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sábado, 30 de diciembre de 2017

486.-Biografia y frases de José Martí.-a

Monumento a Marti


José Martí Pérez (La Habana, 28 de enero de 1853-Dos Ríos, 19 de mayo de 1895) fue un poeta y político cubano. Político republicano democrático, ensayista, periodista y filósofo, fue fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba, durante la que murió en combate. Se le ha considerado el iniciador del modernismo literario en Hispanoamérica.

Biografía.

Nació en La Habana el 28 de enero de 1853.  Su padre era Mariano Martí, natural de la ciudad española de Valencia, y la madre Leonor Pérez Cabrera, de Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias. Pasó una breve parte de su infancia en Valencia (de los 4 a los 6 años) antes de que la familia regresara a Cuba.
En 1866 se matriculó en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresó también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana.

El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema dramático Abdala. A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto.
Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza. Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en Cuba.

Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México. Allí se casó con la cubana Carmen Zayas-Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la Guerra de los Diez Años, se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.
Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país.
Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, se incorporó a una nueva intentona que daría lugar a la definitiva Guerra de la Independencia (1895-1898). Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia Cuba, pero fue abatido por las tropas realistas en 1895; contaba cuarenta y dos años. Junto a Simón Bolívar y José de San Martín, José Martí es considerado uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.

La poesía de José Martí.

Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.
Escritos en su mayor parte en 1882, los poemas de Versos libres no vieron la luz hasta su publicación póstuma en 1913, muchos años después de su muerte. El propio Martí calificó esos versos de "endecasílabos hirsutos, nacidos de grandes miedos, o de grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o de amor doloroso a la hermosura".
El tono fuerte y áspero de este volumen, por el que Martí proclamaba su propia preferencia, impresionó vivamente a Miguel de Unamuno, cuyos juicios serían el punto de partida de la valoración de la obra. Su fuerza vibratoria, tanto formal como en los contenidos, se hace evidente en composiciones como "Poética", "Mi poesía" o "Cuentan que antaño", en las que se sirvió de un lenguaje vigoroso y oscuro, por momentos incluso pasional.

La poesía de José Martí se funda en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Los poemas de Ismaelillo (1882), libro dedicado a su hijo, son un ejemplo de ello: la debilidad y la inocencia del niño son su fuerza.
En Versos sencillos (1891), José Martí expresa el sentimiento que le despierta la alegría de la naturaleza y el mal de la civilización. El sufrimiento y el temor al paso del tiempo también fueron elementos frecuentes en su lírica, donde se advierte un acercamiento al romanticismo que muchos críticos han considerado superior al de otros de sus contemporáneos. En A mis hermanos muertos el 27 de noviembre (1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha.

Obra en prosa.

Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El Latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales. Entre sus obras dramáticas destacan Abdala (1869), drama simbólico en un acto y en octosílabos, La Adúltera (1873) y Amor con amor se paga (1875), también en verso y estrenado en México.
La prosa de Martí se vio influida por la obra del norteamericano Ralph Waldo Emerson, para quien la palabra debía ser tan elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso. Era consciente, como acaso sólo lo fueron los modernistas inmediatamente posteriores a él, de todas las posibilidades del lenguaje, y consideraba que sus recursos estaban íntimamente ligados a las cualidades humanas del pueblo, que en última instancia era quien los inventaba.
Tanto la prosa como la poesía de Martí resultan inseparables de su biografía; él mismo declaró que eran parte indiscutible de su máxima preocupación, que no era otra que la política. Personalidad optimista, sus opiniones sobre el hombre, la poesía o la sociedad son aspectos que aparecen en sus obras al servicio de unas concepciones que tenían siempre al ser humano como centro. A largo plazo su objetivo era la mejora de la humanidad, pero a corto plazo lo era la liberación de Cuba, a la que dedicó todos sus esfuerzos.

Por ello, su producción en prosa fue en su mayor parte funcional, como sus ensayos sobre Simón Bolívar, José de San Martín o el general José Antonio Páez, en relación a los héroes del pasado, y sobre el general Máximo Gómez, Walt Whitman o Ralph Waldo Emerson entre los contemporáneos; en tales textos, que constituyeron lo mejor de su prosa, exaltó las cualidades de personajes que admiraba. Dentro de la primera edición de sus obras completas, el volumen titulado Norteamericanos reunió póstumamente sus estudios sobre figuras del norte; otros dos volúmenes, bajo el título Nuestra América, contienen los trabajos de Martí consagrados a estudiar aspectos de la vida, la cultura y la historia de la América hispana. En ellos expresó su mensaje americanista y resumió su precursora teoría de la debilidad de las naciones hispánicas, en las que existía un enorme abismo entre las clases dirigentes e intelectuales y el pueblo.
Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871), reflejo de gran fuerza lírica de su condena a trabajos forzados en el que denuncia las penurias que sufrían los independentistas. Cabe destacar también La República Española ante la Revolución Cubana (1873) y Cuba y los Estados Unidos (1889), refutación de los ataques de la prensa norteamericana a los patriotas cubanos, así como El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.
También fundó una revista para niños, La Edad de Oro (1889), publicada en Nueva York y en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra. Íntegramente redactada por Martí, esta publicación muestra una serie de aspectos de su personalidad y constituye también una demostración de cómo supo anticiparse a muchas conquistas de la pedagogía moderna: una vez más, puso de relieve en esos escritos su preocupación por las normas de justicia y dignidad humanas, que debían cultivarse en el niño desde su más tierna edad.

José Martí colaboró a lo largo de su vida en innumerables publicaciones de distintos países, como La Revista Venezolana, La Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México

Sus Obras completas (que en la edición de 1963-1965 constan de veinticinco volúmenes) incluyen asimismo un nutrido epistolario (sus cartas, también reveladoras de su singular personalidad, han merecido excepcionales comentarios) y numerosos discursos, muchos de ellos dedicados a enardecer el sentimiento patriótico de los cubanos que radicaban como él en la emigración, llamándolos al esfuerzo común gracias al cual se lograría la independencia de la patria.

Visión política.

Su visión política era un liberal clásico y demócrata. Además, su obra política y de propaganda muestra estas tres prioridades: la unidad de todos los cubanos como nación en el proyecto cívico republicano de postguerra; la terminación del dominio colonial español; y evitar expansiones estadounidenses y españolas. Es casi unánime la información sobre su gran capacidad de trabajo y frugalidad, lo que, siendo evidente, junto a su palabra persuasiva, le valió reconocimiento por la mayoría de sus compatriotas.

Pensamiento religioso.

José Martí no asume una posición antirreligiosa, sino que hace críticas a las religiones establecidas, por sus desviaciones, por el abandono en un momento de su desarrollo histórico de los principios que la originaron y de los fundamentos de la religiosidad.

Un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud. Las injusticias humanas disgustan de ella; es necesario que la justicia celeste la garantice.

Habiendo recibido Martí una educación religiosa fue capaz de darse cuenta y profundizar en las diferencias estimadas por las distintas religiones, logró demostrar a través de su propia experiencia lo necesario de la conciencia, la razón y la voluntad, elementos que relaciona con claridad en la actuación del hombre en la vida, la que siempre concebía relacionada con la honradez, la justicia y los sentimientos humanos. Las convicciones religiosas las veía con agrado cuando estaban en defensa de los aspectos expresados anteriormente, todo lo que fomentara su limitación y desarrollo constituían un elemento de freno al pensamiento sano y creador del hombre.

Pensamiento pedagógico.

Martí concibe el modelo educativo con una función social transformadora de las condiciones socioculturales y económicas de la población en general. ial. Estos procesos requieren ser tomados en cuenta en las modalidades educativas formal o no formal.

Influencia de Martí

Su influencia en los cubanos es grande. En general es considerado por sus compatriotas como el principal modelador de la nacionalidad cubana tal como la conocemos hoy. Su prestigio se refleja en los títulos que popularmente se le conceden. «El apóstol de la independencia», «el maestro», «héroe nacional», son los más usados.
José Martí es considerado además el precursor del modernismo en Latinoamérica, un movimiento literario que explotaría en la región con Rubén Darío. Esto se observa especialmente en el prólogo que escribe en sus Versos libres, donde defiende el valor de la originalidad de la poesía nacida de las entrañas ("Éstos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados.") frente al metodismo de los poetas anteriores.
 

Retrato 

Este articulo  tiene 425 frases de José Julián Martí Pérez

Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.
El amor, Madre, a la Patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas 
Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro 
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
...amor cuerdo, no es amor...

Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad 
Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal.
El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras. 
El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo. 
El arma es para herir, y la palabra para curar las heridas. 
Para la patria nos levantamos. Es un crimen levantarse sobre ella. 
Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre. 

Hacer es la mejor manera de decir. 
Haga hombres, quien quiera hacer pueblos.
Haga cada uno su parte de deber, y nada podrá vencernos.
Debe de andar triste por dentro el corazón de quien ayuda a oprimir a los hombres. 

El vanidoso mira a su nombre; y el hombre honrado a la patria. 
Hay que prever, y marchar con el mundo. La gloria no es de los que van para atrás, sino para adelante.
Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene. 
La fama es un mito inútil 
La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.

La ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a la ignorancia. 
La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre. 
El dar la vida sólo constituye un derecho cuando se la da desinteresadamente. 
La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía. 

La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. 
La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura.
Se hacen versos de la grandeza, pero sólo del sentimiento se hace poesía. 
(...) la sociedad es un libro muy delicado, no hay que lastimar sus hojas al estudiarlo.
Hay un cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria. 

La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla. 
Pueblo que se somete, perece. 
Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él. 
(...) lo que importa no es el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente. 
Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él. 
A mayor atrevimiento, mayor honra. A la larga todo el pueblo saca ventaja, por la fama que asegura y respeto que inspira, de haber sido heroico... así como queda para befa y mote cuando tarda en serlo. 

Si de algo serví antes de ahora, ya no me acuerdo: lo que yo quiero es servir más.
Al placer se despiertan los hombres solos. Al deber ha de haber quien les toque en la puerta todos los días. 
Las etapas de los pueblos no se cuentan por sus épocas de sometimiento infructuoso, sino por sus instantes de rebelión.
No yerra quien intenta componer un pueblo en la hora en que aun se lo puede; sino el que no lo intenta. 
Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos. [...] Conocer es resolver. 
Sólo perdura y es para bien, la riqueza que se crea, y la libertad que se conquista con las propias manos.
Ser culto es el único modo de ser libre. 

Un pueblo que entra en revolución no sale de ella hasta que no se extingue o la corona. 
Dennos al menos para resucitar todo el tiempo que nos dieron para morir. ¡Pero no necesitamos tanto! 
El abono puede traerse de otra parte, pero el cultivo ha de ser de acuerdo al suelo
Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos mas cerca, y en que nos tocó nacer.
Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado.

Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen. 
El amor, Madre, a la Patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas.

No hay más que un modo de vivir después de muerto. Haber sido un hombre de su tiempo o un hombre de todos los tiempos. 
La felicidad tiene garantía sólida en el concepto de independencia y dignidad humano. 
Patria es humanidad. 
Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben. 
Los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia nada construyen, porque sus simientes son de odio. 

Todo hombre verdadero debe sentir en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de otro hombre. 
Todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas. 
Toda la Gloria del Mundo cabe en un grano de maíz. 
Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender. 
El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino! 
La crítica es el ejercicio del criterio: destruye los ídolos falsos, pero conserva en todo su fulgor a los dioses verdaderos. 
Toda la vida es deber. 

Ver con calma un crimen es cometerlo.
(...) ¡la mordaza que se pone en la boca ajena se vuelve esposas para las propias manos!
Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas.
En revolución, los métodos han de ser callados; y los fines, públicos. 
Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo. 
Toda madre debiera llamarse Maravilla.

La Patria es ara, no pedestal. 
Los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho y las lágrimas en los ojos; y les haga el supremo bien de sentirse generosos. 
El primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo. 
De América soy hijo y a ella me debo. 
Dígase Hombre y ya se han dicho todos los derechos. 
Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas. 


Estatua de José Martí en el Parque Central

 

Pero mientras haya obra que hacer; un hombre entero no tiene derecho a reposar. Preste cada hombre sin que nadie lo regañe el servicio que lleve en sí. 
En los pueblos libres, el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.
Tengo bajo el cielo vasto un mundo nuevo.

Hemos de poner la justicia tan alta como las palmas. 
¡Y entre pueblos hermanos, todas las flores deben abrirse el día del abrazo primero del amor! 
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud... 
El hombre que clama vale más que el que suplica (...) Y los derechos se toman, no se mendigan. 

Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es necesario. 
Ahora todos los pueblos del mundo se conocen mejor y se visitan... 
El lenguaje común tiene de base el estudio del mundo, legado de padres a hijos, en máximas finas, y la impresión pueril primera.
La patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se le sirve, pero no se la toma para servirse de ella.
(...) cuando se tiene los ojos fijos en los alto, ni zarzas ni guijarros distraen al viajero de su camino; los ideales enérgicos y consagraciones fervientes no se merman en un ánimo sincero por las contrariedades de la vida.
Vivi en el monstruo, y le conozco las entrañas.

Yo sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento.
Para mí la Patria nunca será triunfo, sino agonía y deber. 
Quien piensa en sí no ama a la Patria. 
¡Grande es la palabra cuando cabalga en la razón! Penetra entonces más que la más larga espada. 
El lenguaje es humo cuando no sirve de vestido al sentimiento generoso o a la idea eterna. 
El deber de un hombre está allí donde es más útil. 

Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro.
Todo lo que divide a los hombres es un pecado contra la humanidad.  
¡A la obra, todos a la vez, y tendremos casa limpia!
A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces. 
Independencia es una cosa, y revolución es otra.

No se llame hombre quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres.
El mundo entero va ahora como moviéndose en la mar, con todos los pueblos humanos a bordo, y del barco del mundo, la torre es el mástil! Los vientos se echan sobre la torre, como para derribar a la que los desafía, y huyen por el espacio azul, vencidos y despedazados.
Pero los pueblos de ahora crecen más de prisa, porque se juntan con los pueblos más viejos, y aprenden con ellos lo que no saben; no como antes, que tenían que ír poco a poco descubriéndolo todo ellos mismos.

La libertad es la tiranía del deber 
...pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante. Con todos y para el bien de todos. 
El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos. 
(...) los pueblos todos de la Tierra se juntan, en clarísimo espacio, por todas partes matizado -como por lenguas de gozo- de banderas, a celebrar la unión de los mares. 

Por toda nuestra América empieza a mostrarse el deseo -como si ya hubiese comenzado a cuajar el alma continental- de conocer, por sus raíces y desarrollo, la composición de los pueblos americanos.
Todos los pueblos tienen algo inmenso y majestuoso y de común, más vasto que el cielo, más grande que la tierra, más luminosos que las estrellas, más ancho que el mar: el espíritu humano. 
(...) la creación de un archipiélago libre donde las naciones respetuosas derramen las riquezas que a su paso han de crear sobre el crucero del mundo.

Así, en el goce continuo de aquel mundo ordenado y hermoso, nace, a despecho de las turbulencias de la vida, la felicidad que hace al hombre bueno. 
Los pueblos, hombres magnificados, como los hombres tienen su edad de predominio de imaginación, y de predominio de razón. 
En todo gran escritor hay un gran pintor, un gran escultor y un gran músico. 
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud.
Ahora todos los pueblos del mundo se conocen mejor y se visitan. 
En los pueblos libres, el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular. 

Los pueblos no se unen sino con lazos de fraternidad y amor. 
La mesa del mundo está en los Andes. 
Tengo bajo el cielo vasto un mundo nuevo.
Es la nueva poesía, que anuncia el mundo nuevo. 
Escasos. Como los montes, son los hombres que saben mirar desde ellos, y sienten con entrañas de nación, o de humanidad.

Todo hombre tiene un poco de león y quiere para si en la vida la parte del león, que se queja de la opresión ajena pero apenas puede oprimir, oprime. Clama contra monopolio ajeno, pero apenas puede monopolizar, monopoliza. No en balde cuando el libro de los hebreos quería dar un nombre a un varón admirable, lo llamaba un justo. No desearlo todo para si quitarse algo de si para que toquen igual parte, todos, es valor que parece heroico. A juzgar por el escaso número de los que dan prueba de el. 

O la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio integro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio integro de los demás, la pasión, en fin por el decoro del hombre, o la república no vale una lagrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestro bravos. 

La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila y su batalla preparada. 

El amor es superior a la amistad en que crea hijos. La amistad es superior al amor en que no crea deseos, ni la fatiga de haberlos satisfecho, ni el dolor de abandonar el templo de los deseos saciados por los deseos nuevos. 
Los que no tienen el valor de sacrificarse han de tener a lo menos el pudor de callar ante los que se sacrifican, o de elevarse en la inercia inevitable o en la flojedad, por la admiración sincera de la virtud que no alcanza. Debe ser penoso inspirar desprecio a los hombres desinteresados y viriles.

(...) Para estudiar las posibilidades de la vida futura de los hombres, es necesario dominar el conocimiento de las realidades de su vida pasada (...) no se puede predecir como progresará el hombre, sin conocer como ha progresado.
La Tierra tiene sus cráteres; la especie humana, sus oradores. 
La palabra hablada, además, funde a los hombres mejor que la palabra escrita. 

La razón es nuestro escudo.
No hay como pensar firmemente para hablar elocuentemente. 
Lo que esté definido en el juicio, será de seguro bien puesto en los labios. 
El espíritu humano es la única Retórica que debe estudiar el orador. 
¿Debemos los hombres juiciosos contentarse con grandeza formal, externa y aparente de los sistemas, o estudiarlos sinceramente en su agencia, funciones y resultados?
Unos tienen ojos para los lunares, y cuando ven cosa bella, airados de que lo sea, buscan coléricos la mancha o defecto y gozan cuando la hallan –que son las almas ruines. 

Hombre es el que le sale al frente al problema, y no deja que otros le ganen el suelo en que ha de vivir y la libertad de que ha de aprovechar. Hombre es quien estudia las raíces de las cosas. 
El lodo resbala sobre el mármol: el diente resbala sobre el mármol: las estatuas de polvo se caen solas por tierra. Guiar es prever. El débil se aturde por lo superficial: el fuerte le ve las entrañas al enemigo y da sobre ellas. De canijos o necios es ver venir la dificultad y no prepararse para ella. 
Surgen los estadistas naturales del estudio directo de la naturaleza (...) Los oradores comienzan a ser sobrios. 
La manera de decir realza el valor de lo que se dice. 

Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal. 
Es que cuando ya nos ahoga, se hace preciso cortar el lazo que no sabe aflojarnos a tiempo. 
La libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía. 
(...) de mudo no peca el pueblo americano, que de la Naturaleza misma tiene la elocuencia.
Peleamos en Cuba para asegurar, con la nuestra, la independencia hispanoamericana. 

Los fuertes, prevén, los hombres de segunda mano esperan la tormenta con los brazos en cruz.
En la cruz murió el hombre un día: pero se ha de aprender a morir en la cruz todos los días.
Lo que está definido en el juicio, será de seguro bien puesto en los labios.
Las naturalezas americanas, necesitan de que lo que se presente a su razón tenga algún carácter imaginativo; gustan de una locución vivaz y accidentada; han menester que cierta forma brillante envuelta lo que es en su esencia árido y grave. No es que las inteligencias americanas rechacen la profundidad: es que necesitan ir por un camino brillante hacia ella. 

¿Y por qué no se ha de usar de la tribuna para decir en ella una verdad útil, aunque no sea estrechamente pertinente al objeto del debate? 
Del peso de la idea requiebran las frases.
El arte de escribir ¿nos es deducir? La verba mata sin duda la elocuencia. Hay tanto que decir, que hade decirse en el menor número de palabra posibles: eso sí, que cada palabra lleve ala y color. 
La oratoria es don del clima en América (...) La tribuna necesita el torrente; toda la luz del fuego sacro; y todas las potencias de la revolución. En el cielo la tempestad es más elocuente que el arco iris: en la tierra el mar es más vigoroso que el arroyo.

Yo voy sembrándote por doquier que voy, para que te sea amiga la vida. Tu cada vez que veas la noche oscura o el sol nublado piensa en mi. 
Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes. 
Sigo mi labor, más pura. Madre mía, que un niño recién nacido, limpia con una estrella, sin mancha de ambición, de intriga o de odio. 
La capacidad de ser héroe se mide por el respeto que se tributa a los que lo han sido. 

Donde escribió, grabó. Donde censuró, curó. Lo que imitó, realizó. Desconfió de sí mismo y amó puramente. He ahí un epitafio. 
La oratoria debe ser: ora acre; como la voz de la sátira; ora patética, como el dolor; detonar como el truno, sacudirse como los esclavos, transmitir e insuflar su propio espíritu, y ser, ya medio alígera de fuego, ya desmayada voz de llanto. 
La intuición se ha convertido en inteligencia; los hijos de la revolución se han hecho hombres. 

Orador, arrastro; poeta, sedujo. 
Para rendir tributo, ninguna voz es débil; para ensalzar a la patria, entre hombres fuertes y leales, son oportunos todos los momentos. 
Como la lava, salen del alma las palabras que en ella se crían; salen del alma con fuego y dolor. Horas después, aún chispea el discurso y resplandece, y se le puede tomar vivo, en los surcos que abrió. 
¡Muerte! ¡Muerte generoso! ¡Muerte amiga...! ¡Seno colosal donde todos los sublimes misterios se elaboran; miedo de los débiles; placer de los valerosos; satisfacción de mis deseos; paso oscuro de los restantes lances de la vida; madre inmensa! 

son las lidias de los Parlamentos con simulacros de batallas, y boxeo con guantes, en que, a la par que se hace vacilar y bambolear al adversario, se le da cortésmente, por miedo de que, montado en ira, desnude la mano, y dé con ella recio, y porque en esta mezcla de creencias que lleva a los hombres a comenzar en sus adversarios, o a parar en ellos, todo hombre sabe que golpea un tanto de sí (...), y da suavemente. 
La paciencia es la dote de los fuertes. 
Las esferas no vienen hacia nosotros, es preciso ir a las esferas. 
A fuerza de igual en el mérito hay que hacer desaparecer la desigualdad en el tamaño.


retrato

Sólo se empieza a poseer la vida cuando vaciamos sin reparo y sin tasa, en bien de los demás la nuestra. 
El justo de la tierra no comprende la injusticia en quien ha de encaminarlo y dirigirlo.
El primer trabajo del hombre es reconquistarse, urge devolver los hombres a si mismos. 
El tesón y la unidad de una obra sólo son inteligibles para quienes sean capaces de ella. Es el estigma de la pequeñez ajena. 
Cuando se sirve bien a la Patria se tiene en todas partes muchos amigos viejos.
Trae cada raza al mundo su mandato, y hay que dejar la vía libre a cada raza.
Los flojos respeten, los grandes adelante; esta es una tarea para grandes. 

Todo está dicho ya pero las cosas, cada vez que son sinceras son nuevas. 
No dudes hombre joven. No niegues hombre terco. Estudia y luego cree. 
Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas. 
Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad. 
Nadie tiene derecho a dormir tranquilo mientras haya un hombre infeliz. 
Sobre la tierra no hay más que un poder supremo, la inteligencia humana. 

La urbanidad de la forma no se excluye la vehemencia en las convicciones. 
Corresponde a los más bravos el derecho a llevar la bandera al combate. 
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta. 

La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. 
No ¡La vida humana no es toda la vida! La tumba es vía y no término. 
No hay más que una gloria cierta: y es la del alma que está contenta de sí. 
Si se es honrado y se nace pobre, no hay tiempo para ser sabio. Y ser rico. 
Para mí la crítica no ha sido nunca más que el mero ejercicio del criterio. 

El Partido existe, seguro de su razón, como el alma visible de Cuba. 
El mejor ciudadano es el que cultiva una extensión mayor de tierra. 
No mata el no aprender, sino el no sentir orgullo que se ha aprendido. 
El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos (...) es en mi fanatismo. 
Se sale de la tierra tan contento cuando se ha hecho una obra grande. 

El hombre no ha de descansar hasta que entienda todo lo que ve. 
La idea se abre paso y deja en el ara de la Patria un libro inmortal. 
El derecho mismo, ejercitado por gentes incultas, se parece al crimen. 
Amigo es como ser de nuestro ser, como continuación de sí mismo. 
Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre. 

El hombre ama verdaderamente o ama preferentemente lo que cree. 
Los amigos exagerados son los mayores enemigos.
Ya no se perderá el tiempo en ensayar; se empleará en vencer.
El primer peldaño es nuestra unión sólida. 
En tiempos científicos sólo deben existir universidades científicas. 

Que se marque al que no ame, para que la pena lo convierta. 
La pobreza pasa, lo que no pasa es la deshonra. 
Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre. 
El gran arte de enseñar es saber fingir lo que no se enseña.
Los libros sirven para cerrar las heridas que las armas abren. 

Todo debe sacrificarlo a su país un patriota sincero. 
Saber lo que fue, porque lo que fue está en lo que es. 
Ustedes ven sólo la atmósfera; nosotros vemos el subsuelo.
Se afirma el pueblo que afirma a sus héroes.
Amo y venero cuanto sacrificio respetable se hace ante mí. 

La dificultad es grande y los que han de vencerla también. 
La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla. 
No graba cincel alguno como la muerte los dolores en el alma.
No ha de temerse la sinceridad, sólo es tremendo lo oculto
Culminan las montañas en pico y los pueblos en hombres.
Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra.

Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás. 
La educación empieza con la vida, y no acaba sino con la muerte.
Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender. 
Lo justo, a veces, por el modo de defenderlo, parece injusto. 
Yo soy como las abejas, que trabajan mucho más en verano. 

Para mi la patria, no será nunca triunfo, sino agonía y deber.
Sobre cada hombre debe pesar la carga de todo el universo. 
Es necesario elevarse como los montes para ser vistos de lejos.
Para rendir tributo, ninguna voz es débil.
Una escuela es una fragua de espíritus

La victoria está hecha de cesiones. 
Reproducir no es crear y crear es el deber del hombre. 
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos. 
Hay que equilibrar el comercio, para asegurar la libertad

Perdonar es vencer. 
Pensar es servir.
El que nada quiere para si dirá siempre la verdad. 
De una patria, como de una madre, nacen los hombres.
El hombre cree en el trabajo que sale de sus manos. 

El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla. 
Siglos tarda en crearse lo que ha de durar siglos. 
Honrar a la patria es una manera de pelear por ella. 
La sangre de los buenos, no se vierte nunca en vano.
El pueblo que quiere ser libre, sea libre en negocios.

Ha de ser limpia la casa, y la conducta.
Todo el que deja hacer lo que es capaz de hacer, peca.
Todas las grandes ideas tienen su gran Nazareno
Toda la Gloria del Mundo cabe en un grano de maíz.
Los apasionados son los primogénitos del mundo. 

Lo que es está en lo que fue. 
En los cubanos puede más la virtud que la fatiga. 
Los apasionados son los primogénitos del mundo.
La mujer de instinto divisa la verdad y la presiente.
Esparcir el amor por la belleza en mejorar hombres. 

Enseñar, es lo mas bello y honroso del mundo.
Un grano de poesía sazona un siglo. 
El mundo es fuerte y bello por los amigos. 
Todo es gozo cuando se pelea por la luz del mundo. 
A las estrellas no se sube por caminos llanos. 

El silencio es el pudor de los grandes caracteres. 
Juntarse: esta es la palabra del mundo. 
Del pecho más oscuro saldrá a triunfar la gloria.
Amar no es más que el modo de crecer.
Aplazar no es nunca decidir

Dondequiera que el hombre se afirma, el sol brilla. 
El deber ha de cumplirse sencilla y naturalmente. 
El dolor es la sal de la gloria.
El hombre sincero tiene derecho al error. 
El pueblo que vende manda, el que compra sirve..

Enseñar, es lo mas bello y honroso del mundo. 
Es profanación el vergonzoso olvido de los muertos.
Este es tiempo virtuoso y hay que fundirse en él.
Gobernar no es más que prever.
Hombres recogerá quien siembre escuelas. 
La belleza en lo que nos rodea ayuda a la vida. 

La grandeza está en la verdad y la verdad en la virtud. 
La honra puede ser mancillada 
La justicia puede ser vendida 
La práctica sesuda se impone a la teoría ligera. 
La vida es aun un torneo. 
Sin alteza de ideas nadie aspire al respeto común.

Sufrir es más que gozar: es verdaderamente vivir.
Toda muerte es principio de una vida. 
Todo puede ser desgarrado.
Sólo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre. 

Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar 
Yo soy un hombre sincero. 
¡La esclavitud de los hombres es la gran pena del mundo! 
¡Yo soy bueno, y como bueno moriré de cara al sol! 

El estudiantado es el baluarte de la libertad y su ejército más firme. 
(...) cuando no hubiera hombres se levantarían las piedras para luchar por la libertad de nuestra patria. 
Azuzar es el oficio del demagogo y el del patriota es precaver. 
Oh, que dulce es morir cuando se muere luchando audaz por defender la patria! 
Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas.



Poseer inteligencia no es más que el deber de emplearla honestamente. 
La hermosura es un derecho natural. 
Amar: he aquí la crítica. 
Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu sin amor, no puede ver. 
La generosidad congrega a los hombres, y la aspereza los aparta.

Un canto hermoso es una buena acción. 
Creo que la crítica es el examen; sin que obligue a la severidad no a la censura.
Un objeto bello me conforta como un bálsamo. 
El elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta de elogio oportuno lo desanima. 
Ser culto es el único modo de ser libre.

Sólo el corazón heroico puede prescindir de la aprobación humana; y la falta de aprobación mina el mismo corazón heroico.
La adulación es vil, y es necesaria la alabanza. 
La música es la más bella forma de lo bello.
La música es el hombre escapando de sí mismo.

La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo. 
El periodista ha de saber, desde la nube hasta el microbio. 
El espíritus presiente; las ciencias ratifican. 
El mundo nuevo requiere la escuela nueva.
Un pueblo instruido ama el trabajo y sabe sacar provecho de él.

Un pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico que otro lleno de vicios, y se defenderá mejor de todo ataque. 
Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás.
Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. 
En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar.
Divorciar al hombre de la tierra, es un atentado monstruoso. 
El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos. 

Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resultado del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es prepara al hombre para la vida. 

Preservad la imaginación, hermana del corazón, fuente amplia y dichosa.
Los pueblos que perduran son los pueblos imaginativos. 
La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin ayuda busca.
Nada sugiere tanta y tan hermosa Literatura como un párrafo de ciencia. 
Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia. 

Nada son los partidos políticos si no representan condiciones sociales. 
A nuestros niños los hemos de criar para hombre de su tiempo, y hombres de América. 
El que ajuste su pensamiento a su forma, como una hoja de espada a la vaina, ése tiene estilo. 
El escritor ha de pintar, como el pintor.
Un hombre que se cultiva, y se levanta por sí propio, es el más alto de los reyes. 

El sacrificio oportuno es preferible a la aniquilación definitiva. 
Fortalecer y agrandar vías es la faena del que escribe.
El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma de gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. 
¡Lo que importa es fundar un pueblo libre, sin enojarse con las zarzas del camino!
Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados.

El mundo es equilibrio, y hay que poner en paz a tiempo las dos piezas de la balanza. 
La independencia de un pueblo consiste en el respeto que los poderes públicos demuestren a cada uno de sus hijos. 
El pueblo, la masa adolorida, es el verdadero jefe de las revoluciones.
El espíritu humano es la única retórica que debe estudiar el orador. 
Orador sin instrucción es palmera sin aire. 
Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero. Las palabras están de más cuando no fundan... 
La fuerza de la oratoria, como la fuerza heroica, está esparcida acá y allá por los pechos de los hombres..

Sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio. 
¡Se sale de la tierra tan contento cuando se ha hecho una obra grande!
La Tierra tiene sus cráteres; la especie humana, sus oradores. Nacen de un gran dolor, de un gran peligro o de una gran infamia. 
El lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea. 

¿Qué es el arte, sino el modo más corto de llegar al triunfo de la verdad? 
La verdad quiere arte.
¡Oh, oratoria, león encendido! 
Las universidades parecen inútiles, pero de allí salen los mártires y los apóstoles. 


Estatua 

Brazos de hermano se ha de tender a los hombres activos y sinceros, que son la única crítica eficaz y la única honrosa en las sociedades que padecen de escasez de verdad y de energía.
Se ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. 
En pie, con los ojos alegres de los trabajadores, se saludan, de un pueblo a otro, los hombres nuevos americanos.

No hay más que dos clases entre los hombres: la de los buenos y la de los malos.
Enoja, oír hablar de clases. Reconocer que existen es contribuir a ellas. Negarse a reconocerlo, es ayudar a destruirlas
Y mientras unos se preparan para deslumbrar, para dividir, para intrigar, para llevarse el tajo con el pico del águila ladrona, otros se disponen a merecer el comercio apetecido, con la honradez del trato y el respeto a la libertad ajena.
La única verdad de esta vida, y la única fuerza, es el amor. El patriotismo no es más que amor. La amistad no es más que amor

Por lo noble se ha de juzgar una aspiración: y no por esta o aquella verruga que le ponga la pasión humana. 
Sólo lo genuino es fructífero. Sólo lo directo es poderoso.
La tumba es vía y no término. La mente no podría concebir los que no fuera capaz de realizar; la existencia no puede ser juguete abominable de un loco maligno. (...) La vida humana sería una invención repugnante y bárbara, si estuviera limitada a la vida en la tierra. 
No hay letras, que son expresión, hasta que no hay esencia que expresar en ellas. Ni habrá literatura hispanoamericana, hasta que no haya Hispanoamérica. 

Basta, para ser grande, intentar lo grande. 
Estrategia es política. 
La masa inculta es perezosa, y tímida en las cosas de la inteligencia, y quiere que la gobiernen bien; pero si el gobierno le lastima, se lo sacude, y gobierna ella.
Los pueblos han de tener una picota para quien azuza a odios inútiles; y otro para quien no les dice a tiempo la verdad. 
Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. 

Los pueblos han de vivir criticándose, porque la crítica es salud; pero con un solo pecho y una sola mente.
No hay odio de razas, porque no hay razas.
La libertad, para ser viable, tiene que ser sincera y plena. 
Los pueblos que no se conocen, han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos.
¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!

Si la república no abre los brazos a todos, y adelanta con todos, muere la república.
Peca contra la humanidad, el que fomente y propague la opresión y el odio de las razas. 
No hay casa en tierra ajena 
Emplearse en lo esteril cuando se puede hacer lo util; ocuparse en lo facil cuando se tienen brios para intentar lo dificil, es despojar de dignidad al talento. 




Juntos pues, de una vez y para siempre. El tiempo falta, el deber es mucho, son hábiles y vigilantes los egoístas y ambiciosos, pues vigilemos nosotros y digamos a la Patria que ya nos unimos y estamos decididos a salvarla. 
Otros lamenten la muerte necesaria: yo creo en ella como la almohada, y la levadura, y el triunfo de la vida. 
La mañana después de la tormenta, por la cuenca del árbol desraigado echa la tierra fuente de frescura, y es más alegre el verde de los árboles, y el aire está como lleno de banderas, y el cielo es un dosel de gloria azul, y se inundan los pechos de los hombres de una titánica alegría. 

La palabra viril no se complace en descripciones espantosas. 
¡Ni es de cubanos, ni lo será jamás, meterse en la sangre hasta la cintura, y avivar con un haz de niños muertos, los crímenes del mundo: ni es de cubanos vivir, como el chacal en la jaula, dándole vueltas al odio! 
Las tumbas tienen por lenguaje las flores de resurrección que nacen sobre las sepulturas. 
A la muerte se la ha de cortejar, con la virtud y el trabajo cordial, como a una amiga hermosa. El que ha visto estallar una flor, ha visto la muerte. 
En la muerte halla el poeta su poesía y el apóstol la libertad. 

Con qué derecho ha de pedir simpatía para sí quien niega las suyas a los otros? 
La palabra ha caído en descrédito, porque los débiles, los vanos y los ambiciosos han abusado de ella. 
La libertad es fruta dulcísima: es la fruta del árbol del trabajo. 
¡Lo que importa no es que nosotros triunfemos, sino que nuestra patria sea feliz!

Crimen es la inteligencia cuando, con cada uso de ella, con la palabra privada como con la palabra pública, con la carta como con el discurso, con el acto como con el consejo, no se emplea sin rezagos de interés propio ni pujos de autoridad confesos u ocultos. 
¡Maldita sea la inteligencia que incapacita a la otra de hacer cundir la obra del corazón! 

He visto, con lágrimas en mis ojos, pasar ante mí la procesión sublime de los ancianos que van por la tierra, con la cabeza descubierta y las barbas al pecho, buscando en vano con el báculo roto la sepultura de sus hijos. 
Todo debe esperarse de un pueblo donde la mujer es virtuosa y el hombre es honesto. 
Un país agrícola necesita una educación agrícola. 
La felicidad es el premio de los que fundan, no de los que se destruyen. 

Cuando el pueblo en que se ha nacido no está al nivel de la época en que se vive; es preciso ser a la vez el hombre de su época y el de su pueblo: pero hay que ser ante todo el hombre de su pueblo. 
Un apetito insaciable de gloria conduce a los hombres al sacrificio y a la muerte; pero un instinto innato los impulsa al ahorro y a la vida.
La libertad no es una bandera a cuya sombra los vencedores devoran a los vencidos y los abaten con su rencor infatigable
La libertad es una loca robusta, que tiene padre, el más dulce de los padres, el amor; y una madre, la más rica de las madres, la paz.

...los brazos de las madres son cestos floridos. 
El alma emana, igual y eterna, de los cuerpos diversos en forma y en color. 
El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país.
Los que no tienen fe en su tierra, son hombres de siete meses. 
Los hombres naturales han vencido a los letrados artificiales. 
Los hombres naturales han vencido a los letrados artificiales. 

Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador. 
En pueblos compuestos de elementos cultos e incultos, los incultos gobernarán, por su hábito de agredir y resolver las dudas con su mano, allí donde los cultos no aprendan el arte del gobierno. 
En la carrera de la política habría de negarse la entrada a los que desconocen los rudimentos de la política. 
En el periódico, en la cátedra, en la academia, debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país. 
Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías. 

Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. 
Viene el hombre natural, indignado y fuerte, y derriba la justicia acumulada en los libros, porque no se la administra en acuerdo con las necesidades patentes del país. 
Las repúblicas han purgado en las tiranías su incapacidad para conocer los elementos verdaderos del país, derivar de ellos la forma de gobierno, y de gobernar con ellos. 
Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear, es la palabra de pase de esta generación.

La política es un arte muy delicado y complejo. 
La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie.
La caridad es nuestro corazón. 
El que tacha a los demás de no fundar, ha de fundar. 
De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento. 

No se puede hacer grandes cosas sin grandes amigos. 
Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir. 
Lo que el enemigo ha de oír, no es más que la propia voz de ataque. 
Nada hay que cautive tanto el ánimo como una convicción noblemente tenida, honradamente dicha, libre y concienzudamente expuesta. 
Las causas no necesitan solamente razón: necesitan razón y cortesía, derecho y mesura.
El trabajo es el sol y el aire de la libertad. 

No se ha de permitir el embellecimiento del delito, porque es como convidar a cometerlo. 
La más humilde compañía es honra suficiente, cuando con ella se sirve el deber difícil por otros desamparados.
¡Para los hijos, que nos vuelven locos y ambiciosos, y nos ponen en el corazón la embriaguez del vino, y en las manos el arma de los conquistadores!¡Para ellos, oh, para ellos, todo nos parece poco! 
Los libros consuelan, calman, preparan, enriquecen y redimen.

 



Retrato de josé marti en moneda de 5 peso cubanos 

(1853-1895), político, filósofo, escritor, pensador y periodista destacado del siglo XIX, de nacionalidad cubana. Formó parte de la creación del partido revolucionario de  Cuba, en su lucha por la independencia del mismo país.
-Un hombre lleno de egoísmo, es un hombre delincuente.
-El hombre ama la libertad, aunque no sepa su amor por ella. Su vida es impulsada por la misma y se aleja de donde la libertad no existe.
-El solo principio de las profundidades de una cueva, con seguridad llega a ser más poderoso que todo un ejército.

-La felicidad si existe en la tierra y se obtiene por el ejercicio sensato de la razón y la serenidad, el conocimiento de la armonía plena del universo, y la práctica frecuente de la generosidad.
-Aquel que recibe dinero con el fin de administrarlo en beneficio de su dueño, y lo usa para su propio interés o contra los deseos de su legítimo dueño, es un ladrón.
-La votación es el beneficio más delicado que cualquier otro, ya que se pone en juego no solo los intereses del votante, también esta implicada su vida, honor y futuro.
-Solamente aquellas personas que difunden la traición, el odio y la muerte, por rencor a la prosperidad y la paz de otros, no merecen compasión.

-Algunos hombres muy famosos, aquellos de mucha conversación y pocos hechos, pronto desaparecen. La acción es la dignidad de la grandeza.
-La Libertad es el derecho que tiene todo hombre a ser honesto, a pensar y hablar sin temor a ser juzgado y sin hipocresías.
-El encanto no es más que un  producto de todo lo inesperado.
-Usar solo para nuestro único y exclusivo beneficio lo que no nos pertenece, es totalmente un robo.
-Aquel hombre que vive en desgracia y sin libertad, siente como si su vestidura estuviese llena de barro de las calles.

-Los hombres son como las estrellas, algunos generan su propia luz, mientras los demás solo reflejan el brillo que reciben. Una completa constelación.
-Hay que encender el horno para que todos puedan hornear pan.
-Aunque no lo parezca, al beber también encontramos la felicidad.
-Un ambicioso apetito de gloria lleva únicamente al sacrificio y a la muerte, pero el instinto innato, conlleva a la autopreservación y a la vida.
-Es deber del hombre, levantar al hombre.
-Es todo un pecado, no hacer lo que realmente uno es capaz de hacer.
-Aquel que podría haber sido toda una antorcha, y se inclina a ser solamente una cadena, es un desertor.

-La fuerza de la pasión debe estar equilibrada con la fuerza del interés.
-Los hombres que entran en acción, sobre todo aquellos cuyas acciones están basadas en el amor, llegan a vivir para siempre.
-El talento es un don que trae consigo la obligación de servir a las demás personas, y no a nosotros mismos.
-El que usa el poder que le debe a los votantes a través de la injusticia y en contra de ellos, es un completo ladrón.

-Muchos se acuestan con sus amantes, yo me acuerdo con mis brillantes ideas.
-Quien no ve las cosas tal y como son en su totalidad, no debe ser llamado radical.
-Las colinas mas altas culminan en sus picos, las naciones culminan en sus hombres.
-Es necesario comenzar a hacer de la virtud una moda.
-Solo algunas líneas de poesía son suficientes para suavizar todo un siglo.

-Tanto de día como de noche acostumbro a soñar con los ojos abiertos.
-Todo es hermosos y constante, así debe ser siempre la vida.
-Los libros nos consuelan, nos apaciguan, nos preparan, nos enriquecen la vida.
-Un amor sensato, no es amor.
-La educación es libertad.

-Viví dentro del monstruo y le conozco hasta más allá de sus entrañas.
-La verdad solamente despierta una vez, y nunca muere.
-Vengo de muchísimas partes, y sé que hacia todas las partes del mundo voy.
-Un alma buena en la Tierra, sufre mucho.

-Los pueblos del mundo, tienen los gobernantes que se merecen.
-Mientras más profunda sea mi herida, más hermoso sonara mi cantar.
-La vida en la Tierra es un mortal combate mano a mano, entre la ley del amor y la ley del odio.

-El deber de todos los hombres es estar allí en donde se es más útil.
-Solamente la tiranía teme la completa radicación de la libertad.
-Las personas solamente pueden llegar a ser libres, si son verdaderamente educadas.



Sobre José Martí

José Martí (1853 - 1895) fue un orador, escritor, periodista y poeta cubano, que en su corta vida dejo una extensa obra literaria. Es el Héroe Nacional de Cuba.
Tuvo facilidad innata para la oratoria con la que cautivaba y seducía, para la poesía y la prosa y poseía un amplio conocimiento y facilidad para comunicarse, que demostró en sus años de periodista.
Su extensa obra literaria del genero modernista, se encuentra agrupada en tres libros de poesía (Ismaelillo, Versos Libres y Versos Sencillos), la revista la Edad de Oro escrita para los niños, sus cartas dirigidas a varios personajes y amistades, multitud de artículos sobre ciencia, economía y educación y temas de interés general que escribió para varios periódicos de la época, además discursos, apuntes, ensayos, una novela y varias obras de teatro.

Pensamientos de José Martí sobre el amor

♡ El amor cuerdo, no es amor...
♡ Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu sin amor, no puede ver.
♡ La capacidad de amar, es la única que hace al hombre grande y feliz.
♡ La única verdad de esta vida, y la única fuerza, es el AMOR. El patriotismo no es más que amor. La amistad no es más que amor.
♡ La única ley de la autoridad, es el amor.
♡ Un grano de poesía sazona un siglo.
♡ La música es la más bella forma de lo bello, pero sólo el amor engendra melodías...
♡ Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
♡ Cada beso, es un huésped del corazón.
♡ Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.

Citas de José Martí sobre la amistad

❀ Para todas las penas, la AMISTAD es remedio seguro.
❀ La amistad es tan hermosa como el amor: es el amor mismo...
❀ Triste cosa es no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene: ni talento que le haga sombra, ni bienes que se le codicien, ni carácter que impresione, ni valor temido, ni honra de la que se murmure, ni ninguna otra cosa buena que se le envidie.
 La amistad es tan hermosa como el amor: es el amor mismo... Frase de José Martí sobre la amistad
❀ Después del amor de una mujer, no hay nada más hermoso que la amistad.
❀ El mejor hermano es el vecino más cercano.
❀ Los amigos exagerados son los mayores enemigos.
❀ No se puede hacer grandes cosas sin grandes amigos.

Reflexiones de José Martí sobre la vida y nuestra actitud

- La vida es un asalto. Y se puede dormir; pero sobre la trinchera.
- Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad.
- Perder una batalla no es más que la obligación de ganar otra.
- Hacer es la mejor manera de decir.
- Toda la Gloria del Mundo cabe en un grano de maíz.
- La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
- Perdonar es vencer.
- A las estrellas no se sube por caminos llanos.
- Si se es honrado y se nace pobre, no hay tiempo para ser sabio. Y ser rico.
- Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo.

Reflexión de José Martí sobre los niños

- El que nada quiere para si, dirá siempre la verdad.
- Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo, para que lo vea a uno pasar. Se es bueno porque sí y porque allá adentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien o se ha dicho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser príncipe: SER ÚTIL.
- Se necesita ahora más que nunca, templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso y sujeten todo lo que hay en él, de crudo y vil.
- Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
- Los que no tienen el valor de sacrificarse, han de tener al menos, el valor de callar ante los que se sacrifican.
- Cuando se tiene los ojos fijos en lo alto, ni zarzas ni guijarros distraen al viajero de su camino.
- La vida es como el pan, que agrada al sabor después de hecho, pero se hace con levadura agria.
- El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno, para mantener el suyo.
- La gratitud como ciertas flores, no se dan en las alturas, mejor reverdecen en la tierra fértil de los humildes.

Pensamientos de José Martí sobre la elegancia y el buen gusto

Es hermoso asomarse a un colgadizo y ver vivir el mundo; verlo nacer, crecer, cambiar, mejorar y aprender en esa majestad continua el gusto, de la verdad y el desdén de la riqueza y la soberbia a que se sacrifica; y lo sacrifica todo la gente inferior e inútil.
Es como la elegancia mi María que está en el buen gusto y no en el costo.
La elegancia del vestido está en la altivez y la fortaleza del alma.
Un alma honrada inteligente y libre da al cuerpo más elegancia y poderío a la mujer, que las modas más ricas de las tiendas.
Mucha tienda poca alma.
Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera tiene poco adentro y quiere disimular lo poco.
Quien siente su belleza, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada, se sabe hermosa y la belleza echa luz.
Quien conoce la belleza no pondrá en un jarrón de China un jazmín; pondrá el jazmín solo y ligero en un cristal de agua clara.
Esa es la elegancia verdadera: que el vaso no sea más que la flor.

Martí y la Niña de Guatemala.

María García Granados y Saborío, hija del general Miguel García Granados y sobrina de la hermana del general, la periodista y poetisa María Josefa García Granados​ se enamoró de Martí cuando este llegó a Guatemala, y su temprana muerte dio origen a la leyenda de La Niña de Guatemala.
El 10 de mayo de 1878 murió la guatemalteca María García Granados y Saborío, lo que daría lugar a una triste leyenda inspirada por los amores frustrados entre Martí y María. Martí dejó su tristeza plasmada en el poema IX de sus Versos Sencillos.
Además de los versos de Martí de 1891, existen documentos que han contribuido a esclarecer parcialmente el episodio:

Otros dos poemas, que le dedicara Martí a María antes de su fallecimiento
Algunos testimonios de amigos comunes
Un pequeño mensaje que María le hiciera llegar al cubano al regresar él casado, procedente de México
Una carta en que Martí la recordaba dolorosamente, dirigida a su amigo Manuel Mercado
Un personaje de su única novela.
Sobre María, Martí escribió:

Guatemala, 1877
Si en la fiesta teatral —corrido el velo—
Desciende la revuelta escalinata,
Su pie semeja cisne pequeñuelo
Que el seno muestra de luciente plata.
[…]
Quisiera el bardo, cuando al sol la mece,
Colgarle al cuello esclavo los amores;
¡Si se yergue de súbito, parece
Que la tierra se va a cubrir de flores!

¡Oh! Cada vez que a la mujer hermosa
Con fraternal amor habla el proscripto,
Duerme soñando en la palmera airosa,
Novia del Sol en el ardiente Egipto.
Y en un segundo poema de mayo de 1877:
Amo el bello desorden, muy más bello
Desde que tú, la espléndida María,
Tendiste en tus espaldas el cabello,
¡Como una palma al destocarse haría!

Desempolvo el laúd, beso tu mano
Y a ti va alegre mi canción de hermano.
¡Cuán otro el canto fuera
Si en hebras de tu trenza se tañera!

 Tomado de: Martínez, M.B. Viejos datos reverdecen la leyenda: Martí y la Niña.

La historia se inicia cuando Martí, con solo veinticuatro años, llegó a Guatemala procedente de México. En el país azteca había tenido éxito profesional como periodista y escritor y se había reencontrado con su familia tras su deportación política a España (1871-1875). En Guatemala conoce a la actriz dramática Eloísa Agüero y, finalmente, se compromete en matrimonio con su futura esposa, Carmen. En realidad, arribaba a tierra centroamericana tras su decepción política frente al gobierno autoritario de Porfirio Díaz, aunque luego terminaría decepcionándole también el gobierno de Justo Rufino Barrios. Al llegar a Guatemala no deja de manifestar una visión crítica respecto a la inferiorización de que ha sido objeto la mujer en ese país: en un artículo denominado «Los códigos nuevos», publicado en El Progreso, el 22 de abril de 1877 realiza una reflexión a pedido de Joaquín Macal, ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala:
 «¿Cuál es el primero de los lastres coloniales de la legislación depuesta que menciona? El poder omnímodo del señor bestial sobre la esposa venerable. Da la patria potestad a la mujer, la capacita para atestiguar y, obligándola a la observancia de la ley, completa su persona jurídica. ¿La que nos enseña la ley del cielo, no es capaz de conocer la de la tierra?».

Así pues, centró su atención en las damas guatemaltecas de «andar indolente, de miradas castas, vestidas como las mujeres del pueblo, con las trenzas tendidas sobre el manto, que ellas llaman pañolón; la mano ociosa contando a las puntas flotantes del manto los goces infantiles o las primeras penas de su dueña»; y cuando encontró a María García Granados, una dama semejante, pero más cosmopolita e ilustrada, quedó inmediatamente prendado de ella. He aquí algunas descripciones de la señorita García Granados:

M.B. Martínez: «Era una joven interesantísima. Llevé a Martí a un baile de trajes, que se daba en casa de García Granados, a los dos días de haber llegado [por primera vez] a Guatemala; estábamos los dos de pie, en uno de los hermosos salones, viendo desfilar las parejas [cuando vimos venir] del brazo dos hermanas señoritas. Me preguntó Martí, “¿Quién es esa niña vestida de egipcia?” —“Es María, hija de la casa” [le contesté]. La detuve y le presenté a mi amigo y paisano Martí, y se encendió la chispa eléctrica».
José María Izaguirre la describió así:
 «Era alta, esbelta y airosa: su cabello negro como el ébano, abundante, crespo y suave como la seda; su rostro, sin ser soberanamente bello, era dulce y simpático; sus ojos profundamente negros y melancólicos, velados por pestañas largas, revelaban una exquisita sensibilidad. Su voz era apacible y armoniosa, y sus maneras tan afables, que no era posible tratarla sin amarla. Tocaba el piano admirablemente, y cuando su mano resbalaba con cierto abandono por el teclado, sabía sacar de él notas que parecían salir de su alma y pasaban a impresionar el alma de sus oyentes.»
José María Izaguirre, cubano que quien vivía en Guatemala en ese tiempo y era director del entonces prestigioso Instituto Nacional Central para Varones, nombró a Martí profesor de Literatura y de Ejercicios de Composición. Izaguirre, además de ocuparse de las labores docentes, organizaba veladas artísticas y literarias a las que Martí asistía con frecuencia. Allí fue donde conoció a María el 21 de abril de 1877: una hermosa adolescente, siete años menor que él. El padre de ella, el general Miguel García Granados había sido presidente unos cuantos años antes y gozaba de mucho prestigio en la sociedad guatemalteca del gobierno de Barrios; pronto se hizo amigo del emigrado cubano y lo invitaba a su residencia a jugar al ajedrez con frecuencia, oportunidades en que Martí se encontraba con María.

A fines de 1877, Martí se fue a México y regresó hasta inicios del siguiente año, ya casado con Carmen. Lo que sucedió después de su matrimonio, ha sido comentado con posterioridad también por quienes presenciaron los hechos José María Izaguirre, por ejemplo, se propuso fortalecer el mito de muerte por amor:
 «Cuando Martí regresó con Carmen no fue más a casa del general, pero el sentimiento se había arraigado profundamente en el alma de María, y no era ella del temple de las que olvidan. Su pasión se encerraba en este dilema: verse satisfecha, o morir. No pudiendo verificarse lo primero, le quedaba el otro recurso. En efecto, su naturaleza se resintió del golpe, fue decayendo paulatinamente, un suspiro continuo la consumía y, a pesar de los cuidados de la familia y los esfuerzos de la ciencia, después de estar algunos días en cama sin exhalar una queja, su vida se extinguió como el perfume de un lirio.»

Cuando Martí consiguió publicar los Versos Sencillos, en 1891, Carmen y su hijo habían ido a visitarlo a Nueva York. Poco después, Carmen embarcó hacia La Habana a escondidas, para lo cual solicitó colaboración a las autoridades españolas, produciéndose así la separación irreversible del matrimonio y el alejamiento definitivo de su hijo. Martí entonces le escribió a un amigo
«Y pensar que sacrifiqué a la pobrecita, a María, por Carmen, que ha subido las escaleras del consulado español para pedir protección de mí».

Martí dejó entrever en su poema IX incluso más que una muerte por tristeza: insinúa, alegóricamente, el suicidio de la amante rechazada:

Poema IX
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;

él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.

 

Tomado de:
Poemas de José Martí

Aunque persiste la leyenda creada como consecuencia de una interpretación demasiado recta del poema, no existen evidencias documentales de suficiente peso capaces de acreditar que María García Granados atentara contra su vida o, incluso, falleciera producto de un estado psicológico depresivo. Una entrevista con un descendiente de los García Granados, da luz sobre la versión familiar, transmitida por tradición oral: se dice que María, aunque acatarrada, aceptó ir a nadar con su prima, lo que era actividad habitual para ellas, quizá para distraerse de la tristeza en que se hallaba sumida tras el regreso de Martí, ya casado con Carmen. Después del paseo, María empeoró y murió a causa de una enfermedad de las vías respiratorias que, según aseguraba la familia del informante, ya padecía.
No debe dejarse de señalar que todo parece indicar que María no respondía al patrón de muchacha tímida y vulnerable; publicaciones guatemaltecas de la época hablan de su participación relativamente activa como música y cantante fuera del hogar, en actividades artísticas públicas, organizadas por sociedades e instituciones —coincide incluso con la presencia de Martí, quien interviene en una de ellas como orador. Al parecer, se trataba de una joven popular dentro de la sociedad capitalina de la época; María seguía así los pasos de su tía y abuela María Josefa García Granados, quien había muerto en 1848 y que había sido además de poetisa y periodista, muy influyente en los gobiernos de Guatemala. Tras el fallecimiento de María, aparecieron en la prensa guatemalteca varios poemas en calidad de homenaje póstumo, donde los autores confesaban la admiración que en ellos había despertado.


Itsukushima Shrine.

1 comentario:

  1. El ultimo de los grandes lideres de la independencia americanas, gran poeta y un mito americano.

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