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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."
miércoles, 23 de abril de 2014
193.-Vientos de invierno (Sexto libro).-a
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35,
Libros de juego de tronos
Soy un ex alumno del instituto de Humanidades Luis Campino,egresado en el año 1992, santiaguino de nacimiento, con licenciatura de educación superior, profesional, y me gusta las artes y las letras. Soy actor aficionado.
Pertenezco a la generación del 80, soy nativo digital.
sábado, 19 de abril de 2014
192.-Juego de Tronos Las Mejores Frases de TYRION LANNISTER.-a
Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma;
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En lo que llevamos de serie de Televisión Juego de Tronos, el hijo del poderoso Tywin ha experimentado lo mejor y lo peor: de las mejores alcobas, a las mazmorras más oscuras. Eso sí, en todo momento ha mantenido su agudeza e ingenio para sobrevivir en un mundo que -la mayoría del tiempo- le quiere muerto. En ocasiones utiliza los recursos familiares para salir victorioso, pero también ha ido a la batalla esperando morir (en dos ocasiones, que sepamos). ¿Qué le depara el futuro ahora que es un hombre buscado en Poniente? Lo sabremos en cuanto regrese Juego de tronos... Hasta entonces, algunos de sus mejores momentos. Ojo, con lenguaje no apto para todos los públicos.
Amante de la vida
A pesar del dinero de su familia, Tyrion no ha tenido la más sencilla de las vidas. Sin embargo, la disfruta cada día; cada momento vivo guarda la posibilidad de que las cosas mejores. Y además hay cosas como el alcohol que tienen su punto.
"La muerte es tan final, mientras que la vida está llena de posibilidades".
"No es fácil estar borracho todo el rato. Todo el mundo lo haría si lo fuera".
"Mira lo que nos estamos divirtiendo". [Cuando Shae no quiere jugar con Tyrion y Bronn]
"Todo es mejor con algo de vino en la tripa".
"¿Debería explicarte el significado de una puerta cerrada en un prostíbulo, hermano?".
"Aunque atesoraría tu amistad, estoy principalmente interesado en tu facilidad para el asesinato. Y si llega el día en que estés tentado de venderme, recuerda esto: cualquiera que sea el precio, lo mejoraré. Me gusta vivir".
"No se me da particularmente bien la violencia, pero soy bueno en convencer a otros para que sean violentos por mí".
Odio a Joffrey
Tyrion no suele dar el paso e intervenir donde no se le quiere, pero hace tremendas excepciones cuando se trata de Joffrey, quien, a pesar de ser su sobrino, es la persona más peligrosa para confrontar y poner en su sitio. Pero sienta tan bien cuando lo hace... Cada bofetada...
"Oh, ¿un monstruo? Entonces tal vez deberías hablarme con más cuidado. Los monstruos son peligrosos y justo ahora los reyes están muriendo como moscas".
No se equivoca
Ser una de las personas más inteligentes del reino puede ser algo solitario. Estás constantemente rodeado de zopencos, imbéciles y -peor- gente que cree que es inteligente.
"Amas a tus hijos. Es lo único bueno que tienes. Eso, y tus pómulos".
"Nunca olvides lo que eres. El resto del mundo no lo hará. Llévalo como una armadura y nunca podrá ser utilizado para hacerte daño".
"Es difícil ponerle una correa a un perro una vez que le has puesto una corona en la cabeza".
"Cuando le arrancas la lengua a un hombre no estás demostrando que sea un mentiroso, simplemente le estás diciendo al mundo que te da miedo lo que pueda decir".
"Tengo un punto débil en mi corazón para los lisiados, los bastardos y las cosas rotas".
"¿Por qué son todos los dioses unos capullos violentos? ¿Dónde está el dios de las tetas y el vino?"
"Solo quiero estar en lo alto del Muro y mearme en el borde del mundo".
"La mente necesita libros como la espada necesita una piedra de afilar si quiere mantener su agudeza. Por eso leo tanto, Jon Nieve".
Cabreado
Es bien sabido que nadie puede con Tyrion a la hora de beber o de visitar burdeles, pero también es cierto que no hay quien supere sus discursos. Ya puede estar dándole a su familia, a los habitantes de Desembarco del rey o tratando de inspirar a un grupo de cobardes: el Tyrion en plan 'me importa una mierda' es el mejor.
"Ojalá fuese el monstruo que creéis que soy. Ojalá tuviese suficiente veneno para todos vosotros. Daría con gusto mi vida por veros tragároslo".
"Te haré daño por esto. Llegará un día en el que creas que estás a salvo y feliz y tu alegría se convertirá en cenizas en tu boca. Entonces sabrás que la deuda ha sido pagada".
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Libros de juego de tronos
Soy un ex alumno del instituto de Humanidades Luis Campino,egresado en el año 1992, santiaguino de nacimiento, con licenciatura de educación superior, profesional, y me gusta las artes y las letras. Soy actor aficionado.
Pertenezco a la generación del 80, soy nativo digital.
martes, 15 de abril de 2014
191.-Juego de Tronos en el mundo real: ¿cuáles son los 'verdaderos' reinos de Poniente. a
Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;
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George R.R. Martin, creador de los libros en los que se basa la serie, ha explicado que no le gusta señalar una inspiración histórica concreta para sus pueblos, personajes y reinos... a la vez que él mismo ha señalado en varias ocasiones algunas de esas localizaciones o personas.
Estos bien podrían ser los verdaderos Siete Reinos, y podrían haber inspirado algunos otros lugares que se encuentran en Juego de Tronos:
PONIENTE: Europa medieval.
Indudablemente, confirmado por el propio Martín, la inspiración del continente donde se encuentran los Siete Reinos es la Europa del medievo, aunque la forma de la masa de tierra tenga más en común con una versión gigante de las Islas Británicas del revés.
Las similitudes son visibles en sus usos y costumbres, en sus estilos artísticos y en la moda. E incluso podría asemejarse en la propia trama, dado que el pistoletazo de salida del conflicto entre Starks y Lannisters tiene mucho que ver con la Guerra de las Dos Rosas inglesa entre Yorks y Lancasters.
Y yendo de sur a norte, encontramos...
Dorne: España (y, en concreto, Andalucía)
lanza del sol
Era una localización obvia, incluso antes de que Sevilla fuera elegida como lugar de rodaje. Los Martell viven en un castillo donde siempre luce el sol y hay un patio de naranjos y fuentes. Tienen una influencia clarísima de los exóticos reinos orientales de Essos (los Rhoynar, que los diferencia étnica y culturalmente del resto de Poniente) y sus habitantes son morenos, sensuales y de carácter fuerte y pasional. El mismo Martin ha dicho que los ve "mediterráneos". Su comida es picante y producen excelentes vinos.
El Dominio: Francia
altojardin
Aunque la acción no se ha trasladado a ellas ni en los libros ni en la serie, se sabe que las tierras de los Tyrell son verdes y floridas, extraordinariamente ricas y con buenos puertos. Sus gentes adoran las cosas bellas, producen buen vino y cuentan con una ciudad de gran cultura (Antigua). Pero también tienen un importante ejército en el que se impone la caballería, como en la Francia medieval. Los Tyrell tienen el pelo castaño, oscuro en comparación a los reinos situados más al norte, al igual que sucede en Europa según se viaja de norte a sur.
Tierras de las Tormentas: Los Balcanes
tierras tormentas
El reino de los Baratheon, la familia reinante, ha aparecido muy brevemente: es el lugar donde murió Renly. Es uno de los territorios más pequeños, pedregoso, con bosques perennes y una costa muy accidentada, aunque el clima es agradable cuando no hay tormenta.
Los Balcanes se parecen a esta región, pues son países pequeños, boscosos, de terreno irregular. Muchos tienen salida al clima cálido y húmedo del Mediterráneo, pero Serbia y Albania son azotados por fuertes tormentas, hasta el punto de que figuran en el Informe sobre Riesgos Mundiales y se encuentran entre los tres países europeos con mayor riesgo por fenómenos naturales.
Rocadragón: Malta e Islandia
dragonstone
No es una comparación perfecta, dado que Dragonstone no se encuentra tan al norte, tan aislada ni tan fría, pero su actividad volcánica y su paisaje negruzco y accidentado recuerdan a Islandia. Eso sí, su excelente localización trae a la mente Malta, una isla fortificada con clima húmedo, buenos puertos e influencia de la antigua Valyria Roma...
Las Tierras de la Corona: Alemania
tierras corona
Los territorios dependientes directamente de Desembarco del Rey están cubiertos de bosques ideales para la caza, pero también de ricas tierras de cultivos. Es un terreno abundante y en pleno meollo político.
No obstante, en la serie han acertado con el apacible clima de Croacia. Según los libros, la capital tiene veranos muy agradables, que permiten bañarse, mediterráneos. Así es Dubrovnik, donde se localiza (y se filma) Desembarco del Rey, la capital de todos los reinos y que se encuentra en las Tierras de la Corona: una ciudad muy cálida, con una gran muralla y de toques medievales... y que ya ofrece a los turistas que la visitan tours organizados por las localizaciones de la serie.
El Occidente: Reino Unido
occidente juego tronos
Los dominios de la familia Lannister poseen las minas de oro más productivas del continente. Aún no han sido vistos ni en la serie ni en los libros, pero se conoce su riqueza y su poder. Al igual que Reino Unido, es un lugar rico en minerales, habitado por un pueblo hábil en el campo de batalla y que mete mucha baza en los asuntos del Trono de Hierro.
Los Lannister, la familia reinante en el Occidente, están representados por el león, como Inglaterra (dorado sobre rojo). Tienen buenos puertos y se animan a explorar lejos de sus costas. Es difícil de invadir y consigue desviar las batallas de sus tierras. Eso sí, admitido por el propio Martin: Roca Casterly está inspirado en el Peñón de Gibraltar.
El Tridente: Países Bajos
tridente juego tronos
Las fértiles tierras de los Tully tienen la tendencia a inundarse por los numerosos caudales que las atraviesan y no son fáciles de defender, por lo que acaban siendo escenario de todas las batallas. Es bastante parecido a lo que sufrieron los Países Bajos hasta que se convirtieron en potencias colonizadoras.
El Valle: Suiza
nido de aguilas
Aunque la inspiración para el Nido de Águilas sea el famoso castillo de Neuschwanstein (Alemania), tal como puede apreciarse en esta ilustración del artista que hace los calendarios oficiales, el reino en sí, pequeño y muy montañoso, se parece mucho a Suiza y sus escarpados Alpes, incluso en la neutralidad que mantiene bajo el gobierno de la fallecida Lysa Tully.
Islas de Hierro: Escandinavia
pyke
No es difícil establecer esta comparación entre los piratas Greyjoy y los vikingos escandinavos, que hasta el propio Martin ha trazado. Ambos se dedicaban a asaltar aldeas de reinos más ricos en vez de a la cosecha y eran pueblos guerreros entregados al mar. El castillo de la familia de Theon es uno de los más rudimentarios y pobres de Poniente, y sus aldeas son pequeñas y pobres.
El Norte: Rusia
invernalia
Es más grande que todos los demás reinos juntos, un territorio frío, inmenso y muy poco poblado. Las costumbres de sus gentes difieren mucho del resto del continente, incluso en lo religioso. Es tan grande que, aunque mucha de su extensión es enormemente fría, se extiende hasta que toca el clima más moderado del sur. Su gente es menos refinada que la de los otros territorios y más dura por el clima que deben aguantar siempre.
Eso sí, el papel que ejerce en el reino recuerda al de Inglaterra en la época romana: guardianes apostados a los pies de un muro que separa la civilización de los salvajes. O, lo que es lo mismo, el Muro de Adriano que levantaron los romanos frente a los menos refinados anglosajones.
Más allá del Muro: Canadá
mas alla del muro
No es "cualquier sitio frío", es una extensión de tales dimensiones que sólo podría tratarse de esta vasta y helada nación. Son las tierras donde siempre es invierno y nunca se derriten las nieves, que cubren enormes bosques entre los que también hay zonas peladas de montalas. Sus gentes son duras y hay todo tipo de leyendas sobre las criaturas que habitan sus bosques. De hecho, Martin ya ha dicho que hay que imaginar lo que hay tras el Muro del tamaño de Canadá.
ESSOS o Eurasia
Más allá del mar se encuentra un continente mucho más grande que Poniente y mucho más variado culturalmente. Hay ciudades similares a las de los Siete Reinos y territorios completamente exóticos de costumbres y estética radicalmente opuestas. Culturas antiguas e imperios legendarios donde nació la civilización. Por todo ello, y por la forma geográfica, la comparación con Asia es fácil.
Ciudades libres: la Italia renacentista
pentos
Lys, Myr, Pentos, Braavos, Lorath, Norvos, Qohor, Volantis y Tyrosh son muy diferentes entre sí. Dependen del comercio pero son independientes en su gobierno. Recuerdan bastante a las ciudades-estado de la Italia del Renacimiento, con diferentes dialectos, gobernadas por mercaderes y comerciantes y no por caballeros, ricas y decadentes a la vez, llenas de palacios, muy abiertas al mar, con prestamistas, artistas y bravucones que se batían en duelo.
Todas ellas surgen de los despojos del antiguo imperio dominante en la zona (Roma en un caso, Valyria en el otro). La comparación más fácil es la de Braavos con Venecia, por sus canales.
Dothraki: mongoles, hunos y tribus amerindias
dothraki
Dicho por el propio Martin, las influencias son numerosas, aunque la más evidente son los mongoles, que tenían una cultura belicista centrada en los caballos. Sus jefes se denominaban khan (parecido al khal de los dothraki) y recorrían las planicies de Eurasia haciendo incursiones rápidas, siempre avanzando, como nómadas sin cultivos.
Qarth: Estambul
qarth
Obviamente, no en costumbres, aunque el comercio constituye también una parte muy importante de su economía y el clima resulta similar. Es, sobre todo, porque es descrita como un lugar de encuentro entre Oriente y Occidente y por su triple muralla defensiva.
Bahía de Esclavos: Norte de África bizantino
mereen
Las ciudades que conquista Daenerys en Juego de Tronos, Astapor, Yunkai y Mereen, son las herederas del antiguo reino de Ghiscaris. Aunque adoptaron muchas costumbres tras el dominio valyrio, incluido el idioma, se enorgullecen de su pasado imperial y han adoptado la harpía de Ghis como su emblema. El comercio de esclavos es la fuente de su riqueza, aunque también comercian con otros bienes de lujo y exóticos.
El imperio bizantino fue uno de los focos de la esclavitud en la Edad Media. S solían castrar a los muchachos, una práctica que perduró incluso tras la conquista otomana. Bizancio también gobernó durante siglos el territorio de la antigua Cartago, quizá el reino real que más se parece a la antigua Ghiscaris.
Aún por aparecer, tanto en la serie como en los libros, están estos reinos que también tienen alguna inspiración real.
Valyria: Roma
La antigua civilización de la que proceden los Targaryen se alzó rápido, masacrando a los imperios y culturas más relevantes hasta entonces, imponiendo un modelo cultural del que aún pueden verse vestigios en todo el mundo conocido.
Hablan su lengua los más instruidos, especialmente en los actos ceremoniales, y partes de su saber se han perdido para siempre. Pueden verse los parecidos con la antigua Roma, aunque su final, un cataclismo que la hundió en una sola noche, recuerda más bien al mito de la Atlántida, según ha mencionado el propio Martin.
Ahora echa un vistazo a este mapa de la península griega y a ver a qué te recuerda.
valyria valyra
Marcado en Google Maps está la localidad griega de Valyra.
Ghiscaris: Cartago
El imperio dominante, hasta que apareció Valyria y lo aniquiló en una serie de guerras. Mucho más antiguo, más oriental, y con claros parecidos con la Cartago que destruyó Roma. Las ciudades esclavistas se consideran herederas de este imperio.
Yi Ti: Lejano Oriente
mereen
Martin menciona claramente estos dos reinos en el contexto de pueblos de ojos rasgados, que aún no han aparecido en el mundo que ha creado. Poco se sabe de estos pueblos salvo lo que él mismo relata, siempre en relación a Asia, y pone en duda que vayan a tener un papel relevante en la historia.
Sothoryos: África
sothoryos
El gran continente del sur, prácticamente inexplorado, está habitado por gentes de piel muy oscura, animales fantásticos y mortíferos, pájaros y flores de muchos colores, caníbales, selvas muy tupidas, monos. Asolado por plagas y fenómenos naturales, pocos se atreven a aventurarse por allí, y lo que traen de vuelta es muy apreciado.
Según Martin, el misterio que lo envuelve es el mismo que existió durante la mayor parte de la historia de la humanidad sobre lo que había más allá del Sáhara africano. Su localización, al sur tanto de Poniente como de Essos, también concuerda.
Asshai: el reino de la sombra desconocido
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Asshai es el gran misterio, la gran incógnita, al menos en los libros. Es mencionado siempre en relación al destino de Daenerys y a las profecías de Melisandre y de los Targaryen, el salvador que vencerá a la oscuridad. La misteriosa Quaithe dice a la khaleesi en los libros:
Para ir al norte tenéis que viajar hacia el sur. Para llegar al oeste debéis ir hacia el este. Para adelantaros tendréis que retroceder, y para tocar la luz debéis pasar bajo la sombra.
Las Tierras de la Sombra es el nombre que recibe Asshai, tan lejano que sólo llegan rumores de hechiceros de gran poder que realizan magia con sacrificios humanos, de ríos negros, animales deformes y ciudades inmensas casi desiertas en las que nadie camina con la cara descubierta.
Melisandre dice haber nacido allí, y físicamente es hermosa, pelirroja y de ojos carmesí. Pocos paralelismos pueden establecerse con estos datos con ningún lugar real pero todos los fans aguardan impacientes su aparición en la historia.
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canciones de hielo y fuego
Soy un ex alumno del instituto de Humanidades Luis Campino,egresado en el año 1992, santiaguino de nacimiento, con licenciatura de educación superior, profesional, y me gusta las artes y las letras. Soy actor aficionado.
Pertenezco a la generación del 80, soy nativo digital.
lunes, 7 de abril de 2014
190.-El clima de Juego de Tronos.-a
Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;
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Winter is coming. El invierno se acerca. A estas alturas, quien más quien menos todo el mundo está familiarizado con los famosos libros de la saga Juego de Tronos de George R. R. Martin, sobre todo desde que fueran convertidos en una serie de televisión de éxito por la cadena HBO. Por si hay algún despistado en la sala, recordemos breve,ente que la acción transcurre en un hipotético mundo con un nivel tecnológico y cultural que recuerda, como en tantas otras obras de fantasía, a la Baja Edad Media europea. Sin embargo hay una peculiaridad, y es que este mundo presenta unos gélidos y prolongados inviernos que condicionan la vida y andanzas de los protagonistas de la serie.
Hasta aquí, nada especialmente llamativo. Un escenario exótico como tantos otros que aparecen en numerosas obras de fantasía medieval. Pero para una mente con inquietudes astronómicas, la cosa cambia. Si suponemos que el mundo de juego de tronos es un planeta terrestre -y no tenemos indicios para pensar lo contrario-, ¿qué tipo de mundo sería?
Y sobre todo, ¿qué mecanismos están detrás de los crudos inviernos que dominan el paisaje al norte del gran Muro de Poniente (Westeros)?
Pues eso es precisamente lo que han intentado dilucidar un grupo de cinco astrónomos (Veselin Kostov, Daniel Allan, Nikolaus Hartman, Scott Guzewich y Justin Rogers), los cuales publicaron el pasado uno de abril un artículo en arXiv sobre el tema. Por supuesto, todo el asunto no es más que una broma a cuenta del April’s Fool (el famoso día de los Santos Inocentes anglosajón), pero no por ello el análisis deja de tener su miga. Eso sí, resulta evidente que los autores son unos auténticos frikis de tomo y lomo, y que se han leído la saga a conciencia.
Pero vayamos al grano, ¿cómo es el planeta de Juego de Tronos?
De acuerdo con la novela, los inviernos pueden ser cortos y suaves (de unos 600 días de duración) o duros y largos (de casi 900 días). Aparentemente, los inviernos largos y cortos se suceden de forma caótica sin un patrón reconocible. Dejando a un lado la magia -o, parafraseando a Arthur C. Clarke, la tecnología suficientemente avanzada-, las estaciones en un planeta o luna vienen condicionadas principalmente por la inclinación de su eje de rotación. Un planeta puede variar drásticamente el ángulo de su eje con el tiempo -lo que de hecho se cree que sucede en Marte-, pero resulta difícil explicar variaciones tan pronunciadas en el transcurso de unos pocos años. Además, la novela hace mención explícita a la presencia de al menos una luna y, aunque no desconocemos su masa, es sabido que la existencia de un satélite ayuda a minimizar las variaciones de la inclinación del eje de rotación.
Si descartamos el eje, el siguiente mecanismo que podemos invocar es una órbita muy excéntrica. La órbita de la Tierra es casi circular (ese ‘casi’ está detrás de variaciones en el clima de nuestro mundo, pero esa es otra historia), así que la excentricidad apenas juega un papel determinante en el clima terrestre a corto plazo. No obstante, en los últimos años hemos descubierto decenas de exoplanetas con órbitas altamente elípticas, así que, ¿no podría ser el mundo de Juego de Tronos un planeta de este tipo? Desgraciadamente no, porque en este caso es cierto que estaríamos ante un mundo con inviernos largos y fríos, pero los veranos serían extremadamente cortos, lo que no se corresponde con lo expuesto en la novela.
Entonces, ¿no hay ninguna explicación?
Pues sí, sí que la hay, y es que el mundo de Juego de Tronos sea en realidad un planeta circumbinario. O lo que es lo mismo, un planeta que orbita alrededor de dos estrellas al mismo tiempo. Hasta la fecha se han descubierto más de quince sistemas de este tipo (como por ejemplo Kepler-16 o Kepler-35), así que en modo alguno se trata de un tipo de mundo exótico.
El planeta de Juego de Tronos giraría alrededor de dos estrellas de tipo solar con un periodo de 700 días (o sea, que su año duraría el doble que el nuestro) en una órbita ligeramente excéntrica (e = 0,1, casi como la órbita de Marte) y su eje de rotación tendría una inclinación nula. El semieje mayor de la órbita cambiaría constantemente, presentando una distancia mínima al baricentro del sistema de 225 millones de kilómetros como mínimo y 375 millones como máximo, causando drásticas diferencias de temperatura. Por su parte, las dos estrellas estarían a unos 83 millones de kilómetros la una de la otra. Lo ingenioso de esta explicación es que un mundo con estas características podría experimentar inviernos largos o cortos que se sucederían de forma errática sin un patrón fijo. Es decir, justo lo que aparece en la obra de G. R. R. Martin.
Bonita explicación. Salvo por un detalle, y es que en la serie no se hace mención alguna a la presencia de un sol doble. Aunque quién sabe, quizás estén tan acostumbrados que no consideren oportuno mencionarlo. Sea como sea, la lección está clara, y es que cualquier ocasión es buena para aprender algo de astronomía. Ahora, a prepararse para el invierno.
Comentarios
Nos encanta Juego de Tronos y nos apasiona el clima y la meteorología. Si unimos ambos conceptos, deberíamos estar encantados y eso es de lo que va este post. ¿Es posible el clima que nos muestran en la serie? ¿Cómo se dan esas impredecibles estaciones? Vamos a intentar descubrirlo.
El clima ha sido un tema recurrente en Juego de Tronos desde que Ned Stark (¿os acordáis de él?) pronunció la inolvidable frase (incluso mantra), Se acerca el invierno, al comienzo de la primera temporada de la exitosa serie. El Guardián del Norte, se refería evidentemente a la llegada del crudo invierno que podría durar varios años, después de un cálido y largo verano.
Juego de Tronos: ¿Es real el clima que aparece en la serie?
Lo curioso en la serie, es que los personajes no conocen exactamente cuándo va a llegar el dichoso invierno, al contrario que los que habitamos la Tierra, en la cual las estaciones empiezan y terminan en la misma fecha. Y es que un hombre o mujer del tiempo de Poniente lo habría pasado realmente mal ya el mundo donde se desarrolla Juego de Tronos tiene una extrema variabilidad estacional, especialmente en los denominados territorios del exterior fuera del continente de Poniente.
Hay varias posibles explicaciones para intentar entender este clima ¡Vamos a descubrirlas!
1.-Variación en el eje de rotación
La diferencia principal entre nuestro mundo y el de Juego de Tronos es por supuesto, la existencia de estaciones. En la Tierra, las estaciones son causadas por la inclinación del eje terrestre (23.5º) de tal forma que el hemisferio que está más próximo al sol en su rotación disfruta del verano mientras que el otro lo hace del invierno. Además, la inclinación del eje es extremadamente estable. Y en eso tiene que ver la Luna, mucho mayor que los satélites de la mayoría de planetas. Sin ella, el ángulo de inclinación deambularía en respuesta a los tirones gravitacionales del Sol y de Júpiter. Y las estaciones no serían tan estables.
En el planeta ficticio de Juego de Tronos hubo al menos una luna y en los libros se habla de otra que eclosionó al acercarse al sol, liberando miles de dragones. ¿Pudo ese cataclismo celestial haber producido un cambio brusco en la inclinación del eje?
2.-Órbita del planeta extremadamente larga.
La Tierra todos sabemos que rota alrededor del Sol en orbitas elípticas, pero no todos los planetas giran de la misma manera alrededor del sol. El parámetro que mide “cuan estirada esta la elipse” se llama excentricidad. Para que os hagáis una idea la de la Tierra, en media, (que tiene una órbita casi circular) es de 0.0167 mientras que la de Mercurio es de 0.2056.
Al rotar de una forma elíptica muy pronunciada, hay momentos en los que el planeta está muy lejos del Sol, por lo que el clima es más frío que el del invierno de la Tierra. Si el planeta de Juego de Tronos estuviera en una órbita muy muy elíptica, cuando estuviera más lejos de su sol, el invierno llegaría, oscurecería todo y tendría una duración bastante larga. En cambio cuando están cerca del Sol se encontrarían en su verano. En contra de esta teoría tendríamos la impredecibilidad de estas estaciones y es que sus personajes no pueden determinar cuándo comienza o no una estación.
3.-El Planeta orbita alrededor de dos estrellas (circumbinario)
En el año 2013 un grupo de científicos publicaron una artículo determinando como serian, las estaciones en Juego de Tronos si su planeta perteneciese a un sistema binario, es decir, tuviera dos soles. En su explicación, este mundo tendría unas características en las que experimentaría inviernos largos o cortos que se sucederían de manera errática y sin patrón determinado.
Además este tipo de planetas existen. De hecho, hasta ahora se han descubierto 15 sistemas circumbinarios.
Está claro que el mundo creado por George R.R Martin es totalmente imaginario, pero si intentamos darle explicación podríamos encontrarla en alguna de estas teorías o quizás en una combinación de todas o quizás simplemente imaginar. Y vosotros ¿Cuál es vuestra teoría?
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Soy un ex alumno del instituto de Humanidades Luis Campino,egresado en el año 1992, santiaguino de nacimiento, con licenciatura de educación superior, profesional, y me gusta las artes y las letras. Soy actor aficionado.
Pertenezco a la generación del 80, soy nativo digital.
domingo, 6 de abril de 2014
189.-Juego de Tronos y la Filosofía.-a
Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma;; Paula Flores Vargas; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Slamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig
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¿Son el honor y la verdad necesarios para conseguir la felicidad, o bien nos impiden llegar a ella?
¿Pueden los huargos y otras criaturas fantásticas revelarnos las verdades sobre nuestra conciencia y nuestra realidad?
¿La profecía nos demuestra que somos meros peones del destino o bien que somos libres de vivir una vida auténtica?
Si las series de televisión son ideales para el análisis filosófico, Juego de tronos lo es por partida doble. En Westeros y más allá del Mar Angosto, el mundo de George R.R. Martin está repleto de docenas de personajes complejos en conflicto con ellos mismos y en lucha con otros, dudando de sí mismos, abocados al riesgo moral, al engaño, a la incertidumbre, a la arrogancia y a la agitación social y política.
Mientras los Siete Reinos están en guerra, más allá del Muro, los horrores del invierno se acercan. Muy lejos, una joven reina lucha con su destino mientras viaja para recuperar su hogar. Todo esto es sabido, pero esta guía perspicaz se basa en las obras de Maquiavelo, Hobbes, Descartes, San Agustín, Platón, Aristóteles y muchos otros grandes filósofos para analizar los personajes y argumentos clave, mientras explora temas como la guerra, el honor, el conocimiento, la moral, la teoría de género y mucho más de una manera tan amena como sorprendente.
Notas
Juego de tronos es un fenómeno mundial como hacía tiempo que no veíamos. La ficción de George R. R. Martin ha atrapado a millones de personas en todo el planeta, batiendo todo tipo de récords.
¿Qué filosofía hay tras esta saga de libros y serie de aventuras, batallas, conquistas, ambición, muertes, etc.?
¿Por qué ha triunfado en el mundo entero?
Uno de los aspectos determinantes de este éxito son sus personajes, perfectamente caracterizados. Conocemos cómo son, cómo piensan y qué filosofía es la que rige sus acciones. Y es ahí donde entramos en la zona de influencia de la ética que, en este mundo en que se narran las aventuras y desventuras de los ciudadanos de Poniente (el continente ficticio donde se desarrolla buena parte de la trama), es bastante frágil, cuando no peligrosa.
¿El triunfo de la maldad?
Tal como explicaba en uno de los capítulos de la primera temporada Petyr Belish (el actor Aidan Gillen, en la serie), “desconfiar de mí es lo más inteligente que habéis hecho desde que os bajasteis del caballo”. Es este un mundo realmente peligroso y despiadado, en el que los sutiles y traidores suelen tener bastante más éxito que los sinceros y frontales. Y esto, en una narración que está llena, plagada, de conflictos, guerras y sangre, la verdad es que da mucho juego. El espectador sufre al ver cómo el héroe, que se encuentra atado de pies y manos por su código de conducta, se las ve y se las desea para salir a flote, máxime cuando observa cómo la maldad es infinitamente más recompensada en la mayoría de las ocasiones. ¿Es el triunfo de la maldad? Lo cierto es que la ética sí existe en el universo creado en la ficción por George R. R. Martin. El gran problema está en que no todos sus habitantes la interpretan de la misma manera o tienen la misma visión de qué es bueno o qué es malo.
El espectador sufre al ver cómo el héroe, atado de pies y manos por su código de conducta, se las ve y se las desea para salir a flote.
Ética deontológica o los deberes morales indestructibles
Por un lado, podemos encontrar personajes como Brienne de Tarth, Sir Barristan Selmy o buena parte de la familia Stark, todos ellos personajes leales, incorruptibles, fieles a sus palabras y sus promesas, consecuentes con unos valores que establecen la integridad como la piedra de toque de su conducta. Huelga decir que en no pocas ocasiones son ellos los personajes más tristes y frustrados de toda la ficción, sabedores de que la rigidez de sus normas choca a menudo con lo que sus intereses y la prudencia más básica recomendarían. Son personajes que sostienen un código deontológico que, a la manera de una lista de mandamientos, ciñen su comportamiento a una norma, justificando la realidad y sus acciones en torno a ella. Una suerte de imperativo categórico que entiende la moral como un conjunto de dogmas universales y cuyo respeto es, en gran medida, lo que determina el grado de honorabilidad del ser humano. Sus valores y su propia capacidad para vivir acorde a los mismos. En este sentido, la serie muestra exponentes de todos los extremos, como el hermético Stannis Baratheon, para quien no hay más Dios que la ley y el deber.
El problema con este tipo de códigos es que, pese a facilitarnos una regla clara y visible que determine nuestros actos, difícilmente pueden adaptarse a todas las situaciones que se nos plantean. No son precisamente flexibles. ¿Servir a un rey psicópata que desea masacrar a miles de inocentes por cumplir un juramento de obediencia? Puede ser una buena excusa…, pero difícilmente podremos determinarlo como una actuación moral.
El fin justifica los medios
Por otro lado, encontramos otros personajes en los libros y la serie que no tienen tantos problemas. Son aquellos que callan cuando les conviene, que traicionan si es necesario y que, principalmente, miran su propio ombligo sin preocuparse de qué efecto tendrán sus acciones en quienes los rodean (“El oro puede guardar un secreto por un tiempo, pero una flecha lo guarda para siempre”). Son -y cualquier seguidor de la serie estará de acuerdo- los que la mayoría odia, pero que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar por el realismo de que hacen gala y su fría inteligencia. Y sí, a ellos les suele ir mejor que a los primeros. Juego de tronos es como la vida real: la virtud suele tener más castigo que el vicio.
Meñique, La araña, Cersey… Son todos ellos personajes que parecen preocuparse muy poco por la maldad o bondad de sus actos, sino que se fijan en otro parámetro: si sus objetivos son convenientes. Es lo que se conoce como Teleología, la doctrina filosófica que investiga las causas finales; en este caso, en la bondad o maldad de los resultados de las acciones. Si el fin que logramos con dicha acción es bueno (o lo consideramos como tal), esta está más que justificada. Matar por la espalda, asesinar a inocentes o engañar son actos necesarios, siempre y cuando alcancemos con ellos un bien mayor.
Hay personajes a los que la mayoría odia, pero que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar por su realismo y su fría inteligencia
El fallo en este caso está en que prácticamente todo puede ser justificado si apelamos a los fines. Las mayores atrocidades en la historia se han perpetrado para lograr objetivos loables. Y si bien, en la práctica, guiarnos por este tipo de código puede beneficiarnos, es probable que tengamos problemas a la hora de definirnos como personas “morales”.
La filosofía a la hora de construir personalidades
En base a estas dos visiones del mundo es en la que se estructuran casi todas las personalidades de la saga, y es que dota a su universo del encanto que posee: entendemos perfectamente a los personajes. Están bien trabajados, son sólidos y acordes con la realidad. Encontramos en ellos desde el ideal que ansiaríamos ser o conocer hasta la maldad pura y dura tal y como la concebimos. Son, en definitiva, filosóficamente estables y eso dota a su historia de una fuerza tremenda. Y es que, para que una historia sea buena, debe conseguir, indefectiblemente, que comprendamos cómo piensan y por qué actúan sus protagonistas.
Comentario
En febrero de 2018 llegó a Chile el libro Juego de tronos y la filosofía, un texto que analiza cómo se desarrolla esta ficción creada por George R.R. Martin, desde los fundamentos básicos de los mayores pensadores de la historia.
Su mismo nombre lo dice. Llegar al trono de hierro es un juego, claro que solo en términos de la necesidad de una estrategia conjugado con la benevolencia del azar, porque no es para tomarlo a la ligera. “Cuando juegas el juego de trono, ganas o mueres”, dijo Cersei Lannister a Ned Stark. Tenía razón, aquí no hay perdedores, y desde un comienzo resulta fácil intuir que la guerra por el poder es la columna vertebral de esta ficción.
Juego de tronos y la filosofía es uno más de los textos creados por William Irwin y Henry Jacoby, quienes también son responsables de los análisis filosóficos de Star Wars, House M.D, House of Cards y Los Simpson entre otros.
La estructura se replica: la historia en cuestión es diseccionada para aplicar en ella los principales fundamentos filosóficos impartidos hace cientos de años. Desde los cimientos de esta doctrina en Grecia con Platón y Aristóteles, pasando por los pensadores de la época monárquica como Maquiavelo, la corriente ilustrada de la mano de Voltaire y Kant, hasta la filosofía más contemporánea con autores como Simone de Beauvier y Facoult.
La diferencia fundamental entre Juego de tronos y la filosofía, y las otras entregas en base a populares series o películas, es que este análisis se da de forma natural, como si el autor de la saga Canción de hielo y fuego efectivamente hubiese recurrido a la bibliografía de estos pensadores. Tal vez lo hizo inconscientemente.
Y es lo lógico considerando no solo la temática central de los libros y serie, también porque son corrientes de pensamientos que forman parte de la ciencia política universal, aún para quienes no se han dedicado a estudiar el “amor a la sabiduría”, como se traduce “filosofía” del latín.
El capítulo más destacado -y que mejor resume el libro- es el tercero de la primera parte. “Jugar al juego de tronos: algunas lecciones de Maquiavelo” fue escrito por Marcus Schulzke, y tal como su título adelanta, combina los preceptos de Nicolás Maquiavelo (1469-1527) plasmados en El Príncipe, con la guerra por heredar el trono de hierro que domina los Siete Reinos.
Maquiavelo es mucho más que la famosa frase “El fin justifica los medios”, pero esta no condensa su obra cumbre creada en principio para ayudar al monarca a preservar el poder, pero que en realidad era un suerte de guía para quienes quisieran usurparlo.
Según sus planteamientos, existen dos clases de reinos: los hereditarios y los nuevos. Aquellos que son heredados suponen una posición ‘segura’ para los gobernantes ya que solo deben seguir los lineamientos de sus antecesores que fueron capaces de mantener el poder en sus manos. Los nuevos, en tanto, son quienes tienen la tarea difícil ya que no solo ganan enemigos, además enseñan a otros a arrebatar el trono.
En Game of Thrones se ejemplifica con la guerra que comenzó todo: Aerys Targaryen gozaba de una posición firme al ser el heredero de una extensa dinastía de dragones hasta que enloqueció poniendo en peligro a sus súbditos, y su hijo Rhaegar secuestró a Lyanna Stark; acontecimientos que detonaron la rebelión liderada por Robert Baratheon.
El nuevo Rey de la casa Baratheon, junto a su esposa Cersei de la casa Lannister, tuvieron como desafío mantener la paz en Poniente. Con Ned Stark custodiando el norte, y los herederos infantes de los Targaryen en el exilio; fue una misión exitosa. Supieron anteponerse a los enemigos y conformar un círculo de aliados que los protegía. Sin embargo, con el paso de los años, el invierno llegó, los niños Targaryen eran adultos y las máscaras de quienes se creían aliados comenzaron a caer.
Leer Juego de tronos y la filosofía no solo fue un repaso de los sucesos ya acontecidos en Poniente , los cuales adquieren un matiz diferente al conjugarlo con la filosofía elemental; también funciona en el sentido inverso al explicar con hechos conocidos por los seguidores la corriente lógica que llevó a la creación de distintas teorías políticas y sociales.
Es una lectura obligatoria tanto para quienes buscan ver desde otro ángulo la serie que han seguido capítulo a capítulo, como para aquellos que pretenden sumergirse en la filosofía con ayuda de su ficción predilecta.
Notas
Juego de tronos es un fenómeno mundial como hacía tiempo que no veíamos. La ficción de George R. R. Martin ha atrapado a millones de personas en todo el planeta, batiendo todo tipo de récords.
¿Qué filosofía hay tras esta saga de libros y serie de aventuras, batallas, conquistas, ambición, muertes, etc.?
¿Por qué ha triunfado en el mundo entero?
Uno de los aspectos determinantes de este éxito son sus personajes, perfectamente caracterizados. Conocemos cómo son, cómo piensan y qué filosofía es la que rige sus acciones. Y es ahí donde entramos en la zona de influencia de la ética que, en este mundo en que se narran las aventuras y desventuras de los ciudadanos de Poniente (el continente ficticio donde se desarrolla buena parte de la trama), es bastante frágil, cuando no peligrosa.
¿El triunfo de la maldad?
Tal como explicaba en uno de los capítulos de la primera temporada Petyr Belish (el actor Aidan Gillen, en la serie), “desconfiar de mí es lo más inteligente que habéis hecho desde que os bajasteis del caballo”. Es este un mundo realmente peligroso y despiadado, en el que los sutiles y traidores suelen tener bastante más éxito que los sinceros y frontales. Y esto, en una narración que está llena, plagada, de conflictos, guerras y sangre, la verdad es que da mucho juego. El espectador sufre al ver cómo el héroe, que se encuentra atado de pies y manos por su código de conducta, se las ve y se las desea para salir a flote, máxime cuando observa cómo la maldad es infinitamente más recompensada en la mayoría de las ocasiones. ¿Es el triunfo de la maldad? Lo cierto es que la ética sí existe en el universo creado en la ficción por George R. R. Martin. El gran problema está en que no todos sus habitantes la interpretan de la misma manera o tienen la misma visión de qué es bueno o qué es malo.
El espectador sufre al ver cómo el héroe, atado de pies y manos por su código de conducta, se las ve y se las desea para salir a flote.
Ética deontológica o los deberes morales indestructibles
Por un lado, podemos encontrar personajes como Brienne de Tarth, Sir Barristan Selmy o buena parte de la familia Stark, todos ellos personajes leales, incorruptibles, fieles a sus palabras y sus promesas, consecuentes con unos valores que establecen la integridad como la piedra de toque de su conducta. Huelga decir que en no pocas ocasiones son ellos los personajes más tristes y frustrados de toda la ficción, sabedores de que la rigidez de sus normas choca a menudo con lo que sus intereses y la prudencia más básica recomendarían. Son personajes que sostienen un código deontológico que, a la manera de una lista de mandamientos, ciñen su comportamiento a una norma, justificando la realidad y sus acciones en torno a ella. Una suerte de imperativo categórico que entiende la moral como un conjunto de dogmas universales y cuyo respeto es, en gran medida, lo que determina el grado de honorabilidad del ser humano. Sus valores y su propia capacidad para vivir acorde a los mismos. En este sentido, la serie muestra exponentes de todos los extremos, como el hermético Stannis Baratheon, para quien no hay más Dios que la ley y el deber.
El problema con este tipo de códigos es que, pese a facilitarnos una regla clara y visible que determine nuestros actos, difícilmente pueden adaptarse a todas las situaciones que se nos plantean. No son precisamente flexibles. ¿Servir a un rey psicópata que desea masacrar a miles de inocentes por cumplir un juramento de obediencia? Puede ser una buena excusa…, pero difícilmente podremos determinarlo como una actuación moral.
El fin justifica los medios
Por otro lado, encontramos otros personajes en los libros y la serie que no tienen tantos problemas. Son aquellos que callan cuando les conviene, que traicionan si es necesario y que, principalmente, miran su propio ombligo sin preocuparse de qué efecto tendrán sus acciones en quienes los rodean (“El oro puede guardar un secreto por un tiempo, pero una flecha lo guarda para siempre”). Son -y cualquier seguidor de la serie estará de acuerdo- los que la mayoría odia, pero que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar por el realismo de que hacen gala y su fría inteligencia. Y sí, a ellos les suele ir mejor que a los primeros. Juego de tronos es como la vida real: la virtud suele tener más castigo que el vicio.
Meñique, La araña, Cersey… Son todos ellos personajes que parecen preocuparse muy poco por la maldad o bondad de sus actos, sino que se fijan en otro parámetro: si sus objetivos son convenientes. Es lo que se conoce como Teleología, la doctrina filosófica que investiga las causas finales; en este caso, en la bondad o maldad de los resultados de las acciones. Si el fin que logramos con dicha acción es bueno (o lo consideramos como tal), esta está más que justificada. Matar por la espalda, asesinar a inocentes o engañar son actos necesarios, siempre y cuando alcancemos con ellos un bien mayor.
Hay personajes a los que la mayoría odia, pero que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar por su realismo y su fría inteligencia
El fallo en este caso está en que prácticamente todo puede ser justificado si apelamos a los fines. Las mayores atrocidades en la historia se han perpetrado para lograr objetivos loables. Y si bien, en la práctica, guiarnos por este tipo de código puede beneficiarnos, es probable que tengamos problemas a la hora de definirnos como personas “morales”.
La filosofía a la hora de construir personalidades
En base a estas dos visiones del mundo es en la que se estructuran casi todas las personalidades de la saga, y es que dota a su universo del encanto que posee: entendemos perfectamente a los personajes. Están bien trabajados, son sólidos y acordes con la realidad. Encontramos en ellos desde el ideal que ansiaríamos ser o conocer hasta la maldad pura y dura tal y como la concebimos. Son, en definitiva, filosóficamente estables y eso dota a su historia de una fuerza tremenda. Y es que, para que una historia sea buena, debe conseguir, indefectiblemente, que comprendamos cómo piensan y por qué actúan sus protagonistas.
Comentario
En febrero de 2018 llegó a Chile el libro Juego de tronos y la filosofía, un texto que analiza cómo se desarrolla esta ficción creada por George R.R. Martin, desde los fundamentos básicos de los mayores pensadores de la historia.
Su mismo nombre lo dice. Llegar al trono de hierro es un juego, claro que solo en términos de la necesidad de una estrategia conjugado con la benevolencia del azar, porque no es para tomarlo a la ligera. “Cuando juegas el juego de trono, ganas o mueres”, dijo Cersei Lannister a Ned Stark. Tenía razón, aquí no hay perdedores, y desde un comienzo resulta fácil intuir que la guerra por el poder es la columna vertebral de esta ficción.
Juego de tronos y la filosofía es uno más de los textos creados por William Irwin y Henry Jacoby, quienes también son responsables de los análisis filosóficos de Star Wars, House M.D, House of Cards y Los Simpson entre otros.
La estructura se replica: la historia en cuestión es diseccionada para aplicar en ella los principales fundamentos filosóficos impartidos hace cientos de años. Desde los cimientos de esta doctrina en Grecia con Platón y Aristóteles, pasando por los pensadores de la época monárquica como Maquiavelo, la corriente ilustrada de la mano de Voltaire y Kant, hasta la filosofía más contemporánea con autores como Simone de Beauvier y Facoult.
La diferencia fundamental entre Juego de tronos y la filosofía, y las otras entregas en base a populares series o películas, es que este análisis se da de forma natural, como si el autor de la saga Canción de hielo y fuego efectivamente hubiese recurrido a la bibliografía de estos pensadores. Tal vez lo hizo inconscientemente.
Y es lo lógico considerando no solo la temática central de los libros y serie, también porque son corrientes de pensamientos que forman parte de la ciencia política universal, aún para quienes no se han dedicado a estudiar el “amor a la sabiduría”, como se traduce “filosofía” del latín.
El capítulo más destacado -y que mejor resume el libro- es el tercero de la primera parte. “Jugar al juego de tronos: algunas lecciones de Maquiavelo” fue escrito por Marcus Schulzke, y tal como su título adelanta, combina los preceptos de Nicolás Maquiavelo (1469-1527) plasmados en El Príncipe, con la guerra por heredar el trono de hierro que domina los Siete Reinos.
Maquiavelo es mucho más que la famosa frase “El fin justifica los medios”, pero esta no condensa su obra cumbre creada en principio para ayudar al monarca a preservar el poder, pero que en realidad era un suerte de guía para quienes quisieran usurparlo.
Según sus planteamientos, existen dos clases de reinos: los hereditarios y los nuevos. Aquellos que son heredados suponen una posición ‘segura’ para los gobernantes ya que solo deben seguir los lineamientos de sus antecesores que fueron capaces de mantener el poder en sus manos. Los nuevos, en tanto, son quienes tienen la tarea difícil ya que no solo ganan enemigos, además enseñan a otros a arrebatar el trono.
En Game of Thrones se ejemplifica con la guerra que comenzó todo: Aerys Targaryen gozaba de una posición firme al ser el heredero de una extensa dinastía de dragones hasta que enloqueció poniendo en peligro a sus súbditos, y su hijo Rhaegar secuestró a Lyanna Stark; acontecimientos que detonaron la rebelión liderada por Robert Baratheon.
El nuevo Rey de la casa Baratheon, junto a su esposa Cersei de la casa Lannister, tuvieron como desafío mantener la paz en Poniente. Con Ned Stark custodiando el norte, y los herederos infantes de los Targaryen en el exilio; fue una misión exitosa. Supieron anteponerse a los enemigos y conformar un círculo de aliados que los protegía. Sin embargo, con el paso de los años, el invierno llegó, los niños Targaryen eran adultos y las máscaras de quienes se creían aliados comenzaron a caer.
Leer Juego de tronos y la filosofía no solo fue un repaso de los sucesos ya acontecidos en Poniente , los cuales adquieren un matiz diferente al conjugarlo con la filosofía elemental; también funciona en el sentido inverso al explicar con hechos conocidos por los seguidores la corriente lógica que llevó a la creación de distintas teorías políticas y sociales.
Es una lectura obligatoria tanto para quienes buscan ver desde otro ángulo la serie que han seguido capítulo a capítulo, como para aquellos que pretenden sumergirse en la filosofía con ayuda de su ficción predilecta.
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35,
Comentario de la prensa sobre libros,
filosofía,
juego de tronos
Ubicación:
Santiago, Región Metropolitana, Chile
Son un abogado chileno, santiaguino, un nativo digital, que me gusta las bellas artes, la música selecta y ligera, la política, la oratoria, los libros, y la historia.
188.-Juego de tronos y política. a
La frase de lord Varys, consejero intrigante y araña de redes tan robustas como invisibles, es pura invitación al pensamiento filosófico. Los guionistas de HBO hacen muy buena pareja con George R. R. Martin, el creador de la saga literaria ‘Canción de hielo y fuego’. Ambos retratan muy bien la tramoya enorme que se esconde tras la fachada del poder, los equilibrios frágiles y escurridizos sobre los que se sustenta el entramado político de los estados. Unos poderes que golpean con toda su fuerza cuando se despliegan. ‘Juego de tronos’ es, sin duda, una gran serie de televisión. Ha sido premiada, pirateada, idolatrada, cuenta con millones de fans all over the world (frikis o no) pero hay más: ‘Juego de tronos’ es un curso acelerado de filosofía política para dummies. Veamos si hay para tanto. Repasemos algunos personajes: Petyr Baelish, el Maquiavelo de Poniente, que aspira a todo viniendo de la nada. Es ministro de la moneda además de proxeneta, conspirador, con tics de psicópata y listo como un zorro. Tyrion Lannister, el gnomo epicúreo, es un filósofo descarado y bon vivant, que le coge gusto al poder cuando lo pilla y que frecuenta prostitutas hasta que se enamora de una de ellas en la cúspide de su gloria. Después de caer en desgracia redime toda su infancia traumática matando a su padre, el primer ministro de Poniente, en un lúgubre aseo de la torre de la Mano del Rey. Aplastante. Para terminar tenemos a Eddard Stark, un hombre con un gran sentido de la ética, moral y legalista y, por qué no decirlo, un buenazo un poco ingenuo que, como Sócrates en la Atenas clásica, muere por aferrarse a la verdad. Se acerca el invierno. LOS ESCENARIOS DE PODER. En segundo lugar echemos una ojeada a los escenarios del poder. Tenemos un Trono de Hierro de aspecto tan imponente como feo, con un origen tan legendario como falso, una mentira que sustenta el poder, según Petyr Baelish. Un objeto fetichista con una erótica que seduce y maldice a los que se sientan en él. Que se lo digan a Jack Gleeson, el actor que encarnaba a Joffrey Baratheon (un maníaco sexual, sádico como el peor de los emperadores romanos y, con certeza, el rey más odiado del planeta). Dejó la actuación tras finalizar su paso por la serie. ‘Juego de tronos’ es un relato sobre el poder, pero también contra el poder. Un poder que fascinó a muchos filósofos como Platón o Nietzsche, pero que también otros, como Thoreau, rechazaron en nombre de la libertad humana. Recordemos el Muro de piedra y hielo de aires megalómanos donde la Guardia de la Noche parece estar a salvo de intrigas por el poder, aunque no sabemos hasta cuándo. Un muro que separa la civilización y los salvajes: el pueblo libre. Y si bien la trama se sustenta en la lucha fascinante por la corona de los Siete Reinos también encontramos un contrapeso en personajes como Ygritte, la mujer libre. "Tú no sabes nada, Jon", atiza la pelirroja salvaje al inocente y taimado Jon Nieve, destinado al poder a su pesar. Los salvajes viven al margen del reino en una sociedad que no conoce jerarquías, más allá de las que impone la naturaleza, y pretenden destruir el Muro, pues se acerca el invierno... y los otros. Así pues, donde hay poder, tarde o temprano, habrá opresión, y donde se genera la opresión aparecerá, tarde o temprano, una resistencia. Y para terminar recordemos a las mujeres de la serie: bellas, intrigantes, a veces sometidas como esclavas y a veces dominantes, como Cersei. Aspirantes al poder como Daenerys o peones como Sansa Stark. Mujeres que desean, que se mueven entre las sombras y las alianzas de familia, matrimonios pactados y cuerpos que gozan y sufren. Hay velos rasgados, y carne, mucha carne, que trémula centellea entre dos prendas, entre dos bordes. ¿No habíamos hablado de desnudos aún? |
Tyrion vs Varys: ¿Donde reside el Liderazgo? Las conversaciones entre Tyrion y Varys no tienen precio. En el episodio El último de los Starks nos regalaron de nuevo una de esas conversaciones. Es el recuerdo de otra que ya tuvieron, donde Varys le planteaba un acertijo a Tyrion y hoy quiero que tú resuelvas ese acertijo: ¿Donde reside el liderazgo? Comencemos por el principio, así que te voy a plantear el acertijo que le propuso Varys a Tyrion para que puedas reflexionar sobre él. En una habitación hay tres hombres de gran importancia: un rey, un sacerdote y un rico. Frente a ellos se encuentra de pie un mercenario, un hombre sin importancia de baja cuna y mente poco aguda. Cada uno de los grandes quiere que mate a los demás.
Y decidme… ¿quién vive y quién muere? Tyrion aduce que hay demasiadas respuesta para acertarlas y Varys hace una reflexión muy interesante que te animo a que leas en el segundo libro de Canción de Hielo y Fuego Choque de reyes, pero la conclusión te la dejo aquí. ¿Donde reside el liderazgo? La respuesta de Varys a Tyrion es que el poder reside donde los hombres creen que reside, donde las personas piensan que está el poder. Si el mercenario piensa que un rey legítimo detenta el poder le hará caso a él, si por el contrario piensa que los 7 son los importantes hará lo que le diga el sacerdote y si piensa que el vil metal es el que dirige el mundo hará caso al rico mercader. El poder reside donde creemos que reside. Y el liderazgo es parte de ese poder, por eso el liderazgo reside en aquellas personas en las que pensamos que son nuestros líderes. Cuando en algunas empresas se asigna el rol de líder de proyecto, cuando se declara que alguien es el team leader, ¿qué es lo que están haciendo? Nada. El liderazgo, quién es el líder, a quién seguirá el equipo depende de cada uno de los miembros del equipo, porque no seguirán a una persona en la que no creen. Como mucho seguirán órdenes, pero no se dejaran liderar. En este mismo episodio vemos como Tormund matagigantes ensalza a Jon Nieve por ser capaz de montar en un dragón y atacar a los caminantes blancos, pero nadie se acuerda de Daenerys de la tormenta que domesticó a los dragones y fue la primera en montarse en ellos, además de ser la legítima reina de los 7 reinos (o eso piensan en ese momento) y haber luchado como mínimo con la misma bravura que ellos. Por eso, el título, el ser rey, reina, khaleesi o khal no nos otorga el liderazgo de nuestro equipo, hay que ganárselo, como han demostrado a la largo de la saga todos aquellos que accedían al poder por primera vez, como cuando Robb Stark tuvo que convencer a Gran Jon Umber de que era el verdadero y único señor del Norte. El liderazgo se gana no te lo asignan. Se gana demostrando la valía en la dirección de proyectos, se gana demostrando que tenemos debilidades y nos sobreponemos a ellas, se gana liderando con el ejemplo día tras día. El liderazgo se gana siendo mejor cada día, siendo capaz de estar al frente del proyecto eliminando los impedimentos que puedan surgir, demostrando al equipo que somos su paraguas cuando las cosas vienen mal y un espejo para que brillen el doble cuando las cosas van bien. Si algo nos demuestra Juego de Tronos es que todos los hombres tienen que servir y todos los hombres tienen que morir, entendiendo por todos los hombres a todo el género humano, todas las personas. Todos somos personas. Recuerda donde reside el liderazgo: donde tu equipo piensa que reside. |
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Literatura y política
Son un abogado chileno, santiaguino, un nativo digital, que me gusta las bellas artes, la música selecta y ligera, la política, la oratoria, los libros, y la historia.
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