decisiva en la época, pues, por ejemplo, Francisco de los Cobos se desposó en 1522 con una niña de catorce años. Pero, aunque las relaciones no fueran tan descabelladas como se ha pretendido, es cierto que es harina de otro costal pretender deducirlas inequívocamente de la lectura de un poemario. Sí está claro que Marina de Aragón aparece en la poesía de Mendoza y que éste escribió una “Elegía a la muerte de doña Marina de Aragón”, probablemente poco después de la muerte de la que había sido dama de la emperatriz Isabel. Hay que suponer en Hurtado, en esos años finales del período italiano, el despliegue de una actividad febril para cubrir todos los frentes de su compleja encomienda diplomática. En 1552, el mismo año en que protagonizó un desagradable episodio con un esbirro papal, lo que enturbió aún más sus relaciones en Roma (que Mendoza relata en su correspondencia), se perdió Siena en medio de una compleja confabulación, y, tras una agria entrevista con Carlos V, cesó en todos sus cargos. Volvió a España en 1553 y él mismo trazó un balance de sus actividades en su correspondencia.

Un año después de su regreso, Hurtado de Mendoza fue nombrado comendador de las casas de Badajoz (13 de febrero de 1554), para lo cual debió permanecer el preceptivo año de retiro en el monasterio de Alcántara. Pese a que algunos han insistido en sus malas relaciones con su familia, lo que implicaría que Hurtado de Mendoza valoraba mucho más el esfuerzo personal y la amistad, en febrero de 1554, su hermano Bernardino le comisionó para que preparase una flota en la que Felipe II pudiese viajar a Inglaterra para hacer efectivo su matrimonio con María Tudor. Tres años después, figuraba Hurtado de Mendoza como proveedor general de la Armada Real de Laredo; quizá presenció la batalla de San Quintín. En septiembre, durante unos pocos días, en compañía de Ruy Gómez de Silva, conde de Mélito, visitó a María Tudor. Cuando la Corte se trasladó a Madrid, en 1561, Hurtado se desplazó con ella. En octubre fue nombrado curador de Magdalena de Bobadilla, dama de la princesa doña Juana y sobrina nieta de Bernardino de Mendoza. En 1567, fue proveedor de otra armada en Laredo.
 A consecuencia de un sonado incidente en palacio, mientras agonizaba el príncipe Carlos en 1568, fue desterrado a Granada, su ciudad natal, en donde siguió con un vivo interés la revuelta de los moriscos y sus consecuencias, hechos sobre los que escribió en la Guerra de Granada. En sus últimos años Hurtado de Mendoza asistió a una larga rendición de cuentas de los gastos que realizó como embajador en Italia, en un procedimiento al que pondrá fin con la donación, por vía testamentaria, de su biblioteca a Felipe II. Se le levantó el destierro granadino aproximadamente un año antes de su muerte, que ocurrió en Madrid el 14 de agosto de 1575.

Hurtado de Mendoza es autor de un rico epistolario en el que, junto a los informes que por sus cargos transmitió a la maquinaria imperial, se hallan diversos datos sobre su vida cotidiana, sus disgustos y alegrías, sus opiniones, etc. Se trata de una magnífica fuente para aproximarse a su personalidad e intereses. Así, durante el tenso cónclave para elegir a Julio III, no abandonó el buen humor, rasgo que es una característica de buena parte de su producción literaria: 
“Aora haure de hazer otra mas, que es, sy Burgos no sale papa, embarcarme y echar a huyr para Salonique, como judio de Portugal” (3 de febrero de 1550).
 En estos comentarios divertidos no parece sensato buscar una interpretación literal de algunas comparaciones. De la lectura de la correspondencia se desprende que la relación de Hurtado de Mendoza con su familia (con algunos de sus miembros al menos) fue fluida y, probablemente, buena. La impresión que transmite es que toda la familia trabaja unida bajo la dirección y protección de Francisco de los Cobos, a quien Mendoza reconocía, una y otra vez, como el favorecedor de la familia:

 “Que yo soy su hechura y todos nosotros tanbien”. 

La relación con Bernardino de Mendoza parece más fuerte: viajó con él a Trento, lo menciona en numerosas ocasiones y es el único pariente a quien nombra en su poesía (a él dedica una epístola más o menos horaciana:
 “Epístola a su hermano don Bernardino”)
Sin embargo, ello no obsta para que muy pronto aparezca uno de los leitmotiv del epistolario: 
“Mis hermanos no me scriuen, ni quiero que me scriuan, pues que no me ayudan a ganar de comer, teniendolo ellos ganado. Echolo a mala fortuna; que siendo todo mi linaje onrrado y acreçentado por mano de su Mt., yo solo quede sin nada, que siruo como deuo y tengo voluntad de seruir [...] Suplico a V. Sa., pues ni tengo honbre de mi linaje ni de mis amigos que me ayude sino a Vra. Sa., me haga la merced que suele, assi en acordarse de mi como en sacarme de aqui, si con buena graça de su Mt. puedo salir, porque de otra manera antes me perderia del todo” (4 de mayo de 1542).
 En la correspondencia, el dinero es uno de los temas que más preocupan a Mendoza, incluso antes de llegar a la embajada en Venecia. Los retrasos en las pagas y la cantidad de gastos (para “ayudar” en la elección del Papa, para mantener dos casas —en Venecia y en Roma—, para construir el castillo de Siena, etc.) podrán explicar esa presencia más tarde. Pero la preocupación inicial se basa en la falta de hacienda: “los ausentes nunca medran”, “y pues yo naçi tan sin hazienda”, “que soy hombre de mas honrra que hazienda”, etc.

 También la mala salud y las enfermedades destacan entre las frecuentes referencias personales que entreveran la correspondencia oficial. Mendoza da cuenta de todos sus achaques: romadizos, intoxicaciones (“por comer vnos pezezillos que tenian hueuos”), dolores de riñones (“un deconçierto de riñones que a cada letra me haze mear”), ciática, sospechas de envenenamiento, caídas, etc., aunque lo que más atención recibe es el, sin duda, doloroso episodio de su “cojon quebrado”, que no escapa de sus burlas y bromas. También en el epistolario se recogen los amores con una judía de Venecia, en clave humorística a menudo, lo que no autoriza, en ningún caso, a suponer en Mendoza ni un origen hebreo ni el deseo de abrazar esa fe, aunque puede servir de indicio de la parte de vida alegre que, entre las ocupaciones diplomáticas y la ingente tarea de coleccionista entendido, llevaría en la bulliciosa Italia de mediados del siglo XVI.

Hurtado de Mendoza parece conocer bien distintas lenguas además del español, pues lee, entre otras, latín, griego, árabe e italiano. El humanismo de Mendoza pasa, pues, por una cultura políglota en la que quizá llame la atención el conocimiento del árabe. Conviene recordar que Hurtado vivió su infancia en la Granada recién conquistada y que pudo tener, como aventura Darst, sirvientes musulmanes. Ese mundo lo recuperó Mendoza al redactar, casi al final de su vida, la Guerra de Granada, la historia de la rebelión de las Alpujarras (1568-1571). En el inventario de la biblioteca de Hurtado de Mendoza, con un gran número de valiosos manuscritos, apenas hay textos escritos en español, de los cuales ninguno es literario, como afirma Darst. Sin embargo, según una anécdota recogida por Francisco de Portugal, en su Arte de Galantería, Mendoza, en su etapa de embajador en Roma, “no llevaba otros libros en su portamanteos que la Celestina y el Amadís, y que alguien decía que hallaba en ellos más sustancia que en las Epístolas de San Pablo”, como recuerdan González Palencia y Mele (III: 239-240). Los intereses de Mendoza van más allá de lo que hoy se entiende por “literatura” y abarcan campos como la filosofía (a él se debe una traducción de la Mecánica atribuida a Aristóteles y una Paraphrasis in totum Aristotelem; Spivakovsky cree ver la influencia del averroísmo en algunas ideas de Mendoza) y la historia.

 Era aficionado a las reuniones humanistas, en academias reconocidas o en reuniones más ad hoc. Así, mientras asistía al concilio en los fríos de Trento, alentaba las reuniones de una academia aristotélica, o conversaba con los amigos, italianos y españoles (como Gutierre de Cetina) que visitaban su casa en Venecia, o quizá asistiera (pues no parece probado) en España a academias como la que organizó la marquesa del Valle de Oaxaca, viuda de Hernán Cortés, con el sobrenombre de El Embajador, o, finalmente, en los últimos años de su vida, en el destierro de Granada, se reunió con los poetas Hernando de Acuña, Gregorio Silvestre y Luis Barahona de Soto en la casa de Pedro de Granada y Venegas, según afirma Cossío.

Hay problemas para establecer la paternidad de diversas obras atribuidas a Mendoza, aunque sin duda uno de los más llamativos se refiere a la atribución del Lazarillo. La cuestión está lejos de haber sido cerrada y los candidatos a la autoría siguen siendo numerosos. Hurtado de Mendoza apenas publicó en vida: algunos poemas en libros de otros autores (como la “Epístola a Boscán”, en Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso, de 1543; la “Fábula de Hipomenes y Atalanta” en 1553; y varios poemas en el Cancionero de 1554). Se le han atribuido, a veces caprichosamente, numerosas obras en prosa (Lo de La Goleta y Túnez, Diálogo entre Caronte y el ánima de Pedro Luis Farnesio, Carta al capitán Salazar, etc.), generalmente satíricas (véase el temprano y muy documentado trabajo de R. Foulché- Delbosc). Con carácter póstumo se publicaron las Obras del insigne cavallero Don Diego de Mendoza (Madrid, Juan de la Cuesta, 1610; una antología de los poemas más serios de Mendoza) y la Guerra de Granada, editada por Luis Tribaldos de Toledo (Lisboa, Giraldo de la Viña, 1627). En vida, y en los años inmediatamente posteriores a su muerte, la fama de Mendoza se debió a una personalidad multifacética y a la transmisión manuscrita de sus textos: son muy numerosos los manuscritos que contienen sus obras poéticas, lo que es un indicio del interés de los lectores; la Guerra de Granada, redactada por Mendoza en los años finales de su vida, se conserva en casi una cuarentena de códices.

Siempre aparece, en la valoración de sus aportaciones a la historia literaria, como el poeta que, junto con Garcilaso y Boscán, implantó en España la poesía italianizante, sus temas y sus formas. A veces también se indica que Mendoza alternó el cultivo del endecasílabo y del octosílabo a lo largo de su vida, no decantándose por ninguna de las dos corrientes, la novedosa y la tradicional, aunque es un tópico aludir a los elogios de los poetas de la época sobre los poemas octosilábicos de Hurtado de Mendoza. Pero a menudo quedan en la sombra otros aspectos decisivos de su amplia producción poética, como el cultivo de una gran variedad de géneros. 
Además de un extenso cancionero petrarquista (dedicado al nombre poético de Marfira, y que Hurtado, como Garcilaso, aunque por otras razones, no llegó nunca a ordenar), y de una constante atención a las formas octosilábicas, cultivó los géneros neoclásicos (égloga, epístola, elegía, etc.; su corpus epistolar contiene variaciones importantes del canon horaciano), compuso uno de los primeros ejemplos de la fábula mitológica, volcó epigramas en sonetos y coplas, recreó el género italiano del capítulo y abrió numerosas vías para el cultivo de una poesía satírica y burlesca que es, en gran parte, de tipo erótico. Así pues, es petrarquista y antipetrarquista, tradicional y novedoso, serio y divertido, renacentista y precursor de algunas corrientes barrocas. 
La diversidad temática y genérica de la poesía de Mendoza puede relacionarse con su extensa vida, con una larga estancia en la Italia del siglo XVI, y con unos intereses complejos. Frente al carácter subterráneo y anónimo de una parte de la poesía erótica, rasgo característico de las distintas formas de marginalidad literaria, la poesía de Hurtado de Mendoza cuenta entre sus méritos, quizá sin la voluntad del autor, que la transmisión ha mantenido las atribuciones, a pesar de que la editio princeps ignora esta veta poética, pues “por no contrauenir a la grauedad de tan insigne Poeta, no se dan a la estampa” (h. 5v.), dice el editor, frey Juan Díaz Hidalgo; sin embargo, estos poemas son tan conocidos que sólo una palabra los identifica: la zanahoria, la cana y la pulga. 
La variedad se aúna con el efectivo deseo desmitificador de dioses, estrofas y géneros, pues los ingeniosos versos del granadino se burlan de sonetos y octavas, de fábulas mitológicas, de Venus y Diana, y elogian los seres y objetos bajos o equívocos. Sin duda, Mendoza consigue abolir la seriedad erudita en muchos de sus poemas, de tal forma, que, en su conjunto, en la poesía, Mendoza cumple con el ideal renacentista del vir doctus et facetus, tal y como ha escrito Antonio Prieto.

Tras un largo período de cierto olvido, la admiración que despertó la obra de Mendoza en los Siglos de Oro pareció haberse recuperado en el siglo XX. No sólo una amplia producción literaria, en la que tradicionalmente se han incluido atribuciones difíciles de establecer, ni únicamente una dedicación cuidada a la historia y a la traducción de los clásicos pesan en la reconstrucción de su figura, sino también una biografía muy compleja, muy comprometida a lo largo de muchos años con la política imperial de Carlos V. 
No es extraño que Miguel de Cervantes lo admirara: miembro de una gran familia, un gran diplomático, un respetado humanista (que tradujo, que coleccionó, que promovió reuniones y participó en tertulias, que escribió historia, que conocía varias lenguas), un poeta que innovó de manera importante en el terreno literario. Se suele aceptar que entre los homenajes literarios sobresale el que le rindió Cervantes al convertir a Hurtado de Mendoza en un personaje de su novela pastoril, La Galatea. Una de las claves que permiten identificar a Meliso con Mendoza, en una novela donde se acepta, como en otras de la serie pastoril, el retrato de personajes conocidos a través del disfraz de pastor, son estos versos puestos en boca de Tirsi:
 
“Después que en el aprisco veneciano / las causas y demandas decidiste / del gran pastor del ancho suelo hispano”, y estos otros de Damón: 
“Después también que con valor sufriste / el trance de fortuna acelerado / que a Italia hizo, y aun a España, triste”.

 

Obras de ~: Obras del insigne cavallero don Diego de Mendoza, embaxador del emperador Carlos Qvinto en Roma. Recopiladas por frei Ivan Diaz Hidalgo, del habito de San Iuan, capellan, y musico de camara de su magestad dirigidas a don Iñigo Lopez de Mendoza, Marques de Mondejar, Conde de Tendilla, Señor de la Prouincia de Almoguera, Con Privilegios de Castilla, y Portugal, en Madrid, por Iuan de la Cuesta, Vendese en casa de Francisco de Robles, librero del Rey nuestro señor, 1610; Gverra de Granada hecha por el rei de España don Philippe II, nuestro señor contra los Moriscos de aquel reino, sus rebeldes. Historia escrita en quatro libros […], Publicada por el licenciado Luis Tribaldos de Toledo […] en Lisboa, Por Giraldo de la Viña, Con privilegio, 1627 (Guerra de Granada, ed. de E. González Blanco, Madrid, Castalia, 1970); [Poemas] en A. de Castro (ed.), Poetas líricos de los siglos XVI y XVII, vol. I, Madrid, Rivadeneyra, 1854, págs. 52-103; A. Morel-Fatio, “Poésies burlesques et satiriques inédites de Diego Hurtado de Mendoza”, en Jahrbuch für romanische und englische Sprache und Literatur, II (1875), págs. 63-80 y 186-209; Poesías satíricas y burlescas de D. Diego Hurtado de Mendoza, ed. de W. I. Knapp, Madrid, Imprenta de Miguel Ginesta, 1876; Obras poéticas, ed. de W. I. Knapp, Madrid, Miguel Ginesta, 1877; Algunas cartas de Don Diego Hurtado de Mendoza, escritas 1538-1552, ed. de A. Vázquez y R. Selden Rose, New Haven, Yale University, 1935 (reimp. New York, AMS, 1973); Epístolas y otras poesías, pról. de P. Bohigas, Barcelona, Montaner y Simón, 1944; “A ti, doña Marina”. The Poetry of Don Diego Hurtado de Mendoza Contained in the Autographic Manuscript, Esp. 311, Bibliothèque Nationale Paris, ed. de C. Malcolm Batchelor, La Habana, Impresores Úcar, 1959; D. O. Korn, A critical Edition of selected Sonnets of Don Diego Hurtado de Mendoza, tesis doctoral, Michigan, University, 1985; Poesía completa, ed. de J. I. Díez Fernández, Barcelona, Planeta, 1989; Poesías satíricas y burlescas, intr. de M. Villar Raso, Granada, Caja de Ahorros y Monte de Piedad, 1989; Poesía, ed. de L. F. Díaz Larios y O. Gete, Madrid, Cátedra, 1990; Poesía erótica, ed. de J. I. Díez Fernández, Archidona (Málaga), Aljibe, 1995.

 

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EL SISTEMA CONSTITUCIONAL DE BÉLGICA.

REGION BRUSELAS CAPITAL.

La ciudad de Bruselas, es la capital de la Unión Europea, Bélgica, Flandes, y de la región de Bruselas Capital.



El gobierno de la Región de Bruselas-Capital es la administración política de la Región de Bruselas-Capital de Bélgica. Se celebran elecciones cada cinco años. El gobierno está encabezado por un ministro presidente, cuatro ministros y tres secretarios de Estado .
Además, hay un Gobernador de la Región de Bruselas Capital, que es nombrado por el gabinete y tiene la responsabilidad de hacer cumplir las leyes relativas al orden público en la Región de Bruselas-Capital. Los poderes del gobernador son relativamente limitados.
La región de Bruselas capital está dividida en 19 municipios . Cada municipio tiene su propio gobierno, responsable del manejo de las tareas a nivel local, como la aplicación de la ley y el mantenimiento de escuelas y carreteras dentro de sus fronteras. La administración municipal también está a cargo de un alcalde, un consejo y un ejecutivo.

Descripción.

La actual Región de Bruselas-Capital coincide territorialmente con la zona bilingüe de Bruselas-Capital y el distrito de Bruselas-Capital , que además de comuna de Bruselas incluye otros 18 municipios que se urbanizaron con el núcleo de la ciudad a lo largo de los siglos XIX y XX. 
 A diferencia de la mayoría de las otras grandes aglomeraciones de Bélgica (como Amberes, Gante, Charleroi y Lieja), la aglomeración de Bruselas no participó en la operación de fusión de municipios en 1977, por lo que el número de municipios se mantuvo sin cambios. 
En el pasado (1922), sólo los municipios de Laeken, Haren y Neder-over-Heembeek estaban incorporados al municipio de Bruselas.

Historia
 
El 12 de enero de 1989, creo la Región de Bruselas-Capital, formados por 19 comunas, y establece sus órganos legislativo y ejecutivo. Además, transfiere a la región el ejercicio de las competencias de la Aglomeración de bruselas y regula el ejercicio de las competencias comunitarias creando en particular las Comisiones comunitarias ( Comisión comunitaria común , Comisión comunitaria francesa y comisión comunitaria flamenca).
Desde entonces, Bruselas constituye una región por derecho propio, comparable a las regiones flamenca y valona, ​​con la diferencia de que no se beneficia (como la Comunidad germanófona de Bélgica ) del principio de autonomía constitutiva, lo que significa que no puede establecer por decisión de sus propias autoridades la composición de su parlamento y de su gobierno, así como determinadas reglas de funcionamiento. 
Además, a diferencia de otras regiones y comunidades, el Parlamento de la Región de Bruselas-Capital adopta ordenanzas y no decretos . En el derecho belga, las ordenanzas son jerárquicamente inferiores a los decretos regionales, lo que significa que no tienen estrictamente fuerza de ley a diferencia de los decretos. Se trata de una indicación más de que la situación de igualdad aún no es perfecta entre Bruselas-Capital y las demás regiones de Bélgica: la Región Flamenca y la Región Valona .

Parlamento. 

El Parlamento de la Región de Bruselas-Capital también se conoce como Parlamento Regional de Bruselas. Es el principal órgano de toma de decisiones de la Región de Bruselas-Capital. Constitucionalmente, el parlamento está compuesto por 72 miembros de habla francesa y 17 miembros de habla holandesa .

Funciones 
El edificio del Parlamento de Bruselas


El papel del Parlamento de Bruselas consiste principalmente en controlar el gobierno de la Región de Bruselas-Capital , aprobar el presupuesto y crear y aprobar legislación en materia regional, conocida como ordenanzas, que son jurídicamente vinculantes. Una de sus primeras tareas tras la renovación del Parlamento es nombrar cinco ministros y tres secretarios de Estado regionales , que juntos forman el gabinete de la Región de Bruselas-Capital .
Los 89 miembros del Parlamento de Bruselas están divididos en dos grupos lingüísticos: 72 pertenecen al grupo de habla francesa y 17 miembros pertenecen al grupo de habla holandesa. 

Como poder legislativo regional, el Parlamento de Bruselas legisla sobre:

  • Desarrollo del territorio;
  • política ambiental y hídrica;
  • renovación rural y conservación de la naturaleza;
  • vivienda ;
  • agricultura ;
  • economía ;
  • la política energética;
  • poderes subordinados (cultos y comunas);
  • política de empleo;
  • obras públicas y transporte;
  • bienestar de los animales;
  • seguridad vial ;
  • supervisión de provincias, intermunicipios y municipios;
  • investigación científica y cooperación internacional en estas áreas.



La Comisión Comunitaria Común (French: Commission communautaire commune, Dutch: Gemeenschappelijke Gemeenschapscommissie) es responsable de los asuntos de la comunidad de Bruselas que son comunes tanto a la Comunidad francesa como a la Comunidad flamenca y de las instituciones que caen dentro de las competencias de las Comunidades pero que no pertenecen exclusivamente a cualquiera de las Comunidades en la Región de Bruselas-Capital de Bélgica . Un ejemplo de ello son los hospitales bilingües de la región de Bruselas .
Las principales responsabilidades de la Comisión Comunitaria Común son la política sanitaria (medicina curativa y preventiva) y la asistencia a las personas (protección de la juventud, bienestar social, ayuda a las familias, servicios de asistencia a los inmigrantes, etc.).
La Comisión Comunitaria Común está compuesta por un consejo, la Asamblea Unida, y un ejecutivo, el colegio unido ( l'Assemblée réunie (Verenigde Vergadering), et d'une instance exécutive, le collège réuni (Verenigd College).) La Asamblea Unida está formada por miembros tanto del Consejo de la Comisión de la Comunidad Flamenca como de la Asamblea de la Comisión de la Comunidad Francesa , y es igual a la membresía del Parlamento de Bruselas (que es un parlamento regional, más que comunitario).
 El Colegio Unido comprende a todos los miembros del Gobierno de la Región de Bruselas-Capital , excepto a los Secretarios de Estado . El Colegio Unido está presidido por el Ministro-Presidente de la Región de Bruselas , que sólo tiene voto consultivo. Como resultado, hay dos diputados francófonos y dos flamencos con derecho a voto.
La Asamblea Unida puede legislar mediante ordenanza . Para adoptar una ordenanza será necesaria la presencia de la mayoría de sus miembros y la mayoría absoluta de los votos emitidos deberá ser favorable. Sin embargo, también debe haber una mayoría en cada uno de los dos grupos lingüísticos.


La Vlaamse Gemeenschapscommissie (o VGC , Comisión de la Comunidad Flamenca ) es la representante local de las autoridades flamencas en la Región de Bruselas-Capital , una de las tres regiones de Bélgica . El VGC depende del Parlamento flamenco , y su consejo está formado por los miembros del grupo lingüístico holandés del Parlamento de Bruselas, mientras que su ejecutivo está formado por los dos ministros flamencos y el secretario flamenco del Gobierno de Bruselas-Capital.
El VGC fue creado por ley especial (constitucional) del 12 de enero de 1989.
El VGC tiene competencias en materia cultural, educativa, de bienestar y de salud para los flamencos en Bruselas. Se estima que llega con sus servicios a unos 200.000 habitantes de Bruselas, en su mayoría de habla holandesa, y a un número importante de inmigrantes . Sin embargo, en la práctica muchas de estas competencias son bastante limitadas; por ejemplo, no tiene la más mínima autoridad para los hospitales.
En sentido estricto, el VGC sólo es competente para las instituciones que dependen del gobierno flamenco y no para los ciudadanos individuales. Esto fue consecuencia del hecho de que no se estableció formalmente la ciudadanía flamenca. La VGC es la sucesora de la   Nederlandse Commissie voor de Cultuur van de Brusselse agglomeratie (NCC) (en flamenco), establecida en 1971. La VGC también asumió todas las responsabilidades específicas de la comunidad flamenca en Bruselas de la antigua provincia de Brabante cuando se dividió. 
No tiene poder legislativo a diferencia de las otras dos comisiones comunitarias. El equivalente francés puede adoptar decretos y la Comisión de la Comunidad Común puede adoptar ordenanzas , ambas con fuerza de ley.



La Commission communautaire française ( COCOF ) o Comisión de la Comunidad Francesa es el representante local de las autoridades francófonas en la Región de Bruselas-Capital , una de las tres regiones de Bélgica .
El 3 de diciembre de 2001, la Assemblée de la Commission communautaire française o ACCF (Asamblea de la Comisión de la Comunidad Francesa) cambió informalmente su nombre a Parlement francophone bruxellois (Parlamento francófono de Bruselas).
A diferencia de la Comisión de la Comunidad Flamenca, la Comisión de la Comunidad Francesa ha concedido poder legislativo en algunas áreas (como el turismo y la atención sanitaria) por parte de la Comunidad Francesa de Belgica.
La comisión está compuesta por un órgano ejecutivo,el Colegio y un órgano legislativo, el Parlamento francófono de Bruselas.  (le Collège), et d’un organe législatif (le Parlement francophone bruxellois).


  

En Bélgica , un  decree, traducido Decreto al español (Dutch: decreet, French: décret) es una forma de legislación aprobada por los parlamentos comunitarios o regionales , excepto por el Parlamento de Bruselas.
Los decretos tienen la misma fuerza jurídica que las leyes, que sólo pueden ser aprobadas por el Parlamento Federal. Es más, a diferencia de otros estados federales, no existe ninguna jerarquía entre las leyes (federales) y los decretos (comunitarios o regionales), ya que se supone que cada entidad tiene una jurisdicción sobre la materia claramente definida. La única diferencia está en la terminología (y naturalmente en la aplicabilidad territorial, ya que los decretos sólo son válidos en la jurisdicción del parlamento que los aprobó).

Las cinco asambleas legislativas siguientes tienen facultad para aprobar decretos:

  • El Parlamento flamenco y el Parlamento de la Comunidad francesa , siendo los parlamentos de las dos comunidades principales, directamente en virtud del art. 127-129 de la Constitución
  • El Parlamento de la Comunidad Germanófona , directamente en virtud del art. 130 de la Constitución
  • Las asambleas regionales a que se refiere el art. 39 de la Constitución, siendo de facto únicamente el Parlamento valón , ya que los asuntos regionales flamencos son ejercidos por el Parlamento (comunitario) flamenco, y como Bruselas es un asunto organizado por separado (con ordenanzas en lugar de decretos). La facultad de aprobar decretos para las asambleas regionales sólo está otorgada indirectamente por la Ley Especial de Reforma Institucional de 1980, y en la Constitución se la denomina "normas previstas en el artículo 134".
  • La Asamblea de la Comisión de la Comunidad Francesa , que se conoce informalmente como Parlamento Francófono de Bruselas. Ambas Comunidades (flamenca y francesa) pueden transferir poderes legislativos a sus Comisiones en Bruselas, pero sólo la Comunidad francesa lo ha hecho. La contraparte flamenca , el Consejo de la Comisión de la Comunidad Flamenca , no tiene poder para aprobar decretos y permanece bajo el control total del Parlamento flamenco. En cambio, legisla mediante regulation. 
  • Este poder se introdujo en la primera reforma estatal en 1970, a los entonces establecidos consejos culturales holandés y francés, los precursores de los actuales parlamentos de las dos comunidades principales.
A diferencia de las leyes, los   decrees  no están sujetos a la sanción del rey. Los decretos no los firma ni promulga el rey , sino que los promulga el órgano ejecutivo, ya sea la comunidad o el gobierno regional o, en el caso del Parlamento francófono de Bruselas, el Colegio de la Comisión de la Comunidad Francesa. Los decretos y ordenanzas ( Ordinances ) se publican en el Diario Oficial belga. A diferencia de las ordenanzas (Ordinances) , los decretos no están sujetos a revisión judicial ni a supervisión por parte del gobierno federal. Sin embargo, el Tribunal Constitucional es responsable de supervisar la división de poderes entre el Estado federal, las comunidades y las regiones y puede anular leyes,  decrees  y ordenanzas.

Variantes de decretos:

Existen decretos especiales (Special decrees) equivalentes a leyes especiales: dicha legislación requiere una mayoría de dos tercios en el parlamento y es necesaria para ciertos asuntos (principalmente relacionados con educación y asuntos institucionales).
Varias de las entidades mencionadas anteriormente pueden adoptar un decreto conjunto  joint decree (nl. gezamenlijk decreet, fr. décret conjoint), que es un decreto aprobado por múltiples entidades y que se aplica a cada una de ellas.
 Este mecanismo de cooperación es posible según el artículo 92bis/1 de la Ley Especial de Reforma Institucional, introducida en 2014 como parte de la sexta reforma estatal . El primero de estos decretos fue el decreto conjunto de la Región Valona y la Comunidad Francesa del 19 de julio de 2017 sobre una política de datos abiertos. 

  

Nota: En Bélgica , una ordinance (Dutch: Ordonnantie, French: ordonnance) es una forma de legislación aprobada por el Parlamento de Bruselas en ejercicio de sus competencias regionales y por la Asamblea Unida de la Comisión de la Comunidad Común.
 En principio, las ordenanzas tienen la misma fuerza jurídica que las leyes y los decretos, pero el Gobierno federal tiene la autoridad de suspender las ordenanzas si, en su opinión, podrían poner en peligro el papel de Bruselas como capital de Bélgica o el papel internacional de Bruselas, a veces considerada la "capital de la Unión Europea ".
En Bélgica , un regulation (Dutch: verordening, French: règlement) es una forma de legislación aprobada por el Parlamento de Bruselas en ejercicio de sus competencias de aglomeración y por la Comisión de la Comunidad Común en determinados casos.


Gabinete
Hotel de Grimbergen


El gabinete de la región de Bruselas-Capital está compuesto por ocho miembros, encabezados por un Ministro-Presidente . En el gabinete hay cuatro ministros, dos de los cuales deben ser francófonos y dos flamencos. De los tres secretarios de Estado, al menos uno debe ser flamenco. En la práctica, el Ministro Presidente es siempre francófono, por lo que el gabinete de la Región está formado por cinco miembros francófonos y tres neerlandófonos.


BRUSELAS.

De arriba a abajo y de izquierda a derecha: 1) Área de negocios barrio norte; 2) Alfombra floral en la Grand Place ; 3) Ayuntamiento y zona del Mont des Arts; 4) Parque Cincuentenario; 5) Manneken Pi; 6)  Catedral de San Miguel y Santa Gúdula ; 7) Columna del Congreso; 8) Palacio Real.



Bruselas apareció por primera vez en la historia como Broucsella, que viene de brouc, pantano, y sella, asentamiento, o lo que equivaldría a 'asentamiento en el pantano'.
El río Senne era navegable hasta las puertas de Bruselas, que ya para el siglo xi se había convertido en un puesto de comercio en el camino entre Brujas y Colonia.
Bruselas era administrada por los condes de Brabante. Estos iniciaron la construcción del primer castillo en la colina de Coudenberg hacia el siglo xii. Brabante era ya en el siglo xiii un ducado poderoso y próspero. Comprendía, aparte de Bruselas, Lovaina y 's-Hertogenbosch, ciudades como Amberes y Breda y se extendía hasta los Grandes Ríos. En el siglo xiii se construyó la primera muralla de la ciudad. Jan I se convirtió en duque de Brabante a finales de ese siglo. En ese momento decidió que el neerlandés - diets - pasaría a reemplazar al latín para la redacción de los documentos oficiales.

En ese tiempo la ciudad era regida por siete jueces laicos, gente de la clase patricia: los Coudenberge, 's Huge's Kints o Clutine, los Leeuws, Rodenbeke, Serroelofs, Uten Steenwege, Weerts. Entre otras cosas, estos jueces tenían el deber de cuidar las siete puertas de la ciudad.


Hacia 1303 la pequeña burguesía se rebela y obtiene el derecho de participar en la administración de la ciudad. Estaban representados por diecisiete gremios. Esta prerrogativa duró solo hasta 1306, cuando el duque y los patricios se unieron para quitarles el poder. El 1 de mayo estas fuerzas derrotan a los gremios en Vilvoorde.
El 17 de agosto de 1356 el conde de Flandes ocupó Bruselas y reemplazó el diets por el francés como idioma oficial. Esto no duró mucho tiempo porque el 24 de octubre un comando de un centenar de bruselenses liderados por t'Serckaes penetraron Bruselas, expulsaron a los soldados del duque de Flandes y devolvieron el poder al Ducado de Brabante. El diets volvió a pasar a ser el idioma oficial. En 1420 se construyó el Hotel de Ville en la plaza del mercado o plaza mayor.

La burguesía gremial en Bruselas.
Bruselas, situada en la ruta que unía Brujas con Colonia, dos de las ciudades importantes de la Liga Hanseática, prosperó enormemente gracias al comercio textil de lino, paño y tapices. Este negocio estaba controlado por las familias más poderosas que constituyeron los “Siete Linajes”. Los linajes constituyeron una primera “nobleza urbana” que fue obteniendo una serie de privilegios políticos y comerciales del Duque de Brabante, hasta que, además del poder económico, se alzaron con el control político, repartiéndose los cargos de gobierno entre ellos (siete linajes de los que salían los siete jueces que controlaban las siete puertas de la ciudad). Los linajes acordaban con el villicus, que era el representante del Duque en la ciudad, la elección anual del escabino (magistrado que regía la ciudad) y del jurado (que lo complementaba). Se tiene constancia de que esta oligarquía existía al menos desde el año 1306. 
Por su parte, los artesanos, como medida de protección ante abusos, comenzaron a agruparse en gremios. En Bruselas estaban reconocidos 49 gremios que se agruparon en nueve comunidades denominadas “Nueve Naciones”.
La rebelión de los gremios de 1421 contra la autoridad de los linajes se saldó con la entrada de los primeros en el gobierno de la ciudad. En ese año se aprobó una nueva constitución municipal que regulaba el reparto de poder entre los “patricios” (linajes) y los “plebeyos” (gremios). El acuerdo se mantendría hasta 1795. La nueva constitución establecía un gobierno para la ciudad compuesto por diecinueve personas. Diez procedían de los Siete Linajes y nueve de los gremios. Los diez miembros de los linajes tenían asignados los puestos de primer burgomaestre, siete concejales delegados (échevins) y dos tesoreros. Los nueve representantes de los gremios recibían los cargos de segundo burgomaestre, dos receptores y seis consejeros. Estos nueve se eran escogidos por los patricios de una lista de 49 personas propuesta por los 49 gremios, escogiendo a un miembro de cada “nación” para el gobierno municipal.


Edad Moderna

Carlos de Habsburgo, quien había nacido en Gante, volvió a otorgar a Bruselas como la sede del Brabante Flamenco y los consejos de gobierno comenzaron a realizarse allí.​ Esto atrajo inmigrantes a la ciudad que por primera vez supera la importancia de otras ciudades como Lovaina, Amberes y Malinas.
Carlos persiguió a los protestantes desde el comienzo en esta región. El 1 de julio de 1523 fueron ejecutados los monjes agustinos Henricus Vos y Johannes van den Esschen. Estos se convirtieron en los primeros protestantes en ser ejecutados después de que Lutero colocase sus tesis en la puerta de Wittenberg.
En 1556 se celebró la ceremonia de abdicación de Carlos de Habsburgo en el Aula Magna del Palacio de Coudenberg. La inquisición española hacía estragos en los Países Bajos. Eso motivó a que unos doscientos nobles de la región marcharan en 1566 ante el palacio de Margarita de Parma para pedir que se terminase la inquisición en la zona. Felipe II, que tenía a sus soldados concentrados en la guerra contra los turcos en el Mediterráneo, mandó a declarar que aceptaba la petición, pero solo lo hacía porque había sido obligado a ello.
Bruselas fue durante un tiempo una ciudad calvinista miembro de la Unión de Utrecht, pero en 1585 la ciudad capituló ante las tropas de Alejandro Farnesio, el Duque de Parma.

Bruselas hacia 1745


El 13 de agosto de 1695, durante el reinado de Luis XIV, las tropas del mariscal de Villeroy, que había invadido Brabante, bombardea Bruselas desde el Scheut, en Anderlecht. Los cañones destruyen casi toda la plaza mayor salvo el edificio del ayuntamiento, así como buena parte del resto de la ciudad. Un tercio de la superficie fue afectada: de 3830 a 5000 edificios. Otros gobiernos europeos protestaron por este régimen de terror de los franceses.

siglo xviii

El 12 de octubre de 1798 se produjo un levantamiento de campesinos contra Napoleon Bonaparte. Los motivos principales fueron los elevados impuestos, la política anticlerical de cierre de iglesias, persecución de curas y la introducción del reclutamiento forzoso. El levantamiento fue finalmente reprimido el 5 de diciembre en Ter Hilst (Hasselt).
La independencia de Bélgica marcaría un antes y un después en la evolución de Bruselas, que se convertiría en la capital del nuevo reino. La ciudad iniciaría entonces una serie de reformas trascendentales con el objetivo de representar el estatus adquirido.
Pero en aquel año 1830, Bruselas seguía circunscrita al perímetro amurallado, aunque ya había comenzado su derribo años atrás, por orden de Napoleón Bonaparte.
 Complementariamente, en su entorno, una serie de pequeños municipios agrícolas constituían una constelación urbana alrededor de ella.

La topografía de Bruselas refleja también su “bipolaridad” entre la “ciudad alta” al este y la “ciudad baja” al oeste. La imagen recoge las curvas de nivel cada cinco metros y muestra el trazado de la primera y segunda murallas de Bruselas (en línea continua) y la extensión de la ciudad en 1862 (línea discontinua). Se indica también la posición de los bulevares interiores entre las estaciones ferroviarias del norte y del sur.


En 1842 se finalizó la demolición del muro (solo se conserva la Porte de Hal) y, en su lugar, se fueron construyendo, paulatinamente, los bulevares exteriores que definen actualmente el “Pentágono” del centro histórico de Bruselas (denominado así por la peculiar disposición de las desaparecidas murallas). Sus aproximadamente ocho kilómetros de recorrido envolvían una ciudad que iba a sufrir una remodelación extraordinaria. La densidad de su trama histórica y las viejas casas unifamiliares que la completaban irían dando paso a nuevos trazados, rectilíneos y amplios, a barrios de vivienda plurifamiliar y a nuevos equipamientos que conformarían, a lo largo del siglo XIX, una nueva Bruselas.

El “Pentágono” en 1837, con el trazado previo a las grandes operaciones posteriores, como los bulevares interiores, el soterramiento del rio Senne y del canal Willembroeck, o la construcción del Palacio de Justicia.


Operaciones tempranas, como la creación del barrio que envuelve a la Place St.-Jean, producto del traslado del viejo hospital de St.-Jean, o del barrio de la Place du Béguinage junto al antiguo mercado, comenzaron a transformar la ciudad. Complementariamente, nuevos espacios comerciales como las galerías Saint-Hubert abiertas en 1846 según el diseño del arquitecto Jean-Pierre Cluysenaar, o la construcción de las dos estaciones ferroviarias que se situaron exteriormente al casco, en su frontera norte (desde 1835) y sur (desde 1840) prepararían la fase más importante de las grandes obras de Bruselas, impulsadas por el burgomaestre Jules Anspach, que gobernó la ciudad durante quince años (1864-1879).
El alcalde Anspach puso en marcha una serie de transformaciones urbanas radicales que siguieron el modelo establecido por el Barón Haussmann en París. Así, entre 1868 y 1871, se abrieron los bulevares interiores, que enlazarían directamente las estaciones ferroviarias norte y sur, aprovechando, en parte, el cauce del rio Senne, que sería soterrado. El nuevo eje, de más de dos kilómetros de longitud y de unos veinticinco metros de anchura, cuenta con tres tramos, que, desde el sur, son: Boulevard Maurice Lemonnier, Boulevard Anspach y Boulevard Adolphe Max (bifurcado con el Boulevard Emile Jacqmain), y quedan articulados por plazas (Place Fontainas y Place de Brouckère). 
También se abrió la Place de la Bourse, en el Boulevard Anspach, junto al edificio de la Bolsa (construido entre 1868 y 1873 según los planos del arquitecto León-Pierre Suys). La nueva espina dorsal de la ciudad animaría la remodelación de los barrios contiguos. Entre estas reconstrucciones urbanas destacan la que se llevó a cabo a partir de 1871 en el barrio de Notre-Dame-des-Neiges (entre rue Royale, rue de Louvain, rue de la Sablonnière y el bulevar exterior) con un nuevo trazado de geometría radial centrado en la Place de la Liberté; o la que modificó el sureste replanteando el enlace de las colinas de Coudenberg con la ciudad baja (rue Montagne de la Cour, rue Madelaine). Uno de los indiscutibles emblemas arquitectónicos del momento (que sería fuertemente denostado por las vanguardias modernas de finales del siglo XIX) fue el Palacio de Justicia, el gigantesco edificio proyectado por Joseph Poelaert, cuya construcción, desarrollada entre 1866 y 1883, modificó todo su entorno.
Principales transformaciones urbanas en el “Pentágono” de Bruselas, entre 1850 y las primeras décadas del siglo XX: 1. Estación de Bruselas Sur (Gare de Bruxelles-Midi / Brussel-Zuid); 2. Estación de Bruselas Norte (Gare de Bruxelles-Nord / Brussel-Noord); 3. Boulevard Lemmonier-Boulevard Anspach; 4. Rue du Midi; 5. Rue Van Artevelde; 6. Reestructuraciones en la Place du Béguinage; 7. Cubrición de los antiguos “quais”; 8. Palacio de Justicia; Rue de la Régence; 10. Reestructuracionesdel siglo XX en torno a la actual Estación Central (Gare de Bruxelles-Central / Brussel-Centraal); 11. Barrio de la Place de la Liberté (imagen procedente de la “Historia del Urbanismo. El Siglo XIX” de Paolo Sica)



La  ciudad antigua no dejaría de transformarse durante el siglo XX y, por ejemplo, su parte noroeste, en el área de la Place Sainte-Catherine, que había contado con varios muelles del canal Willenbroeck (que unía Bruselas con Amberes), vio rellenar su cauce para crear un nuevo barrio (el nombre de las calles recuerda su antiguo uso portuario). También fue muy importante la remodelación provocada por la construcción de la Estación ferroviaria Central y de la línea que le daba servicio uniendo las estaciones norte y sur, en parte soterrada, originando los bulevares de l’Empereur o de Berlaimont.
En general, el casco histórico de Bruselas sufriría un proceso de renovación que casi haría desaparecer su esencia antigua. De esa época dan testimonio algunos edificios (como la catedral de Bruselas, de los Saints-Michel-et-Gudule) y algún espacio tan extraordinario como la Grand Place que logró preservarse, pero otros muchos lugares y trazados históricos desaparecieron bajo los intereses inmobiliarios derivados en gran medida de los ingentes recursos obtenidos por la explotación colonial.
En  paralelo, a mediados del siglo, se superarían los límites de la ciudad histórica y se comenzaría el planteamiento de ensanches exteriores. El primero fue el Quartier Leopold, un gran proyecto urbano comenzado en 1850, ubicado el este, en la zona alta más allá del parque interior del “Pentágono” (el Parque de Bruselas, Parc de Bruxelles o Warandepark). Este barrio sería rematado por otro gran espacio verde, el Parque del Cincuentenario, construido en 1880 para celebrar el aniversario de la independencia belga. El Quartier Leopold se convertiría en un lugar muy exitoso donde se asentarían las élites (hoy se encuentra muy transformado y suele recibir el nombre de Quartier Européene, el barrio europeo, caracterizado por la presencia de las sedes de las principales instituciones de la Unión). 
Por el sureste, en el término de Ixelles se consolidaría el barrio Louise, un barrio señorial vertebrado por la Avenue Louise, Louizalaan, que sería un nuevo gran eje urbano (curiosamente perteneciente a Bruxelles-Ville), que comunicaba el centro con el gran Bosque de Soignes). Este ensanche albergaría alguno de los edificios modernistas más significativos de Bruselas.
Plano de Bruselas en 1910. El “Pentágono” había sido ampliamente excedido y los crecimientos de Bruselas se estaban produciendo en los municipios vecinos.


El  rápido crecimiento de Bruselas superó rápidamente sus límites municipales e invadió los términos limítrofes. Además, esos pueblos del entorno experimentaron su propio desarrollo.
 El resultado de esa doble dinámica extensiva fue la creación de una importante aglomeración urbana continua (que hoy alcanza el millón doscientas mil personas). Pero Bruselas no siguió la estrategia de otras capitales, que absorbieron los municipios del entorno convirtiéndolos en distritos administrados bajo la autoridad única del gobierno de la ciudad principal. 
Los ayuntamientos vecinos a Bruselas mantuvieron su autonomía (con la excepción de Laeken, Neder-Over-Heembeek y Haren, unidos en 1921 a Bruxelles-Ville) y hoy el conjunto forma un área metropolitana conocida como Región de Bruselas-Capital, formada por diecinueve municipios que, en su denominación francesa, son: 
Anderlecht, Auderghem, Berchem-Sainte-Agathe, Bruxelles-Ville, Etterbeek, Evere, Forest, Ganshoren, Ixelles, Jette, Koekelberg, Molenbeek-Saint-Jean, Saint-Gilles, Saint-Josse-ten-Noode, Schaerbeek, Uccle, Watermael-Boitsfort, Woluwe-Saint-Lambert y Woluwe-Saint-Pierre.
 
Administrativamente, la Región de Bruselas-Capital es una de las tres regiones en las que se divide Bélgica, junto a Valonia y Flandes.
Mapa con los 19 municipios que conforman la región de Bruselas Capital: 1. Anderlecht; 2. Auderghem; 3. Berchem-Sainte-Agathe; 4. Bruxelles-Ville; 5. Etterbeek; 6. Evere; 7. Forest; 8. Ganshoren; 9. Ixelles; 10. Jette; 11. Koekelberg; 12. Molenbeek-Saint-Jean; 13. Saint-Gilles; 14. Saint-Josse-ten-Noode; 15. Schaerbeek; 16. Uccle; 17. Watermael-Boitsfort; 18. Woluwe-Saint-Lambert; y 19. Woluwe-Saint-Pierre



Con todo, la gestión de la metrópoli de Bruselas es muy compleja. No es sencillo manejar una entidad que en realidad es un conjunto con muchas cabezas. Salvo algunas cuestiones que son mancomunadas entre las 19 comunas (como la protección contra incendios, la recogida de basuras o el urbanismo), cada uno de los municipios tiene sus propias normas y entra, en muchas ocasiones, en conflicto con las demás. Es llamativo el hecho de que en la aglomeración urbana existan seis cuerpos de policía diferentes, lo cual dificulta mucho la coordinación y compromete la eficacia de sus resultados (como se pudo comprobar en el caso de los atentados de marzo de 2016). 

De esto se lamentaba el ministro federal de interior belga, Jan Jambon, cuando, en 2015, decía que “Bruselas es una ciudad relativamente pequeña, de 1,2 millones de habitantes, pero tenemos seis departamentos de policía y 19 autoridades municipales diferentes. Nueva York tiene 11 millones de habitantes y sólo tiene un departamento de Policía" (“Brussels is a relatively small city, 1.2 million. And yet we have six police departments. Nineteen different municipalities. New York is a city of 11 million. How many police departments do they have? One.” Foro Político celebrado en Bruselas el 10 de noviembre de 2015).

La “esquizofrenia” de Bélgica y la multiculturalidad de Bruselas (identidades en conflicto).

El territorio belga fue muy codiciado por las potencias europeas de diferentes épocas, y sus disputas se prolongaron durante siglos determinando la historia del lugar. En consecuencia, por allí pasaron gentes muy diversas que dejaron su influjo, principalmente desde el ámbito francés y holandés. Estas circunstancias acabarían generando una cultura muy particular que hibridaría esas dos órbitas, expresando múltiples contraposiciones que van desde lo lingüístico a lo religioso y que ocasionan una cierta “esquizofrenia”. 
La independencia de Bélgica relajaría (pero no eliminaría) esas tensiones. Por ello, uno de los rasgos constitutivos de la Bélgica del presente, es la tirantez entre el área más proclive a Francia (Valonia) y la que mira hacia Holanda (Flandes), que ha creado divisiones profundas. La rápida industrialización del país a lo largo del siglo XIX atrajo a numerosos inmigrantes procedentes de muchas partes de Europa que reforzarían la multiculturalidad del territorio, aunque sin lograr eliminar la “bipolaridad” belga.

La realidad lingüística belga es una de las principales bases de la “esquizofrenia” belga

La  “esquizofrenia” belga persiste en la actualidad alimentando deseos de separatismo, impulsados, sobre todo, por los nacionalistas flamencos.  Los datos son reveladores, porque además de la diferencia idiomática entre el francés y el flamenco (lenguas habladas por el 40% y el 60% de la población respectivamente) y el hecho geográfico diferencial (Flandes es llano y con acceso al mar mientras que Valonia es interior y tiene una buena parte montañosa), las dos “almas” belgas son también distintas en cuanto al carácter de cada población (con muchos tópicos cruzados) y socioeconómicamente (Flandes, que cuenta con el 60% de la población del país, es más rica, tiene menos desempleo y sus sueldos son, en términos medios, mayores).
 Por todo esto, la amenaza de escisión está siempre presente, pero sin activarse definitivamente, quizá sujetada por la presencia de Bruselas como elemento de cohesión.
Flandes y Valonia podrían aparecer como un matrimonio que no se separa por el hijo (Bruselas) y así lo reflejan algunas viñetas cómicas “(¡Deja de llorar! Despues de todo, tú eres la única razón para que sigamos juntos todavía”)



La Bruselas histórica escenificaría físicamente esta bipolaridad belga, ya que la ciudad ofrecía dos zonas bien diferenciadas topográficamente: por el este, se encontraba la “ciudad alta”, acomodada y francófona, mientras que por el oeste aparecía la “ciudad baja”, habitada por comerciantes, artesanos y obreros que eran mayoritariamente flamencos.
 
Hoy, aunque, en cierto modo, esa dinámica urbana este-oeste subsiste todavía, la realidad de la capital es más compleja (la estructura de la región de Bruselas sigue mostrando una división, cuya frontera seguiría aproximadamente el curso del desaparecido rio Senne, dejando una parte oriental burguesa, mientras que hacia el oeste se extienden los barrios industriales y obreros).
 
Actualmente, Bruselas es una entidad administrativa autónoma enclavada en la región flamenca, aunque el 85% de sus habitantes sean francófonos, con una numerosa población flotante de funcionarios europeos y que, en los últimos decenios, está asistiendo a cambios sustanciales provocados por la consolidación de una importante población extranjera que está afectando a los difíciles equilibrios belgas.

Pero los belgas, y particularmente los bruselenses, también saben hacer de la necesidad virtud. La obligación de búsqueda del consenso para avanzar o la permanente negociación para delimitar competencias han impregnado su carácter de un espíritu mediador, aunque también subsistan comportamientos radicales (nacionalistas, xenófobos, fundamentalistas, etc.) que dificultan la convivencia en la ciudad (y en el país). Por eso, hay quienes ven en Bruselas una identidad incierta, extraviada por las influencias múltiples. Pero otros creen lo contrario, interpretando que la capital belga expresa con inusitada nitidez la esencia de la nueva Europa, un continente multifacético, donde confluyen culturas muy diversas, procedentes también de otras partes del mundo.

Bruselas, reflejando esa doble esencia belga, pero también representando una excepción multicultural, ha tenido que buscar el equilibrio entre posiciones extremas. Quizá esa vocación de mediación entre posturas enfrentadas potenció su estratégica posición y le permitió convertirse en la “capital oficiosa” de la Unión Europea, albergando las sedes de sus principales instituciones.

domingo, 17 de marzo de 2013

138.-PARNASO ESPAÑOL; Teatro Clásico Francés; Federalismo.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; 



PARNASO ESPAÑOL: colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos (1773)

colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos de Juan López Sedano. Tomo III de IX; grabados;  XXIV, 368, XXIV p.; in octavo. Publicado en Madrid por Don Antonio de Sancha (impreso por Don Joachin Ybarra) , 1773. Se hallará en su Librería Aduana Vieja.

Encuadernación en plena piel de época; hojas de guarda marmoleadas;  lomo decorado con motivos vegetales dorados; cortes coloreados en rojo.

Enmarcada en plena Ilustración española, aparece esta obra de la mano de Juan José López de Sedano, con la que pretendía hacer llegar la más exquisita obra poetica del Siglo de Oro español al público en general.

Concebida en un primer momento para publicar en pliegos sueltos, finalmente se descartó y se publicó en octavo. En un principio estaban previstos doce volúmenes de los que finalmente se publicaron nueve.
Grabado de Manuel Salvador Carmona Lope de Vega

Incluye cada volumen un prólogo explicativo -parece ser que escrito por Sedano-, noticias críticas y biográficas de los diversos autores. Enriquecen la obra los retratos grabados por Manuel Salvador Carmona (1734-1820), Mariano Salvador Maella (1739-1819) y José Joaquín Fabregat (1748-1807).

La obra completa tardó más de diez años en publicarse, desde 1768 a 1778. Estuvieron implicados en dicha empresa,  como recopiladores y artífices, Juan José López Sedano y  Francisco Cerdá  junto a Antonio de Sancha como librero y Joaquín Ibarra como impresor.

Según Antonio Rodriguez Moñino, los cinco primeros tomos fueron impresos por Ibarra y distribuidos por Sancha, siendo los tres últimos tomos, del sexto al noveno, impresos por este último, cuando ya se había establecido como impresor. No obstante según indica Moñino, en 1773 Sancha publica el tomo V, variando únicamente el pie de imprenta. Lo mismo parece que hizo con los tomos II y III, siendo este último el que  muestro en este post.

Bartolomé Leonardo de Argensola

El presente tomo contiene poesías de Lope Félix de Vega Carpio, Alonso Verdugo de Castilla ( Conde de Torrepalma), Manuel Pellicer de Velasco, Esteban Manuel de Villegas,  Francisco Pacheco,  Francisco de Quevedo Villegas, Bartholomé Leonardo de Argensola, Gómez de Tapia, Lupercio Leonardo de Argensola, Vicente Espinel, Salvador Jacinto Polo de Medina, Bartholomé Cayrasco de Figueroa.




El Parnaso Español: colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos, más conocido como el Parnaso Español, es una antología editada por Juan José López de Sedano
Fue publicada en nueve volúmenes, entre 1768 y 1778, por Joaquín Ibarra e impreso en el taller de Antonio de Sancha en la plazuela de la Paz de Madrid.
Contiene obras de los siguientes autores:

Baltasar del Alcázar

Gonzalo Argote de Molina
Juan de Arguijo
Luis Barahona de Soto
Jerónimo Bermúdez
Francisco de Borja
Bartolomé Cairasco de Figueroa
Francisco de Calatayud y Sandoval
Miguel de Cervantes Saavedra
Gutierre de Cetina
Juan de la Cueva
Alonso de Ercilla y Zúñiga
Vicente Espinel
Pedro Espinosa
Francisco de Figueroa
Damasio de Frías
Luis de Góngora y Argote
Gregorio Hernández de Velasco
Fernando de Herrera
Juan Antonio de Herrera
Diego Hurtado de Mendoza
Juan Jáuregui y Aguilar
Pedro Laínez
Alonso de Ledesma
Fray Luis de León
Bartolomé Leonardo de Argensola
Lupercio Leonardo de Argensola
Francisco López de Zárate
Ignacio de Luzán
Luis Martín de la Plaza
Pedro de Medina
Cristóbal de Mesa
Juan de Morales
Francisco Pacheco
Pedro de Padilla
Hortensio Félix Paravicino y Arteaga
Manuel Pellicer de Velasco
Salvador Jacinto Polo de Medina
Francisco de Quevedo
Bernardino de Rebolledo
Andrés Rey de Artieda
Anastasio Pantaleón de Ribera
Francisco de Rioja
Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo
Pedro Silvestre
Pedro Soto de Rojas
Cristóbal Suárez de Figueroa
Agustín de Tejada Páez
Francisco de la Torre y Sevilla
Luis de Ulloa
Juan de Valdés
Lope de Vega
Garcilaso de la Vega
Alonso Verdugo de Castilla
Esteban Manuel de Villegas
Luis Zapata de Chaves


Biografía 

Juan José López de Sedano y Pérez del Tero (Villoslada de Cameros, La Rioja, 1729 - Madrid, 1801) fue un dramaturgo, antólogo y periodista español. Su trabajo más conocido es el Parnaso Español: colección de poesías escogidas de los más célebres poetas castellanos, antología en nueve volúmenes de poetas clásicos españoles, publicada en nueve volúmenes entre 1768 y 1778 por Joaquín Ibarra y Antonio de Sancha en Madrid.
Hijo de Manuel López de Sedano y Nájera-Salvador y de María Pérez del Tero y Fernández-Salvador, ambos oriundos de Villoslada, estudió en Salamanca y se avecindó en Madrid, donde sus padres estaban establecidos. Contrajo matrimonio con una tal Juliana natural del pueblo toledano de Orgaz. Gracias a un litigio que mantuvo sobre su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid en 1769 se sabe que descendía por ambas líneas, paterna y materna, del antiquísimo señorío y solar de Tejada, en las montañas de la Sierra de Cameros. Fue Caballero de la Orden de Carlos III y, desde 1770, miembro de número de la Real Academia de la Historia.
Lo protegió el marqués de Esquilache (cuyo retrato, grabado en cobre, publicó López de Sedano en el tomo IX de su Parnaso Español). Aquel lo instaló en la sección de antigüedades y medallas de la Biblioteca Real y, con el propósito de allegar materiales arqueológicos para su sección, alcanzó diversas comisiones que le hicieron viajar por España y descubrir algunas inscripciones y medallas en Cataluña y Valencia, de lo que dio cuenta a la Real Academia de la Historia.
En la Biblioteca Real concibió la idea de publicar una gran antología histórica de la poesía española bajo el nombre de Parnaso Español y la publicó entre 1768 y 1778 en nueve volúmenes, precedidos cada uno de "noticias" biobibliográficas y críticas sobre cada uno de los autores incluidos; pero su gusto no siempre acertado en la selección de escritores y obras, su excesiva vanidad, su erudición más pedante que profunda y un escaso cuidado en cuestiones de pormenor le valieron no pocas críticas de sus contemporáneos, en especial del afrancesado Tomás de Iriarte, cuyo folleto Donde las dan las toman suscitó, entre otras réplicas, la muy airada de sus Coloquios de Espina (Málaga, 1785, 4 vols.), firmados con el pseudónimo de "Juan María Chavero y Eslava de Ronda", publicados años después. 
Muy escocido por estas censuras, todavía asumirá la defensa de la poesía nacional frente a los neoclásicos afrancesados en su Discurso andante en defensa de algunos puntos de nuestra bella literatura (1785). Sin embargo, el prolijo y documentado ataque de Iriarte había dado sus frutos, deteniendo la impresión del Parnaso Español para siempre en el noveno volumen (1778). En compensación, pronto surgió una Colección de similar propósito, pero de indiscutibles criterios neoclásicos, elaborada por el helenista afrancesado Pedro Estala y cuyo protector era el valido de Carlos IV Manuel Godoy.

La importancia del Parnaso Español fue, sin embargo, capital, al ser la primera y abrir el dilatado panorama, cerrado hasta el momento, de la brillante poesía española del Siglo de Oro. Su colección y la de Estala, junto a la de Tomás Antonio Sánchez de grandes textos de la literatura medieval española, posibilitaron el nacimiento de la moderna crítica literaria en España.
Como dramaturgo, al par que Nicolás Fernández de Moratín, buscó con poca fortuna crear un teatro neoclásico en algunas de sus obras (Jahel, 1763, inspirada en un episodio del Libro de los jueces y bastante influida por la Esther de Jean Racine), y tradujo algunas piezas de esta estética, la mayoría de Carlo Goldoni, como por ejemplo La posadera feliz, además de Ser vencido y vencedor y Julio César y Catón de Pietro Metastasio, El misántropo de Moliére y algunas otras. Sin embargo, también escribió sainetes y compuso piezas al alimón con dramaturgos populares como Antonio Valladares de Sotomayor o versificó traducciones en prosa de otro dramaturgo popular, José Concha, algo que sin duda no pasaron por alto sus estirados enemigos neoclásico-afrancesados.
Bajo el seudónimo de "D. Patricio Bueno de Castilla", publicó en 1765 El Belianís Literario, sátira de las publicaciones periódicas de entonces.




El teatro clásico francés.



Francia salió victoriosa en la Guerra de los Cien Años. Inició la Edad Moderna consolidando su unidad nacional y dando rienda suelta a sus ansias expansivas en Italia, donde chocó con los intereses españoles. Por ello a lo largo de los siglos XVI y XVII hay una permanente enemistad franco-española por las ansias de expansión de ambos países. Los puntos culminantes son las luchas entre Francisco I y Enrique II de Francia (reinaron hasta 1559), con Carlos V y Felipe II de España.
Durante este tiempo de batallas, la Reforma protestante se introdujo en territorio francés. Las diferencias entre católicos y protestantes (hugonotes) fueron causa frecuente de discordia y guerra civil. Sin embargo, el catolicismo, protegido por la monarquía, era la fe preponderante.
El siglo XVII se divide entre los reinados de Luis XIII (1610-1643) y Luis XIV (1643-1715). Luis XIII dejó el poder en manos de Richelieu, quien tiene un triple objetivo:

1 Atacar a la nobleza insumisa al Rey retirándole sus privilegios.
2 Perseguir a los protestantes.
3 Enemistarse con los Austrias (monarcas españoles), para lo que debe pactar con los protestantes europeos, aunque siga persiguiendo a los protestantes franceses.

Hasta la mayoría de edad de Luis XIV, su madre, la española Ana de Austria, deja el poder al cardenal Mazarino. Luis XIV, llamado el Rey Sol, lleva a su culmen el concepto de absolutismo real, debilitando a la nobleza e incrementando el mecenazgo cultural de los monarcas franceses y sus validos. Los hermanos Corneille, Molière y Racine obtuvieron grandes ayudas desde la monarquía.
París será el centro de atracción cultural del mundo, sobrepasando a los italianos en fastuosidad. Se producen grandes espectáculos y, por influencia italiana, se impone el gusto por la música y el canto, lo que se une a la inclinación francesa por el baile. Estos dos ingredientes explican el auge de la comedia-ballet, género que Molière tuvo que cultivar. En su inicio, final y entreactos, esta comedia daba paso a números de mimo, baile y canto, innecesarios desde el punto de vista del argumento.
Pero la expansión del teatro no será fácil, pues fue atacado por la jerarquía eclesiástica de París y por los jansenistas (para ellos cualquier cosa era pecado, el hombre podía perderse fácilmente, y por eso debía evitar una fuente de pecado como era el teatro). También había diferentes cábalas y sociedades secretas, como la Compañía del Santo Sacramento, que lograron retirar algunas obras de cartel a pesar del favor del rey, como el Tartufo de Molière.
Hay que saber que el arte francés, y en él el teatro, está basado en la formación de una rigurosa disciplina de pensamiento que arranca del filósofo Descartes. Para él lo único de lo que no se puede dudar es de la razón, del pensamiento. El culto cartesiano a la razón se impondrá en el arte francés hasta nuestros tiempos. Esto lleva en el teatro al respeto a las reglas de tiempo, lugar y acción, a las que los franceses añaden otras dos reglas: el decoro (nada puede ir contra el buen gusto) y la verosimilitud (semejanza con lo verdadero).

INTRODUCCIÓN AL TEATRO CLÁSICO FRANCÉS

En 1548 el Parlamento de París prohíbe la representación de los Misterios, aunque fuera de la capital el género sigue en vigor, al igual que las farsas y moralidades, con gran auge bajo el reinado de Francisco I. Las farsas se representan incluso en tiempos de Molière.
A pesar de esto, a mediados siglo XVI (coincidiendo con la llegada del Renacimiento a Francia) van desapareciendo poco a poco las moralidades y misterios, debido a la prohibición del Parlamento ya comentada, a los ataques de los poetas renacentistas franceses y al nuevo espíritu de la Reforma, que no veía bien que se hiciera burla de la Biblia en el teatro. Los católicos por el contrario estaban de acuerdo pues pensaban que en estas representaciones se mantenía el interés por los textos sagrados.
Otra razón para su declive es el favor concedido por los poetas renacentistas al teatro antiguo. Se traduce del griego al latín y se representan algunas obras escritas directamente en latín.

Espacios Escénicos

Los Cofrades de la Pasión tenían el monopolio sobre las representaciones teatrales en la capital, debido a un privilegio concedido muchos años antes. En 1599, estos cofrades ceden su sala, el Hotel de Borgoña, y el privilegio de las representaciones, a la compañía de Valleran-Lecomte, conocida como la Compañía Real. Pronto aparece otra compañía, dirigida por Mondory, que se estableció en la Sala del Juego de la Pelota del barrio aristocrático de Marais. En ella sobresale el cómico Jodelet Se inclinó por un teatro abundante en maquinaria. En 1673 se disuelve la compañía, debido a la enfermedad de Mondory, y unos actores se van al Hotel Borgoña y otros con Molière.
La compañía de Molière, que había hecho su carrera en provincias, se instala en París en 1658, y en 1660 ocupará el Palacio Real, una magnífica sala construida por Richelieu. En ella destacaban el propio Molière, quien hacía los papeles principales, y su mujer Madeleine Béjart. Al morir Molière su compañía se fusiona con la del Marais.
La Comedia francesa (Comédie Française) se crea en 1680, al fusionar a las compañías del Hotel de Borgoña y el Hotel de Guénegaud (que ya englobaba las compañías del Marais y de Molière). Es una fundación real, el teatro público más antiguo conocido, creado por Luis XIV.

A estas compañías se añaden las de los comediantes italianos, muy apreciadas. No entienden bien los dialectos, pero aprecian la expresiva mímica, las improvisaciones, los tics y movimientos de personajes consagrados (Arlequín, Pierrot...). Los italianos introducen la ópera en París como género artístico.
Las salas eran antiguos locales destinados al juego de pelota (Jeu de Paume), todos de forma rectangular. Constaban de un patio, en que se ponía de pie el público popular masculino, pues las mujeres no frecuentaron el teatro hasta 1640, cuando ocuparán palcos y galerías. Los espectadores eran ruidosos y turbulentos, especialmente los del patio. Como en Inglaterra, en el último tercio del siglo XVII se impone la costumbre de ceder parte del escenario al público noble, lo que reduce grandemente las posibilidades del espectáculo.
Se sigue la costumbre del decorado múltiple. Eran tan reducidos que, evidentemente, no cumplían las exigencias de verosimilitud de los puristas, por lo que se piensa en la posibilidad del decorado único, en el que se practican diversas entradas que eran la representación convencional de los distintos lugares de procedencia expresados en el diálogo de los personajes. Pero esto no impedía la confusión en los espectadores, por lo que se propugnará la unidad de lugar y tiempo.
Por su propia tradición y por la influencia italiana los franceses desarrollan una decoración fastuosa, servida por maquinarias, frente al teatro austero que preconizan los preceptistas. El vestuario es el elemento más colorista y ambientador. Los trajes solían ser donados a los actores por grandes señores.
Con Richelieu, los actores empiezan a gozar de una tranquilidad económica y una reputación moral, aunque los jansenistas sigan viéndoles con aprensión.

LA TRAGEDIA FRANCESA

Nace en Francia en el XVI, a partir del culto neoclásico a las obras latinas, a las tres reglas y a los preceptos clásicos. Racine critica de la tragedia renacentista su escasa materia, en la que domina lo lírico y elegíaco.

 Racine será la cumbre de la tragedia clásica francesa. Pero antes de llegar a él, la tragedia debe desgajarse de sus dos grandes tentaciones: la tentación poética y la tentación novelesca. Después de Racine (fin XVII y XVIII) las grandes tentaciones de la tragedia francesa serán la ópera y la filosofía (coincide con la Ilustración).
Los excesos poéticos consistían en el abuso de escenas tendentes a lo lacrimógeno y en la insistencia sobre los infortunios de los héroes, que exponen sus males a través de prolongados y patéticos parlamentos, dejando que el coro se deshaga en lamentaciones sobre su fortuna. A comienzos del siglo XVII este exceso poético desaparece en favor de una acción concentrada y de los enfrentamientos de los personajes. Además, desaparecen los coros que para los renacentistas habían sido un componente clave de la tragedia (hay que recordar que el barroco francés se sitúa entre 1600 y 1660, se sale de la etapa renacentista). Se pierde el gusto por la ordenación en estrofas (sobre todo las estancias, agrupaciones de versos variables en número pero con unidad temática).
Los excesos novelescos, en un siglo en que reina la afición por lo novelesco, son inevitables. Las fuentes de inspiración son Orlando furioso de Ariosto, Las metamorfosis de Ovidio, y las intrigas de narradores españoles.

A mediados XVII destaca la obra de PIERRE CORNEILLE (1606-1684), quien nace en Ruán y allí estudia en los jesuitas. Ruán es la ciudad normanda por la que entran los españoles y con ellos su teatro, muy admirado por el poeta francés. Por los jesuitas conoce a los latinos Séneca, Lucano y Tito Livio. Estas serán las grandes influencias de su teatro. Hay que destacar que los jesuitas, contrariamente a lo que ocurre con otros sectores de la Iglesia (jansenistas), estimulan la práctica teatral como eficaz medio didáctico.
 Tras trasladarse a París, Corneille se convierte en comediógrafo, con títulos como Melita, La viuda, La galería del palacio, La Plaza Real (1635). Después se dedicará a la tragedia, aunque en 1636 escribe la comedia La ilusión cómica, la más atrevida de todo el XVII francés, por su estructura, lenguaje, forma y personajes. Su autor la calificaba de “extraño monstruo”. Es una comedia de corte novelesco, teñida de tonos trágicos, en la que personajes burgueses alternan con un mago pastoral y un capitán de la commedia dell´arte, lo que lleva a una mezcla de planos que van de la realidad a la pura fantasía.
Gracias a su dominio del arte dramático pudo crear buenas obras sometiéndose a la disciplina del clasicismo francés. Crea El Cid (1636), basado en Las mocedades del Cid de Guillén de Castro. Fue un gran éxito, aunque los críticos partidarios de las reglas criticaron la obra. Le achacaban falta de verosimilitud, mezcla de planos y de tonos e inobservancia de las reglas. Tras esto, Corneille abandona el teatro durante más de tres años, pero vuelve con tragedias romanas: Horacio (1640), Cinna (1642), La muerte de Pompeyo (1643)... A través de estas historias ambientadas en Roma, Corneille opina sobre la historia francesa.

 JEAN RACINE (1639-1699) mostrará que la observancia más estricta de la doctrina clásica no es obstáculo para crear obras maestras. Para ello, centra la historia en el momento más trágico de los personajes. En la presentación habla de la genealogía de sus protagonistas y del pasado que les conduce a esa situación, intercalando en la obra otras informaciones pertinentes. Contrariamente a Corneille, cuyo teatro es mucho más racionalista, Racine no relega a segundo plano pasiones como el amor, los celos o la venganza. Sus personajes avanzan, en debate agónico, hacia la destrucción, a solas consigo mismos, como aislados de un mundo en el que están inmersos.
   Además de observar las reglas y el debate pasional, Racine trabaja escrupulosamente la poesía del drama, llevando a su perfección el alejandrino francés. La palabra es lo primordial, el vehículo del drama, debe ser cuidada tanto en sus funciones poéticas como en sus funciones comunicativas. Todo lo demás es secundario, de donde surgen las dos grandes dificultades del teatro de Racine: la traducción a otros idiomas y la interpretación, para la que se debe tener un gran manejo de la palabra. Para llegar a este nivel expresivo usa la austeridad y la aparente sencillez. Su teatro no tiene exigencias técnicas, y su lengua no es de gran riqueza léxica. En su obra destacan Andrómaca (1666), Británico (1669), Berenice (1670) y Fedra (1677).

LA COMEDIA FRANCESA
Vista interior de finales del siglo xviii.

Vista exterior de finales del siglo xviii.

Exterior de la Comédie-Française, vista desde la Place du Théâtre français (2009).


 Las fuentes de las que bebe la comedia en el XVII son la farsa y la comedia antigua del XVI y la influencia del teatro español e italiano. Las nueve comedias de Larivey están tomadas del repertorio italiano, y el compilador Horn-Monval da una lista de más de 50 comedias francesas de entre 1625 y 1680 copiadas de las españolas, ejemplos son: El mentiroso de Corneille, a partir de La verdad sospechosa de Alarcón, y el Don Juan de Molière, adaptación de El burlador de Sevilla de Tirso de Molina.
 Al margen de estas influencias, la comedia francesa, siguiendo en la línea de las farsas, prosigue una conducta crítica, en ocasiones realista-costumbrista. En La galería de palacio Corneille pinta un lugar bien conocido de París, y Molière se centrará en criticar los defectos de su época.


Itsukushima Shrine.


EL SISTEMA CONSTITUCIONAL DE BÉLGICA.




5. Jurisdicción constitucional. [66]  

El Tribunal Constitucional debe su existencia a la transformación del Estado unitario belga en un Estado federal. La compleja red de legislación surgida tras este desarrollo dio lugar a múltiples conflictos, lo que hizo necesaria la creación de un Tribunal de Arbitraje (actualmente, el Tribunal Constitucional) a finales de los años setenta. La implantación de este Tribunal se incorporó en la Constitución belga (antiguo artículo 107ter) en 1980. La Ley del 28 de junio de 1983 definió la redacción, competencias y funcionamiento de este nuevo Tribunal. En la reforma constitucional operada el 15 de julio de 1988, las competencias de este Tribunal se ampliaron para incluir la supervisión del cumplimiento de los artículos 10, 11 y 24 de la Constitución, garantizando los principios de igualdad y no discriminación, así como los derechos y libertades con respecto a la educación. Mediante esta enmienda constitucional de 1988, se le permite también al legislador especial otorgar al Tribunal de Arbitraje nuevas competencias de cara a la revisión por éste de la conformidad de la normativa belga con otros artículos de la Constitución. 
Esta facultad se puso en práctica a través de la Ley especial de 9 de marzo de 2003, por la que no sólo los artículos 10, 11 y 24 de la Constitución van a ser objeto de análisis por esta Tribunal, también la Sección II completa (artículos del 8 al 32), así como los artículos 170, 172 y 191 de la Constitución, que pasan a convertirse ahora en el marco de referencia a utilizar por el Tribunal para la revisión de las normas parlamentarias. En 1994, la disposición concerniente al Tribunal de Arbitraje se incorporó en el artículo 142 de la Constitución. 
Este artículo se basa en una Ley especial de 6 de enero de 1989, que regula la organización, jurisdicción, funcionamiento, procedimiento y efectos de las sentencias. Además, hay varios Reales Decretos, reglamentos y directrices relacionadas con varios aspectos de la competencia y funcionamiento de este Tribunal. Cuando la Constitución se revisó el 7 de mayo de 2007, el nombre del Tribunal de Arbitraje se cambió por el de Tribunal Constitucional, una designación más adecuada con el tipo de jurisdicción que realmente ejerce este tribunal de justicia.
El Tribunal Constitucional se compone de doce jueces, de los cuales seis pertenecen al grupo lingüístico neerlandés y seis al grupo lingüístico francófono. Ellos miran por el cumplimiento de la Constitución por parte de las autoridades legislativas belgas y con ellos colaboran un máximo de 24 secretarios judiciales. Cada grupo lingüístico se compone de tres jueces de formación jurídica y tres jueces que han tenido, al menos, cinco años de experiencia como miembros del Parlamento. 
Hay un año de presidencia rotatoria. A mayo de 2011, los presidentes son Roger Henneusse (por el grupo lingüístico francés) y Marc Bossuyt (por el grupo lingüístico neerlandés). El Tribunal Constitucional tiene el poder de anular y suspender las leyes, decretos y ordenanzas. En consonancia con su importante y especial misión, este Tribunal es independiente de las autoridades legislativas, ejecutivas y judiciales. Hay reglas estrictas de incompatibilidad con otros órganos, cargos o actividades profesionales. Una Ley ordinaria de 6 de enero de 1989 regula los honorarios y pensiones de los jueces, secretarios judiciales y secretarios del Tribunal.
Las normas de procedimiento relativas las acciones de nulidad y las cuestiones prejudiciales son las mismas, vienen reguladas por la Ley especial de 6 de enero de 1989. Las diligencias sumarias hacen una exploración para determinar los casos inadmisibles o los casos que quedan fuera de la jurisdicción del Tribunal. Los procesos judiciales que, de una forma evidente, se juzguen infundados, las cuestiones preliminares que requieran, de forma clara, una respuesta negativa y los casos que pueden resolverse con una sentencia de respuesta instantánea podrán encauzarse a través de un procedimiento escrito.
 Todas las solicitudes de anulación y cuestiones prejudiciales pueden ser presentadas en neerlandés, francés o alemán, mientras que las investigaciones serán llevadas a cabo en neerlandés o francés. Normalmente los casos son vistos por comisiones de este Tribunal integradas por siete jueces, incluidos los dos presidentes, y las decisiones se adoptan por mayoría simple. No obstante, un caso puede presentarse al pleno del Tribunal Constitucional, con la presencia, al menos, de diez de sus miembros, cuando se aborden, por ejemplo, cuestiones administrativas.
El Boletín Oficial del Estado belga[67] anuncia los casos llevados ante este Tribunal. Las asambleas legislativas y ejecutivas, así como todas las partes implicadas, han de ser notificadas. El propio Tribunal tiene autoridad para iniciar medidas de investigación exhaustivas. 
Una orden preparatoria organiza el horario para las vistas públicas durante las cuales todas las partes tiene que hacer una declaración oral en persona o asistidas por un abogado. Después de que el caso haya sido deliberado, el Tribunal adopta su decisión por mayoría simple. En caso de empate, el juez que presida la función hará valer su voto de calidad. Las deliberaciones son secretas. Las sentencias son publicadas en las tres lenguas oficiales en el Boletín Oficial del Estado y en la página web institucional del Tribunal. Hay también una publicación editorial de las sentencias del Tribunal.
Existen varios mecanismos que prevén una cooperación entre los tribunales de justicia europeos y belgas, a veces, incluso, de forma preceptiva. En primer lugar, el artículo 267 del TFUE, que describe la petición al Tribunal de Justicia de una cuestión prejudicial. A pesar de la tendencia al dualismo de Tribunal Constitucional belga, este Tribunal interpreta los derechos y libertades fundamentales de acuerdo con el CEDH y la Carta. 
El Tribunal Constitucional belga es uno de los pocos tribunales de justicia europeos que a menudo hace uso de la cuestión preliminar ante el Tribunal de Justicia[68]. En muchas de las sentencias del Tribunal Constitucional la influencia del CEDH es indudablemente visible[69].

6. Forma de gobierno. [70]  

Bélgica fue fundada como una monarquía constitucional hereditaria con un sistema parlamentario. Inspirada en la forma de gobierno francesa de 1831, la organización del sector legislativo y ejecutivo ha sufrido diversos cambios y hoy en día la realidad belga dista mucho del originario sistema francés de cuya matriz nace[71]. 
La monarquía belga se estableció en 1831. Leopoldo I, príncipe de Sajonia-Coburgo-Gotha, se convirtió en el primer rey de los belgas, el 4 de junio de 1831[72]. El papel del Rey está regido por la Constitución. El Rey es irresponsable de sus actos, cada acto del Rey debe ser refrendado por un miembro del Gobierno. El Rey está limitado por la Constitución, sobre todo en consideraciones ideológicas y religiosas (en la mente de todos, la postura del Rey Balduino, en 1990, rehusando sancionar la ley que ampliaba los supuestos legales de la interrupción del embarazo), opiniones políticas y debates e intereses económicos. El Rey actúa como árbitro y guardián de la unidad e independencia del país.
Alberto II, el Monarca actual, ha reinado en el país desde el 9 de agosto de 1993, como el sexto Rey de los belgas. Las tareas del Rey incluyen contactos con una amplia variedad de representantes de la sociedad belga. Junto con el resto de miembros de la Familia Real, el Rey promueve iniciativas públicas y privadas y representa a Bélgica en el mundo[73].
 También tiene el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Como en la mayoría de los reinos, en Bélgica, el papel del Rey es meramente ceremonial, teniendo poca influencia en las políticas del país.
Aunque Bélgica se fundó como un Estado unitario, el país ha vivido un proceso federalista desde 1970, y ahora es un Estado federal formado por regiones y comunidades autónomas. El proceso federalista sigue en marcha pero modificar la Constitución no es tan fácil. Puntos de vistas políticos conflictivos y diferencias culturales entre, principalmente, los gobiernos flamencos y valón han llevado, en los últimos años, a un punto muerto. En los últimos meses, la región de Bruselas también ha emprendido los pasos hacia una mayor autonomía.
Los partidos políticos tienen un gran control de la vida política belga. En este sentido, los propios políticos dependen para ser reelegidos, en gran parte, de los partidos en los que se encuadran. Debido al voto a listas cerradas, los partidos son muy poderosos. Los candidatos situados en los primeros puestos de dichas listas podrán obtener un escaño, aunque tengan menos apoyos que los situados en puestos más bajos. El partido establece el orden de las listas electorales, lo que frena la autonomía de los políticos y su democracia interna. Los partidos pueden determinar quién obtendrá un escaño en el Parlamento. Los presidentes de los partidos negocian y fijan los acuerdos de coalición y reparten los principales puestos políticos. Éstos señalan el curso político del partido y tienen un gran arraigo en muchos ministerios.
El sistema electoral empleado en Bélgica es de representación proporcional: el porcentaje de votos obtenidos es aproximadamente proporcional al de los escaños obtenidos. En Bélgica este método se combina con un sistema de distrito. Uno o más representantes son elegidos por el distrito electoral y se necesita un 5% del umbral electoral para ser elegido. El método D’Hondt se usa para repartir los escaños disponibles entre los partidos de acuerdo a su número de votos[74]
Este sistema tiene como resultado una pequeña inclinación a favor de los grandes partidos. El método «Imperiali», que se usa para las elecciones municipales, engendra una tendencia aún mayor a favor de los partidos mayoritarios[75].
Bélgica tiene un sistema parlamentario. El Gobierno está compuesto de 15 ministros y un primer ministro, nombrados por el Rey y que disfrutan del apoyo del Parlamento. El Monarca promulga las leyes aprobadas por las Cámaras federales. El poder ejecutivo necesita contar siempre con el apoyo parlamentario mediante un voto de confianza. Así, cuando un nuevo Gobierno toma posesión, debe ser aprobado en Parlamento por una moción de confianza. En este sentido, de acuerdo con el artículo 96, el Gobierno federal presentará su dimisión al Rey si la Cámara de Representantes por mayoría absoluta de sus miembros aprobase una moción de desconfianza proponiendo al Rey el nombramiento de un sucesor del Primer Ministro o propusiera al Rey el nombramiento de un sucesor del Primer Ministro dentro de los tres días posteriores al rechazo de una moción de confianza. Cada Cámara tiene derecho a realizar una investigación (artículo 56) y a enviar peticiones a los ministros. Los ministros están obligados a explicar el contenido de estas peticiones cuando así lo requiera la Cámara (artículo 57).
En la organización federal belga, las principales partes constituyentes son la población neerlandófona y la población francófona. Ambas tienen, hasta un cierto punto, el mismo poder, por lo que el país vive una situación particular de federalismo. Sería tan incorrecto presionar al grupo minoritario para que votase al mayoritario como que la toma de decisiones se dificulte por el freno de la minoría[76]
Además, es importante reseñar que no hay partidos políticos unitarios en Bélgica. Los antiguos partidos unitarios se separaron en los años sesenta en un ala flamenca y otra francófona, lo cual hace la toma de decisiones fronterizas aún más particular. Cuando aparecen divergencias, incluso en decisiones concernientes a asuntos insignificantes, la solución a adoptar debe ser fruto de un compromiso entre ambas partes. Este tipo de forma de gobierno tiene como resultado una atmósfera de discordancia donde los conflictos deben ser gestionados a través de la cooperación y la coordinación por parte de las instituciones políticas y del sistema jurídico.
 Recientemente se ha cuestionado si el modelo federalista bipolar belga es sostenible. Políticos y profesores de Derecho Constitucional están actualmente elaborando un nuevo modelo constitucional que debe resolver el punto muerto en el que se encuentra la política actual[77], aunque llegar a un compromiso que sea aceptable para todas las partes sigue siendo muy difícil.

7. Organización judicial.  
 
El sistema jurídico francés sirvió de gran inspiración para la Constitución de 1831 y ha cambiado muy poco hasta la fecha[78]. En Bélgica apreciamos tribunales ordinarios en diferentes niveles de apelación (asuntos privados y penales). Los tribunales están divididos en base a los asuntos que abordan. Los delitos menores o los asuntos de conciliación se dilucidan en los Juzgados de Paz (Derecho Civil) y los Tribunales de Policía (Derecho Penal). Hay un especializado Tribunal Fiscal y un Tribunal Laboral. El Juzgado de Primera Instancia se encarga de asuntos civiles y penales en primera instancia. 
El Tribunal de Apelación de lo Comercial es un tribunal específico de apelación para los casos de Derecho social. Los delitos graves se dilucidan ante el Tribunal de Assize[79], el único tribunal belga con jurado. El Tribunal de Apelación se encarga de asuntos civiles, penales y comerciales. Finalmente, el Tribunal Supremo se sitúa en el nivel más alto de apelación, tratando únicamente los casos de casación. Al igual que en el sistema francés, ningún hecho nuevo puede exponerse ante este tribunal[80]. 
Los casos penales tienen un efecto preparatorio específico, con investigaciones previas, un Juez de Instrucción y un Fiscal[81]. Se puede solicitar la revisión de la actuación administrativa ante los tribunales administrativos, entre los que destaca el Tribunal Supremo Administrativo, creado en 1948.
Cuando un asunto concerniente al Derecho Constitucional aparece durante un proceso en un tribunal superior o inferior belga, el Tribunal Constitucional puede hacer uso de la cuestión prejudicial, que vincula a todas las autoridades judiciales implicadas en el fallo, lo que incluye también la posibilidad de apelar a un tribunal superior o al Tribunal Supremo Administrativo.
Los Estados miembros deben tomar medidas para incorporar el Derecho europeo a su Derecho interno y emprender la Unión Europea las acciones oportunas si las autoridades nacionales no llegan a implementar las directivas europeas en su ordenamiento jurídico. Junto al Estado federal, los siguientes corresponsables de la conversión adecuada y oportuna de las directivas europeas, en el marco de sus competencias constitucionales, son las regiones y las comunidades. Se han establecido organismos especializados en las regiones para esta cuestión. 
La infracción de una norma europea por parte de un gobierno regional o comunal, como consecuencia, por ejemplo, de una transposición tardía o imprecisa, puede llevar a la condena de Bélgica, como Estado miembro signatario de la Unión Europea, por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En caso de infracción, el Gobierno federal podrá exigir, a través de un acuerdo interno[82], el pago de esta multa o penalización a la región o comunidad penalizada.

8. Distribución territorial del poder. [83]  

El federalismo belga es complejo y complicado. Bélgica se fundó como un Estado unitario pero, desde su fundación, surgieron problemas como consecuencia de las diferencias lingüísticas entre los flamencos de la mitad Norte del país y los francófonos de la mitad Sur. La extensa legislación existente en materia lingüística no ofrece una solución satisfactoria a las diferencias que imperan entre el Norte y el Sur del Estado. 
Después de la Segunda Guerra Mundial, las discrepancias entre los habitantes de habla holandesa (Flandes y los neerlandófonos de Bruselas) y de habla francesa (Valonia, los francófonos de Bruselas y la minoría francófona en las comunidades de Bruselas-Halle-Vilvoorde, en territorio flamenco) se hicieron más graves y llevaron a varios conflictos.
 Entre 1970 y 2003, la Constitución ha sido reformada cinco veces con el fin de consolidar en este Estado un modelo federal. Una sexta modificación está en proyecto, posiblemente ésta dotará a Bélgica de una forma de gobierno de tinte más confederal[84].
Los flamencos inicialmente querían autonomía cultural, como los galeses Esta petición se acogió mediante la puesta en marcha de las Comunidades, en 1970. Valonia, en particular, quería que le fuesen transferidas, además, ciertas competencias socio-económicas para poder combatir su estancamiento. Ello fue lo que llevó a la creación de las Regiones, en 1980.
Las Comunidades fueron fundadas como «consejos culturales» en la primera reforma del Estado, en 1970. Tratan temas que están directamente relacionados con el bienestar de su población, como la educación, la atención social, el deporte, los medios de comunicación y la cultura. Cada comunidad puede decidir autónomamente sobre las competencias que le han sido atribuidas. En consonancia con las tres lenguas oficiales del Estado belga, en Bélgica contamos con tres Comunidades:

- La Comunidad neerlandófona («flamenca») es la responsable del territorio de Flandes y de los habitantes de habla holandesa en Bruselas

- La Comunidad francófona («valona») es la responsable del territorio de Valonia y de los habitantes francófonos de Bruselas

- La Comunidad germanófona es la responsable de los nueve municipios de lengua alemana en territorio valón

Las Regiones tratan temas relacionados con el territorio. Fueron creadas con la reforma del Estado de 1980 (Flandes y Valonia) y de 1988 (Bruselas). Pueden considerarse como Estados federales, de acuerdo con el modelo estadounidense, pero, a diferencia de otros Estados federales existentes en otros países, éstas sólo tienen atribuciones en los llamados asuntos de zona restringida. Estos son, por ejemplo, los temas relacionados con la organización medioambiental y el desarrollo urbanístico, la economía, el empleo, la agricultura, las obras públicas, el transporte (en parte), el mercado internacional, el gobierno municipal y la legislación provincial. Cada región puede decidir de forma autónoma sobre las competencias que le han sido atribuidas. El territorio belga está dividió en tres Regiones:

- La Región de Flandes

- La Región de Valonia

- La Región de Bruselas-Capital

La Constitución belga dedica el capítulo IV del Título III a la autonomía territorial. El poder legislativo de las Comunidades lo ostentan los Consejos comunitarios de las tres Comunidades, elegidos mediante elecciones libres y directas. El poder ejecutivo, por su parte, recae en los Gobiernos regionales y comunitarios. 
La Comunidad y la Región flamenca reunificaron sus instituciones legislativas y ejecutivas. Flandes tiene un único Parlamento flamenco y un único Gobierno flamenco. Los francófonos, en cambio, decidieron mantener separadas sus autoridades para la toma de decisiones. En este sentido, la Región Valona y la Comunidad francófona (Valonia y la parte francófona de Bruselas) tienen, cada una, su rama legislativa y su rama ejecutiva propias. La organización de la Región de Bruselas es, por su parte, la más compleja. El Consejo de Bruselas y el Gobierno regional de Bruselas son los responsables de los asuntos regionales o de zona restringida, mientras que las Comunidades flamenca y francófona son las autoridades competentes para abordar aquellos asuntos propios de dichas Comunidades en Bruselas. La Comisión de las Comunidades de Bruselas se ocupa de abordar aquellos temas que atañen a ambas Comunidades.

La autoridad federal sólo tiene competencias en los asuntos que le hayan sido atribuidos formalmente por la Constitución y las leyes aprobadas en virtud de la misma. El núcleo del Derecho civil, comercial y penal se mantiene en el nivel federal[85]. El artículo 143 de la Constitución trata sobre la prevención y solución de los conflictos de intereses entre los distintos niveles gubernamentales. Aunque el Estado federal, las Comunidades y las Regiones se apoyan sobre el mismo pie, las Comunidades y las Regiones deben actuar dentro del respeto a la lealtad federal, con objeto de evitar conflictos de intereses. 
La Ley del 9 de agosto de 1980 [86], sobre reformas institucionales, también afectó a la prevención y regulación de estos conflictos. Los conflictos pueden ser revocados, completados, solucionados o reemplazados por una decisión del Senado o por una ley adoptada por la mayoría especial descrita en el artículo 4 de la Constitución belga.
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[1] R. COOLSAET, (2008). Macht en waarden in de wereldpolitiek. Gent : Academia Press.

[2] J. CRAEYBECKX, J. & E. WITTE, (1981). Politieke geschiedenis van België sinds 1830. Standaard Wetenschappelijke Uitgeverij, Antwerpen, pp. 3-15.

[3] J. VANDE LANOTTE, J. & G. GOEDENTIER, (2003 ). Overzicht Publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 43.

[4] H. VAN IMPE, (1993). Grondwettelijk Recht . Kluwer Rechtswetenschappen België, E. Story-Scientia, Deurne, pp. 8.

[5] Para tener una visión detallada de la evolucion social belga y su influencia en la Constitución , ver: G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge.

[6] J. DUJARDIN, J. VANDE LANOTTE, (2003). Belgisch Publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 45.

[7] Así pues, se puede deducir de esto que, por ello, el legislador quería conservar los derechos y libertades únicamente para los belgas. Sin embargo, el artículo 191 de la Constitución contradice esta conclusión.

[8] Amparado por el artículo 8 de la Constitución : se debe tener la nacionalidad belga para ejercer los derechos políticos, en lo esencial el derecho de sufragio activo y pasivo y el derecho a ejercer una función política. La adquisición o pérdida de la nacionalidad belga consta en el Code on Belgian Nationality (28 junio 1984). En 1998, un segundo y cuarto párrafo fueron añadidos al artículo 8, lo que le dio al legislador la posibilidad de conceder el derecho de voto a los ciudadanos europeos que no tuvieran la nacionalidad belga, según los deberes internacionales y supranacionales vigentes en Bélgica.

[9] K. RIMANQUE, (2005). De grondwet toegelicht, gewikt en gewogen . Intersentia, Antwerpen, pp. 23.

[10] La reforma de la Constitución de 31 de enero de 1994, por la que se introduce el artículo 23, viene a regular la protección del derecho al empleo, la seguridad social, el derecho a una vivienda digna, el derecho a que se mantenga un medio ambiente saludable y el derecho a que sean satisfechas las necesidades culturales y sociales. Este desarrollo debe verse en el contexto de un cambio de concepto sobre el papel del Estado: considerando que, mientras el Gobierno se encontraba en un Estado mínimo en el siglo XIX, el siglo XX significó para éste una evolución hacia un Estado constitucional. Ver : M. VAN DAMME, (2008). Overzicht van het Grondwettelijk Recht . Die Keure, Brugge, pp. 349.

[11] Una declaración de intenciones para la reforma de la Constitución , el 30 de abril de 1999 y el 4 de mayo de 1999, introduciendo el artículo 22bis. Los derechos del niño se introdujeron tras un periodo de muchos escandalos de pedofilia, sobre todo desde la opinion pública.

[12] Como se confirma en el artículo 51.2 de la Carta , ésta no puede tener como efecto ampliar el ámbito de aplicación del Derecho de la Unión más allá de las competencias propias de la UE definidas en los Tratados.

[13] Título VII, Disposiciones generales, artículo 187.

[14] Ibidem, pp. 275.

[15] El artículo 53 de la Carta especifica el nivel de protección: “Ninguna de las disposiciones de la presente Carta podrá interpretarse como limitativa o lesiva de los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos, en su respectivo ámbito de aplicación, por el Derecho de la Unión , el Derecho internacional y los convenios internacionales de los que son parte la Unión , la Comunidad o los Estados miembros, y en particular el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, así como por las Constituciones de los Estados miembros”.

[16] Según la Constitución belga, la libertad de expresión y la libertad de prensa no pueden quedar sujetas a medidas preventivas. La Carta Europea de Derechos Fundamentales, siguiendo el artículo 10(2) de la Convención Europea de los Derechos humanos, no excluye el sometimiento de la libertad de expresión a medidas previas, aunque deben cumplirse algunas condiciones para que esto pueda tener lugar.

[17] M. VAN DAMME, (2008). Overzicht van het Grondwettelijk Recht . Die Keure, Brugge, pp. 345.

[18] Título VII, Disposiciones generales, artículo 187.

[19] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 279.

[20] ARREST VAN DER VINCK, nr 80 282 of 18 May 1999.

[21] M. VAN DAMME, (2008). Overzicht van het Grondwettelijk Recht . Die Keure, Brugge, pp. 435.

[22] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 289.

[23] Ibidem, pp. 291.

[24] B. HUBEAU, (1997). De ombudsfunctie . Die Keure, Brugge, pp.4.

[25] Una disposición constitucional es de aplicabilidad inmediata cuando se le puede dar efecto sin la ayuda de la legislación, y cuando no haya nada que indique que la legislación deba hacerla operativa .

[26] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 245.

[27] La sentencia Le Ski es una sentencia del Tribunal Supremo belga, de 27 de mayo de 1971, que afirma que un Tratado con efecto directo tiene predominio en el ordenamiento jurídico belga sobre las leyes del Parlamento federal, incluso cuando estas leyes sean más recientes que el propio Tratado. Ergo, cuando un conflicto aparezca entre una norma doméstica y una norma internacional con efecto directo en el ordenamiento jurídico interno, se seguirán las normas del Tratado. Este es el caso, por ejemplo, de la Convención Europea de los Derechos Humanos .

[28] Información más detallada sobre el funcionamiento de la Corte Constitucional se puede encontrar en www.const-court.be

[29] La presentación y la visión de conjunto del acuerdo de colaboración para crear la Comisión Belga de los Derechos Fundamentales puede consultarse en www.mensenrechten.be

[30] B. HUBEAU, (1997). De ombudsfunctie . Die Keure, Brugge, pp.3.

[31] El sitio web www.ombudsman.be da una vision global de los servicios del Defensor del Pueblo en Bélgica .

[32] Ver: L. VAN SLYCKEN, (1987), De formele bronnen van het Recht: publicaties, documenten en methodiek . Acco, Leuven. M. VAN DAMME, (2008). Overzicht van het Grondwettelijk Recht. Die Keure, Brugge, pp. 15 - 38. J. VANDE LANOTTE,& G. GOEDENTIER, G. (2001). Overzicht van het publiek recht: De rechtsbronnen. die keure, Brugge, pp. 71 - 80. H. VAN IMPE, (1993). Grondwettelijk Recht. Kluwer Rechtswetenschappen België , E. Story-Scientia, Deurne, pp. 141.

[33] Los Estatutos del Parlamento afirman que la regulación de las competencias de ambas Cámaras son parte de esta primera fuente del Derecho.

[34] Este órgano revisa leyes, decretos y ordenanzas en virtud del artículo 2 de la Constitución y los artículos 170, 172 y 191. Más adelante daremos más información sobre el Tribunal Constitucional.

[35] H. VAN IMPE, (1993). Grondwettelijk Recht. Kluwer Rechtswetenschappen België , E. Story-Scientia, Deurne, pp. 141.

[36] B. BOUCKAERT, M. VAN HOECKE, (2003). Inleiding tot het recht. Acco, Leuven, pp. 51.

[37] C. MALLIET, (2010). “Research Guide to Belgian Law”. Consultada el 27 de agosto de 2010 en http://www.nyulawglobal.org/globalex/Belgium1.htm .

[38] H. VAN IMPE, (1993). Grondwettelijk Recht. Kluwer Rechtswetenschappen België , E. Story-Scientia, Deurne, pp. 141.

[39] B. BOUCKAERT, M. VAN HOECKE, (2003). Inleiding tot het recht . Acco, Leuven, pp. 51.

[40] H. VAN IMPE, (1993). Grondwettelijk Recht. Kluwer Rechtswetenschappen België , E. Story-Scientia, Deurne, pp. 4-5.

[41] Supreme Court, 20 April 1950, Arrest Cassation. 1950, 517-519.

[42] G. ROBBERS, (2007). Encyclopaedia of World Constitutions . Infobase Publishing , New York .

[43] Fundado como un Estado unitario, Bélgica pasó a ser un Estado federal tras cinco reformas consecutivas de la Constitución (en 1970, 1980, 1989, 1993 y 2001). Una sexta reforma está siendo ahora negociada, para reducir más las competencias del Estado federal en favor de las Regiones y Comunidades.

[44] P. POPELIER, (2004). The law from a juridical view. Die Keure, Brugge, pp. 359.

[45] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 245.

[46] P. POPELIER, (2004). The law from a juridical view . Die Keure, Brugge, pp. 360.

[47] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 269.

[48] Muchos casos ante los Tribunales confirman este principio: ver Court of Justice, 13 November 1990, 106/89, Marleasing, Jur. 1990, 4135, Court of Justice 13 July 2000 Controsteel, Case C-456/98, Jur. 2000, I-6007.

[49] J. WOUTERS, & D. VAN EECKHOUTTE, (2004). De doorwerking van het internationaal recht in de Belgische rechtsorde: recente ontwikkelingen in een rechtstakoverschrijdend perspectief . Intersentia, Antwerpen.

[50] Arrest Le Ski / Smeerkaasarrest HvJ Z 6/64

[51] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 109.

[52] Ver el artículo 3 § 2 de la Ley Especial del Tribunal Constitucional. Fuente : G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 1427.

[53] G: GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 109.

[54] Ibidem, pp. 111.

[55] C. MALLIET, (2010). “Research Guide to Belgian Law”, consultada el 27 de agosto de 2010 en http://www.nyulawglobal.org/globalex/Belgium1.htm .

[56] G. ROBBERS, G. (2007). Encyclopaedia of World Constitutions . Infobase Publishing , New York .

[57] Ibidem

[58] Ibidem

[59] B. BOUCKAERT, M. VAN HOECKE, (2003). Inleiding tot het recht . Acco, Leuven, pp. 46.

[60] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 196.

[61] Artículo 34: el ejercicio de un poder especifico puede asignarse mediante un Tratado o mediante una ley a instituciones de Derecho internacional público.

[62] Sin embargo, el Comité de las Regiones sigue teniendo un papel poco relevante. Las mayores competencias atribuidas por el Tratado de Lisboa pueden potenciar su rol en el futuro.

[63] Información sobre Flandes y su relación con la Unión Europea puede encontrarse en: http://iv.vlaanderen.be/nlapps/docs/default.asp?fid=466 .

[64] Mayor información sobre la Dirección General de Asuntos Europeos y Cooperación puede encontrarse en: http://diplomatie.belgium.be/nl/over_de_organisatie/organogram_en_structuur/e/

[65] H. VOS, (2007). Besluitvorming in de Europese Unie . Story-Sciencia, Gent .

[66] Gran parte de este capítulo deriva de la web institucional del Tribunal Constitucional belga, redactada en neerlandés, francés, alemán e inglés: www.const-court.be

[67] El Moniteur belge o el Belgisch Staatsblad es el Boletín Oficial del Estado belga. Desde 2003, no hay una versión escrita, pero se puede consultar en su totalidad vía internet: http://www.ejustice.just.fgov.be/cgi/welcome.pl

[68] G. GOEDENTIER, J. VANDE LANOTTE, (2010). Handboek Belgisch publiekrecht . Die Keure, Brugge, pp. 104.

[69] F. GHERAART, & S. VAES, “Het Arbitragehof: quo vadis? jura falconis”, jg 38, 2001-2002, nr 1, p. 3-12. Puede consultarse en http://www.law.kuleuven.be/jura/art/38n1/boel.htm

[70] M. UYTTENDAELE, (2005). Précis de droit constitutionnel belge: regards sur un système institutionnel paradoxal. La nature du régime politique . Bruylandt, Bruxelles, pp. 180 – 262.

[71] C. MALLIET, (2010). “Research Guide to Belgian Law”, consultada el 27 agosto de 2010 en http://www.nyulawglobal.org/globalex/Belgium1.htm .

[72] J. CRAEYBECKX, & E. WITTE, (1981). Politieke geschiedenis van België sinds 1830. Standaard Wetenschappelijke Uitgeverij, Antwerpen, pp. 3-15.

[73] NN (N.D.), “The Belgian Monarchy”, consultado el 27 de agosto de 2010 en http://www.monarchie.be/monarchy-today

[74] Neohumanism (2010). “Voting system”, consultada el 27 de agosto de 2010 en http://neohumanism.org/v/vo/voting_system.html

[75] Ibidem

[76] J. VANDE LANOTTE, & G. GOEDENTIER, G. (2001). Overzicht Publiek Recht . Die keure, Brugge, pp. 276.

[77] Vande Lanotte ideó un modelo de Estado confederal belga integrado por cuatro regiones: la Flamenca , la Valona , Bruselas y la región de los habitantes de habla alemana. Aún así, debido al punto muerto en el que se encuentra esta cuestión hoy en día en el plano político, no se puede saber en qué dirección van a poder evolucionar las negociaciones.

[78] B. BOUCKAERT, M. VAN HOECKE, (2003). Inleiding tot het recht . Acco, Leuven, pp. 23.

[79] El Tribunal de Assize belga ( Holf van Asissen en holandés, Cour d'Assises en francés) se encuentra presente en cada provincia belga y en el distrito judicial de Bruselas. Entre las materias de las que se ocupa podemos citar los asesinatos y los casos de represión de la libertad de prensa. El jurado emite un veredicto, que podrá ser apelado ante el Tribunal Supremo.

[80] C. MALLIET, (2010). “Research Guide to Belgian Law”, consultada el 27 de agosto de 2010 en http://www.nyulawglobal.org/globalex/Belgium1.htm .

[81] B. BOUCKAERT, M. VAN HOECKE, (2003). Inleiding tot het recht . Acco, Leuven, pp. 22.

[82] Departement Vlaanderen Internationaal (n.d.). Conversion EU-directives. Consultada el 25 de agosto de 2010 en http://iv.vlaanderen.be/nlapps/docs/default.asp?fid=457 .

[83] “Do you want to know more about Belgium?” The link http://www.youtube.com/watch?v=Ceg6NQKHd70 proporciona una curiosa visión sobre la estructura política y la realidad belgas.

[84] El memorándum de los profesores de Derecho Constitucional Vande Lanotte & Van Parijs sugería un Estado confederal con cuatro Comunidades, todas con total competencia, de acuerdo con el modelo de Länder alemán.

 Bélgica: cambios continuos en una nueva estructura federal.


HUGUES DUMONT / SÉBASTIEN V A N DROOGHENBROECK / NICOLAS LAGASSE / MARC V AN DER HULST

La transformación de Bélgica de un estado unitario a uno federal es un fenómeno bastante reciente desde un punto de vista jurídico. Se inició en los años setenta y ha continuado en oleadas sucesivas en 1980, 1988-1989, 1993 y 2001. A pesar de los cambios recientes, sigue existiendo una presión política para que el gobierno nacional ceda mayores facultades. En la actualidad, nadie se aventuraría a predecir cuándo terminará este movimiento y qué forma tendrá el resultado.
Los cambios ocurridos en Bélgica desde 1970 tienen ciertas similitudes con la evolución de la Unión Europea, pero a la inversa. Ambos han sido movimientos pragmáticos que avanzan por pequeñas etapas sin un objetivo definido claramente desde un principio, con la principal diferencia de que la UE se ha vuelto más centralizada, mientras que Bélgica se ha descentralizado.


El federalismo belga tiene cuatro rasgos fundamentales: disociación, superposición, asimetría y naturaleza dual. Estas características fueron importantes en 1970 y lo siguen siendo hoy.

Disociación. A diferencia de la mayoría de las principales federaciones, el federalismo belga no parece derivarse de la asociación de entidades políticas antes soberanas, sino de la cesión de un estado antes unitario. La naturaleza centrífuga de este desarrollo explica ciertos aspectos de la distribución de facultades entre el estado federal y las diversas "entidades federadas". Las entidades federadas sólo poseen las facultades que se les han otorgado expresamente; el resto de las facultades corresponden al estado federal.
 Originalmente, se preveía que esta distribución de facultades se revirtiera. No obstante, esta inversión requeriría la identificación formal de las facultades otorgadas al orden federal, lo que en el futuro restringiría la capacidad del gobierno belga para actuar en nuevas áreas de jurisdicción. Se consideró que esta inversión de las facultades residuales era demasiado riesgosa para la agenda política actual. 
La distribución de poderes se basa en el principio de exclusividad jurisdiccional –es decir, para cada asunto, está asignada una sola autoridad (ya sea el orden federal o las unidades constitutivas) para "legislar, ejecutar y financiar"– y por lo general excluye las jurisdicciones traslapadas. Quedan, empero, algunas excepciones a esta regla y acuerdos al respecto.

Superposición. Bélgica se distingue de los modelos federales clásicos en que tiene dos tipos distintos de entidades políticas federadas: las comunidades lingüísticas y las regiones territoriales. Las tres comunidades son la de habla flamenca, la de habla francesa y la de hala alemana. El "fenómeno de las comunidades" fue consecuencia de las demandas de los flamencos y tiene sus orígenes en la situación de minoría en la que se colocó al idioma y la cultura flamencas en el siglo XIX y principios del XX. Las responsabilidades de las comunidades incluyen asuntos políticos, "personales" –es decir, asuntos que tienen que ver con las relaciones entre individuos, con la protección a los jóvenes– y, con algunas excepciones, la educación y el uso del idioma.

También hay tres regiones: la flamenca, la valona y la de Bruselas Capital. 

El "fenómeno regional" se introdujo como respuesta a la presión de los valones en el sur del país. Los políticos del sur reaccionaron ante la antigüedad y el declive de la economía valona en los años sesenta buscando mayor control y autonomía económicos. Por medio de reformas sucesivas, las regiones han recibido facultades como la ordenación del suelo en un sentido amplio (por ejemplo, medio ambiente y uso de suelo) política económica (por ejemplo, empleo comercio exterior y agricultura) y la organización y control de entidades políticas descentralizadas (por ejemplo, provincias y municipios).

Cada comunidad y región tiene una legislatura, llamada concejo, y un poder ejecutivo, denominado gobierno. 

Como resultado, el número de legisladores en el federalismo belga ha aumentado considerablemente y, en consecuencia, lo mismo ha ocurrido con las posibilidades de conflicto entre sus facultades. Para resolver estos conflictos, se creó un tribunal constitucional (Cour d'arbitrage/Arbitragehof) en 1980. 
Asimismo, las entidades federadas y el estado federal pueden celebrar acuerdos de cooperación para superar los desacuerdos. De ser necesario, las leyes especiales de reforma institucional pueden obligar a la celebración de dichos acuerdos de cooperación.

Asimetría. El federalismo belga también se caracteriza por la asimetría, que genera y permite diferencias en la organización y las facultades de las entidades políticas federadas. Como ejemplo, la categoría de la región de Bruselas Capital no es la misma que la de las otras dos regiones; en ciertos asuntos, sigue estando bajo el control del estado federal.
 Otro ejemplo e que, al amparo del artículo 137 de la Constitución, los concejos de las comunidades francesa y flamenca pueden asumir las facultades de las regiones valona y flamenca, respectivamente. Esta "fusión" se ha llevado a cabo en Flandes, pero no en el sur.
La Constitución también permite que la comunidad francófona transfiera el ejercicio de algunas de sus facultades a la región valona, en la parte del país donde sólo se habla francés, y a la Comisión Comunitaria Francesa (Commission communautaire française) en Bruselas. Alunas de estas transferencias ya se realizaron, lo que significa que las facultades de las comunidades ya no son idénticas en el norte y el sur del país.

Naturaleza dual. Por último, el federalismo belga tiene una naturaleza dual (la bipolarité). La evolución jurídica de toda federación está determinada por las fuerzas sociales presentes en el país.

Como otra demostración de su diferencia de otras federaciones, la fuerza en Bélgica tiene un naturaleza dual distintiva, donde los dos asociados son las comunidades flamenca y francófona.

Estas fuerzas y las tensiones que generan son los verdaderos motores de la evolución institucional belga. En vista de ello, las sucesivas reformas institucionales se han formulado como soluciones pragmáticas y consensuales a las crisis, y no como una secuencia de avances previstos hacia un objetivo claro y preestablecido. La complejidad de las instituciones belgas obedece a este pragmatismo. Sin embargo, esta complejidad también es el precio que se ha debido pagar para evitar conflictos más extremos entre las comunidades.

  

El federalismo belga y las relaciones exteriores: entre la cooperación y el pragmatismo

FRANÇOISE MASSAR T -PIÉRARD / PETER BURSENS

La federación belga es un caso muy especial, en gran medida debido a la organización de sus relaciones exteriores. El tema subyacente en el federalismo belga se basa en la tensión que existe entre las disposiciones constitucionales, por un lado, y la organización práctica de la formulación de sus política exterior, por el otro.

Bélgica pasó de ser un Estado unitario a ser un país absolutamente federal en un periodo de 30 años, desde alrededor de 1960 hasta 1993. Sin embargo, aunque la Constitución Federal de 1993 fue un hecho de importancia fundamental, el pueblo belga todavía vive un continuo debate sobre nuevas mejoras en la arquitectura federal. No obstante, los fundamentos constitucionales de Bélgica ya han sido establecidos. 
Consisten de un orden federal y un doble orden federado de tres comunidades – la comunidad francesa, la comunidad flamenca y la comunidad de habla alemana – y tres regiones – la región flamenca, la región valona y la región Bruselas Capital, que tiene un estatus especial. 

El doble orden subnacional refleja la heterogeneidad cultural de la población belga y la diversidad económica de su territorio. Las comunidades son responsables de las políticas de educación, cultura, medios de comunicación, lengua y atención médica preventiva; las regiones, de las políticas de transporte, industria, empleo, espacio y planeación estructural, medio ambiente, agricultura y comercio. El orden federal se ocupa de las políticas en las áreas de seguridad social, justicia, asuntos nacionales y defensa.

El federalismo belga es una variante del federalismo legislativo, lo cual significa que la autoridad gobernante con competencia legislativa sobre un campo determinado también tiene jurisdicción administrativa sobre él. Más que estar basada en el principio de jerarquía, la Constitución Federal prevé que las leyes federales y regionales tengan un estatus equivalente. 
Esta ausencia de jerarquía también tiene implicaciones importantes en la forma en que la federación belga cumple con los acuerdos y reglamentos internacionales de carácter obligatorio, y significa que cada autoridad tiene que formular e implementar las políticas internacionales de su competencia. Esto es conocido como el principio de in foro interno, in foro externo.

Fuera del contexto internacional, el hecho de que las unidades constitutivas manejen políticas exteriores autónomas no representa demasiado problema en el terreno de las facultades exclusivas. Los aspectos internacionales de la política de educación, por ejemplo, son manejados de forma separada por las tres comunidades, tanto en términos de representación internacional como en cuestión de suscripción de tratados. 
Sin embargo, la Constitución belga divide las responsabilidades de muchas de las políticas, haciendo que las diferentes unidades constitutivas sean responsables de distintos aspectos de una misma política. Por ejemplo, las directrices europeas sobre el medio ambiente comprometen simultáneamente las competencias de las tres regiones y del orden federal. Estas competencias mixtas proporcionan un primer marco contextual importante para la organización práctica de las relaciones exteriores de la federación belga.

El segundo factor determinante es el contexto internacional. Mientras que el número de entidades regionales y sus actividades crecen día a día en el escenario global, tanto los estados unitarios como las organizaciones y entidades multilaterales aún basan sus políticas y su organización de forma predominante en el longevo modelo del Estado nación unitario. Sin embargo, amplias facultades de las regiones y comunidades belgas en materia de relaciones internacionales colocan a sus socios extranjeros en un dilema.
 Los organismos extranjeros tienden a ver al gobierno nacional belga como su principal interlocutor. Por tanto, las dimensiones internacionales de las relaciones entre unidades constitutivas belgas y organismos extranjeros son un segundo factor contextual importante que debe tomarse en consideración en el sistema federal de Bélgica.

Sin embargo, tanto las características nacionales del federalismo belga como las prácticas internacionales han servido para flexibilizar los principios constitucionales de las relaciones exteriores belgas. En esencia, lo que ha ocurrido ha sido una evolución de una forma dual y competitiva de federalismo que ha desembocado en una variante de federalismo cooperativo, combinado con una gran dosis de pragmatismo. 
La cooperación entre las unidades federadas, así como la que se da entre las unidades constitutivas y la autoridad federal, es fundamental en los casos de jurisdicción concurrente y de organizaciones multilaterales clásicas. Éste es el caso particularmente de sus relaciones con la Unión Europea, que cubren una gran variedad de campos de políticas. Como resultado, se han establecido mecanismos de coordinación extensivos para evitar la confusión y garantizar que un negociador único defienda una postura única a nivel internacional.

Aunque a veces los mecanismos de coordinación conllevan reglamentos procesales muy detallados, el pragmatismo se mantiene como rasgo esencial de las políticas exteriores de Bélgica. Dicho pragmatismo surgió porque el federalismo en Bélgica fue adoptado como un mecanismo para asegurar que los intereses de todos los socios fueran servidos de manera óptima. Para alcanzar esta meta, los socios fueron aprendiendo a aproximarse a las relaciones internacionales de manera pragmática. Se ha visto que el éxito de la representación internacional de los intereses de las unidades constitutivas belgas requiere que participen todas las unidades interesadas cuando sea necesario. 
Pero esto también significa que cuando los socios internacionales o las organizaciones multilaterales insisten en que se debe tener una sola postura o representación belga, los socios nacionales internos deben entender que se conseguirán mejores resultados a través de un enfoque flexible, de la negociación y de la voluntad de designar a un único representante belga.

Finalmente, esta actitud cooperativa y pragmática ha resultado en el buen entendimiento entre las unidades federadas, que determinaron que un antagonismo mutuo sólo sirve para reducir sus probabilidades de éxito en el escenario internacional. En cambio, la cooperación con el gobierno federal reditúa mucho más, porque permite el aprovechamiento óptimo de su pericia diplomática y sus redes en el extranjero. En cierto sentido, este entendimiento ha desplazado los conflictos internos por la escisión lingüística entre Flandes y Valonia hacia una situación en que división entre las unidades constitutivas y el gobierno federal es sistémica. La escisión entre el gobierno federal y las unidades constitutivas se vuelve especialmente visible en materia de relaciones exteriores.

Está claro que el federalismo belga tiene rasgos institucionales únicos difíciles de entender para sus socios extranjeros. No obstante, las realidades del ámbito externo del país constituyen un factor significativo en la formación gradual de un enfoque cooperativo y pragmático en la organización de las relaciones exteriores entre las unidades constitutivas y el gobierno federal, y por tanto, para la federación belga en su totalidad. 
Aunque existen disposiciones constitucionales y detallados mecanismos de coordinación, el enfoque flexible, pragmático e informal se ha convertido en un elemento crucial de la política exterior belga. Esto sólo podrá funcionar de manera eficaz cuando las unidades constitutivas apoyen al sistema federal de gobierno.