Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

viernes, 12 de agosto de 2016

322.-Misal Romano; biblioteca de Emilia Pardo Bazán; Orígenes del judaísmo.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; 

Misal Romano, Año 1672, siglo XVII, Petri Guillimin


Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

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Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy







Impresionante ejemplar de "Missale Romanvm" del siglo XVII según el ritual de la Misa Tridentina ("Concilii Tridentini Restitvtvm"), escrito íntegramente en latín y codificado bajo el pontificado de Pío V ("Pii V Pont.Max Ivssv Editvm"). Se encuentra editado por Petri Guillimin. Todo ello según queda constancia en su bellísimo frontispicio ejecutado en bitono, con tinta roja y negra, donde se exhibe, así mismo, un grabado de figuras angelicales en torno al corpus christi. El Missale Romanum es el libro litúrgico oficial de la Iglesia Romana que contiene todas las ceremonias, oraciones, lecturas y rúbricas para la celebración de la Santa Misa. Consta de tres partes: el ordinario de misa, con las oraciones de cada día, el santoral y las misas votivas y misas de difuntos.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

El libro ofrece una imagen espectacular por la riqueza de imágenes no sólo de grabados en tinta negra (20 en total -tanto a página entera como rodeado de texto), sino por las abundantes letras ornamentales y las páginas donde se incluyen las partituras de oraciones cantables sobre tetragrama en rojo y con claves, notas y letras en negro. El ejemplar que se ofrece se encuentra bien conservado, si bien presenta evidencias de su uso: los planos (tapas) se encuentran encartonados y son del tipo pasta (recubiertos con piel) de color marrón oscuro, con síntomas de roce y desconche en los cantos; igual que la parte superior del lomo, también de pasta marrón, que muestra seis nervios entre cuyos espacios destaca la decoración en dorado. La parte inferior del primer nervio sirve de espacio para la ubicación del título "Missale Romanum", también en dorado. 

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Los tres cortes son blancos, tomando el delantero forma de mediacaña. Las guardas muestran dibujos de abstracción multicolor, seguramente realizados en el siglo XIX para reforzar las originales, fortaleciendo la encuadernación. El bloque documental se mantiene ajustado y firme, perdurando a los avatares de los siglos. En tres ocasiones presenta entre sus páginas inserciones de oraciones bien manuscritas (en hoja escrita en tinta negra por ambas caras, e incluída tras la página 254 del "Canon Missae"), bien de pliegos ejecutados en imprenta (como el referido al "festo Immaculatae Conceptionis" tras la página 342, datado en 1863; y el referido al "festo Sancti bomifacii, tras la página 410, datado en 1874), . Las páginas muestran tono hueso, ligero rastro de su manejo en las esquinas inferiores y con pequeñas marcas marrones o puntos de oxidación. No existe huella alguna de la acción de la humedad. 

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy
Dado el tiempo transcurrido y su uso habitual, se puede afirmar que el ejemplar se encuentra en un buen estado de conservación, conservando las señas de identidad y personalidad de un libro de viejo. A título informativo, cabe destacar que la liturgia de la Misa Tridentina que recoge el presente libro, es el ritual de la Misa del rito romano de la Iglesia Católica, como está descrita en las ediciones sucesivas del Misal Romano que fueron promulgadas desde 1570 a 1962. El calificativo de "tridentina" se refiere a su origen, ya que fue tipificada, reformada y uniformizada a toda la Iglesia latina por iniciativa del Concilio de Trento. También se la llama Misa de San Pío V, el Papa que la codificó hasta la reforma de Pablo VI. San Pío V publicó, en el año 1570, una edición del Misal Romano, que ordenó fuese usado en toda la Iglesia Occidental. Tamaño: 34 cm por 23 cm y 5,5 cm de grosor.


Biblioteca de Emilia Pardo Bazán.


No cabe duda de que Emilia Pardo Bazán fue una prolífica escritora que cultivó en abundancia la novela, el cuento, el ensayo, el teatro y el periodismo, con incursiones en la biografía y la poesía. Pero no menos torrencial fue su pasión por la lectura, como evidencia su simpar biblioteca, una colección heterodoxa que refleja los variados gustos de la autora y un amplio conocimiento tanto de la tradición literaria como de las corrientes más innovadoras de su época; una biblioteca que acoge la misma diversidad de géneros y estilos que su propia obra, caracterizada por una evolución constante. Por ello, es imprescindible conocer qué leía Pardo Bazán para poner en contexto su escritura.

   Como ella misma contó en sus Apuntes autobiográficos, su precocidad lectora se inició a los cuatro años, cuando ya leía de corrido, y a los ocho o nueve años era tan apasionada de las letras que se deleitaba con la Biblia, la Ilíada y se sabía de memora capítulos enteros del Quijote. No mucho más tarde, cuando empezó a estudiar en el colegio francés de Madrid, comenzó a familiarizarse con la literatura francesa, de tal manera que con catorce años y dominando a la perfección el francés, ya había leído a Alejandro Dumas, George Sand y Víctor Hugo. Esta afición siempre la acompañaría y haría que se convirtiera en una de las grandes difusoras de las letras galas en España, como algo más tarde sucedería con su fervor divulgador de los grandes novelistas rusos del siglo XIX.

   También contribuiría a su formación lectora su biblioteca familiar, formada por su volteriano abuelo y su liberal padre; allí encontró obras de Plutarco y sobre la Revolución francesa, pero también novelas góticas y populares. Todavía siendo una niña, inició su afición por la poesía a través de las obras de Ercilla, Balbuena y especialmente Zorrilla. Después de su boda y de viajar por Europa, sus horizontes se ampliaron y además de introducirse en la literatura inglesa, lo que la llevó no solo a leer, sino incluso a traducir a Shakespeare y Byron, comenzó a interesarse por la filosofía a través del krausismo. De Platón a Descartes pasando por Kant y Spinoza, en poco tiempo se convirtió en una experta en la historia de la filosofía, hasta el punto de que decidió aprender alemán para poder leer en su idioma original a Hegel, puerta de entrada a la literatura alemana que la llevó a Schiller, Goethe o Heine.

   Hasta este momento, y más allá de sus incursiones juveniles, no era muy aficionada a la narrativa, pero cuando descubrió el nuevo mundo que le ofrecía la novela, su inmersión en la prosa fue igual de apabullante. Sin embargo, aunque se sumergió en Manzoni, Walter Scott o Dickens, apenas leía a novelistas españoles. Solo después de descubrir la gran generación de autores formada por Valera, Alarcón, Pereda, Clarín y Pérez Galdós se atrevió a dar el paso lógico y convertirse ella misma en escritora con su primera novela, Pascual (1879), en la que se dejaba notar la influencia de la picaresca española.

   El siguiente paso en su evolución fue el conocimiento de la nueva literatura francesa, lo que la llevaría a leer las obras completas de Balzac, Flaubert, Zola o los Goncourt y que la marcaría profundamente, importando no sin polémica el Naturalismo a España. Pero no hay que olvidar que la huella de los clásicos españoles, manifestada en su perpetuo reconocimiento de Cervantes, Lope o Calderón, siempre estuvo presente en su obra. Por otra parte, fue una gran admiradora de la literatura catalana y gracias a su conocimiento del idioma pudo leer los textos originales de Verdaguer, Víctor Català (Caterina Albert) o Rusiñol. Obviamente, también leyó en gallego a los grandes autores de su tierra, desde Rosalía a Curros Enríquez.

Pero su afán lector no conocía fronteras: en su biblioteca se encuentran obras persas, croatas, holandesas… Tampoco hay delimitaciones cronológicas, y en ella se podían hallar desde clásicos grecolatinos hasta los autores más jóvenes y radicales. En cuento a los géneros, desde la religión hasta la ciencia, pasando por los libros de viajes o de cocina, ningún campo del saber parecía serle ajeno. Especial atención dedicó a la literatura escrita por mujeres, lo que le llevó a reivindicar el papel de autoras como Fernán Caballero o George Sand, cuyos pseudónimos masculinos evidenciaban que la literatura femenina todavía estaba necesitada de reconocimiento.

Biblioteca.

 Se calcula que la biblioteca particular de Pardo Bazán pudo alcanzar los 20.000 volúmenes, una extraordinaria cifra que da cuenta de su casi inigualable labor bibliófila. En la actualidad la Real Academia Galega alberga unos 8.000 ejemplares que han sido catalogados por Mercedes Fernández-Couto Tella, mientras que el resto de los libros reunidos en las Torres de Meirás y que sobrevivieron al incendio de 1978 están a la espera de ser reunidos y estudiados. 

Las dedicatorias que atesoran muchos de los ejemplares revelan la relación que Pardo Bazán, intelectual de altura y pionera del feminismo, mantuvo con otros representantes de su época, y hacen de esos libros objetos únicos. Entre ellas, por ejemplo, una del maestro del Naturalismo Émile Zola, pero también otra de la sufragista americana Tennessee Claflin, la primera mujer corredora de bolsa de Estados Unidos.

Libros en francés, inglés, italiano o alemán Por supuesto, hay literatura. Mucha. Gallega, española y extranjera. Y en varios idiomas. Abunda el francés, que dominaba, pero pueden verse libros en inglés con notas de puño y letra de la autora, lo que demuestra que, cuando menos, leía en este idioma —«aprendeu inglés para poder ler a Byron», afirma Aleixandre—. Los novios de Manzoni en italiano u obras de Goethe en alemán con marcados personales de la gallega son otros componentes de la colección que muestran a la Emilia Pardo Bazán más cosmopolita.


Itsukushima Shrine.

Orígenes del judaísmo.

Los orígenes del judaísmo de acuerdo con Cristiano uraro el dios supremo de los judíos y las enseñanzas del judaísmo se describen y explican en la Torá que considera a Abraham como el primer "judío", y por lo tanto, del judaísmo como una religión monoteísta, y luego a través de sus descendientes, a saber, Jacob y los hijos de Israel, como los creadores del pueblo judío después del Éxodo y de su religión como se indica en la Torá, tradicionalmente basada en los 613 mandamientos que a los hebreos/israelitas/judíos Dios les ordenó creer, observar y practicar tal como se indica en la Torá. Consulte el artículo principal sobre el judaísmo para conocer los orígenes del término y su significado.

Según el punto de vista histórico actual, los orígenes del judaísmo se encuentran en la Edad de Bronce en medio de las antiguas religiones semíticas politeístas, que evolucionaron específicamente a partir del antiguo politeísmo cananeo, que entonces existía con la religión babilónica, y que sintetizó elementos de la creencia babilónica en el culto a Yahweh como se refleja en los primeros libros proféticos de la Biblia hebrea.
Durante la Edad de Hierro I, la religión israelita se distinguió del politeísmo cananeo del que había surgido. Este proceso comenzó con el desarrollo del yahwismo, la adoración monolatrística de Yahweh que daba reconocimiento a la existencia, pero suprimió la adoración, de otros dioses cananeos. Más tarde, esta creencia monolatrística se consolidó en una estricta creencia monoteísta y en el culto exclusivo de Yahweh, con el rechazo de la existencia de todos los demás dioses, ya fueran cananeos o extranjeros.
Durante el cautiverio babilónico de los siglos VI y V a.C. (Edad de Hierro II), ciertos círculos dentro de los judaitas exiliados en Babilonia refinaron las ideas preexistentes sobre su monolatrismo centrado en Yahweh, la elección, la ley divina y el pacto en una estricta teología monoteísta que surgió para dominar el antiguo reino de Judá en los siglos siguientes.
Desde el siglo V a. C. hasta el año 70 a. C., la religión israelita se convirtió en las diversas escuelas teológicas del judaísmo del Segundo Templo, además del judaísmo helenístico en la diáspora. La escatología del Segundo Templo estuvo significativamente influenciada por el zoroastrismo. El texto de la Biblia hebrea fue redactado en su forma existente en este período y posiblemente también canonizado.
El judaísmo rabínico se desarrolló durante la Antigüedad tardía, entre los siglos III y VI d.C.; el texto masorético de la Biblia hebrea y el Talmud fueron compilados en este período. Los manuscritos más antiguos de la tradición masorética datan de los siglos X y XI de la era común; en forma de Códex Aleppo de las últimas partes del siglo X de la era común y del Códice de Leningrado, fechado en 1008-1009 de la era común. Debido en gran parte a la censura y a la quema de manuscritos en la Europa medieval, los más antiguos existentes de varias obras rabínicas son bastante tardíos. El manuscrito completo más antiguo que se conserva del Talmud de Babilonia está fechado en 1342 de la era común.

Descripción general

El judaísmo tiene sus orígenes en el reino de Judá durante la Edad de Hierro y en el judaísmo del Segundo Templo. Tiene tres elementos esenciales y relacionados: el estudio de la Torá escrita (los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio); el reconocimiento de Israel —definido como los descendientes de Abraham a través de su nieto Jacob— como un pueblo elegido por Dios como receptores de la ley en el Monte Sinaí, y el requisito de que Israel viva de acuerdo con las leyes de Dios tal y como se dan en la Torá.3​

Periodo monárquico yahwismo.

Imagen en un pithos que se encuentra en Kuntillet Ajrud bajo la inscripción «Yahweh y su Asherah», representando a los dos como toros con la andrógina deidad egipcia Bes/Beset. Las dos figuras de pie se ven a veces como una representación de la pareja divina, mientras que el tocador con lira sentado detrás de ellas es un artista. Por otra parte, muchos historiadores de arte identifican a las figuras de pie como representaciones de Bes, debido a sus rostros distintivamente bovinos.​ El profesor Ziony Zevit ha argumentado que Yahweh fue representado como una figura de Bes, aunque hay poca evidencia de esto. También es posible que las imágenes del pithos no tengan nada que ver con la inscripción.
Los reinos de la Edad de Hierro de Israel (o Samaria) y Judá aparecen por primera vez en el siglo IX a.C.​ Los dos reinos compartieron a Yahweh como su dios nacional, por lo que su religión se llama comúnmente yahwismo.
Otros reinos vecinos cananeos de la época tenían cada uno sus propios dioses nacionales: Quemos era el dios de Moab, Moloch el dios de los amonitas, Qos el dios de los edomitas, etc., y en cada reino el rey, era el virrey de su dios en la Tierra.8​9​ 10​ Los diversos dioses nacionales eran más o menos iguales, lo que reflejaba el hecho de que los propios reinos también lo eran, y dentro de cada uno había una pareja divina, formada por el dios nacional y su consorte —Yahweh y la diosa Astarot en Israel y Judá— encabezaba un panteón de dioses menores.
A finales del siglo VIII tanto Judá como Israel se habían convertido en vasallos de Asiria, obligados por tratados de lealtad por un lado y de protección por el otro. Israel se rebeló y fue destruido c. 722 antes de nuestra era, y los refugiados del antiguo reino huyeron a Judá, trayendo consigo la tradición de que Yahweh, ya conocido en Judá, era el más importante de los dioses, y también el único que debía ser servido. Esta perspectiva fue adoptada por la élite terrateniente judía, que se hizo extremadamente poderosa en los círculos de la corte en el siglo siguiente cuando colocaron al niño de ocho años Josías de Judá (reinó 641-609 a.C.) en el trono. Durante el reinado de Josías el poder asirio se derrumbó repentinamente, y un movimiento pro-independencia tomó el poder promoviendo tanto la independencia de Judá de los señores extranjeros como la lealtad a Yahweh como único dios de Israel. Con el apoyo de Josías, el movimiento «Yahweh solo» lanzó una reforma completa del culto, que incluía un pacto (es decir, un tratado) entre Judá y Yahweh, en sustitución del que existía entre Judá y Asiria.
Para cuando esto ocurrió, Yahweh ya había estado absorbiendo o reemplazando las características positivas de los otros dioses y diosas del panteón, un proceso de apropiación que fue un paso esencial en el subsiguiente surgimiento de una de las características más notables del judaísmo, su inflexible monoteísmo.​ Sin embargo, los pueblos del antiguo Israel y Judá no eran seguidores del judaísmo: eran practicantes de una cultura politeísta que adoraba a múltiples dioses, preocupados por la fertilidad y los santuarios y leyendas locales, y no por una Torá escrita, leyes elaboradas que regían la pureza ritual, o un pacto exclusivo y un dios nacional.

El judaísmo del Segundo Templo

En el 586 antes de nuestra era Jerusalén fue destruida por los babilonios, y la élite de Judea —la familia real, los sacerdotes, los escribas y otros miembros— fueron llevados a Babilonia en cautiverio. Representaban una minoría de la población, y Judá, después de recuperarse del impacto inmediato de la guerra, continuó teniendo una vida no muy diferente de la que había tenido antes. En el 539 antes de nuestra era, Babilonia cayó ante los persas y el exilio babilónico terminó y varios de los exiliados, probablemente una minoría, regresaron a Jerusalén. Eran los descendientes de los exiliados originales y nunca habían vivido en Judá; sin embargo, en opinión de los autores de la literatura bíblica, ellos, y no los que habían permanecido en la tierra, eran «Israel».
​ Judá, ahora llamada «Yehud», era una provincia persa, y los retornados, con sus conexiones persas en Babilonia, la controlaban. También representaban a los descendientes del antiguo movimiento «Yahweh solo», pero la religión que constituyeron era significativamente diferente tanto del yahvismo monárquico como del judaísmo moderno. Estas diferencias incluyen nuevos conceptos de sacerdocio, un nuevo enfoque en la ley escrita y por lo tanto en las escrituras, y una preocupación por preservar la pureza al prohibir los matrimonios mixtos fuera de la comunidad de este nuevo «Israel».

El grupo de Yahweh regresó a Jerusalén después de la conquista persa de Babilonia y se convirtió en la élite gobernante de Yehud. Gran parte de la Biblia hebrea fue reunida, revisada y editada por ellos en el siglo V a.C., incluida la Torá (los libros del Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio), las obras históricas y gran parte de la literatura profética y de la Sabiduría. La Biblia narra el descubrimiento de un libro legal en el Templo en el siglo VII a.C., que la mayoría de los eruditos ven como una forma de Deuteronomio y consideran fundamental para el desarrollo de la escritura.​ La creciente colección de escrituras fue traducida al griego en el período helenístico por los judíos de la diáspora egipcia, mientras que los judíos babilónicos produjeron los cuentos de la corte del Libro de Daniel —capítulos 1-6 de Daniel - los capítulos 7-12 fueron una adición posterior—, y los libros de Tobías y Ester.
Otros estudiosos sostienen que el desarrollo de un monoteísmo estricto fue el resultado de la difusión transcultural entre persas y hebreos. Mientras que el zoroastrismo era dualista, también se creía en un "monoteísmo escatológico" —es decir, un solo dios en el final—. Algunos sugirieron que el modelo cuasi-monoteísta del zoroastrismo influyó en el modelo estrictamente monoteísta de los historiadores del Deuteronomio durante el período posterior al derrocamiento de Babilonia por Persia, si bien el grado de influencia zoroastriana en dicho período es un tema incierto y discutido.

El judaísmo del Segundo Templo se dividió en facciones teológicas, en particular los fariseos y los saduceos, además de numerosas sectas más pequeñas como los esenios, movimientos mesiánicos como el cristianismo temprano y tradiciones estrechamente relacionadas como el samaritanismo —lo que da el Pentateuco samaritano, un importante testigo del texto de la Torá independiente del texto masorético.
Durante los siglos II al I a. C., cuando Judea estaba bajo el dominio seléucida y luego romano, el género de la literatura apocalíptica se hizo popular, siendo la obra más notable de esta tradición el Libro de Daniel.

Desarrollo del judaísmo rabínico.

Durante siglos, el entendimiento tradicional ha sido que el judaísmo fue anterior al cristianismo y que la ruptura del cristianismo y el judaísmo primitivos se separó del judaísmo algún tiempo después de la destrucción del segundo templo en el año 70 CE. A partir de la segunda mitad del siglo XX, algunos eruditos han comenzado a argumentar que el cuadro histórico es bastante más complicado que eso.
En el siglo I, muchas sectas judías existían en competencia entre sí. La secta de culto israelita que eventualmente se convirtió en el judaísmo rabínico y la secta que se desarrolló en el cristianismo primitivo fueron dos de estas tradiciones religiosas israelitas separadas. Por lo tanto, se ha comenzado a proponer un modelo que prevé un nacimiento gemelo del cristianismo y el judaísmo rabínico, en lugar de una evolución y separación del cristianismo y el judaísmo rabínico. Por ejemplo, Robert Goldenberg (2002) afirma que cada vez es más aceptado por los estudiosos que «a finales del siglo I d.C. no había todavía dos religiones separadas llamadas 'judaísmo' y 'cristianismo'».​ Daniel Boyarin (2002) propone una comprensión revisada de las interacciones entre el cristianismo naciente y el judaísmo rabínico naciente en la antigüedad tardía que considera que las dos religiones están intensa y complejamente entrelazadas a lo largo de este período.

Los amoraim eran los eruditos judíos de la antigüedad tardía que codificaban y comentaban la ley y los textos bíblicos. La fase final de la redacción del Talmud en su forma definitiva tuvo lugar durante el siglo VI d.C., siendo acometida por dichos savoraim. Esta fase concluye la era Jazal fundacional del judaísmo rabínico.


 
Judaísmo rabínico.

El judaísmo rabínico o rabinismo (en hebreo: יהדות רבנית) (transliterado: Yahadut Rabanit) ha sido la forma principal del judaísmo desde el siglo VI, como resultado de la codificación del Talmud de Babilonia. En un principio, surgió a partir de los fariseos y sus creencias. Posteriormente, los principios rabínicos se basaron en la creencia de que en el Monte Sinaí, Moisés recibió de Dios la Torá escrita (el Pentateuco), además de una explicación oral, conocida como la Torá oral (la Mishná), que el profeta Moisés transmitió a su pueblo.
 El judaísmo rabínico se diferencia de otras denominaciones como el Samaritanismo y el Caraísmo, y también de las creencias de los saduceos, pues estos últimos no reconocían la Torá oral (Mishná) como parte de la revelación divina, ni tampoco aceptaban los procedimientos rabínicos para interpretar la Tanaj. A pesar de que en la actualidad existen profundas diferencias entre las distintas denominaciones judías del judaísmo rabínico con respecto a la autoridad legal de la Halajá, y existe en algunas de ellas la voluntad de desafiar las antiguas interpretaciones, todas ellas se identifican como las descendientes de la misma tradición oral, y del mismo método de estudio talmúdico y rabínico.

Torá escrita y oral

El judaísmo rabínico está basado en las enseñanzas del profeta Moisés (Moshé Rabeinu) y en la creencia que Dios ha revelado la Torá a Moisés en dos partes bien definidas: una parte es la Torá escrita, el Pentateuco, y la otra parte es la Torá oral, también conocida como Mishná.1​ Todas las leyes descritas en la Torá escrita son consideradas como parte de la narrativa descriptiva de Dios, el cual impartió estas leyes al profeta Moisés, y este a su vez mandó transmitirlas al resto de la nación.
El Talmud contiene discusiones y opiniones sobre muchas leyes orales, que se creen fueron originalmente transmitidas a Moisés. Algunos consideran que Éxodo 18 y Números 11 muestran que Moisés eligió a jueces y ancianos para gobernar con él y resolver disputas, impartiéndoles detalles y una guía sobre cómo interpretar las leyes de Dios, entre otros deberes. El Talmud está formado por la Mishná y la Guemará, y es también llamado "la Torá oral", pues este incluye muchas leyes que fueron establecidas para prevenir el incumplimiento de las leyes de la Torá escrita (el Pentateuco). Algunos autores se refieren al Talmud como "un cercado alrededor de la Torá". Por ejemplo, la Torá escrita prohíbe ciertos tipos de viaje durante el Shabat; por consiguiente, la Torá oral prohíbe caminar grandes distancias durante el Shabat, para asegurarse de que la persona no incumpla involuntariamente los preceptos de la Torá escrita. Similarmente, la Torá escrita prohíbe arar en Shabat; la Torá oral prohíbe cargar con palos en Shabat, para asegurarse de que la persona no arrastra el palo por el suelo, y para que esta persona no cometa una acción prohibida.

Desarrollo

Como resultado de que los rabinos fueron obligados a encarar una nueva realidad, de un judaísmo sin Templo (para servir como centro de estudio y enseñanza) y una Judea sin autonomía, se crearon muchas disputas pertinentes al discurso legal, así, el antiguo sistema de escolaridad oral ya no era sustentable. Es durante este periodo que el discurso rabínico comenzó a ser escrito.​ La teoría que la destrucción del Templo de Jerusalén y la subsecuente convulsión llevó a la necesidad de grabar, por primera vez, la Torá oral en papel, fue descrita en la Epístola de Sherira Gaon.
La Torá oral fue subsecuentemente codificada en la Mishná y en la Guemará, y es interpretada como literatura rabínica, que detalla decisiones rabínicas y escrituras. Esta literatura es predicada sobre la creencia que la Torá no puede ser correctamente entendida sin el recurso oral. Establece que muchos mandamientos y estipulaciones contenidas dentro de la Torá serían difíciles, incluso imposibles, de mantener y obedecer sin la las leyes orales que las definen. Por ejemplo, la prohibición de hacer cualquier "trabajo creativo" (Melajá) en Shabat, la cual no está definida dentro de la Torá.
Gran parte de la literatura rabínica está dedicada a especificar qué comportamientos son sancionados por la ley rabínica y talmúdica, este cuerpo de interpretaciones es conocido como la Halajá (el camino).
Hasta la ilustración judía, que se originó hacia finales del siglo XVIII, y las subsecuentes divisiones de los judíos asquenazim en diversos grupos religiosos o denominaciones, especialmente en Norteamérica y el mundo anglosajón, la Halajá contaba con un estatus universal de instrucción religiosa. Esta se mantiene como la posición predominante en el judaísmo ortodoxo y en el judaísmo conservador. Por su parte, los judíos reformistas no consideran que la Halajá sea vinculante actualmente.

Referencias
 Early Rabbinic Judaism: Historical Studies in Religion, Literature and Art by Jacob Neusner, p. 1
 See, Strack, Hermann, Introduction to the Talmud and Midrash, Jewish Publication Society, 1945. pp. 11–12. "[The Oral Law] was handed down by word of mouth during a long period...The first attempts to write down the traditional matter, there is reason to believe, date from the first half of the second post-Christian century." Strack theorizes that the growth of a Christian canon (the New Testament) was a factor that influenced the rabbis to record the oral law in writing.
 See, for example, Grayzel, A History of the Jews, Penguin Books, 1984, p. 193.

Eras rabínicas

Jazal (en hebreo: חז״ל), es un acrónimo de: Jajameinu Zijronam Librajá (en hebreo: חכמינו זכרונם לברכה) (en español: "Nuestros sabios, que su memoria sea bendecida"), se refiere a todos los sabios judíos desde los tiempos de la Mishná, la Tosefta y el Talmud, desde los tiempos del segundo Templo de Jerusalén hasta el siglo vi de la era cristiana.

Los Jazal generalmente se dividen de acuerdo con su época y la escritura principal realizada en esa época:

Soferim ("escribas"): Sabios desde antes de la era de Ezra, el escriba, hasta la era de los Zugot, incluidos los hombres de la Gran Asamblea. Esta era se extiende desde la entrega de la Torá a Moshé Rabeinu en el Monte Horeb, en el desierto del Sinaí, hasta la era de la Halajá (la ley judía), incluidos los tiempos de Simeón el Justo.

Zugot: Eran unos sabios de generaciones consecutivas, que vivieron durante un período de alrededor de 100 años hacia el final de la era del segundo Templo de Jerusalén. (142 BCE - ca. 40 BCE).

Tanaim: Se refiere a los sabios de la Mishná, que vivieron en la Tierra de Israel hasta el 220 dC. Además de la Mishná, sus escritos fueron preservados en los Midrashim. Las figuras clave entre los Tanaim incluyen a Hilel el Anciano, el Rabino Akiva ben Iosef y Judá el Príncipe.

Amoraim: se refiere a los sabios del Talmud que estuvieron activos durante el final de la era de la Mishná, y hasta los tiempos de la finalización del Talmud (220 CE - 500 CE). Los sabios Amoraim estaban activos en dos naciones, Israel y Babilonia. Además del Talmud de Babilonia y el Talmud de Jerusalén, sus escritos fueron preservados en midrashim como el Midrash Rabá.

Savoraim: Se refiere a los sabios del Bet Midrash (lugares de estudio de la Torá) en Babilonia, desde el final de la era de los Amoraim (siglo v), hasta el comienzo de la era de los Gueonim (desde el final de la siglo vi o mediados del siglo vii).

Autoridad de los Jazal

Hasta el final de la era de los Savoraim, los Jazal tenían la autoridad para comentar sobre las leyes de la Torá, de acuerdo con los estándares de la hermenéutica talmúdica, requerida por las leyes de Moshé Rabeinu entregadas en el Sinaí (las leyes no escritas que se cree que se dieron al profeta Moisés en el Sinaí), algunas veces incluso examinaban una palabra o una frase, fuera de su sentido llano y ordinario.
Hoy en día en el judaísmo ortodoxo, esta autoridad no está delegada a los sabios de la generación actual, y por lo tanto la Torá no puede ser comentada, en los asuntos relacionados con la Halajá (ley judía), si esta contradice el comentario de los Jazal.
Hasta la mitad de la era de los Tanaim, cuando existía un Sanedrín (un tribunal supremo de la ley judía), los Jazal también tenían la autoridad de decretar restricciones, y de promulgar nuevas regulaciones religiosas, en cualquier asunto que consideraran oportuno, sobre cuestiones que no estaban incluidas en la Torá escrita, o sobre leyes rabínicas que no fueron entregadas a Moshé Rabeinu en el Monte Sinaí.

Mitzvot rabínicas

Estas mitzvot rabínicas ("mandamientos") incluyen la celebración de las fiestas de Purim y Janucá, las leyes relativas a las Melajot, (las actividades no permitidas durante el Shabat), el lavado ritual de las manos (netilat yadaim) antes de comer pan, la construcción de eruvim (perímetro sabático), y la institución del horario actual de los servicios de oración diarios: Shajarit (la oración de la mañana), Minjá (la oración de la tarde) y Arvit (la oración de la noche).




Zugot Hebreo (תְּקוּפָת) הַזּוּגוֹת)) se refiere al período en el cual el liderazgo espiritual del pueblo judío estuvo en manos de "pares" de grandes rabinos.

Origen del Nombre

En hebreo, el término "zugot" indica el plural de dos objetos idénticos, (como en castellano par de medias o par de guantes). Este nombre fue dado a las sucesivos "pares" de rabinos que fueron guías en la interpretación de la Ley en su generación. De acuerdo a la tradición, uno era el presidente (Nasí) del Sanedrín, y el otro el vicepresidente o "Padre de la corte" (av beit din).

Específicamente se refiere a cinco pares de sabios que dirigieron el gran Sanedrín (Beit Din HaGadol) desde aprox. 150 a.C. cuando el segundo estado de Judea fue establecido como estado independiente, hasta el fin del mandato como Nasí de Hillel (el anciano)( aprox. año 1 d.C.).1​Luego los cargos de presidente y vicepresidente se mantuvieron, pero no fueron Zugot. Con el ascenso de estado judío independiente bajo la dinastía de los Asmoneos, se fortaleció el rol de los tribunales, desplazando las figuras de los sacerdotes hacia la de los maestros en la ley, los rabinos. El Sumo Sacerdote (Koen Gadol) pasó de ser la máxima autoridad legal y espiritual a una figura que encabezaba los servicios del templo pero que estaba subordinada al gran Sanedrín. Este cesó de existir luego de la destrucción del segundo templo en el 70 d.C.

Trasfondo Histórico

El título de av beit din existía antes del período de los Zugot. Su propósito era supervisar el Sanedrín. El cargo de Nasí (presidente) fue una nueva institución que se inició durante este período.
Durante la primera generación de Zugot, los judíos que apoyaban al sector griego en Israel tomaron control sobre la institución del Koen Gadol, y nombraron sus simpatizantes en este cargo. Esto llevó a los líderes religiosos a elegir un Nasí, para proveer una alternativa a la creciente corrupción de la casta sacerdotal. Esta fue la base del posterior enfrentamiento entre Saduceos y Fariseos.

Lista de Zugot

Hubo cinco pares :

Jose ben Joezer y Jose ben Yohanan durante las guerras macabeas.
Joshua ben Perachyah y Nittai de Arbela durante el reinado de Juan Hircano I.
Judah ben Tabbai y Simeon ben Shetach durante el reinado de Alejandro Janneo.
Sh'maya y Abtalion durante el reinado de Hircano II.
Hilel y Shamai durante el reinado de Herodes el grande.

 

Tanaim (en hebreo: תנאים) (singular taná) es la denominación de los sabios rabínicos cuyas opiniones son recordadas en la Mishná, aproximadamente en los años 1-220 d.C. El período de los Tanaim también conocido como el período Mishnáico, es posterior al período de los Zugot ("pares"), y anterior al período de los Amoraim.
La raíz taná (תנא) es equivalente en arameo a la raíz shanah (שנה) en hebreo, que es también la palabra base de Mishná. El verbo shanah (שנה) literalmente significa "Repetir (lo aprendido)" y es usado con el significado "aprender".
Para comprenderlo, debemos recordar que la escritura en esos años era sobre pergaminos, material caro, por lo que normalmente se escribían breves textos y los sabios recordaban de memoria las explicaciones, repitiéndolas cada vez que era necesario. Un Taná acompañaba a los jueces, citaba los textos cuando era solicitado y agregaba los nuevos comentarios. El término Taná se extendió desde los memoristas a los sabios, ya que muchos de ellos surgieron de ahí.

El período Mishnáico es comúnmente dividido en cinco períodos de acuerdo a las generaciones. Son conocidos aproximadamente 120 Tanaim principales.

Los Tanaim vivieron en distintas áreas de la tierra de Israel. El centro espiritual del judaísmo en esos tiempos era Jerusalén, pero luego de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén, el Rabino Yohanan ben Zakai y sus estudiantes fundaron un nuevo centro religioso en Yavne. Otros centros de estudio fueron fundados por sus discípulos en Lod, y en Bnei Brak.

Muchos de los Tanaim eran artesanos (zapateros, talabarteros) además de su posición como maestros y jueces menores. Algunos fueron dirigentes y representantes ante el Imperio romano.

Origen de los Tanaim

Si bien las academias existieron desde siglos anteriores, durante la ocupación de Israel bajo el Imperio romano se afirmó su importancia. Durante este tiempo, la corrupción y la colaboración con el ocupante en la clase sacerdotal (Kohanim) llevó a su rechazo por parte del pueblo. Por ejemplo, el cargo de sumo sacerdote (Kohen Gadol) era dado al mayor oferente en una licitación.

El conflicto entre la casta sacerdotal y el pueblo llevó a la división entre Saduceos y Fariseos. Los Saduceos (que normalmente controlaban al sumo sacerdote), eran sostenidos por la familia real de los Asmoneos, y posteriormente por los delegados del Imperio romano. Los Fariseos eran un grupo igualitario, ellos aceptaban estudiantes de todas las tribus hebreas, no solamente de los Levitas, y enseñaban las leyes trasmitidas oralmente juntamente con la ley escrita. El conjunto de leyes trasmitidas, junto con su interpretación y adecuación, constituyeron la Mishná ,2​ cuya compilación fue realizada al fin del período de los Tanaim. Si bien estaba prohibida la escritura de dicha ley, cuya trasmisión debía ser oral, el miedo a su pérdida luego de la represión originada por la rebelión de Bar Kojba llevó a Rabí Iehuda Ha-Nasi a su escritura.

Hasta la época de Hillel y Shammai, la última generación de Zugot, había pocas disidencias entre los rabinos eruditos en la Torá. Después de este período, la Escuela de Hillel y la Escuela de Shammai representaron dos perspectivas distintas sobre la Halajá, y sus desacuerdos se encuentran documentados en la Mishná.

Se atribuye a la Escuela de Hillel una interpretación más permisiva y a la Escuela de Shammai una interpretación más restrictiva; la Halajá, salvo contadas excepciones, sigue a la Escuela de Hillel.

Las leyes fundacionales del judaísmo rabínico están basadas en el texto de la Mishná y en la Guemará babilónica, formando parte ambas del Talmud. La Halajá ha sido interpretada por los rabinos y por los jajamim a lo largo de los siglos, se han escrito diversos libros y códigos legales referentes a la ley judía, sin embargo, la Mishná sigue siendo una de las principales fuentes legales de la Halajá. Uno de los textos actualmente más importantes en materia de Halajá, es la obra maestra del rabino Joseph Caro, el Shulján Aruj.

Cargos

Los tanaim más importantes fueron miembros de la Gran Asamblea (Sanedrín), organismo creado desde la vuelta de Babilonia que era a su vez el máximo tribunal. El Nasí, (en plural: Nesiim), traducido como príncipe o presidente, era el miembro más prominente y el que presidía el Sanedrín. Rabán es un título mayor que Rabí, y le fue dado al Nasí desde Rabán Gamaliel (Gamaliel el anciano). El título de Rabán estaba limitado a los descendientes de Hillel, con la única excepción de Rabán Iojanan Ben Zakai, el líder de Jerusalén durante el asedio, que salvó el futuro del pueblo judío después de la Gran revuelta suplicando a Vespasiano.
Rabí Eleazar ben Azariah, que fue Nasí, no tuvo el título de Rabán, quizá por la corta duración de su cargo. Antes de Rabán Gamaliel, no se usaron títulos antes de algunos nombres, basados en el adagio talmúdico Gadol miRabban shmo "(Mayor que el título Rabán es el nombre mismo de la persona)". Por esta razón Hillel no tiene título antes de su nombre, su nombre mismo es su título como Moisés o Abraham, que tampoco tienen títulos. Si pueden encontrarse nombrados como Moshe Rabeinu (Moisés nuestro maestro) o Abraham Avinu ( Abraham nuestro padre), para diferenciarlos.

Lista de los Nesiim (Presidentes del Sanedrín)

Rabán Shimon ben Hillel
Rabán Gamaliel Hazaken (Gamaliel el anciano)
Rabán Simeon ben Gamaliel
Rabán Yohanan ben Zakai
Rabán Gamaliel de Yavne
Rabino Eleazar ben Azariah
Rabán Shimon ben Gamaliel de Yavne
Rabino Yehudah Hanasí. El Príncipe (conocido como Rabí o Rebí); Fue el compilador de la Mishná.

Las generaciones de los Tanaim

Antes de la destrucción el Segundo Templo

Rabino Shimon ben Hillel
Rabino Gamaliel
Rabino Elisha ben Abuyah

La generación de la destrucción

Rabino Simeon ben Gamaliel
Rabino Yohanan ben Zakai
Rabino Yehuda ben Baba

Entre la destrucción y la revuelta de Bar Kojba

Rabino Ioshua ben Hanania
Rabino Eliezer ben Hyrcanus
Rabino Gamaliel II de Yavne
Rabino Eleazar ben Araj
La generación de la revuelta de Bar Kojba
Rabino Akiva ben Iosef
Rabino Tarfon
Rabino Ishmael ben Elisha
Rabino Eleazar ben Azariah

Después de la revuelta

Rabino Shimon ben Gamaliel II de Yavne
Rabino Meir Baal HaNess
Rabino Shimon bar Yojai, autor del Zohar
Rabino Yose ben Halafta
Rabino Judah ben Ilai

Compiladores

Rabino Yosei
Rabino Yishmael
Rabino Shimon
Rabino Nathan
Rabino Hiya
Rabino Yehudah Hanasí. El Príncipe (también conocido como Rabeinu HaKadosh). Fue el compilador de la Mishná.

 

Los Amoraim (Arameo: אמוראים; singular אמורא, Amorá; "Aquellos que dicen" o "Aquellos que comentan"), fueron los sabios judíos que comentaron y trasmitieron las enseñanzas de la Torá oral (Torá she baal pé) tomando como base la Mishná. Su período se extiende aproximadamente desde el año 220 d.C hasta el año 350 d.C en Israel y el año 500 d.C en Babilonia.

Existen dos escuelas de Amoraim de acuerdo a donde vivían, Israel o Babilonia. La finalización del período anterior, el de los Tanaim, se produce con la muerte de Rebi, el Rabino Yehudah Hanasí, autor de la Mishná, la Torá oral judía (Torá she baal pé). Los Amoraim se caracterizaron por sus comentarios, aclaraciones y complementos de la Mishná, que están compilados en la Guemará. Ambos cuerpos jurídicos constituyen el Talmud, del cual hay dos versiones, el Talmud de Babilonia y el Talmud de Jerusalén. El período de los Amoraim tradicionalmente se divide en siete generaciones para su estudio.

Amoraim Destacados

Esta es una lista abreviada de los más prominentes Amoraim mencionados en el Talmud.

Primera Generación (aprox. 220–250 d.C)

Abba Arika (f. 247, conocido como Rav, fue el primer Amoraim. Fue un discípulo de Yehudah Hanasí. Se mudó de Israel a Babilonia (en 219). Abba Arika fundó y dirigió la academia rabínica de Sura.
Shmuel (f. 254), fue un discípulo de Yehudah Hanasí y otros rabinos. Fue el director de la academia talmúdica de Pumbedita.
Joshua ben Levi, cabeza de la escuela de Lod.

Segunda Generación (aprox. 250–290 d.C)

Rav Huna (f. 297), discípulo de Rav y Shmuel. Director de la Academia de Sura.
Rav Yehudah (f. 299), discípulo de Rav y Shmuel. Director de la Academia de Pumbedita.
Adda bar Ahavah, discípulo de Abba Arika.
Hillel, hijo de Gamaliel III, discípulo y nieto de Yehudah Hanasí, y hermano menor de Judá II (Yehuda Nesiah).
Judá II, discípulo y nieto de Yehuda Hanasí, hijo y sucesor de Gamaliel III como Nasí. Algunas veces es llamado Rabino Yehuda Nesiah, y ocasionalmente Rebí como su abuelo.
Resh Lakish, discípulo de Rabino Yanai y otros, y colega del Rabino Yojanan.
Yojanan bar Nafja (f. 279 o 289), discípulo de Yehuda Hanasí y del Rabino Yanai. Director de la Academia de Tiberíades. Autor principal del Talmud de Jerusalén.
Samuel ben Najman.
Shila de Kefar Tamarta.
Isaac Napaja.

Tercera generación (aprox. 290–320 d.C)

Raba (f. 320), discípulo de Rav Huna y Rav Iehuda. Director de la Academia de Pumbedita.
Rav Yosef (f. 323), discípulo de Rav Huna y Rav Iehuda. Director de la Academia de Pumbrdita.
Rav Ze'era.
Rav Gisda (f. 309), discípulo de Rav, Shmuel, y Rav Huna. Director de la Academia de Sura.
Simon (Shimeon) b. Pazzi.
Rav Sheshet.
Rav Najman bar Yaakov (f. 320), discípulo de Rav, Shmuel, y Raba bar Avuha.
Rabbi Abahu, discípulo de Jojanan bar Napaja. Director de la Academia de Cesarea.
Hamnuna - Varios rabinos en el Talmud comparten este nombre, el más conocido es un discípulo de Shmuel.
Iehuda III, discípulo de Jojanan bar Napaja. Hijo y sucesor de Gamaliel IV como Nasí, y nieto de Iehuda II.
Rav Ami.
Rav Así.
Hanina ben Papa.
Raba bar R'Huna.
Rami bar Hama.

Cuarta generación (aprox. 320–350 d.C)

Abaye (f. 339), discípulo de Raba, Rav Yosef, y Rav Najman bar Yaakov. Director de la Academia de Pumbedita.
Ravá (f. 352), discípulo de Raba, Rav Yosef, y Rav Najman bar Yaakov. Director de la Academia de Mehuza.
Hillel II (fl. c. 360). Creador del actual calendario hebreo. Hijo y sucesor como Nasí de Yehuda Nesiah, Nieto de Gamaliel IV.

Quinta generación (aprox. 350–371 d.C)

Rav Najman bar Itzjak (f. 356), discípulo de Abaye y Ravá. Director de la Academia de Pumbedita.
Rav Papa (f. 371 o 375), discípulo de Abaye y Ravá. Director de la Academia de Naresh.
Rav Hama.
Rav Huna berai d'Rav Yehoshua.

Sexta generación (aprox. 371–427 d.C)

Rav Ashi (f. 427), discípulo de Abaye, Ravá, y Rav Kahana. Director de la Academia en Mata Mehasia. Principal redactor del Talmud de Babilonia.
Ravina I (f. 421), discípulo de Abaye y Rava. Colega de Rav Ashi en la Academia de Mata Mehasia, donde participó en la redacción del Talmud de Babilonia.
Séptima generación (aprox. 427–500 d.C)
Ravina II (f. 500), discípulo de Ravina I y Rav Ashi, y sobrino del primero. Director de la Academia de Sura. Completó la redacción del Talmud de Babilonia.

 

Savoraim (arameo:סבוראים singular Savorá "aquel que piensa" o "aquel que pondera" ) es un término usado en la historia del pueblo judío para designar a los sabios rabínicos que vivieron desde el fin del período de los Amoraim, alrededor del año 500 d.C, hasta el principio de los Geonim, alrededor del año 625 d.C.​ Como grupo, también son llamados Rabeinu Sevorai o Rabanan Saborai, y pudieron haber jugado un rol importante en dar al Talmud su actual estructura. Estudiosos modernos también usan en el término Stammaim (Hebreo = cerrado, vago o ignoto) para los autores de comentarios no atribuidos a ningún maestro en la Guemará.


Rol en la forma actual del Talmud

Mucha de la literatura clásica rabínica generalmente mantienen que el Talmud de Babilonia (Talmud Babli) se terminó de redactar alrededor del año 550. Sin embargo, algunas afirmaciones de la literatura clásica, y análisis a posteriori, han llevado a muchos eruditos a concluir que el Talmud Babli fue pulido por Savoraim, si bien no se realizaron cambios significativos.
En algunas ocasiones, varias versiones de la misma discusión legal son incluidas con variaciones menores. El texto también remarca que varias opiniones emanan de distintas academias talmúdicas. .

Sherira Gaon nos señala que Rab Yose fue el último de los Savoraim.​ Ocasionalmente, algunos Savoraim en específico son mencionados en el Talmud, como Rabí Aha, quien de acuerdo a Rashbam fue un Savora.

Lista de algunos Savoraim
Rafram.
Rav Sama B'rei d'Rava.
Rav Yosi.
Rav Simonia.
Rav Ravoi Me-Rov.
Mar Chanan Me-Ashkaya.
Rav Mari.

 



Los Gueonim (en hebreo גְּאוֹנִים, singular gaón, גָּאוֹן) fueron los presidentes de las grandes academias talmúdicas judías de Babilonia: Sura, Pumbedita y Nehardea. Los Guenoim eran generalmente aceptados como líderes espirituales de la comunidad judía en todo el Mundo durante la Temprana Edad Media, en contraste con el Exilarca (Rosh Galuta), que era la autoridad secular reconocida por la autoridad dominante en Babilonia. El período de los Gueonim en Babilonia se extiende entre el año 589 y el 1038, luego del período de los Savoraim. El primer Gaón de Sura, según Sherira Gaon, fue Mar Rab Mar, el último Gaón de Sura fue Samuel Ben Hofni, y el último Gaón de Pumbedita fue Ezequías Gaón, que fue torturado y muerto aproximadamente en 1040.

El término Gaón significa "orgullo" o "esplendor" en hebreo bíblico, y "sabio" en hebreo moderno.

La figura del Gaón adquirió un papel prominente y decisivo en la transmisión y la enseñanza de la Torá y la ley judía. El más eminente de los Gueonim fue el rabino Saadia Gaon.

En la época de los Gueonim, surgió un nuevo método de consulta e interpretación de las leyes hebreas: la responsa, o preguntas de los fieles a sus dirigentes religiosos, y sus respectivas respuestas, que con el tiempo devinieron en un nuevo cuerpo jurídico de la Halajá.

Luego de su desaparición como institución a mediados del siglo XI, con la decadencia de la comunidad judía de Babilonia y el surgimiento de un nuevo centro de vida hebrea en España, se continuó usando el término para referirse a aquellos rabinos con autoridad para fijar posición sobre temas en controversia, como el Gaón de Vilna.

Rol en la vida judía

Los Gueonim oficiaban, en primera instancia, como directores de las academias, continuando la actividad educacional de los Amoraim y Savoraim. Mientras los Amoraim, a través de la interpretación de la Mishná, crearon el Talmud y los Savoraim hicieron la edición final del mismo, la tarea de los Gueonim fue interpretarlo. Para ellos, el Talmud fue el sujeto de estudio y formación, y ellos tomaron decisiones legales y religiosas de acuerdo con sus enseñanzas.

El título de Gaón

El título de Gaon comenzó a ser aplicado a los directores de las dos academias de Babilonia, Sura y Pumbedita, aunque no desplazó el título original de Rosh Yeshiva Gaon Yaakov (en hebreo, cabeza de la academia y orgullo de Jacob). El término arameo usado fue Rosh mesivta.

El título de Gaón propiamente designa el oficio de Director de la academia. El título se hizo popular alrededor del fin del siglo VI. Cuando las academias de Sura y Pumbédita fueron investidas con autoridad judicial, el Gaón oficiaba como juez supremo-
Todos estos Sabios mencionados eran los líderes de sus respectivas generaciones. Entre ellos había líderes de Ieshivot (casas de estudio de Torá), líderes del exilio e integrantes del Gran Sanhedrín. Junto con ellos, en cada generación, había miles, y decenas de miles, que aprendieron de ellos y junto a ellos.
La organización de las academias babilónicas se basaba en el antiguo Sanedrín. En muchas de las responsas de los Gueonim, los miembros de las mismas son mencionados como pertenecientes al "Gran Sanedrín", y otros como pertenecientes al "Pequeño Sanedrin".
En frente del Gaón que presidía y mirándolo, estaban sentados setenta miembros de la academia en siete filas de diez personas cada una, cada persona en el asiento asignado específicamente, y el cuerpo completo, con el Gaón inclusive, es también llamado "Gran Sanedrín".
Gaón Zemah se refiere en una responsa a "los ancianos académicos de la primera fila, que tomaron el lugar del gran sanedrín", los siete maestros, o "allufim" y los "javerim", los tres más prominentes miembros del colegio, sentados en la primera de las siete filas. Nueve miembros del sanedrín estaban subordinados a cada uno de los siete allufim, que probablemente supervisaban la instrucción dada durante todo el año escolar por sus subordinados. Los miembros de la academia que no estaban designados se sentaban detrás de las siete filas de miembros del Sanedrín.

Gueonim destacados
Ajai Gaon.
Amram Gaon.
Dodai ben Nahman.
Jai Gaon.
Saadia Gaon.
Sherira Gaon.

Chananel ben Chushiel (Rabeinu Jananel) y Nissim Gaon de Kairouan, si bien no tuvieron el cargo de Gaón, son mencionados dentro de los Gueonim por algunos autores. Otros consideran que constituyen la primera generación de Rishonim. Maimónides algunas veces usa el término "Geonim" en sentido amplio, para significar "Autoridad vigente", independientemente del país en que vivían.

 

Los Rishonim (Hebreo: ראשונים; singular. ראשון, Rishon, literalmente "los primeros") fueron los rabinos principales y los Poskim (referentes) que vivieron aproximadamente entre el siglo XI y el siglo XV, antes de la escritura del Shulján Aruj y luego de los Gueonim. Los rabinos eruditos a posteriori del Shulján Aruj son conocidos como los " Ajaronim — Los últimos".

El período de los Rishonim se extiende entre el año 1050 y el 1500.

La distinción entre Rishonim y Geonim es fundamentalmente temporal, desde la visión de la Halajá (ley tradicional judía) la distinción es menos importante. De acuerdo con la visión ortodoxa, los Ajaronim no pueden disputar las reglas fijadas por los rabinos de épocas anteriores a menos que encuentren fundamento en sabios de dichas eras. Desde otro punto de vista, esta visión no es parte formal de la Halajá, e inclusive para algunos rabinos es una violación del sistema halájico. En su obra The Principles of Jewish Law, el rabino ortodoxo Menajem Elon escribió que estos puntos de vista:

... intrínsecamente violan el precepto de Hilkheta Ke-Vatra'ei, esto es, la ley es de acuerdo con los jueces de su tiempo. Esta regla proviene del período de los Geonim. Hasta los tiempos de los rabinos Raba y Abaie (4 Siglo EC) la ley se decidía de acuerdo con la visión de los maestros anteriores, pero desde ese tiempo en adelante, las opiniones halájicas de los maestros post-talmúdicos prevaleció sobre las opiniones contrarias de generaciones anteriores.1​
Dentro de los Rishonim más destacados, podemos mencionar a Rashi, Rabeinu Gershon, Maimónides (el Rambam), Nahmánides (el Ramban), el Rosh, el Rif, y los tosafistas.

Importancia histórica

La época de los Rishonim es la época de los codificadores, el crecimiento del cuerpo normativo durante la época talmúdica y de los Gueonim había llevado a una complejidad que hizo necesaria una nueva codificación, como lo había sido en su momento la Mishná. El mayor codificador fue el Rambam, Maimónides, en su trabajo Mishné Torá, base del Arba Turim y del Shulján Aruj 400 años después.
También pertenece a esta época el desarrollo de la Kabalá, como cuerpo místico, y el enfrentamiento entre las corrientes racionalistas, basadas en el Rambam, y las visiones místicas, con los kabalistas como representantes.

Obras

A este período pertenece el llamado siglo de oro judeoespañol, y grandes obras filosóficas y poéticas fueron escritas por los Rishonim. como el Kusari, las Sionidas, de Yhehuda Halevi, La guía de los perplejos del Rambam, y los comentarios del Rif, Rosh y Rashba.

Algunos Rishonim

Abba Mari, (Minhat Kenaot)
Isaac Abravanel, (Abarbanel)
Abraham ibn Ezra, (Even Ezra)
Asher ben Jehiel, (Rosh)
Rabeinu Gershom
Isaac Alfasi, ( Rif)
Maimonides, Moshe Ben Maimon, (Rambam)
Najmánides, Moshe ben Najman, (Ramban)
Rashi, (Solomon ben Yitzchak)
Tosafistas, (Tosafot)
Yehuda Halevi, (Kuzari)
Menachem Meiri, (Meiri),
Yom Tov Asevilli, (Ritva),
Solomon ben Aderet, (Rashba)
Rabeinu Tam

 


Los Ajaronim (Hebreo: אחרונים; singular אחרון, Ajarón; literalmente. "Los últimos") fueron los rabinos principales y los Poskim (referentes) que vivieron el siglo XVI hasta nuestros días, luego de la escritura del Shulján Aruj. Los rabinos eruditos anteriores al Shulján Aruj son conocidos como los " Rishonim — Los primeros".

El período de los Ajaronim se extiende entre el año 1500 y el 2000.

La distinción entre Rishonim y Ajaronim es fundamentalmente temporal, desde la visión de la Halajá (ley tradicional judía) la distinción es también importante. De acuerdo a la visión ortodoxa, los Ajaronim no pueden disputar las reglas fijadas por los rabinos de épocas anteriores a menos que encuentren fundamento en sabios de dichas eras. Desde otros puntos de vista, como las corrientes reformistas y conservadoras del Judaísmo, e inclusive algunos rabinos ortodoxos, esta visión no es parte formal de la Halajá, y hasta puede ser vista como una violación del sistema halájico.

Algunos Ajaronim

David ben Solomon ibn Abi Zimra (Radbaz)
Bezalel Ashkenazi, (Shita Mekubetzet),
Naftali Zvi Yehuda Berlin, (Netziv; Ha'emek Davar)
Moses ben Jacob Cordovero, (RaMaK)
Dov Ber de Mezeritch, (Maguid)
Elia ben Salomon, (Gra, Gaón de Vilna)
Moshe Isserles, (Rema)
Israel Meir Kegan, (Jofetz Jaim)
Yosef Caro, (Mejaber), Autor del Shuljan Aruj
Abraham Isaac Kook
Judah Loew ben Bezalel, (Maharal)
Isaac Luria, (Ari)
Salomon Luria, (Maharshal)
Moshé Jaim Luzzatto, (Ramjal)
Natán de Breslav

1 comentario:

  1. Por curiosidad ¿cuánto costaría ese misal (si se vendiera, claro)?

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