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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

sábado, 3 de diciembre de 2016

347.-Gàidhealtachd.-a


  

mapa

(en español "Territorio de los gaélicos") es un término con el que se designan aquellas áreas de Escocia donde todavía pervive el idioma gaélico escocés y la cultura gaélica en general, y que se localizan en las Highlands y el archipiélago de las Hébridas. 
Por extensión, el término también hace referencia a las pequeñas áreas gaelicoparlantes de Nueva Escocia (Canadá). 



En gaélico irlandés existe el término equivalente Gaeltacht, aplicado a las zonas de lengua gaélica de Irlanda. Sin embargo, mientras en Irlanda se habla de "los" Gaeltacht (constituyendo entidades diferenciadas), en Escocia se habla de "el" Gàidhealtachd (como una unidad).
Gàidhealtachd ha sido y sigue siendo para muchos un sinónimo de las Highlands. Pero realmente no son expresiones intercambiables, ya que la primera es de tipo lingüístico y la segunda de tipo geográfico. De hecho, muchas zonas de las Highlands no poseen una población gaelicoparlante sustancial y otras han sido tradicionalmente hablantes de scots, un dialecto local del inglés. 
Por otro lado, existen también algunos lugares gaelicoparlantes que quedan fuera de los límites políticos de las Highlands, como la isla de Arran. Por ello, Gàidhealtachd se emplea cada vez más en referencia a las áreas específicas de Escocia (y de Nueva Escocia) en las que el gaélico es hablado por una parte más o menos amplia de la población, a la manera irlandesa.

En contraposición a Gàidhealtachd existe la palabra Galldachd ("Territorio de los sajones" o "de los no gaélicos") en alusión a los Lowlands escoceses. A las Hébridas se las llama a veces Innse Gall debido a la presencia histórica de vikingos.

Historia.
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Hasta hace pocos siglos, el Gàidhealtachd comprendía la mayor parte de la actual Escocia al norte del fiordo de Forth, con excepción de los archipiélagos septentrionales de las Orcadas y las Shetland (donde se hablaba el norn, una lengua escandinava). Muchos lugares de toda Escocia poseen nombres derivados del gaélico, evidenciando la gran difusión que el idioma poseía antiguamente: 
Dundee, Inverness, Stirling, Argyll, Galloway...
Por múltiples razones, entre ellas la influencia de una corte real hablante de scots en Edimburgo y el establecimiento de burgos mercantiles en gran parte del sur y el este de Escocia, el Gàidhealtachd se vio enormemente reducido. Otro factor que contribuyó al declive de la lengua gaélica en Escocia fue el demográfico: antiguamente la mitad de los escoceses vivían en las regiones gaelicoparlantes de las Highlands, pero los desplazamientos forzosos llevados a cabo en los siglos XVIII y XIX redujeron drásticamente las poblaciones de esas zonas y, por tanto, el número de hablantes.
La actual extensión del idioma se limita a las Hébridas Exteriores, el noroeste de las Highlands, la isla de Skye y Argyll y Bute. Hay asimismo pequeñas comunidades gaelicoparlantes en Glasgow y Edimburgo.

 

Escocia (en inglés y escocés: Scotland; en gaélico escocés: Alba) es el más septentrional de los cuatro países que forman el Reino Unido. Junto con Inglaterra y Gales, forma parte de la isla de Gran Bretaña, abarcando un tercio de su superficie total; además consta de más de 790 islas, unas 40 habitadas. Limita al norte y oeste con el océano Atlántico; al este con el mar del Norte, al sur con Inglaterra y al suroeste con el canal del Norte y el mar de Irlanda.
El territorio escocés abarca 78 772 km², y su población se estimaba en 5 479 900 habitantes en 2021,​ lo que da una densidad de población de 67,5 habitantes por km².
La capital es Edimburgo, mientras que Glasgow es la ciudad más poblada y su área metropolitana concentra un 40 % del total de la población escocesa. La zona de Glasgow y Edimburgo en su conjunto se domina el cinturón central (The Central Belt en inglés).
Escocia toma su nombre de «Scotus», término latino que significa «irlandés», cuya forma plural es «Scoti», «irlandeses».​ Esto hace referencia a la migración gaélica de Irlanda, país que los romanos inicialmente llamaron «Scotia», la forma femenina de «Scotus». Los irlandeses migraron a la actual Escocia eran conocidos como «Scoti». Los romanos de la Alta Edad Media utilizaban el nombre «Caledonia» para referirse a la actual Escocia.
El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707, fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino de Gran Bretaña, ya que la unión de la corona, o monarquía, ya tuvo lugar en el 1603. La unión no supuso alteración del sistema legal propio de Escocia, que desde entonces ha sido distinto del de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, por lo que es considerada en el derecho internacional como una entidad jurídica distinta.
La pervivencia de unas leyes propias, y de un sistema educativo y religioso diferenciado forman la «trinidad sagrada» (o Holy Trinity en inglés) y representan una parte importante de la cultura escocesa y de su desarrollo a lo largo de los siglos.
Surgido en el siglo xix, el independentismo escocés ha ganado influencia desde finales del siglo xx; representado por el Partido Nacional Escocés que aboga por la independencia de Escocia y obtuvo la mayoría absoluta en el Parlamento escocés en las elecciones de mayo de 2011.

Gaélico escocés.


Señales bilingües en gaélico (en verde) y en inglés (en negro).

El gaélico escocés es una lengua indoeuropea de la rama celta, miembro de las lenguas goidélicas, que llegó a Escocia alrededor del siglo v, cuando los escotos de etnia gaélica y provenientes del norte de Irlanda se asentaron en la costa occidental, llevando una variedad del irlandés antiguo que sustituyó a la antigua lengua de los pictos hablada en la zona hasta entonces (de ahí su similitud con el gaélico hablado en Irlanda y la Isla de Man). 
Más tarde, los préstamos lingüísticos procedentes de los anglos y las invasiones vikingas irían relegando cada vez más el idioma, hasta que alrededor del 1500, durante el reinado de Jacobo IV, se crearon en las islas Hébridas las cortes locales y las escuelas de bardos, que fueron cuna del Sistema de Clanes de las Tierras altas y un refugio para la cultura y el idioma gaélico, fuertemente reprimido durante siglos.
En la actualidad es hablado por unas 60 000 personas en las regiones norteñas de Escocia, cifra que representa menos del 1 % de la población escocesa —de un total de 5,1 millones—; para los que lo hablan, hay varios periódicos y programas de radio disponibles. 
El 21 de abril de 2005 se aprobó en el Parlamento de Escocia la ley que convierte al gaélico escocés en una de las lenguas oficiales de Escocia, junto al inglés.

Historia

El gaélico escocés es una de las lenguas tradicionales de los escoceses y la lengua histórica de la mayor parte de Escocia. No está claro desde cuándo se habla gaélico en Escocia. Aunque hay quien afirma que se hablaba en Argyll antes de la llegada de los romanos, parece que la fecha más segura es el siglo iv, con el reino de Dalriada, que unió la antigua provincia del Úlster, en el norte de Irlanda, con el oeste de Escocia, acelerando así la expansión del gaélico, a lo que también contribuyó el establecimiento de la iglesia gaélico parlante. La toponimia parece indicar que el gaélico ya se hablaba en el siglo v.
Esta lengua acabó por desplazar la de los pictos al norte del río Forth y, hasta finales del siglo xv, se conocía en inglés como Scottis. Su declive comenzó en el continente del siglo xiii; dos siglos más tarde existía ya la divisoria Tierras Altas/Tierras Bajas.
A comienzos del siglo xvi, los hablantes de Inglis le llamaban al gaélico Erse, esto es, irlandés, pasando a ser Scottis la colección de dialectos de inglés medio hablados en el reino de Escocia, y de ahí el moderno Scots o escocés. No obstante, el gaélico ocupa aún un lugar especial en la cultura escocesa y no fue nunca desposeído totalmente de su consideración como lengua nacional. Muchos escoceses, lo hablen o no, consideran que forma parte fundamental de su cultura nacional, si bien también hay quien lo considera una mera lengua regional de las Tierras Altas y de las islas.
El gaélico cuenta con una tradición oral (beul aithris) y escrita muy rica, habiendo sido la lengua de la cultura bárdica de los clanes de la Tierra Alta durante varios siglos. La lengua preservó el patrimonio y adhesión a leyes y costumbres pre-feudales (como por ejemplo en el uso de las expresiones tuatha y dùthchas). 
Sufrió especialmente con las persecuciones padecidas por los habitantes de las Tierras Altas tras la Batalla de Culloden en 1746 y durante los Desalojos de las Highlands. Ciertas actitudes prefeudales aún se ven en las quejas y reclamaciones de la Liga Agraria de las Highlands de finales del siglo xix.
Es posible distinguir entre el gaélico de las Tierras Altas, que correspondería con el que se conoce como gaélico escocés y el gaélico de la Tierras Bajas, ahora extinto. Este último se hablaba en el sur de Escocia antes de la introducción del escocés de la Tierras Bajas. Sin embargo, no hay pruebas de la existencia de una frontera lingüística entre el norte y el sur, como tampoco entre Argyll y Galloway. Los dialectos en las dos márgenes del Estrecho de Moyle, que ligaban el gaélico escocés con el irlandés, también están extintos hoy en día.

  

Juan 1:1-8 en gaélico escocés

Literatura en gaélico escocés.

La literatura en gaélico escocés es aquella realizada en gaélico escocés, lengua céltica hablada en Escocia, Reino Unido.

Primeros testimonios

De entre 1131 y 1153 es el glosario gaélico Book of Deer, primer texto en gaélico en Escocia, consistente en seis glosas sobre texto latino encontradas en un monasterio cerca de Aberdeen. Se encuentra en la Universidad de Cambridge. No habría ningún otro texto de importancia hasta 1408, la llamada Carta de Islay, escrita por Donald, señor de las Islas, al vicario Brian McKay de Islay. También datan de esa época algunos manuscritos gaélicos en libros médicos de Galeno, Avicena e Hipócrates.

Desarrollo

Siglo XVI

Del 1500 es el manuscrito de Glenmasan, a pesar de que el original es del siglo xiii, con una historia de Deirdre, así como una versión de la Farsalia de Marco Anneo Lucano. Sin embargo, se considera como el nacimiento de la literatura gaélica escocesa el Leabhar na Dean na Loismór Libro del decano de Lismore»),​ de entre 1512 y el 1526, recopilado por James y Duncan MacGregor, que contiene poemas de autores escoceses, baladas ossiánicas y poemas de autores irlandeses. 
De esa época también destacan los poetas Fionnlagh Ruadh (fallecido en 1519), bardo de John MacGregor; Giolla Coluim Mac-an-Ollaimh, poeta del Señor de las Islas; Duncan Campbell, decano de Knoydart; Giolla Criost Bruilingeach, el buen caballero de Glenorchy, fallecido en Flodden en 1513; y las poetisas Aithbhreac Inghean Coirceadail e Isabella de Argyll (fl. 1480). También data de 1538 la versión escocesa del clásico irlandés Mesca Ulad.

Durante el siglo xvi destacaron los poemas An duanag ullamh («El poema acabado», 1556), escrito en honor de Archibald III de Argyll; el anónimo Griogal cridhe («El corazón exaltado», 1570); Oran na Comhachaig (1500); los poemas de John Stewart of Appin y Niall Muere Macmhuirich; y la traducción de la liturgia de John Knox, Forim na Nurrnuidheach, hecha en 1567 por su discípulo John Carswell.

siglo xvii

En el siglo xvii se considera que empieza la edad de oro del gaélico escocés, sobre todo merced a los bardos de los señores highlanders, como Alasdair MacDonald (MacGiolla Chiotaich), Alasdair MacMhaighstir Alasdair (1700-1770), jefe de los bardos jacobitas, los MacEwens, los Campbells, los O’Muirgheasain y los MacLeod, así como Niall y Cathal MacMhuirich (fallecido en 1715), autores de los Libros Rojo y Negro de Clanranald, con numerosas composiciones de ceol muere («para gaita»).

 Durante la restauración de los Estuardo destacaron Mairi Nighean Alasdair Ruaidh (Mary MacLeod, 1615-1706); Donnchad MacRaoiridh (fl. 1630); Alasdair Mackenzie (fallecido en 1642); Murdoch Mackenzie (fl. 1650), autor de An làir dhonn; Dorothy Brown y Roderick Morison An clarsair dall («El tocador de arpa ciego»), autor de las canciones Oran muere Micleoid y Oran don Iain Breac Mhicleod, para los MacLeod, y Creach na Ciadaoin. 
La edad de oro continuaría con Duncan MacRae, compilador del Leabhar na Fernaigh (1688-1693) y otros autores como Mairead na Lachaian; Mairi Nighean MacLeod; John MacDonald Iain Lom (1660-1707); y Catriona Nic Ghilleathain (fl. 1700); así como Silis na Ceapaich (1660-1729) autor de A'chbò shamhna (1684) en honor de Eachan Bacach MacLean; John MacKay An piobàre dall («El pobre ciego») autor de Corrie an Easa («El salto de agua misterioso»); Lachlan Mac Thearlaich Oig (McKinnon); y John MacDonald Iain Dubh Mac Iain’ic Aileain, autor del poema de carácter clánico Oran nam Fineachan.

Siglo XVIII

El estallido literario en gaélico se prolongó durante la mayor parte del siglo xviii como reacción contra la asimilación y contra la Unión de las Coronas. Entre todos destacaría Alasdair MacMhaghstir Alasdair (Alexander MacDonald, 1700-1770), el más prolífico y autor de Aisheiridh na Sean Chánain Albannaich («Resurrección de la antigua lengua escocesa», 1751), Broshachadh nam Fineachan Gaidhealach («Incitación de los clanes gaélicos», 1745), Birlinn Chlann Raginaill (1745), Oran don Allt an t’Siúcair, Urnuigh don’n Cheòlraidh («Incitación a las musas») y Moladh Móraig («Loanza de Moladh»). 
También fue importante Duncan Bando MacIntyre Donchad Bando (1724-1812) autor de Moladh Beinn Dóbhrain («Loanza de Bien Dorain», 1768), la famosa Oran d’donde Righ («Canción del rey») compuesta en honor de Jacobo VIII, Oran Coire a Cheathaich (C«anción de la hondonada nebulosa») y Màiri («María»); John McCodrum (1693-1779), bardo de los MacDonald; William Ross (1762-1791), más romántico, con Latha à Bhreatheanis («Día del Juicio», 1767) y An claigeann («El escollo»); Rob Donn MacKay (1714-1778), bardo de Reay y autor de Cead Fhir Bhioguis don’n Fhrith; y Ewan MacLachlan (1773-1822), traductor de siete libros de la Ilíada. 

Además, en 1767 James Stewart escribió el Tiomnadg Nuadh (Nuevo Testamento), que junto con el Antiguo Testamento de John Stewart de Luss y John Smith de Campbelton de 1783-1801 conformaron en 1807 la Biblia Gaélica.
Hay que señalar, que esta fue la última gran época de la literatura gaélica, por cuanto la prohibición de los clanes les privó del principal sustento.

Siglo xix

Durante el siglo xix declinó la técnica y los contenidos tradicionales, sustituidos por la nostalgia por la tierra. Entre los autores de este periodo destacarían Norman MacLeod (1783-1863), autor de un diccionario gaélico en 1845 y de Caraid enano Gaeidheal («El amigo gaélico», 1867) y Leabhar nan Croi (1834); Evan McColl Eoghan MacColla (1808-1898) con la colección de poemas Clarsach nam Beann («El trobador de la montaña», 1883); Neil MacLeod (1843-1913) con los poemas Clarsach an doire (1883) y Wallace (1896); John MacLachlan de Rahoy (1804-1874); Lachlan MacLean con Adam agus Aiofe («Adán y Eva», 1837); John Francis Campbell, con la compilación Leabhar na Féinne (1872); Alexander Carmichael, con la compilación Carmina Gaoidelica (1900); John Morison (1790-1852) con Dan Iain Ghobha (1893); el ensayista Donald Mackechnie (1836-1908); y Mary MacPherson Mairi Nic-a Phersoin (1821-1898) con Dain agus orain Ghaidleg (1891).

También destacó el autor canadiense de Nueva Escocia A. Maclean Sinclair, con The beauties of Gaelic Poetry.

siglo xx
En 1926 se fundó la revista Scottish gaelic Studies, que promovió la publicación de obras del siglo xix, como la compilación An t’Oraiche (1879) de A. Sinclair, An duanaire (1868) de Donald Macpherson y Sarobair bando Nard Gaelach (1841), editada en 1904 por John Mackenzie. 
Además, en 1930 se fundaría la Scottish Gael Text Society, que facilitaría la aparición y difusión de nuevos autores como Angus Robertson (1870-1948) con An te Ogha Muere (1913) y Cnoc an Fhadhairc (1940); Sorley MacLean Somhairle MacGhilleathain (1911-1996), autor de Dàin don Eimhir agus Dàin Eile (1943) sobre la Guerra Civil Española; George Campbell Hay Deorsa Caimbeul Hay con Fuaran Sleibh (1948) y O na ceithir Airdean (1952); W. J. Watson, con Rosg Gaidlig (1929) y Bardachd Ghaidhlig (1932); Iain Crichton Smith, con la compilación poética Burn is Aran (1960) y la narración An t-Adhar Ameirigeanach; Derick Thomson Ruaraidh MacThomais con An Dealbh Briste (1951); y James Thomson Seamus MacThomais, con Fasgnadh (1953). 

Por otro lado, en 1952 se creó la revista en gaélico más activa, Gairm. Más tarde destacarían algunos autores como Donald Lamont (1874-1958), Cuelen Mackenzie, Donald MacAuley, Meg Bateman y Finlay J. Macdonald.

  

El libro de los ciervos.

Leabhar Dhèir en gaélico. 

28 DICIEMBRE, 2020 -

Actualmente alojado en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge, se dice que el histórico Libro de los ciervos fue descubierto por el bibliotecario de la universidad, Henry Bradshaw, alrededor de 1860. Se dice que es el único manuscrito pre-normando que revela la sociedad y la cultura del noreste de Escocia del siglo X y es el documento gaélico más antiguo conocido que existe.



Aunque fascina a los historiadores por múltiples razones, la mayor intriga para quienes se sienten atraídos por este texto antiguo reside en las anotaciones manuscritas hechas en sus márgenes y otras áreas en blanco, y no necesariamente dentro del texto en sí. 
Las notaciones, también conocidas como 'notitiae', están escritas en el tipo de gaélico que hablaban típicamente las clases altas en la región de Buchan de principios del siglo XII en un momento posterior al texto original, indicaban concesiones de tierras o 'cartas' y representaban los derechos legales sobre la tierra que se cree que pertenecieron al monasterio de Deer original de Aberdeenshire en Escocia, presentando así una conexión clara con la región de Deer.

libro

Aunque una abadía cisterciense se remonta al año 1219 en una región cercana, nunca se ha establecido ningún vínculo con un monasterio anterior y parece haber desaparecido por completo excepto en los escritos a mano del Libro de los ciervos. Si los escritos son válidos y no falsificados, indican los primeros documentos gaélicos en la existencia escocesa, que se remontan a tres siglos antes de la confirmación de los siguientes escritos históricos más antiguos. 
Aunque algunos han cuestionado su credibilidad, otros argumentan que la escritura es completamente auténtica y creen que eventualmente se encontrarán pistas sobre la ubicación del monasterio real. A través de un estudio continuo y excavaciones en curso como el otoño de 2015.

El texto del libro consta de ochenta y seis folios que incluyen partes de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, el evangelio completo de Juan, una unción de los enfermos (especialmente relevante ya que la iglesia buscaba asegurar la fe de los pictos sobre los curanderos tradicionales cuando está enfermo), el Credo de los Apóstoles y un viejo colofón irlandés dispuesto en un pequeño Libro del Evangelio.
 (También hay un elemento interesante dentro del texto, considerado en gran parte como un error en el Evangelio de Lucas, que indica que un hombre llamado Set fue el primer hombre y abuelo de Adán). Estos tipos de libros se hicieron generalmente para uso personal en el tiempo en lugar de usarlos en la iglesia, y fueron llamados "Libros del Evangelio de bolsillo irlandeses"
La Universidad de Cambridge recibió el libro del rey Jorge I después de comprar la biblioteca del obispo John Moore en 1715, pero su transporte original desde sus raíces en Aberdeenshire sigue siendo un misterio. Algunos han especulado que las Guerras de Independencia de Escocia pueden haber proporcionado las circunstancias para su robo.

Aunque algunos han sugerido que la caligrafía parece idéntica entre las diversas notaciones, otros han subrayado las diferencias y han propuesto la posibilidad de cinco escritores diferentes. Sin embargo, parte del arte que lo acompaña es especialmente único y digno de mención.
 En todo el libro se pueden encontrar adornos decorativos de letras, grandes ilustraciones de evangelistas y dibujos sencillos, su estilo sugiere similitudes con los primeros manuscritos irlandeses, como los antiguos manuscritos irlandeses del Libro de Dimma y el Libro de Durrow.

Verso del folio 1 del Libro de los ciervos (Biblioteca de la Universidad de Cambridge, MS. II.6.32), que muestra a los cuatro evangelistas.

libro


De particular relevancia, además de la escritura de las mercedes de tierras, son las áreas que se centraron en la creación del monasterio en Deer por los santos Drostan y Columba, después de que se les dio la tierra original de una autoridad picta llamada Beda. 
Además, algunos de los escritos afirmaba que el monasterio era libre de seguir pagando ciertas tarifas. David I de Escocia también se menciona en los escritos, ya que se dice que le dio al monasterio cierta inmunidad contra el servicio laico y futuras demandas de pagos. 
Como resultado, durante la época del gobierno de David en Escocia, disfrutó de un estatus elevado de 'sair sant' durante todo su reinado.




Itsukushima Shrine.

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