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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

jueves, 18 de agosto de 2011

44.-Los estandartes holandeses.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;  Paula Flores Vargas; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán;

REYES DE LOS PAISES BAJOS.



El estandarte real de los Países Bajos.

El Estandarte Real de los Países Bajos es el Estandarte Real del monarca holandés. No puede ser considerado un distintivo personal, sino una insignia de su cargo, ya que no sufre modificaciones cuando un nuevo titular de la corona holandesa inicia su reinado.
Este estandarte consiste en una bandera naranja de forma cuadrada y dividida en cuatro cuarteles por una cruz griega de color azul. Estos colores simbolizan el Principado de Orange y el Condado de Nassau, territorios originarios de la dinastía reinante que actualmente forman parte de Francia y Alemania. En cada cuartel aparece representada una corneta de asta, símbolo adoptado de la heráldica del Principado de Orange.
En la parte central del estandarte figura el blasón del Escudo de los Países Bajos, timbrado con la corona real holandesa y rodeado por la banda de la gran cruz de la Orden Militar de Guillermo. Este blasón tiene como elemento central un león rampante que porta una espada y diecisiete flechas, combinando de esta forma las armas de la Casa de Nassau con las de la República de las Provincias Unidas.
Cuando el Rey se encuentra en territorio holandés, el estandarte real ondea sobre el Palacio Noordeinde (la residencia oficial del monarca) y el Palacio Huis ten Bosch (su residencia privada), en la Haya. Al margen de estas residencias, el estandarte real también es izado en aquellos palacios, castillos o residencias en los que se encuentre el monarca.




Estandarte de reina consorte
Estandartes

La reina Máxima utiliza un estandarte de forma cuadrada, terminado en dos en dos farpas o puntas con los colores del estandarte real, alterados (como consorte) y, como diferencia, un elemento de su heráldica paterna (un castillo por Zorreguieta) situado en el tercer cuadrante con su color modificado para hacerlo más visible.


PRINCIPES.

Príncipes de Orange es un título nobiliario de origen francés. Su territorio, el Principado de Orange, se encontraba al sur de Francia, con capital en Orange. El principado perteneció a diversas familias nobles francesas hasta llegar en 1530 a la alemana Casa de Nassau, en la persona de Renato de Châlon. Al morir René sin descendencia, cede todos sus derechos en la persona de su primo, el futuro Guillermo de Orange. En adelante, su familia ostentaría dicho título formando la Casa de Orange-Nassau.
El territorio del principado fue definitivamente anexado por Francia en 1672.
Actualmente este título lo posee el heredero al Trono neerlandés..

Príncipes de Orange-Nassau.

Príncipes de Orange-Nassau es un título que históricamente ostentaron miembros de la familia Orange-Nassau y actualmente es utilizado por miembros de la Casa Real holandesa.

Príncipes de los Países Bajos.

El título se otorgaba y se otorga a los hijos del reyes, a las esposas del príncipe heredero y a los hijos del  príncipe heredero.



El príncipe Constantino de los Países Bajos



(Hijo de la reina Beatriz) Como príncipe de los Países Bajos por nacimiento usa un estandarte rectangular con unas proporciones 5:6 con los colores del estandarte real y, como diferencia, un elemento de la heráldica paterna (una torre blanca) situado en los cuadrante segundo y tercero. El escudo de los Países Bajos, sin la banda de la Orden Militar de Guillermo, se encuentra dentro de un círculo de color naranja.


La princesa Laurentien de los Países Bajos


Como princesa, Laurentien utiliza un estandarte de forma cuadrada, terminado en dos en dos farpas o puntas con los colores de la enseña de su esposo alterados (como consorte) y, como diferencia, un elemento de la heráldica paterna (un rombo amarillo) situado en el tercer cuadrante.




Princesas de los Países Bajos
(Hijas de al reina Juliana I)

Las princesas Beatriz, Irene, Margarita y María Cristina

Como princesas de los Países Bajos por nacimiento, utilizan un estandarte de forma cuadrada, terminado en dos en dos farpas o puntas con los colores del estandarte real y, como diferencia, un elemento de la heráldica paterna (una rosa heráldica) situado en el tercer cuadrante. El escudo de los Países Bajos, sin la banda de la Orden Militar de Guillermo, se encuentra dentro de un círculo de color naranja.





Príncipes van Oranje-Nassau, van Vollenhoven
(Hijos de la princesa Margarita)

Los príncipes Mauricio, Bernardo, Pedro Cristiano y Floris Como príncipes de los Países Bajos por nacimiento usan un estandarte rectangular con unas proporciones 5:6 con los colores del estandarte real y, como diferencia, un elemento de la heráldica paterna (una estrella de seis puntas de color blanco) situado en los cuadrantes segundo y tercero. El escudo de los Países Bajos, sin la banda de la Orden Militar de Guillermo, se encuentra dentro de un círculo de color naranja.


La Casa de Orange-Nassau.



(en Neerlandés: Huis van Oranje-Nassau, en alemán: Haus Oranien-Nassau), una rama de la Casa de Nassau, ha jugado un papel central en la historia de los Países Bajos, y en ocasiones en la historia de Europa desde Guillermo de Orange (también conocido como "Guillermo el Taciturno" y "Padre de la Patria"), que organizó la revuelta de los holandeses contra el dominio español y que tras más de ochenta años de guerra llevó a la creación de un estado independiente conocido como las Provincias Unidas.
Varios miembros de la Casa de Orange-Nassau participaron durante este período de guerra y posteriormente durante la independencia como "gobernadores" o "estatúderes" (del neerlandés stadhouder). Sin embargo, en 1815, después de un largo período como una república (teórica), los Países Bajos se convirtieron en una monarquía gobernada por los miembros de la Casa.

La dinastía Orange-Nassau se estableció como resultado del matrimonio entre Enrique III de Nassau-Breda del Sacro Imperio Romano Germánico y Claudia de Châlon, procedente de la Borgoña francesa. Su hijo René de Châlon fue el que primero adoptó el nuevo apellido familiar de "Orange-Nassau". Guillermo I el Taciturno fue su sobrino y sucesor.
A finales del siglo xvii, un miembro de la familia también se convirtió en rey de Inglaterra como Guillermo III, como resultado de la Revolución Gloriosa que expulsó a Jacobo II. Todavía hoy se celebran en varios lugares del mundo sus victorias militares y los progresos constitucionales de su reinado, principalmente la "Bill of Rights" de 1689, motivo de celebración de un controvertido festival conocido como "The Twelfth".

La Casa de Nassau.

La primera persona que tuvo el título de conde de Nassau fue Enrique I, que vivió en la primera mitad del siglo xiii. La familia Nassau contrajo matrimonio con sus vecinos, los condes de Arnstein (actualmente Kloster Arnstein). Los hijos del conde Enrique, Walram y Otto se dividieron las posesiones familiares. Los descendientes de Walram serían conocidos linaje de Walram, que se convertirían en la Casa de Nassau-Weilburg o duques de Nassau y en 1890 en Archiduques de Luxemburgo. Los descendientes de Otto serían conocidos como el linaje Otoniano o linaje de Otón, que heredó propiedades en el condado de Nassau, Francia y los Países Bajos.
La Casa de Orange-Nassau desciende del linaje Otoniano. Engelberto I, que ofreció sus servicios al Duque de Borgoña se casó con una noble holandesa y heredó tierras en los Países Bajos, entre las que se encontraba la baronía de Breda. Engelberto y sus sucesores adquirieron así el apellido Nassau-Breda.
La importancia de los Nassau-Breda se incrementó durante los siglos XV y XVI. Enrique III de Nassau-Breda fue nombrado estatúder de Países Bajos y Zelanda por el emperador Carlos V a principios del siglo xvi. Enrique fue sucedido por Renato de Châlon-Orange en 1538. Cuando murió de forma prematura en el campo de batalla en 1544, sus posesiones pasaron a su sobrino, Guillermo de Orange, Príncipe de Orange. Desde entonces los miembros de la familia adoptaron el apellido "Orange-Nassau".
Guillermo de Orange fue amigo del emperador Carlos V y de su hijo el rey Felipe II de España.

La rebelión holandesa.

La conocida como Prinsenvlag (bandera del príncipe), basada en los colores del escudo de armas de Guillermo de Orange, fue usada por los rebeldes holandeses y fue la base de la actual bandera de los Países Bajos.



El emperador Carlos V se oponía a la Reforma protestante, gobernó los territorios de los Países Bajos con moderación y respeto a las costumbres locales, y no persiguió a sus vasallos protestantes a gran escala, salvo ciertas restricciones y regulaciones. Su hijo Felipe II de España heredó su antipatía por los protestantes pero no su moderación. Durante el reinado de Felipe II se inició una persecución directa hacia los protestantes, al mismo tiempo que se producía un incremento de los impuestos que los holandeses consideraban desorbitado, lo que generó un gran descontento entre la población. Guillermo de Orange, que durante su infancia había recibido una educación ligeramente luterana, apoyó a los protestantes de los Países Bajos, que en su mayoría eran calvinistas. En 1568 estalló una guerra que se prolongaría durante ochenta años. Guillermo sufriría varias derrotas hasta que en 1572 se apoderó de Brielle, una ciudad costera del sur de Países Bajos. Tras esta victoria muchos holandeses comenzaron a apoyar a Guillermo. Aunque durante varios años se mantuvo a la defensiva, desde 1580 consiguió asegurar su dominio sobre las ciudades del interior de Países Bajos. Su enfrentamiento con la monarquía española finalmente provocó su muerte en 1584 a manos de un asesino enviado por el rey Felipe II.
Guillermo fue sucedido por su segundo hijo Mauricio de Nassau, educado en el protestantismo y que demostraría ser un excelente estratega militar. Sus habilidades como comandante y la ausencia de un liderazgo fuerte en España a la muerte de Felipe II en 1598 le proporcionaron a Mauricio una situación excelente para aumentar los territorios bajo su dominio.
Mauricio fue nombrado estatúder (comandante militar) de la República de Holanda en 1585. Durante los primeros años del siglo xvii hubo algunos enfrentamientos entre el estatúder y la oligarquía holandesa (representada por la figura del gran pensionario), conformada por un grupo de poderosos mercaderes liderados por Johan van Oldenbarnevelt, que se oponían a las pretensiones de Mauricio de obtener mayores poderes de gobierno. Mauricio resultó vencedor en este enfrentamiento político mediante el asesinato judicial de Oldebarnevelt.

Expansión del poder dinástico.

Mauricio murió soltero en 1625 y sin hijos legítimos. Fue sucedido por su hermanastro Federico Enrique de Orange-Nassau (Frederik Hendrik), el hijo más joven de Guillermo I. Mauricio aconsejó a su sucesor en su lecho de muerte que se apresurara a casarse tan pronto como le fuera posible. Unas pocas semanas después de la muerte de Mauricio, Federico Enrique se casaba con Amalia de Solms-Braunfels. Federico Enrique y Amalia tuvieron un hijo y varias hijas. 
Las hijas se casaron con varias casas nobles destacadas como la Casa de Hohenzollern, pero también los Nassau de Frisia, que eran los estatúderes de esa provincia holandesa. Su único hijo Guillermo se casó con María, la hija mayor de Carlos I de Inglaterra. Estas maniobras dinásticas fueron dirigidas por Amalia.

Exilio y resurgimiento.

Federico Enrique murió en 1647 y fue sucedido por su hijo. Como acababa de firmarse el Tratado de Munster, que ponía fin a la Guerra de los Ochenta Años con España, Guillermo trató de extender sus poderes políticos más allá del ejército, para consolidar su posición en el gobierno durante el período de paz, para gran incomodidad de los oligarcas holandeses. Cuando los regents Andries Bicker y Cornelis y Andries de Graeff de Ámsterdam se negaron a aceptar los alcaldes que había nombrado, asedió la ciudad. El asedio provocó la ira de los holandeses y desgraciadamente, Guillermo murió de viruela el 6 de noviembre de 1650, dejando un hijo póstumo Guillermo (nacido el 14 de noviembre de 1650). 
Sin embargo, los opositores al estatúder decididieron dejar el cargo vacío y el recién nacido Príncipe de Orange fue exiliado con su familia. La educación del joven príncipe fue motivo de discusión entre su madre María y su abuela Amalia. Amalia quería que fuera educado para llevar a la Casa de Orange-Nassau nuevamente al poder, pero María quería que recibiera una educación exclusivamente inglesa. Los Estados Generales de Holanda mediaron en la discusión y convirtieron a Guillermo en "hijo del estado holandés", recibiendo una educación dirigida a mantenerlo apartado del gobierno. Guillermo se mostró muy dócil y conforme con la decisión.
La República de Holanda fue atacada por Francia e Inglaterra en 1672. La posición militar del estatúder era nuevamente necesaria y con el apoyo de sus partidarios, Guillermo recibió el cargo como Guillermo III, rechazando con éxito la invasión y adquiriendo más poder que sus predecesores durante la Guerra de los Ochenta Años. En 1677 Guillermo se casó con María de Inglaterra, hija del futuro rey Jacobo II de Inglaterra. Sin embargo, pronto estalló la guerra en Inglaterra entre los partidarios del rey Jacobo II (que se había convertido al catolicismo) y sus opositores. En 1688 Guillermo viajó a Inglaterra, invitado por los parlamentarios ingleses para derrocar a su suegro católico y apoderarse del trono.
 Él y su esposa fueron coronados Rey y Reina de Inglaterra el 11 de abril de 1689, y de esta forma Guillermo se convirtió en uno de los soberanos más poderosos de Europa y el único que consiguió derrotar al rey Luis XIV de Francia. Murió sin hijos después de un accidente al caerse del caballo el 8 de marzo de 1702, dejando la Casa de Orange-Nassau extinta. Fue sucedido por la reina Ana I de Gran Bretaña.

El segundo período sin estatúder.

Los opositores de Guillermo III, que habían sufrido bajo su poderoso liderazgo, declararon que el cargo de estatúder volvía a quedar vacante. Esta decisión fue permitida por el enfrentamiento por el título de Príncipe de Orange entre Juan Guillermo Friso de los Nassau de Frisia y el rey de Prusia, emparentado con los Orange-Nassau por matrimonios previos. Ambos descendencían de Federico Enrique. 
El rey de Prusia Federico I era su nieto por vía materna, ya que era hijo de Luisa Enriqueta de Orange-Nassau. En su testamento Federico Enrique había dejado establecido que el linaje de Luisa sería su sucesor en el caso de que su línea directa se extinguiera. Juan Guillermo Friso era bisnieto de Federido Enrique y había sido nombrado heredero en el testamento de Guillermo III. Se trató de llegar a un acuerdo permitiendo que ambos pretendientes llevaran el título de Príncipe de Orange. 
El problema de las tierras se resolvió en 1713 cuando el principado hereditario de Orange fue conquistado por Luis XIV de Francia. Juan Guillermo Friso se ahogó cerca de Moerdijk en 1711, dejando un hijo póstumo, Guillermo IV de Orange-Nassau. Fue proclamado estatúder de Guelders, Overijssel, Drenthe y Utrech en 1722. Cuando se produjo la invasión francesa de 1747 Guillermo IV fue restaurado como estatúder de toda la República de Holanda, hereditaria por vía masculina y femenina.

El fin de la república.

Guillermo IV murió en 1751, dejando a Guillermo V de Orange-Nassau, de tres años, como estatúder. Mientras Guillermo V era menor de edad, los regentes holandeses gobernaron en su nombre. Por desgracia, los regentes decidieron una vez más debilitar el poder del estatúder, educándolo hasta convertirlo en una persona tímida y de carácter débil, que arrastraría durante toda su vida. Su matrimonio con Guillermina de Prusia fue ejemplo de su debilidad. Su incapacidad para gobernar provocó la ruina de la República de Holanda, que quedó en manos de los corruptos regentes. 
En 1787 consiguió sobrevivir al golpe de Estado de la facción de los "patriotas" (revolucionarios demócratas), que trataban de reformar la República, sólo gracias a la intervención de Prusia en su favor. Cuando los franceses invadieron Holanda en 1795 Guillermo V se vio obligado a huir, y no regresó a su país.
Después de 1795 la Casa de Orange-Nassau se enfrentó a un período difícil, sobreviviendo en el exilio en otras cortes europeas, especialmente las de Prusia e Inglaterra. Guillermo V murió en 1806.

La monarquía (desde 1815)

Un nuevo espíritu: El Reino Unido de los Países Bajos.


Los rebeldes holandeses expulsaron a los franceses, que habían impuesto a Luis Bonaparte como rey. Se aceptó que el nuevo gobierno tendría que ser dirigido por Guillermo Federico, príncipe de Orange e hijo de Guillermo V. También se decidió que consolidaría su posición si los propios holandeses le otorgaban ese poder.

A instancias de un gobierno provisional, el Príncipe de Orange regresó a los Países Bajos en 30 de noviembre de 1813. Esta maniobra fue apoyada por Inglaterra, que trataba de fortalecer a los Países Bajos y dificultar posibles ataques futuros por parte de Francia. El 6 de diciembre Guillermo fue proclamado príncipe soberano hereditario, ya que había rechazado el título de rey. En 1814 los Países Bajos Austríacos (la actual Bélgica) fueron añadidos a sus dominios. El 15 de marzo de 1815, debido al regreso de Napoleón Bonaparte a Francia y con el apoyo de los países representados en el Congreso de Viena, Guillermo se proclamó Rey Guillermo I de los Países Bajos. También recibió el título de Gran Duque de Luxemburgo. Ambos países permanecieron separados a pesar de compartir un monarca común.
Como rey del Reino Unido de los Países Bajos, Guillermo trató de establecer una cultura común, fomentando la educación en neerlandés y el predominio de la religión calvinista, lo que provocó la resistencia de los territorios del sur del país (que habían estado separados del resto de los Países Bajos desde 1581), mayoritariamente católicos y francófonos. El rey Guillermo I se consideraba un déspota ilustrado y no terminaba de comprender las ideas liberales que se estaban extendiendo por Europa.
El Príncipe de Orange conservó sus derechos a las tierras de los Nassau (Dillenburg, Dietz, Beilstein, Hadamar, Siegen) en el centro de Alemania. Por otra parte, el rey de Prusia Federico Guillermo III -cuñado y primo de Guillermo I- había tratado de convertirse en gobernante de Luxemburgo, que consideraba una herencia de la Duquesa Ana de Luxemburgo, muerta más de tres siglos antes. En el Congreso de Viena, los dos cuñados aceptaron un intercambio -Federico Guillermo III recibió las tierras alemanas de los Nassau y Guillermo I se quedaba con Luxemburgo, ambas concesiones estaban más próximas a sus reinos.
En 1830 Bélgica, conformada por los territorios al sur del reino de los Países Bajos, declaró su independencia y Guillermo comenzó una desastrosa guerra hasta 1839, cuando se vio obligado a firmar la paz. Furioso por la derrota y con su reino dividido, decidió abdicar en 1840. El poder de la monarquía fue reformado y limitado durante el reinado de su hijo Guillermo II, mediante una constitución que el propio monarca supervisó para evitar que el descontento revolucionario se extendiese a su país.

Guillermo III y la amenaza de la extinción de la dinastía

Guillermo II murió en 1849. Fue sucedido por su hijo, el rey Guillermo III, un hombre conservador e incluso reaccionario, que se encontraba radicalmente opuesto a la constitución de 1848 y constantemente intentó formar sus propios gobiernos al margen del parlamento neerlandés. En 1868 intentó vender el Gran Ducado de Luxemburgo a Francia, lo que provocaría un enfrentamiento entre Prusia y Francia, así como el descontento de los propios luxemburgueses.
Guillermo III tuvo un matrimonio infeliz con Sofía de Wurttemberg y sus tres hijos varones murieron antes que él, lo que parecía crear la posibilidad de extinción de la dinastía de Orange-Nassau. Tras la muerte de Sofía en 1877, el rey Guillermo se casó con Emma de Waldeck-Pyrmont en 1879. Un año después la reina dio a luz a una hija y heredera, Guillermina. A la muerte de Guillermo en 1890 la Casa de Orange-Nassau se extinguió por línea masculina.
Como las mujeres no podían gobernar en Luxemburgo debido a la existencia de la Ley Sálica, el Gran Ducado pasó a la Casa de Nassau-Weilburg, un linaje colateral. La Casa de Orange-Nassau se perpetuó en 1909 con el nacimiento de Juliana, pero la casa real neerlandesa seguiría siendo pequeña hasta que nacieron los cuatro hijos de Juliana en las décadas de 1930 y 1940.

La monarquía moderna

Guillermina fue reina de los Países Bajos durante 58 años, desde 1890 a 1948. Como sólo tenía diez años en 1890, su madre, la reina Emma, actuó como regente hasta que cumplió los 18 años en 1898. Fue un símbolo de la resistencia neerlandesa durante la Segunda Guerra Mundial, y durante su gobierno se restauró la autoridad moral de la monarquía. Después de cincuenta años decidió abdicar en su hija Juliana. La reina Juliana se mostró menos estricta que su madre y bajo su gobierno la monarquía recibió el apodo de "monarquía en bicicleta", pues los miembros de la familia real a menudo viajaban en bicicleta por el país. 
El 30 de abril de 1980 la reina Juliana abdicó en su hija Beatriz, que se mostró más profesional que su madre. El 28 de enero de 2013, la reina Beatriz anunció su abdicación en favor de su hijo, después de 33 años de reinado. "Es tiempo para una nueva generación", declaró a la nación la reina Beatriz, que abdicó el 30 de abril de 2013 en su hijo Guillermo Alejandro de Orange-Nassau.
El rey Guillermo Alejandro, nacido el 27 de abril de 1967, es el primer monarca varón desde 1890. En el año 2002 se casó con la argentina Máxima Zorreguieta, la pareja real ha tenido tres hijas: Catalina Amalia, Alexia y Ariane. Actualmente la monarquía neerlandesa conserva una popularidad muy alta.



Rupert  fue Vogt en Siegen y es uno de los posibles antepasados ​​más antiguos conocidos de la Casa de Nassau .

Dudo de Laurenburg , alemán : Dudo von Laurenburg , latín : Tuto de Lurinburg († antes de 1124), fue probablemente Conde de Laurenburg y es considerado el fundador de la Casa de Nassau. La Casa de Nassau se convertiría en una de las familias reinantes en Alemania, de la que descienden a través de mujeres los actuales miembros de la realeza de los Países Bajos y Luxemburgo , aunque oficialmente pertenecen a esta Casa.

Ruperto I de Laurenburg , alemán : Ruprecht I. von Laurenburg (fallecido antes del 13 de mayo de 1154 ), fue conde de Laurenburg y uno de los antepasados ​​de la Casa de Nassau .

Ruperto II de Laurenburg (fallecido c.  1159 ) fue conde de Laurenburg y uno de los antepasados ​​de la Casa de Nassau .

Walram I de Nassau ( c.  1146  – 1 de febrero de 1198  ), fue el Conde de Nassau y es el Nassau más antiguo cuyo ancestro es absolutamente seguro. 
Logró ampliar considerablemente su territorio durante su reinado. Participó en la Tercera Cruzada.

Enrique II "el Rico" de Nassau  ( c.  1180 – 26 de abril de 1247/48/49/50, antes del 25 de enero de 1251)  fue Conde de Nassau . 


Rama otoniana de la casa de Nassau.


Otón I de Nassau (en alemán: Otto I. von Nassau) (fallecido entre el 3 de mayo de 1289 y el 19 de marzo de 1290) fue un noble alemán, conde de Nassau y antepasado de la rama otoniana de la casa de Nassau

Enrique I de Nassau-Siegen (c. 1265 (?) – entre el 13 de julio y el 14 de agosto de 1343 )

Otón II de Nassau-Siegen (ca. 1305– (muerto en combate) diciembre de 1350 / enero de 1351  ) , fue conde de Nassau-Siegen ,  parte del condado de Nassau.

Juan I de Nassau-Siegen (ca. 1339  – Herborn , 4 de septiembre de 1416)

Engelbrecht I de Nassau-Siegen ( Dillenburg , ca. 1370 – Breda , 3 de mayo de 1442 )

Juan  IV de Nassau-Dillenburg ( 1 de agosto de 1410 - Dillenburg , 3 de febrero de 1475 ),

Juan V de Nassau-Dillenburg (Breda, 9 de noviembre de 1455 - Dillenburg, 30 de julio de 1516) fue conde de Nassau (en Siegen, Dillenburg, Hadamar y Herborn), Vianden y Diez, y señor de Breda. Fue el abuelo paterno de Guillermo el Taciturno.

Guillermo I de Nassau, llamado Guillermo el Rico (Dillenburg, 10 de abril de 1487- Dillenburg, 6 de octubre de 1559), fue un noble alemán, conde de Nassau-Dillenburg, de Nassau-Dietz, de Nassau-Siegen (tres subdivisiones del antiguo condado de Nassau) y de Vianden. Integrante de la Casa de Nassau.
Sus hijos mas importante fueron:
Guillermo I de Orange-Nassau el Taciturno (1533-1584), príncipe de Orange, estatúder de los Países Bajos y conde de Nassau-Beilstein, casado con Ana de Egmond, Ana de Sajonia, Carlota de Borbón y Luisa de Coligny.

Juan de Nassau (1536-1606), sucesor de su padre en sus dominios patrimoniales, casado con Isabel de Leuchtenberg.



Juan VI, conde de Nassau-Dillenburg (Wiesbaden, 22 de noviembre de 1535 - Dillenburg, 8 de octubre de 1606), llamado el Viejo. Desde 1559 gobernó a Nassau-Dillenburg y fue descrito como "el mejor regente que Nassau haya poseído". Tiene un lugar especial en la historia de los Países Bajos porque es el antepasado de línea masculina de la Casa de Orange-Nassau, que gobernó ese país hasta 1898.

Ernesto Casimiro I de Nassau-Dietz (Dillenburg, 22 de diciembre de 1573 - Roermond, 2 de junio de 1632) fue un noble alemán de la Casa de Nassau. Fue conde de Nassau-Dietz y estatúder de Frisia, Groninga y Drenthe.

Guillermo Federico de Nassau-Dietz (en neerlandés: Willem Frederik van Nassau-Dietz; Arnhem, 7 de agosto de 1613 - Leeuwarden, 31 de octubre de 1664) fue un noble neerlandés. Fue conde de Nassau-Dietz (a partir de 1654 Fürst, o príncipe del Sacro Imperio Romano, de dicho territorio) y estatúder de Frisia, Groninga y Drenthe. Pertenecía a la Casa de Nassau.

Enrique Casimiro II de Nassau-Dietz (La Haya, Provincias Unidas, 18 de enero de 1657 - Leeuwarden, Provincias Unidas, 25 de marzo de 1696) fue un príncipe de la Casa de Nassau que ostentó el cargo de Estatúder de Frisia y de Groninga. Era hijo del príncipe Guillermo Federico de Nassau-Dietz y de la princesa Albertina Inés de Orange-Nassau, hija de Federico Enrique de Orange-Nassau.

Juan Guillermo Friso de Orange-Nassau (en neerlandés: Johan Willem Friso van Oranje-Nassau; 4 de agosto de 1687 - 14 de julio de 1711) fue un noble neerlandés, miembro de la Casa de Nassau y jefe de la Rama Nassau-Dietz. Se convirtió en el titular Príncipe de Orange en 1702. Duque de Nassau-Dietz y de Katzenbogen (1696-1711).

Guillermo IV de Orange-Nassau (en neerlandés: Willem IV Carel Hendrik Friso van Oranje-Nassau; Leeuwarden, 1 de septiembre de 1711 - La Haya, 22 de octubre de 1751) fue un príncipe de Orange y duque de Nassau-Dietz (1711-1751) y estatúder de las Provincias Unidas entre 1747 y 1751 —el primero que fue hereditario—.

Guillermo V de Orange-Nassau, también llamado Guillermo V Bátavo (en neerlandés: Willem V Batavus; 8 de marzo de 1748-9 de abril de 1806), fue hijo de Guillermo IV de Orange-Nassau y de Ana de Gran Bretaña (hija de Jorge II). Fue príncipe de Orange, duque de Nassau-Dietz y estatúder de las Provincias Unidas (1751-1795).

Guillermo I de los Países Bajos (nacido Willem Frederik; La Haya, Países Bajos, 24 de agosto de 1772 - Berlín, 12 de diciembre de 1843) fue el primer rey de los Países Bajos y gran duque de Luxemburgo entre 1815 (año de su ascenso al trono) y 1840 (año de su abdicación). Fue también príncipe de Orange, duque de Nassau-Dietz y de Fulda desde 1806, hasta su muerte. Fue estatúder de las Provincias Unidas, bajo el nombre de Guillermo VI, durante los años 1813 y 1815.
Nació con el nombre Willem Federick, en La Haya, Países Bajos, en 1772, siendo hijo de Guillermo V de Orang-Nassau y de su consorte, Federica Guillermina de Prusia. Por línea paterna, era nieto de la princesa Ana de Hannover, hija de Jorge II de Gran Bretaña.

Guillermo II de los Países Bajos (nacido Guillermo Federico Jorge Luis; La Haya, Países Bajos, 6 de diciembre de 1792-Tilburg, 17 de marzo de 1849) fue el segundo rey de los Países Bajos y gran duque de Luxemburgo desde su ascenso al trono, en 1840, hasta su muerte. Ostentó el título de príncipe de Orange, cómo heredero presuntivo al trono, durante los años 1815 y 1840. Desde su nacimiento, hasta su ascenso al trono, ostentó también el título de príncipe de los Países Bajos.

Guillermo III de los Países Bajos (nacido Willem Alexander Paul Frederik Lodewijk; Bruselas, 17 de febrero de 1817 - Apeldoor, 23 de noviembre de 1890) fue rey de los Países Bajos y gran duque de Luxemburgo desde su ascenso al trono, en 1849, hasta su muerte. Como heredero de la corona, fue príncipe de Orange entre 1840 y 1849.

Guillermina de los Países Bajos (nacida Wilhelmina Helena Pauline Maria; La Haya, 31 de agosto de 1880 - Apeldoorn, 28 de noviembre de 1962) fue la reina de los Países Bajos desde la muerte de su padre, el rey Guillermo III, en 1890, hasta su abdicación, en 1948, cuando volvió a retomar el título de princesa de los Países Bajos. Su madre, la reina Emma, fue regente durante sus primeros ocho años de reinado, mientras que ella alcanzaba la mayoría de edad. Posteriormente, entre 1947 y 1948 su hija, la entonces princesa Juliana, fue regente.

Juliana de los Países Bajos (Juliana Emma Luisa María Guillermina de Orange-Nassau; La Haya, 30 de abril de 1909-Baarn, 20 de marzo de 2004) fue reina de los Países Bajos desde la abdicación de su madre en 1948 hasta su propia abdicación en favor de su hija Beatriz el 30 de abril de 1980. Desde esa fecha retomó el título de princesa de los Países Bajos.

Beatriz de los Países Bajos (nacida Beatrix Wilhelmina Armgard; Baarn, 31 de enero de 1938) ha sido la monarca del Reino de los Países Bajos desde el 30 de abril de 1980 hasta su abdicación el 30 de abril de 2013, cuando le sucedió su hijo Guillermo Alejandro, momento en que retomó el título de princesa de los Países Bajos, princesa de Orange-Nassau y princesa de Lippe-Biesterfeld. 

Guillermo Alejandro de los Países Bajos (nacido Willem-Alexander Claus George Ferdinand van Oranje-Nassau; Utrecht, 27 de abril de 1967)​ es el rey de los Países Bajos tras la abdicación de su madre, la reina Beatriz. 




Guillermo I de Nassau.-Fundador de Casa Orange-Nassau.



Guillermo I de Nassau.

Biografía

Nassau, Guillermo I de. El Taciturno. Dillenburg (Alemania), 16.IV.1533 – Delf (Países Bajos), 10.VII.1584. Príncipe de Orange.

Hijo mayor de Guillermo, conde de Nassau-Dillenburg, y de Juliana de Stolberg, que se pasaron a la Iglesia luterana. Cuando tenía once años, la fortuna de Guillermo fue acrecentada considerablemente por la sucesión de su primo, Renato de Nassau. Comprendía el principado de Orange y numerosos señoríos en Borgoña, Delfinado y los Países Bajos; era el señor más rico de Europa. Desde muy pronto, fue llevado de Dillenburg a la Corte de Carlos V, donde fue nombrado gentilhombre de cámara. En 1552 entró en el Ejército y tres años más tarde era coronel. En 1556, el Emperador le concedió la dignidad de caballero del Toisón de Oro y fue el encargado de anunciar a los electores la decisión de Carlos V de abdicar. En 1559 Felipe II le nombró miembro del equipo de negociadores de la Paz de Cateau-Cambrésis. Era de buena planta y, aunque no demasiado culto, poseía una inteligencia práctica; de gusto refinado, amaba el boato que mantuvo en su Corte de Breda. Callado y cauto, sabía ocultar sus íntimos sentimientos, por lo que fue apodado el Taciturno. Como político, tenía ideas claras y firmes. Su vida familiar fue un tanto agitada.

Aparte de sus amoríos, a los dieciocho años casó con Ana, hija única y heredera del opulento Maximiliano de Egmont, conde de Buren, que falleció el primer día de 1558; en agosto de 1561 contrajo nuevas nupcias con Ana de Sajonia, hija única del gran elector Mauricio de Sajonia, cabeza de los príncipes luteranos de Alemania, de la que, por adulterio, se divorció en 1569; en 1575 contrajo matrimonio con Carlota de Borbón-Montpensier, abadesa de Jouarre, que abandonó su condición religiosa y fallecería en mayo de 1582; Guillermo casó por cuarta vez, en abril de 1583, con la viuda Luisa de Coligny, hija del almirante asesinado en la famosa Noche de San Bartolomé en París. Dejó nueve hijas y tres hijos.

Al regresar en 1559 Felipe II a España, nombró gobernadora de los Países Bajos a Margarita de Parma, hija de Carlos V y neerlandesa de nacimiento. Orange era el primer consejero en el Consejo de Estado, pero pronto advirtió que no formaba parte de la “Consulta”, esto es de los tres consejeros que Felipe II había indicado, en instrucciones secretas a la gobernadora, con quienes debía consultar aquellas cuestiones más importantes. Antonio Perrenot, elevado en 1561 a la púrpura como cardenal Granvela, por su nueva condición, le antecedería en el Consejo de Estado, sentándose junto a la gobernadora, lugar que había ocupado Guillermo. Desde entonces, la lucha de la nobleza flamenca del Consejo, dirigida soterradamente por Orange contra el cardenal, a quien atribuían representar el intento centralizador de Felipe II y el rigor de la persecución de la herejía, se recrudeció. Un grave desencuentro se produjo al aplicarse la reforma eclesiástica, que entrañaba que las nuevas sedes recibirían las rentas de una parte de las abadías de su jurisdicción y los obispos y principales canónigos serían escogidos por el Rey, con lo que los segundones de los nobles eran desplazados de lucrativas sinecuras eclesiásticas por letrados y clérigos de humilde cuna. Un nuevo choque tuvo lugar en el verano de 1562, cuando Felipe II decidió enviar tropas a Francia contra los hugonotes. Orange, en Consejo, advirtió que enviar al ejército fuera de las fronteras del país sin autorización de los Estados Generales sería contrario a las leyes y costumbres en vigor. Los nobles flamencos enviaron, en otoño de 1562, al barón de Montigny a Madrid para pedir al Rey la retirada de Granvela.

Al dilatarse la respuesta real, una diputación de caballeros del Toisón de Oro presentó a la gobernadora un comunicado que era prácticamente un ultimátum: Granvela debía retirarse, de lo contrario no se consideraban responsables del orden y la seguridad en los Países Bajos. Orange, con Egmont y Horn, dejaron de asistir a las sesiones del Consejo hasta que el cardenal fuera retirado. Al fin, Felipe II lo sacrificó en enero de 1564, concediéndole “permiso” para abandonar el país.

Militantes calvinistas preconizaban una resistencia activa a las disposiciones contra la herejía, lo que colocó al Consejo de Estado en situación muy delicada, y especialmente al de Orange. Las peticiones de tolerancia chocaron con la resistencia del Soberano, que en agosto de 1564 ordenó la promulgación de los decretos del Concilio de Trento. La ejecución fue retrasada deliberadamente por el Consejo de Estado. Orange consideraba que debía autorizarse una cierta tolerancia civil, semejante a la preconizada en Francia por Catalina de Médicis. Pero Felipe II no cedió a estas peticiones, lo que provocó una oleada de indignación en un país ya irritado e inquieto. El creciente odio hacia España fue explotado por los predicadores calvinistas, y en él participaron todos: pueblo, burguesía y nobleza, católicos y protestantes. En abril de 1566, un grupo de la pequeña nobleza se dirigió al palacio de la gobernadora, pidiendo un cambio de política. Era un serio aviso: en el verano, el pueblo, desesperado por el alza de los precios de los cereales, debida al crudo invierno de 1565, y exaltado por los calvinistas (todavía pocos en número, pero bien organizados), desencadenó un saqueo de iglesias y monasterios, con destrucción de altares e imágenes. Guillermo de Orange aconsejó a la gobernadora una política de concesiones, y ésta le envió a Amberes para restablecer el orden, donde consiguió un acuerdo entre católicos, luteranos y calvinistas, comprometiendo a los magistrados a pedir convocatoria de Estados Generales y a hacer cesar, en espera de la resolución del rey de España, los enfrentamientos y las predicaciones. Pero Margarita, urgida desde Madrid, desautorizó el convenio y exigió a los altos cargos y funcionarios un juramento de servir al Rey. Orange fue uno de los pocos que se negó a prestarlo, dimitió de sus cargos y en abril de 1567 se retiró a sus dominios alemanes.

En agosto de 1567, el duque de Alba llegaba a Bruselas como nuevo gobernador e impuso una enérgica represión. El recién creado “Tribunal de Tumultos” citó a Orange a comparecer, para responder del crimen de alta traición, mientras se secuestraban sus bienes y se envió a España al conde de Buren, su primogénito, apresado en Lovaina, en cuya Universidad estudiaba. El Taciturno protestó enérgicamente y reivindicó el privilegio de los señores del Toisón de Oro de no ser juzgados sino por sus iguales. El 5 de junio de 1568, Alba mandó ejecutar a los condes de Egmont y de Horn. Orange, desde su refugio en Alemania, decidió levantar un ejército para expulsar al duque. Pero ni los príncipes luteranos alemanes mostraron suficiente interés en ayudar a los calvinistas, ni el pueblo, atemorizado, respondió como esperaba Orange y la invasión resultó un rotundo fracaso. Sin embargo, las derrotas sufridas en Heiligerlee y Gemmingen no abatieron su ánimo y estableció, en agosto de ese mismo año de 1568, un acuerdo secreto de mutuo apoyo con los jefes militares de los hugonotes, príncipe de Condé y almirante Coligny. Con un ejército volvió a entrar en los Países Bajos, pero perseguido por Alba, hubo de penetrar en Francia para refugiarse nuevamente en Alemania.

En abril de 1572, la toma de Brill por los “gueux del mar” fue el comienzo de una revuelta general en Holanda y Zelanda. Mientras su hermano, Luis de Nassau, que luchaba apasionadamente en Francia en favor de los hugonotes, había conseguido que el monarca francés Carlos IX le permitiera —pero dejando constancia por escrito de que la responsabilidad de lo que ocurriera era suya— entrar con tropas hugonotes en los Países Bajos para unirse a las de su hermano Guillermo. Luis se apoderó de Mons, estratégica plaza (23 de mayo), mientras Guillermo permanecía cerca de Bruselas a la espera de la llegada de Coligny con más tropas de hugonotes franceses. Pero la precipitación de algún jefe hugonote facilitó a las tropas de Alba derrotarlos y descubrir la participación, al menos indirecta, del rey de Francia, lo que, por el temor de éste a una reacción española, permitió en Francia las terribles matanzas de la noche de San Bartolomé (23-24 de agosto de 1572). Parece que fue entonces cuando Orange abrazó abiertamente el calvinismo.

En noviembre de 1573, Alba fue sustituido por Luis de Requesens, que venció a los protestantes en Mook (abril de 1574), desastre en que perecieron Luis de Nassau y otro hermano del Taciturno, pero fracasó ante Leiden, en la provincia de Holanda, cuando Orange ordenó romper los diques del Rin (octubre de 1574). La liberación de esta importante plaza le valió un considerable aumento de popularidad al de Buren. El Taciturno influyó para que los diputados de Holanda y Zelanda rechazaran las propuestas de Requesens, pues incluían como condición imprescindible el mantenimiento exclusivo de la religión católica. Requesens falleció, por enfermedad, el 3 de marzo de 1576, lo que ocasionó una serie de disturbios, aprovechados por Orange para tratar de unir a todo el país contra el dominio español. 
El terrible asalto, saqueo y consecuentes matanzas de Amberes por las tropas españolas y mercenarias, que reclamaban sus pagas (4-15 de noviembre), provocaron la unión de las provincias del norte y del sur en una repulsa general contra el dominio de España. Por la “Pacificación de Gante” (8 de noviembre de 1576) todas ellas prometían unir sus fuerzas para expulsar a los soldados españoles y que la persecución de la herejía fuera suspendida. Al llegar el nuevo gobernador, Juan de Austria, pocos días después, el Taciturno propuso que no fuera reconocido, pero los nobles católicos de las provincias del sur se conformaron con exigirle la retirada de las tropas españolas: Edicto Perpetuo (12 de febrero de 1577). Guillermo trabajó con todas sus fuerzas por una ruptura con Don Juan, y, llamado por los Estados, entró en triunfo, en septiembre, en Bruselas. 
La popularidad del príncipe estaba entonces en su apogeo; sin embargo, aparte de contar con la envidia personal de algunos altos aristócratas, su espíritu de tolerancia era objeto de desconfianza tanto de los nobles católicos como de los calvinistas radicales. Para neutralizar la influencia de Orange, algunos grandes señores llamaron secretamente a Viena al archiduque Matías, hermano del emperador Rodolfo y consiguieron que los Estados le confiaran el Gobierno del país (diciembre de 1577), pero el Taciturno se alió hábilmente con el archiduque y logró ser nombrado lugarteniente general suyo. A poco, Don Juan, rehecho su ejército con la llegada de las tropas españolas que se habían retirado, logró un gran triunfo en Gembloux, en enero de 1578. En respuesta, el 23 de julio de 1578, Orange hizo promulgar por Matías la “paz de religión”, que establecía en todos los Países Bajos la libertad de conciencia, acuerdo que no fue admitido ni por los católicos ni por los calvinistas extremos.

El 1 de octubre de 1578 murió Don Juan, a quien sucedió su lugarteniente Alejandro Farnesio. Sus éxitos militares y habilidad diplomática hicieron salir a la luz a un sector de la oposición a Orange, formado por jóvenes nobles católicos que mandaban las tropas valonas en los ejércitos de los Estados, que compartían la preocupación general de la nobleza del sur ante la expansión del extremismo calvinista en las ciudades de Flandes y Brabante, donde saqueaban iglesias y perseguían a los católicos; por ello resultaron vanos sus esfuerzos para reconstruir la unidad de los Países Bajos sobre la base de la libertad religiosa. Farnesio logró que por el Tratado de Arras de 17 de mayo de 1579, los representantes de Artois, Hainaut y Flandes valona acordaran admitir la soberanía española y garantizar el mantenimiento del catolicismo como única religión. A esta unión respondieron las provincias norteñas con la Unión de Utrecht el 23 de enero de 1580. Fue entonces cuando Felipe II, a sugerencia de Granvela, puso precio a la cabeza del Taciturno. El príncipe respondió con su famosa Apología, presentada ante los Estados Generales reunidos en Delf en diciembre. Había sido redactada por su capellán Villiers y por el panfletario hugonote Hubert Languet, y en ella, al mismo tiempo que se defendía de su actuación —especialmente su lucha por la libertad de conciencia y de la de su país de la tiranía—, tachaba a Felipe II de tirano fanático y cruel, atribuyéndole horrendas acciones, calumniosas, como la de haber provocado, por celos, la muerte de su hijo Carlos y la de su tercera esposa, Isabel de Valois, etc. Este difamatorio escrito circuló por las cortes europeas y fue una de las bases de la leyenda negra felipense hasta época reciente.

A sugerencia de Orange, los Estados Generales declararon a Felipe II decaído de sus derechos y nombraron a Guillermo conde de Holanda y Zelanda (julio de 1581). La idea de éste continuaba siendo la de unir al país bajo una única autoridad, y a pesar de no ser de su gusto, convenció a los Estados de las provincias rebeldes para que llamaran al duque de Alençon, el hermano menor del rey de Francia, para gobernar el país. Pero Alençon, personaje neurótico, cegado por la ambición de convertirse en rey de los Países Bajos, desoyó los consejos de prudencia de Orange y quiso tomar Amberes, con astucia, el 17 de enero de 1583. Su fracaso le obligó a retirarse humillado. La situación de Guillermo de Orange era entonces muy difícil, pues, además, se había ganado el aborrecimiento popular por haberse casado por cuarta vez, en 1583, con Luisa de Coligny, hija del almirante, que a pesar de su sincero calvinismo, no logró borrar la mancha de su política profrancesa. En el verano de este año, sintiéndose incómodo en Amberes, determinó trasladarse a Delf. Había escapado a una tentativa de asesinato perpetrada en 1582 en Amberes por el comerciante español Juan de Jáuregui, pero tuvo menos suerte el 10 de julio de 1584, cuando el borgoñón Baltasar Gérard le asesinó con un tiro de pistolete.

Bibl.: L. van der Essen, Prince de Parme, gouverneur géneral des Pays Bas, Bruxelles, Nouvelle Societé d’Éditeurs, 1933-1937, 5 vols.; C. V. Wedgwood, Guillermo el Taciturno. Guillermo de Nassau, Príncipe de Orange, México, Fondo de Cultura Económica, 1947; A. A. van Schelven, Willem van Oranie, Aarlem, 1948 (4.ª ed.); R. van Roesbroek, Wilhem van Oranien. Der Rebell, Göttingen, 1959; G. Parker, The Dutch Revolt, London, 1977; A. Th. van Deursen y H. de Schepper, Willem van Oranien. Eeen Strijd voor Vrijheid en Verdragzaamheid, Weesp, 1984.




Balthasar Gérard (en holandés, Gerards or Gerardts) (1557-14 de julio de 1584) fue el asesino del líder independentista de las Provincias Unidas de los Países Bajos, Guillermo de Orange, también conocido como Guillermo el Taciturno.

Gérard nació en Vuillafans (Franco Condado), actualmente parte de Francia (en aquellos tiempos de la Monarquía Hispánica), en el número 3 de la actual calle Gérard. Fue uno de los once hermanos de una familia católica y admiraba profundamente a Felipe II de España, soberano de los Países Bajos y conde de Borgoña. Estudió leyes en la Universidad de Dole. Antes de que Felipe II ofreciese una recompensa por la cabeza de Guillermo de Orange, Gerárd les había dicho a sus compañeros de estudios que apuñalaría al Taciturno.
Felipe II ofreció una recompensa de 25 000 coronas al que matase a Guillermo de Orange, al que llamaba "peste del conjunto de la cristiandad y un enemigo de la raza humana".

Preparativos.

Tras el anuncio de la recompensa se fue a Luxemburgo (Países Bajos Españoles) donde supo que Juan de Jáuregui estaba planeando el asesinato. En marzo de 1584 dejó Luxemburgo y viajó a Tréveris. Allí forjó su plan antes de que un jesuita le convenciese de cambiar su plan original para acudir al príncipe de Parma.
En Tournay se reunió con un famoso franciscano, el Padre Gery. Allí escribió una carta con copia entregada para su custodia al guardián del convento franciscano. Él mismo le entregó el original al Príncipe de Parma, al que dijo:
 «El vasallo debería preferir siempre la justicia y el deseo del rey a su propia vida».
Le explicó su plan pero no especificó la naturaleza exacta de su estratagema. Al principio el príncipe le creyó poco adecuado, pero tras consultar a Haultpenne fue asignado a Christoffel d' Assonleville, quien le pidió que pusiese por escrito su plan, lo que hizo el 11 de abril de 1584.
Le pidió la absolución del Príncipe de Parma «pues iba estar en compañía por algún tiempo con herejes y ateos, y debía acomodarse en cierta forma a sus costumbres».
Para sus primeros gastos pidió cincuenta coronas, petición que fue rechazada «me proveeré de mi propia bolsa», le dijo a Assonleville, «y dentro de seis semanas oirás de mí»--«ve, hijo mío», dijo Assonleville, «y si tienes éxito en tu empresa, el rey te cumplirá todas sus promesas y obtendrás un nombre inmortal».
En la primera oportunidad que se le presentó para el crimen no se había preparado lo suficiente y no tenía plan de huida. En aquella época Guillermo dormía desarmado y solo en la cama. Esperó a otra oportunidad.
El 8 de julio merodeó en el patio examinando la situación. Un alabardero le preguntó por qué esperaba allí. Él se excusó diciendo que con sus ropas raídas y sin zapatos nuevos no podía unirse a la congregación en la iglesia cercana. El alabardero no sospechó el propósito real de Balthasar y apiadándose de su pobreza le consiguió 50 coronas.
A la mañana siguiente Gérard le compró a un soldado un par de pistolas, con el que regateó largo rato porque el soldado no podía proporcionarle la munición que él pedía. Se cree que tras conocer los acontecimientos que ocurrirían al día siguiente el soldado se suicidó.

El asesinato

Cuando Guillermo de Orange subía las escaleras hacia el segundo piso le habló el capitán galés, Roger Williams, quien se arrodilló ante él. Guillermo puso su mano en la cabeza del viejo capitán, momento en el que Balthasar Gérard saltó desde un rincón oscuro. Gérard sacó sus armas y disparó dos veces. Guillermo cayó. Se cree que sus últimas palabras fueron «Mon Dieu, ayez pitié de moi et de mon pauvre peuple» (Dios mío, ten piedad de mi alma y de este pobre pueblo).
Gérard escapó por la puerta lateral y corrió por un estrecho sendero perseguido por Roger Williams. Casi había alcanzado un terraplén desde donde pretendía saltar al foso. En el otro lado le esperaba un caballo ensillado. Llevaba una vejiga de cerdo atada a la cintura para que le ayudase a flotar. Sin embargo tropezó con un montón de basura. Un sirviente y un alabardero del príncipe que habían corrido tras él le atraparon.
Se dice que cuando sus captores le llamaron traidor respondió «No soy un traidor, soy un sirviente leal de mi señor». «¿Qué señor?»-le preguntaron. «De mi amo y señor, el rey de España».
En ese momento llegaron más pajes y alabarderos del principe, que le arrastraron adentro de la casa a puñetazos y golpes con la empuñadura de las espadas. Como entendió de lo que decían que el príncipe seguía vivo gritó «¡Maldita sea la mano que falló!».

Sentencia

Ya en la casa fue examinado inmediatamente por los magistrados de la ciudad. En el interrogatorio no mostró desesperación ni arrepentimiento alguno, sino un júbilo tranquilo. Dijo que «Como David, había asesinado al Goliat de Gath».
En la primera noche de su cautiverio Balthasar Gérard fue colgado de un palo y latigado. Tras esto sus heridas se untaron en miel y se trajo a una cabra para que lamiera la miel con su afilada lengua. Sin embargo la cabra se negó a lamer al sentenciado. Tras ésta y otras torturas se le dejó pasar la noche con las manos y los pies atados para que no pudiese dormir. Durante los tres días siguientes se le abucheó y colgó de un palo con las manos atadas a su espalda.
Durante media hora se le colgó un peso de 136 Kilos (300 libras) de los dedos gordos de los pies. Tras esta media hora se le calzaron dos zapatos aceitados de piel de perro dos dedos más cortos que sus pies. En este estado se le llevó ante un fuego. Cuando los zapatos se calentaron se contrajeron aplastando sus pies. Cuando le retiraron los zapatos, su piel chamuscada se había desprendido de la carne. Tras dañar sus pies se le marcaron las axilas. Tras esto se le vistió con una camisa empapada de alcohol, se vertió grasa ardiendo sobre él y se introdujeron clavos afilados bajo sus uñas. Se dice que Gérard permaneció calmado durante la tortura.
Entonces los magistrados sentenciaron que se le debía quemar la mano derecha con un hierro incandescente, después separar la carne de sus huesos con pinzas, destriparle y descuartizarle vivo, su corazón debía sacarse de su pecho y ser arrojado contra su cara y, finalmente, se le decapitaría.


En lugar de las 25 000 coronas de recompensa, Felipe II les dio a los padres de Balthasar tierras en Lièvremont, Houtaud y Dommartin en el Franco Condado (en el actual departamento de Doubs), y la familia recibió un título nobiliario. Esta oferta fue rechazada con desdén, así que los estados siguieron bajo el gobierno de la familia Gérard.

Nota.

Maisons-du-Bois-Lièvremont es una comuna y población de Francia, en la región de Franco Condado, departamento de Doubs, en el distrito de Pontarlier y cantón de Montbenoît.

Houtaud es una comuna y población de Francia, en la región de Franco Condado, departamento de Doubs, en el distrito y cantón de Pontarlier.

Dommartin es una comuna y población de Francia, en la región de Franco Condado, departamento de Doubs, en el distrito y cantón de Pontarlier. 



Juan de Jáuregui, el español que intentó asesinar a Guillermo de Orange.


Jorge Álvarez
18 Jun, 2016

El 10 de julio de 1584 la ciudad holandesa de Delft quedaba sobrecogida al saber la noticia de que Guillermo de Orange, conde de Nassau, alias el Taciturno, acababa de morir asesinado, sentimiento que pronto se extendió al resto de aquellos territorios que vivían en estado de guerra casi permanente.
Algunos historiadores holandeses consideran que fue el primer crimen de estado realizado por arma de fuego pero es inexacto porque la víctima no tenía condición de jefe de estado -era estatúder, algo así como primer ministro- y además el regente de Escocia, Jacobo Estuardo, falleció de un tiro trece años antes.

El autor del asesinato de Delft fue Balthasar Gérard, un católico francés que consideraba traidor a Orange por haberse convertido al calvinismo y liderar la rebelión contra Felipe II, aunque seguro que también influyeron los 80.000 ducados que el rey de España ofreció por su cabeza. El caso es que Guillermo de Orange ya había sufrido dos años antes un atentado contra su vida: ocurrió en Amberes y el responsable esa vez fue el español Juan de Jáuregui.
No hay que confundir a este personaje con el poeta y pintor sevillano Juan de Jáuregui y Aguilar, que vivió en esa misma época y es el presunto autor del retrato más famoso de Cervantes. El Jáuregui que nos ocupa era vizcaíno; habiendo nacido en Bilbao en 1562, se trasladó a Amberes para trabajar a las órdenes del comerciante alavés Gaspar de Añastro. En 1582 éste pasaba por un momento de apuros económicos después de que un temporal le hubiera hundido dos naos en el Cantábrico y una tercera fuera arrastrada hasta la costa de Inglaterra que, por supuesto, requisó el cargamento y encarceló a la tripulación.

En una concatenación de desastres empresariales y financieros, Añastro quedó con el agua al cuello, debiendo dinero a todo el mundo. Entonces recibió una oportuna carta desde Lisboa. Era de su primo Juan Martínez de Insunza, que tenía el cargo de Proveedor General de las Galeras de España y había estado antes en Flandes con el famoso Duque de Alba. Al parecer, se había enterado de la mala racha de Añastro y le planteaba una solución a sus problemas: la recompensa que la monarquía hispana ofrecía por matar al conde de Nassau.
Aunque, efectivamente, aquel dineral podía devolverle su posición y de paso abrirle la puerta a ingresar en la prestigiosa orden de Santiago, uno de los sueños de todo español de su tiempo, Añastro se resistió inicialmente a la propuesta porque cobrar por un asesinato no dejaba de crearle reparos y la consulta que hizo ad hoc al dominico flamenco Antonio Timmerman reafirmó la dudosa moralidad de esa postura. Sin embargo, el religioso encontró una forma de salvar las barreras éticas de dos maneras: primero, asumiendo que era una idea emanada de la autoridad real y segundo, subrogando la misión en otra persona.

Su primer candidato fue el joven (diecinueve años) Antonio Venero, también bilbaíno. Pero éste también vacilaba, así que se decantó por Jáuregui, que pese a ayudarle en la contabilidad de sus negocios, parece ser que era más bien corto de entendimiento; eso sí, ante el brillo del oro –2.877 coronas sería su parte- aceptó sin pestañear. El comerciante le proporcionó una pistola, le indicó la fecha de la operación… y se fue a Brujas, ciudad que por entonces se hallaba bajo jurisdicción española.

El día elegido fue el domingo 18 de marzo de 1582, durante la celebración de los festejos por el cumpleaños de Francisco de Francia, duque de Anjou, su principal aliado en la lucha contra España, que estaba en los Países Bajos porque acababa de ser nombrado duque de Brabante. Guillermo de Orange salía del comedor en que acababa de almorzar cuando fue abordado por Jáuregui con el pretexto de hacerle una solicitud. Al recoger los papeles y darse la vuelta, el asesino sacó su pistola y le disparó a bocajarro en la cabeza.
No ha quedado claro si aquel arma estaba defectuosa o es que el vizcaíno la cargó mal y le estalló en la mano. El caso es que la bala atravesó el cuello de su víctima por debajo de la oreja derecha, atravesó el paladar y salió por el maxilar izquierdo, dejando al conde de Nassau malherido pero vivo. Uno de los caballeros que le acompañaban echó mano a su espada y atravesó a Jáuregui, rematado inmediatamente por los alabarderos de la escolta. Su cadáver fue colgado públicamente en una plaza.

Guillermo de Orange estuvo en estado crítico un par de semanas pero finalmente consiguió salir adelante gracias a los abnegados cuidados de sus médicos, de su hermana María y de su esposa Carlotta de Borbón-Montpensier; la tensión fue excesiva para esta última y falleció poco después, el 5 de mayo.

En cuanto recuperó la consciencia el conde fue informado de la conspiración: no había sido cosa del duque de Anjou -que aspiraba a ser rey y además era católico- sino de españoles, como demostraban los documentos encontrados entre las ropas del asesino junto con cruces, escapularios e incluso amuletos de magia.
Los cómplices Venero y Timmerman (éste por confesar y absolver a Jáuregui antes de su acción) fueron detenidos, ejecutados en el garrote vil, decapitados y descuartizados, exponiéndose sus trozos en diversos lugares para dar ejemplo. Añastro, como vimos, había tenido la prudencia de irse pero no recibió su recompensa porque Alejandro Farnesio se la negó por dos razones: primero, no había tenido éxito; y segundo (no necesariamente por este orden), como caballero le repugnaba la acción por mucho que estuviera promocionada por el Rey.
Sin embargo, a Orange apenas le quedaban dos años de vida porque no sobrevivió a la siguiente intentona contra él, la de Gérard. En menos de un siglo, la Paz de Westfalia firmada en 1648 pondría fin a la Guerra de los Ochenta Años entre España y las Provincias Unidas de los Países Bajos, reconociendo la independencia de éstas -que ya lo era de facto tras la Tregua de los Doce Años pactada con Felipe III-. La actual casa real holandesa desciende de Guillermo de Orange.


Patentbrief voor de familie van Balthasar Gerards.

La carta de recompensa para la familia de Balthasar Gerards. Tras la ejecución de Balthasar Gerards, su familia recibió la recompensa por el asesinato de Guillermo de Orange. Felipe II los elevó a la nobleza en 1589. El premio en efectivo de 25.000 coronas fue más difícil de conseguir. Con esta carta de seducción o patente, la corona española decidió satisfacer a los familiares con Lièvremont, Hostal y Dommartin, tres señoríos del Franco Condado, que anteriormente habían sido propiedad de Guillermo de Orange. La carta de patente comienza con la imagen del nuevo escudo de armas del ahora noble Gerard: un león rojo plateado sobre un fondo plateado y rojo. El león lleva un rayo en su mano derecha. 

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Rey de Castilla y de León —como Felipe II—, de Aragón, de Portugal, de las dos Sicilias (Nápoles y Sicilia) —como Felipe I—, de Navarra —como Felipe IV—, de Jerusalén, de Hungría, de Dalmacia, de Croacia, de Granada, de Valencia, de Toledo, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas Canarias, de las Indias orientales y occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña —como Felipe V—, de Brabante y Lotaringia, Limburgo, Luxemburgo, Güeldres, Milán, Atenas y Neopatria, Conde de Habsburgo, de Flandes, de Artois, Palatino de Borgoña, de Tirol, de Henao, de Holanda, de Zelanda, de Namur, de Zutphen, de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña, Príncipe de Suabia, Margrave del Sacro Imperio Romano, Marqués de Oristán y Conde de Gociano, Señor de Vizcaya y de Molina, de Frisia, Salins, Malinas, y de las ciudades, pueblos y tierras de Utrech, Overijssel y Groninga. Dominador en Asia y África.

Firma de Alonso de Laloo, secretario de Felipe II

firma del rey Felipe II


Escritura redactada por Alonso de Laloo, secretario de Felipe II y firmada por el propio rey Felipe II de España.

sello de cera





Carta de recompensa del rey Felipe II de España a la familia de Balthasar Gérard, 1590


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