Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Francia Marisol Candia Troncoso; Maria Francisca Palacio Hermosilla;
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"Durante cientos de años los maestres han abierto los cuerpos de los muertos para estudiar la naturaleza de la vida. Yo quería comprender la naturaleza de la muerte, así que abrí los cuerpos de los vivos. El rebaño gris me deshonró por ese crimen y me obligó a exiliarme."
Qyburn, Festín de cuervos
"Habría bastado que nacieras varón. ¡Qué Cesar se ha perdido Roma!"
Marco Aurelio, Gladiator
Cersei y "Fausto"
Qyburn es un personaje fáustico de esos que gustan tanto a George R.R. Martin. Como Stannis, en sus secretos tratos con Melisandre, o Tyrion en la defensa del Aguasnegras, vemos en la relación Qyburn y Cersei ese fondo fáustico del hombre/mujer capaz de vender su alma al Diablo para lograr sus objetivos. Esa metáfora impregna la trama de Canción de Hielo y Fuego y el espectador la percibe de forma incosciente pues el mito o arquetipo de Fausto es esencial para comprender la sociedad occidental. Para el hombre primitivo, e incluso el medieval, esa relación con lo fáustico, nuestro lado más visceralmente racional -aunque pueda sonar a contradicción- y lógico, era una senda oscura y prohibida. En Cersei y Qyburn vemos esa maravillosa relación entre lo erótico y lo fáustico, pues Qyburn es la extensión de la parte masculina de Cersei. Y Robert Strong su brazo armado, la espada que le falta. Ella vende su alma al nigromante, que a la vez ha vendido la suya, y que años atrás había sido expulsado de la Ciudadela por sus trabajos con la muerte. Por lo que se había unido a los Comediantes Sanguinarios, la "peña chunga" de Harrenhall, fortaleza de los horrores. ¿Cual será el precio? Creo que teniendo en cuenta las profecías sobre Cersei todos lo sabemos.
En este artículo, dividido en dos partes por cuestiones de extensión, además de tratar de situar el papel de Qyburn en las cambiantes lealtades de Juego de Tronos bucearemos en las influencias y paralelismos de Qyburn en la mitología y la tradición literaria occidental. . Las referencias claras son:
Frankenstein de Mary Shelley
El Golem de la tradición judía y la nigromancia medieval
El Fausto de Goethe
Durante toda la Edad Media hubo muchas luchas entre los astrólogos, médicos y sabios y los
Portada del Fausto de Goethe
nigromantes. Pues para algunos, como por ejemplo el médico Arnau de Vilanova, los nigromantes eran malvados y enfermos en una parte de su cerebro, cuya melancolía o carácter taciturno era una prueba de esa enfermedad. Ambos tenían en común ese conocimiento de la ciencia reservado a unos pocos. Algo que en los Siete Reinos también percibimos: el de un mundo medieval que al entrar en el Renacimiento hace una regresión a lo mágico y lo fantástico. George nunca ha ocultado su fascinación por lo antiguo ante la decepción de lo contemporáneo. En el fragmento que inicia el texto queda claro que Qyburn ha recibido el repudio de sus antiguos compañeros de saberes. La moral del rebaño, tan opuesta a la de los espíritus libres, de nuevo en las referencia a todo lo relacionado con los Lannister, con su altanero león dorado en campo de rojo sangre. Esos latigazos tan nietzscheanos de George R. R. Martin y que vimos en el artículo de Jaime Lannister. Aunque ya veremos a quién sirve Qyburn pues en el Juego de Tronos todos es muy rebuscado. Y no me extrañaria que todo fuera una treta de Meñique para sembrar el caos. La cita de Meñique a Sansa en sus capítulos en el Norte no deja de sembrar sospechas. Y viendo las promos de HBO no dejamos de ver que hay un conflicto inminente entre la reina fáustica de Occidente (Westeros) contra la Madre de Dragones, señora de esclavos, la que no arde y restauradora del viejo orden Targaryen o de algo nuevo que está por venir. Nos falta una tercera reina. Que en mi opinión y viendo los tejemanejes de Meñique será Sansa, aunque en las promos de HBO no aparezca, probablemente para despistar:
"No te imaginas la mitad de lo que está pasando en Desembarco del Rey, cariño. Cersei va de estupidez en estupidez, ayudada por su consejo de ciegos, sordos e imbéciles. Siempre supe que llevaría el reino a la ruina y se autodestruiría, pero no imaginaba que fuera a darse tanta prisa. Es un desastre. Creía que contaría con cuatro o cinco años de tranquilidad para plantar unas cuantas semillas y esperar a que madurasen ciertas frutas, pero ahora... Menos mal que se me da bien medrar en el caos. La poca paz y orden que nos dejaron los cinco reyes no sobrevivirán mucho tiempo a las tres reinas."
El primer encuentro entre Cersei Lannister y Qyburn está teñido del recuerdo sobre el tratamiento que
Jaime y su mano de oro
el Maestre le dispensó a su hermano gemelo Jaime y que tiene reminiscencias de la Guerra de las Galaxias cuando Luke, el gemelo de la princesa Leia ha perdido la mano que es reconstruida mediante la tecnología. Como dice Brandon Sanderson en la fantasia cualquier tecnología es indistinguible de la magia. Recordemos el fragmento de Festín de Cuervos:
—¿En qué puedo servir a Vuestra Alteza?
Su rostro le sonaba de algo, aunque no conseguía identificarlo.
«Es viejo, pero no tanto como Pycelle. A este aún le quedan fuerzas. —Era alto,
aunque algo encorvado y con patas de gallo alrededor de los ojos azules, atrevidos—.
Tiene el cuello desnudo.»
—No lleváis cadena de maestre.
—Me la quitaron. Mi nombre es Qyburn, si a Vuestra Alteza le parece bien. Yo
traté la mano de vuestro hermano.
Luke en su recuperación de la mano
cercenada en su combate con Darth Vader
Fausto encarnaba las potencialidades del cerebro humano en toda su expansión, más allá de los límites éticos o morales, lo que Jung llamaba la Sombra, que eran prohibidos por las leyes de los hombres y las de Dios. El alma griega llegó a esos límites aunque no tubo posibilidad de cruzarlos más allá de lo que su tecnología pudo disponer, y en los árabes y cristianos medievales esa relación con la ciéncia quedó relegada a la Alquimia y los Físicos o médicos.
La expansión de la conciencia humana es la del desarrollo de las potencialidades latentes en el hombre, un desarrollo que va más allá de la evolución biológica del cerebro humano como órgano. El descubrimiento de la Bomba Atómica suposo por ejemplo una de las culminaciones de ese espíritu fáustico -como lo denominó el historiador alemán Oswald Spengler en su obra magna La Decadencia de Occidente-. En plena explosión en Los Álamos Robert Oppenheimer, un fausto trágico según el intelectual George Steiner, piensa en la frase del Bhagavad-Guitá: "Ahora me he convertido en La Muerte, Destructora de Mundos." La sonrisa del arlequín de Oppenheimer en Los Alámos al contemplar el poder nuclear en su máxima expresión no puede dejar de recordarnos la de Cersei al estallar el Gran Septo de Baelor. Cersei, vida y muerte, como Kali, la devoradora de mundos.
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