Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

jueves, 16 de junio de 2011

25.-Escudos burgueses.-a


  Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; -Franco González Fortunatti ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda ; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas ; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

EUROPA CONTINENTAL

Frank Reinshagen, alemania.


Las armas burguesas (Burgher arms or bourgeois arms) son escudos de armas llevados por personas de la clase social de la burguesía de Europa desde la Edad Media. Por definición, sin embargo, el término es ajeno a la tradición heráldica británica, que sigue otras reglas.

Tradición de islas Británicas.

En las islas británicas, los escudos de armas son otorgan por las autoridades heráldicas, que son:

En Inglaterra, Gales e Irlanda de Norte: Los Reyes de Armas de Inglaterra.(Kings of Arms)
En Irlanda; es otorgada por Heraldo Jefe de Irlanda (Chief Herald of Ireland.) 
En  Escocia: Lord Lyon.(Lord Lyon King of Arms)
James Paul McCartney (Liverpool, Merseyside; 18 de junio de 1942) es un cantautor, compositor, músico, multiinstrumentista, escritor, activista, pintor y actor británico; que junto a John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, ganó fama mundial por ser el bajista y uno de los cantantes de la banda de rock The Beatles, reconocida como la más popular e influyente en la historia de la música moderna; su asociación compositora con Lennon es una de las más célebres del siglo xx. 

Granted by the College of Arms, 18 June 2001

Armas de Winston Churchill como Gentleman. 


En la tradición de las islas británicas, las solicitudes de concesión de Escudos de Armas están abiertas a cualquier persona, que sea su estirpe, clase social, con una reputación  respetable, ('reputable status'), normalmente incluye a los funcionarios públicos, militares, condecorados,  universitarios, etc., pero oficialmente a discreción de la autoridades heráldicas.

                                                    Tradición de países europeos.


En algunos países europeos, ciertos escudos de armas se han restringido tradicionalmente a una clase social particular (generalmente la nobleza ), por ejemplo, el uso de Soporte o Tenantes en Gran Bretaña , metales en Portugal o coronas en Suecia. 
No obstante, en la mayoría de los países fuera del Reino Unido , cualquier individuo, familia y comunidad por lo general ha sido libre de adoptar armas y usarlas como le plazca, siempre que se abstenga de tomar indebidamente las armas preexistentes de otro. Además de la burguesía , los campesinos libres a veces hicieron uso de esta tradición. Las armas del clero se clasifican como heráldica eclesiástica.
El uso de escudos de armas por parte de burgueses y artesanos comenzó durante el siglo XIII y en el siglo XIV algunos campesinos comenzaron a usar armas.  Las armas de los burgueses llevaban una variedad mucho más amplia de cargas que las armas de la nobleza, como objetos cotidianos y, en particular, herramientas. 
Las marcas de la casa son otro tipo de cargos que generalmente solo se usan en las armas de los burgueses. La heráldica burguesa más difundida se encontraba y aún se encuentra en Bélgica , Alemania , Suiza y los Países Bajos. En este último sólo un pequeño porcentaje de las armas existentes pertenecen a la nobleza. 


Las coronas cimera (Crest-coronets) en las armas de los burgueses son correctas solo si las armas fueron otorgadas por un soberano y la corona se menciona explícitamente en la concesión. 

  
Burgueses.

Familia en un paisaje, cuadro de Frans Hals, 1648.

Definición de burguesía, en diccionario de la RAE.

De burgués.

1. f. En la Edad Media, clase social formada especialmente por comerciantes, artesanos libres y personas que no estaban sometidas a los señores feudales.

2. f. Grupo social constituido por personas de la clase media acomodada.
El término burguesía (del francés bourgeoisie)​ se utiliza en las ciencias sociales para designar a la clase media acomodada y a la clase media alta de la sociedad,​ que posee cierto capital cultural y financiero y es la clase social dominante en el sistema capitalista. 
Su significado original, que también se utiliza hoy en día, se refería a los que vivían en la ciudad (burgo) en la Edad Media, lo que solía venir acompañado de una serie de privilegios, como por ejemplo tener la oportunidad de trabajar.

Burguesía medieval y moderna.

El término se usó inicialmente para denominar al grupo social formado por los habitantes de los "burgos" (las partes nuevas que surgían en las ciudades bajomedievales de Europa occidental), caracterizados por no ser señores feudales ni siervos y no pertenecer ni a los estamentos privilegiados (nobleza y clero) ni al campesinado. 
Sus funciones socioeconómicas eran las de mercaderes, artesanos (burguesía de los oficios) o ejercientes de las denominadas profesiones liberales. Formaban parte del estamento de los laboratores.

La ausencia de sujeción a la jurisdicción feudal era la clave: se decía que "el aire de la ciudad hace libre" (Stadtluft macht frei).​ Algunos burgueses llegaron a ejercer el poder local en las ciudades a través de un patriciado urbano en el que se mezclaban con la nobleza; lo que en las ciudades-estado italianas (Venecia, Florencia, Génova, Pisa, Siena) implicaba en la práctica el ejercicio de un poder cuasi-soberano (algo menos evidente en las ciudades imperiales libres alemanas), mientras que en las monarquías autoritarias en formación (Francia, Inglaterra, reinos cristianos de la península ibérica) significaba la representación estamental del denominado Tercer Estado, pueblo llano o común. Destacadas familias de origen burgués se acabaron ennobleciendo (Borghese, Médici, Fugger).

Impulsada por la transición del feudalismo al capitalismo, la burguesía prosperó y se desarrolló como una fuerza social cada vez más influyente durante el Antiguo Régimen; aunque la inadecuación entre su poder económico y su ausencia de poder político la llevó a protagonizar, en el tránsito entre la Edad Moderna y la Edad Contemporánea, las denominadas revoluciones burguesas. No obstante, considerar el papel de la burguesía como una necesidad determinada históricamente, ha sido señalado como una simplificación mecanicista, poco ajustada a la realidad: de hecho, en distintas formaciones sociales históricas se produjeron fenómenos muy distintos, de forma notable la acomodación de la burguesía a las estructuras del Estado absolutista en lo que se ha denominado historiográficamente por Fernand Braudel como "traición de la burguesía" (trahison de la bourgeoisie).

Los Españoles tienen por primer grado suyo el ser caballeros, y sustentarse de sus rentas dentro o fuera de las ciudades con aparato y adorno. ... Los Franceses huyen las ciudades y residen en sus villas, gozando sus haciendas, y gastándolas en caballos y en armas, con desprecio de la mercancía, juzgando por plebeyos los que habitan en las ciudades, a quien llaman Burgueses. Los Ingleses siguen a los Franceses en vivir fuera de las ciudades; mas ocúpanse en corsos y ejercicios de mercancía por mar.
Cristóbal Suárez de Figueroa, Plaza universal de todas ciencias y artes, 1615.


Los integrantes de la familia Fúcar​ o los Fúcares​ (en alemán: Die Fugger) fueron un clan familiar de empresarios y financieros alemanes que llegaron a constituir uno de los mayores grupos empresariales de los siglos xv y xvi, siendo precursores del capitalismo moderno, junto con los Médicis y los Welser.

El escudo de armas (Stammwappen) de la familia Fugger con el tridente ,
que Hans Fugger usó en Augsburgo en 1370 como marca de su casa.

A la burguesía comercial y financiera beneficiada por el mercantilismo y la expansión europea subsiguiente a la era de los descubrimientos, sucedió el predominio de la burguesía industrial durante la era de las revoluciones (la revolución industrial, simultánea a las revoluciones políticas y sociales "burguesas" -revolución americana, revolución francesa, ciclos revolucionarios de 1820, de 1830 y de 1848-).

A lo largo del siglo XIX, a medida que asegura su predominio social y accede al poder político, la burguesía pasa de ser una clase "revolucionaria", enfrentada a los estamentos privilegiados, a ser una clase "conservadora", enfrentada a su nuevo "enemigo de clase": el proletariado.​ La estrategia "lampedusiana" (hay que cambiarlo todo para que todo siga igual) evidenció la proximidad de intereses entre la burguesía y la nobleza.



SACRO IMPERIO ROMANO Y SUS ESTADOS SUCESORES.
Bürgerliches Wappen.

Albrecht Dürer, en español Alberto Durero​ (Núremberg, 21 de mayo de 1471 - id. 6 de abril de 1528),​ es el artista más famoso del Renacimiento alemán, conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte.


Aunque la asunción de armas siempre permaneció libre, los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico desde Carlos IV comenzaron a otorgar armas sin elevar a las personas a la condición de nobiliario. 
En el siglo XV, la autoridad para otorgar armas se delegó en los “ Condes Palatinos de la Corte Imperial ” ( en alemán : Hofpfalzgrafen ), quienes a partir de entonces también otorgaron armas a los burgueses. Esto se consideraba un lujo que muy pocas personas podía permitirse.
Armas burguesas: Hermann Wilhelm Göring
(Rosenheim, 12 de enero de 1893-Núremberg, 15 de octubre de 1946)
 fue un  militar, político y empresario alemán.


El casco basculante se prescribió para las armas de los no nobles, mientras que la cancillería imperial restringió el casco con barras a la nobleza como defensores de la tradición de los torneos. Este privilegio también lo compartían ciertas personas que gozaban del mismo rango que la nobleza, por ejemplo, los que tenían un título de doctor en derecho o teología.
La ​​costumbre del uso del casco con barrotes también fue seguida por los patricios de la ciudad. Aunque la regla del uso del casco basculante por parte de los burgueses no siempre fue obedecida, todavía se ha convertido en la norma en muchos países de la tradición heráldica germano-nórdica , por ejemplo, en la heráldica sueca .

Jacobo Fúcar​ (en alemán: Jakob Fugger; 6 de marzo de 1459 en Augsburgo—30 de diciembre de 1525 ibidem), apodado «el Rico», ocasionalmente «el Joven» y también «Jacobo II»; fue el banquero y comerciante más rico y conocido de Europa en su tiempo.



Después de la caída del Sacro Imperio Romano Germánico , ya no se otorgaron armas a los burgueses excepto en el Reino de Sajonia , donde tales concesiones continuaron desde 1911 hasta 1918. En otros lugares se asumieron las armas burguesas. Tal heráldica familiar todavía está viva en Alemania y las armas burguesas están protegidas por ley .

Los Welser fueron una familia de banqueros de Augsburgo (Alemania) y una de las principales casas financieras de Europa en la primera mitad del siglo XVI.




SUECIA

Las armerías burguesas pueden utilizar un casco adiestrado, cerrado y provisto de una abertura horizontal. Adornado con su correspondiente cimera y lambrequines, en los esmaltes que aparecen en el escudo. Les está prohibido usar corona alguna, reservadas exclusivamente a la nobleza.

DINAMARCA

Los cascos debían ir abiertos en las familias nobles y cerrados en las burguesas, aunque no siempre se sigue esta norma.

PAÍSES BAJOS.


Los burgueses pueden las armas que gusten, siempre que no copien otras ya existentes, ni usen adornos externos propios de la nobleza, como coronas de rango, lemas, tenantes o sostenes, aunque su uso no está protegido por la ley. Pueden timbrar sus armas con una corona cívica (burgerlijke kroon) e incluir en su escudo familiar un sello municipal en recuerdo de sus antepasados que rigieron la República.
 
Sus escudos suelen ir rematados por su yelmo (helmet  ) cerrado y adiestrado, con sus correspondientes lambrequines (helmkleden )

PORTUGAL

 Durante el reinado del rey Afonso V, los  plebeos (plebeyos) no podían oficializar sus armas, ni utilizar en el campo de las mismas ni el oro ni la plata bajo dura sanción, por lo que su vistosidad será muy inferior a la de los escudos nobles y además no podrán ser registrados. Esta restricción perdería relevancia cuando el rey Manuel I prohibiera el uso de las armas a quienes no pertenecieran a la nobleza portuguesa. 
Tras la llegada de la República en 1910 se produjo la desaparición de los reyes de armas y la liberalización del uso de la heráldica, por lo que aparece un nuevo interés hacía los emblemas heráldicos por parte de la burguesía, a los que antes estaban vedados. Éstos en su afán de notarse adoptaron rebuscados blasones con nuevas figuras inéditas y diseños paisajísticos, dibujados y coloreadas al natural, adornados con lambrequines, leyendas y tenantes hasta entonces muy raros en la heráldica portuguesa.

ITALIA

Las formas de los yelmos para clase burguesa es la siguiente:

Elmo di famiglia di cittadinanza o borghese (impropria la collana)


Yelmo de ciudadanos y familias burguesas : acero, visera cerrada, sin collar ni medalla, posición de perfil completo a la derecha. En la heráldica italiana puede tener un número variable de plumas : 5 para familias con ciudadanía municipal antigua y 3 para familias burguesas.

Elmi di famiglia di cittadinanza e borghese: abbrunati, visiera chiusa, nessuna collana e nessuna medaglia, posizione di pieno profilo a destra . Nell'araldica italiana esso può disporre di un numero variabile di penne: 5 per le famiglie di antica cittadinanza comunale e 3 per le famiglie borghesi.


Los Borghese , o Borghesi en origen, son una familia burguesa; que alcanzo nobleza y el papado, originaria de Siena , que durante muchos siglos tuvo una gran influencia en la historia política, religiosa y artística de Roma , Siena e Italia en general. El progenitor fue un comerciante de lanas sienés del siglo XIII , Tiezzo da Monticiano , que tuvo dos hijos: Bencivenne y Benincasa. De Bencivenne y su hijo Borghese (quien dio el apellido a la familia) descendieron los Borghesi di Siena, los Borghesi di Firenze (rama que floreció en el siglo XIV y se extinguió en el siglo XVII ) y finalmente los Borghese de Roma.

Nota.

En el Heráldica, en el logro heráldico, el casco o yelmo está situado encima del escudo y lleva el burelete y cimera. El estilo de casco que se muestra varía según rango de nobleza y estatus social, y estos estilos se desarrollaron con el tiempo, en consonancia con el desarrollo de los cascos militares reales.
En algunas tradiciones, especialmente la Heráldica alemana y nórdica, se pueden usar dos o tres cascos (ya veces más) en un solo logro de armas, cada una representando un feudo al que el portador tiene derecho. Por esta razón, los cascos y escudos de armas alemanas y nórdicas se consideran esenciales para el escudo de armas y nunca se separan de él.
Los cascos con visera abierta o con barrotes se reservan típicamente para los rangos más altos de la nobleza, mientras que la nobleza menor y los escudos de armas burgueses generalmente asumen yelmos cerrados.
En heráldica eclesiástica, los obispos y otros clérigos usan una mitra u otro sombrero eclesiástico apropiado para el rango en lugar de un casco.

El yelmo estaba constituido de:

Cimera. La cimera no tenía la función de proteger la parte frontal inferior de su portador sino para decorar el yelmo y estaba situado en la parte más alta del mismo.
Celada. Pieza de la armadura que servía para cubrir y resguardar la cabeza. Es la parte móvil de algunos yelmos que se alzaba o bajaba sostenida por dos ejes a los lados de la misma, en la que había orificios para ver, y con la que el guerrero se protegía.
Babera. Es la parte que se encargaba de proteger la barbilla, boca y las mandíbulas.
Collar. Es el adorno situado en la parte inferior que rodea toda la circunferencia del yelmo.


  
Armand de Fluvià: "Muchos reyes descienden de campesinos"

El genealogista y heraldista, que acaba de publicar '¿Quiénes eran mis antepasados? Nuevo manual de Genealogía' y 'Manual de nobiliaria catalana', destaca la importancia de conocer nuestros ascendientes



¿Qué relación de parentesco tenía el pintor Diego Velázquez con algunos reyes de Europa? ¿Cuándo se formaron los apellidos? 
Son algunas cuestiones que responde con pasión el prestigioso genealogista y heraldista Armand de Fluvià i Escorsa (Barcelona, 1931), autor de los recientes libros publicados ‘¿Quiénes eran mis antepasados? Nuevo manual de Genealogía’, ‘Manual de nobiliaria catalana’ y ‘Manual de heráldica y técnica del blasón’, editados por la entidad, que fundó y actualmente preside, la Institució Catalana de Genealogia i Heràldica. Armand, licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona y Diplomado en Paleografía y Diplomática en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat de Barcelona, nos atiende en su casa, un sitio que respira mucha historia y en un lugar preferente del salón cuelga con orgullo su escudo familiar. A sus 81 años, continúa investigando los linajes de las familias, sobre todo las nobles:
 “Tengo la gran suerte de que mi trabajo es mi hobby y no me jubilaré nunca”.

 Armand, Creu de Sant Jordi en el 2000 y Medalla d’Honor de la Ciutat de Barcelona en el 2008, ha acabado una de las grandes obras de genealogía sobre la nobleza catalana, con unos 4.000 árboles genealógicos, pero está pendiente de que alguien se interese para que pueda salir a la luz.

Siete minutos para estar al día. Y todo el tiempo que quieras para saber más. No te pierdas Las claves del día en tu mail cada mañana ¡Recíbela!

-¿Cómo surgió su interés por la genealogía?

- En el bachillerato, cuando se estudiaba la historia por las listas de los reyes. Tenía una relación de los 18 reyes Luises de Francia, y todo empezó en saber el parentesco de cada uno.

-¿Cuál es su árbol genealógico?

-  Lo sigo buscando pero tengo un gran problema. Uno de mis antepasados era de Granollers y durante la Guerra Civil se quemó el archivo parroquial, el registro civil, el archivo notarial y el archivo de la propiedad. Se quemó casi todo.

-¿Hasta dónde ha podido llegar?

- He podido saber cuándo se formó mi apellido. En un documento de 1040 aparece un ascendiente mío llamado Bernardus Bernardi y unos años más tarde, en 1075, aparece como Bernardus Bernardi de Fluviano por lo que el apellido ya se había formado. A finales del siglo XII o principios del siglo XIII es cuando ya se han formado los apellidos de Catalunya. Pero no son importantes sólo los apellidos sino también el significado de los nombres. Mi nombre es de origen germánico y significa ‘hombre fuerte’.

- ¿Qué es lo que más le apasiona de la genealogía?

- Cuando estoy en un archivo parroquial buscando mis antepasados y encuentro uno tengo la sensación de que me lo agradece, es como si lo resucitara porque en cierta manera lo devuelvo a la realidad. La genealogía también es un trabajo de detective.

- ¿La genealogía da muchas sorpresas?

- La genealogía puede aportar muchas soluciones a un buen número de hechos históricos pero también tiene un interés en la historia social. Hay campesinos descendientes de reyes y, al revés, muchos reyes descienden de campesinos. Por ejemplo, los reyes de Rumanía y de Bélgica descienden de un campesino occitano, Pierre Murat, que fue padre de Joaquín Murat, mariscal de Napoleón y rey de Nápoles. La reina de Inglaterra, la de Dinamarca, el rey de Suecia  y los reyes de Grecia descienden de una campesina, Marta Skavronska, que fue emperatriz de Rusia con el nombre de Catalina I.

- Interesante…

-Los Càrcer, la familia materna del penúltimo marqués de Castellbell, que se pensaba que eran feudales, descienden de un zapatero que en el siglo XVI vivía en Vic. Los Sarriera, que hoy son una de las familias más importantes de la nobleza catalana, descienden de un médico de Girona que hizo fortuna en el siglo XIV por ser médico del rey. Y otro caso inverso, lo tenemos en el gran pintor Velázquez que es ascendiente de reyes de Europa, entre los que está la reina Sofía de España.

-¿La genealogía nunca falla?

-Yo me propuse hacer de la genealogía una disciplina seria y científica. Muchos genealogistas han falsificado para halagar a sus clientes. La genealogía es muy importante como ciencia auxiliar de la historia.

- ¿Qué tipo de genealogías se han falsificado?

- A finales del siglo XIX, la Península ibérica está llena de falsificaciones de genealogías principalmente para ingresar en las órdenes militares y caballerescas donde hacía falta probar nobleza. Por ejemplo, el primer marqués de Casa Riera, un antepasado de la reina Fabiola de Bélgica, que era hijo de un galonero convirtió su segundo apellido Rosés en Rozes y lo hizo descender de unos hidalgos austriacos. O los Bofarull, de Reus, que para rehabilitar la baronía de Ribelles consiguieron entroncarse con los Ponç de Ribelles a base de informes ‘ad perpetuam rei memoriam’, una manera de conseguir nobleza.

- ¿Conoce más casos?

- También se decía que los Montcada descendían de los duques de Baviera, los Cardona de Carlomagno, los Oms del rey de los visigodos Ataúlfo o los Rocabertí de la dinastía merovingia. Y esto no era así. Cuánto más importante era la familia a la que le hacían la genealogía, más ilustres y más antiguos hacían  los antepasados. En la edad media hubo una inflación de falsas genealogías y esto ha desprestigiado la genealogía.

- ¿Qué árboles genealógicos de familias le gustaría investigar?

- Hay una gran cantidad de condesas de Ribagorça, de Pallars, de Besalú o de Barcelona de las que sólo sabemos el nombre. Esta búsqueda se tiene que intensificar y promocionar. También sería interesante conocer las genealogías de personajes importantes como Bernat Metge, Francesc Eiximenis, el cronista Muntaner o el pintor Jaume Huguet. Las familias son muy importantes también desde el punto de vista social. La realidad es, que a diferencia de otros países europeos, en el campo de la investigación nos queda mucho por hacer.

- Usted también en sus investigaciones desmonta el mito de la sangre intacta, ¿no?

- La genealogía es la mejor manera de ver que las razas puras no existen. Si nos adentrásemos en las tablas de los ascendentes de los príncipes de Europa, encontraríamos personajes de todas las razas. Y si pasamos a la alta nobleza española tenemos que, por ejemplo, los actuales condes de Churruca, el duque de Veragua, el conde de Fuenrubia y el  marqués de Cerralbo son descendientes de Moctezuma II, emperador azteca de México.

- ¡Menuda mezcla!

- Si todos descendemos de antepasados comunes, todos somos parientes, en uno u otro grado más o menos lejano. Rudolf Hess, el nazi muerto en la prisión de Spandau, era descendiente de Zwingli, el reformador suizo de la época de Lutero. Pues bien, por ser descendiente suyo resulta que era primo lejano de un judío norteamericano apellidado Kassowitz y, por tanto, también era pariente de judíos.

-¿Cómo ve el momento actual de la genealogía?

- Vive un momento dulce desde hace ya un cierto tiempo porque gracias a las instituciones que hemos creado la gente se está aficionando. Ahora cuando voy a un archivo también encuentro muchas personas buscando genealogías, algo que antes no sucedía. También estamos haciendo cursos de genealogía y heráldica con Òmnium Cultural y realizando conferencias en el Ateneu Barcelonès.

- ¿Qué le parece la nueva ley del Registro Civil que los padres puedan escoger el orden de los apellidos?

- ¡Me parece una barbaridad!  Hasta ahora había una seguridad fantástica de que todos los antepasados de la primera línea son hombres y los otros apellidos los ha llevado una mujer. Esto conllevará a que si todos cambian sus apellidos de aquí a 50 años nadie sabrá quiénes eran los bisabuelos. Si querían hacerlo de una manera más feminista podrían haber hecho lo de Portugal, el primer apellido es el de la madre y el segundo el del padre, que es el que siempre se perpetua.

- Usted también ha publicado varios libros sobre heráldica y ha escrito sobre el escudo de Catalunya. ¿Cómo está esta cuestión?

- Lo del escudo de Catalunya es un escándalo. Catalunya tiene el escudo más antiguo de Europa y, evidentemente, de la península, pero Catalunya es el único país del mundo y la única autonomía del estado español que no tiene escudo. No tenemos escudo.

-¿Por qué?

- Como asesor de heráldica de Catalunya cuando se discutía el Estatut en el Parlament envié la descripción correcta del escudo y la bandera de Catalunya a todos los grupos parlamentarios y al presidente del Parlament. No me hicieron caso y resulta que los símbolos nacionales de Catalunya, tal como recoge el Estatut, son ‘la bandera, el himno y la fiesta’.

-¿Cómo tendría que ser el escudo de Catalunya?

- Es un escudo de oro con cuatro palos de gules. Es el escudo que era de los Condes de Barcelona, de la dinastía del Casal de Barcelona, y lo tenían desde 1150, es un escudo de Ramón Berenguer IV, el más antiguo que se conoce.

- ¿La genealogía no se entiende sin la heráldica?

- No necesariamente, pero todas las familias nobles tienen escudo. También hay que recordar que no hay escudos de apellidos sino de familias, que son cuestiones diferentes. Y no todas las familias tienen escudo.

- Un tema también controvertido es el de la heráldica en el ámbito deportivo. 

¿Los clubs suelen respetar la heráldica?

- Es un desastre. El escudo del Barça, como muchos otros, heráldicamente no es correcto.

-¿Por qué motivo?

- La primera ley de la heráldica es la de los esmaltes, es decir, la de las coloraciones. El escudo del Barça tiene unos palos azules y rojos, y la primera regla es que no se puede poner metal sobre metal ni color sobre color. Si ves el escudo del Barça de lejos no distingues los colores que son porque el azul y el rojo se diluyen. Precisamente, la heráldica surgió en los campos de batalla para poder diferenciar enseguida al enemigo de los tuyos y, por eso, llevaban las señales en los escudos.

- Recientemente también ha publicado el ‘Manual de nobiliaria catalana’. ¿Se suele conocer las familias nobles de Catalunya?

- También hay mucho desconocimiento. Un día un funcionario de la Generalitat me preguntó sorprendido si todavía existían los títulos nobiliarios. También hay familias nobles que nunca han tenido títulos. Tenían privilegios nobiliarios, ya fueran de ciudadano honrado de Barcelona, de caballero de principado de Catalunya o de noble de principado de Catalunya.

- ¿Cuántas familias nobles catalanas hay?

- De forma general, en Catalunya hay poca nobleza en comparación, por ejemplo, con Castilla. Publiqué un artículo en mi página sobre un censo aproximado de familias residentes o no en Catalunya que actualmente pertenecen a la nobleza catalana y había entre 200 o 300 familias.

-¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?

- Recientemente hemos creado un programa informático desde la Institució Catalana de Genealogia i Heràldica de todas las casas soberanas del mundo. La base de datos tiene más de 62.000 personas registradas con las genealogías desde los faraones de Egipto, los Incas y Aztecas hasta los emperadores de China, de Japón, las dinastías musulmanas o los reyes de Madagascar. Por ejemplo, puedes conocer la relación de Gengis Kan, el fundador del imperio mongol, con el actual Rey de España, Juan Carlos I. También tengo unos 4.000 árboles genealógicos de familias de la nobleza catalana esperando que una editorial los publique.

-¿Y por qué no se han publicado?

- Si estuviéramos en Aragón, Valencia, Navarra o Galicia ya se habrían publicado. Es una obra de cinco volúmenes de cuadros genealógicos. El primero se centra en las casas condales y vizcondales de la época carolingia, el segundo en las familias de la nobleza inmemorial.

-¿Inmemorial?

-  Son aquellas familias que ya eran nobles antes de 1311, fecha de la primera concesión de un privilegio nobiliario por parte de un soberano catalán. Los dos siguientes volúmenes tratan de la nobleza rural y la del patriciado urbano. En el último, que se publicaría el primero, me centro sobre la abolición de la nobleza como estamento social público y oficial.

-¿Qué significa ser noble en el siglo XXI?

- Nada, no significa nada. Es puramente honorífico, un recuerdo de los antepasados y, por eso, creo que los nobles tienen que ser unos descendientes que siempre honoren a sus antepasados. Los nobles tienen que llevar una vida digna y ser siempre ejemplares.

- ¿Conociendo a nuestros antepasados nos conocemos mejor?

- Exacto. Gracias a nuestros antepasados estamos aquí y les debemos un cierto reconocimiento. Oscar Wilde, en ‘La importancia de llamarse Ernesto’, nos dice cómo se extraña lady Bracknell porque el señor Worthing no sabía el nombre de sus padres y decía que olvidar el nombre de uno de los padres podría ser considerado una desgracia, pero olvidar el de todos era un descuido.

- ¿Esto va cambiando?

- Afortunadamente sí, pero es una pena que la mayoría de la gente no sepa el segundo apellido de los abuelos. Tenemos que procurar saber todos nuestros orígenes. Además, la genealogía es una ciencia auxiliar de la medicina y de la genética. Es evidente que hay enfermedades genéticas y conviene saberlo. Por ejemplo, yo sé de qué murieron mis ocho bisabuelos, mis cuatro abuelos y mis dos padres. La genealogía es importante.



LA PERVIVENCIA DE UNA ÉLITE: LA EVOLUCIÓN DE LA NOBLEZA URBANA BARCELONESA EN EL LARGO PLAZO (1714-1919)

José Miguel Sanjuán
(Universitat de Barcelona)Historiografía

En la historiografía catalana el rol de la nobleza ha sido en cierta manera considerado de forma marginal debido al enorme peso que ha tenido en la historiografía sobre Cataluña el desarrollo industrial y su burguesía, así como el poco peso de la nobleza, relativamente poco importante desde que las grandes casas catalanas desaparecieron en la época moderna. De hecho, la historia de la nobleza catalana tras la Guerra de Sucesión se ha narrado como la de una caída sostenida de su influencia y posición económica desde mediados del siglo XVIII.

 Esta visión de la nobleza catalana como un grupo social en decadencia se observa en las obras clásicas que analizan las elites catalanas. Vicencs Vives (1958: 112-113) apenas los menciona y sitúa a este grupo social emergiendo con fuerza del XVIII, pero perdiendo el envite frente a la nueva burguesía. Angels Solà (1977, 1981, Solà et al., 2002) reconoce su posición entre los mayores contribuyentes del año 1854, reconstruye varios de los linajes más relevantes, y reconoce su progresiva decadencia a medida que se perdieron parte de la capacidad recaudatoria. Finalmente Gary McDonogh (McDonogh 1989:144-145) reconoce su preminencia durante el siglo XIX, pero como una figura en permanente decadencia que la nueva burguesía que buscaba en ellos un modelo social que emular. Recientemente Manuel Santirso (Santirso Rodríguez, 2002), ha destacado la vitalidad de este grupo social especialmente durante el primer tercio del siglo XIX.

Metodología

Para este estudio se han seleccionado una serie familias nobles que aparecen entre los 25 mayores contribuyentes de la Contribución Territorial Urbana de Barcelona en los años 1853 y 1883. Se hare seguido las biografías de estas familias entre 1714 y 1919 con el objetivo de analizar sus orígenes y su evolución para tener una visión amplia de esta clase social. Asimismo se han reseguido las inversiones de este grupo de familias para determinar sus pautas de inversión entre 1854 y 1919.
Las seis familias nobles son la familia Desvalls, Castellbel (o Castellvell), Dalmases, Copons, Sobradiel y Codol. Sus miembros aparecen entre los mayores contribuyentes en diferentes momentos del periodo 1854-1919. En la tabla 1 se puede apreciar en que momentos aparecen entre los mayores contribuyentes.

 Parte de la información contenida en este ensayo proviene de José Miguel SANJUAN MARROQUÍN (2018): Laselites económicas barcelonesas. 1714-1919. Tesis doctoral. Universidad de Barcelona.

1714-1808.  La Barcelona aristocrática

La Barcelona de finales del XVII era el centro neurálgico del Principado, su centro político, y elnexo de un sistema de intercambios entre el interior del territorio y las tupidas redes comerciales mediterráneas y atlánticas. La ciudad, que contaba con cerca de 36.000 habitantes suponía el 9%de la población de Cataluña, estaba dirigida desde la muerte de Ferrán II, el último monarca de la Corona Aragonesa, por una nobleza menor aliada con una aristocracia mercantil que progresivamente fue creando un sistema de equilibrios, destinado a resolver los conflictos internos y los externos. Los dirigentes de la ciudad no poseían ni la fuerza ni la posición geo estratégica para convertirse en una aristocracia mercantil aunque sí eran lo suficientemente poderosos como para contrarrestar a una nobleza agraria en progresiva decadencia, para mantener una relativa independencia en el Imperio de los Habsburgo y conseguir condiciones favorables para el desarrollo comercial mediante una política de pactos internos y externos. 
Este dominio, construido, según Fontana (Fontana, 2014), gracias a instituciones avanzadas para su tiempo, era inestable internamente y dio lugar a una conflictividad latente, que tomó la forma de revueltas puntuales y de un bandolerismo endémico en el territorio, que en dos ocasiones derivó en guerras civiles (1462-1472 y 1640-1652). Y fue precisamente entonces, tal como ya apuntó Pierre Vilar cuando la economía catalana prosperó, recuperando un dinamismo que no había tenido en siglos1801.Antes de la Guerra de Sucesión (1701-1715) existía en la ciudad una clase dirigente que sujetaba con fuerza las riendas políticas y económicas. Que estaban organizados en redes

 José Miguel SANJUAN MARROQUÍN (2018): Las elites económicas barcelonesas. 1714-1919. Tesis doctoral.Universidad de Barcelona. Anexo-1.
1801 Josep FONTANA: La formació d'una identitat, Barcelona, Eumo Editorial, 2014, pp. 45-198. Pierre VILAR.Catalunya dins l'Espanya Moderna. Barcelona, Edicions 62. 1966, vol. 2 p. 384-387.
Eduard MARTI FRAGA: La classe dirigent catalana. Els membres de la Conferéncia dels Tres Comuns i delBraç Militar (1697-1714). Barcelona, Fundació Noguera-Pagès Editors, 2009. Analiza cómo se ha ido definiendo en la historiografía esta oligarquía como una clase dirigente o una clase dominante reflejando con esta denominación su clientelares que controlaban los mercados y las instituciones políticas que los amparaban. Una oligarquía consolidada tanto económicamente como políticamente, que ejercía su poder a través de una serie de instituciones que dirigían la ciudad y el Principado dentro del marco de un sistema constitucional propio voluntad de dominio y dirección del territorio. En consecuencia, me referiré a la elite barcelonesa hasta 1714 comouna clase dirigente.

 La Diputació, Consell de Cent y Braç Militar, eran las tres instituciones catalanas principales a finales del XVIIjunto con la Llotja de Mar, Les Corts, la Generalitat, las Órdenes Religiosas y los Gremios. De todas ellas la Diputació, el Consell de Cent y la Llotja eran las más importantes a finales del XVII. Tal como explica James S.AMELANG: «L’oligarquia ciutadana a la Barcelona moderna: una aproximació comparativa», Recerques, 13,1983,p. 23 Cataluña era Barcelona, y en esta ciudad no gobernaba la Generalitat sino el Consell de Cent en catalán en eloriginal. La Corona estaba representada por el Virrey y bajo el cual existía otro entramado institucional que era la base del poder real en Cataluña. La mayor parte de estas instituciones desaparecieron o fueron reformadas tras los Decretos de Nueva Planta. Un resumen en Eduard PUIG: Política, economía i guerra. Barcelona 1700. Barcelona Ajuntament de Barcelona; Institut de Cultura, 2012).

 Eduard MARTI FRAGA: La classe dirigent, 2009, p. 116. Véase también el ejemplo de Jaume de Cortada, noble,señor de Maldà y Maldanell, Correo de su Majestad y muy bien relacionado con Juan de Austria. En su testamento semencionan las cajas de tintes importados que usaba en su faceta de comerciante. Albert GARCIA ESPUCHÉ).Política, economía i guerra. Barcelona 1700. Barcelona, Ajuntament de Barcelona, 2012, p. 21.


.El fundamento de su autoridad era el control institucional y su base económica eran las rentas de los feudos y del comercio. Una parte importante de los miembros de esta clase dirigente, fue seno no nobles, participaban en la dinámica comercial y podían acceder a la dirección política de la ciudad, ya fuese a través de las instituciones políticas que se encontraban en manos de la nobleza, o a través de la Llotja, que controlaba y formalizaba las relaciones comerciales en la ciudad. Durante el siglo XVII esta elite fue estrechando los lazos familiares y económicos permitiendo la entrada de la nobleza en los asuntos mercantiles, a la vez que los mercaderes podían comprar su entrada en la aristocracia. 
Respecto a su composición, Mariela Fargas (Fargas Peñarrocha, 2012) describe a esta clase social como una amalgama de la vieja nobleza de origen rural y la nueva nobleza urbana unida a los grandes mercaderes y a algunos tipos de profesionales como los médicos o abogados. Debajo de ellos existía una menestralía con un acceso restringido a los órganos del poder y con una mínima movilidad social ascendente. Por su lado Albert García Espuché (García Espuche, 1998) define a sus miembros como inmersos en unas redes de densas relaciones mutuas (trocas) que reflejaban los equilibrios de poder entre las diferentes familias y analiza la interrelación de una treintena de familias cuya potencia radicaba en su capacidad de asociación en un entorno de capital es caso.

Las grandes casas catalanas habían desaparecido o se habían integrado en las castellanas antes de la Guerra. Pero algunos de los miembros de una nobleza intermedia, situada entre la ciudadanía honrada y las grandes casas señoriales, serán capaces durante la Guerra, de romper las barreras de su posición luchando en uno y otro bando. Se tratarán de unos linajes nobles que no eran los uficientemente importantes como para enlazarse con la poderosa aristocracia castellana y andaluza, pero integrados en la clase dirigente catalana. Esta integración en la elite dirigente delXVI es muy clara. Por ejemplo, antes de Guerra de Sucesión distintos miembros de las distintas ramas de la familia de los ocuparon posiciones destacadas en diversas instituciones. Jaume de Copons y de Ayguaviva-Tamarit, fue diputado eclesiástico en 1662, presidente de la Diputación del General y Obispo de Lérida en 1680. Ramon de Copons fue miembro del Consell de Cent en1656. Respecto a los Desvalls, estos estaban al servicio de la Corona como miembros del Braç Militar, bien relacionados con la Corte de Carlos II. 

En el caso de los Amat sabemos que Joan  Amat i Despalau, padre de Josep Amat Planella primer Marques de Castellbell era miembro del Consell de Cent en el año 1671, Diputado y Protector del Braç Militar en 1681. Por último, los Dalmases eran comerciantes ennoblecidos durante el XVII y durante la guerra uno de sus miembros, Pau de Dalmases i Ros fue embajador de la Conferencia dels Comuns en Inglaterra por lo que el pretendiente al trono de la casa de los Habsburgo III le otorgó el marquesado de Villalonga. Tras la guerra, la elite catalana perdió el adjetivo de dirigente y se convirtió en una oligarquía aristocrática. Oligarquía porque el poder político y económico estaba en las manos de unas pocas familias nobles que controlaban las rentas de la tierra y de unos mercaderes que controlaban unas redes que volvían poco a poco a prosperar. Y aristocrática porque la nobleza era la clase dominante a la que aspiraban a pertenecer aquellos mercaderes que se enriquecían lo suficiente. La guerra y la posterior represión no impactó de forma homogénea entre la oligarquía barcelonesa. 


Agustí Alcoberro (Alcoberro, 2002) en su estudio sobre el exilio apunta que debieron exiliarse sobre todo funcionarios, dirigentes políticos, nobles y algunos eclesiásticos siendo muy pocos los comerciantes y artesanos. Los miembros de las clases populares que debieron exiliarse fueron parte de los componentes de los regimientos que lucharon en la guerra. La clase dirigente catalana que estuvo involucrada en la dirección del Principado antes de la guerra y queno había muerto o exiliado, fue apartada de los órganos de poder. Las dos instituciones clave en el dominio borbónico, la Real Junta Superior de Gobierno y Justicia y la Capitanía General se instauraron vinculadas fuertemente con el Estado y por orden expresa de Felipe V los catalane stuvieron vedado durante un tiempo el acceso a posiciones de gobierno, aún aquellos que permanecieron leales a los borbones.
 A medida que se fue normalizando la situación, la nobleza pudo empezar a acceder al gobierno municipal y a puestos en otras partes de la administración del Imperio aunque la influencia y autonomía fue mucho menor de la que gozaba anteriormente y su poder pasó a articularse de forma diferente1807.
Tras 1714 el Ayuntamiento fue reconfigurado a imagen y semejanza del castellano, basado en la aristocratización de sus miembros y la patrimonialización de los cargos. Este predominio de la nobleza se mantendrá durante el XVIII, pero como veremos en el apartado siguiente, a partir demediados de siglo se abrió la posibilidad de que miembros de otros grupos sociales accediesen a determinados cargos .La nobleza se rehízo rápidamente económica y socialmente. Aunque hay que decir que no todaslas familias nobles catalanas recuperaron su estatus, sus propiedades o pudieron siquiera volver del exilio. Por ejemplo, los Copons eran miembros de una extensa familia de la pequeña nobleza catalana con sus orígenes en el siglo XIII. Durante la guerra escogieron bandos diferentes.

 Agustí ALCOBERRO: L'exili austriacista, Barcelona, Fundació Noguera. 2002, pp. 174-193.1806 Rafael CERRO NARGANEZ: «Els alcades majors de Catalunya: entre austriacistes i borbònics (1717-1725)»,Barcelona, Estudis histórics i documents del Arxius de Protocols (XVI), (1998), p. 283-303. Las nuevas institucionesque pasaron a gestionar Barcelona dependía directamente de la Corona y eran La Real Audiencia, el Capitán General,la Superintendencia los Alcaldes y los Regidores de las ciudades. Todos supeditados y nombrados por la Corona. Deestas instituciones solo algunas alcaldías menores pasaron a manos de catalanes, algunos de ellos con un pasadoaustriacista.
 Eduard MARTI FRAGA: La classe dirigent..., p. 203.
 Pere MOLAS RIBALTA: «Reflexions sobre la societat barcelonesa del segle XVIII», Barcelona, Quadernsd'Història (7), 2002, p. 12. Roberto FERNÁNDEZ DÍAZ «Cataluña en la España del Setecientos», Pedralbes, 28,(2008). pp. 387-434, por su parte interpreta el memorial de 1760 en el que se reclamaba más autogobierno como unreflejo del intento de los comerciantes de volver a ocupar puestos de poder.

 -Mientras que una rama (los Copons de la Manresana), apoyó activamente al candidato austracistay pagaron con la expropiación de sus bienes, la rama que representaba Ramón Dalmau de Coponsy de Grimau fue recompensada por su lealtad hacía la casa Borbón con el Marquesado de Moy[j]à. Tras la contienda contó con una posición privilegiada en la ciudad que le permitió prosperar situándose entre las familias catalanas más prosperas del XVIII, XIX y parte del XX1809. Un ejemplo de supervivencia a pesar de haber luchado en el bando austracista lo encontramos en la familia Dalmases. 
Pau Ignasi de Dalmases i Castells era un comerciante de ropa de lana y copropietario de un par de tiendas de telas en la Barcelona del siglo XVII. Diversificó sus actividades económicas hacía el Mediterráneo y el Atlántico y pudo adquirir el señorío de Villalonga entrando además en los negocios de suministro de la ciudad. Durante la Guerra de Sucesión su hijo Pau Ignasi de Dalmases i Ros erudito que destacó como diplomático en Inglaterra durante la guerra, labor por la cual el Archiduque Carlos le otorgó el título de Marqués en 1710.Tras la derrota Felipe V le permitió volver del exilio y le retiró el marquesado aunque no las propiedades.
 La familia Dalmases pudo conservar su patrimonio y en el siglo XIX encontraremos a sus descendientes entre los grandes propietarios catalanes, y aun usando el título de Marqués de Villalonga a pesar de tenerlo retirado. Otra familia noble que apoyo al candidato de los Austrias y pudo recuperar su patrimonio y posición tras 1714 son los Desvalls. Los orígenes de la familia se sitúan en el siglo XIII donde seles menciona como altos funcionarios al servicio del Rey Pere el Gran. La familia conservará estos cargos durante los siguientes dos siglos y la familia Desvalls (entonces De Vall) acumulará honores y propiedades al servicio de los reyes de la corona catalana hasta 1458 en que el Rey Joan II les otorga el título de caballero. Durante los siglos XVI y XVII la familia se demarcará del servicio real y se convertirán en señores feudales en Lleida. Continuará acumulando propiedades y señoríos a través de diversas vicisitudes y finales del XVII encontramos a la familia Desvalls como miembros destacados de la oligarquía feudal leridana, aunque en una situación económica comprometida por las deudas. La solución a los problemas económicos se encontró cuando volvieron a acercarse a la monarquía. 
Durante la década de los años 60-70 del siglo XVII entraron al servicio de Juan de Austria que les concedió el título de «nobles» aupándolos desde el grado de caballeros dentro del Braç Militar. Durante la Guerra de Sucesión encontramos Anton Desvalls i de Vergós, militar profesional miembro durante su juventud de la Corte de Carlos II y ya instalado en Barcelona.Tras su participación en el Pacto de Génova de 1705, lideró el pronunciamiento austracista en la stierras de Lleida y recibiría la patente de Coronel y el Marquesado del Poal en 1706, elevando nuevamente el rango de la familia. Su papel destacado durante la guerra, (destaca su papel en la

Ángel MARTÍNEZ RODRIGUEZ: «Linaje y poder en la Cataluña foral: la actividad política de los Copons»,Cuadernos de Historia Moderna, (22), (1999): 11-31.1810 Véase entrada de la Enciclopedia Catalana (versión online) de Pau Ignasi de Dalmases i Ros.1811 La pervivencia de familias nobles autriacistas tras 1714 parece que fue común. Los Foix por ejemplo, tambiénparticiparon en la Academia dels Desconfiats núcleo austriacista durante la Guerra y ambos mantuvieron su patrimoniotras la guerra. Diversos indicios me llevan a concluir que existió entre las elites que medraban o al menos manteníansu estatus bajo el dominio de los Borbones una ambigüedad entre sus orígenes autriacistas y la colaboración necesariacon la nueva dinastía. Para la familia Foix véase la entrada de la Enciclopedia Catalana.1812 Neus BALLBÉ (2011): «Pau Ignasi de Dalmases Ros», en Albert GARCÍA ESPUCHE et al. (dir.) Política,economia i guerra. Barcelona 1700. Barcelona, Ajuntament de Barcelona, Institut de Cultura.1813 Anton Desvall i de Vergós (1666-1724) cambió el domicilio a Barcelona a finales del siglo XVII donde contrajomatrimonio con Maria Antònia d'Alegre i de Carcer, miembro de una familia de su nuevo rango de noble y muy biensituados en la Real Audiencia y en la ciudad.
Armas de la Familia Desvalls, en el Parque del Laberinto de Horta,
construido por Juan Antonio Desvalls. Los de Cataluña traen: De oro, una rosa de gules


 -victoria de Talamanca y firmó las capitulaciones de Cardona) llevaría a la familia Desvalls aexiliarse en Nápoles y más tarde en Viena donde acabaría sus días. Su hijo Francesc Desvalls i Alegre volvió a Barcelona en 1732, tras los decretos de perdón y antes del inicio de la Guerra Civil en Polonia cuando aún habían buenas relaciones entre Madrid y Viena. 
Sin demasiados problemas, Francesc Desvalls recuperó los bienes embargados por las autoridades borbónicas e incluso se le concedió la posibilidad de recuperar el título de Marqués del Poal, aunque renunció a hacerlo por los tributos asociados a la sucesión. La fortuna de los Desvalls creció durante las siguientes décadas a medida que iba poniendo en orden los asuntos de la familia. De esta manera a mediados de siglo volvieron a ser importantes terratenientes vinculados por matrimonio con los Barones del Albi. Por último, una de las familias que incrementaron su estatus debido a su apoyo al bando borbónico fue la familia Amat, a los cuales se les permitió acceder a puestos de gobierno en el Imperio Español donde podían acumular una fortuna considerable. Esta familia sitúa sus orígenes en el siglo XVI, cuando se ennoblecen y les es otorgada una baronía. A raíz de su apoyo a Felipe V, durante la Guerra de Sucesión el monarca otorgó a Josep Amat Planella (1670-1715) en 1702el Marquesado de Castellbell
 No hay una monografía específica sobre la historia la familia durante el siglo XVIII, aunque la familia Amat quedó bien situada, medró y consiguió los favores de la monarquía. El hijo del primer Marqués de Castellbell, Manuel Amat y Junyent (1704-1773?) fue Virrey de Perú, Gobernador de Chile y a su vuelta construyó uno de los principales palacios de la Rambla: el Palau de la Virreina. Éste se casaría en primeras nupcias con una descendiente de la familia Rocabertí, unos nobles austracistas y en segundas con una hija del Marqués de Foix. Su hijo se casó con la hija del segundo Barón de Maldà que murió sin descendencia razón por la cual el quinto Marques Cayetano de Amat y Amat unió ambos patrimonios a mediados del XIX

.En este aspecto los Castellbell fueron afortunados dado que sus matrimonios aumentaron considerablemente su patrimonio.La Corona favoreció de forma general a la nobleza catalana. Recuperó como estamento los símbolos de su posición, como el derecho a llevar armas, y en 1731 se creó la Compañía de Granaderos Reales que se favoreció la entrada de nobles catalanes del bando absolutista, y en 1765 se favoreció el dominio de la nobleza sobre la tierra con la libre circulación y venta de cereales. En consecuencia poco a poco, sobre todo tras la muerte de Felipe V, la nobleza catalana se fue integrando en la maquinaría de la Monarquía Absoluta y recuperando su papel como referente social y económico, defendiendo los valores tradicionales entre los que se encontraba la lealtad al monarca. Las familias nobles se continuaron uniendo a través de matrimonio sin dependientemente del bando elegido durante la guerra. Estos matrimonios más o menos

Agustí ALCOBERRO: L'exili... p. 182. Una rama de la familia Desvalls hizo fortuna en el exilio llegando a seruno de ellos Mayordomo y Consejero íntimo la Archiduquesa María Teresa y preceptor de su hijo integrándose en la alta nobleza austriaca.1815 Biblioteca de Cataluña Fundació Hospital de San Pau (BC- AHSCSP) 18391. En 1702 Felipe V le concedió eltitulo por los servicios prestados durante la defensa de Barcelona en el sitio de 1697 durante la cual alcanzó el gradode capitán.1816 BC-AHSCSP. Legajo 18392. Existe un árbol genealógico sin fechar, pero está dentro de la documentacióncorrespondiente al testamento de Joaquín de Carcer y Amat por lo que debe ser previo a 1923.1817 BC-AHSCSP- Herències, llegats. Vol. VIII. Inv. 1. Carpeta 14.2-Legajo 18392. Comparación de las propiedadesdeclaradas por Joaquin Carcer Amat Sexto Marques de Castellbell y el inventario realizado en 1845 de los bienes deManuel Cayetano de Amat y Peguera.1818 Maria Angeles PÉREZ SAMPER: «La vida de la nobleza catalana en el siglo XVIII», en Las élites en la Historia.Valencia. Real Maestrazgo de Caballería de Ronda, 2013, p. 284.

-endogámicos y decididamente homogámicos, respondían a una lógica propia. Tal como analizó Llorenç Ferrer i Alos (Ferrer i Alós, 2004) para el caso de Manresa las familias nobles, muchas de ellas ennoblecidas y enriquecidas a través de siglos de acumulación, se encontraron atrapadas en la necesidad de juntar sus patrimonios para conservar las rentas que menguaban debido a las divisiones de las tierras y a los decrecientes rendimientos de las mismas1819. Una dinámica que recuerda a la que los miembros de la clase dirigente catalana llevaban a cabo en la Barcelona austriacista. Pero hay que recordar que al contrario de antes de la guerra, después de 1714 los nobles catalanes solo podían participar en la gestión política a través de instituciones muy concretas, como la Real Junta de Comercio donde por ejemplo la familia Desvalls participó proponiendo medidas para fomentar el desarrollo agrícola catalán a partir de 1765.
 O en posiciones ajenas al gobierno del principado como las que ocupó Manuel Amat y Junyent. Es decir que tras la guerra las opciones de enriquecimiento se vieron limitadas cada vez más a las rentas provenientes de la tierra y de los negocios. La historia de estas familias nobles es representativa de la evolución de la nobleza barcelonesa, más teniendo en cuenta que a inicios de siglo XIX su número era muy escaso. La nobleza catalana asumió su rol dentro de la nueva estructura creada por los Borbones, sin olvidar que la Guerra de Sucesión para la nobleza, fue una guerra dinástica en un mundo aún feudal. La nobleza era aún un estamento con sus propias leyes y lógicas internas que muchas veces les llevaba a enfrentarse a sus propios monarcas. 

Sin ir más lejos, la familia Desvalls mantuvo durante los primeros años del siglo XVII un enfrentamiento con las autoridades reales que les llevó a situarse al borde de la ley. Pero su condición de nobles les permitió sobrellevar ese enfrentamiento. Durante la Guerra de Sucesión los Barones del Albi lucharon decididamente por la causa del Archiduque e incluso se dio la circunstancia que el hijo del Barón se encontraba en Italia combatiendo en el ejército Habsburgo con el rango de Teniente Coronel, mientras en Barcelona a su padre se le daba la posibilidad de recuperar el título de Marqués de Cartellà de Sabastida.
 Es decir, estas lealtades hacia la antigua casa reinante hasta cierto punto estaban dentro de la lógica aristocrática, y se sobreentendía que la nobleza acabaría apoyando a la nueva dado que el monarca no dejaba de ser un representante de sus intereses. Angels Solà define el siglo XVIII como una época esplendorosa para la nobleza, hasta que a inicios del siglo XIX empezaron a perder poder económico a medida que se fue liquidando el Antiguo Régimen. Según Solà (y también según este estudio) esta situación pudo ser resuelta de forma favorable y se observa en la pervivencia de los nobles entre los mayores contribuyentes a mediados del XIX

1808-1919. Una decadencia relativa

Entre 1808 y 1820 Cataluña y España vivieron el inicio del cambio político, social y económicomás importante de su historia con la liquidación del Antiguo Régimen, la pérdida de su imperio

1819 Montserrat CAMINAL I BADIA, Estevan CANALES GILI, Angels SOLÀ, A., Jaume TORRAS ELIAS:«Moviments de l’ingrés senyorial a Catalunya (1770-1835)». Recerques 8; 1978, pp. 51-72.1820 Josep FERNÁNDEZ TRAVA: Els Desvalls i Catalunya. Set-cents anys d'història d'una família noble catalana,Lleida, Pagès Editors, 2013.1821 Josep FERNÁNDEZ TRAVA: Els Desvalls i... pp. 300-301.1822 Àngels SOLÀ: «Tres notes entorn les actituds i valors de l'alta burgesia barcelonina a mitjan segle XIX», Quadernsde l'Institut Català d'Antropologia, 3, 1981, p. 103.

 colonial y el inicio de la revolución liberal. Los cambios fueron de tal magnitud que obligaron a que dos grupos sociales enfrentados, la aristocracia y la burguesía, llegasen tras la Primera Guerra Carlista, a una entente para conservar sus propiedades. Frente a ellos tenían un artesanado y un campesinado progresivamente proletarizado, una parte del cual se resistía a las desigualdades del nuevo sistema. La doble revolución, liberal e industrial, se inscribió en el proceso revolucionario que Europa vivió entre 1789 y 1848. Entre la elite dirigente catalana la víctima de estos cambios fueron los antiguos mercaderes que desaparecieron como grupo social durante la primera mitad del siglo XIX. El cambio en la estructura económica y política afectó a la oligarquía de la ciudad profundamente. Una nueva burguesía proveniente de la periferia geográfica y económica del Principado pasó a ocupar un puesto central.

 Aunque la aristocracia perdió sus privilegios y parte de sus rentas con la quiebra del sistema señorial, algunas familias, como las que aparecen en este estudio (los Copons, los Amat, los Dalmases y los Cartellà), no desaparecieron ni de la vida social ni como grandes contribuyentes, sobrellevando el cambio de forma airosa. Probablemente su supervivencia se debió a que se trató de familias profundamente arraigadas en la estructura económica y política del campo catalán y con extensas propiedades. Eso no excluye que sus propiedades, su prestigio social y su influencia entrasen en un periodo de progresiva decadencia. La aristocracia hasta el fin de la primera guerra carlista, apoyó al absolutismo realizando cuando fue posible un doble juego. El caso más claro entre las familias que estudiamos aquí es Joaquim Desvalls, el cual financió al carlismo a la vez que pagaba impuestos a los liberales, lo que le permitió integrarse en las instituciones liberales una vez acabado el conflicto. Y el de Cayetano deAmat que entró en los gobiernos municipales liberales tras la jamància 

Tras la derrota del primer carlismo y en parte tranquilizados por la forma en que se desmontó el estado feudal las pocas familias de la alta aristocracia barcelonesa que quedaban aceptaron el cambio y, buscaron junto a una burguesía cada vez más conservadora la forma de que su visión de cómo debía ser el nuevo estado pudiese desarrollarse. Alrededor de la emergente burguesía de origen diverso que eclosionó durante la primera mitad del XIX, convivía un núcleo de familias de origen aristocrático cuya forma de vida era puramenterentista. 
Un núcleo de familias que a finales del XVIII dominaban política y socialmente la ciudad y que sin duda representaban parte de la elite económica. Estos individuos vieron como en el transcurso de una vida su situación cambiaba dramáticamente, al perder poder político y económico como consecuencia de la caída del Antiguo Régimen. Pese a ello algunas de las grandes familias aristocráticas mantuvieron sus posiciones como grandes propietarias y como referentes sociales. La estrategia para superar la crisis del Antiguo Régimen, en los casos que estudiamos, se basó en la acumulación de patrimonios. Una estrategia que ya encontramos en el XVIII y que está diseñada para compensar la caída de sus ingresos, especialmente cuando durante las Guerras

Josep FERNÁNDEZ TRAVAL: Els Desvalls i... pp. 5 33-534 Anónimo (1844), 191. Josep FONTANA: (1988).La Fi de l'Antic Règimen i la industrialització. Barcelona, Ediciones 62, 2013, p. 366, menciona también el ejemplode Ferrán de Sagarra que seguirá una trayectoria similar al de Joaquim Desvalls apoyando al Carlismo para luegointegrarse en el IACSI.1824 Joan FUSTER SOBREPERE: Barcelona a la dècada moderada (1843-1854), Institut Universitari d'HistòriaJaume Vicencs Vives. Barcelona, U. Pompeu Fabra, 2004, pp. 25-27 y 34 para una descripción del régimen moderadoy de su alianza con el poder municipal y el desencanto de los fabricantes con el Trienio.1825 Jose Miguel SANJUAN (2018).

 -Napoleónicas se dejaron de recaudarse los impuestos y cayó el valor de las propiedades rústicas. Durante las décadas de 1830-1840, con la abolición del sistema feudal, la aristocracia tuvo que luchar por definir cuáles eran sus nuevos derechos frente a una burguesía que los veía como un lastre para el progreso. Sin embargo la decadencia fue relativa. Las grandes casas que estudiamos acabaron superando el siglo sin demasiados altibajos, apareciendo en 1875 en los listados de grandes propietarios españoles por encima de banqueros e industriales. Un fenómeno que Bartolomé Yun (Yun Casalillas, 2002: 48-50) ya apuntaba al hablar sobre como algunas casas aristocráticas, ya en el XVIII, poseían una estructura económica lo suficientemente flexible para afrontar los cambios. La nobleza no sólo consiguió mantener parte de su patrimonio sino que retuvieron parte del protagonismo social durante la primera mitad del XIX, como se demuestra en que durante las visitas reales los palacios de los aristócratas continuaron siendo el núcleo social de la ciudad. Por ejemplo, el motín del 18 de julio de 1840 acabó a las puertas del Palacio del Marqués de Castellbell donde se hospedaban Espartero e Isabel II. 

Y en el palacio de la familia Desvalls, fue donde ser eunió la comisión encargada de definir los estatutos del Instituto Agrícola de San Isidro en 1850.Estas pautas de inversión, orientadas a evitar la disgregación de los patrimonios y conservar las rentas, las observamos en la mayoría de las familias del estudio. En la familia Desvalls en contramos en las dos generaciones que cubren la primera mitad del XIX dos ejemplos y uncontra ejemplo de esta táctica. Joan Antón Desvalls i Ardena (1740-1820) se casó con la hija de los Ribes, una familia de Barcelona con un patrimonio similar al de los Desvalls y el Marquesado de Alfarràs. El heredero fue Antoni Miquel Desvalls i Ribes que se unió a Narcisa Sarriera i Despujol en 1800. Aún sin aportar patrimonio, contribuyó con 24.000 libras a la familia Desvalls. Para relativizar esta cantidad, en el inventario que en el año 1822 se realiza del patrimonio de la familia, se valora en casi 8.000 libras el coste anual de mantenerlo. Es decir que sufragaba 4 años de gastos de la casa. Su hijo Joaquín Maria Desvalls i de Sarriera (1803-1883) rompió esta política y se casó con Maria de la Concepció de Camanay i de Camps según parece por amor.

 Los Caramay era una familia de hacendados sin títulos y con un patrimonio inferior al de los Desvalls. Políticamente, los Desvalls, en un primer momento, apoyaron el gobierno de Isabel II pero araíz de su exilio en Francia en 1835 después de las bullangas, y tras las medidas del gobierno progresista de 1837, establecieron relaciones secretas con el carlismo. Otros nobles catalanes como el Marqués de Setmenat y el Barón de Peremola se le unieron. Sin embargo Joaquín Maria Desvalls jugó con dos barajas dado que mantuvo la residencia fiscal en Barcelona, contribuyendo con sus impuestos al bando liberal. Tal como describe el biógrafo de la familia la revolución liberal no fue letal para el patrimonio de la familia Desvalls, ya que no fue despojado de sus propiedades.
 Éste interpreta que las ventas que se registran durante los cincuenta fueron operaciones puntuales derivadas de la lógica del mercado. Las propiedades agrícolas se potenciaron y las tierras en desuso se colonizaron. Una vez superada la primera guerra carlista, durante la década de 1850,observamos cómo se involucró activamente en la política isabelina. A nivel local fundó con un centenar de otros propietarios el Instituto Agrícola de San Isidro que presidirá de 1851 a 1860.Asimismo, presidió brevemente el Canal de Urgell, antes de que este pasase a manos de los Girona

Josep FONTANA: La Fi de l'Antic Règimen..., pp. 187-188.1827 Àngels SOLÀ: Tres notes entorn... p. 103. La difícil situació [durante la primera mitad del XIX] fou resolta méso menys favorablement per a la majoria de la noblesa, fet que explica la seva important presencia a la llista decontribuents de 1852.1828 Paco VILLAR: La Ciutat dels Cafès. Barcelona 1750-1880. Barcelona, La Campana, (2008), pp. 186-187.

 -en 1853 y se convirtiese en Sociedad Anónima. Presidió la Real Academia de las Bellas Artes, yen paralelo fue candidato por el Partido Moderado por Lleida, siendo más adelante nombrado por la Reina senador vitalicio en 1853 como premio por haber abandonado el carlismo. Una biografía similar a la de comerciantes convertidos en rentistas como Erasme de Janer que también apoyaron activamente el carlismo. Los Marqueses de Castellbell por su lado acabaron el siglo XVIII como una de las familias ilustres de la ciudad de Barcelona. Durante los inicios del XIX (igual que los Marqueses de Alfarràs) buscaron conservar su patrimonio a través de matrimonios. En este caso mediante el matrimonio de Manuel Cayetano de Amat con su prima Maria de Amat. Tras su muerte en 1846 se hizo un inventario de sus bienes que ascendían a dos millones doscientas treinta y una mil quinientas dos pesetas, comprendiendo treinta y cinco fincas repartidas por el principado. De la valoración que se hizo en 1923 cuando Joaquín de Carcer i Amat sobrino y heredero de Cayetano dejó en herencia su fortuna al Hospital de San Pau, observamos que la valoración realizada arrojauna cantidad similar de propiedades. 

Teniendo en cuenta que las posesiones pertenecientes ala rama de su mujer Concepción de Oriola-Cortada y Salsas quedaban en su propiedad se deduce que también en este caso la implantación del estado liberal no les afectó gravemente. Otra de las grandes familias fue el linaje de los Copons los cuales durante las últimas décadas del XVIII mantuvieron una importante posición e influencia en Cataluña. A mediados de siglo ,al extinguirse la línea de los Copons, el Marquesado de Moya pasó a manos de Josepa de Sarrierai Copons, Marqueses de Barberà, de la Manresana y Condes de Solterr a casada con Pere Setmenaty Riquer Marques de Castelldosrius. 
No se ha tenido acceso a los inventarios post-mortem de esta familia pero una de sus ramas mantuvo su patrimonio, dado que la rama de los Marqueses de Barberà, conservó sus propiedades hasta mediados de siglo XX. La misma pauta familiar homogámica se halla en la familia Dalmases. Una familia de hacendados que perdió su título durante la Guerra de Sucesión (aunque mantenían apócrifamente el título de Marqués de Villalonga) y cuyos enlaces se hicieron con otros hacendados fuera de los círculos de la nobleza. En 1853 aparece Jose Maria de Dalmases y Gomar casado con Maria Josepade Olivart y de Solans heredera de una familia de hacendados de las Borges Blanques. 
No conocemos el legado de Josep Maria Dalmases, aunque sí el de su hijo Joaquim Dalmases de Olivart, cuyo patrimonio valorado en su testamento de 1894 ascendía a unos activos de 242.850 pesetas, en su inmensa mayoría bienes inmuebles provenientes de la línea paterna, siendo la partida más grande las propiedades de Barcelona ciudad, asimismo se describe un pasivo de 55.300pesetas1832.Otra pauta que aparece en el siglo XIX es la de los propietarios que fueron convirtiéndose en absentistas durante el siglo XIX. 
En la muestra aparecen los Condes de Sobradiel y la familia Codol. Se trata de nobles con extensas propiedades pero que tienen poca o ninguna influencia en la ciudad. Los Condes de Sobradiel aparecen en la tributación de 1853 y de 1868. Esta familia dela alta nobleza poseía varias propiedades en Cataluña provenientes de los siglos XV-XVI. 

 Josep FERNÁNDEZ TRAVAL: Els Desvalls i..., pp. 475-517.
BC-AHSCSP Herències, llegats. Vol. VIII. Inv. 1. Carpeta 14.2.1831 Ángel MARTÍNEZ RODRIGUEZ: Linaje y poder en..., pp. 77-78.1832 Arxiu Nacional de Catalunya (ANC) 2-61-T-851,852, 855, 857.1833 Arxiu Nacional de Catalunya (ANC)-Legajo 323. En el inventario realizado en 1821 aparecen propiedades enMartorell (provenientes del S. XV), Castellvi de Rosanes (S.XVI), S. Esteva Sas Roviras (S. XVI) S Pedro de Abuera,

En -1853 aparece como un gran propietario Joaquín-Florencio Cavero de Ahones y de Tarazona (1796-1876) tributando por el Palacio de la Reina parte de la herencia de los Requesens. Este palacio se fue abandonando progresivamente, dejándose en manos de arrendatarios hasta su demolición para construir viviendas, manteniendo sólo la capilla. Por último hay que referirse aquellos que durante el siglo XIX se instalan en Barcelona provenientes de otras ciudades, atraídos por el dinamismo de la ciudad. Tal es el caso de los Codolque tenían raíces aristocráticas desde el siglo XVI y durante el XIX fueron grandes propietarios en Figueres. Parece que Carles Casades, el último de la saga, enfadado con el Ayuntamiento deFigueres por un conflicto urbanístico, fijó su residencia en Barcelona en 1918, donde ejerció como filántropo hasta su muerte.

Las inversiones de la nobleza

Durante los años 40 y 50 la nueva burguesía catalana impulsó una serie de inversiones destinadas a transformar el territorio, a modernizar las estructuras económicas y desde luego, proporcionar beneficios a los inversores (o al menos la promesa de los mismos). Sin embargo, la vieja nobleza no participó en estas inversiones manteniéndose al margen de esta nueva forma de acumular capital. Este desinterés por las inversiones se mantuvo en el tiempo y las familias estudiadas se mantuvieron, generalmente, al margen de las inversiones iniciales realizadas entre 1870 y 1919 en nuevas compañías. Sin embargo, al margen de las inversiones más importantes que se realizan el principal activo fue el inmobiliario. Como explica Jordi Bernat (Bernat Falomir, 2004) en 1716 las zonas de mayor renta se agrupaban en el lado derecho de las Ramblas, donde a lo largo del XVIII en contraremos las residencias de los nobles de la ciudad (como el Palau de la Virreina, Palau Dalmases, Palaudels Condes de Sobradiel). 
El desarrollo del Pla del Palau, desplazó temporalmente el centro social de la ciudad y esta nueva zona albergó durante las décadas de 1830 y 1840 a lo más granado de ciudad. En poco más del equivalente a cuatro manzanas actuales se estableció la residencia del Marqués de casa Fontanellas, els Porxos d’en Xifre, los edificios de los Vida-Quadras y lar esidencia del Josep Collaso y Gil por citar a los más destacados. Sin embargo la ciudad dejó de expandirse por el lado del mar y el centro recobró protagonismo. Francisco Villar apunta que a raíz de la quema de los conventos tras la bullanga de 1835 y la posterior desamortización, la Rambla se convirtió en el foco de la nueva vida burguesa y la ciudad, densamente poblada, encauzó diversas iniciativas para cambiar la ciudad. El reflejo fue el Mercado de Santa Caterina (1845), la creación de la Plaza Real (1848), la apertura de la Calle Princesa, los Campos Elíseos, culminando

S. Andrés de la Barca, Castellbisbal, Molins de rey (S.XVI), Heredad del Castell (S. XVI), Palacio, casa y anexos dela calle de los leones de Barcelona (S. XVI).1834 Rosa LÓPEZ TORRIJOS, Rebeca GARCÍA CIRUELOS: El palacio real menor de Barcelona y su capilla.Reformas del siglo XVI. Anu. Dep. Hist. Teor. Arte 24, 2012, p. 44. Mercedes TATJER MIR: Burgueses, Inquilinosy Rentistas, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988, p. 119.1835 Josep BERNILS I MACH (1990). La Rambla de Figueres. Annals de l'Institut d'Estudis Empordanesos 23.57.Celia CAÑELLES JULIÀ, Rosa TORAN: Els governs de la ciutat de Barcelona (1875-1930), Eleccions, partits iregidors. Barcelona, Ajuntament de Barcelona, 2014, p. 137. La Vanguardia, 9-10-1975, p. 37.1836 Jose Miguel SANJUAN: La elite... Anexo-3 y 4.

 -con el derribo de las murallas (1853) y la definición del Plan Cerda (1855-1860). Durante este periodo la Rambla pasó a ser el núcleo de la ciudad. Las plantas bajas se destinaron a negocios, los cafés empezaron a poblar las aceras y la nueva Plaza Real se convirtió en el foco de la vida social. 
Los miembros de las elites colonizaron estos nuevos espacios1838. Algunos de los miembros de la nobleza vendieron algunas de las propiedades en el centro de la ciudad, cuyo valor se había revalorizado. Si entre 1820 y 1840 España había vivido el cambio político más importante de su historia, Barcelona entre 1854 y 1919 vivió el cambio físico y social más radical de su turbulenta historia sin que ello supusiese una sustitución en las elites. La base de este crecimiento, que colocó a la urbe al mismo nivel que la capital de España, fue un proceso de industrialización que la convirtió en la Manchester Catalana, en palabras de Cambó. Pero la forma en que se ejecutó este proceso y la falta de un mercado interior capaz de completarlo, polarizó la sociedad y radicalizó a los obreros. A inicios del XX Barcelona pasó de ser la fábrica de España a la Rosa de Foc. Económicamente el periodo estuvo determinado por el impacto de tres grandes crisis la de 1866, la de 1883 y la de1 898 pero ninguna de las crisis afectó profundamente la estructura de las elites barcelonesas.
Entre 1853 y 1883 se consolidó la Barcelona burguesa. Una ciudad construida por la burguesía, con un espacio para la burguesía (el Eixample) y cuyos máximos referentes sociales fueron burgueses con unos valores vinculados al orden, a la familia y a los negocios. Unos valores similares en cierta forma, a los que defendía la aristocracia. Durante este periodo, también se consolidó la preminencia de la nueva burguesía como referente social. Tal es así que en 1888 con la primera exposición universal de la ciudad el arte que se expuso, los pabellones que se construyeron, las reformas que sufrió la ciudad y la delegación que la organizó eran eminentemente burgueses. Durante el periodo hubo cambios y sustituciones en el seno de las elites barcelonesas. 

Algunas de las familias que hicieron sus fortunas a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, perdieron capital y fueron sustituidas por otras de su mismo entorno. En este proceso, la aristocracia rentista fue el grupo que presentó una mayor resistencia, es decir una mayor capacidad para resistir los cambios, dado que prácticamente todos los aristócratas estudiados sobrellevaron el siglo XIX deforma airosa. El ejemplo más evidente son los Marqueses de Castellbell.
 En 1883 el nieto de Ramon Carcer de Falaguera (?-1870), Joaquín de Carcer de Amat (1835-1923) heredó un inmenso legado de bienes inmuebles dentro y fuera de Barcelona. Joaquín Carcer murió en 1923 sin descendencia, legando la mayoría de sus bienes al Hospital de la Santa Cruz a cambio de apadrinar un pabellón. Como se apuntó en el capítulo anterior, el gran número de fincas de su herencia, los múltiples legados que se unían en su persona y la reclamación de su familia de la devolución departe del patrimonio, obligó a una valoración de la evolución de las propiedades. La información no nos ha llegado en su totalidad, pero para el año 1845 existe una valoración que cifra el patrimonio en 2.231.502 pesetas. Sesenta años más tarde en una valoración sin completar vemos que muchas de ellas estaban situadas en el Eixample, una zona que había aumentado el valor de

Soledad BENGOECHEA y Ricardo DESOLA: Barcelona Menestral. Barcelona, Ajuntament de Barcelona 29,2011.
 Carme GRANDAS SAGARRA: Presencia de los indianos en Barcelona. Barcelona, Ambit Serveis Editorials,2012, p. 41. Paco VILLAR: La Ciutat...
Para el tema de las exposiciones universales de Barcelona véase Alex SÁNCHEZ: Barcelona, 1888-1929:modernidad, ambición y conflictos de una ciudad soñada, Madrid, Alianza Editorial, 1994.
Mercedes CABRERA, Fernando DEL REY REGUILLO: El poder de los empresarios. Madrid, Taurus, 2002, p.40.


las propiedades y aunque no exista una valoración del patrimonio hay algunos indicios que nos indican el valor de su fortuna. El difunto Marqués dejó medio millón de pesetas y varias joyas a una desconocida Carme Colomina Bacardí, una cantidad similar a la que recibieron los parientes que interpusieron la demanda al Marqués. Además, en una valoración del producto de las rentas anuales en Barcelona para el año 1924 ascendían a 91.605 pesetas. Una considerable fortuna.Otro caso de familia aristócrata que mantuvo una buena salud financiera fueron los Marqueses de Moja. En 1853 el Marquesado de Moja de Cartellà estaba en manos de Josep Sarriera i Copons. Él y sus descendientes se mantuvieron entre los 25 mayores propietarios de 1853 y dentro del 5%de los mayores propietarios en 1869, 1883 y 1919. Más complicado resulta evaluar la salud financiera de la familia Dalmases. 
En 1853 Josep Maria de Dalmases aparece como un gran propietario en Barcelona, carlista y miembro fundador del IACSI Sus hijos, aunque permanecen entre los mayores propietarios de Barcelona pierden posiciones gradualmente y en 1919 solo aparece su nieto político Carles Fontcuberta de Peramon, pero no su nieto Lluis Dalmases i Olivart, a pesar de mantener una actividad profesional destacada como Director de la Caixa de Pensions entre 1928 y 1937.Por último, los Desvalls son un claro ejemplo de familia en progresiva decadencia, que aún y así consigue permanecer entre los patrimonios más importantes de Barcelona. Como explica su biógrafo Josep Fernández (Fernández Tarabal, 2010: 566-570) en el epílogo de su obra, los primeros años del siglo XX marcaron la decadencia de la familia debido a la decisión del VIII Marqués de Alfarràs y tercer Marqués del Poal, Joan Desvall i Amat de permanecer soltero. 
Este hecho obligó, según las obligaciones testamentarias, a que las propiedades se mantuvieran en fidecomiso y se fueran liquidando para mantener las rentas. La familia después de vender casi todas sus propiedades consiguió retener la casa familiar y el Laberinto de Horta hasta mediados del siglo XX.

 Conclusiones

 La alta sociedad barcelonesa del XVIII era estable y previsible. A pesar de la convulsión social que supuso la emergencia de los nuevos ricos que trataban de crear sus espacios, había una jerarquía social derivada del absolutismo que no se ponía en duda. Estaba claro cuál era el cursus honorum para el ascenso social que pasaba invariablemente por la compra de títulos y de un progresivo viraje hacía las rentas. Pero este mecanismo se había ido progresivamente rompiendo a medida que variaban las formas en que se acumulaba el capital y a medida en que las nueva si ideas que recorrían Europa impregnaban a la sociedad española. 
El régimen liberal, a pesar de que les despojó de las prerrogativas que gozaban durante el Antiguo Régimen no buscó activamente su destrucción, sino que facilitó su supervivencia. El tamaño de sus patrimonios aseguró unas rentas, pero la propia dinámica de las familias acabó por  relegarles a una posición secundaria a medida que la lógica burguesa conseguía acumulaciones de capital que eclipsaban las que eran capaces de conseguir a través de las rentas de sus propiedades.


BC-AHSCSP Herències, llegats. Vol. VIII. Inv. 1. Carpeta 14.2 -18931. Al morir Joaquín Carcer como parte desu legado al Hospital de San Pau dejó toda la documentación que abarca desde su nombramiento por Felipe V hastala cesión de su patrimonio al Hospital.


 -Tal es así que a finales del siglo XIX los patrimonios que hemos podido hallar se encontraban entorno a los uno o como máximo dos millones de pesetas. Situados en el escalón inferior de una elite cuyas familias más prosperas (Girona, López, Goytisolo, Serra...) multiplicaban varias veces este patrimonio. A pesar de que muchas de ellas se habían ennoblecido o habían derivado hacia actitudes rentistas. Sin embargo, cabe resaltar que se trata de linajes que, de una forma u otra, consiguieron desarrollar estrategias para conservar su patrimonio durante siglos. Su pervivencia y prosperidades independiente de los vaivenes económicos y sociales que en teoría han provocado durante los dos últimos siglos la movilidad de los diferentes grupos sociales. Por ejemplo, ya hay referencia de los Copons en el siglo XVI y de los Cartellà en el siglo XIII (ambos linajes se unirán en 1769) y permanecen como grandes propietarios del Valles hasta, al menos, mediados del siglo XX.
 Los Desvalls ya aparecen entre la nobleza del siglo XV como vicencancilleres de Martí L'humà y hoy en día su último descendiente se encuentra bien afianzado entre la elite financiera catalana. 
 (Amat & Planella)


Los Amat se ennoblecen por hechos de armas en el siglo XVI y mantienen una fortuna considerable hasta que a inicios del siglo XX el titular del marquesado de Castellbell decide donar parte de su patrimonio a la Iglesia. Por último, los Dalmases, son los que más tardíamente se ennoblecen, pero aún encontramos a uno de sus descendientes en los años 30 del siglo XX, en el entramado financiero de la época.

Itsukushima Shrine.


No hay comentarios:

Publicar un comentario