Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti;
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Testimonio de la guerra del pacifico, de Oscar Pinochet de la Barra.
Oscar Pinochet de la Barra.
Óscar Pinochet de la Barra (Cauquenes, Región del Maule; 23 de junio de 1920-Santiago, 28 de mayo de 2014) fue un abogado, diplomático, historiador, poeta, escritor, académico y explorador chileno. Hijo de Óscar Pinochet Salgado y doña María de la Barra Maturana, nació en la ciudad de Cauquenes, Región del Maule, el 28 de junio de 1920. Estudió Derecho en la Universidad Católica de Chile, donde escribió su estudio Naturaleza jurídica del dominio polar y, posteriormente, la que sería su tesis La Antártica Chilena, que sería publicada en 1944. En 1947 participó de la Primera Expedición Antártica Chilena. En 1963, fue uno de los fundadores del Instituto Antártico Chileno (INACH) y director de la misma institución desde 1990 hasta 2003, cuando el INACH se trasladó a Punta Arenas. También, y en forma conjunta, fue director de la Academia Diplomática Andrés Bello entre 1990 y 1991. Fue subsecretario de Relaciones Exteriores entre 1965 y 1968. Sirvió a Chile como diplomático en Argentina y Estados Unidos y como embajador ante Bélgica (1964-1965), la Unión Soviética (1968-1971) y Japón (1971-1974), entre otros países. Falleció el 28 de mayo de 2014 a los 93 años de edad. LANZAMIENTO | Libro “La Antártica chilena”, de Óscar Pinochet de la Barra Prefacio La importancia de la Antártica, como parte constitutiva del Estado de Chile, fue identificada de forma temprana por autoridades civiles y también por los marinos que ejercieron una soberanía primigenia sobre los territorios australes al sur del continente americano. No obstante, la argumentación jurídica sobre los derechos que nos asisten —hoy entre los meridianos 53° y 90° oeste hacia el Polo Sur— tuvo que esperar a que un joven estudiante de Derecho de la Universidad de Chile dedicara dos años a investigar el tema para su tesis de grado. Ese profundo trabajo dio origen a “La Antártica Chilena”, libro que condujo de forma natural a Óscar Pinochet de la Barra hacia la actividad diplomática. La obra tuvo cuatro ediciones —1944, 1948, 1955 y 1976— y se convirtió en un texto de referencia para los estudiosos y el público general interesado por conocer más sobre esta nueva frontera chilena. En ese mismo período, Pinochet de la Barra no solo visitó la Antártica en varias oportunidades, sino que llegó a ser uno de los artífices del sistema de tratados que rigen desde las actividades que se pueden realizar en ese continente hasta el destino de las reclamaciones territoriales vigentes. Sin pretenderlo, también se transformó en una especie de modelo al cual todo diplomático debiera aspirar, en un representante de Chile ante el mundo, capaz de desarrollar ideas para promover el interés nacional y luego plasmarlas en acciones concretas. Ciertamente, a esto se agrega una valentía física en lo personal, ya que las expediciones antárticas siempre conllevan severos riesgos por la hostilidad del paisaje y las inclemencias del clima. El centro de estudios AthenaLab, desde su nacimiento en 2019, ha tenido un marcado interés por resaltar la importancia de la Antártica chilena, para lo cual se han conducido estudios y realizado visitas a terreno. En todas esas acciones, creemos que la figura inspiradora de Óscar Pinochet de la Barra nos ha acompañado de una u otra forma. Como bien dice en su libro, la “Antártica es el más extraordinario lugar que uno pueda imaginarse, y la atracción que ejerce sobre quienes lo visitan, bien puede cambiar el curso de sus vidas”. Por todo lo expuesto, consideramos un deber publicar una nueva edición del libro, para lo cual contamos con el apoyo de la familia Pinochet de la Barra, representada por sus hijos Carmen y Alfredo, a quienes agradecemos su buena disposición. Asimismo, expresamos nuestro reconocimiento a María Luisa Carvallo, quien trabajara por años con el diplomático y aporta con el epílogo sobre su vida y obra, indispensable para entender cómo una no se puede explicar sin la otra. También incluimos el prólogo de la primera edición, de Julio Escudero, y el de la segunda, tercera y cuarta edición, de Antonio Huneeus. Ambos preámbulos tienen un valor histórico innegable y ayudan a comprender mejor el carácter preclaro de la obra en su tiempo. Esperamos, por lo tanto, que esta nueva edición les permita acercar la Antártica Chilena a las nuevas generaciones e inspirar a quienes tienen y tendrán que defenderla ante el incremento de la competencia geopolítica, que ya se atestigua, y el impacto del cambio climático. Estamos conscientes de que es solo un primer paso en el rescate de la obra de aquellos visionarios que pensaron Chile de forma estratégica y que nos trazaron un camino que estamos obligados a retomar. Juan Pablo Toro V. Director ejecutivo de AthenaLab Noviembre de 2023 |
Biblioteca Personal.
Tengo un libro en mi colección privada .-
Tengo un libro en mi colección privada .-
Itsukushima Shrine. |
El Templo Bahá’í de Chile
El Templo Bahá’í de Chile es un templo de adoración de la fe Bahá'í. Está ubicado en la comuna de Peñalolén, en Santiago de Chile. Realmente tenía muchas ganas de conocerlo desde que lo inauguraron el 19 de octubre del 2016, no solo porque existen diferentes otros templos de su tipo en otros continentes, sino porque sus imponentes fotos hablan por si solas, invitándonos sin costo alguno, a visitar la precordillera, recorrer sus jardines e incluso participar de las actividades que allí se realizan, sin ninguna obligación religiosa, ya que en él no se realizan ni rituales ni ceremonias. Si haces una búsqueda en google maps, sin duda la referencia será Diagonal Las Torres 2000, en la Comuna de Peñalolen, si vas en auto pues no hay ningún problema, sin embargo si vas en micro es muy pero importante considerar que esta dirección solo corresponde a la entrada de ascenso al Templo. El ingreso se realiza por medio de una garita, donde está una persona encargada de seguridad que te da la bienvenida y te da las indicaciones si tu ascenso lo realizas caminando, si "ascenso" porque es realmente una pendiente con un tiempo de subida a pie de aproximadamente 20 o 30 minutos, obviamente dependiendo de tu condición física. Cosa, que no te dicen en ninguna referencia o entrada de algún periódico o blog, en donde se señala que luego de una "caminata" llegas. Para las personas que van con niños, es algo a considerar. Ya que pueden decidir tomar un taxi desde abajo o subir desde las 3:00 pm, ya que a partir de esa hora, el templo dispone de unos conductores que te transportan por un costo de $ 2.000. Sin embargo, no fue mi caso, porque realicé la visita más temprano y aunque el personal de vigilancia, trato de ubicarnos un transporte de subida, esto no fue posible. Pero, afortunadamente muchas de las personas que suben, a veces ofrecen llevarte y así lo logramos. La Casa de Adoración bahá’í es un recinto religioso,si claro que lo es, sin embargo lo único que pide a sus visitantes es vestir de manera acorde a un lugar de adoración, cuidar la limpieza del lugar, mantener un comportamiento adecuado y respetuoso hacia los demás y respetar los horarios de apertura y cierre. Se podría decir que este templo es simplemente un punto de encuentro que promueve la unidad y lo predica a través de la confluencia y aceptación de todas las religiones del mundo y repitiendo algo tan sencillo pero tan fuerte que es que "somos frutos de un solo árbol". La vista ahí arriba es increíble, los jardines hermosos y la estructura del templo estoy segura que es digna de captar la curiosidad de estudiantes y profesionales de la arquitectura, ingeniería y construcción. Los templos bahá’ís son edificios abiertos para toda persona con deseos de orar, meditar o reflexionar, con independencia a su filiación religiosa, origen, etnia o género. Como centro colectivo de la sociedad para promover el afecto cordial, el Templo Bahá’í constituye un lugar universal de adoración abierto a todos los habitantes de una localidad, y un refugio para la más profunda contemplación de la realidad espiritual y de las cuestiones fundamentales de la vida, incluida la responsabilidad individual y colectiva para con el mejoramiento de la sociedad.
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