Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

lunes, 1 de septiembre de 2014

221.-Dr Hannibal Lester (VII):Gastronomía.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; Francia Marisol Candia Troncoso; Maria Francisca Palacio Hermosilla; 

La comida.

Episodio 1 Apéritif

Aldo Ahumada Chu Han


Apéritif es aperitivo.

La primera comida que aparece en la serie es un plato con una granada, higos y una fresa. Como un bodegón mortífero. Hannibal corta un trozo de redondo de carne. Es meticuloso al comer. Lo que no esperamos es que en la siguiente escena en la que sale comiendo el sibarita lo haga cortando unos pulmones, cuando acabamos de ver en la escena del crimen que se los han extirpado a una chica. Cocina con coñac, el mismo que suele ofrecer luego a Jack. Cuando queda con Will, le lleva en un tupper el desayuno: huevos revueltos con salchichas. Will es el primero para el que cocina Hannibal. "Tengo mucho cuidado con lo que consumo, así que me preparo mis propias comidas", le razona a Will. En esta conversación, Hannibal pretende ser amigo suyo, pero Will le rechaza, una actitud que suele tener el propio Hannibal con el resto. Para él, Will es especial.

Episodio 2 Amuse-Bouche

Amuse-Bouche significa Aperitivo, entrante, entremes.
Luis Bustamante Robin
Hannibal invita a cenar a Jack, que se queja de no comer comida casera. Su madre le hacía unos tallarines orientales que eran un "engrudo" y su mujer no cocina mucho mejor que ella. Es gracioso que su mujer que trabaja en la OTAN tenga que cocinar, pero él no. Machismo asqueroso. Hannibal le prepara algo que parece sangriento: "Lomo de cerdo servido con salsa Cumberland de frutos rojos".  Vemos que en estos encuentros hablan siempre de trabajo y especialmente de Will.

Episodio 4 Oeuf

Luis Bustamante Robin

Oeuf es huevo.

Hannibal invita a Jack de nuevo, a "una modificación del Boudin Noir del Tratado Gastronómico (o Gastronomic) de Ali Bab". Con música clásica de fondo, Jack pregunta que si lo que come es conejo: "Tendría que haber corrido más", se ríe. Mientras, se intercalan imágenes de un hombre corriendo y de Hannibal cocinando la carne en la sartén.
Hannibal invita a Abigail a cenar huevos con pan y salchichas y le ofrece un té con alucinógenos para desbloquearle los recuerdos. El "desayuno para cenar" son huevos High Life. "Un chef español llamado Muro dijo haberlos inventado en el siglo XIX", explica Hannibal, mientras lanza al aire un patata pelada y la trincha en un cuchillo. El plato no es aleatorio: fue lo último que Abigail comió con sus padres. "Será lo primero que comas conmigo". Aquí podéis ver de dónde sale la receta, de El Practicón. 
Al inicio del episodio el crimen se sucede en una mesa con toda una familia muerta alrededor de un asado que tenía muy buena pinta. Luego, no tanto.
La frase: 
"El gusto no es sólo algo bioquímico, también es psicológico".  

Episodio 5 Coquilles

Coquilles es vieiras.

Hannibal invita a Jack y a su mujer Bella a cenar "una obra maestra de foie gras au torchon con salsa Vidal de cosecha tardía, con higos secos y frescos". 
A Jack le resulta delicioso la conjunción de "foiegras frío con los higos calientes" pero a su mujer no le hace gracia. "¿Es muy intenso?", le pregunta Hannibal. "Muy cruel", replica ella. Es entonces cuando Hannibal sentencia:
 "La primera de las sociopatías: crueldad con los animales".
 Pero se defiende argumentando que ha contratado a un "cocinero ético":
 "Hay que evitar el sufrimiento innecesario".
 Zanja el tema animándola a comer el segundo plato, "pata de cerdo asada": "
Este cerdo era muy arrogante", bromea.

La frase: "Mi cocina está abierta para los amigos"

Episodio 6 Entrée



Entrée es entrada.

Hannibal invita a Alana y al director de la cárcel donde está encerrado el supuesto Destripador de Chesapeake. La cena está inspirada en Augeste Escoffier: 
"Vamos a tomar Long Tangyuan en papillote, acompañado de salsa y champiñones ostra recogidos por mí" (¿los del episodio 2?). 
Alana dice entonces:
 "Creo que nunca he comido lengua", a lo que Hannibal contesta, divertido:
 "Era un cordero muy parlanchín". 
El director apunta: 
"Los romanos mataban flamencos sólo para comerse sus lenguas".

 Como a Hannibal le cae mal, le contesta:
 "No me dé ideas, su lengua es muy enérgica". 
De postre, uvas Norton. Mientras pela una de ellas delante del director le explica:
 "La única que tiene el mismo color por dentro que por fuera". 
Si a mí me invitaran a lengua saldría corriendo.

Episodio 7 Sorbet


Sorbet es sorbete.

Hannibal tiene un tarjetero de donde saca los nombres de sus futuras víctimas mientras escoge las recetas de sus siguientes platos. En una secuencia casi orgiástica de trozos de carne que Hannibal corta, sazona, fríe y emplata, llegamos a su culminación cuando las sirve en una larga mesa a varios invitados, entre los que está Alana. Todos aplauden el despliegue. Entre las recetas que vemos: 
"Higado de ternera al limón"; "Pate de higado de pato"; "Pulmones de ternera estofada"; "Sesos de cordero rebozados al parmesano".
 Antes hemos visto cómo guarda en el congelador, envasados, estas piezas de carnes y vísceras. Cocina con Alana, mientras hablan de Will.
Un guiño al queso: uno de los pacientes le ha visto comprándolo en el mejor local de Baltimore: Jose's.
Éste es para mí el mejor episodio de la temporada en cuanto a la cocina y su unión especial con el canibal.

Episodio 8 Fromage




Luis Bustamante Robin


Luis Bustamante Robin



Fromage es queso, del que se habló en el anterior episodio.
Hannibal invita a comer a Tobías, un exquisito vendedor de instrumentos musicales. No se menciona, pero lo que comen es paella. A los postres desaparece cuando llama Will a la puerta. Hannibal prepara el postre para ellos dos (le echa nata y chocolate).

Notas Finales sobre Hanibal Lester.

Aldo Ahumada Chu Han
Hannibal y la verosimilitud culinaria…

¿De dónde saca Hannibal tiempo para la alta cocina?

 Esta es la pregunta que me asalta cada vez que el doctor Hannibal Lecter televisivo (Mads Mikkelsen) maneja vísceras de sus víctimas. Imagino que el efecto buscado con tan gráficas secuencias es muy diferente, más encaminado, creo, al terror y a la repugnancia, y a la fascinación que camina de su mano. Pero, en lugar de experimentar estas fuertes emociones básicas, me pongo a dudar con la cabeza fría.
Lecter no sólo tiene una consulta privada, con un horario que puede ir de media a jornada completa, sino que también “ayuda” al FBI evaluando la psique de su analista criminalista estrella, Will Graham (Hugh Dancy), asesina con astucia e impunidad, aunque aún no hayamos sido testigos de ninguna de sus matanzas, y convierte los restos de sus víctimas en platos exquisitos acompañados de los mejores caldos y la más fina vajilla. Además de una mente genial y asesina, está claro que sus habilidades para el planning son igualmente excelsas. Otra de las preguntas que me asaltan es su pulcritud portentosa.

 ¿Quién se mete a la cocina vistiendo un traje hecho a medida y consigue salir indemne de tamaña osadía?

 Ni un lamparón le he visto todavía. Vale que la composición del personaje esté cincelada en frío mármol para más acojone del personal,pero nadie que cocine puede creer en tanta providencia. Es justo decir que en la primera secuencia culinaria, Lecter vestía el ortodoxo delantal, pero a partir de ese momento las reglas se relajan: en la segunda con Morfeo, quiero decir, Jack Crawford (Laurence Fishburne) viste ya chaleco y corbata, con la sola precaución de despojarse de la chaqueta, y en la tercera y última hasta el momento, repitiendo con Crawford y añadiendo a su señora, Lecter luce traje de sastre al completo, inmaculado y almidonado, a juego con su jeta.

Sería demasiado estricto acusar a Hannibal de falta de verosimilitud por no dar respuesta a estas quisquillosas y tontas preguntas. Si nos creemos las casi paranormales habilidades de Will Graham, a los sofisticados, eficientes y artísticos asesinos en serie y el atrevimiento, inmoralidad, potra y ridiculez de la bloguera Fredricka Lounds(Lara Jean Chorostecki), el tiempo necesario para cocinar platos tan elaborados no debería preocuparnos lo más mínimo, aunque la verosimilitud sea, desde luego, un asunto muy serio y algo sesudo.
 El vasto mundo lúdico nos ofrece una definición sencilla para explicar en qué consiste la verosimilitud en una obra de ficción, que no es otra cosa que las reglas del juego que en cada obra el autor propone y el público acepta. Así, Superman vuela, los replicantes existen y se mueven en una sociedad distópica, las estaciones pueden durar varios años, incluso décadas, en la tierra de los Siete Reinos, el ser humano se convierte en una simple pila flotando en un coma inducido de realidad virtual, o los universos se desdoblan con cielos de dos lunas y Olivias pelirrojas y rubias.



Luis Bustamante Robin

El Practicón 

(Libro de cocina)

Es raro ver una serie que dedique tiempo a la cocina elaborada, pero si además está de moda rigurosa, me siento obligado a hablar de ella. “Hannibal”, inspirada en los quehaceres del Doctor Hannibal Lecter, el principal protagonista de “El Silencio de los corderos”, ya tiene su impecable serie.
Era de entender, viendo las películas originales, que al doctor Lecter le gustaba la alta cocina, hecho que se refleja de manera notable en la serie. Me sorprendí cuando observé, en uno de los capítulos de la primera temporada, que el Doctor Lecter comenta un plato que está cocinando: los Huevos “High life” cuya receta pertenece a un chef español llamado “Muro”. Me quedé frío.
Sin duda se refiere a Ángel Muro Goiri que escribió el libro de referencia de la cocina española del siglo XIX titulado “El Practicón” donde se pude encontrar la receta. También fui observando que el título de cada capítulo correspondía a un plato de cocina. En la primera temporada era narrado en un francés gutural, difícil de entender al principio de cada capítulo. La segunda temporada hace lo propio en japonés.

Los platos que elabora Lecter tienen un aspecto refinado y exquisito. Se diría que es un excelente Chef. El método de preparación es conveniente y tiene en su cocina todo tipo de herramientas que le permiten cocinar los mejores embutidos, patés … Cabe entender que la tendencia caníbal del Doctor Lecter hace que utilice ciertas materias primas que mejor no comentar. Pero a lo largo de la serie se aprecia que el material caníbal es sólo en algunos platos, lo que despista mucho más porque todos son apetecibles ¿Cuál me comería entonces?.

Más adelante, en la segunda temporada, vuelve a salir un cocido típico de Granada y ya no me parece casualidad que haya tanta cocina española. Cuando me pongo a investigar, me doy cuenta que el asesor culinario de la serie es mi amigo Jose Andrés tan de moda en Estados Unidos, hoy considerado la quinta persona más influyente de ese país.
El director, Bryan Fuller y José Andrés, claro está, han sabido ofrecer suspense, morbo y alta cocina a la vez. Realmente hay que darles la enhorabuena. Estamos a dos días del desenlace final de la segunda temporada. Esperamos tanto yo como la gran audiencia que ha generado la serie, que haya una tercera temporada.

  ¿Podremos ver esta vez a las Recetas Españolas componiendo los títulos?



Luis Bustamante Robin

Hanibal comer tranquilamente mientras suenan de fondo las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach. (Música favorita)


Análisis del personaje


A partir de los libros y películas siempre imaginé al Hannibal joven muy parecido al interpretado por Mikkelsen. En El dragón rojo, Anthony Hopkins aparecía en un flashback con una ridícula coleta como rasgo para caracterizar su juventud, abusaba de las muecas y además tenía una casa excesivamente barroca, aunque también es cierto que el inicio de los 80 era una época para olvidar desde el punto de vista estético. 

Tras ver la serie, creo que el actor danés supera ampliamente al británico en su recreación de este Lecter libre y fuera de toda sospecha: la frialdad y elegancia que transmite Mikkelsen es sublime, ya sea al llevarse un tenedor a la boca, al aplastar una cabeza con una escultura de bronce o al trocear en la intimidad un cuerpo humano para hacer salchichas. 
Las miradas con un brillo de locura y el histrionismo de Hopkins hacían bastante increíble que un monstruo así pudiera vivir durante años en libertad, pero Mikkelsen humaniza al caníbal al transformarlo en una persona poco conversadora, calmada y observadora, que parece que pasa largas temporadas en su palacio de la memoria, pero que goza de cierta fama en el ámbito profesional y en los círculos intelectuales locales aunque se ría de ellos en silencio: en uno de los capítulos (escena que también ocurre en El dragón rojo) invita a una exquisita cena a un selecto grupo de la aristocracia de Baltimore, donde les servía un banquete «solo apto para carnívoros» que es recibido con una ovación por los comensales, ignorantes de la procedencia de la materia prima. Y es que, entre fogones, Lecter se mueve como si respondiera a una elaborada y fina coreografía. 
En la película Hannibal cocinaba con pericia unos sesos bien frescos y en la serie tenemos la ocasión de verle desenvolverse en la cocina y en el comedor con frecuencia: con soltura, gusto y talento (el apartado culinario de la serie está asesorado por el chef Jose Andrés) le vemos cocinar, impoluto, platos fabulosos que serían muy apetecibles si no sospecháramos de la procedencia de hasta una tortilla francesa (o una nectarina) ofrecida por el psiquiatra.

El actor danés encaja perfectamente con la educación y tendencias sibaritas de Lecter, incluido el físico y acento que concuerdan con la ascendencia lituana del caníbal (al menos, en la biografía creada por Harris, puesto que en la refundación televisiva no han dado pistas al respecto). Pero esa cortina de buenas maneras y refinados modales no ocultan gestos casi imperceptibles pero que no son ajenos al espectador: con un milimétrico alzamiento de cejas entendemos que, para Hannibal, dejar un pañuelo de papel usado sobre una de sus impolutas mesas de cristal equivale a firmar una sentencia de muerte; o vemos el brillo de orgullo en sus ojos que hace que eche una mano al FBI para despejar dudas sobre la autoría del crimen que atormenta a Crawford. 


Luis Bustamante Robin

Cocina de Hannibal lester

Un pollo negro se luce entre hojas de lechuga sobre una fuente. Algunos hocicos de cerdo descansan en un plato. Sobre la gran mesada de la cocina también hay un par de pulmones de cordero y otras delicias extrañas. La comida no es nada común porque el dueño de esta cocina tampoco lo es: se trata de Hannibal Lecter, psiquiatra, amante de la buena vida, asesino serial y caníbal.
En realidad, la cocina está construida dentro de un estudio de filmación ubicado en las afueras de Toronto y es parte de la escenografía de Hannibal , serie que AXN.
La guía de lujo del recorrido por el set es la productora ejecutiva Martha De Laurentiis, viuda y socia de Dino, legendario productor de cine, que cuenta todos los detalles de la serie con gran entusiasmo.
 "Hay una cena en cada episodio -revela, parada en medio de la cocina de Hannibal-. Lo que quiso Bryan Fuller (creador de la serie y de títulos como Wonderfalls y Pushing Daisies) es que esas escenas fueran como pornografía alimentaria. La idea es que el público se pregunte qué será lo que está comiendo. O a quién."

Para diseñar estos platos convocaron a José Andrés, reconocido chef español, que lidera un grupo dedicado exclusivamente a preparar los ambiguos manjares con los que el doctor agasaja a sus invitados. 
"Hannibal es muy elegante y un anfitrión perfecto, así que nunca pondría en un plato nada que pudiera ofenderte, pero le gusta divertirse. Quiere asustarte un poquitito, apenas como para que te preguntes «¿qué será eso?»", dice Janice, una de las estilistas de comida, mientras muestra unas calaveras de pajaritos.
Al lado de la cocina está el elegante comedor de Hannibal. Ahí es donde recibe Mads Mikkelsen ("el George Clooney danés", según Fuller) quien se muestra tranquilo frente al desafío. 
"¡Es una gran presión cada vez que hacemos cualquier cosa! -dice, sonriendo, el villano de Quantum of Solace-. Pero tenemos que olvidarnos de eso cuando empezamos a filmar. Si no, es la muerte asegurada. Es otro tipo de presión, porque un ícono como Anthony Hopkins ya lo interpretó a la perfección. No podemos copiarlo porque eso también sería la muerte. Pero el personaje es el mismo: ama el arte y la comida, odia lo banal y usa un traje de tres piezas. No podemos despegarnos del todo, pero empezamos en un contexto distinto: todavía está en libertad y trabaja como psiquiatra. Así que lo verán desde distintos ángulos".
Itsukushima Shrine.


continuación


No hay comentarios:

Publicar un comentario