Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

domingo, 7 de octubre de 2018

505.-Donación de libros de Augusto Pinochet a la UBO; El centro de Santiago.-a


Donación de libros por Augusto Pinochet  a la UBO.


Augusto Pinochet Ugarte en la universidad Bernardo o Higgins,
junto al rector don  Mario Correa Bascuñan 


Libros de la  biblioteca personal de Augusto Pinochet Ugarte, donados a la Biblioteca de la Universidad Bernardo O "Higgins, el 5 de Marzo de 2015.

AUTOR
TITULO
LUGAR
EDITORIAL
AÑO
Gendrop, Paul
Los mayas
Barcelona
Oikos-Tau
1980
Soustelle, Jacques
Los aztecas
Barcelona
Oikos-Tau
1980
Quevedo, Fco de
Antología Poética
Barcelona
Ed. Orbis
1982
Soboul, Albert
La revolución
 francesa
Barcelona
Oikos-Tau
1981
Martner, Coord.
El desafío
 latinoamericano
Venezuela
Nueva sociedad
1987
Zorgbide, Charles
Hist. De las
 relaciones
 internacionales
Madrid
Alianza
1997
Mantanelli, Indro
Historia de 
los griegos
Barcelona
Plaza y Javes
1999
Duque de Rivas
Don Alvaro o la 
fuerza del sino
México
Porrua
1990
Verne, Julio
Los hijos del 
Capitán Grant
México
Porrua
1995
Ortega y Gasset, José
Vieja y nueva 
política
Madrid
Rev. De Occid.
1963

Diccionario de
 Sinónimos y 
Antónimos

Sopena

Waltari, Mika
El sitio de
 Constantinopla:

 La caída
Barcelona
Edhasa
1994
Newton., Isaac
El templo de 
salomón
Madrid
CSIC
1996
Vázquez, G.,y Martinez Diaz
Historia de
 America Latina
Madrid
S.G.E.L.
1998
Quiroga, Horacio
De los perseguidos
 de amor, de
 locura, y
Madrid
Aguilar
1989
Soria Olmedo, Andrés
Treinta 
entrevistas a 
Federico 
García Lorca
Madrid
Aguilar
1989
Dostoyevki, Fedor
Humillados y 
ofendidos
Madrid
Aguilar
1989
Platón
El banquete 
o del amor
Madrid
Aguilar
1989
De Herrera, Fernando
Poesías
Madrid
Espasa-Calpe
1983
Garcilaso
Obras
Madrid
Espasa-Calpe
1973
Rufo,  Juan
Las seiscientas

apotegmas y otros
Madrid
Espasa-Calpe
1972
Rojas, Fernando
La celestina
Madrid
Espasa-Calpe
1972
Rivas (Duque de)
El moro expósito
Madrid
Espasa-Calpe
1982
Santa Teresa de Jesús
Libro de las 
fundaciones
Madrid
Espasa-Calpe
1973
Tirante El Blanco
Martorell, Joanot
Madrid
Espasa-Calpe
1974
Cortes de Tolosa, Juan
Lazarillo de
 manzanares con …
Madrid
Espasa-Calpe
1974
Rojas Villandrando, A.
El Viaje entretenido
Madrid
Espasa-Calpe
1977
Gracian, Baltazar
El criticón
Madrid
Espasa-Calpe
1972
Jauregui, Juan
Obras: Orfeo
 Aminta
Madrid
Espasa-Calpe
1973
Cespedes y Meneses. G.
Varia fortuna 
del soldado
 píndaro
Madrid
Espasa-Calpe
1975
Wandruska, Adam y Otros
Historia 
universal VII
Madrid
Espasa-Calpe
1988
Turner,  Ralph
Las grandes 
culturas de la
 humanidad
México
Fdo. De Cultura
1995


UBO.


  


Emblema



La Universidad Bernardo O'Higgins es una universidad privada chilena, fundada en marzo de 1990 e inspirada en el pensamiento O'Higginiano. Su casa central está emplazada a un costado del Parque O'Higgins, en la comuna de Santiago.

Historia

La universidad inicia sus actividades académicas el año 1990, se creó y constituyó como Fundación de Derecho Privado sin fines de lucro, por escritura pública, el 1 de marzo de 1990 en Santiago. Por ello, usaron el nombre del libertador Bernardo O'Higgins, con el fin de realzar su figura y de rescatar la visión que tuvo en la época de la independencia de Chile, aspectos que han sido definidos como el «pensamiento O'higginiano». 
Entre esos valores están el sentido de familia, espíritu religioso y la tolerancia, interés por el estudio, afición por las artes, amor a la libertad, respeto por la igualdad, ideal del mérito, necesidad de una identidad nacional, importancia de la educación.
Su primer presidente fue el teniente general en retiro, Julio Canessa Robert. La universidad se inició con la Escuela de Ingeniería Comercial, y el año 1991 se incorporó la Escuela de Derecho. Entre los años 1996 y 2002 la universidad se sometió al proceso de evaluación externa para lograr obtener su autonomía, lo que significaba que profesores de universidades del Estado realizaban los exámenes finales de los cursos de la universidad.
La universidad cuenta con dos campus, ubicados en la comuna de Santiago Centro: Casa Central y Rondizzoni.



Campus Casa Central.


El Campus Casa Central de la Universidad Bernardo O’Higgins se ubica en la calle Viel #1497, a un costado del Parque O'Higgins. Alberga las principales oficinas administrativas de la UBO. Cuenta con salas de clases, auditorio, biblioteca, jardines y estacionamientos
El edificio patrimonial fue diseñado por el arquitecto Jorge Aguirre Silva y construido en el año 1939, en un estilo modernista e inspirado por el estilo Bauhaus.

Campus Rondizzoni.

Conformado por dos edificios principales e inmuebles aledaños:


Rondizzoni I: Ubicado en General Gana #1702 e inaugurado en el año 2013, consta de un edificio de tres pisos y subterráneo, salas de clases y de musculación, salas Espejo para observación de las prácticas. Cuenta además, con laboratorios de Bionanotecnología, de Química, de Microbiología, de Anatomía, de Informática, de Nutrición y Dietética, de Fisiología, de Fonoaudiología, de Terapia Ocupacional, de Tecnología Médica, un Centro de Simulación de Enfermería, biblioteca, auditórium, casino y áreas verdes.


Rondizzoni II: Ubicado en General Gana #1670 e inaugurado el año 2020, alberga las carreras de la Facultad de Ciencias Médicas. Posee un diseño de arquitectura contemporáneo, contando con 4 pisos más 3 subterráneos. El edificio presenta salas de clases, laboratorios de simulación y oficinas para el apoyo académico. Una de sus principales características es un puente aéreo que cruza la calle Fábrica, se conecta con el Campus Rondizzoni I.​

Casa de La Cultura: Ubicada en Fábrica #1861 e inaugurado en 2017. Alberga a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (VCM) y esa destinada a actividades de expresión del arte y la cultura.

Rectores de la Universidad Bernardo O'Higgins.

Desde la fundación de la Universidad, han ocupado el cargo de rector:

RectoríaNombrePeriodo
IMario Correa Bascuñán1990-2004
IIAlejandro Medina Lois2004-2005
IIIJorge O´Ryan Balbontín2005-2011
IVClaudio Ruff Escobar2011-actualidad



Barrio Rondizzoni.-Pedro Montt.-


A finales del siglo XIX la ciudad de Santiago fue el destino de miles de migrantes que provenían desde todos los rincones del país, principalmente campesinos empobrecidos, atraídos por las oportunidades que brindaba la pujante y emergente capital. Gran parte de esta nueva población, tuvo que ubicarse más allá de los límites de la ciudad, que legaba hasta la Alameda de los Monos, hoy llamada Avenida Matta. Surgieron entonces los barrios pobres, conventillos o poblaciones callampas, que no contaban con ningún tipo de infraestructura urbana ni sanitaria.
Una de las primeras medidas se tomó a principios del siglo XX, en 1906, cuando se promulga la Ley Nº 1.838 sobre habitaciones obreras, la primera intervención del Estado Chileno en la solución del grave problema habitacional que afectaba a la periferia santiaguina. Con esta Ley, el Parque Cousiño comenzó a jugar un rol fundamental en la configuración de los loteos de los terrenos que estaban a su alrededor. Este sector ya se encontraba en proceso de estructurarse urbanamente, por ejemplo con el tazado de cuatro importantes vías que llevarían el nombre de 4 soldados que combatieron en las tropas independentistas: Viel, Beaucheff, Tupper y Rondizoni.

Sin embargo es ya avanzado el siglo XX cuando se inicia la construcción de cinco conjuntos habitacionales que reflejarían la forma en que, históricamente, el Estado ha asumido el problema de la vivienda. En 1930, el destacado arquitecto Manuel Cifuentes (autor del actual edificio de la Intendencia de Santiago y la Casa Central de la Universidad Católica) diseña y construye la Población Cousiño y la Población Manuel Cifuentes, destinadas a la Caja de Empleados Particulares y al personal del Ejército, respectivamente.
Una década después, la Asociación Benéfica de Habitaciones para Obreros construye la Población Elena Barros, para dar albergar a precios muy reducidos a personas o familias en situación de indigencia. Actualmente, la mayoría de los habitantes del conjunto pertenece a las familias originales y sus descendientes.

Durante los años 50 se construyen otros sectores habitacionales como el Conjunto Matta-Viel, para trabajadores de la Caja de Previsión del Banco del Estado. Finalmente, en los 60 se construye la Panamericana Sur, una de las mayores transformaciones urbanas de la ciudad y el barrio rompe su relación con el Parque Cousiño.
Este sector es parte del Barrio Matta, uno de los conjuntos más homogéneos de Santiago Sur. Su trama urbana original es simple y caracterizada por la cuadrícula que se subdivide, interiormente, para conformar los conjuntos habitacionales destinados a la vivienda obrera y de clase media.
Acá predomina la arquitectura habitacional, presente en tres tipologías arquitectónicas diferentes:

- Arquitecturas vecinales: cités y pasajes desarrollados por iniciativa pública y privada, que se caracterizan por la densificación al interior de la manzana.

- Arquitectura de tipología ciudad jardín: de iniciativa privada, fomentada por el Estado a través de la Ley de Habitaciones Baratas (1925). Es acá cuando estos conjuntos habitacionales comienzan a ser llamados "poblaciones".

- Arquitectura racionalista: a fines de los 40, proponía edificios aislados de su contexto, la exteriorización de los espacios comunes y consolidaba el concepto de Unidad Vecinal.

Hoy, este sector delimitado por Avenida Viel, Avenida Matta, Avenida Rondizzoni y Calle San Ignacio, es considerado un testimonio histórico, arquitectónico y urbano del rol asumido por el Estado en relación a las políticas de vivienda, desarrolladas durante la primera mitad del siglo XX y del crecimiento de la ciudad de Santiago.

Estación  Rondizzoni.


  


Rondizzoni es una estación ferroviaria que forma parte de la Línea 2 del Metro de Santiago de Chile. Se encuentra en trinchera entre las estaciones Parque O'Higgins y Franklin, al centro de la Autopista Central, siendo su único acceso el ubicado en el paso elevado de la avenida Rondizzoni por sobre la mencionada autopista. Está en la comuna de Santiago.

Historia

La estación fue inaugurada el 31 de marzo de 1978 como parte de la primera etapa de la Línea 2.​ El 13 de junio de 2000 la estación sufrió una inundación producto de las intensas lluvias ocurridas durante la madrugada; el agua ingresó por los andenes y afectó también la zona de las vías entre Rondizzoni y Franklin producto del desborde del Zanjón de la Aguada.
Como parte de la operación expresa del Metro de Santiago, Rondizzoni inicialmente era una Estación Común, pasando el 25 de septiembre de 2017 a ser una detención solo de la Ruta Verde.
Producto de los daños ocurridos en la red del Metro de Santiago por el estallido social iniciado el 18 de octubre de 2019, la estación Rondizzoni estuvo cerrada entre el 19 y el 25 del mismo mes.

Entorno y características



Ostenta un flujo regular de pasajeros, el que se vio incrementado con la apertura del Centro de Justicia de Santiago (CJS) el 16 de junio de 2005. El CJS es el recinto judicial más grande de toda América Latina y una de las obras estrella de la Reforma Procesal Penal en Chile. La estación en sí tiene la misma estructura de la estación Toesca, ubicada en una faja en trinchera que se traza al centro de la Autopista Central, con largos andenes y accesos mediante puentes. La estación posee una afluencia diaria promedio de 20 147 pasajeros.
En el entorno inmediato de la estación se ubican, además del mencionado Centro de Justicia de Santiago, la entrada sur al Parque O'Higgins, la Universidad Bernardo O'Higgins y el Estadio Militar.

Origen etimológico

Su nombre se debe a que se ubica justo en el cruce de la Autopista Central con la avenida Rondizzoni. El mayor Giuseppe Rondizzoni era un distinguido militar italiano que había luchado en las Guerras Napoleónicas y que se unió a las tropas patriotas. Posteriormente, junto a Ramón Freire y Blanco Encalada, se uniría a la expedición que conquistó la Isla Grande de Chiloé en 1826, aunque en 1824 él y sus hombres se negaron a combatir en el combate de Mocopulli y por ello fracasó esa campaña.
Hasta 1997 la estación era llamada Rondizzoni-Famae y se simbolizaba anteriormente con un cañón, debido a la cercanía con las antiguas instalaciones de las Fábricas y Maestranzas del Ejército de Chile (FAMAE).

Penitenciaria de Santiago.



El Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, más conocido como la antigua penitenciaría de Santiago y coloquialmente como la Peni, fue creado en 1843 bajo el gobierno del General Manuel Bulnes, convirtiéndose en el símbolo del nuevo sistema penitenciario que se intentó imponer durante el siglo xix en Chile. En su construcción se adoptó el modelo arquitectónico basado en el panóptico, es decir, varios patios distribuidos en forma circular en torno a una estructura central, desde donde se pudiera controlar a los reclusos.
Está ubicado en la comuna de Santiago Centro, Santiago, calle Pedro Montt 1902.


  



Julio Octavio Canessa Robert (Antofagasta, 19 de marzo de 1925-Santiago, 24 de enero de 2015)​ fue un militar y político chileno, que alcanzó el rango de teniente general. Durante el gobierno militar de las Fuerzas Armadas y Orden se desempeñó como vicecomandante en jefe del Ejército, y como miembro de la Junta Militar de Gobierno en calidad de representante de dicha rama castrense. Luego del retorno de la democracia en 1990, ejerció como senador institucional entre 1998 y 2006; siendo designado por el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).





Itsukushima Shrine.


El centro de Santiago. 


De chicos, ir al centro era un panorama imperdible. Acompañábamos a nuestras madres a elegir las decoraciones cumpleañeras en calle Rozas y a comprar lanas en 21 de Mayo y Diagonal Cervantes; asistíamos a la procesión de la Virgen del Carmen ida y vuelta desde la Basílica del Salvador hasta la Catedral Metropolitana, donde rezábamos en la Parroquia del Sagrario; visitábamos el Museo Histórico Nacional y escuchábamos al Orfeón de Carabineros en la Plaza de Armas; paseábamos en el verano por el Parque Forestal tomando mote con huesillos y comiendo algodón dulce; pasábamos a tomar el té al café Paula y devorábamos las galletas TipTop recién horneadas en la Alameda; veíamos a los cadetes navales desfilar frente al monumento a los héroes de Iquique; íbamos al “cinerama” Santa Lucía a ver películas en pantalla gigante; a Estación Central a tomar el tren para partir de vacaciones al sur; a comprar uniformes escolares al portal Fernández Concha… El centro era un corazón lleno de vida.

Caminando por sus calles, uno empieza a descubrir todo lo que ya no está. Pareciera que se fue, sin que nos diéramos cuenta. De los cines de antes sólo queda el recuerdo. Ya no están el Lido, el Astor, el Ducal, el Florida, el Windsor, el Bandera, el Central, el Huérfanos, el Cervantes, el Victoria, el Pacífico, el Real, el Plaza, el Tívoli, el Sao Paulo, el Metro, el Ritz, el City, el York, el Continental, el Santiago, el Toesca, el Cinelandia, el Río, el Rex, el Huelén, el Imperio, el Santa Lucía, el San Martín, el España, el King y el Grand Palace. Más de 30 cines desaparecieron, llevándose con ellos la alegría de una comedia, el llanto provocador de un drama o simplemente la ternura romántica de un gran amor.

También han desaparecido los restaurantes que eran un punto de encuentro y un lugar de reunión, donde la conversación era la protagonista. No está “El Bosco”, epicentro de la bohemia santiaguina de los 60; ni tampoco el “Santiago Zúñiga”, en el barrio chino. Desaparecieron el “Waldorf” y “La Bahía”. Del “Pollo Dorado”, sólo queda el recuerdo. Al igual que de “Goyescas”, el “Pam Pam”, el “Saint Leger” y el “Nuria”, en ese subterráneo de la calle agustinas.

También se terminó “El Escorial”, en ese pasaje que une la calle Bandera con Morandé, muy cerca de la Alameda. El “Chez Henry” en el portal Fernández Concha y la “Posada Tarapacá” en la Avenida España; el bar restaurante del hotel City y tantos otros lugares que se cerraron silenciosamente y se llevaron, con su recuerdo, anécdotas, personajes y muchas historias de nuestro país.

Los hoteles del centro capitalino fueron desapareciendo uno a uno. El hotel Carrera, lugar emblemático por muchos años, y donde se hospedaron variados personajes como Robert Kennedy, Fidel Castro, los reyes de Suecia, Charles De Gaulle, la famosa periodista Oriana Fallaci y los artistas Alain Delon, Ava Gardner, Carmen Sevilla, Cantinflas, María Félix, y Gary Grant, entre otros. Tampoco está el hotel Crillón, que se ubicaba en calle Agustinas, lugar en que se inspiró Joaquín Edwards Bello para escribir su famosa novela “La chica del Crillón”. No están el hotel Ritz ni tampoco el Victoria. Desapareció la famosa residencial “La Florida”, lugar donde la actriz y cantante Libertad Lamarque -en un ataque de celos- se lanzó de su habitación a la calle. Cayó encima de un transeúnte y resultó ilesa. Eso les pasa sólo a los artistas.

Se fueron para siempre las boites que presentaban a las vedettes de la época, las que mostraban generosamente su físico, escondido en unas plumas. Ya no están la taberna “Capri”, “El Bodegón”, el “Mon Bijou”, el “Violín Gitano”, el “Night and Day” y el “Tap Room” de aquellos años de bohemia inolvidable. No queda ninguno de los teatros que albergan actores y decorados que no volverán. El “Petit Rex”, con la compañía de los cuatro de los hermanos Duvauchelle; el Maru, con Lucho Córdoba y Olvido Leguía; y el Moneda, con Américo Vargas y Pury Durante. La compañía de Susana Bouquet o la de Silvia Piñeiro, el teatro Opera donde funcionaba el “Bim Bam Bum” y tantos otros que bajaron el telón para siempre.

El centro capitalino ha cambiado totalmente. El mundo también es otro. El pasado quedó dibujado, para siempre, en un paisaje que tiende a desaparecer. Nada se puede hacer. No cabe duda que algo se nos fue y es imposible recuperarlo. Como muchas cosas.


 
Definición.


Centro de Santiago.

  

"Santiago Centro o el Centro" corresponde al casco histórico de la ciudad de Santiago de Chile, la zona urbana más antigua de la urbe y el lugar donde fue fundada el 12 de febrero de 1541 por el conquistador español don Pedro de Valdivia. El sector incluye los principales lugares históricos o geográficos de la urbe, como son el cerro Santa Lucía, la Plaza de Armas, y los principales edificios públicos y religiosos, como son la Catedral Metropolitana, la parroquia El  Sagrario; la Municipalidad de Santiago, el Palacio de la Moneda, el Palacio de Real Audiencia, etc. 
El centro esta definido geográficamente como la área urbana ubicada en comuna de Santiago, tiene como límites naturales: el río Mapocho al norte; la  Cañada, actualmente Avenida Bernardo O" Higgins  al sur; el cerro Santa Lucia en este; y en el oeste limite artificial del Eje carretero Norte-Sur; El centro esta formado por tres barrios: el casco histórico de Santiago, el barrio Santa Ana; y  el barrio Forestal-Lastaría. 

La historia del centro de Santiago es la historia de la ciudad  durante más de 350 años desde su fundación; Recién en el 1895, la expansión urbana ocupo totalmente el actual territorio de la comuna, y comenzó la expansión hacia las nuevas comunas suburbanas santiaguinas.

Según se observa en el plano de Santiago del año 1895, como se puede observar, nace el  concepto urbano del centro, con respectos de los nuevos barrios consolidados, y las comunas suburbanas en expansión demográficas. Desde esta época los habitantes de la urbe que viven en esos barrios  o las comunas santiaguinos, tienen el concepto de centro de la ciudad.

  

Escudo de armas de Santiago de Chile: un león de su color, con su espada desnuda en la mano en campo de plata y por orla 8 veneras de oro en campo azul, según que aquí va pintado y figurado (Real Cédula de Carlos I de España, 1552) 

Historia del centro.

Santiago colonial.

A pesar de que Santiago estuvo a punto de desaparecer por el ataque indígena, un terremoto y una serie de inundaciones del rio Mapocho, la ciudad comenzó a poblarse rápidamente. De las 126 cuadras diseñadas por Pedro de Gamboa, (1512-1552, maestro de obras y alarife) en 1558 ya habían sido ocupadas cuarenta, y en 1580, la totalidad,​ mientras que las tierras cercanas acogieron a decenas de miles de cabezas de ganado. 
En el ámbito arquitectónico, comienzan a construirse los primeros edificios de importancia de la ciudad, destacando el inicio de la construcción en piedra de la primera catedral en 1561 y de la iglesia de San Francisco en 1572, siendo ambas construcciones realizadas principalmente en adobe y piedra.
Una serie de desastres pondría en jaque el desarrollo de la ciudad durante los siglos XVI y XVII: un terremoto en 1575, epidemia de viruela en 1590, desbordes del Mapocho en 1608 y 1618 y por último, el terremoto del 13 de mayo de 1647, donde fallecieron más de 600 personas y quedaron más de cinco mil damnificados. ​ Estos hechos no detendrían el crecimiento de la capital de la Capitanía General de Chile, en una época donde todo el poder del país se concentraba alrededor de la Plaza de Armas santiaguina.
En 1767, el corregidor de Santiago   Luis Manuel de Zañartu, dio inicio a unas de las principales obras arquitectónicas del período colonial: el Puente de Calicanto, que permitió unir eficientemente a la ciudad con La Chimba, al norte del río, y el inicio de las construcciones de los tajamares para evitar los desbordes del Mapocho. Aunque el puente logró ser construido, los tajamares fueron constantemente destruidos por el río. 
En 1780, el gobernador Agustín de Jáuregui contrató al arquitecto italiano Joaquín Toesca, quien diseñaría, entre otras obras importantes, la fachada de la Catedral, el Palacio de La Moneda, el diseño del canal San Carlos y la construcción definitiva de los tajamares, durante el gobierno de Ambrosio O'Higgins, siendo estos inaugurados definitivamente en 1798.  

Capital de Republica.

El 18 de septiembre de 1810, se inicio el proceso de emancipación  de Chile, con la constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno. La ciudad salió intacta y no dañada por las guerras de independencia. El  12 de febrero de 1818 se declaró oficialmente la independencia de la  Republica Chilena, y  Santiago se convertiría en la capital de la nueva nación.

La ciudad en el Siglo XIX.
.
Durante la denominada República Conservadora, se crearon diversas instituciones, principalmente de carácter educativo como la Universidad de Chile y la Quinta Normal de Agricultura. Los canales que recorrían la ciudad para la evacuación de aguas servidas desaparecieron dando paso al alcantarillado, al que se sumaron las primeras redes de gas, agua potable y alumbrado público, y en 1851 se estableció el primer sistema de telegrafía. 
Un nuevo impulso en el desarrollo urbano de la capital se produjo durante la llamada República Liberal y la administración del intendente de la ciudad, Benjamín Vicuña Mackenna, dentro de cuyas principales obras destacaron la remodelación del cerro Santa Lucía, que pasó de ser un basurero a un parque adornado con obras arquitectónicas neoclásicas, la creación de un camino que rodeaba la ciudad, que en esa época tenía una extensión similar a la actual comuna de Santiago, y la remodelación de la Alameda. 
Esta avenida se consagró como la arteria central de la ciudad gracias al desarrollo de diversos palacios pequeños construidos por la oligarquía santiaguina beneficiada por el auge económico derivado de la minería del cobre y el salitre. Muchas de las principales obras urbanas eran financiadas por aportes voluntarios de los vecinos ilustres, destacando obras como el Teatro Municipal, el Club Hípico o el actual Parque O'Higgins, construido por el filántropo Luis Cousiño en 1873.
La ciudad se convirtió rápidamente en el principal nudo del sistema ferroviario chileno, el principal medio de transporte durante más de un siglo. El primer ferrocarril llegó a la ciudad el 14 de septiembre de 1857 y en 1884 fue inaugurada la Estación Central de Santiago. Mil vehículos particulares y quinientos de arriendo circulaban en Santiago hacia esos años y 45 000 personas utilizaban diariamente el tranvía.​ Los primeros teléfonos fueron instalados durante los años 1880 y en menos de diez años existían más de 1200 líneas.
Ya concluyendo el siglo, se construyeron sistemas de recolección de aguas lluvias para evitar inundaciones en el centro y se iniciarían las obras de canalización del Mapocho, para lo que fue necesaria la demolición de los tajamares y del Puente de Calicanto, ocurrida el 10 de agosto de 1888. Para ese entonces, Santiago tenía una población cercana a los 256 000 habitantes, esparcidos en una extensión de 3766 hectáreas.​ Muchos de estos habitantes vivían en barriadas pobres, excluidas del desarrollo urbano fomentado por la oligarquía, fuera de los bordes de la ciudad como en los barrios occidentales de Yungay y Chuchunco.

Calle Ahumada

Ciudad del Siglo XX.

Con el deseo de celebrar el Centenario de la República en 1910, se realizaron diversas obras urbanas. Fue ampliada la red de ferrocarriles, permitiendo la conexión de la ciudad con sus nacientes suburbios, a través del ferrocarril de circunvalación y el que llevaba al Cajón del Maipo, mientras se construyó una nueva estación ferroviaria en el norte de la ciudad: la Estación Mapocho. En los terrenos ganados por la canalización del Mapocho, se creó el Parque Forestal y se inauguraron los nuevos edificios del Museo de Bellas Artes, del Internado Nacional y de la Biblioteca Nacional. Además, serían finalizados los trabajos de alcantarillado, que cubrían a cerca del 85 % de la población urbana.
El crecimiento demográfico de urbe en siglo XX se explica principalmente por la llegada de campesinos desde el sur que llegaban a trabajar a las fábricas y ferrocarriles en construcción.
Sin embargo, este crecimiento se experimentó en la comunas de la periferia y no comuna de Santiago propiamente tal. En estos años, el centro de la ciudad se consolidó como un núcleo netamente comercial, financiero y administrativo, con el establecimiento de diversos portales y locales alrededor de la calle Ahumada y del Barrio Cívico en el entorno inmediato del Palacio de La Moneda. 
Este último proyecto significó la construcción de diversos edificios modernistas para el establecimiento de las oficinas de ministerios públicos y otros servicios públicos,​ dando el puntapié inicial para la construcción de edificios de mediana altura. Por otro lado, los habitantes tradicionales del centro comenzaron a emigrar fuera de la urbe hacia sectores más rurales como Providencia y Ñuñoa, que acogieron a la oligarquía y a los inmigrantes europeos profesionales, y San Miguel para las familias de clase media. 
Además, en la periferia comenzaron a construirse diversas villas y poblaciones para los asociados de diversas organizaciones sindicales de la época. La modernidad se expandió en la ciudad, con la aparición de los primeros cines, la extensión de la red telefónica y la inauguración del Aeropuerto Los Cerrillos en 1928, entre otros adelantos.

La sensación de una era de crecimiento económico reflejada en los avances tecnológicos contrastaba profundamente con las clases sociales más bajas. El crecimiento de las décadas anteriores se convirtió en una explosión demográfica sin precedentes desde 1929. La Gran Depresión generó el desplome de la industria salitrera del norte, dejando a 60 mil  desempleados, los que sumados a la caída de las exportaciones agrícolas, totalizaron cerca de 300 mil cesantes a nivel nacional. 
Estos, en su mayoría, vieron a la gran ciudad y su pujante industria como la única oportunidad de sobrevivir. Muchos migrantes llegaron sin nada a la ciudad y miles debieron sobrevivir en las calles ante la imposibilidad de arrendar alguna habitación. Las enfermedades se expandieron y la tuberculosis cobró la vida de cientos de indigentes. El desempleo y el costo de la vida aumentaron de importante manera, mientras los sueldos de los santiaguinos cayeron.
La situación solo cambiaría varios años más tarde con un nuevo auge industrial fomentado por la CORFO y la expansión del aparato estatal a partir de fines de los años 1930. En este contexto, Santiago comienza a desarrollarse hacia las masas, mientras las clases acomodadas tienden a refugiarse en los barrios altos de la capital. Así, los antiguos paseos de la clase adinerada, como el Parque Cousiño y la Alameda, pierden hegemonía frente a recintos de esparcimiento popular, como el Estadio Nacional surgido en 1938.
Quedan muy pocas casas coloniales en centro.

En las décadas siguientes, Santiago siguió creciendo de forma imparable. En 1940, la ciudad acumulaba 952 mil habitantes, en 1952 esta cifra llegó a los 1 350 mil  habitantes y el censo de 1960 totalizó 1 907 mil santiaguinos. Este crecimiento se reflejó en la urbanización de los sectores rurales de la periferia, donde se establecieron familias de clase media y baja con viviendas estables: en 1930, el área urbana tenía una extensión de 6500 hectáreas, que en 1960 llegó a las 20 900 y en 1980 a las 38 296. 
Aunque la mayoría de las comunas seguían creciendo, este se concentró principalmente en comunas periféricas como Barrancas al poniente, Conchalí al norte y La Cisterna y La Granja al sur. 
Las clases bajas se instalaron a través de ocupaciones ilegales ("tomas de terreno"), de las cuales las más emblemáticas fueron las Poblaciones:
 Recabarren (1947), Zañartu (1947), Los Nogales (1948) y La Victoria (1957), aunque también hubo compra de sitios desde los años 30 y acceso a viviendas sociales construidas por el Estado y las cajas de previsión.  
En el caso de la clase alta, ésta comenzó a acercarse al sector de la precordillera de Las Condes y La Reina. El centro, por el contrario, perdió habitantes dejando más espacio para el desarrollo del comercio, la banca y las actividades gubernamentales.
El Metro inaugurado en 1975 se convertiría en una de las construcciones más prestigiosas de la ciudad y en los años siguientes seguiría expandiéndose, llegando a dos líneas perpendiculares a fines de 1978. Las telecomunicaciones tendrían además un importante desarrollo, reflejado con la construcción de la Torre Entel, que desde su construcción en 1975 sería uno de los símbolos de la capital al ser la estructura más alta del país por dos décadas.

Ese proceso despoblamiento comenzó a ser revertido durante las últimas décadas del siglo pasado, mediante una política de renovación urbana que generó un auge en la construcción de edificios de departamentos que trajeron a las familias de vuelta al centro de Santiago.




El centro de Santiago en siglo XX.

En el siglo XX, los santiaguinos, ya tenían el concepto urbano de "centro", y "periferias" de la ciudad de Santiago. 

plaza de armas.


Durante década del 20 del siglo XX, se comenzó la construcción del Barrio Cívico de Santiago en los alrededores del antiguo Palacio de La Moneda. Los edificios de las oficinas de los diversos ministerios de Estado y otros servicios públicos fueron construidos siguiendo la corriente arquitectónica modernista.

​El nuevo Barrio Cívico de Santiago daría el puntapié definitivo para el comienzo de la construcción de edificios de mediana altura en el centro de Santiago, durante las décadas del 30, y siguientes; las antiguos casas coloniales y las grandes casonas de la aristocracia construida en el siglo XIX, fueron demolidas, reemplazados por edificios de altura con varios pisos que contienen oficinas, casas comerciales y las sedes centrales de los bancos comerciales.

El centro adquirió en siglo XX, el carácter definitivo como el centro financiero y economico de la capital y del país, además de ser sedes de los poderes y la administración del estado.


Edificios del centro.

Con la inauguración del Ferrocarril  Metropolitano de Santiago  en 1975,  Santiago centro  se convirtió en uno de los centro del  trasporte publico urbano  de la urbe, que permitió  unirse rápidamente con las periferias de la ciudad. 

Paseo Ahumada

El desarrollo del Plan de Mejoras para el Centro de Santiago durante los 70 del siglo pasado, creado por el alcalde Patricio  Mekis Spikin, destacan entre sus obras la construcción del Paseo Ahumada, de la Bolsa, Nueva York; la  Estado, Tenderini, Phillips, Agustinas, la remodelación de la Casa Colorada, y la creación del Museo Chileno de Arte Precolombino, entre otras obras que pretendí­an revitalizar un Santiago Centro amenazado por el auge de la comunas del sector oriente.

Estos paseos  peatonales creados se unieron con las galerías comerciales ya existente, cimentó el sello peatonal que hoy observamos en centro. 

Galerías

Las galerías comerciales de Santiago son pasajes peatonales bajo techo ubicados en el centro histórico de la ciudad. En total son 74 galerías,​ las que generan una trama comercial de 5,8 kilómetros de extensión. 
La primera galería comercial del centro de Santiago fue inaugurada en 1852 en una propiedad del expresidente Manuel Bulnes, levantada en una manzana ubicada al sur de la Plaza de Armas. Construido por el arquitecto francés François Brunet de Baines, y con 52 locales comerciales, fue adquirido tiempo después por Domingo Matte, dándole el nombre de Pasaje Matte.
En los años 1930, el urbanista austriaco Karl Brunner, creador del Barrio Cívico, dio el auge definitivo a las galerías al promover normativas para su desarrollo. Con esto comenzaron la construcción de varias galerías por parte de influyentes arquitectos, dentro de las cuales están la galería Edwards, la galería Astor y la galería Imperio; así como también la remodelación del Pasaje Matte. Muchas otras galerías surgieron al lado de cines y teatros ubicados en sus interiores.
Ya en los años 1970 comenzó la decadencia de las galerías, debido al traslado de habitantes fuera del centro, el nuevo polo comercial de Providencia, la creación de los caracoles comerciales y el aumento de las distancias hacia el centro. Desde entonces varias galerías dieron paso a tiendas por departamento en su interior, pero también a la presencia de cafés con piernas y salas de cine pornográfico, lo que deterioró algunos de sus sectores.

Construcción nuevos edificios.

Jaime  Ravinet   alcalde de la comuna de Santiago, en la década del 90, incentivó a las empresas inmobiliarias con la idea de repoblar el centro, iniciando la construcción de nuevos edificios de oficinas y habitacionales, comenzando la demolición de antiguos casonas y edificios. En su gestión se demolió la ex cárcel pública, creo el parque de reyes, y la antigua Estación Mapocho de Ferrocarriles se habilitó como centro de eventos.

Edificios de Centro de Santiago, desde el puente peatonal de Huérfanos.

La construcción de nuevos edificios durante los 90 y comienzo del siglo XX, se ubicaron  principalmente en el barrio Santa Ana, y el norte del centro histórico.
Edificios de Centro de Santiago, desde el puente peatonal de Huérfanos.


En resumen, en actualidad la mayoría de los edificios del centro, son edificios de altura construidos en el siglo XX, y recientemente edificios comienzo del siglo XXI, ocupados por oficinas, y centros comerciales. 
En actualidad quedan muy pocos  terreno baldío para construir nuevos edificios.

  

Herencia arquitectura.  


Los terremotos, y las demoliciones para construir nuevos edificios, han destruido gran parte de la herencia arquitectónica del viejo Santiago de Chile, en actualidad la mayoría de sus edificios son siglo XX, o comienzo del siglo presente.

paseo bandera.


El centro histórico de Santiago tiene vida propia, es diverso y conjuga múltiples culturas, épocas y tradiciones diferentes. Caminando por sus ajetreadas plazas, calles, sus galerías comerciales y paseos peatonales vale la pena levantar la mirada y contemplar la diversidad de épocas y estilos arquitectónicos que esconden sus edificios, imaginar las personas que vivieron o transitaron en estos lugares, sus vivencias personales, sus relaciones sociales y personales, se respira el pasado de la Urbe, de los cuatro siglos y medios de vida urbana.
Para el diseño de las calles, el  maestro de obras y alarife español Pedro de Gamboa siguió la norma colonial del plano damero, el cual tenía la forma de un tablero de ajedrez donde cada manzana estaba dividida en cuatro solares. En el centro se construyó la Plaza de Armas lugar donde se emplazaría la Catedral, la cárcel y la sede cabildo  y la casa del Gobernador. En total se construyeron ocho cuadras de norte a sur y diez de oriente a poniente, y cada solar fue entregado a un conquistador para establecer su vivienda.
Cuando Pedro de Valdivia murió  su solar se dividió en la residencia del gobernador (actual Correo Central), la Real Audiencia (Museo Histórico Nacional) y el Cabildo Colonial (Municipalidad de Santiago), lo que transformó la cara de la Plaza de Armas.

Edificios coloniales.

Los edificios coloniales mas antiguo que se conservan en el centro son del siglo XVIII:  la Casa (actual Palacio) de Moneda, el Palacio de la Real Audiencia y Cajas Reales (Actual museo histórico nacional.), el palacio de Real Aduana (hoy alberga al Museo Chileno de Arte Precolombino), la Catedral metropolitana, y varias iglesias, como son la Iglesia sagrario, La Merced, Santo Domingo, etc.

Edificios del siglo XIX.
 
Teatro Municipal de Santiago.

La Independencia de Chile fue un impulso arquitectónico a la ciudad primada del país y capital de la República. La elite santiaguina, y el gobierno de República que miraba los patrones arquitectónicos europeos, comenzar a construir edificios más modernos de estilo neoclásico francés  en el siglo XIX. Ejemplo de esta arquitectura son el palacio del Congreso Nacional, el Teatro Municipal, el Mercado Central, etc.
Por otra parte, desde mediados del siglo XIX, el auge económico que produjo la producción minera se tradujo en una transformación arquitectónica, en especial de las viviendas urbanas que decidieron adaptar o copiar los modelos de viviendas y edificios europeos. Se reemplazó la austera casona colonial, de esteras, estrados y muebles de maderas nativas, por mansiones suntuosamente decoradas con muebles importados y labrados refinadamente. 
A medida que la Gran Depresión de 1929 llevó a la ruina financiera de muchas dinastías mineras, varios de estos palacios fueron finalmente adquiridos por los gobiernos de las ciudades y ahora funcionan como ayuntamientos, centros culturales o museos, mientras que otros se dividieron para usos residenciales y comerciales más pequeños, aunque no todas corrieron con la misma suerte: algunas de estas viviendas han caído en mal estado, y otras tuvieron que ser abandonadas o demolidas.

Edificios del siglo XX.    

La ciudad comenzó a experimentar diversos cambios relacionados con el fuerte desarrollo de la industria a fines del siglo XIX. Ya en 1895, el 75 % de la industria fabril nacional radicaba en la capital, y hacia 1910, los principales bancos y tiendas comerciales se instalaron e centro de la ciudad, construyéndose primeros edificios de altura de la Urbe.
Con el deseo de celebrar el Centenario de la República en 1910, se realizaron diversas obras urbanas publicas y trasporte. Fue ampliada la red de ferrocarriles,  se construyó una nueva estación ferroviaria, la Estación Mapocho. En los terrenos ganados por la canalización del Mapocho, se creó el Parque Forestal y se inauguraron los nuevos edificios del Museo de Bellas Artes, y de la Biblioteca Nacional
Además, serían finalizados los trabajos de alcantarillado y agua potable, que cubrían a cerca del 85 % de la población urbana de Urbe. Se construyo además el Palacio de Justicia de Santiago.

palacio de justicia de Santiago.

En la década de 1920, Santiago se transformó en una ciudad moderna. Los arquitectos más vanguardistas abandonaron el eclecticismo, el historicismo y el afán decorativo, y asumieron las novedades planteadas por la arquitectura estadounidense, por Le Corbusier y por la Bauhaus. La simplicidad, el funcionalismo y la economía son las nuevas referencias arquitectónicas. 
Las corrientes internacionales están representadas por varios arquitectos activos entre las décadas de 1920 y 1930. Jorge Arteaga realizó en la Plaza de Armas el Portal Bulnes (1923-1932). Arteaga es asimismo el autor del edificio Oberpaur (1928-1929), también en Santiago, construido en colaboración con Sergio Larraín. Por su parte, los arquitectos José Smith Miller y Josué Smith Solar construyeron el severo Hotel Carrera.
El Edificio Oberpaur es un inmueble ubicado en la intersección de las calles Huérfanos y Estado, en el centro de la ciudad de Santiago, Chile. Construido en el año 1929, es considerado el primer edificio moderno del país.
Barrio cívico 


Durante la década de 1930 prosiguió la renovación arquitectónica de la capital. De entre las grandes obras urbanísticas que se comprendieron en este período destaca la creación del Barrio Cívico (1936), en torno al palacio de la Moneda. Este barrio está articulado por tres espacios esenciales: La Plaza Bulnes, La Plaza de la Constitución y la Avenida Bulnes. Alrededor de estos espacios se levantaron numerosos edificios de similar altura, que se caracterizaron por someterse a una planificación conjunta y armónica, edificios pensados fundamentalmente para cobijar los diversos organismos del estado.

Las décadas de 1950 y 1960 fueron las del crecimiento acelerado, cuando, para responder a la fuerte demanda de viviendas y de locales destinados a comercios y oficinas, se desfavoreció la construcción en vertical. De esta manera surgieron en Santiago, que ya alcanzaba los dos millones de habitantes, numerosos bloques residenciales y la ciudad se extendió hacia los cuatro puntos cardinales. Lamentablemente, también el centro histórico de la población vio alterado su perfil por elevadas torres que supusieron la desaparición de la mayor parte de la arquitectura precedente.
La evolución más reciente de la ciudad siguió las mismas directrices que la de otras muchas urbes europeas y latinoamericanas: aparición de barrios periféricos de desarrollo en horizontal, creación de nuevos y dispersos centros comerciales y la mejora de las redes viales de acceso y comunicación, como son la Autopista de Circunvalación Américo Vespucio, las Autopistas Norte-Sur y Oriente-Poniente que cruzan la ciudad, y la creación del Metro.

Santiago centro del siglo XXI

A comienzo del siglo XXI, se construyeron grandes cantidades edificios de altura en el centro de la ciudad, fomentado por la política de renovación urbana, derribándose una gran cantidad de casas o edificios antiguos, estos modernos edificios muchos de vidrios son de muy alta altura, son principalmente habitacionales o de oficinas.
En actualidad quedan muy pocos sitios vacíos en Santiago centro, para construir nuevos edificios.




Réquiem al centro de Santiago. 

Réquiem: Composición que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él.

El Santiago centro que conocimos, tuvimos la vivencia personal, antes del 18 de octubre, a desaparecido para siempre, ahora es una ruina de lo fue.



La crisis de octubre.

Si el 18 de octubre de 2019 partió bajo la consigna «No son 30 pesos sino que 30 años» y con ello una revuelta con características de revolución que nadie, ni los opinólogos, ni «ilustradísimos» analistas y menos la mal llamada clase política, visualizó porque este grupo de «notables» solo viendo una parte de la realidad -la que más les acomodaba- desde su zona de confort, les impidió ver lo que estaba hirviendo en una parte de la sociedad más allá de las ideologías, las supuestas intervenciones de «comandos» ultra preparados de Cuba, Venezuela, Irán y de cuanto país se les ocurriera a estos «pensadores» de los círculos de poder, lo cierto -en parte- es que el estallido partió justamente porque se arrastraba y se sigue arrastrando la desconfianza en una clase política que ha usado y abusado de ese poder, que cayó en las garras de la corrupción donde negocios y política son incompatibles pero se hace vista gorda, donde el narco comenzó carcomer las bases, donde la educación está en crisis desde la mentada reforma que lideró la reina de los amarillos, doña Mariana Aylwin Oyarzún, y así suma y sigue, y no se puede olvidar a los juveniles líderes estudiantiles que en ese momento eran parlamentarios y hoy ministros del Estado, apoyaban esta neo-revolución chilena.

Legado.

Han pasado cuatro  años desde 18 de octubre de 2019, incluyendo la  pandemia Coronavirus, dos plebiscitos rechazaron los proyectos de Nueva Constitución,  y las cicatrices urbanas -en la forma- se dejan ver principalmente en el viejo centro de la ciudad de Santiago de Chile, que se muestra raído, sucio, maloliente -como es el centro de Valparaíso- incluso comparable a  la miserable capital de Haití, Puerto Príncipe.

Las calles y los paseos peatonales con tiendas una al lado de otra hoy en un porcentaje importante están desocupadas, hace meses e incluso años; las talladas puertas de madera de la decena de iglesias del centro y otros edificios siguen cubiertos con latones para evitar ser quemadas como ocurrió en muchos templos y edificios -por los manifestantes- por ser símbolos del poder y del «sistema»; así el centro de Santiago es una ruinosa muestra del 18-O de 2019 y cuyo símbolo es lo que fue el orgullo de la capital, la Plaza Baquedano que se transformó en la «bastilla» chilena.

Éxodo de Oficinas, y establecimientos comerciales

Además de desaparecer el monumento al general  Baquedano, han y siguen desapareciendo locales comerciales, oficinas de  profesionales, las sedes o sucursales  de bancos comerciales; las sedes de las grandes empresas,  han comenzado a mudarse a la zona oriente de la capital o la ciudad empresarial.

Por consecuencia de 18-O, el centro  está siendo repoblada por inmigrantes extranjeros, cadenas de ópticas, tiendas de comidas y accesorios para mascotas, salones de belleza exprés, y tiendas chinas. 

El centro de Santiago literalmente se ha marchitado sobre sus ruinas. Al caer la tarde noche la desolación es total y emerge la prostitución controlada por «piquetes» de extranjeras, que desafiando todas las medidas sanitarias, se ofrecen en Plaza de Armas y todo el radio contiguo. 
Un poco más al norte -Mercado Central- el panorama no es muy distinto: comercio callejero especializado en ropa de marca falsa vendidas principalmente por decenas de haitianos, que en el Puente Recoleta venden cachureos y desechos. Junto a este panorama remece ver las puertas y vitrinas tapiadas con latones para evitar saqueos, turbazos e incendios.



En el pasado  han quedado las tiendas como existían Gucci, Hermes, y otros establecimiento comerciales por el estilo;  los salones de té, los cines, los restaurante de mantel largo, etc.

Los locales comerciales ubicadas en los paseos peatonales de Ahumada, Bandera y Estado, y en galerías comerciales en su momento los locales comerciales mas caros de la ciudad, hoy están cerrados, saqueados, destruidos, tapiados, en proceso de venta o en arriendo; En síntesis están depreciados como inmuebles.

Santiago centro da miedo.

Una Plaza de Armas secuestrada por la prostitución, la delincuencia y la inmigración irregular. Esa misma que ocupa plazas y bulevares con carpas, que llena de cocinerías y comercio ilegal calles y paseos. 
Los muros rayados promueven mil y una causas revolucionarias. Los establecimientos educacionales emblemático de ciudad, como Instituto Nacional y Liceo 1º de niñasdejaron de ser centros de excelencia académica que atraían a los mejores alumnos; hoy son focos de terrorismo, vandalismo, desmanes y excesos. La hediondez de urbe se percibe desde lejos: olor a orines y fecas.

Los edificios de oficinas parecen cascarones semivacíos, las empresas y la mayoría de los profesionales  que antes tenían allí sus sedes institucionales o profesionales arrancan hacia el oriente de la ciudad o la ciudad Empresarial en comuna de Huechuraba. La estampida es generalizada: el que puede huir, lo hace sin dudarlo. Solamente el Banco de Chile conserva su sede por  razones simbólicas en el paseo Ahumada.

El centro esta  muriendo como el centro economico y financiero  de Urbe. Lo corroe desde hace años un cáncer cruel que en el último tiempo ha hecho metástasis terminal.

Las autoridades publicas contemplan la decadencia, la comentan y la denuncian, pero hacen poco o nada por revertirla. Santiago centro desfallece ante la indiferencia y la desidia. La alcaldesa Irací Hassler luce impotente, desganada, como si estuviera ideológicamente convencida de que la ciudad debe caminar hacia el cadalso. Ella no es la única responsable de esta crisis larga, pero sí de que hoy el daño se profundice. Juega al comprahuevos con el gobierno: el municipio y el Ejecutivo se pasan la pelota uno a otro.
Si alguien quiere saber qué ocurre cuando el control desaparece, debe visitar el centro. La autoridad no quiere/puede/sabe recuperar un lugar donde hoy reinan la impunidad y la ley del más fuerte. Mientras peor se pone la cosa, más abandonado a su suerte queda el centro. Santiago gime y nadie escucha.

Estado el único salió ganando.

Después del desastre del 18 de octubre y sus consecuencia, el centro de Santiago, solo quedo como un centro administrativo y politico de Estado de Chile, y del Gobierno Regional;  El sector publico es el único que  esta aprovechando de esta crisis, comprando los edificios de oficinas para instalar su burocracia
. En conclusión el centro dejo de ser el centro comercial, economico y financiero de la urbe para siempre.



1 comentario:

  1. El gran tata donó una gran cantidad libros de su biblioteca privada, a los buenos alumnos de la universidad Bernardo O Higgins.

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