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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

martes, 23 de octubre de 2012

119.-Beowulf (Poema).-a



 

  


Beowulf , adaptado al español como Beovulfo, es un poema épico anglosajón anónimo que fue escrito en inglés antiguo en verso aliterativo. Cuenta con 3182 versos.
Tanto el autor como la fecha de composición del poema se desconocen, aunque las discusiones académicas suelen proponer fechas que van desde el siglo VIII al XII d. C. La obra se conserva en el «Códice Nowell» o «Cotton Vitellius A.xv» y, dada la fama del poema, a pesar de que convive con otras obras en el mismo manuscrito, este se ha dado en llamar «Manuscrito Beowulf». Aunque el poema no tiene título en el manuscrito, se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX; se conserva en la Biblioteca Británica.
Tiene dos grandes partes: la primera sucede durante la juventud del héroe gauta (o geata, en algunas traducciones, "godo") que da nombre al poema, y narra cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, quienes sufrían los ataques de un jotun gigantesco –Grendel–, y tras matar a éste, se enfrenta a su terrible madre; en la segunda parte, Beowulf ya es el rey de los gautas y pelea hasta la muerte con un feroz dragón.
Su importancia como epopeya es equiparable a la del Cantar de los nibelungos germano, el Cantar de mío Cid español, la Canción de Roldán francesa o el Lebor Gabála Érenn (Libro de las Conquistas de Irlanda). Durante el siglo XX, se han realizado incontables estudios y debates en torno a distintos aspectos del poema.

Génesis del poema

Los eventos narrados en el poema épico con el nombre de Beowulf tendrían lugar en algún momento entre los siglos V y VII d. C. Observar los hechos históricos acaecidos durante este período de la Edad Media puede ayudar a comprender ciertos factores que incidieron en la composición del poema y las problemáticas que se reflejan en el mismo.
Como apunta Borges, en este período se dieron las invasiones bárbaras:

En el siglo V de la era cristiana, tribus germánicas procedentes de Dinamarca, de las bocas del Elba (según Beda, el historiador) y del sur de Suecia fueron ocupando Inglaterra. Los textos más antiguos insisten en el carácter militar y violento de esta ocupación.
Jorge Luis Borges, Antiguas literaturas germánicas

En efecto, este siglo es un período histórico agitado en el cual, tras la retirada de los romanos, los invasores que llegan a las Islas Británicas fueron desplazando a los antiguos habitantes (los celtas, luego llamados bretones), y se producen cambios lingüísticos importantes.

Los invasores germanos, que eran anglos, jutos y sajones por un lado, y noruegos y daneses por otro, contaban con un fondo léxico común, pero el sistema flexivo presentaba entre el primer grupo y el segundo diferencias suficientes como para que su utilidad no llevase a su buena conservación. De esta suerte, la tendencia natural de las lenguas germánicas a perder sonidos de la parte final de la palabra se vio fuertemente intensificada en el caso de la formación y evolución del anglosajón.


En la periodización de la historia de la lengua inglesa, este período es conocido como Old English o inglés antiguo, teniendo como fecha de inicio el año 449 d. C., precisamente el año de las invasiones germánicas. Se pone como tope la fecha del año 1066 d. C, cuando comienza el período Middle English o inglés medio.

Problemas para una teoría genética

Los acontecimientos que el poema narra tienen lugar entre el siglo V y el VI de la era cristiana en el sur de Escandinavia (en concreto, en Escania y en Selandia). Sin embargo, la fecha precisa en que el cantar fue compuesto es muy discutida. Las opiniones de los estudiosos fijan la creación del poema entre los siglos VIII y XI.
El primer problema para la datación es decidir si Beowulf tiene un origen exclusivamente ligado a su forma actual (la de un poema heroico) o no. F.A. Blackburn trabaja sobre la génesis del texto con tres hipótesis:

El poema tiene su origen en el folklore pagano, en un conjunto de leyendas individuales sobre la figura del héroe Beowulf que fueron reunidas y ensambladas por un copista cristiano.


El poema, en su forma actual, fue redactado por un copista cristiano que se basó en cantares ya existentes, lo que quiere decir que ya existía un poema sobre Beowulf que se ha perdido.
Fue compuesto, con base en canciones y leyendas previas, por un autor pagano, y posteriormente "cristianizado" por un copista.
Por su parte Kevin Kiernan sugiere que el poema nació en su forma actual, es decir: que la composición oral y la transcripción fueron contemporáneas. Kiernan propone el siglo XI como fecha de la gesta del poema debido a pruebas paleontológicas y filológicas. J. R. R. Tolkien pensaba que el origen del texto es anterior a la fijación escrita del mismo:

El poema es obra de un hombre letrado que escribe sobre tiempos antiguos. [...] lejos de ser un confuso semipagano - algo históricamente poco probable para un hombre de esa clase y en ese período-, a su tarea contribuyeron el conocimiento de la poesía cristiana y sobre todo el del Génesis. [..] La trama no era del poeta, y aunque él le ha infundido sentimiento y significado a su materia en bruto, aquella trama no era un vehículo perfecto para el tema o temas que habían ido cobrando vida en su mente a medida que trabajaba
Tolkien, Los monstruos y los críticos
En este sentido, Tolkien coincidía con Robert William Chambers, quien opinaba que el cuento popular fue la fuente principal del Beowulf.

La fecha más utilizada por los estudiosos es la del siglo VIII d. C.


Procedencia

El propietario más antiguo que se conoce del manuscrito vivió en el siglo XVI: el erudito Lawrence Nowell, de quien recibió su nombre el códice, a pesar de que la signatura oficial del mismo es «Cotton Vitellius A.xv» gracias a Robert Bruce Cotton. Kevin Kiernan sostiene que Nowell lo adquirió probablemente en 1563 gracias a William Cecil, primer barón de Burghley, cuando aquel entró en la casa de este último para instruir a Edward de Vere, decimoséptimo conde de Oxford y discípulo de Cecil.

El manuscrito pasó a formar parte de la Biblioteca Cotton, donde sufrió daños irreparables como consecuencia de un incendio en Ashburnham House en 1731. A causa de este episodio, parte del manuscrito se ha deteriorado y se han perdido algunos caracteres. Algunos intentos de restauración, a pesar de haber evitado el deterioro progresivo, terminaron cubriendo algunas otras letras del texto, provocando pérdidas también. Kiernan, docente en la Universidad de Kentucky, ha impulsado en los últimos años el proyecto de digitalización y preservación del poema, conocido como Electronic Beowulf Project (Proyecto Beowulf electrónico). Para esta iniciativa se han utilizado avanzadas técnicas con fibra óptica que han revelado algunos de los símbolos perdidos a lo largo de los años. Procedimientos similares se han empleado en la restauración y el análisis del Cantar de Mio Cid.

El poema Beowulf se conoce gracias a un único manuscrito, cuya fecha estimada ronda el año 1000 d. C. Kiernan ha afirmado que este manuscrito es una copia hecha por el mismísimo autor del poema durante el reinado de Canuto II de Dinamarca. En el códice en que el Beowulf sobrevive hoy en día, se encuentran también otras piezas poéticas como fragmentos de The Life of Saint Christopher, las Cartas de Alejandro a Aristóteles y Wonders of the East, y la parte de la paráfrasis bíblica Judith. Se ha fechado entre 1628 y 1650 la foliación más temprana del «Códice Nowell», la cual fue llevada a cabo por Franciscus Junius. El propietario del códice –anterior a Nowell– se desconoce todavía.
Tanto el reverendo Thomas Smith (1638–1710) como Humfrey Wanley (1672–1726) asumieron la responsabilidad de catalogar la Biblioteca Cotton, en la cual estaba el «Códice Nowell». El catálogo de Smith apareció en 1696 y el de Wanley en 1705.9 El manuscrito de Beowulf se menciona por primera vez en 1700 en la correspondencia que sostuvo George Hickes, asistente de Wanley, y su jefe. En la carta, Hickes contesta en relación a un supuesto cargo contra Smith, acusado por Wanley de haber pasado por alto el poema al hacer el catálogo del «Cotton Vitellius A.xv». Hickes escribe a su superior que todavía no ha sido capaz de dar con el susodicho Beowulf. Según algunas teorías, Smith no habría advertido la presencia de la epopeya por su excesiva confianza en catalogaciones previas o porque no se hallaba en el códice en el momento de su revisión.

Hipótesis de los dos escribas

Según algunas hipótesis, el manuscrito de Beowulf fue transcrito de un original por dos escribas. Se ha identificado a ambos responsables de la transcripción como Escriba A y Escriba B, relevando el segundo al primero en el verso 1939.


Esta teoría se sustenta en el hecho de que hay una diferencia caligráfica entre los versos que van hasta el 1939 –la cual tiene un aspecto más arcaico– y la que sigue hasta el final del manuscrito. Ambos escribas corrigieron su trabajo y se ha demostrado que el segundo amanuense incluso hizo correcciones al trabajo del Escriba A.8 Se plantearon los parecidos que guarda el trabajo del segundo escriba con el del que realizó las Homilías de Blickling, por lo cual se cree que ambas fueron, al menos, copiadas en el mismo scriptorium. De hecho, durante un siglo al menos algunos intelectuales sostuvieron que la descripción de la morada de Grendel fue tomada de la visión del infierno expresada por San Pablo en la homilía 16 de la mencionada colección.



Los mejores y los más sabios de mis compatriotas me animaron a que te visitara, rey Hrothgar, porque conocen mi inmensa fuerza. Fueron testigos de ella cuando, empapado con la sangre de mis enemigos, salí victorioso de una lucha en la que destruí a toda una familia de gigantes; capturé a cinco de ellos y en una sola noche maté a un gran número de monstruos marinos. Aunque me atacaron ferozmente, destruí a las bestias y vengué sus ataques contra los gautas. Ahora pienso enfrentarme solo a Grendel, el monstruo…

Bella épica caballeresca que exalta las cualidades de la nobleza nórdica en la temprana Edad Media. Beowulf es el más antiguo poema épico que se conserva y que no fue manuscrito en latín sino en una lengua vernácula. Al haber sido redactado en anglosajón, entre los siglos VIII y IX, se trata de la primer obra escrita propiamente en inglés.

«La gesta de Beowulf es el monumento épico más antiguo de las literaturas germánicas», escribió Jorge Luis Borges.

Anglos, sajones y jutos fueron tres de los pueblos germánicos que, en los primeros años del siglo V, comenzaron a cruzar las fronteras de los ríos Rin y Danubio para ocupar -y al final conquistar- territorios del agonizante Imperio Romano. Junto con los grupos suevos, vándalos, godos, francos, burgundios, turingios, alamanes, lombardos y otros más se extendieron por Europa. Antes de que concluyera el siglo ya tenían el poder militar, el poder político y parte importante del poder económico en las regiones conquistadas.

Si bien anglos, sajones y jutos se instalaron en Inglaterra, no olvidaron sus raíces, sus leyendas, sus historias. Así, Beowulf fue escrito en esta isla, varios siglos después, como evocación mítica de su pasado heroico en la región nórdica.

Beowulf, tu fama es reconocida por todos los pueblos de la tierra [dijo el rey Hrothgar]. Pórtate con prudencia y humildad. Guardaré y conservaré la amistad que te he prometido […] Llegarás a ser un gran consuelo para tu pueblo y una gran ayuda para todos los hombres…
La historia y el mito.

Según la cronología del poema, Beowulf habría nacido en el sur de Suecia en el año 495 de nuestra era; fue a Dinamarca en ayuda del rey Hrothgar en el año 515 (donde vence a un ser monstruoso y a la madre de éste); acompañó a su tío, el rey Hygelac, en una expedición contra francos y frisios en 521. Se convirtió en rey de los gautas en 533 y murió cerca del 583 (tras una batalla contra un poderoso dragón).

El historiador Johannes Bühler, en su espléndido ensayo Vida y cultura en la Edad Media (FCE, 1983), señala que en los inicios del Medievo hubo una fuerte tendencia en la literatura hacia la adaptación de relatos antiguos, reflejo del espíritu de la época, que «destacaba la evocación de lo pasado sobre la experiencia del presente».

Bühler reconstruye el origen de este poema épico:

«La fantasía popular, a partir de la época de la migración de los pueblos, no dejó de ocuparse un solo momento de los grandes acontecimientos y personajes históricos, cantándolos e infundiéndoles vida en sus canciones y leyendas. Hay una obra de esta época, el Beowulf de la antigua Inglaterra, que nos permite seguir la trayectoria de las creaciones literarias populares, desde su meollo histórico hasta su versión definitiva. El Beowulf histórico fue a parar al reino de los francos entre los años 512 y 520, desde Gotlandia, en el sur de Suecia, acompañado de su tío Hygelac, logrando volver a su tierra natal después de la derrota de éste. Aquí hubo de librar diversas batallas como tutor del heredero del trono, primero, y luego como príncipe. En la leyenda se destacan en primer plano los combates de Beowulf con los dragones y los monstruos marinos. Estas leyendas emigraron a Inglaterra y fueron aglutinándose entre los años 700 y 730 para formar la epopeya de Beowulf, que ha llegado a nosotros en una versión sajona. Las otras leyendas germánico-celtas no llegan a nuestro conocimiento con cierta precisión, sino a través de las versiones de la época cortesano-caballeresca, razón por la cual sólo de un modo excepcional pueden considerarse como expresión de la verdadera alma del pueblo, sobre todo en lo tocante a los siglos en que estas leyendas se formaron y se desarrollaron en modalidades populares. (La leyenda del Santo Grial es de origen oriental, habiéndose introducido en el Occidente a través de España.)»

Oralidad y musicalidad

En la presencia de Hrothgar se cantaron canciones acompañadas por música. Se tocó el arpa y se recitaron muchas baladas. Entonces, para entretener a la audiencia, el bardo de Hrothgar cantó en el salón cómo Hnaef, el jefe de un pequeño clan de Dinamarca, cayó en manos de los hombres de Finn en una pelea en Frisia, cuando un desastre repentino sobrevino a los daneses […] El poeta contó su historia y terminó su canto…

La escritura de Beowulf corresponde a una época de fuerte tradición oral, de ahí que fue escrita en verso aliterativo (que se basa en repeticiones de la sonoridad, lo que permitía memorizar el poema y además darle musicalidad). El poema mismo refiere una fiesta en la que fue recitado el Canto de Finn y discursos en distintos momentos. Y todo indica que Beowulf estaba destinado principalmente para ser oído.

Siguieron canciones y bromas, y el patriarca Hrithgar, que gozaba mucho con las historias, contó anécdotas del pasado y una alegre melodía del arpa sonó una y otra vez. Cantaron también una balada verdadera y desgraciada; el rey contó una curiosa leyenda en su forma correcta y, también, sintiéndose ya vencido por la edad, lamentaba su juventud perdida…

«El verso anglosajón en que está escrito Beowulf tiene su propia dicción, diferente de la prosa, que casi llega a ser un lenguaje dentro del lenguaje. En general, la antigua prosa inglesa es lúcida y directa, pero el antiguo verso inglés es totalmente diferente. Usa términos arcaicos y poéticos que no se usan en la prosa, así como palabras compuestas [a manera de metáforas]… Este vocabulario y el hábito de dicción constituyen la especial belleza, riqueza y lo íntimo de la poesía anglosajona, que es tan brillante e intrincada y, sin embargo, formal», señala el traductor David Wright (Ed. Colofón, 2012).

De vez en cuando un poeta, con clara voz, cantaba en Heorot. Y los guerreros, una gran multitud de daneses y gautas, comenzaron a gozar…
Perfecta armonía

El escritor J. R. R. Tolkien no sólo se inspiró en Beowulf para crear su saga de El Señor de los Anillos sino que como académico impulsó la revalorización de ese poema épico destacando en su construcción un sutil balance entre tesis y antítesis, más que de una narración en línea recta.

«El poema comienza y acaba con un funeral, y la primera parte que habla de la juventud del héroe está en contraste con la segunda que trata de su ancianidad. Y si su historia se ocupa de monstruos y dragones, no es porque el poeta y su audiencia anglosajona creyeran infantilmente en esos fenómenos, aunque eran conscientes de la posibilidad de su existencia. Porque Beowulf, aunque héroe y superhombre, es sobre todo un ser humano», escribió Tolkien en 1936.

Había llegado el fin de sus días, el poderoso rey, el gran señor de los gautas que había muerto gloriosamente. También vieron al dragón, caído frente a su torre, una bestia extraña, escamosa, brillante, de diferentes colores y abrasada en su propio fuego…

Categórico, Tolkien señaló: «Beowulf es el más logrado de los poemas en inglés antiguo porque en él los elementos, el lenguaje, la métrica, el tema y la estructura están casi en perfecta armonía».

Precursora de un género

El historiador José Luis Romero destaca las peculiaridades de las obras que dieron origen al cantar de gesta medieval: «En los Eddas nórdicos, en la Canción de los nibelungos y en el Gudruna y en el Beowulf, los elementos legendarios y casi míticos proveían a la épica de un carácter singular […] combatían como seres sobrehumanos frente a enemigos inmensamente más poderosos y a los cuales derrotaban finalmente mediante hazañas inconcebibles» (La Edad Media, FCE, 1987).

El consenso académico considera que con Beowulf inicia el cantar de gesta como género literario. Es el mundo heroico de los integrantes de la nobleza, con enormes desafíos, espadas célebres que tienen linaje, incluso nombre propio y hasta poderes mágicos; cascos, escudos y copas enjoyados, «tesoros antiguos y oro bien trabajado». Estos elementos serían recurrentes en poemas épicos posteriores.

El diablo siniestro se llamaba Grendel, merodeador conocido de las fronteras, que habitaba en la fortaleza de páramos y pantanos. Este ser desgraciado había vivido por mucho tiempo en la tierra de los monstruos, porque Dios lo había condenado junto con los hijos de Caín, pues el Señor Eterno vengó así el asesinato de Abel. No le agradó aquella pelea, por lo que apartó a Caín de la humanidad por su crimen. De Caín se engendraron todas las descendencias malignas: ogros, duendes y monstruos, sin mencionar a los gigantes que, durante mucho tiempo, lucharon contra Dios por lo que fueron castigados una y otra vez…

Otros aspectos serán modificados conforme transcurra el Medievo, como el acento religioso cristiano que en Beowulf es incipiente e incidental. Esto se entiende porque el poema fue escrito en la temprana Edad Media, cuando en los pueblos germánicos había una primitiva fe cristiana que convivía con costumbres paganas.

A veces hacían sacrificios en los altares paganos, pidiendo al demonio que los ayudara contra la opresión que estaban sufriendo. Esto era lo que hacían y esta era la esperanza de un pueblo pagano. El infierno estaba en sus corazones; no sabían nada de un Creador, del Dios verdadero, juez de todas las acciones…

Esta mezcla es relevante si tomamos en cuenta que, como todo indica, el poema pudo haber sido transcrito por un monje cristiano.

J. R. R. Tolkien destaca ese cruce de creencias en el desenlace del poema, que es una suerte de elegía a un mundo y una cultura extintos. Al escritor le resulta conmovedor que este enfoque provenga de «un poeta cristiano que mira hacia un mundo pagano y heroico que aún estaba reciente».

La épica caballeresca

Llevaré a cabo una acción heroica o bien exhalaré mi último suspiro en esta sala…

En los inicios de la Edad Media, conforme se instauraba el orden feudal, el sentimiento heroico de la vida floreció en las aristocracias ante las exigencias cotidianas que, en efecto, hacían del heroísmo la más importante de las virtudes, señala José Luis Romero.

«El caballero quería conquistar el honor y la gloria en el duro ejercicio de la guerra, y con ellos ganar también riquezas y poder. Sólo la hazaña parecía digna del caballero, la hazaña heroica, desmedida, inusitada, que hiciera decir a aquellos a quienes llegaba el rumor de sus hechos que nadie había sido capaz de hacer lo que él hacía […] La espada es el signo del caballero y el combate su única justificación».

La reina Wealhtheow dijo: «Querido Beowulf, te has portado en tal forma que la gente, en todo el mundo, debe cantar tus alabanzas por siempre, tan ampliamente como el mar que acuna los vientos que rodean la tierra. ¡Ojalá que florezcas durante toda tu vida! Me alegrará tu prosperidad…» 

 «El oficio de las armas se consideraba como incumbencia de una clase especial, la de los nobles. Era lógico que coincidiendo la nobleza y el servicio de las armas, la profesión guerrera rodease de una aureola de prestigio a quien poseía el poder más palpable, premisa de todo el orden del Estado y de la sociedad», escribió Johannes Bühler.

Por abrasador que sea el fuego, avancemos para ayudar a nuestro rey. Dios sabe que yo preferiría que las llamas tragaran mi cuerpo junto con mi rey y benefactor. Creo que es una deshonra que volvamos a casa con nuestras armas sin matar antes al enemigo y sin salvar la vida de nuestro rey. Sé que no es esto lo que él se merece por sus hazañas pasadas y que de entre todos los gautas sólo sea él quien sufra y muera. ¡Peleemos juntos con Beowulf!…


Por contraste al héroe, este poema refiere los antivalores del guerrero:

El hombre, en su engreimiento, ya no conoce límites. Vive en la lujuria, nada le preocupa profundamente, ni la enfermedad ni la edad […] La arrogancia crece y se encona dentro de él. La conciencia, que es centinela del alma, se duerme […] Codicia con ambición […] olvida o no presta atención a los trabajos del destino ni a las grandes bendiciones de Dios […] ¡Mi querido Beowulf, cuídate de estas maldades!…

No para siempre

Uno de los aspectos más atractivos de Beowulf para el lector contemporáneo es la idea de lo transitorio. En el poema hay un profundo lamento ante lo fugaz de los gozos y esplendores, ante la felicidad perdida.

Para Bühler, la influencia germánica es innegable: «El elemento trágico de la poesía y la concepción del mundo germánicas tiende a poner de relieve más el final que el principio de una evolución».

El fuego, elemento ambicioso, sorbió la muerte de ambos lados y toda la gloria pereció…

«Esta conciencia aguda de que todo debe acabar, todo esplendor perecer, es característica de la imaginación anglosajona», escribió David Wright.

Estas son las luchas, los odios, los feudos que nos traerán batallas y que nos obligarán a ir a la guerra con los suecos, tan pronto como se enteren de que nuestro rey ha muerto y cuando sepan que los gautas están sin un jefe, que han perdido al mejor de los reyes, Beowulf, que mantuvo a raya a nuestros enemigos, que conservó intactos la tierra y el tesoro, que salvó a Hrothgar y a los daneses y que vivió valientemente toda su vida…

La memoria en Sutton Hoo

Excavaciones arqueológicas en Sutton Hoo, al sureste de la isla británica, han encontrado entierros tan antiguos como la época referida en Beowulf, así como rastros de embarcaciones e incluso objetos ceremoniales y guerreros (en particular, un yelmo) de origen nórdico como los descritos en el poema.

[La novela The Dig, ya adaptada al cine, refiere el primero de estos hallazgos, iniciado por el excavador Basil Brown en la propiedad de Edith Pretty, en Sutton Hoo, durante 1939.]

Tierra, toma estos tesoros, pues ningún ser vivo puede gozarlos. Desde el principio fueron tuyos; deja que vuelvan a ti. La guerra y el terror han hecho desaparecer a mi pueblo, han cerrado sus ojos al placer y todas las puertas a la alegría. No hay nadie que levante estas espadas, que dé brillo a estas copas enjoyadas; nadie guía y nadie sigue. Estos cascos forjados y cubiertos de oro se oxidarán y se desharán y las manos que los deberían limpiar y pulir están ya quietas para siempre. Y estas cotas de malla, llevadas en las batallas en otros tiempos, mientras golpeaban las espadas y las hojas chocaban con los escudos, se enmohecerán como los guerreros que las poseyeron. Ninguno de estos tesoros viajará a tierras lejanas siguiendo a sus señores. No se oye ya el dulce sonido del arpa ni el placer de la música ni se ve al halcón cruzando por el salón de los banquetes ni al rápido corcel corriendo por el patio del castillo. La muerte ha barrido con casi todas las cosas vivientes…


  

Argumento.

Canto I


La acción se desarrolla en Dinamarca (en concreto en la isla de Selandia), donde el espléndido palacio Heorot (‘El Ciervo’) se ve asolado por los mortales asaltos nocturnos del troll Grendel (un Jotun). La música y alegría que se oye en la sala enoja al monstruo, que mora en las ciénagas;  Grendel se ensaña con los criados y guerreros del rey Hroðgar y los devora. (El trovador no es tal, ni es tampoco un bardo, como se dice más adelante, sino un ‘escopo’ o ‘escope’, que es como se traduce del inglés scop el nombre de este poeta cantor de las cortes de Gran Bretaña).

Los ataques del ogro obligan a la corte de Hrothgar a abandonar la sala durante la noche. Esta situación se prolonga 12 años, en los cuales se va esparciendo por las tierras nórdicas el relato sobre la difícil situación del rey danés. Tal recuento llega a oídos de Beowulf, un intrépido héroe gauta que parte en auxilio del monarca junto con guerreros.


Beowulf, sobrino del rey de Gëatlantt (o Götaland, Gotlandia o Gotland o Gautlandia, parte de Escania, en la Suecia meridional), ofrece su ayuda a Hrothgar. La primera impresión de Hrothgar es de escepticismo frente a las pretensiones del desconocido héroe, pero lo recibe gentilmente, y al cabo de un espléndido banquete le encomienda la tarea al recién llegado. Los daneses abandonan la sala y la dejan bajo la vigilancia de los gautas. Grendel regresa esa misma noche a Heorot, derriba sus sólidas puertas y devora a uno de los guerreros. Beowulf es despertado por el alboroto y acude en ayuda de la guardia, trabándose una lucha cuerpo a cuerpo, sin armas, con el engendro, que sólo puede liberarse de su agresor perdiendo a cambio uno de sus brazos y huyendo herido a morir en su cueva.

La reina Welto premia a Beowulf con un collar y se hace una celebración en su honor.


Canto II


A la mañana siguiente, todo es regocijo en Heorot; pero por la noche, la madre de Grendel – mucho más feroz que su hijo – se presenta para vengarlo. Mata a Ésker, hombre de Hroðgar, y se marcha llevándose el brazo de su hijo.

Beowulf y su comitiva siguen el rastro de la criatura a través de la pradera hasta su cueva, la cual encuentra sólo tras nadar casi un día en las profundidades de un lago atestado de criaturas sobrenaturales. Beowulf y la ogresa combaten en un recinto submarino iluminado por un fuego inexplicable. El gauta, cuando está a punto de ser derrotado, encuentra una gigantesca espada con la que mata a la ogresa. El héroe cercena la cabeza del cadáver de Grendel, y retorna a Heorot con sus trofeos.

Realizado el banquete y entregadas las riquezas prometidas por Hroðgar, el héroe parte de regreso a su tierra.



Canto III


De regreso en Gautlandia, Beowulf se entrevista con su tío Hygelac y le cuenta de sus hazañas en tierras danesas. Ambos intercambian dádivas y se anuncian futuras hostilidades entre los gautas y los headobardos.


Canto IV


Beowulf, ya anciano, ha reinado por cincuenta años después de suceder a Hygelac, muerto en batalla. En la última etapa de su vida, Beowulf se dispone a enfrentarse, con la sola ayuda de su sobrino Wiglaf, a un temible dragón que está destruyendo su reino.

Un hábil y osado ladrón había penetrado en la cueva del dragón y había robado una copa de plata incrustada de oro y piedras preciosas, parte del inmenso tesoro que guarda la bestia. Enfurecido, el dragón asalta y destruye el pueblo del ladrón, y mata a todos sus habitantes. Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente, pero la reacción del dragón ha aterrado tanto a sus súbditos, que solamente Wiglaf se apresta para acompañarle.

Después de una cruenta batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf, gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino. Finalmente, Beowulf recibe un funeral: su cuerpo es colocado en una pira funeraria e incinerado. Luego se construye un túmulo con vistas al mar y se colocan allí sus restos junto al oro del dragón.




 

 La Cátedra Rawlinson y Bosworth de Anglosajón, hasta 1916 conocida como Cátedra Rawlinsoniana de Anglosajón, es una cátedra dedicada a la enseñanza de esa lengua antecesora del inglés, establecida por Richard Rawlinson en el Saint John's College (Universidad de Oxford) en 1795. El puesto está hoy asociado al Pembroke College. El título de «Bosworth» fue agregado para conmemorar a Joseph Bosworth.


El Pembroke College es uno de los colleges que forman la Universidad de Cambridge, alberga a unos 600 estudiantes y profesores, y es el tercer college más antiguo de la universidad. Físicamente, es uno de los colleges más grandes de la universidad, y contiene edificios de casi todos los siglos desde su creación, así como unos grandes y cuidados jardines.
 El college tiene una financiación bastante buena, y su nivel académico está entre los más altos de todos los colleges de Cambridge. Pembroke no solamente es el college que alberga la primera capilla diseñada por Christopher Wren, sino que también es uno de los colleges de Cambridge que han producido un primer ministro Británico – nada menos que a William Pitt (el Joven). La biblioteca del college, es una de las más importantes de la universidad, con una torre Victoriana neogótica, contiene una copia original de la primera enciclopedia que incorporaba dibujos y diagramas. 

  

Idioma anglosajón.


El inglés antiguo o anglosajón (Englisċ en su propia denominación) es una forma temprana del idioma inglés que se hablaba en buena parte de lo que hoy es Inglaterra y en el sur de Escocia entre los años 425 y 1125 aproximadamente. Era una lengua flexiva con mucha libertad en su sintaxis, al contrario que el inglés actual. Los escritos que han llegado hasta nuestros días representan sobre todo el registro literario del anglosajón. 
Pertenece a la rama del germánico occidental y está estrechamente emparentado con el frisón antiguo y, de una manera algo más distante, con el sajón antiguo, además de presentar influencias del nórdico antiguo debidas sobre todo a la convivencia —no siempre pacífica— en lo que hoy es la Gran Bretaña de anglos, jutos y sajones, por un lado, y noruegos y daneses, por otro, durante mucho tiempo.

Desarrollo
Durante los aproximadamente 700 años comprendidos en este periodo, desde las migraciones anglosajonas que dieron lugar al nacimiento de Inglaterra en el siglo v hasta algún tiempo después de la conquista normanda de 1066, cuando sufrió una transición muy importante, el idioma asimiló algunos aspectos de aquellos otros con los que entró en contacto, como las lenguas celtas y los dos dialectos del nórdico antiguo hablados por los vikingos, quienes dominaban grandes extensiones de tierras en el norte y este de Inglaterra, conocidas como Danelaw.

Orígenes germánicos

El factor más importante en la formación del inglés antiguo fue su herencia germánica en el vocabulario, sintaxis y morfología, que compartía con las lenguas emparentadas en la Europa continental. Algunos de estos rasgos eran específicos del germánico occidental, familia lingüística a la que pertenece el inglés antiguo, mientras que otras características se remontan al protogermánico del que descienden todas las lenguas germánicas.

Al igual que las otras lenguas germánicas del periodo, el inglés antiguo presenta una flexión nominal completa, con cinco casos gramaticales (nominativo, acusativo, genitivo, dativo y restos poco frecuentes del instrumental) y formas de dual para referirse a parejas (aunque solo en los pronombres personales), además del singular y del plural. También diferencia entre géneros, sin que haya una relación necesaria con el sexo: por ejemplo, sēo sunne (el Sol) es femenino, mientras que se mōna (la Luna) es masculino (cf. alemán die Sonne y der Mond).

Influencia del nórdico antiguo

La segunda fuente más importante de préstamos en inglés antiguo fueron las lenguas escandinavas introducidas durante las invasiones vikingas de los siglos IX y X. Además de numerosos topónimos, se encuentran palabras del vocabulario básico y términos relacionados con los aspectos administrativos del Danelaw. Los vikingos hablaban nórdico antiguo, una lengua estrechamente emparentada con el inglés antiguo; esta proximidad llevó a una mezcla de dialectos que podría haber acelerado la pérdida de las terminaciones de caso en inglés antiguo. Una aparente confirmación de esta teoría es el hecho de que la simplificación de las terminaciones de caso se dio primero en el norte y en último lugar en el suroeste, la región menos afectada por la influencia vikinga. En cualquier caso, la influencia del nórdico antiguo fue profunda y a ella se deben palabras tan básicas como sky («cielo»), leg («pierna»), el pronombre they («ellos/as»), la forma verbal are («somos/sois/son») y cientos de ejemplos más.

Influencia del latín

Buena parte de la población alfabetizada (monjes, clérigos, etc.) tenía conocimientos de latín, la lingua franca de la erudición y de la diplomacia en la Europa de la época. En ocasiones es posible dar una fecha aproximada para la entrada de palabras latinas en el inglés antiguo basándose en los cambios lingüísticos que estas han experimentado, con base en lo cual se reconocen al menos tres periodos importantes de influencia latina. El primero ocurrió antes de que los sajones llegaran a la isla de Gran Bretaña desde el continente. El segundo comenzó con la conversión de los anglosajones al cristianismo, con la consiguiente llegada de religiosos que hablaban y escribían en latín. El tercer periodo, en el que se produjo la mayor influencia con diferencia, se dio tras la invasión normanda de 1066 que llevó a la adopción de un enorme número de palabras normandas, la mayoría de ellas derivadas del francés antiguo y, en última instancia, del latín, pero con un importante grupo de palabras de origen nórdico.

Influencia celta

De forma tradicional, se dice que la influencia de las lenguas celtas en el inglés ha sido pequeña, como indica el pequeño número de préstamos de origen celta que han penetrado en la lengua, especialmente al compararlo con el número de préstamos latinos y escandinavos. Sin embargo, se han señalado algunos posibles rasgos celtas en la sintaxis en el periodo posterior al inglés antiguo.

Dialectos

Al igual que en inglés moderno, en inglés antiguo había una gran variación lingüística, por lo que especificar un único sistema fonológico, por ejemplo, sería engañoso, ya que cada variante regional tenía el suyo. Hay también variación diacrónica, de modo que la lengua de Wessex en la época de Æthelwold de Winchester (sajón occidental tardío) presenta diferencias considerables respecto a la lengua de la corte de Alfredo el Grande (sajón occidental temprano). A pesar de esta nomenclatura, hay que destacar que el sajón occidental tardío no desciende directamente del sajón occidental temprano.

Los cuatro dialectos principales del inglés antiguo son el mercio, el northumbrio (conocidos de forma colectiva como dialectos ánglicos), el dialecto de Kent y el sajón occidental .3​ Cada uno de estos dialectos se asocia a un reino independiente. Toda Northumbria y la mayor parte de Mercia cayeron en manos vikingas durante el siglo ix, mientras que el reino de Kent y la parte de Mercia que pudo ser defendida de los ataques fueron absorbidos por el reino de Wessex.

Tras el proceso de unificación de los distintos reinos anglosajones, que tuvo lugar en 878 bajo Alfredo el Grande, se atestigua un marcado declive de la importancia de los dialectos regionales en la lengua escrita. La mayoría de los documentos que nos han llegado del periodo anglosajón están escritos en el dialecto de Wessex, el reino de Alfredo. Es probable que la consolidación del poder fuera acompañada por una estandarización de la lengua del gobierno para hacer más fácil la administración del reino, por lo que los documentos se redactaron en el dialecto sajón occidental. Durante esta época, el rey Alfredo reunió a numerosos escribas de origen mercio para poner por escrito numerosos textos.

Debido a esta centralización del poder y a las invasiones vikingas, no hay apenas testimonios escritos que ilustren el desarrollo del resto de dialectos tras la unificación. El inglés británico estándar moderno o Received Pronunciation no es descendiente directo del sajón occidental tardío, sino de algún dialecto mercio, ya sea oriental o suroriental.


Literatura anglosajona.

  

La literatura anglosajona (o literatura en inglés antiguo) abarca la literatura escrita en anglosajón (inglés antiguo) durante los seiscientos años del período anglosajón de Gran Bretaña, desde mediados del siglo V hasta la conquista normanda de 1066. Estas obras pertenecen a géneros tan diversos como la poesía épica, hagiografía, sermones, traducciones de la Biblia, obras jurídicas, crónicas, conjuros, adivinanzas y otros. Se conservan en total unos 400 manuscritos de este período, un conjunto muy significativo que suscita el interés tanto del público como de los especialistas.
Entre las obras destacadas de este período se encuentra el poema Beowulf, que ha alcanzado el rango de epopeya nacional en el Reino Unido. La Crónica Anglosajona es una colección de historia sobre la antigua Inglaterra. El poema Himno de Caedmon del siglo VII es uno de los textos más antiguos en idioma inglés.
La literatura anglosajona ha sido investigada desde distintas perspectivas a lo largo del tiempo. En el siglo XIX y principios del XX se centraban en la búsqueda de las raíces germánicas del inglés, más tarde se examinaron los méritos literarios, y hoy en día el interés radica en cuestiones paleográficas y en los manuscritos en sí, su datación, lugar de origen, autoría y en la búsqueda de conexiones entre la cultura anglosajona y el resto de Europa durante la Edad Media.

Descripción

Se conserva un elevado número de manuscritos de los seiscientos años del período anglosajón, habiéndose escrito la mayor parte de ellos en los trescientos últimos (siglos IX-XI), tanto en latín como en lengua vernácula. La literatura anglosajona se encuentra entre las más antiguas lenguas vernáculas que se escribieron.
 El inglés antiguo comenzó a escribirse por pura necesidad práctica en las condiciones que resultaron de las invasiones danesas: los eclesiásticos estaban preocupados por la decadencia de la ilustración latina de tal manera que nadie podía leer esas obras. Del mismo modo, el rey Alfredo el Grande (849-899), queriendo restaurar la cultura inglesa, lamentó la penosa situación de la educación latina:

"Estaba tan generalizada la decadencia [educativa] en Inglaterra que muy pocos a este lado del Humber podían...traducir una carta del latín al inglés; y creo que no había muchos más al otro lado del Humber" (Libro de la regla pastoral, introducción).
El rey Alfredo se dio cuenta de que, aunque pocos podían leer latín, muchos podían aún leer inglés antiguo. Entonces propuso que los estudiantes se formaran en inglés antiguo y aquellos que destacasen aprenderían después latín. De esta manera, muchos de los textos que han sobrevivido son típicamente educativos y orientados a los estudiantes.
En total quedan unos cuatrocientos manuscritos que contienen textos en inglés antiguo, 189 de ellos considerados de importancia. Estos manuscritos han sido muy valorados por los coleccionistas desde el siglo XVI, tanto por su valor histórico como por la belleza estética de sus letras, uniformemente espaciadas, y los elementos decorativos.
No todos los textos pueden ser considerados propiamente literarios, como las listas de nombres o los ensayos de escritura. Sin embargo, en muchos casos se conserva una obra realmente significativa, y por orden de cantidad, de mayor a menor, se conservan: sermones y vidas de santos (los más numerosos), traducciones de la Biblia; traducción de obras latinas de los primeros Padres de la Iglesia; crónicas anglosajonas y obras de historia narrativas; leyes, testamentos y otras obras jurídicas; obras prácticas sobre gramática, medicina, geografía; y, finalmente, pero no menos importante, poesía.

Casi todos los autores anglosajones permanecen anónimos, con algunas excepciones.

La investigación del siglo XX se ha centrado en: la datación de los manuscritos (los eruditos del siglo XIX tendían a considerarlos más antiguos de lo que son); localizar dónde se crearon los manuscritos (había siete scriptoria principales en los que se originaron: Winchester, Exeter, Worcester, Abingdon, Durham, y dos en Canterbury: La Iglesia de Cristo y San Agustín); y en identificar los dialectos regionales que se usaron (northumbrio, mercio, de Kent y sajón occidental considerándose este último como el principal, la variante “clásica” del anglosajón).

  

Poesía


La poesía anglosajona es de dos tipos, la poesía germánica épica precristiana y la cristiana. Ha sobrevivido, en su mayor parte, gracias a cuatro manuscritos:
Manuscrito Junius (Junius manuscript) , también conocido como manuscrito de Caedmon, es el primero. Es una antología poética ilustrada. Estos manuscritos de la Biblioteca Bodleiana en Oxford fueron donados por el estudioso holandés Francis Dujon o Junios, bibliotecario del conde de Arundel.
Libro de Exeter (Exeter Book) es el segundo. También es una antología, ubicada en la catedral de Exeter desde que fue a ella donada en el siglo XI por el obispo Leofric. Es un códice del siglo X escrito en el dialecto sajón occidental.
Libro de Vercelli (Vercelli Book) , una mezcla de poesía y prosa; cómo llegó a aparecer en Vercelli, cerca de Milán (Italia) en 1882 es algo que aún no se sabe y se sigue debatiendo.
Manuscrito Cotton (Cotton Vitellius A XV) , también llamado Novell Codex, que presenta una mezcla de poesía y prosa. Son los manuscritos reunidos por sir Robert Cotton, que en la actualidad están en el Museo Británico. En éste se encuentra conservado el Beowulf .
La poesía anglosajona no tiene reglas conocidas o sistemática alguna transmitidas por los anglosajones. Todo lo que se sabe sobre ella se basa en el análisis moderno. La primera teoría aceptada con carácter general fue la elaborada por Eduard Sievers (1885) quien distinguía cinco pautas de aliteración distintas. La teoría de John C. Pope (1942) usa notaciones musicales que han tenido cierta aceptación; cada pocos años una nueva teoría surge y el tema continúa siendo muy debatido.
La mejor explicación de la poesía en inglés antiguo sigue siendo la de Sievers sobre el verso aliterativo. El sistema se basa en el acento, la aliteración, la cantidad de vocales, y las pautas de acentuación silábica. Consiste en cinco combinaciones sobre la base de un esquema de verso. El sistema es heredado y subsiste, de una u otra manera, en todos las lenguas germánicas antiguas.

Rasgos estilísticos de la poesía anglosajona

La poesía anglosajona, sea épica, sea religiosa, comparte los mismos rasgos estilísticos. Está compuesta en largos versos de arte mayor, sin rima. Cada uno de los versos posee una aliteración. Los símiles son relativamente escasos. Este rasgo en particular del estilo poético anglosajón es consecuencia de su estructura y de la rapidez con la que las imágenes se suceden unas a otras, siendo incapaces de desarrollar largamente una comparación. Beowulf, por ejemplo, contiene como mucho cinco símiles, y además son breves.

Por contraste, la poesía anglosajona depende fuerte y extensamente de la metáfora, particularmente la que se logra a través del uso de “kennings”. El kenning es un tipo de sinónimo, una característica perífrasis metafórica, una expresión formularia para describir una cosa en relación con otra. Así, en el Beowulf, el mar es el camino del cisne o el reino del viento.

La segunda figura poética más usada es la lítotes, que actúa como un eufemismo dramático para producir un efecto irónico. Se trata de una atenuación, esto es, una “figura que consiste en no expresar todo lo que se quiere dar a entender, sin que por esto deje de ser bien comprendida la intención de quien habla. Se usa generalmente negando lo contrario de aquello que se quiere afirmar”.

Es un rasgo propio del rápido estilo dramático de la poesía anglosajona que no tiende a ornamentaciones rebuscadas como la que se encuentra, por ejemplo, en la literatura celta del mismo período. Donde un poeta celta describiría algo usando 3 o 4 símiles, un poeta anglosajón introduciría un “kenning” y seguiría rápidamente adelante.

El vocabulario poético que usan los poemas es extenso y especializado.

La poesía en inglés antiguo era un arte oral, y nuestra comprensión de ella en la forma escrita es incompleta. Por ejemplo, el poeta (al que se refieren como el Scop) podía estar acompañado por un arpa, y podía haber otras tradiciones aurales de las que no somos conscientes.
La poesía representa el menor volumen de los textos supervivientes en inglés antiguo, pero se considera que la cultura anglosajona tuvo una rica tradición de narraciones orales, de las cuales sólo han sobrevivido una minoría.

Los poetas

La mayor parte de los poetas anglosajones son anónimos; se conoce a doce por su nombre, a partir de fuentes medievales, pero solo hay cuatro que se pueden conocer por su obra en la actualidad, y sólo hasta cierto punto: Caedmon, Beda, Alfredo el Grande y Cynewulf. De estos, sólo Caedmon, Beda y Alfredo tienen biografías conocidas. Cultivaron sobre todo la poesía religiosa.

Caedmon es el más conocido, y se le considera padre de la poesía anglosajona. Vivió en la abadía de Whitby en Northumbria en el siglo VII. Sólo se conserva de él un poema de nueve líneas, titulado «Himno», que es también el texto más antiguo en inglés.

Cynewulf es una figura difícil de identificar, pero investigaciones recientes sugieren que vivió en la primera parte del siglo IX. Se le atribuyen una serie de poemas, entre los que son seguros por estar firmados «The Fates of the Apostles» y «Elene» (ambos en el Libro de Vercelli); y «Christ II» y «Juliana» (ambos en el Libro de Exeter).

A Aldhelmo, obispo de Sherborne (m. 709), se le conoce a través de Guillermo de Malmesbury quien dijo que interpretaba canciones seculares acompañándose al arpa. Ha sobrevivido mucha de su prosa en latín, pero nada de sus obras en anglosajón.

Poemas heroicos

La poesía en inglés antiguo es la que ha recibido mayor atención. Trata de héroes germanos del pasado. La más larga (3182 versos), y más importante, es Beowulf, que se conserva en un solo manuscrito, el dañado códice Nowell o «Cotton Vitellius A.xv». Narra la historia del legendario héroe gauta, Beowulf que da título al poema. La historia transcurre en Escandinavia, en Suecia y Dinamarca, y probablemente la narración es de origen escandinavo. La historia es biográfica y marca el estila de la mayor parte de poesía anglosajona restante. Ha obtenido el estatus de epopeya nacional, al mismo nivel que la Ilíada en griego, el Cantar de los Nibelungos en alemán, la Canción de Roldán en francés o el Cantar de mio Cid en español. Suscita el interés de historiadores, antropólogos, críticos literarios y estudiantes de todo el mundo.

Existen otros poemas épicos, además de Beowulf. Dos poemas heroicos han sobrevivido en fragmentos:

El denominado «fragmento de Finnsburg», que narra escenas de una batalla que también aparece en Beowulf (el denominado «episodio de Finn», el «cantar» sobre el reducto o burgo de Finn, versos 1063 al 1159, aunque esta relación con Beowulf se debate mucho).
Waldere o Wálder, una versión de los acontecimientos en la vida de Walter de Aquitania, rehén de Atila, rey de los hunos. Dos fragmentos de este poema se encontraron en 1860 entre la encuadernación de un libro de la Biblioteca Real de Copenhague. En origen debió ser tan largo como Beowulf. La vida de Walter se ha conservado a través de otras fuentes medievales.
Otros dos poemas mencionan figuras heroicas:
Widsith, que ha sido traducido al español como Wídsid, el viajero lejano o Largo viaje. Se cree que algunas de sus partes son realmente muy antiguas, pues menciona hechos ocurridos en el siglo IV, relacionados con Hermanarico y los godos, y contiene un catálogo de pueblos, grandes héroes y lugares con ellos asociados. Un poeta va recitando los lugares y los señores que ha visitado en su vagabundeo. Acaba siendo una lista de nombres germánicos.
El lamento de Déor es un poema lírico, en el estilo de la Consolación de la filosofía, aplicando ejemplos de héroes famosos, entre los que se incluyen Wéland y Hermanarico, al caso del propio narrador, Déor, un poeta cortesano que ha sido apartado de su señor y para consolarse recuerda las desgracias ocurridas a otros personajes en el pasado y que su desgracia, al final acabará.

La Crónica anglosajona contiene varios poemas heroicos insertados en su texto. El más temprano es de 937 y se llama «La batalla de Brunanburh» (The Battle of Brunanburh), que celebra la victoria del rey Athelstan, nieto de Alfredo el Grande, sobre los noruegos y los escotos. Hay cinco poemas más cortos: la captura de los Cinco Burgos (942); coronación del rey Edgar (973); muerte del rey Edgar (975); muerte del príncipe Alfredo (1036); y muerte del rey Eduardo (1065).

El poema de 325 versos La batalla de Maldon (Battle of Maldon) o, simplemente, Maldon constituye, junto a La batalla de Brunanburh y La batalla de Finnsburg, el trío sobre batallas en las que se canta a los guerreros, la lucha y la gloria en la batalla, representando en este sentido el reflejo más directo de esta ideología sobre el heroísmo guerrero propia de los pueblos germánicos. Maldon celebra el enfrentamiento en el que cayeron el eorl Byrhtnoth de Essex y sus hombres frente a una partida de vikingos daneses en 991. Debió escribirse poco después de la batalla. Se considera que es uno de los mejores, pero faltan tanto el principio como el final y el único manuscrito en el que se conservaba resultó destruido por el fuego en 1731. Al final del poema hay un discurso muy conocido:

El pensamiento debe ser lo más enérgico, el corazón lo más animoso, el coraje mayor, conforme más desfallecen nuestras fuerzas.
Aquí yace nuestro líder, el valiente caudillo sobre el polvo;
puede que lo lamente siempre aquel que hoy flaquee y abandone la lucha.
Soy viejo, yo no me marcharé, aquí pienso dar la vida permaneciendo junto a mi señor, junto a mi amado señor.
--(Batalla de Maldon)
La poesía heroica anglosajona fue transmitida de generación en generación oralmente. Conforme el cristianismo fue implantándose, los narradores iban introduciendo cuentos o figuras cristianas en las antiguas historias heroicas.

Poemas de sabiduría

En relación con estos cuentos heroicos hay un número de breves poemas en el Libro de Exeter que se han llamado "poesía de la sabiduría ", constituyendo lo más valioso de la poesía lírico-elegíaca inglesa. Son poemas líricos y boecianos en su descripción de la variación de la fortuna, la caducidad de las cosas de este mundo; la vida es considerada un accidente desgraciado por los narradores, fatalistas pero a un tiempo valerosos y decididos. Su tono es muy semejante al El Lamento de Déor, con el que se conservan en el Libro de Exeter.

La Ciudad ruinosa (The Ruin o The ruined burg). Poema de tono sombrío que narra la decadencia de la ciudad de Bath, gloriosa en tiempos de los romanos. La isla de Gran Bretaña sufrió una profunda decadencia después de la marcha de los romanos a principios del siglo V.

The Wanderer, que ha sido traducido como Errante o El Viajero Errante. Tiene el mismo tono melancólico que la anterior. Un viejo cuenta un ataque que sufrió cuando era joven, en el que murieron todos sus amigos y parientes; recuerdos de aquella carnicería lo han acompañado el resto de su vida. Se pregunta por la sabiduría de decidir impetuosamente entregarse a una batalla sobre una fuerza posiblemente superior: el hombre sabio se entrega a la guerra para preservar la sociedad civil, y no debe apresurarse a entablar batalla, sino buscar aliados cuando las posibilidades puedan estar en su contra. Este poeta encuentra poca gloria en la bravura por sí misma. Es el más coherente de estos poemas.

The Seafarer (Marino o El navegante). Es la historia de un sombrío exilio en el mar. La única posibilidad de redención son los gozos del cielo. Al principio relata los peligros del mar, pero después admite su irresistible llamada, su vocación por la aventura marinera; más tarde pasa a hablar de lo perecedero de las cosas humanas, en un tono semejante a las homilías. Sobre el sentido de esta poesía se han formulado teorías diversas.

Wulf y Édwacer (Wulf and Eadwacer). Es un poema sobre la añoranza del amor, puesto en boca de una mujer que añora al amado. Presenta algún problema de interpretación. En principio, parece existir una dualidad entre Wolf, el amado lejano, y Édwacer, su esposo; pero puede interpretarse también como que son la misma persona, llamando “Wolf” (lobo) al esposo.

El Lamento de la esposa (The Wife's Lament). Es un poema semejante al anterior. Aquí una esposa llora sus desgracias y añora a su amado, que ha tenido que partir al exilio.

El Mensaje del Marido (The Husband's Message).

El rey Alfredo escribió un poema de sabiduría a lo largo de su reinado basado en la filosofía neoplatónica de Boecio, titulado el Lays of Boethius.

Poesía clásica y latina

Varios poemas en inglés antiguo son adaptaciones de textos filosóficos de la antigüedad tardía. El más largo es una traducción del siglo X de la obra de Boecio Consolación de la filosofía contenida en el manuscrito Cotton. Otro es el poema El fénix (The Phoenix) en el Libro de Exeter, una alegoría de la obra de Lactancia titulada De ave phoenice.

Otros poemas cortos derivan de la tradición de los bestiarios latinos tales como La pantera (The Panther), La ballena (The Whale) y La perdiz (The Partridge).

Vidas de santos

El Libro de Vercelli y el de Exeter contienen cuatro largos poemas narrativos sobre vidas de santos, o hagiografías. En el Libro de Vercelli están Andrés (Andreas) y Elena y en el de Exeter están Guthlac y Juliana.

Andrés (Andreas) es un poema de 1.722 versos, y el más cercano estilísticamente a poemas heroicos como Beowulf. Es la historia de San Andrés y su viaje para rescatar a san Mateo de los mirmidones, tarea que al principio es reacio a asumir. Es un poema de aventuras, presentando el héroe cristiano todas las cualidades de los héroes guerreros.
Elena (Elene) relata el hallazgo de la cruz por santa Elena, madre de Constantino I el Grande. Este es un poema al servicio del culto a la Vera Cruz, muy popular en la Inglaterra anglosajona.
Guthlac es en realidad dos poemas sobre el santo inglés Guthlac (siglo VII).
Juliana trata del martirio de la santa de este nombre, Juliana de Nicomedia.

Paráfrasis bíblicas

El manuscrito Junius contiene tres paráfrasis de textos del antiguo Testamento. Son relatos de estos pasajes bíblicos, no traducciones exactas, y a veces crean de este modo muy bellas poesías. La primera y más larga es del Génesis. Las otras dos son del Éxodo y Daniel.
El manuscrito Cotton (Nowell Codex) contiene una paráfrasis bíblica, que aparece justo después de Beowulf, titulado Judith, una larga y apasionante narración de la historia de Judith y cómo da muerte al tirano Holofernes. No debe confundirse con la homilía compuesta por Aelfrico, Judith, que cuenta la misma historia en prosa aliterada.
Se conservan los salmos 51-150, siguiendo una versión en prosa de los primeros cincuenta salmos. Se cree que una vez hubo un salterio completo basándose en la evidencia, pero solo han sobrevividos los 150 primeros.
Hay una serie de traducciones versificadas de Gloria in excelsis, el Padre nuestro, y el Símbolo de los Apóstoles, así como cierto número de himnos y proverbios.

Poemas religiosos

Además de las paráfrasis bíblicas se conservan varios poemas religiosos originales, en su mayoría líricos, no narrativos.

El Libro de Exeter contiene una serie de poemas titulados Christ (‘Cristo’), dividido en «Christ I» (anónimo), «Christ II» (de Cynewulf, sobre la ascensión de Cristo) y «Christ III» (anónimo).

Uno de los más hermosos poemas de todos los poemas anglosajones es el Sueño de la cruz (Dream of the Rood), contenido en el Libro de Vercelli. Es una visión onírica de Cristo en la cruz, con la cruz personificada que se aparece en sueños al poeta y le cuenta el papel, no deseado por ella, que tuvo en la crucifixión:

"Soporté gran dureza sobre aquella colina. Vi al Dios de los espíritus cruelmente estirado. La oscuridad cubrió de nubes el cuerpo del Señor, el brillante resplandor. Avanzó una sombra, oscura bajo los cielos. Lloró toda la creación, lamentaron la muerte del rey. Cristo estaba en la cruz."
--(Sueño de la cruz)
El soñador decide confiar en la cruz, y el sueño acaba con una visión celestial.

Hay varios poemas religiosos de debate. El más largo es Cristo y Satanás (Christ and Satan) en el manuscrito Junius, que se refiere al conflicto entre Cristo y Satanás durante los cuarenta días en el desierto. Otro poema de debate es Salomón t Saturno (Solomon and Saturn), que sobrevive en varios fragmentos, Saturno es representado como un mago, debatiendo con el sabio rey Salomón.

Otros poemas

Otras formas poéticas existieron en el antiguo inglés, incluyendo adivinanzas o enigmas versificados, de las que el Libro de Exeter conserva noventa y nueve y eran un pasatiempo más culto que vulgar. No se proporcionan las respuestas, algunos de ellos permanecen sin resolver y algunas de las respuestas son obscenas.
Además, hay versos cortos en los márgenes de los manuscritos que ofrecen consejos prácticos y conjuros, remedios contra la pérdida del ganado, cómo manejar un parto que se retrasa, para un enjambre de abejas, etc. El más largo se llama Encanto de las nueve hierbas y es posiblemente de origen pagano.
Hay, finalmente, una serie de poemas nemotécnicos para recordar largas listas de nombres. Estos poemas se llaman Menologium, Los Hechos de los Apóstoles, El Poema de las Runas, Las estaciones para ayunar, y las Instrucciones para cristianos.

Prosa

Queda cuantitativamente mucha más prosa que poesía anglosajona. Y la mayoría de esta prosa son sermones y las traducciones de obras religiosas en latín. Aparece por vez primera en el siglo IX y continúa escribiéndose hasta el siglo XII.

Prosa religiosa

El autor más conocido en anglosajón fue el rey Alfredo (849-899), que tradujo muchos libros del latín al inglés antiguo. Estas traducciones incluyen: una traducción de la Cura Pastoralis de Gregorio Magno llamada en inglés The Pastoral Care, una manual para que los sacerdotes aprendieran a cumplir sus obligaciones; Consolación de la filosofía de Boecio; y las Confesiones de San Agustín. Alfredo fue también responsable de la traducción de cincuenta salmos al inglés antiguo. Otras importantes traducciones al inglés antiguo se llevaron a cabo por impulso del rey, entre las que se cuentan: La Historia del mundo de Orosio, una obra que acompaña a la obra de Agustín de Hipona Ciudad de Dios; los Diálogos de Gregorio Magno; y la Historia eclesiástica del pueblo inglés de Beda.
Aelfrico, escribió en el siglo X y principios del XI, siendo alumno de la escuela monacal de Winchester. Destacó por encima de los demás prosistas en cantidad y calidad. Fue el mayor y más prolífico escritor de Homilías, que se siguieron usando y adaptando hasta entrado el siglo XIII. También escribió Vidas de santos, un libro sobre el cómputo del tiempo, cartas pastorales, traducciones de los primeros seis libros de la Biblia, glosas y traducciones de otras partes de la Biblia como Proverbios, Libro de la Sabiduría y Eclesiástico.
A la misma altura que Aelfrico, y contemporáneo suyo, fue Wulfstan, arzobispo de York. Sus sermones tenían un gran estilo. Su obra más conocida es el Sermón del lobo (Sermo Lupi ad Anglos o A Sermón of the Wolf, en el que considera que las invasiones vikingas son un castigo por los pecados del pueblo inglés y la debilidad del monarca Aethelred. Escribió un número de textos jurídicos eclesiásticos, entre ellos Institutes of Polity y Canons of Edgar.
Uno de los primeros textos en prosa anglosajona es el Martirologio, información sobre santos y mártires de acuerdo con sus aniversarios y fiestas en el calendario eclesiástico. Ha sobrevivido en seis fragmentos. Se cree que data del siglo IX y que es obra de un autor de Mercia.
La colección más antigua de sermones eclesiásticos está constituida por las Blickling homilies en el Libro de Vercelli y data del siglo X.
Hay varias obras en prosa con vidas de santos. Además de las escritas por Aelfrico está la vida en prosa de san Guthlac, contenida en el Libro de Vercelli, la vida de santa Margarita y la de san Chad. Hay cuatro vidas en el manuscrito Junius: los siete durmientes de Éfeso, santa María Egipciaca, san Eustacio y san Eufrosino.
Hay muchas traducciones de fragmentos bíblicos. Aelfrico tradujo los primeros seis libros de la Biblia (el Hexateuco). Hay una traducción de los Evangelios. El más popular fue el Evangelio de Nicodemo, otros incluyen el Evangelio del pseudo-Mateo, Vindicta salvatoris, Visión de san Pablo y el Apocalipsis de Tomás".
Uno de los conjuntos más amplios de textos anglosajones viene constituido por los textos jurídicos guardados por las instituciones religiosas. Incluyen todo tipo de textos: registro de las donaciones efectuadas por los nobles, testamentos, documentos de emancipación, listas de libros y reliquias, pleitos o reglas de los gremios. Todos estos textos proporcionan valiosos datos sobre la historia social de los tiempos anglosajones, pero también tienen su valor literario. Por ejemplo, algunos de los pleitos son interesantes por el uso de la retórica.

Prosa laica

La Crónica Anglosajona se empezó probablemente en tiempos del rey Alfredo y continuó durante 300 años como un registro histórico de la época anglosajona.
Sólo ha sobrevivido un ejemplo de romance clásico, es un fragmento de una traducción latina de Apolonio de Tiana por Filostrato (220 a. C.), del siglo XI.
Un monje que escribió en anglosajón al mismo tiempo que Aelfrico y Wulfstan fue Byrhtferth de Ramsey, cuyos libros Handboc y Manual eran estudios de matemática y retórica.
Aelfrico escribió dos obras neocientíficas, Hexameron e Interrogationes Sigewulfi, que tratan de historias de la Creación. Escribió también una gramática y un glosario en inglés antiguo titulado Latin, más tarde usado por los estudiantes interesados en aprender francés antiguo, pues fue glosado en ese idioma.
Sobreviven muchas reglas y cálculos para determinar los días festivos, y tablas para calcular las mareas y la fase de la luna.
En el manuscrito Cotton (Nowell Codex) hay un texto de Las Maravillas de Oriente que incluye un destacado mapa del mundo, y otras ilustraciones. También contiene este manuscrito una Carta de Alejandro a Aristóteles. Dado que es el mismo manuscrito que contiene Beowulf, algunos eruditos especulan con la posibilidad de que fuera una colección de materiales sobre lugares y criaturas exóticos.
Se conservan varias obras sobre Medicina de interés. Hay una traducción de la obra de Apuleyo Herbarium con llamativas ilustraciones, encontradas junto a Medicina de Quadrupedibus. Una segunda colección de textos es Bald's Leechbook, un libro del siglo X que contiene curas con hierbas e incluso quirúrgicas. Una tercera colección se conoce como Curaciones (Lacnunga), que se refiere a conjuros, encantamientos, y magia blanca.
Los textos legales anglosajones constituyen una parte amplia e importante del conjunto general conservado. Para el siglo XII se habían ordenado en dos grandes colecciones (véase Textus Roffensis). Incluyen leyes de los reyes, comenzando por aquellas de Aethelbert de Kent, y textos referidos a casos específicos y lugares en el país. Un ejemplo interesante es Gerefa que describe las obligaciones de un baile o juez local.

Historiografía

La literatura en inglés antiguo no desapareció en 1066 con la conquista normanda. Muchas homilías y obras siguieron leyéndose y siendo usados total o parcialmente hasta el siglo XIV, y más adelante fueron catalogadas y organizadas. Durante la Reforma, cuando las bibliotecas de los monasterios se dispersaron, los manuscritos fueron coleccionados por anticuarios y eruditos. Entre ellos cabe citar a Laurence Nowell, Matthew Parker, Robert Bruce Cotton y Humfrey Wanley. En el siglo XVII comenzó una tradición de diccionarios y referencias a la literatutra literatura en inglés antiguo. El primero fue el de William Somner: Dictionarium Saxonico-Latino-Anglicum (1659). El lexicógrafo Joseph Bosworth comenzó un diccionario en el siglo XIX que fue acabado por Thomas Northcote Toller en 1898 titulado An Anglo-Saxon Dictionary, que fue puesto al día por el poeta Alistair Campbell en 1972.
Dado que el inglés antiguo fue uno de los primeros lenguajes vernáculos escritos, los eruditos del siglo XIX que buscaban las raíces de una “cultura nacional” europea (véase Nacionalismo romántico) sintieron un especial interés en estudiar la literatura anglosajona, y el inglés antiguo se convirtió en parte usual del currículo universitario. 
Desde la segunda guerra mundial ha crecido el interés por los manuscritos en sí —Neil Ker, un paleógrafo, publicó el Catálogo de Manuscritos en anglosajón (Catalogue of Manuscripts Containing Anglo-Saxon) en 1957, y para el año 1980 casi todos los textos manuscritos anglosajones habían sido impresos. A J. R. R. Tolkien se le considera responsable de crear un movimiento para mirar el inglés antiguo como un sujeto de teoría literaria en su conferencia seminal Beowulf: The Monsters and the Critics (1936).

La literatura inglesa antiguo ha influido en la literatura moderna. Beowulf ha sido traducido al inglés moderno por William Morris y el premio Nobel Seamus Heaney (2000); Ezra Pound tradujo el poema El Navegante. La influencia de la poesía puede verse en poetas modernos como T. S. Eliot, Ezra Pound y W. H. Auden. Gran parte de los temas y la terminología de la poesía heroica puede verse en El hobbit, El Señor de los Anillos y muchas otras.



Itsukushima Shrine.

  

Las 117 mejores frases de Marco Aurelio, un destacado estoico.

Las citas de este emperador romano nos acercan a su filosofía de vida. La misma se centraba en desarrollar la fortaleza interior, el autocontrol y la aceptación del destino. 
Las citas que mencionaremos en esta lectura provienen de su obra Meditaciones. En ella, este gobernante expone su sabiduría estoica en forma de anotaciones personales. De esta manera, el libro se trata de un cuaderno en donde escribió sus pensamientos durante los últimos 10 años de su vida.
Los temas más recurrentes fueron el paso del tiempo, el poder del olvido y la desconfianza. Esto último en lo que se refiere a las personas de su propia época y sobre las generaciones futuras. Hay que tener en cuenta que la vida de este estoico estuvo signada por la pérdida, la guerra y la violencia. Por eso, sus palabras nos invitan a forjar un carácter fuerte ante las adversidades de la vida.
En esta obra pueden apreciarse notas que avivan recuerdos de toda una vida dedicada al bien común del Imperio romano. Por eso, varias son las citas de este libro que tienen la forma de normas o preceptos para vivir con dignidad y según los principios filosóficos del estoicismo.

En tal sentido, podemos afirmar que los ideales del emperador de Roma se reducen a la ética, es decir, a normas de conducta para vivir en sociedad y llevar una buena vida. A continuación, se presentan las frases más destacadas de Marco Aurelio en Meditaciones:
  1. «Todo es efímero: el recuerdo y el objeto recordado».
  2. «La mejor manera de defenderte es no asimilarte a ellos».
  3. «Lo que no es dañino a la ciudad tampoco daña al ciudadano».
  4. «Lo que no es bueno para la colmena, no es bueno para la abeja».
  5. «La única riqueza que conservarás para siempre es la riqueza que has obsequiado».
  6. «Cuánto tiempo ahorra el que no se da la vuelta para ver lo que su vecino dice, hace o piensa».
  7. «Lo que no deteriora al hombre, tampoco deteriora su vida y no le daña ni externa ni internamente».
  8. «Perseguir lo imposible es propio de locos; pero es imposible que los necios dejen de hacer algunas necedades».
  9. «¡Cuán fácil es rechazar y borrar toda imaginación molesta o impropia, e inmediatamente encontrarse en una calma total!».
  10. «Acostúmbrate a no estar distraído a lo que dice otro, e incluso, en la medida de tus posibilidades, adéntrate en el alma del que habla».
  11. «El orden universal y el orden personal no son otra cosa que diferentes expresiones y manifestaciones de un principio común fundamental».
  12. «El que ama la fama considera bien propio la actividad ajena; el que ama el placer, su propia afección; el hombre inteligente, en cambio, su propia actividad».
  13. «La muerte es el descanso de la impronta sensitiva, del impulso instintivo que nos mueve como títeres, de la evolución del pensamiento, del tributo que nos impone la carne».
  14. «Dentro de diez días les parecerás un dios, a quienes das la impresión ahora de ser una bestia y un mono, si vuelves de nuevo a los principios y a la veneración de la razón».
  15. «Eso tienes tú ahora: el palacio y la filosofía. Así pues, retorna a menudo a ella y en ella reposa; gracias a ésta, las cosas de allí te parecen soportables y tú eres soportable entre ellos».
  16. «Cabe la posibilidad, en lo concerniente a eso, de no hacer conjetura alguna y de no turbar el alma; pues las cosas, por sí mismas, no tienen una naturaleza capaz de crear nuestros juicios».
  17. «Quien ha visto el presente, todo lo ha visto: a saber, cuántas cosas han surgido desde la eternidad y cuántas cosas permanecerán hasta el infinito. Pues todo tiene un mismo origen y un mismo aspecto».
  18. «Solo haz lo correcto. Lo demás no importa. Caliente o frío. Cansado o descansado. Despreciado y honrado. Muerto u ocupado con otras tareas. Porque morir también es una de las tareas que debemos cumplir en la vida».
  19. «¿Te molestas por pesar tantas libras y no trescientas? De igual modo, también, porque debes vivir un número determinado de años y no más. Porque al igual que te contentas con la parte de sustancia que te ha sido asignada, así también con el tiempo».
  20. «Medita con frecuencia en la trabazón de todas las cosas existentes en el mundo y en su mutua relación. Pues, en cierto modo, todas las cosas se entrelazan unas con las otras y todas, en este sentido, son amigas entre sí; pues una está a continuación de la otra a causa del movimiento ordenado, del hálito común y de la unidad de la sustancia».

Lo que dijo Marco Aurelio sobre la felicidad

Un tema recurrente en el campo filosófico es la felicidad. Sin embargo, las escuelas helenísticas, entre las que se encuentra el estoicismo, han reflexionado aún más sobre cómo llevar una vida lo más dichosa posible. Y es así como, a través de las siguientes citas, el gobernante romano instó a vivir el presente y prescindir de todo aquello que no es esencial para ser feliz:

  1. «Conténtate con parecer lo que realmente eres».
  2. «La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos».
  3. «Mira bien dentro de ti. Allí está la fuente del bien, jamás exhausta si la vas ahondando».
  4. «La verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin dependencia ansiosa sobre el futuro».
  5. «Se necesita muy poco para tener una vida feliz; todo está dentro de ti en tu forma de pensar».
  6. «La adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha».
  7. «Casi nada material se necesita para una vida feliz, para aquel que ha comprendido la existencia».
  8. «Tranquilo a la vez que resuelto, alegre a la par que consistente, es el hombre que en todo sigue la razón».
  9. «En ningún lugar puede un hombre encontrar un retiro más tranquilo e imperturbable que en su propia alma».
  10. «Fui en ocasiones hombre afortunado, aunque estuviese sometido a cualquier circunstancia. Esto es ser afortunado, asignarse uno mismo su buena fortuna».
  11. «La felicidad de los que quieren ser populares depende de los demás. La felicidad de los que buscan placer fluctúa con el humor que está fuera de su control. Sin embargo, la felicidad de los sabios viene de sus actos».
  12. «Nada más mísero que el hombre que, girando sin cesar de un lado a otro, corriéndolo todo, averiguando hasta lo que hay en las entrañas de la tierra indagando por conjeturas los pensamientos y secretos de su prójimo, no ha advertido que bastaba para su felicidad estar atento al espíritu que reside en él y consagrarle un culto sincero».

Pensamientos del filósofo romano sobre el amor.

Las frases sobre el amor dichas por de Marco Aurelio nos demuestran lo que pensaba del destino ineludible y la aceptación del mismo. De igual manera, su concepción del ser humano dedicado a sus deberes y a su fortaleza interior está implícita en estas citas:

  1. «Lo que es realmente hermoso no necesita más nada».
  2. «La dulzura, cuando es sincera, es una fuerza invencible».
  3. «Lo propio del hombre es amar incluso a quienes nos dañan».
  4. «Ama el pequeño oficio que has aprendido y conténtate con él».
  5. «Aunque te rompas el corazón, los hombres seguirán como antes».
  6. «Amar solo lo que pasa, lo que estaba destinado. No hay mayor armonía».
  7. «Adáptate a la vida que te han dado; y ama verdaderamente a las personas que el destino te ha rodeado».
  8. «Cuando te levantes por la mañana, piensa en el precioso privilegio que es estar vivo: respirar, pensar, disfrutar, amar».
  9. «Acepta las cosas a las que te ata el destino y ama a las personas con las que el destino te une, pero hazlo con todo tu corazón».
  10. «Nunca deja de sorprenderme: todos nos amamos más que a otras personas, pero nos importan más sus opiniones que las nuestras».
Frases de Marco Aurelio para la vida.
La armonía, el autocontrol, la aceptación de las cosas que no podemos cambiar y la brevedad de la vida son temas recurrentes en las reflexiones del filósofo. Él propone controlar los pensamientos y practicar las virtudes correctas. Las mismas no son solo para el bienestar individual, sino también para el de toda la comunidad. Mira lo que dijo sobre vivir:

  1. «Te embarcaste, surcaste mares, atracaste: ¡desembarca!».
  2. «Los placeres, cuando superan cierto límite, no son más que castigos».
  3. «Es mejor no darles a las cosas pequeñas más tiempo del que merecen».
  4. «La vida no es ni buena ni mala, sino sólo un lugar para el bien y el mal».
  5. «El que vive en armonía consigo mismo, vive en armonía con el universo».
  6. «La pérdida no es más que cambio, y el cambio es el deleite de la naturaleza».
  7. «¡Qué ridículo y qué extraño sorprenderse de cualquier cosa que sucede en la vida!».
  8. «Mírate bien a ti mismo; hay una fuente de fortaleza que siempre surgirá si siempre miras».
  9. «No es la muerte lo que un hombre debe temer, pero sí debe temer nunca comenzar a vivir».
  10. «Cuanto más valoramos las cosas que están fuera de nuestro control, menos control tenemos».
  11. «No permitas que tu memoria se enajene de las cosas que tienes, sino de las que te hagan falta».
  12. «El objetivo de la vida no es estar del lado de la mayoría, sino evitar encontrarse en las filas de los locos».
  13. «En cuanto a la vida, es una batalla y una estancia en tierra extraña; pero la fama que viene después es el olvido».
  14. «La vida es corta. Eso es todo lo que hay que decir. Obtén lo que puedas del presente – con consideración, con justicia».
  15. «Vivir una buena vida: tenemos el potencial para ello. Si podemos aprender a ser indiferentes a lo que no tiene importancia».
  16. «Proceded en todos vuestros actos, palabras y pensamientos como el que está preparado para abandonar esta vida en cualquier momento».
  17. «Recuerda: la materia. Qué pequeña es tu parte. El tiempo. Qué breve y fugaz es la parte que te corresponde. El destino. Qué pequeño es tu papel en él».
  18. «Te queda muy poco tiempo de vida. Vive, pues, como en una montaña, ya que importa poco vivir aquí o allá si se vive en el mundo como en una ciudad».
  19. «Siempre que estés a punto de encontrar una falta en alguien, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué falta mía se parece más a la que estoy a punto de criticar?».
  20. «Aquí tienes una regla que debes recordar en el futuro, cuando algo te tiente a sentir amargura: no “esto es una desgracia”, sino “soportar esto dignamente es una buena suerte”».
  21. «Si descubres en la vida humana algo mejor que la justicia, la verdad, la prudencia y la valentía… dirígele tu atención con toda tu alma y aprovecha ese bien supremo si lo has descubierto».
  22. «Muchas veces me he preguntado cómo es posible que cada hombre se ame más a sí mismo que a los demás y, sin embargo, valore menos la opinión que tiene de sí mismo que la opinión de los demás».
  23. «Medita en la belleza de la vida. Observa las estrellas y mírate corriendo con ellas. Piensa constantemente en los cambios de los elementos entre sí, porque tales pensamientos limpian el polvo de la vida terrenal».
  24. «Comienza cada día diciéndote a ti mismo: hoy me encontraré con intromisiones, ingratitud, insolencia, deslealtad, mala voluntad y egoísmo, todo ello debido a la ignorancia de los ofensores sobre lo que es bueno o malo».
  25. «Piensa que la vida que has vivido hasta ahora ha terminado y, como hombre muerto, mira lo que queda como un bono y vívelo según la Naturaleza. Ama la mano que el destino te depara y juega como si fuera tuya, porque ¿qué podría ser más apropiado?».
Frase corta del emperador Marco Aurelio
Marco Aurelio legó citas que nos permiten reflexionar sobre el ahora, la importancia de dominar nuestros pensamientos y el impacto de nuestras acciones. Repasemos lo mucho que dijo con pocas palabras.
  1. «Limítate al presente».
  2. «Nada natural es malo».
  3. «Hay que ser derecho, no enderezado».
  4. «Ningún hombre es feliz si no se cree así».
  5. «La mejor respuesta a la ira es el silencio».
  6. «Recibe sin orgullo, despréndete sin apego».
  7. «El alma se tiñe del color de sus pensamientos».
  8. «Porque algo te parece difícil, no lo creas imposible».
  9. «Si no está bien no lo hagas; si no es verdad no lo digas».
  10. «El eco de lo que hacemos ahora, resuena en la eternidad».
  11. «La memoria de todo muy pronto es arrollada en el tiempo».
  12. «Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella».
  13. «El valor de un hombre no es mayor que el valor de sus ambiciones».
  14. «¡Cuántos, en compañía de los cuales entré en el mundo, se fueron ya!».
  15. «Rechaza tu sensación de estar herido, y la misma herida desaparecerá».
  16. «Ninguna acción aleatoria, ninguna que no esté basada en principios subyacentes».
Citas estoicas de Marco Aurelio.
Uno de los preceptos del estoicismo es vivir de acuerdo con la naturaleza. Y Marco Aurelio, en varias partes de su obra, repite esto como un mantra. Él nos llama a tener un mayor dominio de nuestros sentimientos y una reflexión más prudente con lo que acontece a nuestro alrededor. Así lo reflejan estas oraciones:
  1. «A nadie le ocurre nada que no pueda soportar».
  2. «Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida».
  3. «¿Cuánto más graves son las consecuencias de la ira que sus causas?».
  4. «Mantén la calma y la serenidad sin importar lo que te depare la vida».
  5. «El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace».
  6. «No pierdas más tiempo discutiendo sobre lo que debería ser un buen hombre. Ser uno».
  7. «Comenzar es la mitad del trabajo, comienza nuevamente con la mitad restante, y habrás terminado».
  8. «Sufrir percances no es sufrir una desgracia; pero soportarlos con abnegación es una virtud meritoria».
  9. «Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad».
  10. «Tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto y encontrarás fuerza».
  11. «La primera regla es mantener un espíritu tranquilo. La segunda es mirar las cosas a la cara y conocerlas tal como son».
  12. «Hay dos vicios mucho más negros y graves que el resto: la falta de persistencia y la falta de autocontrol… persistir y resistir».
  13. «No actúes como si fueras a vivir diez mil años. La muerte se cierne sobre ti. Mientras vivas, mientras esté en tu poder, sé bueno».
  14. «Si te afliges por alguna causa externa, no es ella lo que te importuna, sino el juicio que tú haces de ella. Y borrar este juicio, de ti depende».
  15. «Nunca dejes que el futuro te perturbe. Lo enfrentarás, si es necesario, con las mismas armas de la razón que hoy te arman contra el presente».
  16. «Si algo externo te angustia, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu estimación de ella; y este tienes el poder de revocar en cualquier momento».
  17. «Siempre tienes la opción de no opinar al respecto. No hay necesidad de molestar tu alma por cosas que no puedes controlar. Esas cosas no están pidiéndote que las juzgues. Déjalas en paz».
Reflexiones célebres del emperador sobre la guerra.
Marco Aurelio estuvo muy familiarizado con los conflictos bélicos; participó en muchos de ellos. Varias de sus reflexiones giran en torno a este hecho, recordando a los ciudadanos que el mayor bien es brindar sus servicios a la comunidad. También se refiere a la importancia de aceptar la muerte como un evento de la vida, pues de modo continuo se enfrentaba con ella.
  1. «La pobreza es la madre del crimen».
  2. «La mejor venganza es ser diferente a quien realizó la lesión».
  3. «El arte de vivir se acerca más al de la lucha que al de la danza».
  4. «El secreto de toda victoria radica en la organización de lo no evidente».
  5. «¡Qué clase de placeres han disfrutado bandidos, lascivos, parricidas, tiranos!».
  6. «De nada sirve la opinión de 10.000 hombres si ninguno de ellos sabe nada sobre el tema».
  7. «Mire el pasado, con sus imperios cambiantes que surgieron y cayeron, y también podrá prever el futuro».
  8. «Breve es la vida. El único fruto de la vida terrena es una piadosa disposición y actos útiles a la comunidad».
  9. «Un buen hombre no espía los puntos negros de los demás, sino que avanza inquebrantablemente hacia su objetivo».
  10. «Juguetes y tonterías en casa, guerras en el extranjero: a veces letargo o pereza estúpida: esta es tu esclavitud diaria».
  11. «Entre los seres racionales se encuentran constituciones, amistades, familias, reuniones y, en las guerras, alianzas y treguas».
  12. «Regocíjate y descansa en una sola cosa: en pasar de una acción útil a la sociedad a otra acción útil a la sociedad, teniendo siempre presente a Dios».
  13. «La farsa, la guerra, el temor, la estupidez, la esclavitud, irán borrando, día a día, aquellos principios sagrados que tú, hombre estudioso de la naturaleza, te imaginas y acatas».
  14. «Todo cuanto ves, muy pronto será destruido y los que han visto la destrucción dentro de muy poco serán también destruidos; y el que murió en la vejez extrema acabará igual que el que murió prematuramente».
  15. «En la práctica de los principios es preciso ser semejante al luchador de pancracio, no al gladiador, porque este deja la espada de la cual se sirve, y muere, mientras que aquel siempre tiene la mano y no precisa otra cosa sino cerrarla».
  16. «Intenta persuadirles; pero obra, incluso contra su voluntad, siempre que la razón de la justicia lo imponga. Sin embargo, si alguien se opusiera haciendo uso de alguna violencia, cambia a la complacencia y al buen trato, sírvete de esta dificultad para otra virtud y ten presente que con discreción te movías, que no pretendías cosas imposibles».
  17. «El corto espacio de tiempo que te queda por vivir no lo malgastes en pensar en los asuntos de otro, a menos que estos sean un bien para la sociedad. No podrás ocuparte de lo que otro hace, y de por qué lo hace, de lo que dice o piensa, de las intrigas que trama o de otra cosa cualquiera por el estilo, so pena de faltar también a otro cualquiera de tus deberes».
Un legado perenne de sabiduría estoica.

El pasaje por estas 117 frases que nos dejó Marco Aurelio en su obra Meditaciones revelan una mente reflexiva que buscaba la virtud y la fortaleza en un mundo complejo. Por eso en muchas de estas citas se habla sobre el control de las emociones y la aceptación de lo inevitable.
Tal vez este sea el motivo por el cual aún hoy recurrimos a estas citas, ya que nos ofrecen un camino a seguir en un mundo en constante cambio. En la actualidad, las palabras del emperador romano nos ayudan a pensar sobre nuestras propias acciones y encontrar la paz interior que a veces tanto anhelamos.



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