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domingo, 17 de junio de 2012

93.-La novela El planeta de los simios.-a

  



luis Alberto Bustamante Robin


Ciencia ficción es la denominación de uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la literatura fantástica y la narrativa de terror. Algunos autores estiman que el término es una mala traducción del inglés science fiction y que la correcta es ficción científica.​ Nacida como género en la década de 1920 (aunque hay obras reconocibles muy anteriores) y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográfico, historietístico y televisivo, tiene un gran auge desde la segunda mitad del siglo xx debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante todos estos años.

Es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicas, naturales y sociales. La acción puede girar en torno a un abanico grande de posibilidades (viajes interestelares, conquista del espacio, consecuencias de una hecatombe terrestre o cósmica, evolución humana a causa de mutaciones, evolución de los robots, realidad virtual, civilizaciones alienígenas, etc.). Esta acción puede tener lugar en un tiempo pasado, presente o futuro, o, incluso, en tiempos alternativos ajenos a la realidad conocida, y tener por escenario espacios físicos (reales o imaginarios, terrestres o extraterrestres) o el espacio interno de la mente. Los personajes son igualmente diversos: a partir del patrón natural humano, recorre y explota modelos antropomórficos hasta desembocar en la creación de entidades artificiales de forma humana (robot, androide, cíborg) o en criaturas no antropomórficas.

Introducción.

Entre los estudiosos del género no se ha podido llegar a un consenso amplio sobre una definición formal, siendo este un tema de gran controversia. En general se considera ciencia ficción a los cuentos o historias que versan sobre el impacto que producen los avances científicos, tecnológicos, sociales o culturales, presentes o futuros, sobre la sociedad o los individuos.

La ciencia ficción es un género de narraciones imaginarias que no pueden darse en el mundo que conocemos, debido a una transformación del escenario narrativo, basado en una alteración de coordenadas científicas, espaciales, temporales, sociales o descriptivas, pero de tal modo que lo relatado es aceptable como especulación racional.
La ciencia ficción es un tipo de ficción no realista que no está basada en fenómenos sobrenaturales.
Su nombre deriva de una traducción bastante literal del término en inglés, ya que la traducción apropiada siguiendo las reglas del castellano sería «ficción de/sobre la ciencia» (dos sustantivos, como el nombre original en inglés), y algunos lo llevan a traducir «ficción científica» (sustantivo más adjetivo) pero esto sería en inglés «scientific fiction». Si bien muchos expertos opinan que debería utilizarse este último, ficción científica, el término ya está arraigado a la cultura popular.

El término original en inglés se escribe con un guion de unión cuando ocupa la función de un adjetivo o de un complemento. Por ejemplo: science-fiction novel (novela de ciencia ficción). Para tales casos, en inglés, puede usarse si se lo desea la abreviatura «sci-fi». Este uso anglosajón del guion ha dado lugar a nuevos malentendidos lingüísticos pues el guion en español aglutina sustantivos donde el segundo modifica al primero,​ es decir, al contrario que en inglés. Por tanto, el uso «ciencia-ficción» en castellano no solo es una falta de ortografía sino que se distancia aún más del significado original en inglés.
 En español la regla ortográfica del término «ciencia ficción», escrito correctamente siempre sin guion, no es otra que la de la adjetivación del segundo substantivo, como en los términos «hombre lobo» u «hombre rana», escritos siempre sin guion. En castellano también se utilizan las iniciales «CF» para referirse al género.

Historia de la literatura de ciencia ficción.

El término «ciencia ficción» fue acuñado en 1926 por Hugo Gernsback cuando lo incorporó a la portada de una de las revistas de narrativa especulativa más conocidas de los años 1920 en Estados Unidos: Amazing Stories. El uso más temprano del mismo parece datar de 1851 y es atribuido a William Wilson, pero se trata de un uso aislado y el término no se generalizó con su acepción actual, hasta que Gernsback lo utilizó de forma consistente (después de hacer un intento previo con el término «scientifiction» que no llegó a cuajar).

Es muy posible que hoy se usara la palabra «cientificción», pero Gernsback se vio obligado a vender su primera publicación, que tenía ese nombre. Sin darse cuenta, había vendido los derechos sobre el término y muy a pesar suyo se vio obligado a dejar de usarlo y utilizar en su lugar el término «ciencia ficción».

De modo, que hasta el año 1926 la ciencia ficción no existía como tal. Hasta esa fecha las narraciones que hoy día no dudamos en calificar de ciencia ficción recibían diversos nombres, tales como «viajes fantásticos», «relatos de mundos perdidos», «utopías», o «novelas científicas».

El canadiense John Clute denomina a esta época anterior a la eclosión del género proto ciencia ficción.

Protociencia ficción y ciencia ficción primitiva (1818-1937)

A pesar de la existencia de una protociencia ficción francesa que consta de Le voyageur philosophe dans un pays inconnu aux habitants de la Terre (1761) de Daniel Jost de Villeneuve y El año 2440 (1771) del prerromántico francés Louis-Sébastien Mercier, e incluso de una española integrada por el Viaje estático al mundo planetario, 1780, de Lorenzo Hervás y Panduro y el Viaje de un filósofo a Selenópolis (1804) de Antonio Marqués y Espejo, para muchos (para los anglosajones, sobre todo) la primera obra de ciencia ficción con contenidos similares a los del género, tal y como hoy se entiende, se remonta a 1818, año en que se publica Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley. Aunque algunos ven elementos de ciencia ficción en leyendas y mitos muchos siglos antes. En la mitología griega, se cuenta que Dédalo, el padre de Ícaro y constructor del Laberinto de Creta, construyó estatuas de madera que eran capaces de moverse solas (¿una primitiva referencia a los modernos robots?). Y en el folclore judío también está presente el mito del Golem. Incluso el viaje a la Luna fue objeto de iniciativas literarias antes de 1818. Luciano de Samosata, siglo ii, en una novela corta, Historia Verdadera, relata un viaje a la Luna en un barco arrastrado por una providencial tromba de agua. Sin embargo, las más conocidas primerizas historias de viajes a la Luna son la de Cyrano de Bergerac, en el siglo xvii, y la del Barón de Münchhausen, siglo xviii. Sin embargo, Carl Sagan e Isaac Asimov coinciden en que Somnium (1634) de Johannes Kepler es el primer relato de ciencia ficción como tal. Somnium describe a un aventurero que viaja a la Luna y muestra la preocupación de Kepler por el tema de cómo se verían los movimientos de la Tierra desde la Luna.
Habrá algunos que cuestionen la calificación de estas obras como ciencia ficción (ni siquiera como proto ciencia ficción). El propio John Clute excluye la obra de Bergerac frente a otros que consideran que Otros Mundos es auténtica ciencia ficción, ya que a pesar de estar escrito en tono de comedia recurre a los términos científicos de la época. En cualquier caso, cualquiera de estos clásicos cuentos heredan gran parte del espíritu del racionalismo cartesiano del Plantilla:Suglo que sentó las bases de la ciencia moderna.

Resulta difícil establecer límites. Clute, en su enciclopedia ilustrada, pone en duda la existencia del género antes de finales del siglo xvii pero cita como precursor a Tomás Moro; que en su más famosa obra, Utopía (1516), describe en forma de narración una sociedad perfecta que reside felizmente en la isla Utopía.

Sin embargo, como se comenta más arriba, casi todos los expertos reconocen que la obra que supuso un antes y un después en la concepción de la literatura de ficción científica fue la obra de Shelley.

Los primeros años tras la aparición de Frankenstein dieron pocos frutos. Se puede destacar quizá otra de las obras de Shelley como El último hombre.

En la década de 1830, el estadounidense Edgar Allan Poe anticipó igualmente la narrativa de ciencia ficción (o ficción científica) en relatos como La incomparable aventura de un tal Hans Pfaal, El poder de las palabras, Revelación mesmérica, La verdad sobre el caso del señor Valdemar, Un descenso al Maelström, Von Kempelen y su descubrimiento, etc.5​ Dichos relatos reúnen algunos de los elementos primitivos de la ciencia ficción, como el mesmerismo y los viajes en globo —muy en boga en aquella época— y la especulación cosmológica, también presente en su visionario ensayo Eureka, en el cual parecen describirse los agujeros negros y algo parecido al Big Crunch (op. cit. p. 11).

Posteriormente, en la década de 1850 aparece el que probablemente pasa por ser uno de los autores más prolíficos del siglo xix en el campo de las aventuras de corte científico: Julio Verne, quien en 1863 publicó su primera obra con contenido de ficción científica: Cinco semanas en globo. La aparición de esta obra supone un hito. A partir de su publicación, este género empieza a transformar sus intenciones. La ciencia subyacente pasa de ser un motivo de inquietud o de preocupación por lo desconocido, a ser un soporte de historias de aventuras y descubrimientos.




Ciencia ficción primitiva


  

  

Europa


La rama europea de la ciencia ficción comenzó propiamente a finales del siglo xix con las novelas científicas de Julio Verne (1828-1905), cuya ciencia se centraba más bien en invenciones, así como con las novelas de crítica social con orientación científica de H. G. Wells (1866-1946). Sin embargo, aunque Wells suele ser reconocido como el gran iniciador del género, Roger Luckhurst demuestra que solo fue el más influyente de una corriente que comenzó pocos años antes.

Wells y Verne rivalizaron en la primitiva ciencia ficción. Los relatos y novelas cortas con temas fantásticos aparecieron en las publicaciones periódicas en los últimos años del siglo xix, y muchos de ellos emplearon ideas científicas como una excusa para lanzarse a la imaginación. Aunque es más conocido por otros trabajos, Sir Arthur Conan Doyle también escribió ciencia ficción. El único libro en el que Charles Dickens se aventura en el territorio de la especulación científica y los extraños misterios de la naturaleza (en contraposición a los claramente sobrenaturales fantasmas de Navidad) fue en su novela Bleak House (1852) en la que uno de sus personajes muere por «combustión humana espontánea». Dickens investigó casos registrados de tal efecto antes de escribir sobre el tema para ser capaz de contestar a los escépticos que se escandalizaran con su novela.

El siguiente gran escritor británico de ciencia ficción tras H. G. Wells fue John Wyndham (1903-1969). A este autor le gustaba referirse a la ciencia ficción con el nombre de «fantasía lógica». Antes de la Segunda Guerra Mundial Wyndham escribió exclusivamente para las revistas pulp, pero tras la contienda se hizo famoso entre el público en general, más allá de la estrecha audiencia de los fanes de la ciencia ficción. La fama le vino de la mano de sus novelas El día de los trífidos (1951), El kraken acecha (1953), Las crisálidas (1955) y Los cuclillos de Midwich (1957).

Fuera del ámbito anglosajón hay que destacar la figura de Karel Čapek, introductor del término robot en su obra teatral R.U.R. y creador del clásico de la ciencia ficción La guerra de las salamandras en 1937.

España.

Mucho tiempo antes de que la novela de H.G. Wells, La máquina del tiempo, viera la luz, el escritor Enrique Gaspar ya había publicado una novela sobre viajes temporales. De su imaginación nació El Anacronópete, que podría ser considerada como la primera novela en la que una máquina del tiempo aparece como elemento central. Editada en Barcelona a principios de 1887. No obstante, a finales del siglo xix y principios del siglo xx, numerosos escritores de prestigio escriben relatos, novelas y obras de teatro de ciencia ficción, como por ejemplo Miguel de Unamuno, Azorín, Vicente Blasco Ibáñez, Agustín de Foxá, Ramiro de Maeztu o Jardiel Poncela. Muchos de estos relatos fueron publicados en una antología por Santiáñez-Tió e incluso se van editando poco a poco textos inéditos o de difícil acceso.

Estados Unidos.

En los Estados Unidos de América el género puede remontarnos a Mark Twain y su novela Un yanqui en la corte del rey Arturo, una novela que exploraba términos científicos aunque fueran enmarcados en una ficción caballeresca. Mediante el recurso a la «transmigración del alma» y la «transposición de épocas y cuerpos» el yankee de Twain es transportado hacia atrás en el tiempo y arrastra consigo todo el conocimiento de la tecnología del siglo xix. Los resultados son catastróficos, ya que la caballeresca aristocracia del rey Arturo se ve pervertida por el notable poder de destrucción que ofrecen máquinas como las ametralladoras, los explosivos y el alambre de espino.

Otro autor que escribió algunas historias de este tipo es Jack London. El autor de las novelas de aventuras en el salvaje Yukon, Alaska, y el Klondike, también escribió historias sobre extraterrestres (The Red One), sobre el futuro (El talón de hierro) o sobre los conflictos del futuro (La invasión sin precedentes). También escribió una historia sobre la invisibilidad y otra sobre un arma de energía para la que no existía defensa alguna. Estas historias impactaron en el público estadounidense y comenzaron a perfilar algunos de los temas clásicos de la ciencia ficción.

Pero el autor estadounidense que mejor simboliza el nacimiento en Estados Unidos de la ciencia ficción como género de masas es Edgar Rice Burroughs quien, poco antes de la Primera Guerra Mundial, publicó Bajo las lunas de Marte (1912) en varios números de una revista especializada en aventuras. Burroughs siguió publicando en este medio durante el resto de su vida, tanto fantasía científica como historias de otros géneros (misterio, horror, fantasía y, cómo no, su personaje más conocido: Tarzán); pero, las historias de John Carter (ciclo de Marte) y Carson Napier (ciclo de Venus), aparecidas en aquellas páginas, hoy día se consideran joyas de la ciencia ficción más temprana.

No obstante, el desarrollo de la ciencia ficción estadounidense como género literario específico hay que retrasarlo hasta 1926, año en el que Hugo Gernsback funda Amazing Stories, creándose la primera revista dedicada exclusivamente a las historias de ciencia ficción. Por otra parte, dado que como es bien conocido, fue él quien eligió el término scientifiction para describir a este género incipiente, el nombre de Gernsback y el vocablo al que dio origen han quedado unidos para la posteridad. Las historias que se publicaban en esta y otras exitosas revistas pulp (Weird Tales, Black Mask...), no gozaban del aval de la crítica seria, que en su mayoría las consideraban sensacionalismo literario, sin embargo fue en estas revistas, que mezclaban a partes iguales la fantasía científica con el terror, donde empezaron a brillar algunos de los grandes nombres del género, como Howard Phillips Lovecraft, Fritz Leiber, Robert Bloch, Robert E. Howard, etc. Todo ello atrajo a muchos lectores a las historias de especulación científica propiamente dicha.

La Edad de Oro (1938-1950)

Con el surgir en 1938 del editor John W. Campbell y su actividad en la revista Astounding Science Fiction (fundada en 1930) y con la consagración de los nuevos maestros del género: Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y Robert A. Heinlein, la ciencia ficción empezó a ganar estatus como género literario, especialmente con este último, que fue el primer autor que consiguió que se editaran historias del género en publicaciones más generales, y fue también el que le dio mayor madurez al género e influyó poderosamente en su desarrollo posterior.

Las incursiones en el género de autores que no se dedicaban exclusivamente a la ciencia ficción también generaron un mayor respeto hacia el mismo; caben destacar Karel Čapek, Aldous Huxley, C. S. Lewis y en castellano Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges.
Después de la Segunda Guerra Mundial se produce una transición del género. Es la época en la que los cuentos empiezan a ser desplazados por las novelas y los argumentos ganan en complejidad. Las revistas mostraban llamativas portadas con monstruos de ojos de mosca y mujeres medio desnudas, dando una imagen atrayente para lo que era su público principal: los adolescentes. Se fundan nuevas revistas: hasta 15 nuevas publicaciones en un solo año; y alguna incluso atraviesa el océano Atlántico como la francesa Galaxie (prima hermana de la estadounidense Galaxy que empieza a publicarse el año 1950), pero ahora el género empieza a salir del terreno exclusivo del pulp.

La Edad de Plata (1951-1965)

Posiblemente, el que puede tal vez considerarse como primer título notable de la posguerra no fue escrito por un autor habitualmente catalogado como escritor de ciencia ficción y, de hecho, el libro ni siquiera fue catalogado como tal por su editor; pero sin duda lo es, y le dio a su autor fama mundial; nos referimos a 1984 (1948) de George Orwell. Pero la mejor tarjeta de visita del período de los años 1950 es su interminable lista de escritores que han sido la columna vertebral del género hasta casi finales de siglo: Robert A. Heinlein, Isaac Asimov, Clifford D. Simak, Arthur C. Clarke, Poul Anderson, Philip K. Dick, Ray Bradbury, Frank Herbert, Stanislav Lem y muchos otros.

En cuanto a los títulos, de esta época son libros que hoy son considerados clásicos: Crónicas marcianas o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, Mercaderes del espacio de Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth, Más que humano de Theodore Sturgeon; sin olvidar El fin de la Eternidad de Isaac Asimov, y Lotería solar o El hombre en el castillo de Philip K. Dick. Algunas de ellas serían adaptadas al cine o la televisión; La naranja mecánica de Anthony Burgess es un buen ejemplo de ello. También es en esta época cuando empiezan a otorgarse los premios Hugo, cuya primera edición fue en 1953.
En realidad, pese a que desde el punto de vista académico se ha venido en calificar como «edad de oro» a la etapa comprendida entre los años 1938 y 1950, para muchos, esta época debería extenderse unos quince años.
Otra novela importante de este período es Dune (1965) de Frank Herbert.

La Nueva Ola

Los años transcurridos entre 1965 y 1972 son el período de mayor experimentación literaria de la historia del género. En Reino Unido, se puede asociar con la llegada de Michael Moorcock a la dirección de la revista New Worlds. Moorcock, entonces un joven de 24 años, dio espacio a las nuevas técnicas ejemplificadas en la literatura de William Burroughs y J.G. Ballard. Los temas empezaron a distanciarse de los tan manidos robots e imperios galácticos de las edades de oro y plata de la ciencia ficción, centrándose en temas hasta entonces inexplorados: la consciencia, los mundos interiores, relativización de los valores morales, etcétera.
En Estados Unidos, los ecos de los cambios experimentados en el panorama británico tuvieron su reflejo. Autores como Samuel Ray Delany, Judith Merril, Fritz Leiber, Roger Zelazny, Philip K. Dick, Ursula K. LeGuin, Philip José Farmer y Robert Silverberg, representan la esencia de las nuevas vías de este género literario.

El ciberpunk

En la década de 1980 las computadoras cada vez más ubicuas y la aparición de las primeras redes informáticas globales dispararon la imaginación de jóvenes autores, convencidos de que tales prodigios producirían profundas transformaciones en la sociedad. Este germen cristalizó principalmente a través del llamado movimiento ciberpunk, un término que aglutinaba una visión pesimista y desencantada de un futuro dominado por la tecnología y el capitalismo salvaje con un ideario «punk» rebelde y subversivo, frecuentemente anarquista. Una nueva generación de escritores surgió bajo esta etiqueta, encabezados por William Gibson, Bruce Sterling y Neal Stephenson.

Postciberpunk

A principios de la década de 1990 ocurrió un cambio significativo en la literatura de ciencia ficción. Autores antes plenamente ciberpunk o que nunca habían pertenecido a esa corriente, comenzaron a rechazar explícitamente los clichés de dicho género, y de paso, a considerar a la tecnología con una visión más positiva. Es notorio que esto ocurría casi al mismo tiempo que se daba la acelerada introducción de las computadoras e Internet en la vida cotidiana. Conforme los autores empezaron realmente a usar las computadoras y la red global, sus opiniones y obras empezaron a cambiar y a rechazar la rebeldía y exaltación de la marginalidad del ciberpunk.
En las novelas postciberpunk, es mucho más frecuente que los protagonistas sean integrantes respetables de sus comunidades: científicos, militares, policías e incluso políticos. Aun en el caso de personajes más marginales, su interés suele residir en mantener o mejorar el statu quo, no en destruirlo, tal y como era lo típico en el ciberpunk; y cuando no lo hacen, suelen ser los antagonistas.
La primera novela etiquetada como postciberpunk es Snow Crash (1992) de Neal Stephenson. Además de Stephenson, han sido etiquetados como postciberpunk autores tan dispares como Nancy Kress, Greg Egan, Tad Williams, Charles Stross o Richard Morgan.

Subgéneros contemporáneos

En épocas recientes, a la ciencia ficción se le han agregado varios subgéneros cuyos nombres usan también el postfijo «punk». Esto por analogía con el «ciberpunk», que es ciencia ficción centrada en la cibernética. Estos subgéneros responden en ocasiones a impulsos estilísticos de los autores, o a la demanda de los lectores y espectadores, pidiendo más obras con el mismo estilo de ciertas obras originales. Entre estos subgéneros están:

El Steampunk, o ciencia ficción centrada en la presencia anacrónica de ciertas tecnologías avanzadas basadas en, o coexistiendo con el motor a vapor, y situadas durante la Revolución Industrial y la época victoriana.
El Biopunk, donde la ficción se centra en el impacto de grandes avances de la biotecnología. Pudiendo situarse tanto en el futuro, presente o en un pasado anacrónico. Ejemplos de obras de este estilo son el filme Gattaca, o la saga de videojuegos Bioshock.
El Retrofuturismo, que retoma en tono serio o irónico, el entusiasmo por el futuro y la imaginería optimista de los años 1930, 1940 y 1950, ejemplos de este género serían obras como Sky Captain y el mundo del mañana.

El planeta de los simios.

(En francés: La planète des singes) es una novela distópica escrita por francés Pierre Boulle, publicada por primera vez en idioma francés por la editorial Julliard en 1963. Como su título indica, trata sobre un planeta en el que los simios  son la especie dominante e inteligente, y los humanos son animales salvajes o domesticados.

  

Phyllis y Jinn, unos turistas espaciales, viajan al espacio,  encuentran una carta en una botella durante un viaje interestelar. Es una historia del reportero humano Ulysse (Ulises en francés) Mérou, que describe el viaje de él, el profesor Antelle y el joven científico Arthur Levain. Vuelan desde la Tierra casi a la velocidad de la luz hasta Betelgeuse , encuentran allí un planeta que es muy similar a la Tierra y, por lo tanto, deciden llamarlo Soror (en latín, "hermana"). Decides aterrizar en este con un bote para explorar.
Mientras exploran el área, encuentran huellas. Al parecer, siguen los pasos de una mujer a la que más tarde conocerán mientras se bañan en un río. Curiosamente, no puede hablar y está desnuda. Mérou la llama Nova (nuevo en latín). Cuando él le sonríe, ella desaparece. Al día siguiente quieren volver a encontrarse con Nova y por eso repetir el baño. Esta vez aparece todo un grupo de humanos desnudos, incluida Nova. Cuando Mérou y sus compañeros se vuelven a vestir, algunos de los salvajes huyen como si tuvieran miedo a la ropa. Otros quieren atacarlos, pero temen sus armas.

Los humanos del planeta destrozaron todas sus cosas y su capsula espacial fue destruido por ellos. Los  simios aparecen temprano a la mañana siguiente,  y se comportan como humanos en la tierra, son inteligentes. Son cazadores de  humanos y matan a muchos. Los cazadores son gorilas, los chimpancés sirven como ayudantes de caza.

Mérou es capturada y encerrada en una jaula. Los gorilas se toman fotos con humanos matados  en la cacería, Mérou reconoce uno de los cadáveres como Levain. No hay rastro del profesor Antelle, su otro compañero. Al principio, Mérou asumió que los simios sirven a una raza similar a los humanos, pero rápidamente se da cuenta de que los simios son los gobernantes de este mundo. Tienes tecnología que se parece a la de la tierra del siglo XX. Los humanos son consideradas animales y son tratadas de esa manera. Los monos llevan a Mérou a un laboratorio del Instituto de Estudios Biológicos Avanzado, y descubren que parece ser mucho más inteligente que los demás humanos.

Los simios realizan pruebas en humanos en el laboratorio que recuerdan los experimentos con animales de Pavlov en la Tierra. Mérou hace todo lo posible para demostrar su inteligencia. Sus intentos de hablar con los monos fracasan por no tener un lenguaje común. Sin embargo, los monos están muy asombrados por su comportamiento. El jefe  de investigación del laboratorio es una doctora en zoología, llamada Zira. Ella y su prometido Cornélius son chimpancés y están muy interesados ​​en él. Zaius, un orangután respetado, es el director del instituto y, por tanto, el superior de Zira. Él y su secretaria vienen a ver al extraño Mérou. Mérou intenta demostrar en las pruebas de inteligencia que no es un animal, sino un ser pensante. Zaius ve esto solo como un comportamiento entrenado, como se observa en los animales en la tierra. Cuando los humanos capturados se juntan en parejas, Mérou está feliz de reunirse con Nova en el proceso.

Mérou le roba su libreta y bolígrafo a Zira durante una visita y hace un dibujo de Nova. Zira queda impresionada y le vuelve a entregar la libreta. Ahora le muestra a Zira que conoce el teorema de Pitágoras . También hace un boceto de nuestro sistema solar y le explica que proviene de la Tierra. Eventualmente aprende el lenguaje de los monos de ella y puede aprender más sobre su sociedad a través de los libros.  
Zira le permitió pasear y recorrer la ciudad aunque todavía desnudo con una cadena atada al cuello, es como una mascota doméstica que está acompañada por su dueño. En los paseos por la ciudad  encuentra a su camarada Antelle en un zoologico. Pero ha perdido la capacidad de hablar y pensar con lógica, y se comporta como un humano Soror.

Finalmente, durante una conferencia científica en la que se demostrará que es particularmente dócil, Mérou demuestra su inteligencia al público dirigiéndose a él en el lenguaje de los simios y se vuelve famoso. En el discurso revela su origen terrenal y se culpa a sí mismo por no haber sido reconocido de inmediato como un ser inteligente. Quiere ponerse en contacto con la gente de la tierra para asegurar una cooperación exitosa con los simios en Soror.
Cornélius, que preparó a Mérou para la conferencia, se convierte en el nuevo director del instituto después de que Zaius, que comparó los discursos de Mérous con un loro repitiendo palabras, sea trasladado a otro puesto.
Cornélius, que está muy interesado en el pasado de Soror, encuentra una muñeca humana en una ciudad en ruinas que usa ropa y hasta puede hablar. Cornélius y Mérou reconocen que humanos  de Soror, eran inteligente, y tuvieron a los monos como mascotas hasta que comenzaron a imitar el comportamiento humano, y al final dominaron a los humanos y  los trataron como animales.

Nova da a luz a un hijo de Mérou llamado Sirius, que parece tener la inteligencia normal de una persona terrestre. Los monos temen que este bebé represente el comienzo de una nueva raza de humanos que volverá a oprimir a los monos. Por tanto, Zira y Cornélius deciden ayudar a Mérou, Nova y al bebé para salir del planeta. 

Se las arreglan para llevarlos a los tres a un satélite como humanos usados para experimentos espaciales. Los humanos son adiestrados para viajar al espacio,  y reemplazan a Mérou, Nova y Sirius para que no se noten que  escaparon. De todos modos, todos los humanos tienen el mismo aspecto para los monos. Cuando  el satélite, se acoplan a la nave espacial, pueden volar a la Tierra. Durante el viaje, Sirius y su madre Nova aprenden francés.
Cuando aterrizan en la Tierra , debido a la dilatación del tiempo 700 años en el futuro, se sorprenden: un gorila uniformado sale del automóvil que conduce al lugar de aterrizaje del segundo bote. Aparentemente, la Tierra ha tomado el mismo camino que la Soror y ahora también está gobernada por simios inteligentes. Nova huye a la nave espacial. Al parecer, los tres volvieron a salir del planeta y Mérou luego escribió su informe en el que se describe su viaje.

Al final de la novela, resulta que los dos viajeros, Phyllis y Jinn, piensan que el informe es una novela es una broma. Son chimpancés y no creen que los humanos solían ser inteligentes, reflexivos y capaces de desarrollar una civilización y una tecnología tan avanzada.

Personajes.

Jinn: turista espacial y pareja de Phyllis.

Phyllys: turista espacial y pareja de Jinn.

Ulises Mérou: joven periodista, tripulante de la expedición a la estrella Betelgeuse y redactor del manuscrito hallado por Jinn y Phyllys.

Profesor Antelle: organizador y patrocinador de la expedición a la estrella Betelgeuse. La nave en la cual viajan es de su diseño.

Arturo Levain: joven físico, alumno del profesor Antelle y tercer tripulante de la expedición a a la estrella Betelgeuse.

Hector: chimpancé terrícola que fue llevado a la expedición a la estrella Betelgeuse.

Doctora en psicología animal  Zira: hembra chimpancé del planeta Soror, la cual estudia el caso de Ulises Mérou y entabla amistad con él.

Nova: mujer del planeta Soror, a la cual escoge Ulises Mérou como su compañera. Al igual que el resto de su raza en el planeta, no tiene la facultad de hablar.

Doctor Cornelius: macho chimpancé, científico y pareja de la Doctora Zira. Tiene interés por la Historia Antigua de su planeta y su civilización.

Doctor Zaius: orangután macho, miembro importante del Ministerio de Ciencias. Se muestra escéptico ante las teorías de Zira y Cornelius. Su importancia en la novela es menor que en la saga de películas.

Análisis.





 A fin de efectuar algunos comentarios alrededor de la novela El Planeta de los Simios de Pierre Boulle, dividiremos este artículo en tres partes. En la primera proporcionaremos algunas noticias del autor, luego describiremos sucintamente la historia, y por último esbozaremos algunas apreciaciones que pueden ayudar a orientar (o desorientar) al lector que se adentre en sus páginas.


1. Algo acerca del señor Boulle.


Pierre Francois Marie-Louis Boulle nació en 1912 en Avignon (Francia) y murió en 1994 en París, se graduó de ingeniero en la Escuela Superior de Electricidad, y luego corrió múltiples aventuras que lo llevaron en 1942 a ser prisionero de un campo de trabajos forzados que administraban los japoneses en Malasia, escapar a los dos años de prisión y acabar con varias condecoraciones por cuenta del gobierno de su país. 

Su fama se la debió a dos best-sellers que curiosamente dieron lugar a dos célebres adaptaciones cinematográficas: Su obra Le pont de la riviere Kwai (1952) ocasionó el filme The Bridge Over the River Kwai (Puente sobre el Río Kwai) que dirigió David Lean ganándose. Su otra novela -que es la que aquí abordaremos- fue La planete des singes (El planeta de los simios) de 1963, que ocasionó la popular saga cinematográfica de varias películas y serie de televisión.


2. La historia.


La novela se inicia cuando una pareja de chimpancés  ricos ociosos (Jinn y Phyllis) pasean en una nave espacial y encuentran un raro manuscrito en una botella. En el manuscrito se narra cómo tres hombres (Ulises Mérou, Arturo Levain y el profesor Antelle) hacia el año 2500 viajaron desde el planeta Tierra hasta un lejano mundo llamado Soror. En este Soror, los humanos son primitivos que andan desnudos y viven como animales, mientras los simios son seres civilizados.

En una cacería, Ulises y Antelle son capturados y matan a Levain. Luego, Ulises y Antelle son separados y llevados a una ciudad simia donde les someten a toda clase de experimentos. Tras múltiples peripecias, Ulises consigue que algunos científicos simios adviertan que él no es un animal carente de lenguaje sino un ser inteligente venido de otro planeta, y finalmente logra que la sociedad simia acepte que incluso los humanos pueden tener conciencia.

 Así, es adoptado por dos científicos, Zira y Cornelio, y comienza a vivir como un simio más. No obstante, la vida de Ulises se complica cuando ocurren dos hechos: por diversas razones Zira y Cornelio descubren que hace unos diez mil años, hubo una civilización humana que dominó Soror, pero que luego entró en decadencia y fue reemplazada por la cultura simia. 

La otra razón es que una humana llamada Nova queda embarazada de Ulises, y los simios temen que los hijos de Ulises sean tan inteligentes como él y vuelvan a dominar a los simios. Aquí, cuando los simios pretenden tomar medidas en contra de la amenaza de retornar al dominio humano por cuenta de Ulises y su familia, detengo mi sinopsis (no pretendo quitarles el gusto de las sorpresas finales). Sólo anticipo que la novela culmina cuando Jinn y Phyllis terminan de leer el manuscrito y piensa que la obra es  ficción. 


3. La lectura de la novela suscita varios comentarios:


1) Como es típico de la ciencia ficción, es un texto centrado en la pregunta ¿qué es lo humano del hombre? o más bien ¿qué es lo que hace humanos a los humanos? 


En todo caso, no parece ser nuestra apariencia física lo que nos confiere la calidad de "homo sapiens", por cuanto en el planeta Soror quienes han desarrollado una cultura son los simios y quienes viven al modo de animales son los que Ulises identifica como físicamente idénticos a él. Ulises reconoce que lo que nos hace humanos es el espíritu y de allí su escándalo cuando al contemplar la expresión facial de cierto gorila encuentra en él "carácter humano" (p.39) (1). 


De hecho, la novela gira alrededor de la paradoja "Los simios son humanos y los humanos simios" como un modo de mostrar que no somos "seres espirituales" por el mero hecho de pertenecer a una especie zoológica (de acuerdo con la novela, la chispa "espiritual" bien puede conseguirse empleando un sustrato zoológico diferente), y que la calidad de "hombre" no es algo irreversible sino una conquista que debe custodiarse permanentemente, ya que por desdicha puede perderse en cualquier momento.


En este preguntarse por lo humano de El planeta de los simios también juega un papel importante la burla que Boulle plantea respecto de ciertas ideas comúnmente arraigadas en la gente: A Ulises le duele mucho verse tratado como un animal cuando -por lo menos eso dicen- el hombre ha sido creado "a imagen de la divinidad" (p. 64). 

¿Será entonces que la imagen de Dios es diferente a la que imaginamos? 

¿Será que Dios tiene apariencia de simio?

 ¿Será que debemos entender de otro modo la frase "a imagen y semejanza de Dios"


En otra página, Mérou se duele del modo en que lo humillan a él, "uno de los reyes de la creación" (p. 65). Nos preguntamos entonces -también viejo tópico del género- ¿si seremos los hombres los reyes de la creación? ¿no nos estaremos adjudicando un título que no nos pertenece? ¿no será que en vez de reyes de la creación somos sólo un súbdito más de ella?


2) Es curioso que desde el texto de Boulle, se puede concluir que el verdadero planeta de los simios, no es otro que el planeta Tierra ¿Por qué? En cierto momento, Ulises descubre que para que exista una civilización no se requieren muchos sujetos geniales, sino más bien uno que otro sujeto al cual alguna vez se le ocurre una idea genial que luego es repetida de modo rutinario y monótono por miles de seres humanos por miles y miles de años. Ulises descubre que fue así como la civilización simia sustituyó a la humana en el planeta Soror, poco a poco los humanos fueron siendo víctimas de la "pereza cerebral" (p.130) y dejaron de consultar libros (p. 130), y en cambio los simios comenzaron a emplear su cerebro hasta acabar sustituyendo a los humanos.

Como veremos, esa bien podría ser la descripción de nuestro mundo actual: Por cada individuo genial u original en algún campo, existen miles y miles de individuos que se resisten a emplear su cerebro y sencillamente copian al sujeto original. Por cada buen libro que aparece cada cierto tiempo, hay miles y miles que se limitan a imitarlo; por cada película clásica que aparece cada cierto tiempo, hay miles y miles que se limitan a copiarla; por cada individuo que esboza un enfoque nuevo acerca de un problema, hay miles y miles que se limitan a repetirlo.

Como bien apunta Boulle, la clave de la civilización humana no es la constante creación, sino la constante repetición (de libros, de cine, de programas de televisión, de lugares a visitar, de modos de vestir, de modos de pensar, etc.); por cada ser verdaderamente humano (es decir, original) existen miles de "simios" que lo imitan. Si seguimos la lógica de Boulle, en este momento en el Planeta Tierra sólo hay unos pocos "verdaderamente humanos" y miles de millones de "simios" (todos los imitadores, copias, clones o alienados). Al lector de la novela de Boulle, siempre se le lanza esta pregunta:


 "¿En el Planeta Tierra -querido lector- está usted en la sección de simios o en la sección de humanos ?"


3) También llama la atención como de cierta manera El Planeta de los Simios repite la tesis bíblica sobre la des-humanización. Como se sabe, para La Biblia la tragedia humana reside en la caída desde su verdadera naturaleza. En un principio el hombre fue creado con una serie de dones naturales y sobrenaturales, debido al pecado los ha perdido (ha caído) y ahora debe tratar de retornar a su condición originaria.

El Planeta de los Simios coincide con esta versión: Los hombres dominaban originalmente a Soror, luego, como producto de su propia desidia han caído y han sido sustituidos. Mérou cree que él será el nuevo salvador de la raza humana. Como vemos, las versiones bíblica y de Boulle son iguales, salvo que en La Biblia no se menciona que Dios establezca sustitutos para el lugar que dejan los hombres.

 Además, mientras en La Biblia los seres des-humanizados que hoy somos, podemos volver a nuestra condición humana a través de la mediación de Cristo, en El Planeta de los Simios los hombres ya hemos dejado de ser hombres, y Mérou fracasa en su papel de "nuevo Cristo" del planeta Soror. Anotemos también que tanto La Biblia como El Planeta de los Simios coinciden en otro propósito: La Biblia pretende narrar toda la historia del género humano (desde la creación pasando por la caída, la salvación en Cristo y finalmente la restauración de la condición humana y del universo); El Planeta de los Simios pretende narrar cómo los hombres se degradan y desaparecen del universo. La Biblia es optimista (al final del tiempo -y como diría García Márquez- los hombres tendrán derecho a una segunda oportunidad sobre la tierra), El Planeta de los Simios es pesimista (al final del tiempo los humanos sólo seremos un recuerdo o curiosidad arqueológica).


4) El Planeta de los Simios recuerda también cierta tesis del poeta Mallarmé:

 "Todo existe para ir a parar a las páginas de un libro".
Esto por que la novela culmina cuando Jinn y Phyllis terminan de leer el manuscrito de Mérou. Toda la historia humana con sus grandezas y pequeñeces, con su bondad y su maldad, con sus alegrías y desventuras, sólo ha servido para llenar ese manuscrito y nada más. Parece muy triste, pero al final de la novela Boulle nos lleva a concluir que todos los dolores y logros humanos sólo servirán para transformarse en literatura.

5) Por último digamos algo que ciertos cánones estéticos, la novela de Boulle es más completa, no sólo incluye el componente épico sino que también es una muestra de literatura de ideas con agudo sentido del humor

Por poner un ejemplo, en la novela de Boulle todos los humanos siempre andan desnudos y el pobre Ulises Mérou, por no tener ninguna prenda que cubra su desnudez, siempre está ruborizadito ante los simios que lo interrogan.
Para finalizar, los dejo con un fragmento de la novela que enseña más de literatura, que tantas y tantas aburridas clases en una facultad de letras; es un momento en el cual está reflexionando Ulises Mérou sobre las civilizaciones simia y humana, y sobre la capacidad de imitación de los monos:

"¿Qué es lo que caracteriza una civilización?
 ¿Es el genio excepcional?
No. Es la vida de cada día, de todos los días... Demos prioridad al espíritu. Hagamos que lo primero sean las artes y, en primer plano, la literatura.
 ¿Es que la literatura está verdaderamente fuera del alcance de nuestros grandes monos superiores si admitimos que son capaces de juntar las palabras?
¿De qué está hecha nuestra literatura?
 ¿De obras maestras?
La respuesta debe ser negativa. Se escribió un libro original -no se escriben muchos más de uno o dos cada siglo- y los hombres de letras lo imitan, es decir, lo copian, de manera que se publican centenares de miles de obras que tratan exactamente de las mismas materias, con títulos algo distintos y combinaciones de frases modificadas. Esto, los monos, imitadores por naturaleza, pueden ser capaces de realizarlo, siempre a condición de que puedan utilizar la lengua...

....No es indispensable que los monos comprendan lo que copian para componer cien mil volúmenes partiendo de uno solo. Esto no les es evidentemente más necesario que a nosotros mismos. Igual que a nosotros, les basta con poder repetir las frases después de haberlas oído. Todo el resto del proceso literario es puramente mecánico." (pgs 114-115).


(1) Todas las páginas señaladas pertenecen a Pierre Boulle, El planeta de los simios, Barcelona, Ediciones Orbis, 1985.


Otros resúmenes.

  

La historia comienza con el diálogo de una pareja llamada Jinn y Phillys. Están en una nave espacial y de repente atraparon un frasco de vidrio que flota en el espacio , en el interior contiene un manuscrito. Ese manuscrito fue escrito por un hombre llamado Ulysse Mérou con el propósito de advertir a otros para evitar un peligro que amenaza a la humanidad , narró todo el contenido del horrible incidente que sucedió con él de la siguiente manera:

En el año 2500 , hubo un viaje espacial a explorar el espacio con 3 personas, incluyendo: un periodista (que es contar la historia), un profesor llamado Antelle especializada en astronomía , descubierta inventó un transbordador espacial que podría viajar a casi la velocidad de la luz , y su alumno, Levain, era un físico brillante . Decidieron ir al espacio de una estrella gigante llamada Betelgeuse , esta es la estrella Alfa en el grupo de 7 estrellas en la constelación de Orión en la región ecuatorial. Se necesitaron unos 350 años para llegar allí, pero a la velocidad de esta nave espacial, fueron poco más de 2 años para las personas a bordo. Dado que la velocidad de la nave espacial es tan rápida, les llevará alrededor de 12 meses acelerar y 12 meses desacelerar, entre los cuales se encuentran unas pocas horas de su velocidad real.

Cuando llegaron a Betelgeuse, se dieron cuenta de que el segundo planeta de esta estrella no es diferente de la Tierra, también está lleno de ríos y mares, árboles, animales , plantas , etc. solo que la forma de los continentes no es como en la Tierra. Allí, se encuentran con la primera criatura con exactamente la misma apariencia que un humano, una niña muy hermosa, con proporciones corporales perfectas, pero sin ropa, no puede hablar, solo puede emitir unas pocas palabras. El sonido es como el grito de un animal , y los ojos no muestran el espíritu de un humano. Llamaron a este planeta  Soror, porque es como una hermana gemela con la Tierra, también llamando a la niña Nova , debido a la asociación con la aparición de una nueva estrella .
Después de unas horas de conocer y explorar la tierra donde el grupo había puesto un pie, el grupo descubrió que la gente de aquí no se da cuenta por completo, vive en los bosques , duerme en nidos. En el árbol, jugando juegos muy simples, principalmente persiguiendo , incapaz de hablar o reír. Ocasionalmente hay cacerías que se realizan en el bosque, cazando monos que sepan vestirse y utilizar herramientas como pistolas, cuerdas, montar a caballo o fumar puros, etc. competente y profesional. No se ven diferentes de los humanos en la Tierra, excepto por su forma, pelaje y manos enguantadas de cuero negro.para que se pueda usar cuando se mueva en alto cuando sea necesario. Esta ropa parece la ropa del siglo XX en la Tierra .

Después de tal cacería, desafortunadamente, Levain fue asesinado a tiros como los otros humanos en esta estrella, y el profesor Antelle, junto con Ulysse, la niña Nova fueron capturados y llevados al zoológico de la Ciudad de monos. Esta ciudad al igual que las ciudades de la Tierra en el siglo XX. Ulysse Merou detenido junto con Nova y sus establos fueron utilizados en experimentos sobre la inteligencia de los seres humanos en este planeta. Los monos utilizaron los mismos experimentos reflejos condicionados e incondicionados que Pavlov en perros .

A través de experimentos, Ulysse intentó demostrar que era ser inteligente completamente diferente a hombres planeta de aquí. No reaccionó a lo que esperaban los monos y en el estudio del comportamiento sexual humano, no reaccionó como otros machos a bailar, coquetear con hembras y, finalmente, al mismo apareamiento . Sus manifestaciones inusuales fueron notadas por Zira, una mujer simia y joven científica, y aprovechó esta atención para señalar, comunicarse y aprender gradualmente el idioma principal del planeta.

También a través de fórmulas matemáticas , física , diagramas en el espacio, posiciones de los planetas, etc., que Ulysse convenció a la mujer simia de creer que era una humana de otro planeta en el espacio, el tiempo. Fue apoyado por Zira y se le permitió salir y visitar lugares de la ciudad y él (todavía tenía que tener una correa alrededor del cuello y desnudo) era como una mascota domesticada a la que se le permitía seguir a su dueño.

Conoció a la prometida de Zira, Cornelius, un joven científico prometedor. Con Cornelio ayuda, Ulysse completó un discurso bastante importante para ser leído antes de que  del Consejo Científico. En este planeta, no hay  países, pero solo uno y un idioma común. Con su muy exitoso discurso, Ulysse causó una gran sorpresa y se ganó la confianza de todo el Consejo Científico, fue liberado nuevamente y vestido como una persona. Lo han puesto a trabajar en el Instituto de ciencias biológicas.

Después de unos meses, aprendió mucho sobre el planeta. La tecnología y la cultura parecen desarrollarse muy lentamente o en absoluto durante bastante tiempo. Pero el punto de partida de su civilización parece ser un gran logro, no de la nada. Los logros tecnológicos actuales no son mucho más altos que el punto de partida original. Pero luego de una visita para ver las ruinas de la antigua ciudad, Ulysse y Cornelius hicieron un descubrimiento muy importante, completamente diferente a las teorías sobre los ancestros de los simios en este planeta.

Según la teoría de la evolución de este planeta, el árbol evolutivo es como un diagrama que muestra el desarrollo del mundo vegetal y animal en la Tierra, pero cuando llega a la rama de la humanidad, se detiene y el tronco principal continúa. dando a luz a simios prehistóricos, que eventualmente alcanzaron tres transiciones evolutivas que consisten en tres especies que gobernaron juntas en este planeta: orangutanes, monos y simios. 
El razonamiento de los habitantes aquí es que el cerebro de los monos se ha desarrollado cada vez más organizado y complejo, porque pueden usar las cuatro extremidades, siempre se acercan y conviven con el mundo en las tres dimensiones. El cerebro humano no ha cambiado mucho debido a a usar solo 2 extremidades, espacio de acceso limitado y sin voz, un factor importante para promover el desarrollo del cerebro humano.

Esta teoría se ha creído firmemente durante muchos años, pero el descubrimiento de una muñeca en las ruinas de la ciudad vieja dice lo contrario. Esta muñeca está vestida con la misma camisa, falda y bragas que cualquier otro bebé mono del planeta (esto es importante porque no existe el concepto de un ser humano vestido) y, lo que es más importante, se puede pronunciar "papá", en lenguaje humano. (en francés aquí) y lengua de mono también significa "papá". También descubrieron una gran área de huesos humanos dispuestos en un orden como un cementerio de monos.

Después de hacer este interesante descubrimiento, Cornelius investigó un poco más para dilucidar el origen de los monos. Instalando un dispositivo con la acción de la corriente eléctrica.Despertó el recuerdo no solo de los suyos sino también el recuerdo de la raza que quedó profundamente arraigado en el recuerdo, hizo que dos personas, un hombre y una mujer, mientras dormían por estar drogados, ha dicho todas las cosas que los han impresionado. durante miles de generaciones. 
Hablaron mucho, con diferentes voces de jóvenes y mayores, ahora como ama de casa, ahora como maestra, ahora como adiestradora de animales, etc., sobre la revuelta, sobre nuevos pensamientos, sobre el temperamento inusual de los monos, sus mascotas cotidianas, y poco a poco los asustaron, llevándolos a huir al bosque para vivir juntos en un grupo de personas. Esto sucede porque el hombre ha inventado muchos medios técnicos modernos, el trabajo simple se ha dejado en manos de máquinas y monos. Cada vez más personas son perezosas para trabajar, perezosas para pensar, todos los problemas dependen de los monos y se sienten abrumados por ellos.

Ulysse tampoco se olvidó de visitar al profesor Antelle en el zoológico. Pero lo triste es que después de un período de vivir en la misma jaula con otros humanos y no pelear, defenderse y afirmarse, fue domesticado y manifestado como humanos aquí. No reconoció a Ulysse, lo miró con ojos sin vida y continuó con sus payasadas en los experimentos con monos. Ulysse lo intentó todo, pero no pudo devolverlo a su naturaleza original de profesor muy distinguido. Durante este tiempo, Nova, la niña que había estado encerrada en una jaula con Ulysse desde que fue arrestado, quedó embarazada de él y dio a luz. La mantuvieron en régimen de aislamiento bajo su cuidado.

Esto también significa que una nueva generación de humanos está a punto de nacer aquí. Esto no puede ser aceptado por los profesores de monos, simios, orangután aquí, aceptar esto significa que tendrán que reescribir su hipótesis, que los humanos son los antepasados ​​de los simios y los monos; que los inventos, las herramientas y el equipo que se utilizan hoy en día son en su mayoría inventados por humanos, y que se utilizan simplemente a modo de imitación y se modifican ligeramente para adaptarlos. 
El mundo de los monos ha decidido destruir a Ulysse y su familia. Afortunadamente, Cornelius, Zira y sus amigos que son verdaderos científicos ayudaron a su familia a subir a otra nave, lanzarse al espacio y unirse a su vieja nave espacial que lleva mucho tiempo en órbita del planeta mono.

Una vez más, la nave continúa su viaje de regreso a la Tierra. Este barco se ha organizado con un sistema bastante bueno de cultivo de plantas y animales, lo que garantiza la comida durante el viaje. Después de 700 años, Ulysse ha regresado a la Tierra. Su hijo ahora tiene 2 años y medio, habla muchas palabras y Nova ha aprendido a pronunciar y balbucear algunos sonidos humanos de su hijo. Descendió a la Tierra en un lugar fuera de la ciudad de París. 
Sin embargo, cuando pisó el suelo, se dio cuenta de que toda la Tierra ahora está dominada por monos como en el planeta del que acaba de escapar. Nova entró en pánico, recogió a su hijo y se apresuró a regresar a la cabina, y rápidamente envió la nave de regreso al espacio exterior. Escribió una carta contando toda la historia, la metió en un frasco y la arrojó al espacio para advertir sobre el incidente.

La historia termina con la pareja que encontró el frasco de vidrio, que también es una pareja de monos. Se burlaron de los llamados humanos , de cómo los humanos pueden construir naves espaciales y concluyeron que la historia fue escrita por la broma de algún mono.

luis Alberto Bustamante Robin


Sociedad de los simios.

En la novela, hay tres especies de simios inteligentes, que comparten una misma cultura y viven en una sociedad similar a la de los humanos terrícolas de mediados del siglo XX; estas tres especies son los chimpancés, los gorilas y los orangutanes, cada especie tiene rasgos de personalidad característicos y ocupan puestos afines a tales rasgos:
Los gorilas son la clase dirigente; ocupan cargos políticos, militares, empresariales y posiblemente aristocráticos (se especula que en los albores de la civilización simia usaron su fuerza física para someter a las otras razas), tienen aptitud para liderar y administrar, son arrogantes, impetuosos y poco intelectuales; según Mérou "los gorilas a veces escriben libros, pero se preocupan más por el continente que por el contenido".

Los orangutanes son la clase académica, son doctores, profesores (y probablemente también sacerdotes e incluso artistas) son quienes dirigen y administran las instituciones. 
Son de mentalidad estrecha, escolásticos y conservadores, según Zira "escriben libros repitiendo lo que otros orangutanes dijeron antes que ellos, y se dan entre sí premios, homenajes y puestos honoríficos en instituciones por ello". 

Miran con recelo y escepticismo la innovación y su principal método de enseñanza es guiar a sus alumnos a cometer los mismos errores que sus predecesores cometieron para que aprendan de ellos.

Los chimpancés son la clase progresista; son científicos, inventores y artistas; salvo algunas excepciones, todas las innovaciones y avances en todos los campos de la sociedad a lo largo de la Historia de su civilización han sido perpretados por chimpancés. Son enérgicos, curiosos, tienen la mente más abierta y son dados a experimentar y buscar cosas nuevas.

Comentarios.


  

Dehecho, en la primera parte de la novela me resultaba imposible no solapar la voz de Ulises Merou, el narrador superviviente del trío de cosmonautas en la novela.
Así por ejemplo, y a diferencia de la muy estereotipada relación con Nova, la relación Merou-Nova es más compleja y a la vez real. Boulle se toma su tiempo en describir a los sapiens involucionados del planeta Soror de manera que Merou es consciente del poso zoofílico subyacente a su interés lúbrico por su compañera de jaula y que termina derivando en un proceso amoroso. Llámenme maniático, pero lo entiendo, pues a la hora de la verdad Nova no deja de ser una especie de gallina en forma de maciza, y Merou, tan pagado de su racionalidad, se ve obligado a renunciar a la cultura para consumar sus propósitos.
No solo eso, es la suya una renuncia absoluta. El pobre Merou deberá literalmente ponerse a hacer el mandril (bajo la atenta mirada de Zaius y Zira) para ganarse el favor sexual de su compañera y con la presión añadida de que, de no consumar, enviarán a Nova a la jaula de un semental menos quisquilloso, en tanto en la de Merou entrará una cincuentona con cara de bulldog.

Y aquí está el quid de la novela. Las cuestiones filosóficas se imponen al componente aventurero de la historia. Donde Charlton actuaba, Merou filosofa, para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno, lo ya dicho, la dicotomía animalidad-racionalidad, con momentos antológicos centrados en la relación con Nova y también con Zira, con quien se invierten los papeles, pues el componente zoofílico de enamorarse de una chimpancé es atenuado por la complicidad de uno y otro y por la gradual humanización de la sociedad simia a ojos de Merou (con todo, ufff, el idilio interespecies no pasa de unas manitas por el parque y el ya famoso comentario de Zia:
“te daría un beso pero, francamente, eres repugnantemente feo”). 

Para lo malo; en la segunda parte, donde el conflicto refiere a conservadurismo epistemológico versus racionalidad científica (Zaius el papanatas y Cornelius el brillante revolucionario), Boulle se adentra en sociologías simplonas y en un cierto abuso al ordeñar la abundante aunque tópica nata filosófica de la historia.
Esta tensión no resuelta entre filosofía y aventura queda en evidencia en la tercera parte. La acción, el drama, se desmorona frente a la reflexión, aunque ciertamente Boulle introduce de refilón y con premura cuestiones interesantes.
 ¿Debe Merou asumir el papel de redentor de la especie y devolver la humanidad perdida a sus congéneres?
 ¿O el papel de los humanos se ha agotado en la elevación de una nueva raza más eficiente en la expansión de la inteligencia por el cosmos? 

De nuevo encontramos aquí escenas espléndidas, como el viejo sabio Antelle (superviviente, al igual que Merou, al naufragio en Soror), que tras sucumbir al trauma de la animalización y quedar en ejemplar de zoológico, no solo acepta su nuevo estatus sino que, para pasmo de Merou, es tan profundamente infeliz cuando el periodista intenta retornarlo a la racionalidad como profundamente dichoso cuando vuelve a su lugar en la manada. 
También me impactó especialmente el replanteamiento de la evolución. Para los chimpancés, que los hombres no desarrollaran lenguaje atañe a cuestiones como el déficit manipulativo de sus pies o su incapacidad de formar representaciones tridimensionales, pues los humanos, a diferencia de los simios, renunciaron a los árboles y las alturas. 
Para Merou es al revés, de donde acaba coligiendo que la inteligencia y el lenguaje aparecen de forma cataclísmica en un proceso aparejado a la emergencia de la voluntad, en la línea de algunas de mis teorías filosóficas favoritas.


vídeo de comentarista del libro

texto del libro


 



El planeta de los simios - La novela, de Pierre Boulle

El planeta de los simios  se publicó en 1963 y fue escrito por francés  Pierre Boulle.  El viajero del espacio/tiempo/periodista Ulysse Merou viaja por el espacio desde París con un excéntrico y brillante profesor y su asistente de la distante estrella de Betelgeuse. Se van sabiendo perfectamente que cuando regresen a la tierra, habrán pasado miles de años. Pero cuando llegan al planeta (Soror) que gira alrededor de la estrella, encuentran que las cosas son bastante diferentes de lo que esperaban.

El planeta es muy parecido a la tierra, excepto que los humanos son como animales y los simios son los seres inteligentes: los orangutanes, los gorilas y los chimpancés.

No estaba exactamente seguro de qué esperar de  El planeta de los simios . Obtuve mis vagas nociones de las referencias a las películas, pero el libro resultó algo diferente. Al principio pensé que era una sátira de la civilización humana... los aires que nos damos, las suposiciones de nuestra propia superioridad natural, el comportamiento que consideramos natural, pero que parece grotesco cuando lo lleva a cabo otra especie de animal.

Los simios cortan el cabello de los humanos y lo usan en sus sombreros, cazan humanos, realizan experimentos científicos con humanos. Incluso la idea de que los humanos usen ropa les parece absurda a los simios, al igual que los humanos no ven la necesidad de que los simios estén vestidos. El pobre Ulises se ve reducido a andar desnudo por todas partes.

Incluso tienen su propia sociedad estratificada, con los chimpancés históricamente perseguidos y los gorilas históricamente los aristócratas de la sociedad

Los humanos de Soror, por otro lado, son como animales, sin una pizca de inteligencia. Ulysse se sorprende cuando conoce a una hermosa mujer, a la que llama Nova, a quien encuentra físicamente atractiva, pero sin alma que le responda más que una mente de mascota que responde a un dueño.

Por otro lado, forma un profundo vínculo espiritual con Zira, una chimpancé científica. Él la convence de su inteligencia a través de la geometría y se unen estrechamente, aunque no pueden superar la repugnancia física que sienten por la apariencia del otro. No puede evitar sentirse atraído físicamente por Nova, pero sólo con Zira encuentra comunión emocional e intelectual.

Por extraño que parezca, me resultó difícil imaginar realmente que Zira tiene un chimpancé mientras leía, porque se la presenta como tan cálida y humana. 

Pero en la segunda mitad de la novela, me di cuenta de que el punto de la historia no era la sátira, sino una mirada a cómo la barrera entre ser salvaje y civilizado es muy delgada. El profesor que había viajado con Ulysse se acostumbra tanto al cautiverio y a ser tratado como un animal que vuelve a su forma animal. Toda chispa de comprensión y sentimiento superior se extingue por completo y actúa como todos los demás humanos. Incluso a Ulysse le resulta sorprendentemente fácil caer en una especie de complacencia.

Mientras está cautivo con los otros humanos, antes de que se dé cuenta de que está en su nivel intelectual, se encuentra siendo atendido, cayendo en el hábito de querer complacer a los chimpancés para ganar comida, tratando de cumplir con sus expectativas y, en general, dejando que ir él mismo. Solo se salva de esto por Zira.

De hecho, el prometido científico de Zira, Cornelius, descubre que los chimpancés no se convirtieron primero en seres inteligentes en Soror, como se creía anteriormente. En cambio, descubre que los humanos eran la especie dominante en planeta, pero enseñaron a los simios a imitarlos. A través de la imitación, aprendieron inteligencia y, mientras se volvían más inteligentes, los humanos se volvían perezosos y desmotivados, volviendo gradualmente al primitivismo mientras los simios se apoderaban del mundo.

Y ese es el punto central de Pierre Boulle: las civilizaciones inevitablemente mueren, las personas se vuelven letárgicas y contentas, felices de que las cuiden, pierden toda motivación y deseo de avanzar y, en cambio, retroceden. Es de-evolución.

Hay un giro al final del libro. También hay una historia enmarcada: dos amantes flotando en el espacio encuentran un mensaje en una botella que contiene la historia de Ulises. Hay un truco en esta historia de encuadre, pero no quiero estropearlo.

En general, me pareció un libro fascinante. El tono es inicialmente levemente irónico, a veces burlón. Pero también hay un horror cada vez más grotesco que impregna el libro. 


  

Comentarios.


El libro es similar a la serie de películas en ciertos aspectos, pero lo suficientemente diferente como para brindar un nuevo enfoque al tema principal. La historia se cuenta como si estuviera en un manuscrito encontrado por viajeros espaciales, por lo que gran parte de la historia se cuenta en forma de narración en lugar de diálogo. (Me tomó un tiempo acostumbrarme a este estilo de escritura). El final es muy diferente al de la película. El libro parece enfatizar el tema de la evolución, mientras que la película se enfoca más en el viaje en el tiempo. Me gustó el libro, pero me gusta más la serie de películas. Una lectura interesante.

Uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. ¡El giro final es el mejor! Al borde de lo aterrador
Creo que, en todos los aspectos, el libro es mejor que cualquiera de las películas. No puedes tener una película de los 60 con la mitad de los personajes desnudos, pero estaban en el libro. Ese fue uno de los aspectos más "deshumanizantes" que Boulle le dio a los humanos de este futuro.
Tener a los humanos capaces de hablar en la película más reciente también pierde gran parte del estado de ánimo. Se convierte más en una cuestión de esclavitud que de falta de "humanidad". Creo que el mensaje del libro es que todos debemos vivir juntos como terrícolas, en armonía, con respeto, independientemente de la especie o habrá problemas.
El mensaje que recibí de las películas fue que, como especie, nos destruiremos a nosotros mismos. Hacerlo abrirá la puerta a nuestra esclavitud.

Disfruté muchísimo esta novela. Estoy bastante familiarizado con su adaptación cinematográfica clásica, pero esta era la primera vez que leía el texto original, y estaba encantada y fascinada por las diferencias entre los dos, pequeñas y grandes, desde el marco introductorio de la historia ( en la novela, como el descubrimiento de una pareja que viaja por el espacio de un "mensaje en una botella" que flota en el espacio) hasta la "gran revelación" de su gran giro.

Los elementos distópicos de la historia son escalofriantes y aún bastante oportunos. Aprecié especialmente el énfasis en los horrores de la elección de una especie llamada avanzada de usar otra para la experimentación científica y la rapidez con la que los humanos (como individuos o como grupo) pueden convertirse en brutos. La relación entre el humano Ulysse y su cuidadora/salvadora/patrona, la chimpancé Zira, está particularmente bien dibujada, al igual que las divisiones y posturas políticas dentro de la sociedad de los monos.
Algunas pequeñas notas me parecieron falsas: encontré que el uso de la memoria atávica repentinamente tocada como un dispositivo de la trama era bastante débil, por no mencionar discordante, pero en general esto acertó con mucha más frecuencia de lo que falló. Las preguntas que plantea sobre el poder arbitrario y, a menudo, irreflexivo que ejercen los humanos sobre otras criaturas son duraderas e importantes, y aprecio cómo Boulle nos pone, por así decirlo, en nuestro lugar.
Me alegro de haber leído esto. Merece su posición respetada en la historia del género.

No estoy seguro de por qué, pero todas las novelas de ciencia ficción francesas algo modernas (es decir, de la década de 1960 en adelante) que he leído comparten la misma extraña sensación de ser una mezcla de ideas algo nuevas y realmente antiguas, donde el estilo de escritura parece haber sido copiado. de Julio Verne. Lo mismo con esto que en mi opinión podría haber sido escrito en el 1800, excepto por el sexo. Escrito con rigidez, con caracteres de cartón y una ciencia que también pertenece al siglo XIX; Boulle tiene una idea que quiere impulsar, y cualquier coincidencia entre la ciencia de la novela y la ciencia del mundo real es pura coincidencia.
Agregue que la sociedad de simios descrita aquí es literalmente una sociedad victoriana, que incluye la vida cotidiana, la colonización, los safaris de caza, etc., y la sensación anticuada se vuelve abrumadora. Normalmente me importa muy poco que la ciencia sea realista, pero en este caso es ridículo, junto con la sociedad igualmente antigua que se representa. Entiendo que Boulle de alguna manera hace esto intencionalmente ya que la imagen pintada hace que el malestar moral del personaje principal sea aún más obvio, con su doble rasero sobre cómo los simios tratan a los humanos en comparación con cómo los humanos han tratado a los animales en la Tierra, y cómo esa moral la indignación vacila más adelante en la novela, pero para mí parece que Boulle es muy crítico con las ideas morales que prevalecen en una sociedad victoriana, por lo que no son tan relevantes aquí y ahora.
Comparando esto con otras películas de ciencia ficción de la misma época, no puedo dejar pasar a Boulle debido a que la novela es antigua. Esto fue escrito décadas después de cosas como "Las estrellas, mi destino" de Alfred Bester, Ursula K. Le Guin ya había escrito algunas novelas, y Robert Heinlein ya había pasado su mejor momento, y todos ellos están muy por delante de Boulle en sofisticación y literatura. calidad (¡sí, eso incluye a Heinlein!).
Pero le doy dos estrellas en lugar de una, ya que la novela mejora un poco en la segunda mitad cuando el personaje principal, al menos por un tiempo, comienza a no ver ninguna diferencia, ni literal ni abstractamente, entre los simios y los humanos. Casi quiero deducir la estrella debido al giro en la última parte de la novela cuando resulta que no, hay una gran diferencia, los humanos tienen ideas e imaginación, mientras que los simios solo pueden imitar las ideas de los humanos, así que de repente estamos de vuelta. con los humanos siendo superiores otra vez (aunque el prólogo diga algo diferente), pero estoy de buen humor, así que Boulle se lleva dos estrellas. Titubeantemente. 


  

La historia tiene lugar en un año desconocido en el futuro. Jinn y Phyllis, una pareja casada en un crucero estelar , encuentran una botella flotando en el espacio. Dentro de la botella hay una carta escrita por un hombre llamado Ulysse Mérou. El resto del libro cubre la historia que Jinn y Phyllis leyeron en la carta:

En su carta, Ulysse cuenta un viaje que él y sus amigos, el profesor Antelle y el doctor Arthur Levain, realizaron en una nave espacial. El viaje los lleva al sol rojo Betelgeuse . El viaje toma 350 años, pero debido a la dilatación del tiempo , a los ocupantes les parece solo 2 años. Encuentran un planeta similar a la Tierra en el sistema solar de Betelgeuse, al que llaman Soror . 
Este planeta también parece contener una raza de humanos, pero se comportan como chimpancés . Además, el planeta parece estar habitado por una raza de grandes simios inteligentes.. Los tres protagonistas se encuentran por primera vez con estos monos cuando son capturados por un grupo de gorilas, armados con máquinas y pistolas similares a las que se encuentran en la Tierra en el siglo XX. Levain es asesinado a tiros por los gorilas y Ulysse es capturado.

Ulysse es llevado prisionero a una ciudad que también se asemeja a una ciudad terrestre del siglo XX. Aquí los humanos  capturadas son vendidas como esclavas o como animales de laboratorio . Ulysse termina en un laboratorio donde los monos realizan un experimento similar al de Ivan Pavlov . Ulysse pronto llama su atención, ya que es claramente más inteligente que los demás humanos. Es acogido por uno de los investigadores, una chimpancé hembra llamada Zira. 
Ella le enseña el lenguaje de los monos y la historia del planeta. Ulysse también conoce al prometido de Zira, Cornelius. Con la ayuda de Cornelius, Ulysse logra comunicarse con el presidente del planeta y convencerlo de su inteligencia. Esto le da a Ulysse libertades que la mayoría de la gente no tiene.

Ulysse descubre que Antelle también ha sido capturada durante la cacería y ahora está en un zoológico . Cuando Ulysse lo visita, resulta que Antelle se ha vuelto completamente loca y ahora es tan primitiva como la gente de este planeta. Ulysse lo deja atrás y explora la ciudad. Descubre que los monos tienen una historia muy larga, pero que su origen es un misterio. 
La comunidad de monos parece estar dividida en gorilas agresivos, orangutanes conservadores y chimpancés intelectuales. Los científicos orangutanes están convencidos de que Ulysse solo pretende ser inteligente, ya que no creen que los humanos puedan mostrar signos de inteligencia.

Cuando Ulises se enamora de una mujer humana de este planeta y la concibeles demuestra a los simios que él es de hecho de la misma raza que ellos. Esto hace que los monos le pierdan rápidamente el respeto. Además, el pasado de los monos poco a poco va saliendo a la luz; Al igual que en la Tierra, los humanos alguna vez fueron la especie dominante en el planeta, pero la degeneración y el hecho de que entrenaron cada vez más a los monos para que hicieran el trabajo por ellos, los roles se han invertido lentamente. Cuando esto sale a la luz, los monos deciden que los humanos son una gran amenaza y deben ser exterminados. Ulysse descubre lo que sucede en el tiempo y escapa del planeta en la nave espacial, junto con su esposa y su hijo recién nacido. 
El viaje de regreso a la Tierra toma otros 350 años. Al llegar, sin embargo, resulta que en los últimos 700 años en la Tierra, los monos también han tomado el poder. Ulysse y su familia abandonan la tierra en busca de un nuevo hogar. En el camino, Ulysse escribe la carta, la mete en la botella y la deja en el espacio.

Después de que Jinn y Phyllis leyeron la carta completa, la descartaron como una tontería; según ellos, un humano  nunca puede escribir una historia así. Resulta que Jinn y Phyllis también son monos.

  

Pierre Boulle.

Pierre François Marie Louis Boulle (Aviñón, Provenza-Alpes-Costa Azul; 20 de febrero de 1912-París; 30 de enero de 1994) fue un escritor francés.



El escritor francés Pierre Boulle recorrió un camino inverso al de su compatriota Arthur Rimbaud. Es decir, primero la aventura y luego los libros. A diferencia del poeta que terminó sus días traficando armas  en Etiopía antes de morir en Marsella, Boulle falleció  con todo en orden: a los 81 años, en 1994, en su departamento de París y después de haber ganado mucho dinero con sus 25 novelas. 
Antes, sin embargo, su existencia tuvo la audacia  y el espíritu viajero del autor de Las iluminaciones en su madurez. Se desplazó  a Birmania para trabajar en la industria del caucho, luchó junto a la Resistencia Francesa en el sudeste asiático, fue agente secreto y en 1943 fue tomado prisionero por leales al gobierno títere de Pétain. De aquellos dos años de trabajos forzados nacería  el material de El puente sobre el río Kwai (1952), la novela que escribió cuando ya era un hombre de  traje y corbata, el que aparecería en las fotos que se conocen de él.
Aquel libro sobre un coronel  británico de orgullo sin fin y un grupo de prisioneros humillados hasta el hartazgo por los japoneses es uno de los dos grandes éxitos de Boulle. El otro, quizás aún más masivo, es El planeta de los simios, obra de 200 páginas que  publicó en 1963, cuando ya disfrutaba de los beneficios por la exitosa adaptación fílmica de su primera novela, que le permitían vivir en un exclusivo departamento de París. Un dato curioso es que Boulle jamás consideró que El planeta de los simios fuera ciencia ficción
“Honestamente la ciencia ficción es solo un pretexto para contar una historia. En rigor los monos de mi libro son solo humanos”, explicaba en una entrevista para una edición especial en DVD del filme de 1968.
Hombre de formación científica (se graduó de ingeniero eléctrico), Pierre Boulle trabajó con dedicación de artesano hasta su muerte, hace 20 años. Hasta entonces las películas derivadas de su novela llegaban a cinco, sin contar una serie de televisión. Con el estreno la próxima semana de El planeta de los simios: confrontación  (2014)  se llega a la suma de ocho títulos. La película dirigida por Matt Reeves es en términos generales una lucha sin cuartel entre los humanos sobrevivientes a un virus altamente dañino y los simios, cuyo personaje central y líder es César (Andy Serkis). 
Aunque en la superficie queda poco de la novela original de Boulle, aquella fascinación por mostrar a una civilización subyugada por las reglas de otra se sigue manteniendo. Era también el concepto que se movía por las páginas del libro, inspirado según Boulle tras una simple visita al zoológico. 
“Supongo que ver a los gorilas y observar sus movimientos en el rostro me hizo percatarme de lo similares que éramos”, decía en aquella misma entrevista.
Algunos han querido ver en la novela un rasgo en común con El puente sobre el río Kwai: en ambas historias un grupo en inferioridad de condiciones es pasado a llevar por otro. En las dos el orgullo termina deformado por la autoridad y más por la razón que por la fuerza. 
El honor del coronel Nicholson en El puente... sigue siendo tan inútil como los reclamos de los humanos en El planeta de los simios. 
Traducida a más de 20 idiomas, la obra de Boulle alcanzó gran popularidad en Estados Unidos, donde además se abrazó la simpleza y la fluidez de narración. Lejos de la órbita intelectual de sus contemporáneos compatriotas, Boulle siempre fue un autor de venta rápida,  gustos diversos y espíritu pesimista. Sus obras tocan los temas de la guerra, de la distopía, del espionaje y hasta de la Guerra de las Malvinas (La baleine des Malouines, 1983).
El autor aprobó las adaptaciones de sus obras, aunque siempre tuvo ciertos reparos. Para El puente  sobre el río Kwai, la película de David Lean que en 1958 obtuvo siete premios Oscar, jamás  comulgó  con la escena final, que incluía la destrucción del puente. En la novela de Boulle no existe tal explosión.
Los cambios para El planeta de los simios fueron aún más significativos y muchos piensan que el guión de Rod Serling, el creador de la serie La dimensión desconocida, mejoró el original. Serling trabajó cinco años en la adaptación del filme que en 1968 protagonizarían Charlton Heston y Roddy McDowall. Una de sus escenas cumbres no estaba en la mente de Boulle, sobre todo por la simple razón de que los astronautas de la narración eran franceses. Es cuando el personaje de George Taylor (Charlton Heston) descubre las ruinas de la Estatua de la Libertad en medio de una playa, comprobando lo que algunos sospechaban: que el planeta de los simios era simplemente la Tierra en el futuro.
En la novela de Boulle en cambio, los escalofríos los provoca otra conclusión. Después de las interminables ordalías en el planeta primate, los viajeros estelares logran retornar a la Tierra y cuando bajan de la aeronave en el aeropuerto de Orly, en París, el que viene a buscarlos no es otro que un gorila. Este final fue en el que se basó Tim Burton para  su adaptación de 2001. A siete años de su muerte, alguien había respetado los deseos de Boulle.



Biblioteca Personal.

Tengo un libro en mi colección privada .-



Itsukushima Shrine.




























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