Pablo Neruda. (Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno, premio Nobel de Literatura en 1971 y una de las máximas figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. A la juventud de Pablo Neruda pertenece el que es acaso el libro más leído de la historia de la poesía: de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), escrito a los veinte años, se habían editado dos millones de ejemplares a la muerte de su autor. Del amor apasionado y cálidamente humano de los Veinte poemas, con resabios modernistas pero plenamente original en sus brillantes imágenes, pasaría Neruda a expresar con la fuerza de un surrealismo personal el sinsentido del hombre y del cosmos en Residencia en la tierra (1933-1935), para construir una nueva fe desde el compromiso político en la épica del Canto general (1950) e inclinarse finalmente por la sencillez temática y expresiva de las Odas elementales (1954-1957). Siempre receptivo a las innovaciones estéticas, su copiosísima producción, que incluye multitud de libros además de los citados, reflejó las sucesivas tendencias en el devenir de la lírica en lengua española y ejerció una fuerte influencia en poetas de todo signo. Biografía Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, en la región chilena de Maule, la madre del poeta murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda (en homenaje al poeta checo Jan Neruda), nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizaría en 1946. También en Temuco comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago para cursar estudios de profesor de francés. Allí se incorporó como redactor a la revista Claridad, en la que aparecieron poemas suyos. Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro. Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Miguel Hernández y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social. En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la Guerra Civil española (preludio de la Segunda Guerra Mundial) y escribió España en el corazón (1937). Previamente, sin embargo, sus poemas habían experimentado una transición hacia formas herméticas y hacia un tono más sombrío al reflejar el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana, temas dominantes en otro de sus libros imprescindibles, Residencia en la tierra, publicado en dos partes en 1933 y 1935 y que constituye el eje de su segunda etapa. Imágenes originalísimas y audaces de raigambre surrealista expresan en esta obra una visión profundamente desolada del ser humano, extraviado en un mundo caótico e incomprensible. De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política. Esta tercera etapa, que tuvo su preludio en España en el corazón (1937), culminaría con la exaltación de los mitos americanos de su Canto general (1950). En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador, Pablo Neruda utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina. De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de la Europa del Este. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad; el mismo título de una obra central de este periodo, Odas elementales (1954-1957), caracteriza los versos de aquellos años. En 1956 se separó de su segunda esposa, Delia del Carril, para unirse a Matilde Urrutia, que acompañaría al poeta hasta el final de sus días. Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. Falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973, profundamente afectado por el golpe de estado del general Augusto Pinochet, que doce días antes había derrocado a Salvador Allende. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido. |
Biblioteca.
biblioteca que Neruda donó a la Universidad de Chile, cuenta con libros raros, tal vez únicos, con ediciones autógrafas y manuscritos que pertenecen al patrimonio de la cultura universal. Pero además estas piezas tienen el valor inapreciable de haber formado la biblioteca privada de uno de los más grandes poetas de la lengua castellana. Sus libros hablan de la cultura, de los gustos literarios, las aficiones, intereses y hasta de las pasiones de bibliófilo de Neruda. El 20 de junio de 1954, la Universidad de Chile recibía la biblioteca y las caracolas que el poeta Pablo Neruda reunió en sus peregrinaciones por el mundo. En enero de ese mismo año, el rector Juan Gómez Millas comunicaba a Pablo Neruda que el Consejo Universitario, en sesión del 30 de diciembre de 1953, había tomado conocimiento de la donación. "El Consejo -agregaba el Rector- prestó toda su aprobación a estas iniciativas y me confió el honroso encargo de expresar a usted su más vivo reconocimiento por lo que calificó como un aporte de excepcional calidad e importancia para los estudios literarios que se hacen en la Universidad de Chile, y que sólo la cultura de usted y su amor por ella pudo dar tan acabada forma". Asimismo, el Consejo autorizó al Rector para invertir las sumas que se necesitaren para la mantención y cuidado de la biblioteca, y para instalarla dignamente. El día 20 de junio, ya señalado, en la casa del poeta, ubicada en Avenida Lynch 164, Los Guindos, se hizo entrega material de la donación en un hermoso acto académico. Inicialmente libros y caracolas permanecieron en aquella casa, ya que la intención era constituir allí un centro para el estudio de la poesía, dirigido por el mismo Neruda. Posteriormente, en marzo de 1955 y con el acuerdo del poeta, la donación pasó a incorporarse a la Biblioteca Central, como una colección especial. Allí se habilitó un piso entero del torreón suroriente de la casa central de la Universidad para la instalación definitiva de la donación. El local fue alhajado por el arquitecto Fernando de la Cruz y se abrió a los usuarios en abril de 1956. Descripción de la biblioteca y sus anexos. La biblioteca comprende cerca de 3.500 obras. La Universidad contrató, como conservador de la colección, a un representante de Neruda, el erudito Jorge Sanhueza, quien junto al personal de la Biblioteca procedió a la clasificación y catalogación de los libros con técnica bibliotecaria. La colección está organizada en dos secciones fundamentales: los libros que pertenecieron al poeta y la "Serie Nerudiana", compuesta por las ediciones de sus obras en distintos idiomas, y por estudios acerca de la misma. Como había poco material en esta última sección, la Universidad fue adquiriendo estas ediciones, con la ayuda y consejos del poeta. Mucho más tarde, en el año 1991, el Banco del Estado de Chile adquirió una valiosa biblioteca nerudiana, reunida por un coleccionista particular, para depositarla en la Universidad de Chile, en una sala anexa a la que ocupa la biblioteca del poeta. Esta colección, que recibió el nombre de Banco del Estado. Comprende obras originales y primeras ediciones de Neruda; otras ediciones del poeta; obras completas y antologías; traducciones; obras dispersas y ediciones musicales; revistas con crónicas acerca de Neruda y su obra, y publicaciones hechas en su honor; obras de bibliografía nerudiana; libros sobre Neruda y su obra, y manuscritos y documentos. Secciones de la Biblioteca de Neruda. Por otra parte, el bibliófilo José Zamudio propuso una clasificación, diseñada especialmente para la biblioteca del poeta. Siendo Neruda ante todo un escritor - anotaba Zamudio - el material literario es, indudablemente el principal, no sólo por la cantidad sino también por el valor de las obras mismas. En segundo lugar -proseguía- está la sección de obras sobre ciencias naturales y, dentro de éstas, las que representan las aficiones coleccionistas de Neruda, que fueron los libros sobre los pájaros, peces, conchas y plantas. Seguían otros temas como la geografía, libros de viaje, de historia y artes entre los cuales también se encuentra material valioso. Como lo señala Zamudio, la sección literaria es la más extensa, especialmente por el material relacionado con las letras de España, Hispanoamérica, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos. Algunos libros de especial valor. Se encuentran, en esta biblioteca, por ejemplo, los Triunfos y Canciones de Petrarca, incunable impreso en Italia en 1484, es decir 8 años antes del descubrimiento de América. Hay también ediciones príncipe de Quevedo, Góngora, Calderón, Lope, Cervantes, San Juan de la Cruz, el Conde de Villamediana, Santa Teresa de Jesús, Garcilaso, Boscán, y muchos otros clásicos. También hay libros autografiados, con dedicatorias a Neruda de otros grandes poetas que fueron sus amigos: García Lorca, Miguel Hernández, Rafael Alberti, pertenecientes a la fecunda corriente literaria que florece durante la República Española. Rica también es la serie de literatura hispanoamericana, especialmente en lírica. Se encuentran, por ejemplo, varias ediciones antiguas de La Araucana y otras obras de nuestros escritores coloniales: Alonso Ovalle, Lacunza, Molina, el Inca Garcilaso de la Vega, Rosales y Olivares. También están los trabajos literarios que abrieron el camino de la Independencia. En materia de poesía americana, la colección de Neruda cuenta con primeras ediciones del célebre Azul, de Rubén Darío, publicado en Valparaíso, en 1888. Se conservan además, interesantes ediciones de nuestros poetas, Guillermo Matta, Guillermo Blest Gana y Vicente Huidobro, entre otros, y los borradores de los Sonetos de la Muerte, de Gabriela Mistral. En la serie Nerudiana se encuentra uno de los pocos ejemplares que lograron salvarse de la primera edición de "España en el Corazón". El mismo poeta cuenta en "Confieso que he vivido" que su colega Manuel Altolaguirre instaló una improvisada imprenta en pleno frente de Este, en un viejo monasterio cerca de Gerona. Allí se imprimió este libro. - "Los soldados del frente aprendieron a parar los tipos de imprenta - recuerda Neruda. - Pero entonces faltó el papel. Encontraron un viejo molino y allí decidieron fabricarlo. Extraña mezcla la que se elaboró, entre las bombas que caían en medio de la batalla. De todo le echaban al molino, desde una bandera del enemigo hasta la túnica ensangrentada de un soldado moro. A pesar de los insólitos materiales y de la total inexperiencia de los fabricantes, el papel quedó muy hermoso". La derrota militar de las fuerzas republicanas sobrevino poco después que el libro terminó de ser impreso y encuadernado. Los sobrevivientes del ejército del este, entre ello Altolaguirre marcharon a exiliarse en Francia. En este viaje las columnas fueron bombardeadas varias veces y con ella los libros que viajaban en las mochilas y los sacos de los soldados. - "Más allá de la frontera trataron brutalmente a los españoles que llegaban al exilio - anota Neruda. - En una hoguera fueron inmolados los últimos ejemplares de aquel libro ardiente que nació y murió en plena batalla". Procedencia de los libros. En su discurso del día de la donación, Neruda contaba: "Recogí estos libros en todas partes. Han viajado tanto como yo pero muchos tienen cuatro o cinco siglos más que mis actuales cincuenta años. Algunos me los regalaron en China otros los compré en México. En París encontré centenares. De la Unión Soviética traigo algunos de los más valiosos. Todos ellos forman parte de mi vida, de mi geografía personal". En efecto, de China trajo obras de varios autores importantes, algunas en su alfabeto original y otras transliteradas. Entre estas últimas están las del gran poeta Chu-Yuan, y las de Li-Siao y Han Yu, además de hermosos álbumes de pintura. De su estada en México, entre 1940 y 1943, en que ejerció como cónsul general de Chile y participó activamente en la vida intelectual de aquel país, Neruda trajo también libros valiosos, como las Lusiadas, de Camoens, impreso en Madrid en 1639, y que recibió en obsequio del poeta José Vasconcelos, y el Atlas Histórique, de M.C. y M. Gueudeville, editado en Amsterdam en 1713, en 7 tomos de gran formato. En el discurso ya referido, Neruda relata: "Una noche en París me festejaban mis amigos. Llegó el gran poeta de Francia, Paul Eluard, al festejo trayendo un puñado de tesoros. Era una edición clandestina de Víctor Hugo, perseguido en su tiempo por un pequeño tirano. Me trajo otras cosas, tal vez lo más preciado de todo lo que tengo". Se refería Neruda a las dos cartas en que Isabelle Rimbaud, desde el Hospital de Marsella, cuenta a su madre la agonía de su hermano Arthur. Esas dos cartas originales, fueron publicadas, con algunas variantes por Isabelle, en su libro Réliques y reproducidas con errores en el Apéndice, apartado IV, de las obras completas de Rimbaud publicadas por la Bibliotheque de la Pleiade. También trajo de Francia un ejemplar de Une saison en enfer, de Rimbaud, en la edición de 1873, hecha por la Alliance Typographique, de Bruselas, por orden del mismo autor quien nunca pagó el costo de la impresión. Esta tirada se había dado por perdida hasta que en 1914 un abogado y bibliófilo belga, localizó unos pocos volúmenes. El que se conserva en la Biblioteca Central debe ser el único que existe en América. Hay otras valiosas piezas de literatura francesa en la biblioteca de Neruda, como las pruebas de imprenta de la primera edición de Los trabajadores del mar, de Víctor Hugo, corregidas a mano por el autor, y libros y manuscritos de Lautremont, Verlaine, Petrus Borel, Leconte de L'isle, Marcel Proust y Gustavo Flaubert. Por último, de la Unión Soviética trajo Neruda algunos libros únicos tal vez en América, como las magníficas ediciones procedentes de todo el mundo, de libros de historia natural. Neruda fue un apasionado bibliófilo.
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Fundación Pablo Neruda. Pablo Neruda fue un ávido lector y un excelente bibliófilo. Compró una gran cantidad de libros y le regalaron muchos más. Al momento de su muerte, sus libros estaban esparcidos por sus tres casas, Santiago, Valparaíso y principalmente Isla Negra. Estos libros forman ahora la colección personal de la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda. Se agregó un apartado que incluye diferentes ediciones y traducciones de la obra de Neruda, así como los principales estudios biográficos y literarios del poeta. La Universidad de Chile aún conserva la primera biblioteca de Neruda, que el poeta donó a esta universidad en 1954. La Biblioteca y Archivos de Neruda, propiedad de la Fundación, se ubican en un predio contiguo a la Casa Museo La Chascona. Su colección personal, considerando que muchos de sus libros son antiguos, raros, únicos o valiosos, está reservada solo para el uso de investigadores calificados. Quienes deseen acceder a él deben solicitarlo por escrito al director de la Biblioteca. La sección especializada está a disposición del público y se puede consultar en la sala de lectura. El archivo del documento se almacena en una bóveda y se ha replicado mediante escaneo o microfilmación para facilitar su uso. El material que ahora se conserva en la Biblioteca y Archivos, está en cifras aproximadas:
Sociedad de bibliófilos de CHILE Pablo Neruda, miembro de la Sociedad de Bibliófilos Chilenos -en la cual participó desde sus inicios- fue un bibliófilo en toda la extensión de la palabra. En su biblioteca personal, distribuida en tres casas (Santiago, Valparaíso e Isla Negra) atesoró más de 11.500 libros, además de cartas, manuscritos y documentos de gran valor histórico y cultural, que actualmente se conservan tanto en la Fundación Pablo Neruda, como en la Universidad de Chile, su Alma Mater, donde estudió Pedagogía en Francés y a la cual donó parte de sus colecciones en 1954. Fue socio de número 80 en la Sociedad de Bibliófilos Chilenos. Su amor por los libros comenzó tempranamente. Tal vez el clima frío y lluvioso del sur de Chile contribuyó a desarrollar su pasión por la lectura y despertó su vocación poética. Desde muy joven, fue un ávido lector que, de manera natural, derivó al coleccionismo, siempre a la búsqueda de obras literarias antiguas, escasas o valiosas, interés que se vio facilitado más tarde por sus numerosos viajes y estadías en diferentes países. Poco a poco, Neruda fue enriqueciendo su biblioteca con especial cuidado y dedicación; era exquisito en los detalles de edición, tipo de papel y costuras. Un aspecto poco difundido de Neruda, es el contenido de su biblioteca, en la cual encontramos un ejemplar de La Araucana, de 1632 (cabe señalar que la primera edición fue publicada en Madrid en 1569), obra de gran valor cultural.
Otro libro muy interesante de su colección, es Trionfi, de Petrarca, edición de 1484 (1° ed. original: entre 1351 y 1374. Editio prínceps: Venecia, Vindelino da Spira, 1470). Esta valiosa obra, publicada en el año 1484, es un bellísimo incunable. ¿Qué significa la denominación “libro incunable”? “La palabra incunable proviene del latín incunabulae y significa ‘en la cuna’. Se utiliza para designar a todos los libros impresos en Europa occidental desde que el orfebre Johannes Gensfleisch -más conocido como Johannes Zum Gutemberg (1400-1468)- inventa la imprenta con tipos móviles en Maguncia el año 1440, inspirado en las prensas utilizadas para exprimir uvas en el proceso de elaboración del vino. La denominación ‘incunable’ rige conceptualmente hasta 1501, fecha en que esta tecnología se masificó. Para entonces, en cientos de ciudades europeas había prensas dedicadas a reproducir textos.” (*)
Continuando este recorrido por la biblioteca de Neruda, encontramos un libro particularmente interesante: Pharsalia, publicado en la Serenissima Repubblica di Venezia, en 1502 (siglo XVI), por la imprenta del humanista e impresor Aldus Manutius (1449-1515), quien fuera reconocido como el más grande tipógrafo de su tiempo. Gracias a su trabajo de edición, se recuperaron valiosas obras de la antigüedad clásica. Por otra parte, realizó diversos aportes que siguen vigentes hasta nuestros días, tales como la puntuación, la invención del punto y coma, de los caracteres cursivos, la numeración de las páginas y el formato en octavo. El hecho que Neruda haya sido propietario de este libro, nos indica que era un refinado bibliófilo, que conocía la historia del libro desde sus inicios y que apreciaba tanto la influencia de Aldo Manuzio en la cultura occidental, como el valor histórico de sus ediciones.
Pharsalia (también conocida como Bellum civile), es un poema inacabado, escrito por el célebre poeta romano Marco Anneo Lucano (39-65 D.C.), que consta de 10 cantos acerca de la guerra civil que se llevó a cabo entre Julio César y Pompeyo. En esta obra, escrita en latín, Lucano retomó la antigua tradición romana de la epopeya histórica, prescindiendo de los elementos mitológicos. Cabe destacar que es considerada un clásico en el canon de la literatura antigua. Neruda poseía también otros libros antiguos y valiosos de la península itálica. Dado el alto valor literario y cultural que apreciaba en La Divina Comedia de Dante Alighieri, tenía una pequeña colección con diversos ejemplares. El más antiguo, data de 1529. Esta obra del “sommo poeta”, fue publicada en el año 1915, en la ciudad de Florencia, por G. C. Sansoni Editore. Contine antecedentes biográficos de Dante Alighieri (c.1265-1321) y anotaciones página a página. Se trata de uno de los libros que pertenece a la colección donada por Pablo Neruda a la Universidad de Chile en 1954 y cuyo conjunto fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2009.
Obras francesas Como sabemos, Neruda hablaba francés. Además, conocía las grandes obras literarias francesas. Es por esto que adquirió la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert, de 1751. También era propietario de las pruebas de imprenta de Les travailleurs de la mer (Los trabajadores del mar), 1866, con correcciones en los bordes, escritas de puño y letra por su autor, el poeta, novelista y dramaturgo Víctor Hugo (1802-1885), considerado uno de los mayores exponentes literarios europeos del siglo XIX. También advertimos otra obra única en Chile: Nouveau langage des fleurs. “El texto, sin autor preciso, tiene tres objetivos: identificar conceptualmente el lenguaje existente de manera implícita en cada una de las flores ordenadas por tipos y nomenclaturas precisas; interpretar el valor simbólico de las mismas; y ejemplificar el uso literario, novelesco y poético que las flores han tenido, considerando el trabajo de múltiples escritores europeos, entre los que se encuentra el eminente Honoré de Balzac. Al final del libro encontramos poesías y narraciones al respecto.” (*)
Otros libros de su colección En lo que respecta a Latinoamérica, también coleccionaba primeras ediciones de grandes autores. Tal es el caso de un libro del gran intelectual mexicano Octavio Paz (1914-1998), quien posteriormente obtuvo el Premio Cervantes en 1981 y el Premio Nobel de Literatura en 1990. Sus libros como objetos de colección Neruda era un bibliófilo, no solamente para conformar su colección de libros y biblioteca, sino también al publicar sus propios libros. En efecto, en sus ediciones, prefería los tirajes cortos, como Los Versos del Capitán (Napoli, 1952), publicado en tan solo 44 ejemplares. Ciertamente, es uno de los libros altamente valorados por los coleccionistas de su obra. Los versos del capitán, publicado en Nápoles, 1852, en solo 44 ejemplares adquiridos previamente por suscripción. Entre otros propietarios, encontramos a Luchino Visconti (director de cine), Elsa Morante (escritora, casada con el escritor Alberto Moravia), Giulio Einaudi (intelectual y editor), Jorge Amado (uno de los más destacados escritores de Brasil) y Giorgio Napolitano (Diputado, Senador y Presidente de la República de Italia). (**) Además, varios de sus libros unen literatura y pintura, al presentar poemas con obras de Mario Toral de Chile y Guayasamín de Ecuador. En definitiva, como todo bibliófilo refinado, atesoraba los libros tanto por el valor de las ideas transmitidas, como por la forma. En este sentido, consideraba al libro como un objeto de arte en sí mismo. En 1960, publicó Toros con 15 grabados de Pablo Picasso, en un trabajo conjunto que coronó la amistad entre ambos artistas, basada en la admiración mutua y compromiso por la paz mundial (recordemos que eran los tiempos de la guerra fría). El trabajo de este libro, demoró alrededor de dos años y fue elaborado cuidadosamente por los mejores tipógrafos y grabadores franceses, con materiales de la mejor calidad. Finalmente, se presentó en la Galerie Bellechasse, en París, con una edición de solamente 500 ejemplares, más otros 20 fuera de comercio. Evidentemente, se trata de otro libro de Neruda muy codiciado por los coleccionistas de su obra. Uno de los aspectos interesantes de este libro, así como de su obra completa, es el hecho que se ha convertido en objeto de colección por parte de bibliófilos de todo el mundo. En otras palabras, Pablo Neruda era un coleccionista cuyos libros son actualmente objeto de colección. Un bibliófilo respetado y altamente cotizado en el ámbito de los bibliófilos.
Finalmente, podemos afirmar que, al estudiar historia de la literatura, advertimos que su evolución se va dando a través de un hilo conductor, que es el palimsesto, término que proviene del griego palin (otra vez) y psaein (grabar), que se aplicaba a los manuscritos cuya escritura era borrada para escribir otros textos en la misma superficie, quedando siempre restos de la escritura anterior. De esta manera, Pablo Neruda leyó a los clásicos, acogió la tradición y aportó su parte. A su vez, Neruda ha sido fuente de inspiración de poetas posteriores. En la actualidad, forma parte del canon literario y es leído por nuevos poetas que reciben su influencia, con esa maestría expresiva del universo interior que alcanzan los grandes poetas y escritores. Por ello, las experiencias de sus viajes, las amistades que cultivó en el mundo intelectual de la época, la forma en la cual procesaba sus lecturas e integraba su influencia, la dedicación con la cual buscaba, coleccionaba y atesoraba sus libros, todo ello sumado a su cultura, sensibilidad, conocimiento de las claves del lenguaje poético, visión de mundo y capacidad creativa, contribuyeron a ser considerado un destacado bibliófilo y uno de los poetas más grandes en lengua española, Premio Nobel de Literatura en 1971. K |
Los "otros" libros del legado hasta ahora oculto de Pablo Neruda El poeta coleccionó textos, manuscritos, cartas, fotografías que ya se pueden ver en La Chascona. por María Paz Mateluna ..... El poeta Pablo Neruda fue un gran bibliófilo, es decir, un empedernido amante de los libros. Los invaluables ejemplares que reunió a lo largo de su vida, en los más recónditos lugares del mundo, las ediciones y traducciones de su obra, además de material epistolar, audiovisual, fotográfico, recortes de periódicos y manuscritos forma parte de su biblioteca que desde ahora abre sus puertas al público en un edificio especialmente construido a un costado de La Chascona. ..... En una ceremonia coloquial, encabezada por el presidente de la Fundación Neruda, Juan Agustin Figueroa, los escritores Sara Vial, Darío Oses y Jorge Edwards relataron sabrosas historias en relación a la biblioteca que el premio Nobel comenzó a formar en 1954, después de haber donado la anterior a la Universidad de Chile. Entre sus más de once mil ejemplares se encuentran, por ejemplo, las obras completas de Andrés Bello, Barros Arana y Vicuña Mackenna, o ediciones de Rousseau, Paul Verlaine, Guy de Maupassant y Lord Byron. ..... "Para mí Neruda y los libros son la misma cosa", afirmó la escritora y amiga íntima del poeta, Sara Vial, mientras que para Darío Oses "esta colección es un instrumento del dialogo poético entre las generaciones, una biblioteca breve, pero a la vez infinita". "Este es un esfuerzo de muchos, pero en especial de Matilde", agregó Juan Agustín Figueroa haciendo alusión a la mujer que comenzó la recolección y protegió los libros. Al coloquio asistieron también el escritor y biógrafo de Neruda, Volodia Teitelboim y la viuda del ex presidente Salvador Allende, Hortensia Bucci. ..... Y es que, como alguna vez expresó el poeta, "dejo mis libros recogidos en rincones del mundo" para que ahora al fin la gente los pueda recorrer. en La Hora viernes 23 de agosto de 2002 |
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