Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

miércoles, 31 de enero de 2018

491.-Biblioteca municipal de Providencia; Literatura de Brasil.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;  Paula Flores Vargas; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig;Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán


Antiguo mercado central de Providencia.




Fallada

El Mercado Municipal de Providencia es un lugar de abastecimiento de la comuna de Providencia, en Santiago de Chile.

Edificio.

Edifico.

biblioteca


Historia
Nave central del edificio

Durante su segundo período como alcaldesa de Providencia, Alicia Cañas consideró que era necesario dotar a la comuna de un mercado. Inaugurado en 1947, esta idea surgió de la propia alcaldesa que la trajo desde Europa, donde las propias dueñas de casa hacían las compras en vez de enviar a sus empleadas a hacerlo.

Construcción
mercado

El lugar escogido fue el edificio consistorial, ubicado en avenida Providencia, entre las calles Santa Beatriz y Antonio Bellet. Tuvo que ser demolido en 1942 para levantar el actual edificio, obra de los arquitectos Escipión Munizaga y Alberto Cruz Eyzaguirre.
En el intertanto de su construcción, la sede del municipio fue una vivienda arrendada a las monjas argentinas en Pedro de Valdivia con Europa. Demoró 4 años en construirse: de 1942 a 1946, estando la obra a cargo de Forteza Hermanos, y tuvo un costo total de 4 millones de pesos de la época, para lo cual el municipio obtuvo un préstamo de la Corporación de Fomento de la Producción de 5 millones.​ Su estructura principal destaca por la columnata de doble altura en su acceso principal, así como su nave central que cuenta con tragaluces.

Uso y cambios de ocupación


Acceso actual al mercado por calle Santa Beatriz.

El mercado revolucionó la rutina de compras de sus habitantes. En sus locales interiores estaba el prestigioso negocio de abarrotes y licores de Ernesto Bertonati, las flores de Carmen Araya, la pescadería Abarca y puestos de frutas, verduras, flores, empanadas y otros productos. Quienes asistían a la misa de la iglesia de la Divina Providencia —ubicada frente al Mercado— concurrían después del oficio religioso a comer las empanadas «Montolín» y las de «la Tinita». Pese a las reticencias de los vecinos, este mercado se consolidó como un centro importante de abastecimiento de la época.
En 1986 la Municipalidad de Providencia entregó el inmueble principal por 60 años al Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) para que albergara su Dirección Nacional. Al año siguiente se realizó una remodelación del edificio —a cargo de los arquitectos Cristián Boza, Pilar García, Walter Lihn y Wren Strabucchi— y el mercado pasó a ubicarse en la parte posterior para dejar el frontis al Sernatur y la Biblioteca Municipal Mauricio Litvak en la esquina nororiente.

Conservación y proyecto de renovación
Frontis  del Mercado Municipal de Providencia.

En 2016 el edificio fue declarado Inmueble de Conservación Histórica por la Municipalidad de Providencia, con el fin de preservar la construcción y poder readecuar la estructura para albergar nuevamente al Mercado Municipal.
En 2019 la Municipalidad de Providencia presentó un concurso público para recuperar el edificio del Mercado y convertirlo nuevamente en un centro de abastecimiento para la comuna; con esta situación el Sernatur tendrá que dejar dichas dependencias luego que se acordara adelantar el término del convenio firmado en 1986. El proyecto ganador fue presentado en enero de 2020 y está a cargo de Patricio Jadue, dueño del centro gastronómico Patio Bellavista.
El proyecto ganador contempla la construcción de cuatro niveles subterráneos en el sector posterior al edificio histórico del mercado, con 140 estacionamientos, además de áreas de carga y descarga para proveedores y bodegas.​ También se construirá una ampliación hacia la zona posterior del edificio, consistente en una obra de tres pisos para ampliar la oferta de locales comerciales en su interior.





Biblioteca municipal de Providencia.



Providencia es una comuna ubicada en el sector nororiente de la ciudad de Santiago de Chile. Limita al noroeste con Recoleta, al noreste con Vitacura, al este con Las Condes, al sur con Ñuñoa, al sureste con La Reina y al oeste con la comuna de Santiago.

puerta


En el corazón del Barrio Manuel Montt existe un lugar ideal para los amantes de los libros: la Biblioteca Municipal de Providencia, un espacio donde podrás encontrar un sinfín de publicaciones.
Creada en 1963, la Biblioteca Municipal -integrada años después al Sistema de Bibliotecas- es sin duda un lugar que potencia el barrio y su quehacer cultural.
Sus estantes llenos de libros nos invitan a acercarnos a la lectura y no sólo tener un simple encuentro con las letras, sino también viajar por ellas, imaginar, crear mundos y potenciar nuestra creatividad.
puerta

 Con espacios cómodos para el estudio y el esparcimiento -también cuenta con servicios como Wi-Fi y hemeroteca- la biblioteca también ofrece a la comunidad distintas actividades de extensión como talleres literarios, ciclos de charlas y de cine, exposiciones y actividades infantiles.
La Biblioteca Municipal de Providencia está ubicada en Avenida Providencia 1590.


Sala

Es un espacio ideado para la cultura y la transferencia de conocimientos. Con más de 20 años de gestión, se ha consolidado como un espacio para difundir las más diversas expresiones artísticas contemporáneas y clásicas, enfocadas a diferentes públicos.

A través de su Programa de Cine, exhibe tres festivales y más de 24 muestras y ciclos temáticos de cine arte al año. También desarrolla conferencias, ciclos de teatro familiar y talleres. Cuenta con una librería, dos galerías de arte, un café y una capilla. 
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Sala de lecturas

Conozco la biblioteca desde que cursada la educación media, en el Instituto de Humanidades Luis Campino; a comienzo de la década del 90. Durante mis estudios de derecho en la Universidades, lo ocupe como lugar de estudio e investigación, leía enciclopedias, libros de derecho, novelas y de historia, para fortalecer mi conocimientos y cultura general y jurídicas.



Literatura del Brasil.



Desembarco de Pedro Álvares Cabral em Porto
Seguro em 1500. Óleo sobre tela de Oscar Pereira da Silva (1904)



La literatura brasileña, considerando su desarrollo basado en la lengua portuguesa, forma parte del espectro cultural lusófono. Surgió a partir de la actividad literaria incentivada por el descubrimiento de Brasil durante el siglo XVI.​ Bastante ligada en un principio a la literatura metropolitana, poco a poco fue ganando independencia, especialmente durante el siglo XIX, con los movimientos románticos y el realista, hasta alcanzar su punto culminante con la Semana de Arte Moderno en 1922, que se caracteriza por la ruptura definitiva con las literaturas de otros países, formando, por lo tanto, desde el Modernismo y sus escuelas las primeras generaciones de escritores realmente independientes. Surgen en este momento grandes nombres como Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, João Guimarães Rosa, Clarice Lispector y Cecilia Meireles.

La literatura producida en Brasil desempeña un papel importante en el ámbito cultural del país: todos los principales periódicos dedican gran parte de sus suplementos culturales al análisis y la crítica literarios. Igualmente, la enseñanza de la disciplina es obligatoria en la escuela secundaria.

Período colonial

El primer documento existente que puede ser considerado como literatura brasilera es la Carta de Pero Vaz de Caminha ("Carta de Pero Vaz de Caminha"), escrita por Pero Vaz de Caminha para Manuel I de Portugal, la cual contiene una descripción de cómo se veía Brasil en el año 1500. Los diarios de los navegantes y las descripciones de la "América portuguesa" dominaron la producción literaria durante los dos siglos siguientes, incluyendo informes famosos como los de Jean de Léry y los de Hans Staden, cuyas historias sobre su encuentro con los Indios Tupi en las costas de São Paulo fueron de una influencia extraordinaria sobre la mirada que tenía Europa sobre el nuevo continente.
Algunos otros ejemplos literarios explícitos sobrevivieron a este período, como el poema épico de José Basilio da Gama, en el que se celebra la conquista de las misiones guaraníes por los portugueses, y el trabajo de Gregório de Matos Guerra, un abogado del siglo XVII, de Salvador de Bahía, que produjo una amplia cantidad de sátiras, así como poesías religiosas y seculares. La obra de Matos tenía fuertes resonancias barrocas y estuvo influido por poetas españoles como Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.
El Neoclasicismo fue difundido en Brasil a mediados del siglo XVIII, siguiendo el estilo italiano. La literatura era producida muchas veces por miembros de academias temporales o semipermanentes y la mayor parte de su contenido pertenecía al género pastoral. El centro literario más importante en el Brasil colonial era la próspera región de Minas Gerais, conocida por sus ricas minas de ouro, donde ya estaba empezando a surgir un movimiento protonacionalista. 
Los poetas más importantes de esta época eran Cláudio Manuel da Costa, Tomás António Gonzaga, Alvarenga Peixoto y Manuel Inácio da Silva Alvarenga, todos ellos envueltos en una revuelta contra el poder colonial. Gonzaga e Costa fueron exiliados hacia África como consecuencia de sus respectivos trabajos.
Imperio del Brasil 



Romanticismo

En 1822, D. Pedro se da cuenta de un movimiento que se estaba haciendo sentir, como mínimo, desde 1808: la Independencia de Brasil. A partir de entonces, dentro del contexto de surgimiento de nuevas naciones independientes en Europa y América, el joven Brasil independiente va a necesitar encontrar la manera de insertarse en el nuevo orden político mundial. Dentro de la necesidad de autoafirmación de la nueva nación, se busca barrer la imagen del conquistador portugués. La riqueza minera genera las condiciones necesarias como para que las familias más ricas envíen a sus hijos a Europa, especialmente a Francia y a Gran Bretaña. Los jóvenes brasileños formados en Europa buscan en este continente las soluciones a los problemas de Brasil, a pesar de que Brasil no tenía la misma estructura social que los países industrializados de Europa: si en estos últimos la sociedad se articulaba en torno al binomio burguesía / proletariado, en Brasil la sociedad se basaba todavía en la oposición aristocracia / esclavo, de manera que el "ser burgués" era más un estado de ánimo, una norma de comportamiento, y no una posición económica y social.

En Brasil, la poesía romántica se caracteriza en primer lugar por el contenido patriótico, de afirmación nacional de la comprensión de lo que iba a ser la identidad brasileña, o la expresión de uno mismo, es decir, la expresión de los sentimientos, los deseos más personales diferente del ideal de la imitación de la poesía de la naturaleza en este arcade. Todo esto seguido de una revolución en el lenguaje poético, que comenzó a buscar una proximidad a la vida cotidiana de las personas con el lenguaje cotidiano. En el poema "Invocación del Ángel de la Poesía", Gonçalves de Magalhaes dice que va a abandonar las convenciones clásicas (la cultura griega), a favor del sentimiento personal y sentimiento patriótico.
La poesía romántica llega en medio del fervor separatista de la primera mitad del siglo XIX, y tiene como punto de partida la obra de Gonçalves de Magalhães "Suspiros poéticos y anhelos" (1836), caracterizada por un fuerte sentimiento de antilusitanismo. El prefacio de esta obra es considerado como el manifiesto por excelencia del Romanticismo brasileño y por ello se considera a este autor como el iniciador de dicha escuela literaria en su país.

El Romanticismo de Brasil puede dividirse en tres partes:

Primera Generación. Indigenismo y nacionalismo.

Estaba formada por escritores muy preocupados por la formación de una identidad nacional en el Imperio de Brasil, que acababa de obtener la independencia de Portugal. Eran extremadamente nacionalistas, veían a los indios como héroes, exaltaban la naturaleza y la patria con gran sentimentalismo.
Los principales autores de esta época son Manuel de Araújo Porto-Alegre (1806-1879), Domingos José Gonçalves de Magalhães (1811-1882) y Antonio Gonçalves Dias (1823-1864).

Segunda Generación. El Ultrarromanticismo.

En esta generación se produce un énfasis en los rasgos románticos. El sentimentalismo es todavía más acusado, de ahí que se hable de un "Ultrarromanticismo"

También se la conoce como la generación "Byroniana", por estar fuertemente influida por la poesía de Lord Byron y Musset. Sus miembros se caracterizan por llevar un estilo de vida bohemio y nocturno, y por tener una visión del mundo egocéntrica, narcisista, pesimista, angustiada y, en ocasiones, incluso satánica (las referencias al demonio, a las ceremonias demoníacas prohibidas y oscuras, son constantes en algunos de estos autores, que ven el infierno como una prolongación de las orgías en la Tierra). Temas habituales en ellos son el pesimismo, la duda, la desilusión y el aburrimiento constante, pero, por encima de todo, es el escape de la realidad, que se manifiesta en una idealización de la infancia.
Los principales poetas de esta generación fueron Álvares de Azevedo, Casimiro de Abreu, Junqueira Freire y Fagundes Varela.

Tercera generación. El Condoreirismo

Caracterizada por la poesía social y libertaria, refleja las luchas internas de la segunda mitad del reinado del emperador Pedro II. Esta generación estuvo muy influida por Víctor Hugo y su poesía política, de ahí que sea conocida como la generación "huguiana". El resultado final es el condoreirismo o condorismo: el cóndor, el águila que habita en la cima de los Andes, se convierte en el símbolo de la libertad abrazada por estos jóvenes románticos.

Su máximo representante fue Castro Alves, seguido por Tobias Barreto y Sousándrade.

La prosa romántica. José de Alencar

José Martiniano de Alencar (Messejana, Fortaleza, Ceará, 1 de mayo de 1829 — Río de Janeiro, 12 de diciembre de 1877) fue un escritor, dramaturgo, ensayista, periodista, político y crítico literario brasileño. 



José de Alencar es considerado el patriarca de la literatura brasileña. Inauguró nuevos estilos románticos y consolidó el Romanticismo en Brasil, diseñando el retrato cultural brasileño de manera completa y exhaustiva. Debido a esa visión amplia de la escena brasileña, su obra iniciaría un período de transición entre el Romanticismo y el Realismo. Muchas de sus novelas revelan la preocupación de José de Alencar por mostrar al indio como un héroe nacional. Mientras que los autores románticos europeos mostraban su nostalgia por la época medieval, Alencar procuró buscar en la cultura indígena el pasado fiel de la historia brasileña. Sus novelas muestran un lenguaje más original, con palabras de los indios Tupi, y retratan al indio como un símbolo de la valentía, la pureza y el amor a la naturaleza. En resumen, sus obras utilizan el indigenismo como una forma de revelar un concepto más original de la identidad brasileña y de crear un proyecto de lengua brasileña.

Realismo

El Realismo comienza oficialmente en Brasil en 1881, con la publicación de las «Memorias póstumas de Brás Cubas», de Machado de Assis, el autor más célebre de todo Brasil. La escuela realista brasileña sólo empezará a declinar con la aparición del Parnasianismo, hacia 1890. Con la introducción de los estilos realista y naturalista en Brasil, la observación ganó un nuevo significado. Comenzó a escribirse buscando la verdad, y no para ocupar el tiempo de ocio de los lectores.
Entre los escritores más importantes del realismo en Brasil figuran Raúl Pompeia, el vizconde de Taunay y fundamentalmente el ya citado Machado de Assis, quien contribuyó con obras muy importantes, tales como Memorias póstumas de Blas Cubas, Quincas Borba y Dom Casmurro. Los tres trabajos giran alrededor de varios temas, entre ellos el adulterio, desde una perspectiva crítica e irónica, muy característica del autor. Tanto Memórias Póstumas de Brás Cubas como Dom Casmurro destacan por estar narrados en primera persona, una peculiaridad dentro de la novela realista.

Machado de Assis.

Joaquim Maria Machado de Assis ; Río de Janeiro, 21 de junio de 1839-ibídem, 29 de septiembre de 1908) fue un escritor brasileño, ampliamente considerado como el mayor nombre de la literatura brasileña.



José Maria Machado Machado de Assis es considerado el introductor del realismo en Brasil, con la publicación de las Memorias póstumas de Blas Cubas (1881). Esta novela se encuentra junto a todas sus producciones posteriores, Quincas Borba, Dom Casmurro, Esaú e Jacob y el Memorial de Aires, ortodoxia conocida como pertenecientes a su segunda fase, que cuenta con nota de pesimismo e ironía, aunque no hay una interrupción de residuos romántico. En esta fase, los críticos señalan que sus mejores obras son la trilogía de los realistas. Su primera etapa consiste en las obras literarias, como la Resurrección, la mano y guante, Helen y Missy García, en caso de notificación características heredadas del Romanticismo, o "convencionales", como prefiere que la crítica moderna.
Su trabajo fue de fundamental importancia para las escuelas literarias brasileñas de los siglos XIX y XX, y hoy resulta de gran interés académico y público. Ha influido en grandes nombres de las letras de Brasil, como Olavo Bilac, Lima Barreto, Drummond de Andrade y otros.
 En vida, alcanzó la fama y cierto prestigio en Brasil, pero no gozó de popularidad en el extranjero. Hoy en día, sin embargo, es visto, por su innovación y por su audacia en sus primeros trabajos, como el escritor brasileño más prestigioso. Es más, Machado de Assis es considerado uno de los grandes genios de la historia de la literatura, junto con autores como Dante, Camões, Cervantes y Shakespeare.

Euclides da Cunha

Euclides Rodrigues da Cunha


Euclides Rodrigues da Cunha (Cantagalo (Río de Janeiro), 20 de enero de 1866 - Río de Janeiro, 15 de agosto de 1909) fue un escritor, sociólogo, periodista, historiador, geógrafo, poeta e ingeniero brasileño.

Durante la fase inicial de la Guerra de Canudos, en 1897, Euclides escribió dos artículos titulados nuestra venta que le valió una invitación del O Estado de S. Paulo para presenciar el fin del conflicto como corresponsal de guerra. Esto se debe a que él consideraba, al igual que muchos republicanos de la época, que la moción del concejal Anthony tenía la intención de restaurar la monarquía y fue apoyado por los realistas que viven en el país y el extranjero.
Muy influido por el determinismo y el darwinismo, Euclides da Cunha cubrió para el periódico O Estado de S. Paulo, la Guerra de Canudos, una revuelta popular con algunos trazos igualitarios y con elementos de Fundamentalismo cristiano que tuvo lugar en Bahía entre 1895 e 1897. Sus historias, juntamente con algunos ensayos que escribió sobre el pueblo y la geografía del nordeste brasileño, fueron publicados en un grueso volumen, titulado Los Sertones. 
En su trabajo, Cunha presentó la revolucionaria tesis de que el Estado brasileño era una entidad violenta y extranjera, rechazada (pero muchas veces tolerada) por la gran mayoría de la población analfabeta, algunos de los cuales habían preservado creencias y comportamientos que no habían cambiado en los últimos mil años. Descubrió, por ejemplo, que el sebastianismo estaba, todavía entonces, presente en el Nordeste brasileño y que muchas rimas medievales, cuentos folclóricos y tradiciones portuguesas todavía eran mantenidos por las duras gentes de las zonas semiáridas del "Sertón", las cuales no aceptaban el secularismo ni el gobierno republicano. 
Su libro Os Sertões se compone de tres partes, tituladas "La Tierra", "El Hombre" y "La lucha". Tal organización de la obra refuerza la idea de que el ambiente donde un hombre nació, los aspectos sociales de este lugar y esa cultura definen al hombre y lo que va a suceder. 
Este principio es conocido como determinismo, una forma de pensamiento que influyó profundamente la literatura brasileña de mediados y finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Euclides se volvió internacionalmente famoso con la publicación de esta obra maestra, que le valió plazas para la Academia Brasileira de Letras (ABL) y para el Instituto Histórico y Geográfico Brasileño (IHGB).

Pre-Modernismo.

El Modernismo tardó en llegar a Brasil. El Simbolismo francés no se popularizó, en la medida en que la mayoría de los autores realistas todavía mantenían sus estilos y concepciones propias de etapas literarias anteriores. No obstante, el período comprendido entre 1895 e 1922 es considerado premodernista por los estudiosos brasileños porque, a pesar de no haber un predominio claro de ningún estilo literario en concreto, existían ya algunas manifestaciones modernistas.

Modernismo

Mário Raul de Morais Andrade (São Paulo, 9 de octubre de 1893-Ib., 25
 de febrero de 1945) fue un poeta, novelista, ensayista, y musicólogo brasileño.



El Modernismo empezó en Brasil con la Semana de Arte Moderno, en 1922. Generación 1922 es el nombre bajo el que se agrupa a los escritores Mário de Andrade (Pauliceia Desvairada, Macunaíma), Oswald de Andrade (Memorias Sentimentales de João Miramar), Manuel Bandeira, Cassiano Ricardo, Raul Bopp, Guilherme de Almeida, Antônio de Alcântara Machado, los cuales combinabam tendencias nacionalistas con un interés por el Modernismo europeo. Algunos nuevos movimientos como el Surrealismo ya eran importantes en Europa y comenzaron a introducirse en Brasil durante este período.
Mário de Andrade nació en São Paulo. Trabajó como profesor y fue uno de los organizadores de la Semana de Arte Moderna. Andrade investigó el folclore brasileño y la música popular brasileña y utilizó todo eso en sus libros, evitando el estilo europeo. Su anti-héroe brasileño es Macunaíma, que surge de la mezcla étnica y cultural. El interés de Andrade por el folclore y su empleo de un lenguaje coloquial fueron extremadamente influyentes, hasta el punto de que sus innovaciones, al principio revolucionarias, pasaron a dominar la literatura brasileña.

José Oswald de Sousa Andrade, conocido como Oswald de Andrade (São Paulo, 11 de enero de 1890-Ib., 22 de octubre de 1954) fue un poeta, ensayista y dramaturgo brasileño. Fue uno de los promotores de la Semana de Arte Moderno en 1922 y es uno de los nombres más destacados del modernismo brasileño en la literatura.


Oswald de Andrade, otro participante de la Semana de Arte Moderna de 1922, trabajó como periodista en São Paulo. Nacido en una familia rica, viajó a Europa varias veces. Dentro de la generación de 1922, Oswald de Andrade representa mejor las características rebeldes del movimiento modernista. Es el autor del Manifiesto Antropófago (1927), en el que afirma que es necesario que Brasil, como un caníbal, se coma la cultura extranjera y, durante la digestión, cree su propia cultura.

Segunda generación (1930-1945)

La segunda fase fue rica en poesía y prosa también. El universo temático se expande con la preocupación de los artistas con el destino del hombre y el ser-en todo el mundo.

A diferencia de su predecesor, fue constructiva. Hubo una sucesión de repente, la poesía de la generación del 22 y 30 fueron contemporáneos. La mayoría de los poetas han absorbido 30 de 22 experimentos, como el tema de la libertad, al igual que la expresión actual o inventiva, el verso libre y antiacademicismo. Así que ella no tiene que ser tan combativo como el de que se reunirá una ya estructurado el lenguaje poético modernista . Ellos empezaron a mejorar, seguir la tarea de los medios de purificación y de dirigir y ampliar el tema de inquietud filosófica y religiosa, con Vinícius de Moraes, Jorge de Lima, Augusto Frederico Schmidt, Murilo Mendes, y principalmente Carlos Drummond de Andrade.
La prosa, a su vez, amplió su área de interés se refiere a la nueva situación política, social, económico, humano y espiritual. La broma fue sucedido por el espíritu de la pesadez, la gravedad del alma, fines y medios. Esta generación fue grave, teniendo una actitud seria hacia el mundo, por cuyo dolor fue considerado responsable. También se caracteriza la novela en esta ocasión, el encuentro del autor con su pueblo, con la búsqueda de un hombre en varias regiones de Brasil, por lo que es importante que el regionalismo. A Bagaceira, José Américo de Almeida fue la primera novela en el noreste.
Rachel de Queiroz, Jorge Amado, José Lins do Rego, Érico Veríssimo, Graciliano Ramos y otros autores han creado un nuevo estilo, totalmente moderno, totalmente liberado de la lengua tradicional en el que se podría incorporar la verdadera lengua regional, el argot local. El humor casi bromista Drummond fue influenciado por Mário y Oswald de Andrade. Vinicius, Cecilia, Jorge de Lima y Murilo Mendes había algunos espiritismo que vino del libro de Mario hay una gota de sangre en cada poema (1917). 

La conciencia crítica estaba presente, y sobre todo, los escritores de la segunda generación en su obra temas sociales consolidados muy graves: la desigualdad social, la vida cruel de los refugiados, los restos de la esclavitud, los coroneles, apoyada por la posesión de la tierra - todos los problemas socio-políticos que se solapan las regiones próximas pintoresco de los retratos de varios.

Tercera generación (1945-1978)

Con la transformación del escenario socio-político en Brasil, la literatura también cambió. El fin de la Era Vargas, el auge y la caída del populismo, la dictadura militar y el contexto de la Guerra Fría ejercieron gran influencia en esta tercera fase. En prosa, tanto en la novela como en el cuento, hubo una búsqueda de una literatura intimista, introspectiva y psicológica, destacando aquí la figura de Clarice Lispector. 
El regionalismo, al mismo tiempo, adquiere una nueva dimensión con la recreación de las costumbres y el habla tosca por parte de Guimarães Rosa, que penetró en la psicología del pistolero paramilitar del centro de Brasil. El estudio de la lengua era un rasgo característico de estos autores, razón por la que fueron conocidos como instrumentistas.

La generación del 45 reúne a poetas que se oponen a las conquistas e innovaciones de la generación del 22, lo que hace que muchos estudiosos, como Tristão de Athayde e Iván Junqueira, consideren a esta generación ya como post-modernista. La nueva propuesta fue inicialmente defendida por la revista Orfeo en 1947. Negando la libertad formal, las ironías, sátiras y otras características modernistas, los poetas del 45 buscaban una poesía más "equilibrada y seria".
 A principios de los años 40, surgen dos poetas singulares, no afiliados a ninguna tendencia estética, Joao Cabral de Melo Neto y Lêdo Ivo. Sin embargo, son considerados por muchos estudiososo como los representantes más importantes de la generación de 1945.

Post-Modernismo y Regionalismo.

Lo que definía al modernismo brasileño eran, sobre todo, dos características: el experimentalismo en el lenguaje y una consciencia social, o más bien una mezcla de ambos rasgos, como sucedía en el caso de Oswald de Andrade, quien durante un breve tiempo se sintió atraído por el movimiento comunista. 
En contrapartida, la reacción contra el modernismo se caracteriza por emplear un lenguaje literario más formal (como fue el caso de la denominada "Generación de 1945", con la poesía altamente física de João Cabral de Melo Neto, que se opone al modernismo poético de Carlos Drummond de Andrade y con los sonetos de Vinicius de Moraes), y por un enfoque en el que predominan el subjetivismo, el conservadurismo político y el catolicismo militante.
Dos importantes escritores brasileños de esta "escuela" y que tienen publicaciones tras la década de 1950 son Clarice Lispector, con sus novelas y cuentos existencialistas, y João Guimarães Rosa, cuyo lenguaje experimental cambió la imagen de la literatura brasileña para siempre. Su novela Gran Sertón: Veredas ha sido comparada con el Ulises, de James Joyce, o con Berlin Alexanderplatz, de Alfred Döblin.
Con una extensa obra, Graciliano Ramos también marcó este período de la literatura brasileña. Sus obras sobre la música sertaneja y sobre los precarios procesos de urbanización en los pequeños centros urbanos determinan, junto con otros escritores, la generación de 1930, la cual, aunque vinculada al modernismo, estaba más asociada a una vertiente regionalista, con temáticas renovadas y espíritu crítico. 

Nelson Rodrigues (Recife, 23 de agosto de 1912 — Río de Janeiro, 21 de diciembre de 1980) fue un periodista, escritor y dramaturgo conservador brasileño. Su obra es extensa y se caracteriza por su crítica ácida a las costumbres de la sociedad brasileña, sobre todo la moralidad contradictoria de la burguesía y clase media carioca.


Siguiendo la estela del subjetivismo conservador inaugurado por los novelistas católicos Octávio de Faria, Lúcio Cardoso, Cornélio Pena y Gustavo Corção, va a desarrollar su carrera Nelson Rodrigues: considerado como el dramaturgo más importante de Brasil, fue también un destacado autor de novelas y cuentos, así como un conocido periodista deportivo.
 Sus obras teatrales y cuentos constituyen una crónica de las costumbres sociales brasileñas de las décadas de 1950 y 1960. Por su parte, los escritos deportivos describen la evolución del fútbol, una de las pasiones nacionales de Brasil. Rodrigues, que era considerado conservador y de derechas, criticaba con dureza a los jóvenes de izquierdas que se oponían a la dictadura militar instaurada tras el golpe de estado de 1964.
 Por un tiempo, Nelson Rodrigues estuvo a favor de la dictadura, hasta sufrir el trágico destino de tener a uno de seis hijos torturados y encarcelados por pertenecer a una organización guerrillera clandestina.

Contemporánea

La literatura brasileña contemporánea se centra, en general, en la vida urbana y en los problemas que en ella se dan: la soledad, la violencia, las cuestiones políticas y el control de los medios de comunicación. Escritores como Rubem Fonseca y Sérgio Sant'Anna escribieron destacados libros sobre estos temas en la década de 1970, abriendo nuevos caminos a la literatura literatura brasileña.
 En la prosa de ficción, son también dignos de mención Autran Dourado, Murilo Rubião, Josué Montello, Herberto Sales, Otto Lara Resende, Adonias Filho, Lygia Fagundes Telles, Osman Lins, Campos de Carvalho, Fernando Sabino, Antonio Callado, Dalton Trevisan, Carlos Heitor Cony, José J. Veiga, João Antônio, José Cândido de Carvalho, Moacyr Scliar, João Ubaldo Ribeiro, Luiz Vilela, Nélida Piñón, Ariano Suassuna, Pedro Nava, Raduan Nassar, Ignacio de Loyola Brandão, João Gilberto Noll, Cristóvão Tezza, Antônio Torres, Zulmira Ribeiro Tavares, Milton Hatoum, Ana Miranda, Bernardo Carvalho, Luiz Ruffato y Stefano Volp.
En lo que respeta a la poesía, Ferreira Gullar, Manoel de Barros y Adélia Prado se cuentan entre los poetas más aclamados en los círculos literarios brasileños, hasta el punto de que el primero de ellos, Gullar, llegó a ser propuesto para el Premio Nobel de Literatura.



El gigante invisible.
Republica Federal de Brasil.

Brasil es una isla cultural cuya literatura trasciende los estereotipos de fútbol, favela y samba. Sus escritores se enfrentan al reto de reflejar una diversidad inabarcable.

1 agosto 2016


A mediados de julio, cada año, la preciosa ciudad de Paraty, en el estado de Río de Janeiro, acoge el festival literario más importante de Brasil. Los caserones de hace más de 300 años de la época del comercio del oro y las calles de traza colonial empedradas de forma casi asesina para los tobillos del paseante se transforman en una especie de radiografía no del todo infiel del panorama del libro brasileño. Es el lugar apropiado para tratar de averiguar hacia dónde va la literatura brasileña, si es que va hacia algún lado. 
También para saber si las novelas y los ensayos de ahora mismo o de pasado mañana reflejan o reflejarán el convulso y depresivo estado que atraviesa el país: a las puertas de los Juegos Olímpicos, con una presidenta, Dilma Rousseff, apartada de su cargo por un proceso aún en marcha de impeachment y semiexiliada en su propio palacio presidencial y otro presidente en funciones, Michel Temer, a la espera de hacerse con las riendas del poder de forma definitiva en unas semanas. Cuando la historia entra por la puerta, ¿la literatura se lanza por la ventana? 

Rodrigo Lacerda (Río de Janeiro, 1969), editor, historiador y escritor, es uno de esos novelistas que pasean por Paraty. Es autor, entre otras, de una novela celebrada, Outra vida (otra vida), en la que relata la descomposición de un matrimonio mientras espera un autobús que les va a sacar de São Paulo. Lacerda asegura que la sacudida política y social de Brasil “es muy reciente para que aparezca ya en novelas”. Pero añade: 
“Aunque hay que tener en cuenta que ahora hay un interés por los tiempos de la dictadura, y eso sí que se puede unir al tema de la crisis que estamos pasando, como si se solaparan”.
 Y agrega: 
“Se unirían en esta nueva caída de autoestima que ahora padecemos, la sensación de que estuvimos cerca de llegar, pero que el cielo ha vuelto a abrirse y volvemos a caer en el infierno. Pasó el tren. Deberemos esperar otro. No tenemos remedio”.
En lo que coinciden todos los escritores es en su escasa repercusión internacional. Viven en una enorme isla lingüística.
 Este novelista añade luego otra característica de la actual literatura brasileña:

 “Hace unos años, una especialista elaboró un censo de personajes de novelas y el 90% eran hombres, universitarios, que vivían en grandes ciudades (Río de Janeiro y aún más São Paulo) y que tenían problemas típicos de esa clase social. Es decir: escribimos sobre nosotros mismos”.
Esto es especialmente sangrante en un país tan diverso social, racial, geográfica y hasta climáticamente como Brasil: una geografía cruzada de mundos y hasta de épocas diferentes que se yuxtaponen y se retroalimentan en un territorio hechizante: la vida de un profesor de universidad de São Paulo no tiene absolutamente nada que ver con la de un labrador sin tierra del estado de Maranhão, ni la de este con la de un indio de uno de los mil ríos amazónicos o con la de un ganadero del Sur o del Oeste del país.

Libros, lectores y analfabetos.

-Habitantes de Brasil: 205 millones.

-Índice de alfabetización: Brasil es el octavo país del mundo con más analfabetos (cerca de 14 millones, según datos de la Unesco de 2014). El 38% de los analfabetos latinoamericanos son brasileños.

-Número de títulos editados: 60.829 en 2014 y 52.427 en 2015 (un 13,81% menos).

 -Tirada media: 4.500 ejemplares para una edición media inicial a nivel nacional.

 -Porcentaje de traducciones de lenguas extranjeras: 4.781 títulos traducidos; 47.646 nacionales (9,11% del total
en 2015).

 -Número de editoriales: Más de 750 según la última encuesta de la Câmara Brasileira do Livro.

 -Número de librerías: 3.095, una por cada 64.954 habitantes en 2014 (la Unesco recomienda 1 por cada 10.000). El 55% están en el Sureste, el 19% en el Sur, el 16% en el Nordeste, el 6% en el Centro-Oeste y el 4% en el Norte.
 -Número de bibliotecas públicas: 6.949 repartidas entre los 26 Estados y el Distrito Federal.

 -Títulos más vendidos en 2015: Ficción: Grey, de E. L. James (174.796 ejemplares). No ficción: Jardim secreto, de Johanna Basford (719.626 ejemplares).

Luiz Ruffato, de 55 años, escritor y articulista de prensa, autor, entre otras, de Eles eran muitos cavalos (ellos eran muchos caballos), una novela experimental que describe, a través de capítulos cortos y electrizantes, la vida en la interminable São Paulo, tiene una explicación triste: 
“La novela actual brasileña refleja los problemas, la vida y las preocupaciones de la clase social que ha tenido acceso a los estudios en Brasil. Uno trata de escribir de su aldea, de su ciudad, de su entorno, y con eso llegar a ser universal. Pero en Brasil todavía no hay escritores que provengan de otro mundo que el nuestro y eso dice mucho de la desigualdad que impera en el país”.
Algo se mueve, sin embargo, en algunas favelas de Río o de São Paulo. Incipiente aún, carente según algunos, de auténtico aliento literario, un grupo de escritores nacidos y criados allí comienzan a publicar y a viajar por ahí mostrando su obra. Uno de sus exponentes es Reginaldo Ferreira da Silva, Ferrez, de 40 años, habitante del barrio marginal de São Paulo Capão Redondo. Su último libro es un volumen explosivo y combativo de cuentos Os ricos também morren en la que narra las historias de sus vecinos. En una entrevista a este periódico lo explicaba así:
 “Es un libro pensado para que lo comenten en la calle, para que se rían comentándolo. Yo no poseo nada más que el que la gente lea mis historias y las comente conmigo, que se rían cuando las cuento. No son historias reales, pero el tono y la manera de hablar sí que lo son. Son de aquí”.
La música como modelo

Hay también un elemento que puede intimidar a los escritores brasileños a la hora de abordar un tema más amplio que el de su propia vida y la de los que rodean al escritor:
 la realidad brasileña suele con frecuencia derrotar a cualquiera que se enfrente a ella desde la ficción. En un reciente libro sobre la vida de un narcotraficante en la Rocinha traducido al portugués, O dono do Morro (el señor de la favela) el periodista británico Misha Glenny, entre otras historias increíbles, narra la de Chico-Bala, el mono-mascota del líder,  al que paseaban  todos los vecinos vestido de cowboy y que acabó secuestrado por la policía. “O trate de concebir en una novela la votación del Congreso en la que se apartó a Dilma Rousseff del poder, con esos políticos votando por su madre, por su esposa o por su tía. A nadie se le hubiera podido ocurrir”, explica Julia Wähmann, de 35 años, blogueraista y escritora. 
“En mi primera novela he escrito una historia muy poco brasileña, centrada en la danza contemporánea. Pero, por otro lado, también es la historia de una brasileña que viaja”.

El 90% de los personajes de novela son hombres, urbanos y universitarios, algo sangrante en un país socialmente tan desigual.

El escritor y profesor de literatura Flávio Carneiro, de 54 años, está de acuerdo en esta desventaja frente a la realidad extraordinaria de todos los días de Brasil, pero advierte frente al reduccionismo: “Desde los años 80,  hay muchas literaturas brasileñas, incluida una literatura de entretenimiento, heredera de Machado de Assis, del folletín, que yo reivindico”.  Carneiro es autor de una serie de novelas policiales que discurren en Río de Janeiro. 
“Hasta hace pocos años, en Brasil, el escritor Rubén Fonseca, autor de novelas policiacas, era considerado subliteratura. Ahora es un clásico”, añade.

Tiene razón Carneiro. Es peligroso tratar de reducir la literatura de un país-continente, donde se producen muchas novelas urbanas paulistas como las de Ruffato, pero que también produce joyas extrañas como A queda do céu (la caída del cielo), escrito por el antropólogo francés Bruce Albert sobre lo que le contaba su amigo de años el chamán de la tribu india yanomami Davi Kopenawa, un texto  citado por algún escritor como un volumen imprescindible para comprender la realidad brasileña.

En lo que todos los escritores coinciden es en la escasa repercusión internacional de la literatura brasileña. El primer premio Nobel en lengua portuguesa (y único hasta ahora) es el del escritor portugués José Saramago. No ha habido ninguno brasileño. Las traducciones de las novelas brasileñas son raras y difíciles de encontrar en España, EEUU o en Francia. O por lo menos, mucho más difíciles de encontrar que las de sus contemporáneos hispanoamericanos. Todos son conscientes de que viven en una isla lingüística enorme, pero isla al fin y al cabo. 
 Y todos critican la muy escasa y contradictoria  promoción cultural de los sucesivos gobiernos brasileños. Hay quien apunta también, como la escritora Noemí Jaffe, a que muchas veces, las editoriales extranjeras buscan un conjunto de estereotipos (fútbol, samba, favela…) de los que la muchos escritores tratan precisamente de escapar.

Todos estos autores miran con algo de envidia la proyección universal de la música brasileña, esa continua fuente popular de ritmo y armonía que cada generación escupe uno o varios genios. Ricardo de Carvalho, Chacal, un viejo poeta que acudía a la ahora exquisita ciudad de Paraty en los tiempos en los que Paraty no había “sino perros vagabundos y borrachos en el puerto”, recuerda que buena parte de la cultura brasileña, la que procede de los indios que ya estaban allí y de los negros que llegaron en barcos de esclavos “es una cultura eminentemente oral, volcada en la música”. 
“Hubo un funcionario portugués encargado de civilizar a los aborígenes brasileños de los primeros tiempos que escribió a la metrópoli que había que hacerlo con música, porque si no, no conseguía nada. Sem tam-tam, não  da, decía  (sim tan tan no funciona)”.



Memorias póstumas de Blas Cubas.

Portada de un ejemplar de Las memorias póstumas de Bras Cubas, de Joaquim Maria Machado de Assis (1839 - 1908), dedicado por el autor a la Biblioteca Nacional de Brasil.
Memorias póstumas de Blas Cubas (Memórias póstumas de Brás Cubas) es una novela del escritor brasileño Joaquim Machado de Assis, considerada la primera novela realista de la literatura brasileña. La novela está planteada como las memorias de un personaje, Blás Cubas, que escribe después de su muerte.

La novela se publicó originalmente en 1880 en forma de folletín por entregas en la Revista Brasileira. En 1881 se publicó en libro, provocando la confusión de los críticos, que incluso pusieron en cuestión que se tratase de una verdadera novela: la obra era extremadamente osada desde el punto de vista formal, y resultó sorprendente para el público acostumbrado hasta entonces a la tradicional fórmula romántica. La novela está narrada por el difunto Brás Cubas, que no es, según sus propias palabras, "un autor difunto, sino un difunto autor, para quien la losa sepulcral ha sido otra cuna". La dedicatoria que comienza el libro ya anticipa el humor y la ironía presentes en el libro:
"Al gusano que primero royó las frías carnes de mi cadáver dedico con sentido recuerdo estas memorias póstumas".
La novela llama la atención por su carácter experimental. En capítulos cortísimos, algunos de sólo unas pocas líneas, que recuerdan la obra de Laurence Sterne, el personaje relata su vida, sus amores, sus fracasos, desplegando al mismo tiempo un amplio panorama de la sociedad de su tiempo, y desvelando los laberintos del alma humana. El tono de la obra es humorístico y con frecuencia irónico.

Adaptaciones cinematográficas
Se han realizado tres versiones cinematográficas de la película: la primera, rodada en tono completamente experimental, en 1967, se llamaba Viagem ao Fim do Mundo, y fue dirigida por Fernando Cony Campos. La segunda, de 1985, también experimental, fue rodada por Julio Bressane, con Luiz Fernando Guimarães en el papel de Brás Cubas. Por último, en 2001, se rodó una nueva película, Memórias Póstumas, más fiel a la obra, dirigida por André Klotzel, con Reginaldo Faria y Petrônio Gontijo alternándose para el papel protagonista.

Traducciones al español
Memorias póstumas de Blas Cubas, Madrid, Alianza Editorial, 2003. Traducción de José Ángel Cilleruelo. ISBN 84-206-5510-4. Las citas de la novela en este artículo proceden de esta traducción.

Autor  Joaquim Maria Machado de Assis

 ( Río de Janeiro, 21 de junio de 1839 - ibídem, 29 de septiembre de 1908) fue un escritor brasileño, ampliamente considerado como el mayor nombre de la literatura brasileña.​ Escribió en prácticamente todos los géneros literarios, como poesía, novela, crónica, teatro, cuento, folletín, periódico y crítica literaria.​ Testimonió la mudanza política en Brasil cuando la República substituyó el Imperio y fue un gran comentador y relator de los acontecimientos político-sociales de su época.

Nacido en Morro do Livramento, en una familia pobre, estudió en escuelas públicas y nunca acudió a la universidad.​ Los biógrafos señalan que, interesado por lo bohemio y por la corte, luchó para ascender socialmente por medio de su superioridad intelectual.​ Para eso, asumió diversos cargos públicos, pasando por el Ministerio de la Agricultura, del Comercio y de las Obras Públicas, y consiguiendo precoz notoriedad en periódicos donde publicó sus primeras poesías y crónicas. En su madurez, unido a colegas próximos, fundó y fue el primer presidente unánime de la Academia Brasileira de Letras.

Su extensa obra la constituyen nueve novelas y piezas teatrales, doscientos cuentos, cinco colecciones de poemas y sonetos, y más de seiscientas crónicas. Machado de Assis es considerado el introductor del Realismo en Brasil, con la publicación de Memórias Póstumas de Brás Cubas (1881).​ Esa novela es puesta al lado de todas sus producciones posteriores, Quincas Borba, Dom Casmurro, Esaú e Jacó y Memorial de Aires, ortodoxamente conocidas como pertenecientes a su segunda fase, en que se notan 
rasgos de pesimismo e ironía, aunque no rompa con los residuos románticos. De esa fase, los críticos destacan que sus mejores obras son las de la Trilogía Realista. Su primera fase literária es constituida de obras como Ressurreição, A Mão e a Luva, Helena e Iaiá Garcia, donde se notan características heredadas del Romanticismo, o "convencionalismo", como prefiere la crítica moderna.

Su obra es de fundamental importancia para las escuelas literarias brasileñas de los siglos XIX y XX, y tiene actualmente gran interés académico y público.18​ Influyó en grandes nombres de las letras, como Olavo Bilac, Lima Barreto, Drummond de Andrade, John Barth, Donald Barthelme y otros.​ En su tiempo de vida, alcanzó relativa fama y prestigio por Brasil,20​ sin embargo no disfrutó de popularidad exterior en la época. Hoy día, por su innovación y audacia en temas precoces, es frecuentemente visto como el escritor brasileño de producción sin precedentes,de forma que, recientemente, su nombre y su obra han alcanzado diversos críticos, estudiosos y admiradores del mundo todo. Machado de Assis es considerado uno de los grandes genios de la historia de la literatura, al lado de autores como Dante, Shakespeare y Camões.


Biografía

Hijo del mulato Francisco José de Assis, pintor de brocha gorda y descendiente de esclavos libertos, y de Maria Leopoldina Machado, una lavandera portuguesa de las islas Azores, Machado de Assis pasó su infancia en la casa de campo de la viuda de un senador del Imperio, en la Ladeira Nova do Livramento, donde su familia vivía a jornal. 
De salud frágil, epiléptico y tartamudo, se sabe poco de su infancia y su primera juventud. Quedó muy pronto huérfano de madre y también perdió a su hermana menor. No frecuentó la escuela regular, pero, en 1851, cuando murió su padre, su madrastra Maria Inés, que por entonces vivía en San Cristóbal, empezó a trabajar como dulcera en un colegio del barrio, y Machadinho, como le llamaban, se hizo vendedor de dulces. 
En el colegio tuvo contacto con profesores y alumnos, y es probable que asistiese a las clases cuando no estaba trabajando.
Aún sin tener acceso a las clases regulares, se empeñó en aprender y, todavía muy joven, se convirtió en uno de los mayores intelectuales del país. Hay pruebas de que en San Cristóbal conoció a una señora francesa, dueña de una panadería, cuyo hornero le dio las primeras lecciones de francés, que hablaba con fluidez, llegando a traducir en su juventud la novela Los trabajadores del mar, de Victor Hugo. 
También aprendió inglés, y tradujo poemas como El cuervo, de Edgar Allan Poe. Posteriormente estudió alemán y español, siempre de manera autodidacta. Debido a sus trabajos como traductor de famosos novelistas incorporó a muchas de sus obras textos y estilos que imitaban a los grandes autores a los que admiraba.
De origen humilde, Machado de Assis inició su carrera trabajando en periódicos y en la imprenta oficial de Río de Janeiro, donde entabló contacto con el conocido escritor Joaquim Manuel de Macedo. En 1855, a los quince años, se estrenó en la literatura, con la publicación del poema «Ela» en la revista Marmota Fluminense. Continuó colaborando intensamente en periódicos, como cronista, cuentista y crítica literario, alcanzando respeto como intelectual incluso antes de convertirse en un gran novelista. Machado conquistó la admiración y amistad del novelista José de Alencar, principal escritor de la época.

Labor literaria
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En 1864 publicó su primer libro, la colección de poemas Crisálidas. En 1869 contrajo matrimonio con la portuguesa Carolina Xavier de Novaes, hermana del poeta Faustino Xavier de Novaes y cuatro años mayor que él. En 1873 ingresó en el Ministerio de Agricultura, Comercio y Obras Públicas, como primer oficial. Posteriormente ascendería en la carrera funcionarial y se jubilaría en el cargo de director del Ministerio de Transportes y Obras Públicas.
Pudiendo dedicarse con mayor comodidad a la carrera literaria, escribió una serie de libros de carácter romántico. Es la llamada primera fase de su carrera, en la que destacan las siguientes obras: Ressurreição (1872), A Mão e a Luva (1874), Helena (1876), y Iaiá Garcia (1878), así como las recopilaciones de cuentos Contos Fluminenses (1870), Histórias da Meia Noite (1873), las colecciones de poemas Crisálidas (1864), Falenas (1870), Americanas (1875), y las obras teatrales Os Deuses de Casaca (1866), O Protocolo (1863), Queda que as Mulheres têm para os Tolos (1861) y Quase Ministro (1864).
En 1881 abandonó definitivamente el romanticismo de la primera fase de su obra y publicó Memorias póstumas de Brás Cubas, que marca el inicio del realismo en Brasil. El libro, extremadamente atrevido, está narrado por un difunto, y comienza con una dedicatoria inusitada: 
«Al gusano que primero royó las frías carnes de mi cadáver dedico con sentido recuerdo estas memorias póstumas». 
Tanto Memorias póstumas de Brás Cubas como las demás obras de su segunda fase van mucho más allá de los límites del realismo, a pesar de ser normalmente clasificadas en dicho movimiento. Machado, como todos los autores de genio, escapa a los límites de todas las escuelas, creando una obra única.
En esta segunda etapa, las características principales de sus obras son la introspección, el humor y el pesimismo en relación a la esencia del hombre y su relación con el mundo. Destacan los cuentos, recopilados en Papéis Avulsos (1882), Várias Histórias (1896), Páginas Recolhidas (1906), Relíquias da Casa Velha (1906), y el libro de poemas Ocidentais. Pero, sobre todo, sus cinco novelas capitales, que son: Memorias póstumas de Brás Cubas (1881), Quincas Borba (1892), Don Casmurro (1900), y las dos últimas y enlazadas, Esaú e Jacó (1904), Memorial de Aires (1908).
En 1904 falleció Carolina Xavier de Novaes, y Machado de Assis compuso uno de sus mejores poemas, Carolina, en homenaje a su esposa. Solitario y triste tras la desaparición de su mujer, Machado de Assis murió el 29 de septiembre de 1908, en su vieja casa del barrio carioca de Cosme Velho.


La Academia Brasileña de Letras (ABL)


Emblema




(Academia Brasileira de Letras en portugués) es una sociedad literaria brasileña sin fines de lucro fundada en Río de Janeiro a finales del siglo XIX por un grupo de 40 escritores y poetas inspirados por la Academia Francesa. La Academia Brasileña de Letras es el máximo órgano lingüístico y literario de Brasil.



El primer presidente, Machado de Assis, declaró su fundación el 15 de diciembre de 1896. La academia se estableció el 20 de julio de ese mismo año. La Academia Brasileña de Letras es según sus estatutos la autoridad en cuanto al "lenguaje nacional" de Brasil (el portugués). Hasta el día de hoy está compuesta por 40 miembros, conocidos como "Inmortales" (imortais), elegidos entre ciudadanos brasileños que han publicado trabajos o libros de reconocido valor literario.
 La posición de "Inmortal" es otorgada de por vida. Los nuevos miembros son admitidos mediante voto de los miembros de la Academia cuando una de las "sillas" queda vacante. Las sillas están numeradas y llevan el nombre de los primeros inmortales.

Historia.

La institución se remonta a finales del siglo XIX, cuando escritores e intelectuales brasileños quisieron crear una academia nacional, semejante a la Academia Francesa. La iniciativa fue tomada por Lucio de Mendonça y concretada en reuniones preparatorias que se iniciaron el 15 de diciembre de 1896, bajo la presidencia de Machado de Assis (electo por aclamación) en la redacción de la Revista Brasileira.
En esas reuniones se fueron aprobados los Estatutos de la Academia Brasileña de Letras, el 28 de enero de 1897, componiéndose su cuadro de cuarenta miembros fundadores. El 20 de junio de ese año se realizó la Sesión Inaugural, en las instalaciones del Pedagogium, edificio ubicado frente al Paseo Público en el centro de Río de Janeiro.
Sin poseer sede propia ni recursos financieros, las reuniones de la Academia fueron realizadas en las dependencias del antiguo Ginásio Nacional, en el Salón Noble del Ministerio del Interior, en el salón del Real Gabinete Portugués de Lectura, sobre todo para sesiones solemnes. Las sesiones comunes se realizaban en la oficina de abogacía del Primer Secretario, Rodrigo Octavio, en la calle da Quitanda. 
A partir de 1947 la Academia obtuvo el ala izquierda del Silogeu Brasileiro, un edificio gubernamental que albargaba otras instituciones culturales y donde se mantuvo hasta obtener su sede propia.

El Petit Trianon.




En 1923, gracias a la iniciativa del presidente, Afrânio Peixoto, y del entonces embajador de Francia en Brasil Raymond Conty, el gobierno francés donó a la Academia el edificio del Pabellón francés, construido para la Exposición del Centenario de la Independencia de Brasil, que era una réplica del Petit Trianon de Versalles, diseñado por el arquitecto Ange-Jacques Gabriel, entre 1762 y 1768.

Estas instalaciones se encuentran a cargo del Instituto Estatal de Patrimonio Cultural (INEPAC), dependiente de la Secretaria Estatal de Cultural desde el 9 de noviembre de 1987. Sus salones acogen hasta el día de hoy las reuniones regulares, las sesiones solemnes conmemorativas, las de posesión de los nuevos académicos así como el tradicional té de los jueves. Las instalaciones pueden ser visitadas por el público en visitas guiadas o durante los programas culturales que se desarrollan en el sitio, como pueden ser los conciertos de música de cámara, las presentaciones de libros autoría de los miembros, los ciclos de conferencias o las funciones de teatro, entre otras actividades.

En la primera planta de edificio, en el zaguán, destaca el suelo de mármol decorado, una araña de cristal francés, un gran florero blanco de porcelana de Sèvres y cuatro bajorrelieves en piedra de escenas inglesas. Entre las demás dependencias sobresalen:

  • El Salón Noble (Salão Nobre), donde se realizan las sesiones solemnes;
  • El Salón Francés (Salão Francês), donde los nuevos miembros, tradicionalmente, permanecen solos, en reflexión;
  • La Sala Francisco Alves, de la que destaca una pintura al óleo de Rodolfo de Amoedo, en la que se retrata a un grupo de escritores e intelectuales del siglo XIX.
  • La Sala de los Fundadores (Sala dos Fundadores), decorada con mobiliario de la época y pinturas de Cândido Portinari;
  • La Sala Machado de Assis, decorada con una escribanía, libros y objetos personales del escritor. Resalta un retrato de Machado pintado por Henrique Bernardelli;
  • La Sala de los Poetas Románticos (Sala dos Poetas Românticos), decorada con bustos en bronce de Castro Alves, Fagundes Varela, Gonçalves Dias, Casimiro de Abreu y Álvares de Azevedo, obra de Rodolfo Bernardelli.
En el segundo piso se encuentran, la Sala del Té (Sala de Chá), donde los académicos se reúnen los jueves antes de la sesión plenaria, la Sala de Sesiones (Sala de Sessões) y la biblioteca. Esta última sirve a académicos e investigadores y en ella destaca la colección de Manuel Bandeira.

El Espacio Machado de Assis

En el segundo piso del Centro Cultural de la Academia Brasileña de Letras se encuentra el Espacio Machado de Assis (Espaço Machado de Assis) que acoge el centro de información y referencia sobre la obra de Machado de Assis, además de una galería de exposiciones y una sala de proyección donde se puede disfrutar de películas y vídeos sobre el universo machadiano.


Itsukushima Shrine.