Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

sábado, 12 de agosto de 2017

470.-Centro cultural de la Universidad Católica de Santiago.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Verónica Barrientos Meléndez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarce Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Ricardo Matías Heredia Sánchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig;

La Universidad.


Escudo de armas de Universidad 



La Pontificia Universidad Católica de Chile —coloquialmente conocida como «la Católica»«la Cato», «la PUC» o «la UC»— es una universidad  tradicional de dicho país, una de las trece universidades católicas en el sistema universitario chileno​ y una de las seis universidades católicas tradicionales del país.​ Es considerada una universidad compleja, que desarrolla una gran actividad investigativa en numerosas áreas del saber.


sala

La universidad fue fundada en 1888 por el Arzobispo de Santiago Mariano Casanova, con el objetivo de entregar una formación inspirada en la doctrina cristiana y excelencia académica. El 28 de julio de 1889 la casa de estudios recibió la aprobación y bendición del Papa León XIII.



Edificio.


La Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile es el principal edificio de la Universidad. Por su estilo y magnitud desde su origen fue conocido como "Palacio Universitario". Desde 1996 es considerado Inmueble de Conservación Histórica​ por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile y desde 2016 es parte de los edificios que se abren durante la celebración del Día del Patrimonio.
Actualmente es sede de las oficinas administrativas y de varias Facultades de la Universidad.

Historia

Antecedentes

Luego de su fundación el 21 de junio de 1888 la Universidad Católica inició su primer año académico el 31 de marzo de 1889. En ese momento la Universidad solo contaba con cursos de leyes y matemáticas y las primeras clases se realizaban en el segundo piso del Círculo Católico hasta que el 4 de junio de 1891, un incendio lo destruyó por completo como consecuencia de guerra civil ese mismo año.​
Luego del incendio y como una manera de retomar lo antes posible las actividades universitarias, se decidió arrendar una casa en calle Bandera. En 1898 la dirección de la Universidad compró el edificio de la Unión Central, ubicado en calle Agustinas 1038, en el centro de Santiago. El edificio contaba con un hermoso teatro el que fue convertido en Aula Magna
Las nuevas instalaciones mejoraron la comodidad, pero el número de alumnos, cada vez más grande, provocó que el edificio no diera abasto. 
En 1899, con la creación del «Instituto de Humanidades de la Universidad Católica» en el mismo lugar, se pensó que no era recomendable que los alumnos secundarios del instituto se mezclaran con los jóvenes universitarios. De esta manera, se decidió construir un nuevos edificios para la Universidad y el Instituto en un terreno situado en Alameda, entre las calles Lira y Maestranza -esta última actual Av. Portugal-, donado por el primer rector de la Universidad, Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas, espacio más apropiado para construir un nuevo Palacio Universitario.

Construcción del Palacio Universitario

Cuando la Universidad Católica inició la construcción del Palacio Universitario, la actual Casa Central, colaboró en la expansión de la ciudad de Santiago hacia el oriente y aportó un edificio de carácter monumental que se sumó a los que se construyeron con ocasión del centenario de la Independencia de Chile, como el Museo de Bellas Artes o la Biblioteca Nacional. Durante ese período se invitó a numerosos arquitectos europeos que ayudaran a diseñar una ciudad acorde con los valores republicanos del país.
Uno de esos arquitectos fue el italiano Ignacio Cremonesi, vinculado a la Escuela de Arquitectura de la misma Universidad, a quien se le encargó un proyecto para el nuevo Palacio Universitario.6​ Su diseño incluía las instalaciones del Instituto de Humanidades​ (actual Centro de Extensión UC​) y que finalmente fue lo único que se construyó de acuerdo a su diseño original.
El plano del Palacio Universitario diseñado por Cremonesi incorporaba instalaciones para las Facultades de Matemáticas, Medicina, un Patio de Honor y una Capilla, además de un Aula Magna, un patio central y un observatorio astronómico. Pero Cremonesi volvió a Italia y a principios del siglo XX se le encargó un nuevo diseño al arquitecto francés Emile Jecquier, mismo autor del Museo de Bellas Artes y de la Estación Mapocho,​ entre otras obras.
Jéquier, junto con su discípulo y primer arquitecto graduado de la UC, Manuel Cifuentes, -hijo de Abdón Cifuentes gran colaborador de la Universidad en su período de fundación2​-, desarrolló los planos a partir del ya construido «Instituto de Humanidades». El proyecto Jequier-Cifuentes se adaptó al original de Cremonesi, lo que posibilitó la unificación de la fachada, una de las más largas de la ciudad para aquella época. En las cuatro hectáreas de terreno, el edificio se ordenaba alrededor del esquema clásico de un cuadrado dividido en nueve partes organizando la circulación mediante claustros y patios centrales. En ese momento, el proyecto sólo se construyó parcialmente pues junto al Instituto se construyeron los dos patios que daban a la Alameda.
La primera piedra de lo que sería el Palacio Universitario se puso en 1910 y su construcción concluyó en 1917. La nueva sede contaba con capilla, una biblioteca para 60 mil libros y una sala para actos oficiales. En el segundo piso, se ubicaban -y siguen así hasta el día de hoy- las oficinas del rector y prorrector.

Incendio y reconstrucción.

En el año 1931 los pisos 3º y 4º del edificio fueron destruidos por un incendio. En el lugar se ubicaban las salas de Ingeniería y Arquitectura,​ pero también resultaron dañadas la biblioteca y la capilla. La reconstrucción duró hasta 1937 y gracias a ella se pudo unificar el lenguaje de la fachada. En ese mismo período y como agradecimiento al patrono de la Universidad por la rápida reconstrucción, se agregó la escultura del Sagrado Corazón de Jesús en la parte superior de la fachada.​ La imagen realizada en 1935 por el escultor húngaro Ernest Wünsch y que perdura hasta hoy, tiene  metros de alto y 5,5 de ancho, y está inspirada en el Cristo del Corcovado en Río de Janeiro.
El edificio de Casa Central fue complementado con la construcción del Hospital Clínico entre los años 1935 y 1939, y con él se inició la etapa de las construcciones más modernas asociadas al campus, con ausencia de decoración y que respondían las vanguardias arquitectónicas propias de los inicios del siglo XX.
En agosto de 1967​ la Casa Central sería escenario de la toma de la Universidad Católica como parte del proceso de Reforma Universitaria​ solicitado por los estudiantes a las autoridades de la época. El 11 de agosto de ese año el edificio amaneció con el famoso lienzo "Chileno: El Mercurio Miente" como respuesta a una serie de artículos aparecidos en el diario El Mercurio que a juicio de los estudiantes faltaban a la verdad.
Durante los años 80 se le encargó al arquitecto Alberto Piwonka, una nueva sede para la Faculta de Ciencias Biológicas, la que fue construida hacia calle Portugal y que mantuvo el estilo clásico de la fachada hacia la Alameda. En el año 1988 el antiguo Instituto de Humanidades Luis Campino, fue remodelado con motivo del Centenario de la Universidad y convertido en un Centro de Extensión.
En 1987 la Casa Central UC recibió la visita del Papa Juan Pablo II,​ el viernes 3 de abril a las 11:20 de la mañana. El encuentro fue titulado como Encuentro con el Mundo de la Cultura.

Siglo XXI

Durante los primeros años de este siglo nuevos edificios fueron agregados en los mismos terrenos, entre ellos las Facultades de Ciencias Biológicas, Comunicaciones, Derecho y Medicina. Si bien sus construcciones son modernas, se integran al esquema en base a claustros del proyecto original.
Durante el año 2006 se inició la construcción de un nuevo edificio llamado Plaza UC, más conocido como Edificio del MBA. Durante su construcción quedó al descubierto una cava del siglo XIX, de la cual sólo había rumores.​ La cava había pertenecido a Francisco Lira Argomedo, quien legó sus apellidos para las dos calles que emergieron de su propiedad.​ En lugar de dejar la cava en el lugar original, la Universidad decidió sacarla a la superficie, al costado poniente del Centro de Extensión UC.
En el año 2016 el campus de la Casa Central fue parte de las instalaciones de la Universidad previstas para ofrecer visitas guiadas durante la celebración del Día del Patrimonio.
El Papa Francisco visitó la Casa Central de la Universidad Católica como parte de su visita a Chile durante enero de 2018.20​ Ésta se concretó el 17 de enero de 2018 a las 19:00 hrs.
En mayo de 2018 la Casa Central UC fue escenario de una histórica toma feminista de sus instalaciones.​ La toma se depuso tres días después de manera pacífica.





Francisco Javier Lira Argomedo.

Nació hacia 1797, hijo de José Santos, Lira Contreras y Leonarda Argomedo Montero. Hermano del también parlamentario José Toribio Lira Argomedo, Pedro Francisco Lira Argomedo, José Ramón Lira Calvo y José Santos Lira Calvo.
Casado en Santiago el 28 de julio de 1818 con su prima hermana María del Tránsito Calvo Argomedo con quien tuvo una hija, Mercedes.
Portaestandarte del regimiento de milicias de caballería de San Fernando en 1809. En 1813 estudiaba en el Convictorio Carolino. En 1815 estudiaba en la Universidad de San Felipe desde donde egresó de bachiller en Filosofía y en Cánones y Leyes. En 1820 se desempeñaba como consiliario menor de la misma universidad y al año siguiente, egresó de abogado.
Dueño de tierras en en San Fernando, donde fue dueño de la Hacienda La Palma. En 1827 fue intendente de Colchagua. Electo diputado por Reto, en las Asambleas Provinciales de 1826, Asamblea Provincial de Colchagua, 7 de diciembre de 1826-(enero de 1828). Falleció el 16 de julio de 1850 y fue enterrado en San Fernando.



sala


Centro de Extensión de la UC.

El Centro de Extensión ocupa el edificio contiguo a la Casa Central de la Universidad Católica, que hasta 1988 fue la sede del Instituto de Humanidades Luis Campino. Luego de su remodelación, en 1989, el inmueble de estilo neoclásico y una superficie total de 5.400 m2, se ha convertido en hito arquitectónico y en un ejemplo de conservación que, con gran armonía, conjuga tradición y funcionalidad.

fotografía 

Es un espacio ideado para la cultura y la transferencia de conocimientos. Con más de 20 años de gestión, se ha consolidado como un espacio para difundir las más diversas expresiones artísticas contemporáneas y clásicas, enfocadas a diferentes públicos.

1900

A través de su Programa de Cine, exhibe tres festivales y más de 24 muestras y ciclos temáticos de cine arte al año. También desarrolla conferencias, ciclos de teatro familiar y talleres. Cuenta con una librería, dos galerías de arte, un café y una capilla.
El Centro cultural  esta ubicado la avenida Lira con Alameda.

INSTITUTO DE HUMANIDADES LUIS CAMPINO.

Primer edificio instalo el Luis Campino. en 1900.

El Instituto de Humanidades Luis Campino es el primer establecimiento educacional perteneciente al Arzobispado de Santiago. Fue fundado el 22 de diciembre de 1899 por el entonces Arzobispo de Santiago Mariano Casanova, e inició sus actividades el 2 de marzo de 1900.
Para contrapesar el creciente laicismo imperante durante el periodo liberal e impulsado por antiguos socios de la Unión Católica, el arzobispo de Santiago, Mariano Casanova, decretó en 1888 la creación de la Universidad Católica de Chile. 
Bajo este mismo incentivo, años más tarde crearía el Instituto de Humanidades San Rafael, a cargo del presbítero Luis Campino Larraín. La idea consistía en dar a los alumnos una formación católica, integral y de excelencia.



El tesoro escondido de calle Lira.

Hace dos décadas la UC encontró una cava del 1800 debajo del antiguo solar de la familia Lira. Antes de levantar ahí un nuevo edificio, sacó ladrillo por ladrillo la antigua estructura y la replicó en el Centro de Extensión, para albergar un restaurante.
UNO a uno se desmontó cada ladrillo en el subterráneo de los terrenos que compró la Universidad Católica al poniente de Lira. Se guardaron en un espacio, con sigiloso cuidado, hasta que la entidad definiera el lugar dónde se volverían a montar uno sobre otro para dar forma a la estructura original: unos bellos arcos en forma de bóveda catalana.
En 1988, cuando la UC adquirió los terrenos delimitados por Diagonal Paraguay, Lira y Alameda, sabían que en el subsuelo se escondían algunas sorpresas, como esta cava. Pero no fue sino hasta principios de los 90 cuando se dieron cuenta del lugar preciso que ocupaba. Olía a humedad y estaba en mal estado, pero la universidad decidió recuperarla, por tratarse de una construcción de mitad del siglo XIX y que había pertenecido a uno de los clanes aristocráticos más influyentes de la época, la familia Lira.

Poco se sabe de la historia de estos terratenientes, excepto que tenían campos en el sur y que en la capital vivían en un solar que ocupaba una manzana que antes iba desde la Alameda hacia el sur. El historiador Miguel Laborde explica que en esa zona de la capital, entre San Francisco y Vicuña Mackenna, abundaban las propiedades agrícolas pequeñas de media héctarea (parcela) o de un par de ellas (casaquinta), y que la de los Lira "era una posesión un poco más elegante, porque tenían un activo rol social".
Por eso presume que lo lógico fuese que tuvieran una cava grande. "Para recibir con buenos vinos a sus invitados", dice Laborde.
Es muy probable también que ese espacio oscuro y frío cumpliera la labor de refrigerar alimentos como los granos y la sal.
En los 90 hicieron las primeras indagaciones para saber dónde estaba exactamente la reliquia del 1800 y luego de encontrarla, comenzaron a pensar qué hacer con ella. Sin embargo, sólo en 2006 la universidad encontró su destino y en 2012, su lugar definitivo: a unos pocos metros de su ubicación original, debajo del Centro de Extensión UC. De hecho, hace unos días, y en el marco de la celebración de sus 125 años, acaba de inaugurarse la réplica exacta de la cava de ladrillos y argamasa (especie de cemento), tal y cual estuvo durante décadas debajo de la casa de la familia Lira. A fin de mes el espacio abovedado de cielo curvo, abrirá al público como restaurante.

El director de infraestructura UC, Hans Muhr, cuenta que en 2006 cuando la universidad planeaba levantar el edificio Patio Alameda (MBA) en el terreno al poniente de Lira, se pensó hacerlo sobre la cava, y dejarla en medio de los estacionamientos subterráneos de la nueva construcción. Pero pronto esa idea se desechó, pues el tesoro habría perdido protagonismo. Eso sí, se mantuvo la convicción de guardar esta estructura.
Ese mismo año 2006, partió un levantamiento riguroso y el desmontaje de los ladrillos. Fue un proceso que tomó cinco meses y que contó con la opinión de Santiago Arias, ingeniero especialista en restauración patrimonial recientemente fallecido. El fue también quien dio las directrices para su reinstalación en el lugar en que hoy se encuentra.
Apenas de desmantelaron, los bloques de barro cocido se conservaron en pallets (cajones) de madera y solo seis años después, en 2012, las autoridades de la UC decidieron trasladarlos a la vereda oriente de Lira, a unos 50 metros de su ubicación original para comenzar a levantar la réplica.

Al reconstruirla, los obreros reinstalaron los bloques en el orden que mejor les pareció, "derechitos", sin saber la fórmula correcta para llegar a la geometría perfecta de un arco
"Hubo que capacitarlos en un sistema constructivo ya extinto en Santiago para poder emprender esta tarea de conservación patrimonial que no conocían", cuenta Francisco Prado, académico de la Escuela de Construcción Civil UC y uno de los encargados del rescate de esta reliquia arquitectónica. Junto a él, trabajaron también los arquitectos Enrique del Río y Juan Ignacio Baixas.

Fueron cerca de 27 personas -entre arquitectos, ingenieros, constructores civiles y obreros- los que trabajaron en conjunto durante ocho meses en rearmar la cava en el costado surponiente del Centro de Extensión en un nivel subterráneo. Aunque el inmueble no estaba protegido desde el punto de vista patrimonial, la casa de estudios hizo parte a la Municipalidad de Santiago y al Consejo de Monumentos Nacionales.
A fin de mes, la nueva cava de 85 m2 se abrirá como restaurante al público. Sobre ella se hizo una terraza de adoquines que une el Centro de Extensión con la plaza del edificio Patio Alameda, al otro lado de Lira.
El nuevo espacio podrá albergar a 90 comensales y su carta será internacional, con acento en las carnes finas, como wayú y cordero magallánico, a la parrilla. La patente de alcoholes está en trámite para que dentro de poco esta cava vuelva a tener botellas de vino como sus principales atractivos.


Antes pertenecer a Lira, sin embargo, estos terrenos habían pertenecido a las monjas carmelitas que habían establecido su iglesia y claustros hacia 1690 en la cuadra de Alameda, Carmen, Marcoleta y Lira, precisamente, donde permanecieron hasta 1942, aproximadamente, cuando se trasladaron a Las Condes. Este sector de Lira, sin embargo, había sido vendido por la congregación y convertido en residencias hacia el anterior cambio de siglo. Desconocemos si haya alguna relación entre las cavas y las monjas carmelitas.


El alma de nuestras estructuras: La Cava De Lira

En Chile no estamos acostumbrados a encontrar trozos vivos de la historia bajo tierra, por lo que el hallazgo de una hermosa cava de ladrillo del siglo XIX causó una gran impresión. Alguna vez yo mismo había escrito sobre Francisco Lira y su quinta —el que dejó su nombre a la calle—, y de las tertulias políticas donde, en un alto espacio mirador, se discutía el futuro de Chile. Era entonces el borde oriental de la ciudad y de ahí hacia la cordillera todo era campo. Él y tres de sus hermanos, los Lira Argomedo, eran parlamentarios, y él mismo había sido gran impulsor de la Quinta Normal. El tío José Gregorio Argomedo era otro tertuliano, el célebre secretario de la Junta de Gobierno de 1810 y rector de la Universidad de San Felipe.
Cuando apareció la cava, bajo el asfalto del estacionamiento de la Alameda con Lira, pensé que, tal vez, iban a darle un carácter de museo de sitio, como el de los tajamares. Y esa imagen no me dejó tranquilo. Por lo mismo, cuando supe que iban a trasladarla, ladrillo por ladrillo, todos numerados, al Centro de Extensión, celebré la postura. Así, luego de un año de trabajos, quedó incorporada a un espacio de alto uso y abierto a la ciudad —como un restaurante—, donde uno puede, como hace dos siglos, tomar una copa de vino bajo su notable cielo abovedado, de arcos dispuestos a la manera catalana.


Itsukushima Shrine.

Los barrios de moda de Santiago de Chile, la capital 'cool' de Latinoamérica.
VIAJES
27/08/2023

Los barrios en permanente ebullición son el auténtico tesoro de una urbe históricamente devastada por los terremotos.

Un barrio cool:  Son zonas con una cultura y una vida nocturna accesibles y vanguardistas; comida y bebida brillantes y asequibles; una vida callejera animada y un gran ambiente comunitario. Son distritos característicos que se pueden recorrer a pie en media hora o menos, pero que se pueden pasar un día entero o más explorando.


Barrio Italia está lleno de locales y bares con encanto Barrio Italia


No cuenta con grandes barrios de edificios coloniales ni construcciones centenarias como otros países latinoamericanos, más allá de un puñado de iglesias y algún que otro convento que han desafiado innumerables terremotos, por lo que Santiago de Chile es, a ojos del foráneo, una joven ciudad de casi quinientos años. Quines aterrizan en la capital suelen hacerlo con una lista de visitas imprescindibles. En el listado de los musts no fallan la plaza de Armas, la casa de la Moneda, el cerro San Cristóbal o el modernísimo Sky Costanera, el rascacielos más alto de América del Sur. Pero limitarse a seguir al pie de la letra una guía convencional sería perderse el auténtico espíritu de la capital. 
Y es que Santiago es una ciudad de barrios en ebullición, vecinadarios que se han convertido en el epicentro de la vida local. Rincones en permenente evolución que beben de la tradición mientras se suben a las últimas tendencias. Chics y con historia, así son algunos de los barrios más de moda de la capital chilena.

  

Yungay.

Yungay es sinónimo de vanguardia. El que fuera el primer barrio planificado de la ciudad es una amalgama de viejos edificios art déco, Bauhaus y fachadas barrocas, salpicada de grafitis, modernas construcciones, bares y restaurantes, todo un polo de atracción de jóvenes y artistas.
 Ajeno a la gentrificación, su singularidad lo ha situado entre los vecindarios más cool del mundo en opinión de los lectores internacionales de Time Out. Desde hace unos meses entre sus vecinos cuenta con Gabriel Boric, el joven presidente de la república que asumió el poder a principios de 2022.

Yungay mezcla viejos edificios art déco, Bauhaus y fachadas barrocas, salpicada de grafitis


Las fachadas coloridas de antiguos conventillos –moradas en las que convivían familias de pocos recursos- y de las elegantes casonas del barrio esconden locales de moda en el que los santiaguinos apuran sus copas al caer la tarde. O cervezas. Si este es el caso, el Yungay Viejo es uno de los preferidos, con una propuesta de más de un centenar de especialidades. 
A la hora de sentarse a la mesa, la lista de restaurantes es larga. Desde el Squella, especializado en ostras o langostas, al Na’ que ver, de cocina típica chilena, o Casa Kiltro, donde aseguran cocinar “para alimentar el alma”. Mención aparte merece Peluquería Francesa, considerado uno de los mejores restaurantes de Latinoamérica. 

Bocados entre bigudies
Desde hace más de 150 años, Peluquería Francesa, en la esquina de las calles Compañía de Jesús y Libertad, en pleno Yungay, atiende a una clientela fiel de barrio que ya no se inmuta con la presencia de alguna que otra celebrity en la butaca contigua. Su estética apenas ha cambiado desde entonces, pero ha adquirido, si cabe, más notoriedad desde que Cristián Lavaud y su mujer, Marisol –la cuarta generación de una saga de barberos- añadieran a este singular espacio un restaurante y antiguo almacén y un museo repleto de artilugios para el tratamiento capilar del último siglo.
​Peluquería Francesa se ha convertido en un salón que sirve comida, o un reputado restaurante con servicio de peluquería. El local ofrece en sus doce salones platos de cocina internacional con toques galos. Su azotea es un lugar excelente en el que saborear un pisco sour, el cóctel más popular del país.


Peluquería Francesa se ha convertido en un prestigioso restaurante Boulevard Lavaud


No faltan museos como el del Sonido que, además de una valiosa colección de gramófonos, ofrece una interesante propuesta de conciertos, el MAC Quinta Normal de arte contemporáneo, entre otros:

Casa de Ignacio Domeyko

En una casa de la calle Cuet, vivió el científico e intelectual Ignacio Domeyko durante más de 50 años y, afortunadamente, sigue en pie y en buen estado.
Había un proyecto para crear ahí una casa-museo en torno a la vida del científico polaco-chileno. Sin embargo, aún no se ha concretado nada y puede visitarse por fuera, donde encontrarás una placa que recuerda a su ilustre residente.

Pasajes y cités

En el Barrio Yungay puedes encontrar juntos un edificio moderno, una casona con más de 150 años de antigüedad y un cité, un tipo de vivienda comunitaria que proliferó en Santiago a principios del siglo XX.
Los pasajes y cités mantienen una gran belleza y colorido, y vale la pena conocerlos recorriendo sus calles y tomar fotografías increíbles.

Plaza Yungay

En el corazón del barrio se encuentra un área verde llamada Plaza Yungay, que algunos conocen como la Plaza del Roto Chileno.
Este es un lugar de encuentro para varios vecinos y se realizan varias actividades. Aquí encontrarás la Iglesia San Saturnino y mucho más.

Teatro Novedades

Es uno de los escenarios históricos que siguen en pie. Un edificio de estilo neoclásico de tres pisos que se construyó a comienzos del siglo XX y que perteneció al Círculo Español.
En este espacio comunitario renovado puedes disfrutar de conciertos, obras de teatro y espectáculos infantiles organizados por los mismo vecinos y organizaciones barriales.

  

Italia.

Cafeterías con encanto, tiendas de ropa de diseño y decoración, talleres de restauración de muebles, restaurantes vietnamitas, establecimientos gourmet o una bodega en la que saborear una copa del mejor carménère… Italia es un paraíso hipster que recuerda, salvando las distancias, al Little Italy de Toronto o al SoHo en Nueva York. Nacido a finales del siglo XIX con la llegada de la inmigración italiana, su historia ha evolucionado hasta llegar a ser catalogado como Barrio de Diseño. 

El Barrio Italia es un paraíso hipster


Los artesanos y restauradores de muebles que se asentaron en los años 70 en un vecindario en horas bajas fueron el preámbulo de una historia con final feliz. Tras ellos, aparecieron artistas atraídos por los precios asequibles de casas y locales, a los que siguieron diseñadores, comerciantes y empresas que instalaron aquí sus oficinas.

Héctor Lamur regenta desde hace 46 años una singular tienda de libros usados en el barrio Italia


Los edificios originales –de una planta y patio interior- han sido restaurados y acogen nuevos negocios junto a viejas tiendas de ultramarinos, de libros de segunda o tercera mano, muebles y cachivaches antiguos. Es habitual pasear en busca de sus murales firmados por reconocidos artistas urbanos y, ya de noche, acercarse hasta el Bar de René para probar las mejores piscolas –un combinado de pisco y gaseosa- de Santiago, o escuchar música chilena en vivo en Mibar, o buen jazz en Jazz Corner.


  

Barrios:  Lastarria;  y París Londres en la comuna de Santiago.

Lastarria es el barrio más bohemio de Santiago

Lastarria es probablemente el barrio más bohemio y animado, con sus galerías de arte entre parques, bulevares y edificios históricos. Situado a los pies del cerro Santa Lucía, es zona de grandes museos, como el Nacional de las Bellas Artes, el de las Artes Visuales o su joya más preciada: el Centro Gabriela Mistral, con una programación de música, teatro, danza o artes visuales de primera. 
De ambiente más familiar, la oferta comercial y gastronómica es especialmente destacable, con locales como José Ramón 277, una original chopería comandada por Ignacio Salazar, un enamorado de Barcelona –vivió varios años en la capital catalana- que sirve excelente comida chilena y buena cerveza.

París Londres está salpicado de hoteles boutique y cafeterías

La confluencia de las calles París y Londres dan nombre a otro pequeño y ecléctico vecindario de calles empedradas y edificios de marcado estilo europeo que en el siglo pasado era punto de encuentro de intelectuales y artistas. Salpicado de hoteles boutique, cafeterías y pequeños tesoros como el cine Normandie, una vieja sala de estética vintage que programa cine clásico, el París Londres está muy ligado a la vida política del país. 
Además de alojar las sedes de diversos partidos, acoge Londres 38, un punto de detención y torturas con gran actividad durante la dictadura. Frente a la puerta, entre los adoquines figuran docenas de placas con el nombre, la edad y la militancia de los hombres y mujeres que fueron asesinados o desaparecieron tras pasar por estas instalaciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario