Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdés; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Francia Marisol Candia Troncoso; María Francisca Palacio Hermosilla;
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De aspecto aniñado y carácter más bien repulsivo, creo que no nos equivocaríamos en decir que estamos ante una de los personajes menos queridos de Juego de Tronos. Sin duda cada uno tiene sus gustos y puede que el heredero (y posteriormente rey de los 7 reinos) tenga sus admiradores, pero no atisbamos en el ningún buen sentimiento, ni un pasado terrible que justifique sus acciones (empatía que si podemos sentir con Tyrion, Jaime o Caersei). Solo el horroroso incesto que le engendró parece justificar tal crueldad (su trato a los Stark y al trovador lengudo es de un sadismo patológico). Maquiavelo recomendaba al soberano administrar la violencia con cuidado para gobernar y desaconsejaba baños de sangre inútiles y sin motivo para no engendrar rencores gratuitos. Baños de sangre en los que también se regocijaba el emperador Calígula (12-41 d.c.) que incluso llegó a tener relaciones incestuosas con sus hermanas a las cuales, según algunas de las fuentes supervivientes de la época, obligó a prostituirse. ¡Vamos, una joya! Como Joffrey, con el que guarda un asombroso parecido según me puso sobre aviso una publicación en el Facebook de Gigamesh y Invernalia-mi más sincero agradecimiento-, tuvo una vida corta y sangrienta. No era fácil la Roma del Alto Imperio ni lo es el mundo de Juego de Tronos, donde el Darwinismo es ley de vida en manos de un George Martin que si sabe administrar la violencia en sus obras, la justa para no asustar al lector, pero si para avisarle de lo que le espera si uno se encariña mucho con un personaje (uno de mis favoritos es Arya Stark, así que en vilo estamos). El parecido con Mordred, el hijo bastardo de Arturo con su hermana, la bruja Morgana, es más bien por su origen: el incesto, del cual se ocupó S. Freud en Tótem y Tabú. Un origen difamante que Mordred no tenia en las primeras versiones de la leyenda artúrica, las más celtas y menos cristianas, y que es uno de los platos fuertes que nos depara Juego de Tronos nada más empezar. En el caso de Joffrey el incesto es femenino. Su madre, Cersei, es una mujer adúltera como Ginebra, la esposa de Arturo, pero su error no engendra descendencia y la relación con Lanzarote no es tan oscura como la de los gemelos Lannister, a quienes habrá que pedir audiencia ante la Mano del Rey en breve. Volviendo a Mordred, hay que aclarar que a los monjes del siglo XI y XII el incesto les llamaba más la atención, era más pecaminoso, y la leyenda quedaba mejor que siendo Mordred un sobrino de Arturo como era caso en las versiones originales del Ciclo Artúrico. El hijo contra el padre, que más podía pedirse. ¡Cuanto aprendió George Lucas de las leyendas de Arturo y de la obra de J. Campbell! Poca filosofía y mucha sangre encontramos en el vástago de los gemelos Lannister así que, y como algún seguidor del blog ha comentado que el cargo de Mano del Rey es de alta mortalidad, seguiremos el consejo del filósofo L. Wittgenstein y dejaremos en paz a Joffrey pues ante lo que no puede hablarse es mejor callar. |
Joffrey I Baratheon
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Joffrey Baratheon es un personaje ficticio de la saga Canción de hielo y fuego del escritor George R. R. Martin. Es representado como el despótico y sádico hijo del rey Robert Baratheon, pero que en realidad fue fruto del incesto entre la reina Cersei Lannister con su hermano Jaime Lannister.
Concepción y diseño
Joffrey es presentado como el hijo primogénito del rey Robert Baratheon, y por lo tanto, heredero del Trono de Hierro. Joffrey creció como un muchacho consentido por su madre, siendo un joven cruel, caprichoso, imprudente, cobarde y con una marcada vena sádica. No era astuto y tampoco sabía comprender la naturaleza de la política ni comandar un ejército frente a una guerra. No obstante, sabía ser cortés y caballeroso pero normalmente para engañar o salirse con la suya. Su prometida, Sansa Stark, se enamora de él superficialmente, por su atractivo y modales y sus sueños de convertirse en una reina, pero al observar la verdadera naturaleza escondida de Joffrey, con espanto se da cuenta del monstruo que tiene a su lado.
El autor de la saga, George R.R. Martin, describe a Joffrey:
«Joffrey es el clásico abusador en muchos sentidos, es muy arrogante y está corrompido al haber sido criado sin ningún tipo de límite. Tuvo dos padres y ninguno le dedicó atención o le procuró disciplina. Creo que incluso cuando es rey trata de impresionar a su padre [...] En mi opinión, Jack Gleeson hace un papel extraordinario.»
Historia
Primeros años
Joffrey fue el primogénito y heredero del rey Robert Baratheon, pero en realidad nació como fruto del incesto de su madre, la reina Cersei Lannister, con su hermano Jaime Lannister, aunque ni el rey Robert ni el propio Joffrey llegaron nunca a saber la verdad. Joffrey creció como un muchacho malcriado y consentido por su madre que trataba de ganarse la atención de su padre, el cual nunca demostró gran afecto por ninguno de sus supuestos hijos.
Ya desde niño, Joffrey demostraba tener una vena cruel y sádica, además de una actitud abusiva. De pequeño, Joffrey le abrió el vientre a una gata embarazada y le mostró los fetos a Robert, respondiendo este dándole un golpe tan fuerte que le saltó varios dientes. Joffrey también demostró una actitud abusiva con su hermano pequeño Tommen Baratheon.
Juego de tronos
Joffrey viaja a Invernalia cuando su padre acude a nombrar a Eddard Stark como Mano del Rey. Allí, Joffrey es prometido con la hija de este, Sansa Stark, la cual se enamora al instante de él. Joffrey tiene también un encontronazo con Robb Stark, el hijo mayor de Lord Eddard.
En el viaje de vuelta a Desembarco del Rey, Joffrey tiene un incidente con Arya Stark, la hermana pequeña de Sansa, ya que un borracho Joffrey provocó una pelea con un amigo de Arya, lo que hizo que la loba huargo de ésta le atacara. Joffrey mintió a sus padres diciendo que Arya y su amigo le atacaron, lo que hizo que Cersei ordenara matar a "Lady", la loba huargo de Sansa, no involucrada en el asunto, ya que la de Arya había escapado. Joffrey le ordenó también a su espada juramentada, Sandor, "El Perro" Clegane, que matara al amigo de Arya.
El rey Robert será mortalmente herido durante una cacería, lo que será aprovechado por Cersei para empujar a Joffrey al trono. Lord Stark, basado en su rectitud, comete el grave error de proclamar que Joffrey es un bastardo nacido del incesto y que no tiene derecho al trono, lo que hace que Cersei ordene arrestarlo. Su prometida Sansa le suplica a Joffrey clemencia para su padre, comprometiéndose Joffrey a otorgarla si Lord Stark confiesa haber traicionado a Robert. Sin embargo, durante la confesión de Lord Stark en el Gran Septo de Baelor, Joffrey manifiesta a la multitud que el deseo de su prometida Sansa es piedad por la vida de su padre. Inmediatamente proclama que ningún acto de traición quedará impune en su reinado y ordena de forma caprichosa al verdugo a que le entregue su cabeza, pese a los consejos de su madre de que lo envíe a la Guardia de la Noche. Este acto desencadena la Guerra de los Cinco Reyes.
Como rey, Joffrey, siempre manipulado por su madre, decide destituir a Ser Barristan Selmy como Comandante de la Guardia Real. Nombra también a su abuelo, Lord Tywin Lannister, como nueva Mano del Rey. Sin embargo, su mayor afición comienza a ser torturar a su prometida Sansa; Joffrey la obliga a contemplar la cabeza ensartada de su padre junto a la de la septa que la crío y empieza a ordenar a sus miembros de la Guardia Real que la maltraten.
Choque de reyes
El reinado de Joffrey resulta ser un caos, pues el muchacho resulta ser incontrolable incluso para su madre, quien no es capaz de refrenar los caprichos y desmanes del joven rey. Tyrion Lannister, nombrado por Lord Tywin como Mano del Rey en funciones, es el único que se opone a sus crueles decisiones, lo que hace que se gane el odio de Joffrey. Su mal gobierno llega a su punto álgido cuando la población de Desembarco del Rey se alza en una revuelta que a punto está de costarle la vida a él y a toda la familia real.
En la víspera a la Batalla del Aguasnegras, Joffrey acude a las murallas para liderar personalmente la defensa. Joffrey no llega a entrar en combate y cuando Cersei oye que los hombres de Stannis Baratheon están a punto de tomar la ciudad, ordena que Joffrey sea trasladado a la Fortaleza Roja. El rey, temeroso, obedece a su madre y abandona el campo de batalla, causando que los soldados defensores deserten a decenas y maten a sus propios oficiales en el camino. Tyrion dirige entonces la defensa de la capital, pero cuando la batalla parecía perdida, la llegada de un ejército Lannister-Tyrell al mando de Lord Tywin vence a las tropas de Stannis y las pone en fuga. Joffrey proclama a Tywin como «Salvador de la ciudad» y este asume su cargo de Mano del Rey. Para recompensar a la Casa Tyrell por aliarse con el Trono de Hierro, Joffrey rompe su compromiso con Sansa y se compromete con Margaery Tyrell.
Tormenta de espadas
Tras la llegada de Tywin, Joffrey y Cersei apenas tienen autoridad ni capacidad de decisión. Su principal afición sigue siendo humillar a su tío y a su ex-prometida, también se descubre que fue él quien intentó asesinar a Bran Stark en Invernalia, al parecer como un intento de ganarse la atención de su difunto "padre" cuando le oyó decir que el niño Stark debería morir para evitar pasar su vida como un lisiado. Al enterarse de la muerte de Robb Stark, Joffrey insiste en presentarle su cabeza a Sansa, lo que hace que Tywin, Kevan y Tyrion muestren su rechazo, desatando la ira de Joffrey.
Finalmente se celebra la boda entre Joffrey y Margaery. Los invitados ofrecen sus regalos de boda al rey; Lord Tywin le regala una espada de acero valyrio a la que Joffrey llama Lamento de Viuda, Tyrion le regala un extraño y valioso libro el cual Joffrey destroza con su nueva espada exigiendo un regalo mejor a su tío, y Lord Mace Tyrell le regala un cáliz con siete gemas incrustadas representando a los Siete Reinos. Tras la ceremonia se produce el banquete nupcial; Joffrey y su nueva esposa brindan con vino, pero de pronto Joffrey comienza a ahogarse y a convulsionar. El rey muere en brazos de su madre envenenado con un veneno que cierra los conductos respiratorios, debido a esto, Joffrey adquirió un tono púrpura en su cara debido al ahogamiento. La reina Cersei acusa a Tyrion de su asesinato, aunque Petyr Baelish le confiesa a Sansa que él y Olenna Redwyne fueron los responsables.
Joffrey es velado en el Gran Septo de Baelor pero nadie salvo su madre llora por su muerte. Jaime afirma que el niño solo obtuvo lo que merecía y Tyrion mencionó que habría sido peor incluso que el Rey Loco.
Calígula.
(Cayo César Augusto Germánico; Antium, hoy Porto d'Anzio, actual Italia, 12 d.C. - Roma, id., 41 d.C.) Emperador romano. La figura de Calígula aparece bastante deformada por el retrato que hacen de él autores senatoriales como Suetonio y Tácito.
Su ascensión al poder tras la muerte de Tiberio, en el año 37, fue muy bien acogida por el pueblo. Parece ser que los primeros meses de su reinado fueron óptimos, según el punto de vista de los historiadores senatoriales: respetó al Senado, devolvió a la Asamblea popular el derecho a elegir a los magistrados, decretó amplias amnistías para los que habían sido condenados en tiempos de Tiberio y organizó grandes espectáculos circenses.
Sin embargo, las cosas cambiaron de manera dramática tras una grave enfermedad, cuando empezó a dar muestras de un carácter autoritario y de unos modos que lo acercaban más a las formas de gobierno de las monarquías orientales que a las apariencias republicanas del Imperio.
Calígula eliminó rápidamente y sin proceso a su primo Tiberio Gemelo y al jefe de los pretorianos Macrón, e impuso un protocolo monárquico en la corte en el que se impulsaba una divinización en vida del emperador. Intentó gobernar apoyándose en el pueblo y en directa oposición al Senado, reivindicando un pasado familiar que, a través de su abuela Antonia, lo vinculaba a Marco Antonio.
Las arcas del Imperio Romano se vaciaron rápidamente ante la necesidad de pagar a las tropas y las fiestas en la corte, circunstancia que le obligó a subir los impuestos y reanudar la política de eliminación física de senadores para apoderarse de sus posesiones. Su política exterior fue un reflejo de las pulsiones orientalizantes que marcaron su vida: aumentó el número de reinos vasallos en Oriente, al tiempo que reducía la autonomía de los territorios occidentales.
En el año 39 llevó a cabo una expedición a Germania y la Galia septentrional. Tras una conspiración fallida ese mismo año, encabezada por Cneo Cornelio Léntulo y Marco Emilio Lépido (este último casado con Drusila, hermana del emperador), una nueva conspiración, organizada por su propia guardia, tuvo éxito el 24 de enero del año 41 y acabó con el emperador.
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