Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

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martes, 13 de septiembre de 2016

329.-Ex libris de personas famosas.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

Ex libris es una locución latina que significa literalmente, de entre los libros de, es decir, libro procedente de entre los libros de una biblioteca pública o privada.
Un ex libris es una marca de propiedad que normalmente consiste en una estampa, etiqueta o sello que suele colocarse en el reverso de la cubierta o tapa de un libro, y que contiene el nombre del dueño del ejemplar o de la biblioteca propietaria. El nombre del poseedor va precedido usualmente de la expresión latina ex libris (o también frecuentemente ex bibliotheca, o e-libris), aunque podemos encontrar variantes (p. ej. "Soy de..." o similares).

ex libris erótico
Características

Además de la leyenda que acredita la pertenencia del libro a una biblioteca personal o institucional, por lo general el ex libris exhibe también alguna imagen. Los ejemplos más antiguos emplean escudos heráldicos; posteriormente predominan imágenes de contenido alegórico o simbólico (muchas veces acompañadas de algún lema). La tipología de las imágenes se ha ido diversificando mucho: abundan por ejemplo las relacionadas con la profesión, actividad, gremio o afición del dueño, también se encuentran muchos de contenido erótico (que habitualmente señala la pertenencia del ejemplar a una colección especializada en esa temática), de tema "macabro" (con esqueletos o calaveras alusivos al paso del tiempo y a la muerte), monogramas, etc. Son frecuentes también los motivos relacionados con el mundo del libro y las bibliotecas.

Ex libris erótico


En cuanto a la elaboración de los ex libris, las técnicas empleadas han ido evolucionando y son muy variadas: antes de la invención de la imprenta los ex libris consistían sólo en una anotación manuscrita; desde el siglo XV se han venido usando las diversas técnicas de grabado o estampación relacionadas con las artes del libro (xilografía, calcografía... y después también litografía, serigrafía, fotograbado, etc.); a estos procedimientos tradicionales se añaden hoy el diseño e impresión por ordenador o la reproducción fotográfica. También se emplean sellos de caucho o en seco (producen una estampación en relieve).
Una variante es la conocida como superlibros: en esta ocasión la marca escrita de propiedad y la imagen (usualmente heráldica) figuran en la encuadernación del ejemplar (estampados por gofrado sobre la encuadernación en piel, bordados sobre una encuadernación en tela...).

EX-LIBRIS HERÁLDICOS

Los ex libris personalizados propiamente dichos fueron al principio de tipo heráldicos en su mayoría, la heráldica es tanto una ciencia como un arte, el cual sigue un conjunto de reglas y normas, pero que se basa esencialmente en crear simbologías que identifique personas, linajes, jerarquías, poblados, territorios y otros. Pero no es cualquier simbología sino que está fundamentada en la armería y los escudos de armas, cuentan a su vez con cuatro componentes indispensables el primero es el campo que viene siendo propiamente el escudo en todo su tamaño, el segundo son las señales o muebles que es la manera como se divide o se fracciona el campo creando figuras geométricas o formas en su interior, el tercero son los esmaltes o colores que por la época (edad media) correspondían a los tonos metálicos oro y plata y los colores azul eléctrico, negro, rojo, verde y morado; por último los ornamentos exteriores al campo que son todos aquellos detalles que decoran las alrededores del escudo generalmente son coronas, yelmos, cintas, banderas, espigas, cordones, y cualquier otro

Tiene sentido que los primeros ex libris fueran de este tipo puesto que no todo el mundo tenía acceso a los libros en aquel periodo histórico, sino que solo las familias nobles, la jerarquía eclesiástica y otras organizaciones religiosas eran poseedores de bibliotecas o colecciones de libros, estos ya tenían preestablecido un escudo familiar o representativo de la organización con el cual identificaban su propiedad, que pasaba a formar parte del ex-libris.



Ernest Hemingway


Stefan Zweig

Autor: Ephraim Moses Lilien († 1925)
Descripción: Ex libris Stefan Zweig
Fecha: Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Ephraim Moses Lilien (Drohobycz, Galitzia, 1874 - Badenweiler, Alemania, 1925) fue un fotógrafo y artista gráfico e ilustrador versado en el estilo modernista, destacándose particularmente por cultivar las temáticas judía y sionista.
Lilien estudió pintura y técnicas gráficas en la Academia de Bellas Artes de Cracovia y también en la Academia de Viena (1890-1892).​ Se lo conoce como el artista judío más estrechamente ligado al modernismo en Alemania. Tal corriente artística emergió de la Secesión Europea a fines del siglo XIX y continuó floreciendo hasta las postrimerías de la Primera Guerra Mundial.
Entre 1895 y 1898, Lilien vivió en Múnich, donde realizó ilustraciones para el periódico Die Jugend.​ Fue el título de dicho periódico el que le dio su nombre al movimiento modernista alemán, que en lengua teutona se conoce como Jugendstil.
En 1900, Lilien presenta su obra individualmente en exposición que tiene lugar en el Kunsthalle Bayer en Leipzig.

En lo que respecta a afinidades con la obra de otros artistas, M.S. Levussove recuerda que la obra de Lilien ha sido asociada con aquella de Aubrey Beardsley y, si bien existen evidentes puntos en común en el plano técnico, Levussove no duda por otra parte en afirmar que si el trabajo de Beardsley es "brillante", lo es con "la fosforescente luz de la decadencia"; en tanto que "Lilien brilla con la luz de un pueblo rejuvenecido y que crece."
Como parte del movimiento modernista, Lilien produjo gran cantidad de ilustraciones para periódicos y revistas, ex libris y afiches. Los libros que ilustró incluyen Judá (1900), volumen de poesía con temática bíblica escrita por su amigo cristiano Börries Freiherr von Münchausen;8​ Canciones del gueto (Lieder des Ghetto, 1903), libro con poemas en yidis de Morris Rosenfeld traducidos al alemán;​ y los tres volúmenes de Los Libros de la Biblia (Die Bücher der Bibel, 1908).

Particularmente en Judá, algunas de las composiciones de Lilien son osadas, sensuales y sugestivas; en su momento, esas y otras imágenes por Lilien conmocionaron y deleitaron a los lectores, asegurando su fama ya en 1906.​ Sus ilustraciones para Los Libros de la Biblia fueron muy apreciadas.
La obra de Lilien con frecuencia recrea y revitaliza la imaginería judaica a partir del estilo modernista, dando lugar a imágenes sutiles y refinadas.​ Ejemplo de ello es su obra titulada La reina del Sabbath.
Desde los comienzos de su labor, Lilien se interesó por el simbolismo y también por el orientalismo, cuyas características son detectables en su obra. Sin embargo, la característica más importante y determinante en la obra de Lilien es aquello que Levussove denomina su "naturaleza hebraica".
Como artista, Lilien gozó de gran popularidad en su tiempo. Frecuentemente, es también recordado como "el primer artista sionista".​ Lilien fue uno de los artistas judíos más significativos e influyentes del siglo XX, siendo además miembro y fundador de la Academia de Arte y Diseño "Bezalel" en Jerusalén. En dicha institución trabajó como docente en 1906.

Acerca de la transformación en la identidad hebrea en tiempos del modernismo y sobre la importante contribución de Lilien al respecto, escribe Levussove en 1906:

De todos los fenómenos psicológicos de la historia, acaso el más notable pueda encontrarse en el intenso renacimiento nacional experimentado [...] por un antiguo pueblo: los judíos. Por siglos sin hogar y dispersos, en muchos países confinados en guetos, sin libertad de expresión, ocupación o pensamiento, se podría haber esperado de ellos la pérdida de todo espíritu nacional. [...] Y, no obstante, el alma judía, lejos de haberse extinguido, se está actualmente despertando en una [...] nueva actividad y [...] esfuerzo creativo. No sólo sus recientes trabajos han hecho avanzar al movimiento político sionista, sino también considerable cantidad de literatura, teatro y arte. Al levantarse, el sol de Sion arroja su luz sobre todo lo judío, y dicha luz es reflejada en los miles de trabajos de los más jóvenes intelectuales judíos. [...] Lilien es uno de ellos [... y] ha emitido un mensaje nacional a través de la forma plástica. [...] Expresa sufrimiento nacional y esperanzas nacionales.

Miembro del movimiento sionista, Lilien emprendió numerosos viajes a la Tierra Santa y el Oriente Próximo, especialmente entre 1906 y 1918.16​ Estando allí produjo una importante serie de fotografías y grabados que le permitieron retratar tanto a judíos como a árabes en sus atuendos tradicionales. Algunas de esas fotografías constituyen valiosos referentes para describir la Tierra Santa en épocas del dominio otomano.

Su obra fue exhibida en la Galería Sydney Phillips de Nueva York en 1923.​ Lilien murió en Badenweiler en 1925.
En 1943, el Keren Kayemet, también conocido como Fondo Nacional Hebreo,​ imprimió varias estampillas en las que figuran trabajos gráficos de Lilien.​ El Estado de Israel también incluyó su imaginería en estampillas oficiales de ese país (1951, 1977 y 1982).​ 
Peter Jacob Maltz tiene la obra de Lilien como importante referente y fuente de inspiración en su quehacer artístico. En la ciudad de Jerusalén, una calle del barrio de Nayot lleva su nombre; en Tel Aviv también existe una calle dedicada a Lilien y se encuentra al noreste de la Plaza Itzak Rabin.




Scott Fitzgerald


Greta Garbo


pablo picaso




Pavarotti


Siegmund freud


El ex libris de la biblioteca de Freud presentaba una imagen de Edipo frente a la Esfinge. Entre las dos figuras es evidente en las letras griegas que muestran la dirección de Edipo Rey de 1585 de Sófocles:

"ὄς τὰ κλείν᾽αἰνίγματ᾽ᾔδει καὶ ἦν κράτιστος ανήρ" 

"He aquí quien resolvió el enigma y fue el más poderoso entre los hombres".


ex-libris del escritor charles baudelaire


Cecilia de Mecklemburgo-Schwerin (en alemán  Cecilie Auguste Marie Herzogin zu Mecklenburg (-Schwerin); Schwerin, 20 de septiembre de 1886-Bad Kissingen, 6 de mayo de 1954) fue princesa consorte heredera de Alemania y Prusia como esposa del príncipe Guillermo, príncipe heredero de Alemania  y  de Prusia.

Hermann Joseph Otto Hubert August Constantin Hupp (nacido el 21 de mayo de 1859 en Düsseldorf ; fallecido el 31 de enero de 1949 en Oberschleißheim ) fue un heraldista , artista gráfico , pintor , coleccionista y cazador alemán.


Un ex libris con  sello de la biblioteca privada del emperador alemán Guillermo II, dibujado por Emil Doepler 'el menor'. Un ex libris sello indica la propiedad.

Nota: Emil Doepler "el joven" (29 de octubre de 1855 en Múnich – 21 de diciembre de 1922 en Berlín) fue un ilustrador Art Nouveau alemán así como también artista decorativo y profesor de arte. Emil Doepler fue hijo de Carl Emil Doepler, pintor, artista, y diseñador de vestuario.

Author Lewis Carroll’s bookplate.



anllela hormazabal moya


francia vera valdes

El general Sir Harry Beauchamp Douglas Baird  (4 de abril de 1877 - 2 de julio de 1963) fue un oficial británico del Ejército Británico de India.


anllela hormazabal moya


Ex libris Dr. Rudolf Neumann.

Grabado  1904
15,4 x 9,6 cm
Adquisición de la colección Riquer, 1921
Num. de catálogo: 
160545-G

Siglo: XX
Fotograbado en color sobre papel
Tema: Alegoría

Artista Alexandre de Riquer
Calaf, 1856 – Palma, 1920


Los ex-libris de Alexandre de Riquer, son pequeñas obras de arte, en Cataluña, ex-libris y Alexandre de Riquer son conceptos inseparables.
Alexandre de Riquer no sólo introdujo el ex-libris moderno en Cataluña, también fue el primero en promoverlo a través de publicaciones como Luz (1898) o Joventut (1900) y de dignificarlo por medio del grabado calcográfico.
Riquer fue el primer artista catalán que publica un libro con ex-libris (1903) que recoge su producción hasta aquel momento. El libro fue prologado por el prestigioso artista modernista Miquel Utrillo.

Obra y significado:
En el periodo 1902-1904 Lluís Yebra cataloga hasta 142 ex-libris de los que recogemos en esta pagina una buena parte. Algún otro autor llega a mencionar la cifra de 200, aunque esta parezca una cifra exagerada.
A partir de esta última fecha, Riquer se decanta hacia un estilo más clásico para la parte central, lo que constituye el núcleo de sus diseños, manteniendo en cambio el diseño modernista del entorno dentro de su línea tradicional. Por otra parte, Alexandre de Riquer  se orienta hacia mayores formatos y en cuanto a la técnica generaliza el uso del aguafuerte. 
Desde sus primeras creaciones, Riquer se adaptó perfectamente a la filosofía que presidía en aquella época la elaboración de ex-libris: comprendió el valor alegórico de los ex-libris, un poco en la línea de los antiguos blasones.
Incluyó dentro de sus diseños los temas favoritos de su época (figura femenina, vegetales, flores, fauna, paisaje), siempre con una extraordinaria elegancia. La mujer es una figura normalmente presente en buena parte de su producción; puede tratarse de figuras femeninas en actitudes diversas, vestidas o desnudas, a veces en actitudes sensuales. Uno de los ejemplos en que podemos apreciar detalles de innegable sensualidad es el de los ex-libris que realizó para Pau Font de Rubinat, especialmente en el titulado “De la llibreria de Pau Font de Rubinat”.

Desde el punto de vista formal:

Eliseu Trenc divide la obra de Riquer en cinco grupos.
El primer grupo al que pertenecen los ex-libris de Rafel Patxot, Joan Llongueras y otros son muy alargados y contienen una forma femenina elegante alegórica en primer plano sobre un fondo de árboles por donde corre un río. Riquer expresa con estas imágenes la poesía de una naturaleza melancólica.
El segundo grupo formado por ex-libris como los de Manuel de Montoliu, Eudald Thomas y otros, son de forma circular u ovalada con un elemento figurativo en el centro, estando el exterior del círculo decorado con motivos florales que rodean el nombre del propietario y el texto si existe.
El tercer grupo, el de los ex-libris de Emili Cabot y R. Casellas es de formato rectangular más tradicional sin elementos decorativos y figuras como rostros y cuerpos femeninos.
El cuarto grupo que incluye los ex-libris de Paquita, Rita Benapres, Miquel Utrillo y otros es el más original i moderno y está integrado por unos pocos elementos florales con dos o tres colores.
Finalmente, el quinto grupo al que corresponden ex-libris como los de Carl Neumann, Anton Dalmau y ex-musicis como el de F. Lliurat se compone de marcas de mayor medida de aguafuertes que generalmente presentan un medallón central ovalado con una alegoría rodeado de ninfas y follaje. Estos ex-libris tardíos, los últimos de Riquer, datan de 1907 a 1914.

Creador de una escuela de exlibristas:
Riquer fue el creador de una brillante escuela de ex-libristas cuyos discípulos fueron artistas tan importantes como J. Triadó, J. Renart, J. Dieguez, J. Llongueras, F. Galí, E. Moya, que se cuentan actualmente entre los ex-libristas más reconocidos.
Hasta Eugeni d'Ors, el creador del Noucentisme (Movimiento artístico sucesor y enfrentado al Modernismo) reconoció al estudio de Riquer en Barcelona su calidad de "único seminario de verdadero arte en Barcelona".

La valoración actual de la obra de Riquer:

Los ex-libris de Alexandre de Riquer son cada vez más apreciados entre los especialistas de todo el mundo, como lo evidencian el éxito de las exposiciones realizadas cada vez con más frecuencia, como la que se realizó en Ortona -  Italia - (1993), la Exposición de la Caixa de Terrassa (2000) o el incremento continuo de la bibliografía sobre Alexander de Riquer.
También contribuyen a esta difusión diversas webs, además de estas páginas que tenemos la satisfacción de presentar y que se irán ampliando en el futuro.


Riquer e Ynglada, Alexandre de. Conde de Casa Dávalos (VII). Calaf (Barcelona), 3.V.1856 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 13.XI.1920. Dibujante, pintor, grabador y poeta.

Hijo de una familia aristócrata que se exilió a Francia a raíz de la Tercera Guerra Carlista. Su padre, Martín de Riquer y de Comellas, VI conde de Casa Dávalos y VI marqués de Benavent —Barcelona, 1820 – Torre Bassolls (Castellfollit de Riubregós, Barcelona—, 1888) había participado en las dos primeras guerras carlistas, mientras que su madre, Elisea Ynglada y Moragas, pertenecía a una familia de intelectuales y artistas.

Alexandre de Riquer casó en 1885 con Dolors Palu González de Quijano, de cuya unión nacieron nueve hijos. Había iniciado sus estudios en Tolosa, para continuar después en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona donde fue discípulo de Tomàs Padró, Claudi Lorenzale y Antoni Caba. Antes que nada, dibujante litógrafo, se dedicó también al diseño aplicado a las industrias artísticas —mobiliario, pavimentos, bordados y encajes, vidriería, joyería...—, trabajando en algunas de las firmas más destacadas del premodernismo y el Modernismo catalán como las Industrias Artísticas de Francesc Vidal Jevellí o los talleres de joyería y orfebrería Masriera, e incluso en un taller propio que fundó con su primo, Manuel de Riquer, en 1892.

Asimismo colaboró como ilustrador en diversas publicaciones —La Ilustración Artística, la colección Arte y Letras, Luz o Joventut, estas dos últimas ya plenamente modernistas—. En 1893 fue también uno de los fundadores del Cercle Artístic de Sant Lluc, entidad cultural de carácter católico mientras cultivaba una pintura religiosa de tono simbolista. En 1894, durante una estancia en Londres pudo conocer de cerca la pintura y el arte decorativo de los prerrafaelitas, influencia decisiva para Riquer y su obra desde entonces. Desde finales de siglo se convirtió también en el cartelista más famoso de Cataluña y sus obras fueron reproducidas en las principales publicaciones extranjeras especializadas como Les maitres de l’affiche (1897 y 1900). Son muy conocidos sus carteles para la Tercera Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas, de Barcelona, de 1896, de sabor neomedieval o el del Salón Pedal (1897), presidido por una joven en bicicleta, ya muy Art Nouveau. Como dibujante destacó también en su vertiente de exlibrista, especialmente como grabador aguafortista, técnica que recuperó y difundió desde su taller de la barcelonesa calle de la Frenería junto al ábside de la Catedral, frecuentado por numerosos discípulos y artistas coetáneos.

Como pintor destacó por su intervención en la basílica de la Abadía de Montserrat, en la decoración del Instituto Industrial de Terrassa y en diversas viviendas particulares del Ensanche barcelonés, siempre dentro de su estilo floral Art Nouveau. Pero donde Riquer demostró ser un perfecto representante del arte total modernista o mejor dicho, de su característica integración de las artes, fue en su decoración de la antesala del Círculo del Liceo barcelonés, sala para la que diseñó desde el pavimento hasta el mobiliario y sus complementos, la pintura decorativa de techos y sobrepuertas, los cristales grabados al ácido y el tapizado de las paredes.

Esa estrecha integración es también evidente en su labor editorial, puesto que Riquer cultivó a la par la poesía, y se ocupó de la ilustración y/o ornamentación de algunos de sus libros poéticos, fundiendo así literatura y dibujo, como en el caso de Crisantemas (1897) y Anyoranses (1901), publicados respectivamente en 1898 y 1902, y en los cuales Riquer se declara notablemente influido por la estética simbolista y el japonismo imperante en Europa, visible incluso en el formato de dichos libritos, de un gusto floral muy refinado, que nos recuerdan los “makemonos” japoneses.

Tras haber sido uno de los más destacados representantes del Modernismo catalán, y probablemente el mejor representante del artista polifacético y global, Riquer desde 1911 se dedicó casi exclusivamente a la pintura hasta que en 1920 falleció en Palma de Mallorca.

Su obra como cartelista, exlibrista e ilustrador se conserva en el Museu Nacional d’Art de Catalunya.

 

Bibl.: VV. AA., Alexandre de Riquer. L’home, l’artista, el poeta, Comissió organitzadora de l’homenatge a Alexandre de Riquer, Barcelona, Comissió Organitzadora de l’Homenatge a Alexandre de Riquer, 1978; J. L. de Yebra, Alexandre de Riquer i l’exlibrisme, Barcelona, Publicacions i edicions de la Universitat de Barcelona, 1983; P. Vélez, El llibre com a obra d’art a la Catalunya vuitcentista. 1850-1910, Barcelona, Biblioteca de Catalunya, 1989; M. de Riquer, Quinze generacions d’una família catalana, Barcelona, Quaderns Crema, 1998; E. Trenc, Alexandre de Riquer, Barcelona, Caixa de Terrassa-Lunwerg Editores, 2000.




anllela hormazabal moya


George Washington  (Westmoreland, Virginia, América británica, 22 de febrero de 1732-Mount Vernon, Virginia, Estados Unidos, 14 de diciembre de 1799)​ fue el primer presidente de los Estados Unidos entre 1789 y 1797​ y comandante en jefe del Ejército Continental revolucionario en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783).  En los Estados Unidos se le considera el padre de la Patria.​ 

Escudo de armas de la familia de George Washington: Argent, two bars beneath three mullets Gules.

Traducción más o menos literal:
De plata, dos fajas debajo de tres estrellas de cinco puntas de gules.
Traducción que yo prefiero:

De plata, dos fajas de gules acompañadas en jefe de tres estrellas de cinco puntas  de gules colocadas en faja.

Itsukushima Shrine.


Jean Grolier, 'The Prince of Bibliophiles'


EN LA HISTORIA DEL LIBROS, no se encuentra figura más interesante y brillante que la de Jean Grolier de Servières, vizconde de Aguisy. Tesorero general de Francia, embajador ante la corte de Roma y bibliófilo, su vida constituye una expresión completa y personificada del elevado sentimiento literario de su época. Grolier nació en Lyon en 1489 o 1490.(1) 

Su familia era de ascendencia italiana, originaria de Verona; su padre, Étienne Grolier, caballero de la corte de Luis XII de Francia y tesorero del rey en el ducado de Milán. A una edad temprana, Grolier fue presentado en la corte francesa por su padre, donde pronto atrajo la atención, tanto por su aprendizaje como por su talento como financiero. Bajo Francisco I ocupó el cargo de intendente del ejército en el país milanés. Regresó a Francia después de la batalla de Pavía,
Durante su estancia en Roma, Grolier comenzó a coleccionar una biblioteca. A su regreso a Francia, fue nombrado primero Tesorero del Rey para los distritos de Outre-Seine y L'Ile-de-France, y luego Tesorero General de Finanzas, cargo que ocupó hasta su muerte, demostrando capacidad y integridad en su administración del dinero público, y, a pesar de las acusaciones maliciosas que se hicieron contra él, triunfando completamente sobre sus enemigos. Murió en París el 22 de octubre de 1565, a la edad de unos setenta y cinco años, y fue enterrado en la iglesia de St. Germain des Prés, cerca del gran altar.

El interés que despierta el nombre de Jean Grolier en la mente de la posteridad tiene mucho menos que ver con su distinción y méritos personales como financiero que con su pasión por los libros. Amaba los libros como hombre de letras, como artista y como aficionado. Tanto en París como en Italia, tuvo muchos amigos cálidos entre los hombres eruditos y los hombres de letras de su tiempo, a quienes otorgó una protección generosa y delicada. Le unían también lazos de interés común y simpatía de quehaceres con los impresores más famosos de la época. Garuffi, Étienne Niger y Budé le dedicaron libros. Fue Grolier quien hizo que los Aldine imprimieran el tratado De Asse de Budé en 1552. 

Un ejemplo en vitela de este volumen, el que se presentó a Grolier y trajo 1500 francos en 1816 en la venta de MacCarthy, luego llegó a Inglaterra. También se ven dedicatorias a Grolier al comienzo de un Suetonius impreso en Lyon en 1518, de un libro de Étienne Niger sobre literatura griega (Milán, 1517) y de otras obras diferentes. En muchos escritos de la época, se habla de Grolier en términos de elogio más alto. Erasmo le otorgó grandes elogios. Coelius Rhodigimus, Aldus Manutius, Baptiste Egnazio y varias otras personas le dedicaron obras. Es Egnazio quien relata que Grolier, habiendo invitado a cenar a varios hombres eruditos, al final de la comida puso ante los invitados guantes, en cada uno de los cuales estaba envuelto una suma considerable en oro.

 Se habla de grolier en términos de la más alta recomendación. Erasmo le otorgó grandes elogios. Coelius Rhodigimus, Aldus Manutius, Baptiste Egnazio y varias otras personas le dedicaron obras. Es Egnazio quien relata que Grolier, habiendo invitado a cenar a varios hombres eruditos, al final de la comida puso ante los invitados guantes, en cada uno de los cuales estaba envuelto una suma considerable en oro. Se habla de grolier en términos de la más alta recomendación. Erasmo le otorgó grandes elogios. Coelius Rhodigimus, Aldus Manutius, Baptiste Egnazio y varias otras personas le dedicaron obras. Es Egnazio quien relata que Grolier, habiendo invitado a cenar a varios hombres eruditos, al final de la comida puso ante los invitados guantes, en cada uno de los cuales estaba envuelto una suma considerable en oro.

El historiador De Thou compara la famosa biblioteca de Grolier con la de Asinius Pollio, la biblioteca más antigua de Roma. Solo se incluyeron en él los libros que eran notables por su valor literario intrínseco y su belleza de forma. Los clásicos griegos y latinos, las obras de filósofos y eruditos contemporáneos, historiadores, geógrafos, arqueólogos, componían una gran parte de ella. Junto a ellos figuraban los poetas latinos modernos, que se leían en aquella época, y la literatura de Italia. Para esta biblioteca, Grolier seleccionó las mejores copias posibles de las diferentes obras y, con frecuencia, hizo que se imprimieran varias copias de un libro especialmente para él en papel fino. Hizo pintar los frontispicios y las iniciales en oro, y en colores. Las tapas tenían adornos del más exquisito gusto y estaban doradas con notable delicadeza. 

Los compartimentos estaban pintados con varios colores, estaban perfectamente bien dibujados y todos estaban diseñados con diferentes figuras. Grolier llegó incluso a añadir cuidadosamente nuevos márgenes a las hojas que habían quedado demasiado cortas en el plegado, para tener ejemplares con márgenes muy amplios. Pero es particularmente en las encuadernaciones que hizo hacer, donde Grolier dio las pruebas más positivas de su admirable buen gusto. El arte con que fueron ejecutados no fue menos notable que la belleza de los ornamentos que él mismo diseñó. Pero es particularmente en las encuadernaciones que hizo hacer, donde Grolier dio las pruebas más positivas de su admirable buen gusto. El arte con que fueron ejecutados no fue menos notable que la belleza de los ornamentos que él mismo diseñó. Pero es particularmente en las encuadernaciones que hizo hacer, donde Grolier dio las pruebas más positivas de su admirable buen gusto. El arte con que fueron ejecutados no fue menos notable que la belleza de los ornamentos que él mismo diseñó.

La mayor parte de los libros de la biblioteca del Grolier llevaban en un lado su lema personal, Portio mea, Domine, sit in terra viventium [***—parafraseando el Salmo 141, v. 6], y en el otras las palabras, Io. Grolierii et amicorum [de o perteneciente a Jean Grolier y sus amigos]. 

Esta última inscripción ha dado lugar a la teoría de que Grolier era un bibliófilo de una disposición inusualmente generosa y consideraba sus libros como propiedad de sus amigos y de él mismo. Otra teoría, respaldada por hechos autenticados, es que Grolier, que poseía varios ejemplares del mismo libro, todos ricamente encuadernados, tenía la costumbre de reservarse el mejor ejemplar para sí mismo y distribuir los demás entre sus amigos.

La famosa biblioteca permaneció intacta durante un siglo y no fue dispersada hasta 1675. El gabinete de medallas perteneciente al Tesorero General estaba al mismo tiempo a punto de ser transportado a Italia, pero Luis XIV hizo que se comprara a un alto precio. , no queriendo que la nación francesa perdiera tan valiosa colección. Hoy las bibliotecas públicas más ricas consideran un honor poseer libros encuadernados por Grolier; los bibliófilos los buscan con un afán cada vez mayor, como lo prueban sobradamente los elevados precios que algunos de estos volúmenes han alcanzado en los últimos años en las subastas públicas de París.

 En 1854 los Adagios de Erasmo (Aldus, 1520, in folio) se vendieron por 1.729 francos; el Virgilio de 1527 (Aldus in 8vo.), a 1.600 francos; el tratado de Marsile Ficin De Sole (1490 en fol.) trajo 1.500 francos; las Cartas de Plinio (Aldus, 1508, en 8vo.), 1.106 francos. En marzo de 1856, en la subasta de Hebbelinck, el Catulo de Aldus de 1515 alcanzó el entonces enorme precio de 2.500 francos. The Cicero of the Giunti, 1536 to 1537, cinco volúmenes en folio, violeta antiguo marruecos, vendido por 1.485 francos en casa de Décotte en 1804, pero fue vendido nuevamente por sólo 902 francos en casa de Didot, en 1810. Un volumen comprado por 1.600 francos en 1853 se vendió por 1.905 francos en 1860 y 2.850 en 1863. Se ha vendido un volumen en octavo simple al precio de 3.750 francos. 

Muchos otros volúmenes individuales han traído de 400 a 800 francos. se vendió por 1.485 francos en Décotte's en 1804, pero se volvió a vender por sólo 902 francos en Didot's en 1810. Un volumen comprado por 1.600 francos en 1853 se vendió por 1.905 francos en 1860 y 2.850 en 1863. Se ha publicado un volumen en octavo simple. vendido al precio de 3.750 francos. Muchos otros volúmenes individuales han traído de 400 a 800 francos. se vendió por 1.485 francos en Décotte's en 1804, pero se volvió a vender por sólo 902 francos en Didot's en 1810. Un volumen comprado por 1.600 francos en 1853 se vendió por 1.905 francos en 1860 y 2.850 en 1863. Se ha publicado un volumen en octavo simple. vendido al precio de 3.750 francos. Muchos otros volúmenes individuales han traído de 400 a 800 francos.

Entre los diferentes aficionados que se comprometieron a hacer colecciones de volúmenes encuadernados por Grolier, se pueden mencionar a Renouard, el erudito historiador de Aldus Manutius y de las familias Estienne, y Coste, un magistrado de Lyon. Sus colecciones se han dispersado; pero la de otro ciudadano de Lyon, M. Yemeniz, y la formada por Lord Spencer, existen todavía y contienen ejemplos muy valiosos. La Bibliothèque Nationale, en París, y el Museo Británico en Londres, poseen excelentes ejemplares de la biblioteca Grolier. El legado al museo de la colección de Sir Thomas Grenville trajo seis de estos preciosos volúmenes dentro de sus paredes. Hay libros de la biblioteca de Grolier en las bibliotecas de Columbia College y Astor; también varios en colecciones privadas en Nueva York.(2)

Jean Grolier de Servières puede considerarse como una de las figuras típicas del renacimiento francés e italiano. Perteneció a ambos países por ascendencia, por residencia, por realización, por amor y protección al arte y las letras. El destino lo hizo francés, pero se inspiró en Italia y en la Italia del cinquecento. Tenía más en común con los grandes nobles de Florencia, Venecia y la Verona de sus antepasados, que con los cortesanos de la capital francesa. Su influencia en el renacimiento francés del arte y la literatura fue incalculable. Sus viajes y residencia en Italia y el conocimiento de los hombres, de los libros, del arte y de los lugares adquiridos en ese país hicieron que su juicio en tales materias fuera valioso para el rey Enrique II, cuyo nombre se identifica con el renacimiento en Francia. Grolier formó un vínculo importante entre Francia e Italia en el arte y las letras, así como en la diplomacia, las finanzas y las armas. 

El carácter del Tesorero General de Francia ofrece una mezcla singular de lo positivo y lo ideal. Un poco más del elemento positivo en su composición, y su amor por el arte y las letras se habría perdido por completo en ambiciones políticas y preocupaciones de estado. Una ligera preponderancia del elemento ideal habría hecho de él un hombre de letras y un poeta, tal vez un pintor o un escultor, porque la época del frenesí artístico en la que vivió Grolier puso a nobles y campesinos al lado de la pasión de la creación artística. . Siendo lo que fue, una individualidad equilibrada y simétrica, Grolier ha dejado su huella en la historia como un hombre de mundo brillante, exitoso, de amplias y generosas simpatías, cuyo negocio en la vida eran las finanzas y la diplomacia, cuya recreación eran el arte y las letras. Se sentía igualmente a gusto en el palacio, el campamento, la cámara del consejo, la tesorería, el estudio y la imprenta. Su lista de amigos y conocidos comenzaba con reyes y papas y terminaba con artesanos y trabajadores del pueblo.

Las condiciones externas de su vida eran tales que sólo el siglo XVI podía mostrarlas, pero sus resortes internos de acción no eran de ningún país ni época. Despojándose de la brillante vestidura exterior de su vida polifacética, el siglo XIX podría reclamar legítimamente a Jean Grolier como el representante de su propia mezcla de fuerzas e intereses complejos. El tipo presentado por la figura de Grolier, de virilidad próspera y práctica, que utiliza los frutos de su serio trabajo para adornar sus horas de ocio con los encantos del arte y la literatura, es esencialmente contemporáneo y moderno. El cosmopolitismo de Grolier también era el del siglo XIX.

El fruto de esta noble existencia, compuesta de tantos elementos variados y significativos, se encuentra en los resultados alcanzados por Grolier en su esfuerzo por dar una forma digna y tangible al pensamiento humano ya su expresión literaria. Amaba los libros, no sólo por lo que contenían, sino por lo que eran. Al vestir las obras maestras de la literatura con ropas suntuosas, los impulsos del arte y la literatura dentro de él, que no eran lo suficientemente fuertes para la creación original, encontraron una expresión elocuente.

Grolier fue un principesco protector de los hombres de letras, pero aún más fue un protector de los hombres que dieron a la literatura su forma perdurable. Era un mecenas del arte, pero fue el arte en tanto que contribuyente a la glorificación de la palabra impresa, lo que halló el mayor favor a sus ojos. Ningún mero diletantismo, acomodándose entre sus tesoros, podría haber reunido los magníficos ejemplos del arte del encuadernador, que han pasado a la posteridad con el sello del Grolier sobre ellos.

Dio al libro, en su forma más suntuosa, una posición elevada y duradera en el mundo de las letras. Para la posteridad, Grolier representa el espíritu del renacimiento, en todo su materialismo orgulloso y espléndido. Su personalidad se destaca en relieve entre las muchas figuras significativas de la Francia e Italia del siglo XVI, presentando una vida larga, ocupada y útil; la vida de un caballero culto, cuya influencia aún se siente después del lapso de tres siglos y ha llegado al nuevo mundo.

Nota.

(1) Ahora se sabe que la fecha tradicional de 1476 es incorrecta; para la resolución del debate académico de larga data sobre la fecha de nacimiento de Jean Grolier, cf. Anthony Hobson, Coleccionismo de libros del Renacimiento: Jean Grolier y Diego Hurtado de Mendoza, sus libros y encuadernaciones(Prensa de la Universidad de Cambridge, 1999), pág. 6.

(2) La Biblioteca Astor ahora es parte de la Biblioteca Pública de Nueva York. El Club Grolier, que tiene como mecenas a Jean Grolier, tiene en su colección una serie de encuadernaciones Grolier, así como otros objetos relacionados con el gran bibliófilo.





The Grolier Club: celebrando el arte y la historia del libro desde 1884.

Fundado en 1884, el Grolier Club es la sociedad de bibliófilos y entusiastas de las artes gráficas más antigua y más grande de Estados Unidos. Nombrado en honor a Jean Grolier (1489/90-1565), el coleccionista renacentista famoso por compartir su biblioteca con amigos, el objetivo del Club es promover “el estudio, el coleccionismo y la apreciación de libros y obras en papel”. 
A través de los esfuerzos concertados de una red internacional de más de ochocientos hombres y mujeres (coleccionistas de libros y grabados, anticuarios, bibliotecarios, diseñadores, impresores, encuadernadores y otros artesanos), el Grolier Club persigue esta misión a través de su biblioteca, su público exposiciones y conferencias, y su larga y distinguida serie de publicaciones.



Grolier de Servières, Jean, vizconde de Aiguisy.


Bibliófilo (Lyon 1479 - París 1565). Tesorero de Francia en Milán, embajador ante el Papa (1534), luego tesorero general de Francia (1547). En Milán, donde conoció a A. Manuzio y F. Gaffurio, había iniciado una colección de textos literarios que había adornado con vaciados pintados encuadernados; pero más bellas encuadernaciones, de finísimo gusto, obtuvo más tarde: láminas con un fondo a menudo punteado en oro, con dibujos pintados en colores perfilados por pequeñas agujas rectas. Su colección de 3.000 volúmenes se dispersó en 1675; hoy se conocen alrededor de 600, la mayoría conservados en la Bibliothèque Nationale de París.


*** "6.Sus jueces serán precipitados por un despeñadero, entonces comprenderán qué dulces eran mis palabras;"
Salmos, 141 - Bíblia Católica Online





Los archivos y colecciones especiales de Robert D. Farber, en la universidad de  Brandeis tienen la distinción de tener un ejemplo del ex libris más antiguo conocido, que proviene de la colección del hermano Hildebrand (Hilpbrand) Brandenburg de Biberach. Los eruditos fechan el ex libris en la década de 1470, y debe haber sido completado en 1480, momento en el que Hildebrand, era un monje cartujo, donó su colección, acompañada de estos ex libris, a su monasterio en Buxheim.

La convención de pegar un ex libris, en los volúmenes de la biblioteca personal comenzó en Alemania a fines del siglo XV y solo se extendió gradualmente a Francia, Italia, Inglaterra y el resto de Europa. Incluso después del advenimiento de la imprenta y el comienzo de la producción masiva de libros a fines del siglo XV, la posesión de grandes bibliotecas siguió siendo durante mucho tiempo un privilegio de la élite. 
Por lo tanto, los ex libris, que significaban la propiedad de los volúmenes o funcionaban como placas de regalo para registrar al donante de una gran donación, tendían a ser de naturaleza fuertemente heráldica, construidos alrededor de los escudos de armas de sus nobles propietarios. Este fenómeno es similar a la producción de encuadernaciones heráldicas, en las que los libros propiedad de una familia noble en particular estarían todos encuadernados en cuero idéntico, con las armas del propietario elaboradamente blasonadas en la cubierta de cada volumen. 

Los ex libris brindan un recurso único para los académicos y historiadores, ya que les permiten rastrear la historia de volúmenes particulares, así como trazar un mapa de la transmisión de textos en los primeros días de la impresión. La historia de la propiedad de un libro, conocida como su procedencia, a menudo proporciona información sobre quién pudo haber estado leyendo qué libros, e incluso ha permitido la reconstrucción intelectual de bibliotecas famosas, tanto de individuos como de instituciones. Puede ser invaluable para un académico juntar los recursos que un autor, científico o historiador en particular tenía a su disposición al componer su propio trabajo, y un ex libris puede ser una herramienta importante en este proceso. En el mercado de libros raros, los ex libris particularmente importantes pueden aumentar drásticamente el valor de los volúmenes,

Con una placa famosa como la de Hildebrand de Biberach, es posible rastrear la historia del volumen casi desde el momento de su composición. Nuestra copia de este ex libris se encuentra en un manuscrito de la Parte III de la Summa theologica de Tomás de Aquino, uno de los textos más importantes de la época medieval. Este gran volumen en folio (32 x 22 cm.) contiene 157 hojas de papel con el texto escrito a dos columnas en una sola letra cursiva gótica. Está gobernado en plomo, con títulos continuos y encabezados de capítulos, y contiene abreviaturas y rúbricas moderadas en todo momento. La decoración del manuscrito es bastante mediocre excepto por una gran inicial historiada que contiene el rostro de un hombre, una decoración floral y un dragón en f. 85r. El texto está encuadernado en su piel de ante (¿piel de oveja?) original sobre tablas de roble, con una etiqueta de vitela y el título del manuscrito en el lomo y protuberancias de latón presentes en las cubiertas delantera y trasera, junto con correas de vitela intactas con herrajes de latón. Ahora faltan tres de los jefes originales, y hay algunos daños significativos por gusanos en la cubierta,

Ex libris con ilustración de un ángel sosteniendo una cimera de un toro.

El manuscrito se compuso alrededor de 1460 y, por lo tanto, Hildebrand o Hilpbrand Brandenburg  von Biberach probablemente fue su propietario original. De la rica familia Brandeburgo, Hildebrand era un monje cartujo en un monasterio cerca de Buxheim, Alemania, quien, alrededor del año 1480, donó una serie de libros, incluido este, a la biblioteca del monasterio. Acompañando a la donación, en cada tomo Hildebrand pega un ex libris o placa de regalo que lo señala como donante del libro. 
Representa a un ángel que lleva un escudo, que muestra la cimera de Brandeburgo, "azul cargado con un buey argent, sable anillado", como lo describe Egerton Castle en English Bookplates .(33). Estas placas son xilografías que luego coloreó a mano, y en muchos textos van acompañadas de una breve inscripción de Hildebrand que identifica el contenido del volumen.

Gran parte de la vida del manuscrito pasó así en manos de los cartujos, ya que el monasterio de Buxheim mantuvo el manuscrito hasta la venta de su colección en 1883, más de 400 años después de la donación original. 
Esta orden pequeña y austera a menudo se reconoce como la más rigurosa en la tradición católica romana. Los monjes cartujos disciernen una vocación o carisma particular para la soledad, y mientras vivan como parte de una comunidad monástica, un hermano “pasará la mayor parte de su vida en su celda donde ora, trabaja, come y duerme”, excepto en tiempos señalados cuando se une a la comunidad para rezar el oficio divino o celebrar una misa comunitaria. 
A esta soledad se suma un voto de silencio, de modo que los hermanos se hablan sólo en las comidas y en los paseos ocasionales fuera del claustro. 
Como el propietario original de este manuscrito y el creador de su ex libris era un cartujo, la laboriosa tarea de colorear a mano cada ex libris y escribir una descripción de cada volumen en la guarda delantera adquiere una nueva luz en el contexto de su vocación monástica. 
El monasterio de Buxheim fue un centro de aprendizaje importante e influyente en la orden de los cartujos, y su biblioteca se hizo famosa. 
En algunas ocasiones, es posible compilar la historia completa de un manuscrito muy antiguo, y el manuscrito de Tomás de Aquino que alguna vez fue propiedad de Hildebrando de Biberach es uno de esos raros ejemplos donde existe un registro completo de la procedencia. Rastrear un libro a lo largo de los siglos da una idea de su importancia continua: como una pieza valiosa de erudición, como un texto religioso importante, como un artefacto histórico, como una obra de arte y, finalmente, como un recurso para estudiantes y académicos, particularmente en la comunidad de Brandeis, que representan la siguiente entrada en la larga historia de este manuscrito.

Especificaciones

Idioma: latín.

Fecha: c. 1460.

Título: Summa Theologica: Pars Tertia; incipit: Questio p[ri]ma de c[onveni]entia incarnationis.

Creador: Tomás de Aquino, Santo Tomás; Desconocido.

Lugar de creación: Alemania.

Descripción física: Papel, 157 hojas; 32 x 22 cm.

Resumen: Teología de la Iglesia Católica. Tercera parte de la Summa Theologica de Santo Tomás de Aquino, quizás la obra teológica más importante de la Baja Edad Media.

Escrito de una sola mano en escritura gótica cursiva; 2 columnas de diferente número de líneas (40-70) ; bloque de escritura es de 220 x 64 mm. Gobernado en plomo; iniciales rojas, títulos continuos y encabezados de capítulos. Una gran inicial decorada en f. 85 r. (rostro de hombre, decoración floral y dragón); ex libris de color dibujado a mano pegado en la guarda delantera libre. Encuadernado en piel de ante original sellada a ciegas (¿piel de oveja?) sobre gruesas tablas de madera; etiqueta de vitela y título del manuscrito en el lomo; protuberancias de latón y cierres de latón y vitela intactos en la cubierta delantera y trasera, ahora faltan 3 de las 10 protuberancias originales; algunos daños por gusanos en la cubierta (común con piel de ante); alojado en caja de cuero cuarto. 

Originalmente propiedad de Hildebrand o Hilpbrand Brandenburg de Biberach (c.1460-1480); su ex libris, el primero registrado, en la guarda delantera: un ángel que lleva un escudo que muestra el escudo de Brandeburgo,  campo azul cargado con un buey de plata, con sable anillado. Donación de Hildebrando a la Cartuja de Buxheim, Alemania. 

Cartuja de Buxheim

La cartuja de Buxheim ( alemán : Reichskartause Buxheim ) fue anteriormente un monasterio de los cartujos (la cartuja más grande de Alemania  ) y ahora es un monasterio de los salesianos . Está situado en Buxheim , cerca de Memmingen , en Baviera .

La finca de Buxheim perteneció desde mediados del siglo X al cabildo de la catedral de Augsburgo , que alrededor de 1100 fundó aquí una casa de canónigos , dedicada a la Virgen María . 
En 1402, después de un largo período de declive, en un movimiento extremo para preservarlo, el entonces preboste, Heinrich von Ellerbach, entregó el establecimiento a los cartujos, un movimiento que resultó extremadamente exitoso para revivir Buxheim tanto espiritual como económicamente. Sin embargo, su riqueza atrajo la atención hostil de la cercana ciudad de Memmingen , que ocupó el monasterio en 1546 durante la Reforma y confiscó sus propiedades. 
El prior Dietrich Loher pudo, mediante una hábil diplomacia, obtener el favor del emperador Carlos V , y en 1548 el monasterio fue declarado reichsfrei , y por lo tanto independiente de toda autoridad territorial salvo la del propio emperador, bajo cuya protección se encontraba; era la única cartuja (Reichskartause ) en Alemania nunca se le concedió ese estatus.

Se disolvió en la secularización de 1802, cuando la propiedad pasó primero a los Condes de Ostein, quienes permitieron que la comunidad permaneciera, y luego en 1809 por herencia a los Condes Waldbott von Bassenheim, quienes a partir de 1812 utilizaron las instalaciones como castillo. En 1916 el estado se hizo cargo de los edificios, que en 1926 fueron adquiridos por los salesianos. 
Partes de los edificios del monasterio fueron restauradas por Dominikus Zimmermann en estilo rococó : la iglesia monástica, la capilla de Santa Ana en el claustro y también la iglesia parroquial cercana.
Una obra maestra de la talla barroca , la sillería del coro en la capilla con su rico ornamento y decoración figurativa, conocida como las tallas de Buxheim, aún está casi completa. Creados entre 1687 y 1691 por el escultor y tallador de madera tirolés Ignaz Waibl , son de importancia internacional. Las tallas tienen una historia variada. Fueron vendidos a un gobernador del Banco de Inglaterra y posteriormente instalados en el Hospital St. Saviour, Osnaburgh Street, Londres, mientras estaba a cargo de la Comunidad de la Epifanía , una orden de monjas anglicanas . 
Las hermanas luego se retiraron a Cornwall.y su trabajo fue asumido por otra orden anglicana, la Comunidad de la Presentación . En 1960, las hermanas se mudaron a su otro convento en Hythe, Kent , llevándose las tallas con ellas. La comunidad disminuyó en tamaño y se vio obligada a entregar el hospital a una fundación benéfica. Las hermanas decidieron devolver las tallas a Buxheim, lo que finalmente se llevó a cabo a principios de la década de 1980.
 La Reverenda Madre de las Hermanas de la Presentación asistió a una ceremonia especial de repatriación y recibió la Libertad de la Ciudad de Buxheim, la segunda persona en recibir ese honor.



La Universidad Brandeis



(en inglés: Brandeis University  es una universidad de investigación estadounidense de carácter privado con un enfoque hacia las artes liberales.​ Se encuentra ubicada en la esquina suroeste de Waltham, Massachusetts, a nueve millas (14 kilómetros) al oeste de Boston.


BiografíaHilprand (también Hiltprand o Hildebrand) Brandeburgo nació en 1442 como segundo hijo de una rica familia patricia asentada en Biberach, un pequeño pueblo a unos 30 kilómetros al noroeste de Buxheim. No se sabe mucho de su infancia o adultez temprana. En 1459, a la edad de 17 años, se matriculó en la universidad de Viena,  pero hacia 1467 lo encontramos en Pavía. Un año después, a los 26 años, Hilprand estudiaba en la universidad de Basilea, para volver a Pavía al año siguiente. 
En 1471 asumió el cargo de rector en su alma mater en Basilea, pero poco después tuvo que ingresar al sacerdocio.Hilprando fue ordenado dos años después, en 1473. Durante los años siguientes lo encontramos de regreso en su ciudad natal de Biberach, en la inauguración de la nueva universidad de Tübingen (1477) y en lugares tan lejanos como Roma (1479 y 1494). En la década de 1480 ocupó varios cargos eclesiásticos en Biberach, Wurzach y Stuttgart. Parece que poco después de su regreso de su último viaje a Italia, su relación con los cartujos de Buxheim se hizo más íntima y en 1505 expresó su deseo de convertirse en miembro permanente de esa comunidad. 
No fue admitido en las filas como monje de clausura, sino, dada su condición de párroco, tomados bajo contrato como Donato, aquellos hermanos que no hacen votos pero viven con la comunidad por acuerdo mutuo.Hilprando murió en la Cartuja de Buxheim en 1514. 

viernes, 9 de septiembre de 2016

327.-Ex libris de personas históricas; Bibliotecas.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán



Príncipes y prelados.



Princesa del Delfinado; armas de Baviera

María Ana Victoria de Baviera (Múnich, 28 de noviembre de 1660 - Palacio de Versalles, 20 de abril de 1690) fue delfina de Francia, también conocida como Delfina Maria Ana Victoria ("Marie Anne Victoire") por su nombre completo que era María Ana Cristina Victoria von Bayern.

María Ana Victoria fue la hija mayor de Fernando María de Baviera y Enriqueta Adelaida de Saboya. Sus abuelos maternos fueron Víctor Amadeo I y Cristina María de Francia, quien a su vez era la segunda hija de Enrique IV de Francia y María de Medici. Sus abuelos paternos fueron Maximiliano I, duque y elector de Baviera y María Ana de Austria.
Luis, el Gran Delfín; Felipe, duque de Anjou sentado en el piso; Berry en las faldas de su madre con Luís, duque de Borgoña a la derecha. La familia del Gran Delfín por Pierre Mignard, Versalles. Museo nacional del palacio del Trianon, 1687.
María Ana se comprometió con el delfín de Francia en 1668, a la edad de ocho años, y fue educada cuidadosamente para cumplir dicha función. Además de su lengua materna alemana, se le enseñó a hablar francés, italiano y latín. Incluso llegó a decir que esperaba con interés la suerte de convertirse en delfina de Francia. María Ana era muy unida a su madre, que murió en 1676. Antes de su matrimonio con el delfín, hubo una ceremonia en Munich el 28 de enero de 1680, y la pareja se reunirá por primera vez el 7 de marzo de 1680 en Châlons-sur-Marne.
Tras su matrimonio, Maria Ana asumió el rango de su marido como una Fille de France (Hija de Francia), lo que significaba que tenía derecho al título de "Alteza Real" y el derecho a ser llamada Madame la Dauphine (Madame, la Delfina).
Cuando llegó por primera vez a Francia, Maria Ana dio una buena impresión con su buen francés. Cuando entró en Estrasburgo, fue recibida en alemán, pero interrumpió el saludo diciendo: "Señores, hablo francés!". La impresión de su apariencia, sin embargo, no era tan buena, y fue considerada "terriblemente fea". Otros decían que a pesar de que puede no haber sido hermosa, ella tenía un encanto personal.
Tan pronto como se casó con el delfín, se la llegó a considerar la segunda mujer más importante en la corte después de su suegra, la reina María Teresa de Austria. Cuando la reina murió en julio de 1683, María Ana destacó como la mujer de más relevancia en la corte y le otorgaron los apartamentos de la difunta reina. El rey esperaba que asumiera las funciones de la primera dama en la corte, pero su mala salud hizo que fuese muy difícil para ella llevar a cabo sus tareas. El rey era completamente indiferente a su situación y la acusó falsamente de tener hipocondría.
Su marido tuvo muchas amantes y María Ana vivió una vida aislada en sus aposentos, donde hablaba con sus amigos en alemán, una lengua que su marido no podía entender. Ellos decían que la depresión que la embargaba era debida a tener que vivir en una corte donde la belleza era tan apreciada, no siendo bella ella misma. Murió en 1690. Su autopsia reveló una multitud de trastornos internos que reivindicaban completamente sus quejas de una verdadera enfermedad crónica y severa, no hipocondría. Maria Ana fue enterrada en la Real Basílica de Saint Denis.

obispo


Jacques-Bénigne Lignel Bossuet​ (Dijon, 27 de septiembre de 1627 - París, 12 de abril de 1704) fue un destacado clérigo, predicador, filosofo e intelectual francés. Defensor de la teoría del origen divino del poder para justificar el absolutismo de Luis XIV. Actuó decisivamente en la Asamblea del Clero Francés de 1682 que sustentó la doctrina del predominio del rey sobre la iglesia católica en Francia y Alemania, llamado galicanismo. Se le considera como uno de los historiadores más influyentes de la corriente providencialista.

Biografía

Originario de una familia de magistrados, se educo con los Jesuitas en Dijon, que le dispensan una formación clásica (griego y latín). A los 15 años continúa sus estudios en París, en el Collège de Navarre, donde tiene por maestro a Nicolas Cornet, con quien estudia en profundidad filosofía y teología. Aunque estaba destinado por nacimiento al sacerdocio (como es habitual en la sociedad estamental), frecuenta el mundo por algún tiempo. Admira a Corneille, se da a la escritura de versos preciosistas y no le hacía remilgos a frecuentar el Hôtel de Rambouillet. Es ordenado subdiácono en Langres en 1648, momento en que rompe con el sigilo y redacta una Méditation sur la Brièveté de la Vie (Meditación sobre la brevedad de la vida), en la que pueden verse en germen sus obras futuras. El mismo año expone sus ideas sobre el papel de la Providencia en su Méditation sur la félicité des saints (Meditación sobre la felicidad de los santos).
En 1644 se magistró en la Universidad de su poblado, en la cual predicó el mensaje de Dios y enseñó a los más humildes la verdad y las teorías racionalistas. Anteriormente, el 1641 estudió la carrera de derecho, aun teniendo clara su verdadera vocación.
En 1652, se doctora en teología y es ordenado sacerdote, al tiempo que archidiácono de Sarrebourg; más tarde, en 1654, obtiene el mismo beneficio eclesiástico en Metz. Allí su fama de predicador lo condujo al obispado de Condom y a la preceptura del Delfín (1671) Su vida estuvo llena de polémicas en defensa de la fe cristiana.

Sermones
Llamado enseguida a París, se granjea una gran reputación por sus sermones y panegíricos de santos. Goza del aprecio de la reina madre y el mismo rey, al tiempo que obtiene un gran número de conversiones de protestantes (estamos en los últimos años en que aún se beneficiaban de las condiciones favorables del Edicto de Nantes), entre las que puede citarse las de Henri de la Tour d'Auvergne-Bouillon (Turenne), Philippe de Courcillon (marqués de Dangeau) y Mademoiselle de Duras. Para ayudar a tales conversiones redacta su Exposition de la doctrine de l'Eglise (Exposición de la doctrina de la Iglesia). En ella, Bossuet recoge varias influencias: la del jesuita Claude de Lingendes; las de los jansenistas Saint-Cyran y Singlin; y la principal, de san Vicente de Paul, a través de sus conferencias sobre la predicación en Saint-Lazare, a las que Bossuet asiste. Su elocuencia se remarca, se hace más próxima y sencilla.
La mayor parte de sus discursos improvisados se han perdido. Solía meditar su texto algunas horas antes de pronunciarlos, anotando algunas palabras o pasajes de los Santos Padres para guiarse. Algunas veces dictaba rápidamente los párrafos más largos, y después se abandonaba a la inspiración del momento y a la impresión que producía en su auditorio.
Se conservan doscientos de los quinientos o seiscientos que debió pronunciar, ya que Bossuet no los consideraba como obras literarias dignas de la imprenta. A finales del siglo XVIII, gracias al trabajo de Dom Deforis, se recopilan los que se han conservado hasta hoy. No obstante, en realidad no son más que borradores que no nos ofrecen más que una idea aproximada de su predicación.

Obispo de Condom
El 21 de septiembre de 1670, Charles-Maurice Le Tellier arzobispo de Reims, consagra, con el asentimiento del Papa, a Jacques Bénigne Bossuet como obispo de Condom (Gers), en la iglesia de los Cordeleros de Pontoise.

Oraciones fúnebres
En ese mismo año y los siguientes, pronuncia sus doce Oraisons funèbres, en las que hace sentir con potencia y musicalidad la futilidad de las grandezas humanas. Entre ellas están las de Enriqueta María de Francia (1609-1669), reina de Inglaterra, y Ana de Austria (1601-1666). Son obras maestras de elocuencia incomparables con cualquier otro ejemplo si no nos remontamos a la Antigüedad Clásica. Bossuet no se sirve de la lengua de otros hombres: construye la suya propia, de tal modo que se acomode a su propia manera de pensar y de sentir. Tanto las expresiones como los giros, movimientos, construcción y armonía, son propios suyos.

Preceptor del Delfín
Es nombrado preceptor del Delfín (heredero del trono) Luis de Francia (1661-1711), el hijo del rey Luis XIV y de María Teresa de Austria (1638-1683). En 1681, escribe su Discours sur l'histoire universelle (Discurso sobre la historia universal), en el que, tras presentar un rápido resumen de los acontecimientos, busca las razones de los designios de Dios para su Iglesia. El mismo Voltaire quedó más tarde asombrado de la fuerza majestuosa con la que describe las costumbres, el gobierno, el auge y caída de los grandes imperios, y de los trazos rápidos y enérgicos con que pinta y juzga a las naciones. También para el Delfín, escribe el Traité de la connaissance de Dieu et de soi-même (Tratado del conocimiento de Dios y de uno mismo), en el que en general sigue la doctrina de René Descartes, y se muestra tan gran filósofo como escritor. Es elegido miembro de la Academia francesa.

Obispo de Meaux

En 1681, concluida la educación del Delfín, es nombrado obispo de Meaux (de ahí viene su sobrenombre "el Águila de Meaux") donde se dedica a las tareas episcopales, con frecuentes predicaciones y una especial lucha, como teólogo, contra los protestantes. Redacta el célebre Catéchisme de Meaux (1687) (Catecismo de Meaux) y , para las religiosas de su diócesis las Méditations sur l'Evangile (Meditaciones sobre el Evangelio) y las Elévations sur les Mystères (Elevaciones sobre los Misterios).

Predicador

Bossuet jugó un gran papel como predicador y director de la Asamblea del clero de Francia de 1682, con ocasión del enfrentamiento entre rey y papa. Fue el autor de la Declaración sobre las libertades de la Iglesia Galicana, que fija los límites del poder del papa, y redacta los Cuatro Artículos de 1682, que acabarán por convertirse en ley en Francia y dieron lugar a vivas discusiones. El papa, irritado, los hizo quemar, pero no llegó a calificarlos como heréticos. Se conoce a este movimiento como Galicanismo, doctrina que influirá particularmente en España con la llegada de los Borbones (Felipe V) en 1700.

Lucha contra el quietismo

Entrará en un áspero conflicto con Fénelon, obispo de Cambrai, que se inclinaba hacia el quietismo: persiguió con especial saña a su adversario hasta conseguir que cayera en desgracia ante el rey, que lo exilia. También logra la condena del papa a las Maximes des Saints (Máximas de los Santos) donde Fénelon sostenía la doctrina del amor de Dios por sí mismo, sin mezcla del llamado teológicamente temor servil.
Bossuet murió a causa de un cálculo renal en París, el 12 de abril de 1704.

Historiografía

En él culmina la interpretación histórica basada en las ideas divinas. Él va a ser el referente cuando llegue la Ilustración, ya que todos sus autores se dedicarán a criticar a Bossuet, sobre todo Voltaire.

Escribió su libro Discurso sobre la Historia Universal, destinado al delfín. En él le trata de enseñar cómo la historia no está dirigida por los reyes, sino por la Divina Providencia, y por eso debe dejarse aconsejar por los obispos.
Discurso sobre la Historia Universal se inspira en La ciudad de Dios de san Agustín y explica, como esta, la historia del mundo como una guerra metafísica entre Dios y Satanás. En esta guerra, Dios mueve (por intervención divina/divina providencia) a los gobiernos, movimientos políticos/ideológicos, y fuerzas militares alineadas (o mejor alineados) con la Iglesia Católica (la Ciudad de Dios) para que se opongan por todos los medios —incluido el militar—a los gobiernos, movimientos políticos/ideológicos, y fuerzas militares alineados con el Demonio (la Ciudad de Satanás).
Bossuet no incorpora especiales novedades a la filosofía de la historia de Agustín de Hipona. Sin embargo, su propuesta constituye la cima de las filosofías de la historia de corte cristiano que descubren la actuación divina incluso en los "renglones torcidos" de la historia (catástrofes).
Obispo 

Obras

Oeuvres, 1852
Exposition de la doctrine de l'Eglise.
Discours sur l'Histoire universelle o Discurso sobre la Historia Universal (1681) Accesible en francés en: 
Histoire des variations des Églises protestantes (1688)
Défense de la Tradition et des saints Pères (1693)
Maximes et réflexions sur la comédie (1694)
La Politique tirée de l'Écriture sainte (póstumo) (1709)
Traité de la connaissance de Dieu et de soi-même (póstumo) (1741)
Sermons (póstumo) (1772)
Oraison funèbre de Henriette-Marie de France

Œuvres complètes
En 20 volúmenes 1745-1753
En 19 volúmenes 1772-1788
En 45 volúmenes 1813
En 60 volúmenes 1825
En 62 volúmenes 1828-1830
1862

Traducciones al español

Las traducciones al español de sus obras fueron tempranas. En el siglo XVIII tal vez el más destacado traductor fue el monje basilio Miguel José Fernández.

Bibliografía

Victor Vaillant, Etudes sur les sermons de Bossuet, 1851
Thérèse Goyet, L'Humanisme de Bossuet, le goût de Bossuet, 1965


El príncipe de Contí; casa de Baviera

Enrique III Julio de Borbón-Condé (29 de julio de 1643 - 1 de abril de 1709) fue el primer príncipe de sangre, además de Príncipe de Condé y par de Francia como Enrique III.

Nació siendo el primer hijo varón de Luis II de Borbón-Condé (Le Grand Condé) y de Claire-Clémence de Maillé-Brézé. Fue bautizado en la iglesia de Saint-Sulpice en París el 29 de julio de 1643, siendo su padrino de pila el Cardenal Mazarino. Volvió a Francia después de la firma del Tratado de los Pirineos y en 1663 recibió al rey de Polonia y gran duque de Lituania, Juan II Casimiro Vasa. Utilizó hasta la muerte de su padre el título de duque de Enghien y desde 1686 se tituló príncipe de Condé, siendo conocido por el título de "Monsieur le prince."
Fue educado en la carrera militar y el 2 de febrero de 1668 fue nombrado brigadier de caballería, mariscal de campo francés el 20 de abril de 1672 y teniente general el 3 de abril de 1673. Comenzó como segundo jefe de estado Mayor del ejército del Rhin. Nunca había tenido un mando real. Tanto el rey Luis XIV y Louvois no podían dar crédito a su talento militar y su valentía.
Tras la muerte de su padre, el Gran Condé, se instaló en el castillo de Chantilly. En 1688, por un inteligente juego de reclamaciones tuvo que regresar a Francia para aspirar a la enorme fortuna de la señorita de Guisa, la última de las princesas de la casa de Lorena-Guisa.
Continuó la labor de su padre en Chantilly, pero, se ganó fama de iracundo, codicioso y brutal. Saint-Simon lo describe de la manera siguiente:

«Hijo desnaturalizado, padre cruel, marido terrible, maestro del odio, vecino malintencionado, sin amistad, sin amigos e incapaz de obtenerlos, celoso, sospechosos, preocupado, sin respiro, lleno de fuegos de artificios y paseos para descubrir y analizar a los demás, como siempre había sido.»

Además padeció licantropía, mal que atribuyó a la herencia materna.
Se casó el 11 de diciembre de 1663 en el Palacio de Louvre con la princesa Ana Enriqueta, hija del conde Eduardo del Palatinado, con la que tuvo diez hijos:

María Teresa (1666-1732), Mademoiselle de Borbón, princesa de Conti por su matrimonio con Francisco Luis de Borbón, conocido como El Gran Conti.
Enrique (1667-1670), duque de Borbón, murió en la infancia.
Luis III (1668-1710), duque de Borbón, luego príncipe de Condé como sucesor de su padre.
Ana (1670-1675), conocida como Mademoiselle d'Enghien, murió en la infancia.
Enrique (1672-1675), conde de Clermont, murió en la infancia.
Luis Enrique (1673-1677), conde de La Marche, murió en la infancia.
Ana María (1675-1700), conocida como Mademoiselle d'Enghien, murió en la juventud.
Luisa Benedicta (1676-1753), Mademoiselle de Charolais, duquesa de Maine por su matrimonio con Luis Augusto de Borbón, hijo ilegítimo de Luis XIV de Francia.
María Ana (1678-1718), Mademoiselle de Montmorency, duquesa de Vendôme por su matrimonio con Luis José de Borbón, bisnieto de Enrique IV de Francia.
N (1679-1680), conocida como Mademoiselle de Clermont, murió en la infancia.


Rey de Francia



El supralibros, superlibros o, incorrectamente, superlibris​ (del latín supra, "sobre, encima de" y libros, "libros", en caso acusativo, que es el que rige la preposición supra) es una indicación de propiedad de un libro que se realiza en la encuadernación y suele tener motivos heráldicos o monogramas que identifican al propietario.
En la cultura del libro, se han utilizado principalmente tres formas de marcar la propiedad del mismo, las anotaciones manuscritas, el ex libris y el supralibros. Mientras que los ex libris se estampan o pegan en el interior de un libro, los supralibros se aplican en la cubierta del libro, lo que le hace tener un mayor resalte.
Por estar situado en la encuadernación, hay que tener en cuenta que ésta ha podido realizarse en una época posterior a la edición del libro, pero es una buena pista, en cualquier caso, sobre quien poseyó en algún momento el libro en cuestión.
Los supralibros pueden ser textuales o figurativos. Los primeros suelen componerse de frases cortas en las cubiertas o las iniciales del propietario en la parte inferior del lomo. Los figurativos, principalmente en el centro, suelen ser motivos simbólicos o heráldicos. Se realizan, principalmente, con pan de oro y en relieve en la cubierta superior de un libro o en la cubierta inferior. Al igual que los ex libris, los supralibros son fundamentalmente, una expresión de orgullo del dueño del libro, la marca del propietario y, a menudo, un motivo ornamental. Además pueden tener también la función de evitar el robo o la pérdida del libro.
Fueron utilizados como tales por primera vez durante el Renacimiento, cuando se formaron las primeras grandes bibliotecas privadas. Hubo desde entonces famosos bibliófilos que utilizaron supralibros que pueden hacer que un libro sea muy cotizado, como el caso de Jean Grolier de Servières, vizconde de Aguisy.​


Las encuadernaciones con superlibros heráldicos se caracterizan por tener como principal motivo decorativo el escudo de armas de sus antiguos poseedores, lo que las convierte en uno de los mejores ejemplos del potencial de las encuadernaciones como fuente documental. A este valor como documento histórico debe unirse la enorme variedad de técnicas decorativas y constructivas que componen estas encuadernaciones y que las convierten en auténticas obras de arte funcionales. 
Las encuadernaciones heráldicas son un testimonio de las vidas de sus propietarios y en ellas se observan las distinciones que se les van otorgando, órdenes y condecoraciones, además de observarse los gustos estéticos y las técnicas disponibles en el momento de su ejecución. Son, por tanto, patrimonio histórico, artístico y tecnológico. 

Las encuadernaciones heráldicas se caracterizan por tener como principal motivo decorativo el escudo de armas de sus antiguos poseedores, lo que las convierte en uno de los mejores ejemplos del potencial de las encuadernaciones como fuente documental. A este valor como documento histórico debe unirse la enorme variedad de técnicas decorativas y constructivas, así como de materiales, que componen estas encuadernaciones y que las convierten en auténticas obras de arte funcionales. 

 Con este trabajo pretendemos poner en valor esta clase de patrimonio en numerosas ocasiones olvidado por considerarse un objeto de relativa cotidianeidad. 


Jean-Baptiste Colbert

Ministro del rey Luis XIV de Francia, exponente de la política mercantilista (Reims, 1619 - París, 1683). Su origen plebeyo y su eficiencia burocrática llegaron a hacerle tan leal e imprescindible para el rey (que le nombró marqués de Seignelay) como detestado por la corte. Procedente de una familia de mercaderes, entró al servicio de la Administración real y en 1651 se convirtió en secretario personal de Mazarino. Fue el propio cardenal el que se lo recomendó al rey, quien le nombró intendente de Finanzas en 1661.

Entretanto, Colbert se había preocupado por irse haciendo una fortuna personal con la gestión de negocios ajenos, al tiempo que acumulaba pruebas contra el superintendente Nicolás Fouquet, cuyo puesto ambicionaba; finalmente consiguió la caída de Fouquet y acumuló los puestos de superintendente de Construcciones y Manufacturas (1664), controlador general de Finanzas (1665), secretario de la Casa del Rey (1668) y secretario de Marina (1669). Ennobleció a su familia y la convirtió en un clan que dominaba puestos claves de la Monarquía, aumentando así su poder y el odio que le tenía la nobleza.

Durante su gobierno, Colbert acabó con la corrupción que había marcado la era de Mazarino y abrió un periodo de prosperidad económica. Siguiendo en gran medida la línea política del cardenal Richelieu, creó y fomentó manufacturas; frenó las importaciones e incentivó las exportaciones; construyó carreteras, canales y puertos; impulsó el comercio creando compañías con participación estatal; amplió la flota; y puso las bases de la expansión colonial francesa en Canadá, las Antillas y Extremo Oriente.


Con todo ello convirtió a Francia en la primera potencia europea en el terreno industrial, consiguiendo una balanza comercial favorable, que era como creía que cada país acrecentaba sus reservas de metales preciosos y, por tanto, su riqueza, arrebatándosela a los países vecinos. Según las ideas del mercantilismo, esta política proteccionista e intervencionista estaba destinada a crear las bases económicas sobre las que reposaría la fuerza de la Monarquía; para hacer llegar la nueva riqueza a las arcas reales, reformó el sistema tributario haciéndolo más eficiente y racional.

El intervencionismo estatal no se limitó a lo económico: en gran parte se debe a Colbert la labor de codificación del derecho, la uniformización administrativa desarrollada por la figura de los intendentes, el mecenazgo real sobre las artes a través de la creación de Academias y la intensa labor constructora del reinado de Luis XIV. Pero Colbert cometió también errores importantes: no consiguió implantar la libertad en el comercio interior, sacrificó la agricultura (de la que vivían la mayor parte de los franceses) a los intereses comerciales y la mayor parte de las compañías que creó acabaron fracasando.

En un exceso de nacionalismo económico (pues veía el comercio como «la guerra del dinero»), no dudó en llevar la rivalidad comercial al terreno de las armas, empujando a Luis XIV a la invasión de Holanda en 1672; aquella guerra fracasó ante la tenaz resistencia de los holandeses y sus costes gravaron pesadamente las finanzas francesas.


casa de Orleans

 El duque de Orleáns, que fue segundogénito, cargó un lambel.



Ex libris del rey Boris de Bulgaria


casa de Orleans

 El duque de Orleáns, que fue segundogénito, cargó un lambel.



El príncipe de Contí, Armando de Francia, admitió la bordura y el bastón recortado, ambos de gules.


El príncipe de Contí, Armando de Francia, admitió la
 bordura y el bastón recortado, ambos de gules.

Armando de Borbón-Conti, príncipe de Conti, (París, 11 de octubre de 1629 - Castillo de la Grange-des-Prés, cercano a Pézenas, 21 de febrero de 1666).

Fue hijo de Enrique II de Borbón-Condé y de Carlota Margarita de Montmorency. Bautizado el 23 de diciembre de 1630 en la iglesia de San Sulpicio, Armando de Borbón-Conti tuvo por padrino al Cardenal Richelieu y por madrina a la duquesa de Montmorency. El título de príncipe de Conti fue establecido, en su favor, en 1629.
De salud delicada y ligeramente jorobado, fue destinado, por su familia, al estado eclesiástico y fue educado por los Jesuitas en el colegio de Clermont donde tuvo, como condiscípulo, a Molière. El 12 de diciembre de 1641 le fue otorgado el mando de la abadía de Saint-Denis. Al año siguiente fue nombrado abad de Cluny, recibiendo, además, otras siete abadías y cinco prioratos. El 6 de agosto de 1643 obtuvo el diploma de maestro de arte y, en 1646 el título de bachiller en teología otorgado por la universidad de Bourges. Tras la muerte de su padre, ocurrida en ese mismo año, se sometió a un consejo familiar que decidió mantenerle un año más en los Jesuitas, pese a su disconformidad.
En enero de 1649 en unión de su cuñado el duque de Longueville tomó partido por la Fronda Parlamentaria y fue nombrado comandante en jefe de los rebeldes. El 8 de febrero, fue derrotado en Charenton por su hermano, fiel a la Corte, el príncipe de Condé. Después de firmada la Paz de Rueil, Condé se unió a la Fronda dirigida, desde ese momento, por Conti, Condé y Longueville. El trío fue arrestado en el Palacio Real (París) el 16 de enero de 1650 y se les encarceló en el castillo de Vincennes desde donde fueron trasladados al castillo de Marcoussis y conducidos, después, al fuerte de El Havre.
En 1651 el Mazarino fue obligado, por la Fronda, a exiliarse. Conti fue liberado el 7 de febrero. Su hermano, incuestionable en la dirección del Estado, le prohibió casarse con Charlotte de Lorraine (1627-1652), hija de la duquesa de Chevreuse y confidente de Ana de Austria. En 1653, Conti, que se había retirado a Pézenas, en el Languedoc, presentó su sumisión al rey, y se reconcilió con Mazarino, se casó, el 21 de febrero de 1654 con Ana María Martinozzi (1639-1672), sobrina del cardenal. Tuvieron dos hijos:

Luis Armando I de Borbón-Conti (1661-1685), segundo príncipe de Conti.
Francisco Luis de Borbón-Conti (1664-1709), tercer príncipe de Conti.
En junio de 1654 dejó a su esposa para dirigir a la armada que invadió Cataluña. El 30 de noviembre de 1656 volvió a reunirse con su esposa, tras entregar los estados de Languedoc a Montpellier. En la primavera de 1657 dirigió las fuerzas francesas en España. El 28 de marzo de 1657 fue nombrado Gran maestre de Francia. Dirigió, en mayo de 1657, la armada de Italia que tomó la ciudad de Alessandria sin dificultad.
El 26 de enero de 1660, Luis XIV le concedió una pensión anual de 60.000 libras. El 26 de febrero fue nombrado comandante en jefe del Languedoc. Se instaló en el castillo de la Grange-des-Prés, y se consagró al estudio y al misticismo hasta el día de su muerte ocurrida en 1666. Fue enterrado en la cartuja de Villeneuve-lès-Avignon. Su tumba fue profanada durante la Revolución francesa y sus restos fueron llevados a la cripta del oratorio de Port-Royal-des-Champs en París.
De 1653 a 1656 protegió a la compañía de Molière, lo que no le impidió escribir un "Tratado de la comedia y los espectáculos" (Traité de la comédie et des spectacles) (1666), a través del cual condenaba las tragedias de Corneille y las comedias de Molière. Fue autor, asimismo, de una obra titulada "Los Deberes de los Grandes" (Les Devoirs des Grands) (1666)



Itsukushima Shrine.


Biblioteca Palafoxiana.

La Biblioteca Palafoxiana es un recinto bibliográfico de la ciudad de Puebla, fundada por el obispo español Juan de Palafox y Mendoza en 1646.​ Ubicada en el centro histórico de la ciudad de Puebla de los Ángeles, es un Monumento Histórico de México desde 1981 y fue incluida por la UNESCO como parte del Programa Memoria del Mundo desde 2005. Fue la primera biblioteca pública de América.
En 1646, el obispo Palafox donó su biblioteca personal, compuesta de cinco mil volúmenes, al Seminario de San Juan pero instruyó que además del clero podía ser consultada por todos aquellos que quisieran estudiar, pues su principal condición fue que estuviera abierta al público y no solo a eclesiásticos y seminaristas.

Historia

La creación de esta biblioteca fue aprobada por cédula real en diciembre de 1647 y reconfirmada por el papa Inocencio X en 1648.
Durante más de 370 años, la Biblioteca Palafoxiana, ha estado asentada en el Antiguo Colegio de San Juan dentro del Seminario fundado por Palafox y Mendoza. Si bien la construcción de la bóveda, tal como se encuentra en nuestros días fue realizada en 1773, por el obispo Francisco Fabián y Fuero, quien mandó levantar los dos primeros pisos de la estantería, la cual es un fino trabajo de los ebanistas novohispanos que trabajaron de manera armoniosa las maderas de ayacahuite, polocote y cedro. De esta época data el delicado retablo donde se ubica la efigie de la Madonna de Trapani, óleo que se presume fue realizado tomando como modelo la escultura que Nino Pisano hiciera de la Virgen en el siglo XIV.

Posteriormente, en el siglo XIX, se colocó un tercer nivel debido a que se había incrementado el número de volúmenes que se encontraban en la biblioteca,​ de hecho la biblioteca tiene 45 058 libros antiguos.

El acervo
El acervo donado por Mendoza estaba constituido por obras de los más diversos temas, que reflejan su espíritu universalista, forjado gracias a sus estudios en diversas universidades como la de Huesca, Alcalá y Salamanca. Su temática es variada y sus tres niveles de estantería contienen biblias, libros de historia sagrada, derecho canónico, teología escolástica y dogmática, oratoria sagrada, colecciones de concilios, ascética y mística, padres y doctores de la iglesia, liturgia, disciplina eclesiástica y de controversia, historia natural, humanidades, geografía, gramáticas y diccionarios, autores clásicos y poéticos, física, matemáticas, entre otras. Así entonces pueden encontrarse a autores como Séneca y Santa Teresa. 
El acervo es rico también por sus lenguas, ya que en él se encuentran alrededor de 14 lenguas, entre las que están el latín, griego, caldeo, árabe, hebreo, inglés, alemán, portugués, entre otros. Incluso también procuraba, ya estando en la Puebla de los Ángeles, hacerse enviar desde el Viejo Continente una serie de libros entre los que figuraban los de artes, vocabularios, de oficios y de canto que utilizaba para la instrucción de los indígenas. Tiempo después se incorporaron libros de los colegios jesuitas, como los del Espíritu Santo y el de San Javier, posteriormente a la expulsión de esta Orden en 1767. Francisco Fabián y Fuero comisionó al historiador Mariano Fernández de Echeverría y Veytia para hacer el inventario del fondo jesuita y depositarlo en la Palafoxiana. Hay que añadir que este mismo obispo, donó su biblioteca personal y después se llevaron a cabo las donaciones de Manuel Fernández de Santa Cruz, Francisco Pablo Vázquez, Francisco Irigoyen y de algunos particulares.

Con todos estos fondos, se logró reunir un acervo de más de 45 000 libros, que forman la colección histórica de la Biblioteca Palafoxiana. Sin embargo, el fondo es mayor, ya que se debe tener en cuenta el extenso número de impresos sueltos y encuadernados que versan sobre los temas más heterogéneos. 

Incunables

Entre los libros más importantes se encuentran 9 incunables, de los cuales el más antiguo es Los nueve libros de la Historia de Heródoto, el cual fue impreso en 1473, le sigue en antigüedad, La ciudad de Dios de San Agustín de 1475. La Crónica de Aragón de Fabricio de Vagad y la Crónica de Núremberg de Hartmann Schedel la cual se distingue por tener varios de sus grabados iluminados a mano, lo que aumenta la belleza visual de esta obra. Los restantes son las Obras de Angelo Politani, el Tratado de las Fiebres de Francisco de Bobio, Summa Total de San Antonino de Florencia, Sermones de Jacobo Vorágine y Sermones de Temporada y de Santos de Peregrino. 

Sin embargo, los demás libros también son de una belleza y de un valor incomparables. Además, la Biblioteca Palafoxiana cuenta con obras como De humani corporis fabrica de Andrés Vesalio,​ el Atlas de Gerardus Mercator, El Quijote de Miguel de Cervantes, la Monarquía Indiana de Juan de Torquemada y las Fábulas de Jean de La Fontaine.


Biblioteca Palafoxiana.

Cada uno de los libros que se encuentran en los casilleros resguardados por la malla de alambre, conservan en sí mismos una historia, ya que independientemente del tema sobre el cual traten, albergan rasgos que hacen mención de sus creadores o de sus propietarios. Así entonces se identifican a primera vista los exlibris de las casas impresoras, los diversos estilos de tipos, encuadernaciones, grabados, papel y marcas de agua. También se aprecian las marcas de fuego o los exlibris de la persona que los poseía, las anotaciones al margen, incluso si el interior está tachado por el censor.
Es posible saber lo anterior, gracias a que la Biblioteca Palafoxiana fue objeto de un proceso de restauración y catalogación que se puso en marcha a raíz de los terremotos de 1999 que provocaron que la biblioteca sufriera daños estructurales. Se emprendió un proyecto integral sin precedentes en la historia de la Biblioteca Palafoxiana, para lo cual se contó con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Fundación Alfredo Harp Helú, Adabi de México, Fomento Cultural Banamex y el World Monuments Fund, logrando que se reabrieran las puertas de la centenaria biblioteca en abril de 2005.

Memoria del Mundo

Gracias a la renovación de la biblioteca, se presentó ante la UNESCO la candidatura para inscribirla en el Registro de Memoria del Mundo por ser la primera biblioteca pública de América, por haber permanecido en el mismo lugar durante más de tres siglos y por la importancia de su acervo, lo que permitió que este organismo de la ONU, la incluyera dentro de este registro en junio de 2005. Por todas estas razones, la Biblioteca Palafoxiana es actualmente uno de los referentes obligados en la investigación del periodo novohispano y parte invaluable del patrimonio documental e histórico de Puebla y de México.





La Biblioteca Nacional de Colombia

La Biblioteca Nacional de Colombia​ (BNC) es una de las primeras bibliotecas públicas fundadas en América, después de la biblioteca palafoxiana. 
Fue fundada como Real Biblioteca por el virrey Manuel Guirior en 1776, aunque fue al virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado a quien le correspondió abrir al público la biblioteca, el 9 de enero de 1777.
La colección bibliográfica inicial de la institución fueron los 4 182 volúmenes, según inventario ordenado por el virrey Pedro Mesía de la Cerda, expropiados a la comunidad jesuita, expulsada en 1767 de todos los dominios del Imperio español como resultado de la orden dada por el rey Carlos III.

La Real Biblioteca comenzó a funcionar en la casa del Seminario, hoy Palacio de San Carlos, actual sede de la cancillería, inmueble que había sido enajenado a los jesuitas en 1767. En 1789, trece años después de su fundación, fue organizada de una manera práctica,​ al estilo de las bibliotecas europeas por Manuel del Socorro Rodríguez quien fue nombrado bibliotecario por el virrey José de Ezpeleta y permaneció en el cargo hasta su muerte en 1819.
En 1823 y gracias a la gestión de Francisco de Paula Santander la biblioteca se estableció en las aulas del Colegio de San Bartolomé, ​ recibió la biblioteca de José Celestino Mutis6​ y cambió su nombre a Biblioteca Nacional de Colombia.
El 25 de marzo de 1834 se decreta la primera ley de Depósito Legal. Esta impuso, como obligación, remitir a la biblioteca toda publicación impresa producida en el país. Esto determinó la misión de la biblioteca la cual, a partir de este momento, se convirtió en la entidad encargada de custodiar el patrimonio bibliográfico y documental de Colombia.


 

Reportaje
Los libros nazis de la Biblioteca Nacional (de Colombia)
Por: Germán Izquierdo

Escritos en alemán e impresos en letra gótica, un total de 2.000 libros donados por la Alemania nacionalsocialista llegaron a la biblioteca en 1938 durante la celebración de los 400 años de ciudad de  Bogotá. Un descuido de inventario, sin embargo, hizo que las obras se refundieran en los anaqueles durante más de 70 años. Crónica de un descubrimiento.
23/5/2016

Cuando finalizó la muestra, la biblioteca guardó las donaciones. Los títulos obsequiados por el gobierno alemán, sin embargo, jamás fueron catalogados y envejecieron amontonados en anaqueles hasta 2014, cuando fueron hallados en un inventario general realizado por la biblioteca con el apoyo de 140 contratistas. 
El edificio de la Biblioteca Nacional brillaba contra los cerros orientales. Mientras tanto, sobre la desocupada calle 24, estacionaban algunos automóviles de los 2.000 invitados que aquel 20 de julio de 1938 llegaban para celebrar cuatro acontecimientos: los 400 años de la fundación de Bogotá, el grito de independencia, el bicentenario de la llegada de la imprenta al país y la inauguración de la nueva sede de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Con el propósito de organizar una celebración especial, el entonces director de la biblioteca, Daniel Samper Ortega, realizó una muestra que se exhibió por varios días en los salones del edificio.
 Según anotó en un artículo titulado Reflexiones en torno a una exposición, “Todas las naciones amigas fueron invitadas a enviar a Bogotá colecciones escogidas de libros representativos de lo más propio y original de su pensamiento, tanto en literatura como en ciencias, arte e historia”.

28 países de América, Europa y Asia confirmaron su participación. Gracias a su ayuda, el 20 de julio la biblioteca se convirtió en un museo tan variado como un bazar persa, pobre en curaduría pero rico en obras de arte y textos incunables. Francia exhibió dibujos de Corot, Ingres y Gauguin, entre otros. Japón hizo una donación de libros y mostró un valioso talismán impreso en el año 770 antes de Cristo. España regaló una colección de 2.000 volúmenes y expuso obras de grandes artistas como Picasso y Álvarez de Sotomayor.
Alemania, mientas tanto, exhibió su ofrenda delante de una gran bandera del partido Nazi y, según Samper, “remitió cerca de 2.000 libros escogidos con el mayor cuidado y lujosamente encuadernados”.

Cuando finalizó la muestra, la biblioteca guardó las donaciones. Los títulos obsequiados por el gobierno alemán, sin embargo, jamás fueron catalogados y envejecieron amontonados en anaqueles hasta 2014, cuando fueron hallados en un inventario general realizado por la biblioteca con el apoyo de 140 contratistas. 

“Un inventario siempre arroja hallazgos, desentierra secretos ocultos y nos sitúa ante lo desconocido –dice Consuelo Gaitán, actual directora de la Biblioteca Nacional–. En el que realizamos en la Biblioteca Nacional entre 2013 y 2014, nos encontramos con el Fondo Alemán, conformado por cerca de 2.000 volúmenes que incluyen una gran cantidad de material propagandístico del Tercer Reich y obras representativas de este período. Cómo habían llegado hasta nosotros y por qué habían permanecido ocultas hasta ahora, fue algo que nos preguntamos en ese momento”.

En el pasillo del hoy llamado Fondo Alemán se mezcla el olor a cuero con un aroma tostado de papel viejo. Está ubicado en el tercer piso de la biblioteca y lo enmarcan dos hileras de bibliotecas de madera cuyos anaqueles sostienen varios libros de propaganda Nazi. Uno de los más llamativos es una edición de 1936 de Mein Kampf (Mi Lucha), de Adolfo Hitler. Nombres conocidos, como el de Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe (Fuerza aérea), comparten espacio en las repisas con otros menos familiares.

Allí está Die Hitler Jugend (La juventud de Hitler), de Baldur von Schirach, líder de las juventudes hitlerianas procesado en los juicios de Núremberg. Von Schirach comparte estante con Theodor Soucek, uno de los creadores de los “Hombres lobo”, una organización secreta dedicada a combatir a los aliados en Austria ejecutando secuestros y actos terroristas. Soucek fue condenado a muerte pero un error de forma lo absolvió y hasta 2011 vivió como un acomodado octogenario en un condominio en Marbella, España. Más abajo, impreso sobre un lomo de tela de azul descolorido, se lee: Franz Ludwig Neher, Das Wunder des fliegens (La maravilla de volar). Ludwig escribió biografías de pilotos del ejército alemán y libros de propaganda nazi. 

En otro estante se lee el nombre de Eckhart von Naso, uno de los 88 escritores que le juró fidelidad a Hitler en octubre de 1933, el año en que los nazis quemaron miles de libros en toda Alemania. Bibliotecas enteras desaparecieron de ciudades como Berlín, Múnich, Dresde, Bremen y Dortmund, donde obras de Thomas Mann, Kafka, Freud o Remarque alimentaron las hogueras avivadas por las juventudes nazis.

Uno de los más oscuros personajes que figuran en el fondo alemán es Paul de Lagarde, un delirante antisemita quien se refería a los judíos como “pestilencia” y sostenía que debían ser expulsados de Alemania y Austria. Entre los libros de la biblioteca personal de Hitler que sobrevivieron, y cuya mayoría resguarda la Biblioteca de Congreso en Washington, se cuentan dos copias del libro de Lagarde Cartas alemanas. De acuerdo con Timothy Ryback, autor del libro Hitler private library (La biblioteca privada de Hitler), uno de los dos ejemplares del líder nazi tiene más de cien anotaciones –entre signos de admiración, subrayados, notas al borde, círculos, paréntesis a lápiz–. Una de las anotaciones figura en un pasaje donde de Lagarde sugiere trasplantar a los judíos a Palestina. En la donación de Alemania se halla una biografía de de Lagarde escrita por otro antisemita, Karl Ludwig Schemann.

Los manuales no faltan en el Fondo Alemán. Hay uno sobre educación física para jóvenes que enseña con ilustraciones técnicas el fortalecimiento muscular y la lucha libre. Otro trata sobre derechos y deberes. Otro sobre las mujeres nazis. Todos lucen la esvástica en la portada y en la contratapa un distintivo ex-libris de un águila con una esvástica en el pecho sobre un letrero que traduce: “Regalo del imperio alemán”.

Varios libros del fondo exaltan a los jóvenes de las juventudes nazis y contienen fotos en blanco y negro de niños cargando ladrillos, sentados frente a una máquina de escribir en medio del campo, tocando una trompeta, fumando, boxeando, disparando rifles, formando batallones que marchan en perfecto orden bajo banderas nazis que ondean en el viento.
La mayoría de niños que ilustran los libros deben de estar muertos, sus fotos envejecieron a la par con la Biblioteca, que con los años se convirtió en un referente cultural y arquitectónico de la ciudad, mientras los montones de volúmenes del Fondo Alemán, apretujados entre sus letras góticas, seguían sin ser advertidos.
Pocos documentos hacen referencia a la donación de libros de Alemania a Colombia. Uno es el ya citado texto de Samper Ortega, otro fue escrito por el profesor de historia Luis Eduardo Bosemberg, quien ha estudiado en profundidad las relaciones de Alemania y América en la primera mitad del siglo XX. 
En un ensayo sobre la avanzada “cultural” nazi en Bogotá, Bosemberg anota que el IAI (Instituto Iberoamericano de Berlín) mostró gran interés por “participar de la celebración de los 400 años de la fundación de Bogotá (…) Se proyectó obsequiar al país 1.500 libros y fundar una biblioteca de libros colombianos en Berlín”. 

Bosemberg desconocía el hallazgo del Fondo Alemán, pero al enterarse, sentado en su oficina de la Universidad de los Andes bajo un par de afiches ilustrados de la Primera Guerra Mundial, dice levantando el dedo índice: 
“Puedo asegurar que esos libros fueron enviados por Faupel”.
Se refiere a Wilhelm Faupel, un militar y diplomático alemán quien dirigía el ya citado IAI para cuando se realizó la donación. Faupel, militante del partido Nazi, estaba interesado en influenciar la opinión pública colombiana y una forma efectiva de lograrlo era fortaleciendo el intercambio cultural. El IAI publicaba un par de revistas que se distribuían en Colombia, una llamada Ejército, Marina, Aviación, dirigida por Faupel y financiada por el Ministerio de Propaganda de Hitler. Según anota Bosemberg, el instituto “servía de intermediario para donar libros, adquirir películas o distribuir noticias”.

Durante las conmemoraciones de los 400 años de la fundación de Bogotá, Alemania condecoró a 33 personalidades colombianas con el objetivo de fortalecer sus lazos sociales con el país. Entre los condecorados figuraron Alfredo Michelsen, Rafael Obregón, Agustín Nieto, Roberto Urdaneta, Guillermo Valencia y el propio director de la Biblioteca Nacional, Daniel Samper Ortega.

En resumen, a Alemania le interesaba propagar su influencia en Colombia. El embajador, que en ese entonces se denominaba ministro, era Wolfgang Dittler, quien recomendó a su gobierno elevar la representación en Colombia de grado I a grado II, pues en los años treinta el país representaba el tercer mayor importador de productos alemanes en Latinoamérica.
Las relaciones entre Colombia y Alemania, que habían sido excelentes desde el siglo XIX, llegaron a su fin en 1942, cuando Colombia rompió relaciones con Alemania luego del bombardeo a Pearl Harbour. Ese año el ministro Dittler abandonó el país en compañía de su esposa. Un año antes, el presidente Eduardo Santos le contó a un periodista de apellido Gunther que lo único que lo unía con Hitler era el amor por las montañas.

En 1945, cuando la guerra terminó, Faupel se suicidó junto con su esposa, ignorante de que los libros enviados a Colombia no habían cumplido su objetivo adoctrinador.
Todos los volúmenes donados por Alemania en 1938 están escritos en alemán e impresos en letra gótica. Quizás por eso nunca se clasificaron ni se leyeron. Pero no todos son de propaganda nazi. Muchos representan la verdadera cultura alemana, aquella que ha trascendido y forma parte del patrimonio de la humanidad. Allí figuran lujosas ediciones de las obras completas de Goethe, Nietzsche y Schiller, una bella edición de los cuentos completos de los hermanos Grimm, y la obra Cosmos, de Alexander von Humboldt, a la que el científico dedicó 25 años de su vida.
Entre todos los anaqueles hay un libro colombiano traducido al alemán: (Der Strudel) La Vorágine, de José Eutasio Rivera, en una edición de 1937 de la editorial Hans Müller de Leipzig. 

Los estantes del Fondo Alemán también ostentan libros de geología, fabricación de bebidas espirituosas, medicina, zoología, además de una edición de 1875 de la lujosa enciclopedia Brockhaus, aquella que tanto admiraba Borges y que cita en su poema Adquirir una enciclopedia:
“Aquí la vasta enciclopedia de Brockhaus

aquí los muchos y cargados volúmenes y el volumen del atlas,

aquí la devoción de Alemania…”.

El largo inventario realizado en la Biblioteca Nacional recuperó 80 mil piezas entre libros, revistas y curiosidades como tiquetes de tren de Rufino José Cuervo, billetes de lotería del siglo XIX y un menú hallado en uno de los libros de Miguel Antonio Caro. Y también el Fondo Alemán, con sus 2.000 títulos que durmieron un sueño de 76 años del cual ya despertaron.

Biografía

Wilhelm Faupel —también escrito von Faupel— (Lindenbusch, Baja Silesia, 29 de octubre de 1873 - Berlín, 1 de mayo de 1945) fue un militar y diplomático alemán, conocido por su papel como diplomático de la Alemania nazi durante la Guerra civil española. Primer embajador de la Alemania nazi en la España franquista, fue un ardiente partidario de la Falange y de la participación alemana en los asuntos internos españoles, lo que le costó varios conflictos con las autoridades franquistas.
Conocedor del mundo hispano, dirigió en varias ocasiones el Instituto Ibero-Americano de Berlín. Al final de la Segunda guerra mundial, con la entrada de los soviéticos en Berlín, se suicidó junto a su esposa.



Brockhaus es una enciclopedia alemana publicada por la editorial F. A. Brockhaus. La primera edición fue realizada tomando como base la obra Conversations-Lexikon mit vorzüglicher Rücksicht auf die gegenwärtigen Zeiten de Renatus Gotthelf Löbel y Christian Wilhelm Franke. Publicada en Leipzig entre 1796 y 1808, fue adquirida en el último año por Friedrich Arnold Brockhaus, quien pagó por ella 1800 táleros.

Al principio el nombre de la enciclopedia permanecía como Konversationslexikon o Allgemeine deutsche Real-Encyklopädie für die gebildeten Stände; ya en la decimoquinta edición, el título es Der grosse Brockhaus. En la edición actual, se titula Brockhaus Enzyklopädie.

"Ninguna obra de referencia ha sido más útil y acertada, o ha sido copiada, imitada y traducida con más frecuencia que el Konversationslexikon de Brockhaus", decía la Encyclopædia Britannica en 1911. 
El trabajo fue pensado, no para uso científico, sino para promover el desarrollo del conocimiento general, ofreciendo resultados de investigación y descubrimientos en una forma simple y popular, sin detalles extensos. Los artículos son excelentes y dignos de confianza, especialmente en los temas alemanes, con amplias referencias a los mejores libros, e incluyen biografías de personas vivas.



Jean Grolier de Servières, vizconde d'Aguisy.

( c.  1489/90 - 22 de octubre de 1565) fue Tesorero General de Francia y un famoso bibliófilo . Como coleccionista de libros, Grolier es conocido en particular por su patrocinio de Aldine Press y su amor por las encuadernaciones ricamente decoradas.

Biografía

Grolier nació en Lyon ; alentó la creencia de que era mayor de lo que parece plausible dado el matrimonio de sus padres en 1485, lo que resultó en 1479 a menudo dado como su fecha de nacimiento. Basado en evidencia documental recientemente descubierta de julio de 1527, cuando declaró que tenía 37 años en procedimientos legales, ahora se considera que nació en 1489-90. 
 Su familia era de origen italiano, de Verona , pero tenía su sede en Lyon, donde Étienne Grolier, el padre de Grolier, era un rico comerciante que también ocupaba un cargo en el gobierno como recaudador de impuestos. Su madre fue Antonia Esbauda; había cuatro hijas del matrimonio, pero Jean era su único hijo. En 1506 Étienne obtuvo, probablemente por compra, el puesto de Tesorero General de Milán , entonces ocupado por los franceses. Jean Grolier heredaría este cargo a la edad de 19 o 20 años tras la muerte de su padre en Milán en 1509. Grolier todavía era dueño de la casa familiar en Lyons en 1536, aunque no había vivido allí como adulto. 

En 1508, Jean Grolier era un secrétaire du roi ("secretario del rey", un ayudante menor en la terminología actual) que tenía que acompañar a Luis XII y su corte por Francia. Sus estudios prosiguieron con el humanista renacentista Gaspar Argilensis (o Gaspar d'Argile), que dedicó su edición de Suetonius a Grolier (Lyon 1508). Grolier estuvo en Milán como tesorero desde 1509 (al menos) hasta que los franceses fueron expulsados ​​en junio de 1512, y luego regresó con el ejército francés, ahora bajo Francisco I , en 1515 y permaneció hasta que fueron nuevamente expulsados ​​en 1521, después del desastre. de la batalla de Pavía , cuando regresó a Francia.

En su segundo período en Milán estuvo en el centro de un círculo literario humanista, y conoció a Aldus Manutius , impresor de tantos de sus libros, cuando lo visitó desde Venecia, probablemente en 1511. No hay evidencia de que Grolier fuera a Venecia, como a veces se reclama. Se le dedicaron muchas obras, y sobreviven varias cartas hacia y desde su círculo, incluidas las de Erasmo .

Más tarde, Grolier representó a la monarquía francesa en Italia, aunque las afirmaciones en obras más antiguas de que tenía un nombramiento formal como embajador ante el papado son erróneas. Fue Tesorero de Guerra entre 1522 y 1531, y después de ocupar cargos regionales como tesorero, fue nombrado uno de los cuatro Tesoreros Generales de Francia en 1537. Se había casado con Anne Briçonnet, de una familia de Tours , que murió en 1545 o así, y tenían dos hijas por lo menos. Murió en París y fue enterrado en la Abadía de Saint-Germain-des-Prés , el funeral arreglado y la tumba pagada por dos hijas y dos nietos. 


Los libros de Grolier llevaban la inscripción Io. Grolieri et Amicorum (en latín, "la propiedad de Jean Grolier y sus amigos"), los primeros ejemplos agregan Lugdunensis ("de Lyon") después de su nombre.  Existe cierto debate sobre cómo compartió libros con sus amigos, pero hay evidencia de que su generosidad al prestar a sus amigos resultó en la desaparición de algunos artículos, y la biblioteca se dispersó en gran medida mucho antes de 1675, una fecha dada en fuentes más antiguas. . 
Una obra de 1620 ya afirmaba que "las mejores bibliotecas tanto de París como de otras partes de Francia deben su adorno únicamente a las copias de Grolier". Todavía se pueden identificar unos 500 libros que formaron parte de la biblioteca, y durante siglos la reputación de Grolier como coleccionista ha aumentado el valor de cualquier libro asociado con él.  Algunos de los libros se encuentran en colecciones públicas como la Biblioteca Británica y la Biblioteca Nacional de París , siendo esta última institución la que tiene el mayor número de encuadernaciones de Grolier.

Grolier estaba particularmente interesado en los clásicos latinos y sus libros estaban encuadernados en cuero de diferentes colores según el tema. Su primer período en Italia ya lo muestra tomando un interés innovador en la encuadernación, encargando una serie de 
" encuadernaciones en plaquetas " con grandes relieves en forma de medallas en el centro de la cubierta. Anteriormente, este estilo solo se había utilizado para volúmenes de presentaciones especiales, y Grolier fue el primer coleccionista en aplicarlo sistemáticamente a los libros de su propia biblioteca, lo que parece haber comenzado a hacer en 1510.
 La mayor parte de su biblioteca estaba encuadernada en Francia, pero los diseños seguían mostrando influencia italiana. Grolier dio su nombre a un estilo de encuadernación adornado con patrones geométricos, ejemplificado en los que encargó y quizás ayudó a diseñar.  Las encuadernaciones grolier se produjeron principalmente en París entre 1520 y 1555, y muestran un desarrollo en el estilo: 
"Diseños geométricos simples de tiras con florones en las esquinas del panel central se desarrollaron en las encuadernaciones posteriores en elaborados entrelazados curvilíneos combinados con arabescos a veces encerrados en bordes producidos en rollo". 
El análisis de las encuadernaciones supervivientes muestra que Grolier patrocinó varios talleres a lo largo de los años. Solo se conoce una cantidad limitada de información sobre los encuadernadores involucrados: algunas encuadernaciones tienen un estilo identificable (por ejemplo, "último encuadernador de Grolier"),  mientras que la evidencia documental permite que algunos de los encuadernadores se identifiquen por su nombre:

Geoffroy Tory (m. 1533), impresor y encuadernador parisino mejor conocido como diseñador de tipos para impresión.

Jean Picard , encuadernador y librero parisino. Picard estuvo activo en la década de 1540 y, hasta 1547, combinó su encuadernación con la agencia parisina de Aldine Press.
El Club Grolier de la ciudad de Nueva York recibió su nombre de Walter Montgomery Jackson (1863-1923), quien también lo conmemoró en la editorial Grolier que se fundó.