Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Francia Marisol Candia Troncoso; Maria Francisca Palacio Hermosilla;
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Nueva York es una ciudad alucinante en donde puedes hacer un montón de cosas divertidas, una de ellas es: Visitar las librerías de Nueva York. Entrar a una tienda de libros en la Gran Manzana es algo que no te puedes perder, sentarte por horas a ojear libros es un gusto que también te puedes dar en esta magnífica ciudad. Al ser tan pero tan gigante, la ciudad tiene una inmensa variedad de librerías sorprendentes, así que no fue una tarea fácil armar esta lista de librerías de Nueva York, a continuación, aquí abajo te compartimos una lista de la que creemos y consideramos las mejores tiendas para comprar un libro en Nueva York… con mucha humildad aquí les dejamos la lista… Considerada por casi dos siglos como el principal centro de encuentro cultural del mundo, no es sorpresa que la ciudad de Nueva York haya ofrecido y continúe ofreciendo pequeñas ventanas que den vista a la inmensidad y diversidad de nuestro mundo, y que en esencia han moldeado el carácter de sus ciudadanos. Conformada por numerosas minorías, la ciudad ha estado nutriéndose de sus aportes culturales por siglos. También se han instalado en la urbe las costumbres, lengua, artes y, por supuesto, su literatura de estas minorías. Con el fin de satisfacer la necesidad lectora de la pujante comunidades habla no inglesas, han sido numerosas las librerías en otros idiomas que han abierto sus puertas a lo largo del siglo pasado hasta el presente. |
HOUSING WORKS BOOKSTORE. Librerías clásicas en Nueva York hay por montones pero Housing Works Bookstore es una de las más TOP de la ciudad. Su fachada industrial es un abrebocas de lo que te vas a encontrar dentro de la tienda, es la imagen perfecta de esta legendaria librería de la Gran Manzana. Libros nuevos y usados están a la orden de todos los visitantes, este lugar es un paraíso para quienes aman leer, además, es casi seguro que si estás buscando un libro inusual o que te ha costado encontrar, allí lo tienen. Algo que llama la atención de esta librería es que es atendida por voluntarios, bueno la mayoría son voluntarios, pero eso es algo buenísimo pues estarás rodeado de verdaderos amantes de los libros que quieren prestar su conocimiento a quienes entran a la tienda, es por esto, que les decimos que allí hallarás el libro que siempre has estado buscando. Otra cosa más, la librería temprano los fines de semana, ya que usualmente es usada para eventos sociales. La dirección exacta de Housing Works Bookstore es 26 Crosby St en el SoHo de Nueva York. MC NALLY JACKSON BOOKS Una librería perfecta para los amantes de la literatura, MC Nally Jackson Books tiene dos plantas grandísimas repletas de libros, además, una cafetería súper encantadora en donde te puedes sentar a leer acompañado de un exquisito café. La decoración de la tienda es bien neoyorquina, un estilo fresco, de espacios amplios y estantes grandes en los que te perderás ojeando libros y libros… bueno también puedes comprar películas en este lugar. La colección de libros de MC Nally es variada, hay libros de todos los géneros que te puedas imaginar… tienen unos libros antiguos que son verdaderas RE-LI-QUI-AS así que si eres un lector-coleccionador te recomendamos echarle un vistazo a esta sección de la librería. Una librería súper encantadora, ubicada en plenos SoHo, uno de los barrios más hermosos de Nueva York. La dirección exacta de MC Nally es 1052 Prince St. (b/t Lafayette & Mulberry) RIZZOLI BOOKSTORE MONUMENTAL, una librería, MONUMENTAL… Rizzoli BookStore es de las librerías más top de Nueva York, no querrás salir de esta tienda, es hermosa por fuera y por dentro, además la colección de libros que tiene es alucinante. La fachada es hermosísima, no puedes entrar a la librería sin antes tomar una foto de su fachada, ahora, por dentro ni se diga… una tienda de libros elegante con ímpetu, de estantes con muy buenos libros y una colección muy variada. Rizzoli BookStore es una de los lugares preferidos por los escritores para lanzar sus libros y firmar ejemplares. Esta librería es fascinante, te recomendamos muchísimo visitar esta tienda. La librería está ubicada en 1133 Broadway. BARNES § NOBLE Esta es una de las más famosas de Nueva York, una cadena de tiendas de libros que se ha conquistado la Gran Manzana desde hace más de 20 años. DE TODO, allí encontrarás absolutamente DE TODO tipo de artículos … libros, vinilos, artículos, postales y un sin número de cosas más. La librería es estupenda, tiene sillones en varios espacios de la tienda, así que te puedes sentir como en casa y sentarte a leer. Sus pisos están repletos de libros, desde lo más nuevo, bestseller y lo que está en tendencia hasta libros antiguos y no tan comerciales. Una de sus tiendas más grandes está ubicada en la 5ta Avenida entre las calles 45 y 46, así que si estás caminando por Midtown y ves la librería entonces entra, la pasarás muy bien. Barnes & Nobles tiene una excelente oferta de libros en descuento, así que no dudes en acercarte a la mesa y ojear, a lo mejor te encuentras algo que te encante. BOOK MARK Por lugares como estos es que decimos… NUEVA YORK ES UNA CIUDAD FASCINANTE… Book Mark es la librería del diseñador Marc Jacobs… ¡Cómo! Sí, así es, es la librería de esta famosísimo diseñador, así que tiene un toque y estilo muy especial. Es una tienda pequeña al rincón de la calle, ubicada justo al frente de Magnolia Bakery, la famosa pastelería que frecuentaba Carrie de Sex and the City. Book Mark está repleta de libros, así como de objetos de arte, moda o diseño, así que además comprar libros podrás llevarte otras cosas más. Librería muy encantadora que te saca de la típica librería de la ciudad, vale la pena ir a esta librería, porque una vez salgas de ella puedes irte derechito a comer un rico Chessecake en Magnolia Bakery. La dirección de Book Mark es 400 Bleecker Street del West Village.
Viaje a las librerías de nueva york. Bueno, de manera semejante a lo acontecido en Dublín hace un mes, el viaje a New York no podía desarrollarse sin la intromisión de algunas librerías entre caminatas, puentes, zona cero, Columbia, Central Park y todo lo típico y algo de lo menos típico. La verdad es que hemos estado (mi compañero de viaje es otro fanático de libros/librerías y del estudio del inglés) muy moderados para lo que solemos ser y gastar. El sofocón del equipaje y el aeropuerto a la vuelta de la expedición previa han sobrevolado mi cabeza (también el acúmulo de material recopilado entre las compras por Internet y las escapadas recientes). Hay dos o tres librerías que no puedo dejar de mencionar y que, en caso de estar interesados en ello, merecen una parada que puede oscilar entre media hora y toda una mañana y/o tarde. Una de ellas es sin duda alguna, Books of Wonder, una librería dedicada exclusivamente a la literatura infantil y juvenil. Merece mucho la pena pasear por ella por muchos motivos. Por ver la increiblemente extensa variedad de libros catalogados por edades, desde libros para bebés hasta literatura juvenil y más alla. Tolkien, C.S. Lewis, Alice in Wonderland, Gulliver y muchos otros autores y personajes se pasean por las maravillosas estanterías. Además con bancos, mesas y sillas para sentarse y cafetería incorporada, para saborear un café y un dulce mientras echas un vistazo a los libros de la tienda. Pero lo más increible está al fondo de la misma. Una sección de ediciones raras y antiguas de libros infantiles y juveniles. Estanterías que contienen ejemplares inmaculados de la primera edición de las Crónicas de Narnia, o un ejemplar de "The Lord of the rings" autografiado por el propio Tolkien en 1968 durante una fiesta para celebrar la primera edición en un volumen. Por el módico precio de 16.500 dólares. Una delicia. Incluyen una fregona para que recojas tus babas cuando terminas de mirar al "armario de las maravillas". Lo se porque tuve que usarla. Podeis comprar por Internet o ir a la tienda de New York, en 18W 18Th Street. A renglón seguido va uno y se mete en la librería Strand y esto ya simplemente es el éxtasis. En la esquina de Broadway con la calle 12 (el 828 de Broadway concretamente) se encuentra una esquina cubierta de andamios que podría ser similar a las puertas del paraíso bibliófilo. Se anuncian como la librería que tiene más de 18 millas de libros. No se si es verdad, pero muchos si que puedo decir que hay. Muchos, muchos... No he visto otra igual en algunos aspectos. En los estantes se mezclan libros nuevos y usados, estrenos y volúmenes de segunda mano. Miramos un autor y encontramos la edición de hace quince días (literalmente) y una edición de segunda mano, generalmente a un precio irrisoriamente bajo. Al menos bajo para los sablazos a que estamos acostumbrados por aquí. Pero claro, es que también las ediciones nuevas son más baratas que aquí.
Estando recién entrado, me tocan en el hombro y al volverme me encuentro con una cámara, un micrófono y una periodista rubia que me dice que es de la televisión de Nueva Zelanda y me quiere hacer unas preguntas. No me pude zafar escudándome en mi cortedad con el inglés y finalmente me hizo unas preguntas acerca de Jonathan Franzen (que si lo conocía, que si lo había leído o lo iba a leer...). Así que si vais por Nueva Zelanda y me veis en la tele, grabádmelo, por favor. Luego algunas otras muy interesantes, aunque después de Strand, sabía a poco. Estuvimos en las dos plantas de Shakespeare & Co, en Broadway (hay otras más distribuidas por la ciudad). Hasta donde llega mi conocimiento, no tiene relación con la famosísima librería homónima de París. Muy interesante, aunque como digo, palidece en comparación con su casi vecina. Otra más: La NYU Bookstore (librería de la Universidad de New York), interesante y con algunos libros que n había visto en las restantes. Puedes comprar también ropa universitaria (camisetas, sudaderas, gorras...). Estuvimos en la de Broadway y pasamos por varias más (Columbia entre otras). Y por supuesto, las omnipresentes Barnes and Noble. La gran cadena tienes varias decenas de ellas en la isla de Manhattan. La mayor parte de varias plantas. Estuvimos en la de la Quinta avenida. Alguno se animó y se llevó un Nook, que no creais que no me dieron ganas... En resumen, un balance cortito, muy conservador. Varios libros de Poesía (Dos de Dickinson, uno de John Ashbery, Uno de Robert Frost), un Doctorow, "Sanctuary" de Faulkner, un volumen de cartas de amor de hombres ilustres y (esto ya es casi una tradición) el volumen calentito de la última novela de Philip Roth ("Nemesis"). |
Recuerdo de las librerías pasadas. By Tina Jordan and Erica Ackerberg April 1, 2022 Los neoyorquinos todavía cuentan historias de cómo hojeaban la librería Liberation Bookstore de Harlem o pasaban la tarde en Scribner's. La ciudad de Nueva York alberga librerías maravillosas, pero solía haber muchas más para elegir: desde Coliseum Books, justo al sur de Columbus Circle; a Curiosities y Murder Ink de Ivy en el Upper West Side; la librería St. Mark's Bookshop, en el East Village. Según un recuento, en 1950 había 386 libreros en Manhattan, incluidos casi 40 en un tramo de seis cuadras de la Cuarta Avenida. (En comparación, ahora hay menos de 100 en la ciudad). Aquí hay un vistazo retrospectivo a algunos de los viejos favoritos. Docenas de librerías alguna vez se alinearon en la Cuarta Avenida, tantas que, en 1969, un artículo del Times sobre el área señaló: “Lo que el Lincoln Center "Es para la música lo que Broadway es para el teatro", la Cuarta Avenida "es para los libros raros, usados y anticuarios". Jack Biblo, copropietario de Biblo & Tannen, recordó la calle en 1981 y le dijo a The Times: “Todos éramos un poco peculiares. Cuando comencé, había un viejo revolucionario ruso en la calle que tenía una estufa de leña en medio de su tienda. Si le gustabas, te daba una taza de té. Si no le agradabas, te echaba. Si te dijera un precio y tú dijeras que lo pensarías, te duplicaría el precio”. Lewis H. Michaux dejó la predicación para abrir su librería en Harlem, The African National Memorial Bookstore, en 1930, y siguió siendo un elemento fijo en la comunidad (y un centro de la política y la actividad intelectual de los negros) hasta que cerró 44 años después, en 1974. "Es mi bebé, pero pesa demasiado para mí", dijo a The Times. En un artículo del Times de 1962, el escritor Gay Talese habló con Richard Kasak y Seymour Rubin, los propietarios de Bookmasters, una tienda de libros de bolsillo de Times Square que permanecía abierta toda la noche para "personas alfabetizadas con insomnio”. Talese escribió: "Antes de que los señores Kasak y Rubin decidieran abrir Bookmasters, hombro con hombro con las casas de grind de Broadway, sus amigos les advirtieron que una librería en el área sólo podría sobrevivir vendiendo pornografía, revistas femeninas y novelas de suspenso”. Kasak le dijo a Talese: “Bueno, hemos demostrado que no es así. No tenemos ningún libro pornográfico en esta tienda. Ya sabes, la calle 42 no es tan mala como dice la gente. No es tan malo como Greenwich Village. Ahí tenéis a esos maníacos del Bronx que buscan pasar un buen rato; Esos universitarios pierden el control. Me siento mucho más seguro en la calle 42 que en Village”. Con libros sobre metafísica, astrología, herbología y ocultismo, la tienda también se llamaba U.C.L.A., por Universidad en la esquina de Lenox Avenue. "Este es nuestro propósito", Ke'Kumbha dijo a The Times en 1976, "elevar los niveles de conciencia de nuestra comunidad". En 1969, Louis Schucman, dijo a The Times: “Muchos libreros antiguos viven hasta una edad avanzada. Mi teoría es que absorben tanto polvo que sus pulmones se calcifican y nada puede dañarlos”. Continuó lamentándose:
La sucursal de Manhattan de A Different Light, una icónica cadena de librerías gay, cerró en 2001. En 1993, el presidente y copropietario de la compañía, Norman Laurila, dijo a The Times que si bien algo de literatura gay podría llegar a los principales minoristas, sus tiendas Los roles de “animador, centro social y tomador del pulso político para la comunidad gay lectora de libros” no pudieron ser replicados. The Doubleday Book Shop estaba en la Quinta Avenida y la calle 56. En un artículo del Times de 2006, Dan Kois escribió:
El Gotham Book Mart, uno de los lugares de pesca literaria más famosos de la ciudad, tenía varias ubicaciones en los años 40 del oeste. En 1972, cuando la fundadora de la tienda, Frances Steloff, cumplió 85 años, le mostró los alrededores a un periodista del Times y, señalando un estante, dijo: “Esto es Por eso sigo aquí en lugar de tomar el sol en Florida: para poner más libros de este tipo en manos de los jóvenes”. George Rubin, visto aquí en el escaparate de su librería de la Cuarta Avenida, dijo a The Times en 1969 que seguía siendo optimista acerca del negocio de venta de libros. Los libros son parte de la educación, afirmó, y “la educación nunca se detendrá”. |
AS LIBRERÍAS DE PROPIEDAD NEGRA SIEMPRE HAN ESTADO EN EL CENTRO DE LA RESISTENCIA. BLACK-OWNED BOOKSTORES HAVE ALWAYS BEEN AT THE CENTER OF THE RESISTANCE CHAR ADAMS 6 DE FEBRERO DE 2020 Cuando no estaba ayudando a unos 600 esclavos a escapar a través del ferrocarril subterráneo, David Ruggles dirigía una librería. En 1828, Ruggles abrió una tienda de comestibles en la ciudad de Nueva York y más tarde, cuando se involucró en el floreciente movimiento abolicionista, abrió una sala de lectura y una librería para los afro estadounidense . Fue la primera librería propiedad de negros del país. En un edificio en lo que ahora se conoce como el barrio Tribeca de Manhattan, Ruggles vendió obras contra la esclavitud y luego publicó, sino que también estaba difundiendo obras políticamente problemáticas. Aún así, dirigió una pensión, una sala de lectura y una librería durante disturbios y ataques antes de abandonar Nueva York en 1839. Fue golpeado y encarcelado repetidamente por sus esfuerzos. facilitaba las fugas a través del ferrocarril subterráneo, conocida como la primera revista negra del país. Esto lo hizo especialmente preocupante para los cazadores de esclavos y los antiabolicionistas, porque Ruggles no sólo Espejo de la Libertadel Nacido como un hombre libre, Ruggles fue un ferviente defensor de la abolición. Incluso ayudó a liberar a Frederick Douglass de la esclavitud escondiéndolo en su propia casa. Sin embargo, cuando Ruggles se fue de Nueva York, su tienda ya no existía. Pero su legado siguió vivo: su negocio fue el primero de una larga tradición de librerías de propiedad de negros con vínculos con la liberación política de los negros. "LAS LIBRERÍAS NEGRAS HAN SIDO CONTINUAMENTE CENTROS PARA QUE LA COMUNIDAD SIMPLEMENTE ESTÉ ENTRE SÍ". Antes de Ruggles, la necesidad de literatura negra de la comunidad fue satisfecha en gran medida por bibliófilos negros como él, que hicieron todo lo posible para recopilar libros, publicaciones periódicas y periódicos de escritores negros que se centraran en la vida negra. Su objetivo era poner la literatura negra a disposición de la comunidad negra en las salas de lectura en un momento en el que a los negros se les decía habitualmente que no existían libros escritos por ellos o sobre ellos. Las librerías físicas negras de hoy continúan el legado del espacio que creó Ruggles. Las librerías negras, propiedad de personas negras y dirigidas por ellas, atienden a la comunidad con obras escritas por y para lectores negros. Muchas tiendas también presentan una variedad de escritos de autores no negros. Sin embargo, a pesar de toda su transformación a lo largo de los siglos, las librerías negras han sido continuamente centros para que la comunidad simplemente esté entre sí. Históricamente, los libreros independientes negros han sido vistos como los guardianes de la cultura negra. Y así como la tienda de Ruggles le permitió vender obras abolicionistas, muchas librerías negras han estado estrechamente vinculadas a los movimientos políticos de su época. Debido a esto, las tiendas han sido durante mucho tiempo lugares de liberación y de interés gubernamental. "SENTÍAN QUE ÉL ESTABA DIRIGIENDO ALGÚN TIPO DE MOVIMIENTO AQUÍ PORQUE ESTABA PROMOVIENDO LA CULTURA NEGRA". Algunos de los primeros propietarios de negocios que siguieron el ejemplo de Ruggles fueron Lewis Michaux, un activista franco propietario de la famosa librería africana National Memorial, una un hito de Harlem que abrió sus puertas en la década de 1930, y Alfred y Bernice Ligon de la librería Aquarian en Los Ángeles, que operaba ya en la década de 1940 y era un Lugar de parada para escritores como Maya Angelou y Alex Haley. En la década de 1960, más de un siglo después de que Ruggles dirigiera su tienda, la hija de Dawud Hakim, el propietario de la Librería Hakim en Filadelfia, escuchó a su padre hablar sobre los agentes del FBI apostados frente a su tienda.
En 1968, el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, ordenó a puestos de avanzada del FBI en todo el país que investigaran las librerías negras y a sus propietarios como parte de COINTELPRO, el infame programa de contrainteligencia que trabajó para combatir el movimiento Black Power. A cada oficina se le ordenó espiar a las “librerías de tipo africano y/o extremista negro” para determinar si servían como lugares de reunión secretos o centros para los extremistas negros. A unas 140 millas de la librería Hakim, los veteranos del Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNCC), una importante organización de derechos civiles de acción directa formada a principios de la década de 1960, estaban teniendo sus propios enfrentamientos con las autoridades federales en la librería Drum and Spear. en Washington, D.C. La tienda rápidamente se convirtió en un objetivo para las autoridades federales debido a sus vínculos con destacados activistas negros como Stokely Carmichael. Judy Richardson, una de las primeras miembros del SNCC que trabajó en la librería, recuerda que un par de agentes del FBI visitaron la tienda. “Era tan obvio quiénes eran”, le dice Richardson a Mic. “Estos dos tipos blancos siempre tenían el mismo aspecto. Zapatos estándar, muy abotonados. Estaban comprando el '[Pequeño] Libro Rojo' de Mao y toda la literatura revolucionaria... para 'probar' que éramos de izquierda y minimizar cualquier apoyo que podamos tener en la esfera pública. Fue un intento de difamarnos”. “Nos estaban siguiendo”, continúa. "Todos teníamos archivos [del FBI]". El seguimiento del grupo por parte del FBI está bien documentado, con varios archivos hechos públicos por el FBI. En 1971, se citó a Hakim calificando la operación como “un desperdicio del dinero de los contribuyentes”, según The Atlantic. "Estamos tratando de educar a nuestra gente sobre su historia y cultura", se lamentó, añadiendo que el FBI debería haber perseguido otras prioridades como "el crimen organizado y los traficantes de drogas". "LAS LIBRERÍAS NEGRAS SON ESPACIOS POLÍTICOS. ESA CONEXIÓN CON LA POLÍTICA ERA ABSOLUTAMENTE ESENCIAL”. El interés de los federales por los libreros negros se extendió por todo el país. En la ciudad de Nueva York, se vigiló a libreros como Michaux y Una Mulzac de Liberation Bookstore. Edward Vaughn de la librería Vaughn en Detroit también fue señalado, junto con los propietarios de la librería Sundiata de Denver. Incluso Martin Sostre, cuya librería afroasiática estaba ubicada en la relativamente menos conocida Buffalo, Nueva York, estaba bajo investigación por simplemente vender literatura negra, como señala en su libro el profesor de historia de la Universidad de Baltimore, Joshua Clark Davis. From Head Shops to Whole Foods: The Rise and Fall of Activist Entrepreneurs. "Las librerías negras son espacios políticos", le dice Davis a Mic. “Esa conexión con la política era absolutamente esencial para estas librerías. Tantos activistas negros, tantas personas negras que abrieron librerías en los años 60 y 70, la gran mayoría de ellos procedían de los movimientos por los derechos civiles y el poder negro. Hay gente que sale de movimientos y abre librerías. Ese es un patrón que se repite”. YVONNE BLAKE EN LA ACTUAL LIBRERÍA HAKIM. [CORTESÍA DE YVONNE BLAKE] A finales de los años 60 se produjo un fuerte aumento de las librerías independientes negras, y el momento del aumento (durante el apogeo del Movimiento del Poder Negro) no fue una coincidencia. Hoover tenía razón en una cosa: las librerías negras eran lugares de reunión arraigados en el activismo. Pero también fueron mucho más allá de la política. Estas tiendas atendían a la comunidad y brindaban un espacio para que los negros vinieran y no solo leyeran, sino también hablaran sobre lo que leían. Chester y Lillie Owens y James y Dorothy McField, dos parejas negras, entendieron esto muy bien cuando abrieron The Hub en 1965 en Kansas City, Kansas. Sirvieron té y comida gourmet a quienes iban a la librería simplemente para pasar el rato, y vendieron ropa y joyas africanas, según KCUR, afiliada de NPR con sede en Kansas City. "[Se trataba de] los jóvenes que se sentaban en el suelo de The Hub y leían los libros", dijo Chester Owens a KCUR en octubre. "[Las ganancias] no tuvieron nada que ver con eso". El número de librerías negras disminuyó junto con el Movimiento del Poder Negro entre mediados y finales de los años 70. Y la economía deprimente de la década solo provocó más cierres. Sin embargo, en los años 90, importantes momentos culturales y políticos negros, como los disturbios de Los Ángeles, el Million Man Marzo y la época dorada del hip-hop provocaron un fuerte aumento de este tipo de tiendas. Hubo un interés renovado en la historia de los negros, especialmente después de la < /span>ataques con bombas incendiarias en iglesias negras del sur a finales de los 80 y una serie de Asesinato en Howard BeachLos Angeles Times. Las principales cadenas de librerías se dieron cuenta y aumentaron su oferta de libros afro estadouniderse, informó entonces el Times. Pero las librerías independientes negras ofrecieron la variedad y los títulos culturalmente específicos de los que carecían los principales minoristas a las comunidades negras sedientas de literatura. "ERA UN VEHÍCULO PARA PERSONAS QUE BUSCABAN NUEVAS IDEAS Y PENSAMIENTOS DESDE UNA PERSPECTIVA CENTRADA EN LOS NEGROS O EN ÁFRICA". Akbar Watson, director de Pyramid Books, con sede en Boynton Beach, Florida, inauguró su tienda en 1993 después de que él y sus amigos se cansaron de tener poco acceso a libros de escritores negros y sobre la vida, el mundo académico y la cultura de los negros. . En ese momento, dice, “leer estaba de moda”. "Se volvió político", le dice Watson a Mic sobre su tienda. “No comencé [la tienda] para volverme política, sino que albergaba [libros] con temas universales dirigidos a los negros. Era un vehículo para personas que buscaban nuevas ideas y pensamientos desde una perspectiva centrada en los negros o en África. Los clientes lo exigieron. Rápidamente se volvió político porque era parte del negocio. Es lo que la gente quería”. El número de librerías negras alcanzó su punto máximo con al menos 200 a mediados de los años 90, dice Davis, antes de caer en picado con los años a solo 54 en 2014, según African American Literature Book Club de literatura. El número se recuperó ligeramente hasta llegar a 70 en 2016, según la base de datos. Cuando pones esas cifras en contexto, te das cuenta de lo precaria que era la situación para las librerías negras: The Open Education Database señala que las librerías independientes en general sufrieron una caída precipitada. también, gracias al ascenso de Amazon y las principales cadenas: de más de 4.000 tiendas independientes a principios de los años 90 a sólo 1.900 en 2011. Pero ahora, otro clima político revolucionario ha resultado en una nueva ola de librerías propiedad de negros, incluso cuando las librerías tradicionales luchan a la sombra de titanes en línea como Amazon. Hoy en día, el Club de lectura de literatura afroamericana estima que alrededor de 120 librerías de propiedad de negros están operando en los EE. UU. “La gente se está dando cuenta de que las librerías ofrecen algo especial”, dice Davis, y atribuye a “todo, desde el segundo mandato de Obama y Trayvon Martin hasta Black Lives Matter y Black Twitter” el mérito de atraer una mayor atención sobre el racismo y la injusticia y alimentar un aumento del interés. en la vida negra. “Las librerías negras están en una posición única para atender a los ciudadanos que desean aprender más sobre la historia y la cultura negras o aprender sobre el racismo”, dice Davis. Por supuesto, los libros también son parte del atractivo. El último aumento en las librerías negras también puede deberse en parte al “enorme número de nuevos autores negros excelentes”, dice Davis. Escritores como Tressie McMillan Cottom, Brittney Cooper, a Roxane Gay y Kiese Laymon han producido obras que salen volando de los estantes y provocan conversaciones significativas. dice Davis, y las librerías negras han sido durante mucho tiempo un lugar de parada para los escritores negros que promocionan su trabajo. "SEA LO QUE SEA LO QUE ESTÁ PASANDO EL PAÍS, LA COMUNIDAD NEGRA LO ESTÁ SINTIENDO 17 VECES MÁS DURO". Aun así, ser propietario de una librería es conocido como una de las situaciones más difíciles en el comercio minorista. Muchas de las tiendas que aún existen han dependido de la ayuda monetaria de sus comunidades. Blake, que todavía dirige la tienda de su padre en Filadelfia, ha recurrido a sitios de financiación colectiva como GoFundMe para mantener las puertas abiertas. Otras tiendas, como la Life Enrichment Bookstore, de Seattle, han hecho lo mismo. Este también fue el caso de Noëlle Santos, propietaria de The Lit. Bar en el Bronx, Nueva York. A pesar de no tener experiencia en venta de libros (o venta minorista), intervino para llenar un vacío después de que la única librería del vecindario, una Barnes & Noble - cerrado. Usó su destreza en las redes sociales y varias tiendas emergentes para establecer Lit. Nombre del bar antes de abrir la tienda en 2019. “Sea lo que sea por lo que está pasando el país, la comunidad negra lo está sintiendo 17 veces más duro”, le dice Santos a Mic. “No es que nos falte el talento: nos faltan las inversiones. Tenemos que salir a buscarlo”. La tienda de Santos incluye un bar de vinos y, además, organiza eventos fuera del sitio e incluso proporciona libros de texto para las escuelas cercanas. Su modelo es similar al que afectó a las librerías negras en décadas pasadas. Igual que iluminado. El bar proporciona un espacio para que la comunidad se reúna, al igual que Uncle Bobbie's Coffee & Books en Filadelfia (propiedad de Marc Lamont Hill), WORD en Brooklyn y muchos más. Si bien disfrutamos de esta ola más reciente de librerías negras, es difícil no preguntarse si alguna nueva presión (política, social o económica) volverá a disminuir su número. Pero si algo nos ha enseñado la historia es que estas tiendas son tan resistentes como las personas que las ocupan. Santos, por ejemplo, ve su negocio no como una entrada en la historia sino como una inversión en el futuro. “Nunca pensé en dejar mi huella en la historia. Eso nunca se registró”, dice. "Estoy pensando en el futuro y en el impacto que puedo generar". |
Murder, Inc. (en español: Asesinato, Sociedad Anónima) fue un grupo del crimen organizado, activo entre 1929 y 1941, que actuó como brazo ejecutor de la Mafia ítaloestadounidense, la Mafia judía y otras organizaciones criminales vinculadas en Nueva York y otros lugares. El grupo estaba compuesto de gánsters judíos e ítaloestadounidenses, y sus miembros eran reclutados principalmente de vecindarios trabajadores pobres judíos e italianos en Manhattan (principalmente el Lower East Side) y Brooklyn (principalmente los barrios de Brownsville, East New York y Ocean Hill. Inicialmente estuvo encabezada por Louis "Lepke" Buchalter y luego por Albert "The Mad Hatter" Anastasia. Se piensa que Murder, Inc. fue responsable de entre 400 a mil asesinatos por encargo, hasta que el grupo fue expuesto en 1941 por su ex miembro Abe "Kid Twist" Reles. Murder, Inc. cometió cientos de asesinatos por encargo del Sindicato nacional del crimen durante 1929 y hasta 1941. En los juicios que siguieron, muchos miembros fueron arrestados y ejecutados, y Abe Reles murió luego de caer sospechosamente de una ventana. Thomas E. Dewey llegó a la fama primero como un fiscal que investigó a Murder, Inc. y otros casos del crimen organizado. Libro sobre mafiosos: una oferta que podrías rechazar. EFE| El Universal Nueva York Sábado 22 de marzo de 2014 El libro repasa la historia de Murder Inc. (Asesinato Inc.), el nombre que dio la prensa neoyorquina Pieza. El libro repasa la historia de Murder Inc. (Asesinato Inc.), el nombre que dio la prensa neoyorquina a un temido grupo de asesinos a sueldo (judíos en su mayor parte, aunque también había algunos italianos) que en los años 30 y 40 realizó los encargos "especiales" de las principales familias mafiosas de origen italo-siciliano de Nueva York. Cada ejemplar, de edición limitada, cuesta 4 mil 200 dólares; la obra explora el interior de una mafia judía y fue hecha por artesanos. A 4 mil 200 dólares el ejemplar, hay un libro sobre mafiosos neoyorquinos cuya oferta tal vez sí puede rechazar el posible comprador, incluso si la obra es realmente especial. Y es que el libro The Bronwsville Boys: Jewish Gangsters of Murder Inc. (Los Chicos de Brownsville: los Gángsters Judíos de Murder Inc.) es una pequeña obra de arte de edición muy limitada, elaborada con materiales lujosos y de tamaño excepcional: 45 por 30 centímetros. Elaborado por artesanos con papel hecho a mano, encuadernado a mano y con tapas y caja realizadas por una escultora, el libro tiene una tipografía especial y veinte grabados del artista británico Bob Wakefield, con los rostros de algunos de los mafiosos más sanguinarios que han recorrido las calles neoyorquinas. Se han editado sesenta ejemplares, de los que diez han sido para todos los autores, mientras que veinte han ido al "descontado" precio de 3 mil 800 dólares a bibliotecas universitarias y la Biblioteca del Congreso. Las treinta unidades restantes son las que han salido al mercado, con la esperanza de que los compren coleccionistas e inversores. Según explicó Ken Shure, el fundador y director de la editorial, Two Ponds Press, de Rockport (Maine), especializada en este tipo de ediciones, si venden "todos los ejemplares" de cada obra pueden "salir adelante". Imprimir más ejemplares no es posible, ya que la plancha de los grabados "se deteriora y se pierde calidad", añade Shure, quien lleva tres décadas en el negocio de la impresión de lujo y fundó la compañía en 2010 con el objetivo de sacar a la luz obras especiales. El autor es Larry Sullivan, bibliotecario de John Jay College (y antes de la Biblioteca del Congreso) y experto del crimen organizado, y con la edición se ha realizado una exposición en ese centro universitario neoyorquino especializado en justicia criminal. El libro repasa la historia de Murder Inc. (Asesinato Inc.), el nombre que dio la prensa neoyorquina a un temido grupo de asesinos a sueldo (judíos en su mayor parte, aunque también había algunos italianos) que en los años 30 y 40 realizó los encargos "especiales" de las principales familias mafiosas de origen italo-siciliano de Nueva York. La Mafia, al contratar a asesinos a sueldo judíos, intentaba que las autoridades no sospecharan de ella por los crímenes. Los miembros de Murder Inc. eran contratados para cometer asesinatos importantes o intimidar a quienes se resistían a someterse a las "cinco familias", especialmente los líderes de los sindicatos que no querían que las organizaciones de trabajadores cayeran bajo el control de la Mafia. El asesinato de mayor calibre de Murder Inc. fue el del gángster Dutch Schultz en 1935, un famoso crimen reflejado en películas como The Cotton Club (1984). Dado que muchas de las víctimas desaparecieron sin dejar rastro nunca se podrá saber a cuántas personas asesinó Murder Inc., pero se da por seguro que fueron varios cientos y en The Brownsville Boys se apunta que pudieron ser hasta mil. El grupo estaba dirigido por Louis Buchalter, conocido como "Lepke" (de Lepkele, "pequeño Louis", como le llamaba su madre en yiddish), y quien tras su despiadada actividad llevaba una vida hogareña con su familia. Buchalter vivía en el lujoso Majestic, un famoso edificio de apartamentos en Central Park West que albergaba en la época a los más destacados miembros de la familia Genovese creada por Charles "Lucky" Luciano. El propio Luciano, su sucesor Frank Costello y el mago de las finanzas de la familia, Meyer Lansky (quien inspiró al personaje Hyman Roth del filme The Godfather 2), también vivieron en ese edificio. "Lepke" Buchalter fue traicionado por un miembro del grupo, Abraham Reles, quien, acusado de asesinato y otros cargos, traicionó el código de silencio y le implicó en varios crímenes para salvar el pellejo. Lo que no le impidió morir después en circunstancias muy raras. Buchalter acabó sus días en la silla eléctrica en la prisión de Sing Sing, en 1944, lo que le convierte en el mafioso de mayor entidad ejecutado en este país, como recuerda el periodista de investigación Selwyn Raab en su libro Five Families, que narra la historia de la Mafia neoyorquina. Los miembros destacados Murder Inc. operaban desde un local de Brownsville, un vecindario de Brooklyn, y uno de ellos, Samuel "Red" Levine, era tan religioso que evitaba asesinar en el festivo judío del Sabbath. "Los chicos de Bronwsville" estaban supervisados por Albert Anastasia, otro asesino implacable conocido por su brutalidad, que fue luego "número dos" o "sottocapo" de la familia Mangano, aunque Murder Inc. realizaba "encargos" para otras familias de la Mafia neoyorquina dentro de la cooperación que reinaba entonces entre los grupos de Cosa Nostra. Anastasia llegó a "capo" de la familia Mangano asesinando (supuestamente) a su jefe Vincent Mangano, quien desapareció en 1951 y nunca volvió a ser visto. Finalmente, Anastasia fue asesinado en 1957 mientras le afeitaban en la barbería de un lujoso hotel del centro de Manhattan, un tiroteo en pleno día que conmocionó Nueva York. Y es que casi todos los "chicos de Brownsville" murieron de forma violenta, ejecutados o a manos de otros mafiosos, fuera por rivalidades o para sellar bocas. Samuel "Red" Levine (27 de diciembre de 1902/1903(?) - 7 de abril de 1972) fue un mafioso estadounidense, descrito como el jefe de la escuadra de gánsters judíos de Lucky Luciano. Levine nació en Toledo, Ohio, y creció en el Lower East Side de Manhattan, Nueva York. Para ayudar a su familia, trabajó en un camión de hielo a la edad de 8 y fue asignado a escuelas no escolarizadas hasta que mintió sobre su edad y se enroló en la Armada de los Estados Unidos a los 15 años de edad. Dice que estuvo en peleas a bordo constantemente debido a su pelo rojo y su herencia judía. Luego dejaría el buque en la República de Panamá y volvería a Nueva York. Levine era miembro de la notoria pandilla mafiosa Murder, Inc., y se dice que fue el sicario de la misma junto con Dutch Schultz y Abraham "Bo" Weinberg, en los asesinatos de 1931 de Joe "The Boss" Masseria y, junto con Joe Adonis, Albert "The Mad Hatter" Anastasia y Benny "Bugsy" Siegel, uno de los tres sicarios enviados por Meyer Lansky para asesinar al jefe de la mafia Salvatore Maranzano en su oficina. Ellos lograron entrar actuando como agentes del gobierno. Una vez dentro de la oficina de Maranzano en el piso nueve del Helmsley Building, desarmaron a los guardias y dispararon y apuñalaron a Maranzano. Levine tuvo una larga rivalidad con su compañero de Murder, Inc., Charles "The Bug" Workman. Estaba irritado de que el ambicioso Workman tomó la mayor parte de los contratos de sicariato que debían corresponderle. En su testimonio ante la corte, Abe Reles recordó que Levine una vez se quejó con él de que "cada vez que consigo un contrato, Charlie esta merodeando por ahí para realizar el asesinato." Un retrato del rara vez fotografiado Levine aparece en el libro New York City Gangland, mostrándolo durante su carrera como un asesino de Murder, Inc. assassin. No hay mención de él cuando la mayor parte de Murder, Inc. y sus facciones fueron rodeados y exitosamente perseguidos para fines de 1940. Él simplemente desapareció y no se escuchó más hasta algún punto indeterminado. Una pequeña nota en The New York Times del 22 de diciembre del 2009, brindó unas pocas pistas sobre el paradero post-1940 de Levine. Según Sanford L. Smith, hijo de Izzy Smith quien era propietario de la Zion Memorial Chapel en la intersección de las calles Canal y Ludlow en el Lower East Side de Manhattan, tuvieron a Levine en la nómina de pagos hasta 1965 o 1966. "Red [Levine] era uno de los pocos tipos de Murder Inc. que no fue asesinado ni enviado a prisión. Estaba en nuestra nómina d epagos. Necesitaba mostrar ingresos legítimos. Red recogía un cheque por $200 cada semana," contó Smith al The New York Times. Algo más de la vida de Levine aparece en un artículo de The Village Voice fechado el 6 de marzo del 2001 que brevemente discuta la actividad de Levine con el Newspaper and Mail Deliverers Union (NMDU) y sugiere que su participación en el sindicato tuvo lugar en los años 1970 cuando tenía más de 70 años de edad:
En sus últimos años, Levine pasó tiempo en el barrio de Little Italy, frecuentando el Knotty Pine Social Club, un conocido escondite de la Mafia operado por el capo de la familia Genovese Peter DeFeo, así como el Raven Knights Social club, más conocido en años posteriores como el "Ravenite". Tuvo un hijo que fue arrestado en su juventud por crímenes relacionados con la mafia. |
MUNDO. La balada de Red Levine: El asesino de la mafia que desapareció de la faz de la tierra. Por Palash Ghosh. 29/05/13 Samuel "Red" Levine no es un nombre conocido por el público en general, es decir, fuera de los aficionados incondicionales de la mafia estadounidense y el crimen organizado. Sin embargo, Levine, un pistolero judío cuyo cabello rojo y pecas inspiraron su apodo, supuestamente participó en dos de los crímenes más importantes en la historia de la mafia. Siguiendo las órdenes de Lucky Luciano y Meyer Lansky, Levine formó parte de un escuadrón de asesinos que se cree que asesinaron a Joe "The Boss" Masseria en un restaurante de Coney Island, Brooklyn, en abril de 1931; cinco meses después, Levine ayudó a acabar con la vida del rival de Masseria, Salvatore Maranzano, el siciliano "capo di tutti capi" o "jefe de jefes", quien estableció las reglas y la jerarquía de la versión estadounidense de La Cosa Nostra que aún existe. Se dice que el propio Levine apuñaló a Maranzano en el corazón. (Los judíos fueron empleados para este golpe espectacular desde Maranzano, como la mayoría de los antiguos catedráticos sicilianos, no se asociaron con ellos y no reconocieron a sus asesinos). Mientras que Luciano, Lansky, Masseria y Maranzano se han convertido en leyendas, Levine está en gran parte olvidado. Aún más intrigante, no está claro qué pasó con Red Levine. Porque, a diferencia de montones de otros gánsteres, Levine no terminó en prisión ni encontró un final sangriento en una lluvia de balas. Simplemente parece haber desaparecido de la faz de la tierra o al menos del radar del público (y de la policía). Lo que se sabe es que Red era un miembro destacado de Murder Inc., la temible organización de asesinos a sueldo con sede en Brownsville, Brooklyn, que cometió cientos de asesinatos para la mafia durante la década de 1930. Muchos de estos asesinos a sueldo eran judíos; de hecho, la leyenda dice que Red era tan devoto que observó el sábado y no haría un "trabajo", es decir, matar a alguien, en ese día sagrado. Después de principios de la década de 1940, momento en el que la mayoría de los miembros de Murder Inc. habían muerto o enfrentado la justicia por sus muchos crímenes, Levine parece haber desaparecido y aparentemente se ahorró la indignidad y las molestias de la prisión. A fines de 2009, el New York Times publicó un artículo en el que un hombre llamado Sanford L. Smith, hijo de Izzy, propietario de una morgue en el Lower East Side de Manhattan, afirmaba que Levine trabajó para ellos a mediados de la década de 1960.
El padre de Smith, Izzy, aparentemente conocía a Lansky y Bugsy Siegel, quizás los dos mafiosos judíos más famosos de la historia. Pero Izzy solo le dijo a su hijo en ese momento que Red era un "vendedor externo". Red Levine aparentemente tenía una vocación diferente en la década de 1970. Un informe de Village Voice de marzo de 2001 indicó que Levine estuvo involucrado con el Sindicato de Repartidores de Periódicos y Correo durante la década de 1970, lo que sugiere que los "mafiosos judíos" desempeñaron un papel importante en el sindicato incluso en esa fecha tardía. “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, así como miembros del sindicato desde hace mucho tiempo y asociados de la mafia... dicen que Levine permitió inteligentemente que cada una de las cinco familias de la mafia de la ciudad tuviera una parte de la acción de entrega de periódicos, que incluía ventas de contrabando de periódicos robados, así como usurpación de préstamos y juegos de azar entre los conductores”, según el artículo. Más allá de estos pocos informes escasos y en gran parte sin confirmar, poco más se sabe sobre Red Levine; de hecho, incluso sus fechas de nacimiento y muerte también son un misterio. Pat Hamou, en su blog sixforfive, escribió que Levine era uno de los favoritos de Luciano, quien lo contrató para una variedad de trabajos. Según los informes, Luciano dijo una vez que Red era "el mejor conductor y asesino a sueldo que he tenido". Hamou también afirmó que Levine era "profundamente religioso" y devoto de su fe judía ortodoxa.
Si de hecho Levine renunció a la vida de un mafioso o al menos redujo sus actividades homicidas después de la desaparición de Murder Inc. a principios de la década de 1940, se ahorró los brutales finales que encontraron muchos de sus compañeros en esa pandilla. Louis "Lepke" Buchalter, una vez jefe de Murder Inc., frito en la silla eléctrica en Sing Sing en 1944; el maníaco homicida Albert Anastasia fue asesinado a tiros por asesinos mientras se afeitaba en una barbería de Manhattan en 1957; Abe "Kid Twist" Reles, quien se convirtió en informante, fue arrojado misteriosamente por la ventana de un hotel en Coney Island, mientras estaba bajo vigilancia policial; y Harry "Pittsburgh Phil" Strauss, Harry "Happy" Maione, Frank "The Dasher" Abbandando y Martin "Buggsy" Goldstein fueron ejecutados en Sing Sing. Y, por supuesto, lo más espectacular es que el notorio Bugsy Siegel fue asesinado a tiros en una casa en Beverly Hills en 1947 por sustraer dinero de un casino de Las Vegas, no por las fuerzas del orden, sino por orden de la propia mafia. Quizás Levine sobrevivió a todos sus compañeros manteniendo un perfil bajo o manteniendo un estilo de vida tranquilo y honesto. También es posible que Lansky, quien también vivió una vida muy larga, ayudó a su viejo amigo a establecerse, evitar problemas y sobrevivir hasta la vejez. Lansky murió en 1983 a la edad de 81 años. |
Los clubes de lectura de libros prohibidos con los que los jóvenes desafían la creciente censura en Estados Unidos. Fernando Duarte BBC World Service 23 abril 2023 Ella Scott y Alyssa Hoy solo estaban tratando de "salir vivas" de la escuela secundaria hasta que encontraron su vocación: defender el derecho a elegir qué libros leer. La madre de Hoy, una maestra local, les contó en diciembre de 2021 que las autoridades educativas en Leander, una ciudad en el estado de Texas, estaban prohibiendo varios libros de instituciones académicas, alegando que habían recibido "quejas" de los padres. La conversación estimuló a las dos adolescentes a establecer un club de lectura de libros prohibidos. Desde entonces, muchos más han surgido en todo Estados Unidos en respuesta a la creciente censura de obras literarias en escuelas y bibliotecas públicas.
Final de Recomendamos. "Definitivamente es desconcertante pensar que esto está sucediendo en un lugar como EE.UU., donde tenemos esta cultura de libertad". El club de lectura de Scott y Hoy comenzó con un grupo de niñas de su clase y luego creció hasta incluir estudiantes de la Vandergrift High School, una escuela estatal con 2.709 alumnos.
Miles de libros prohibidos Leander está lejos de ser un caso aislado en el que las autoridades educativas han restringido el acceso a obras literarias consideradas controvertidas. La Asociación de Bibliotecas de EE.UU. (ALA, por sus siglas en inglés) informó en marzo que las solicitudes para la retirada de libros de las bibliotecas escolares y públicas en 2022 alcanzaron su mayor número desde que comenzaron los registros hace 20 años. En su informe más reciente, que cubre el año escolar 2021-2022 en EE.UU., PEN America, una ONG con sede en Nueva York que rastrea la censura literaria, informó que más de 2.500 prohibiciones de libros fueron emitidas por distritos escolares en 32 estados. PEN America estima que esas decisiones afectaron a 5.000 escuelas y a casi cuatro millones de estudiantes. Texas, donde viven Scott y Hoy, tuvo el mayor número de prohibiciones de libros (801), seguido de Florida (566) y Pensilvania (457). Los números podrían aumentar aún más en todo EE.UU. A fines de marzo, la Cámara de Representantes de mayoría republicana aprobó una ley conocida como la Carta de Derechos de los Padres, que según los críticos otorgaría a los padres derechos de veto sobre los libros en el sistema escolar. El proyecto de ley aún no ha sido aprobado por el Senado, que tiene una mayoría demócrata. "Es natural que haya siempre alguien que se sienta incómodo con ciertos temas", dice Scott. "Pero eso no es necesariamente motivo para retirar los libros o quitarles la oportunidad a los demás de que formen su propia opinión". "Tratando de silenciar la verdad" La mayoría de las solicitudes de prohibición involucran obras que tratan sobre identidad racial y sexual. PEN America dice que de los más de 1.600 títulos que sufrieron algún tipo de censura de 2021 a 2022, más del 80% tenían personajes prominentes de la comunidad LGBTQ+ o no blancos. Uno de estos libros fue "All Boys Aren't Blue" de George M. Johnson, una memoria sobre la experiencia de crecer como negro y queer, que se ha convertido en el tercer título más prohibido por las autoridades escolares. "Cada vez que escribes un libro en el que hablas sobre tu verdad, habrá personas que querrán silenciarla", dijo Johnson en una entrevista de 2022 con la radio pública estadounidense NPR. El escritor y periodista, que usa los pronombres neutros, cree que el plan de estudios que se enseña en la mayoría de los sistemas escolares estadounidenses todavía está fuertemente orientado hacia el adolescente heterosexual, blanco y hombre, y que a las personas que toman tales decisiones les queda difícil aceptar la diversidad. "Es como: '¡Oh, Dios mío, cuán peligroso sería que los adolescentes blancos tuvieran que aprender sobre las otras personas que existen en la sociedad?'". El popular libro de George M. Johnson es uno de los más prohibidos. Pero la censura también afecta a los textos básicos que han sido leídos por estudiantes estadounidenses durante décadas. Un ejemplo es "Matar a un ruiseñor", la novela ganadora del Premio Pulitzer de Harper Lee publicada en 1960 que analiza la injusticia racial en EE.UU. Fue prohibido por los distritos escolares de Oklahoma y Carolina del Norte en 2021. Las organizaciones de libertad de expresión argumentan que la frecuencia y el volumen de objeciones se han intensificado debido a la polarización política desatada después de las amargamente disputadas elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y 2020. PEN America dice que ha identificado al menos 50 grupos que abogan por prohibiciones a nivel local, estatal y nacional. La mayoría, dice la ONG, parece haberse formado en 2021. "Los padres y los miembros de la comunidad juegan un papel importante en la configuración de lo que los estudiantes aprenden en la escuela", dijo Suzanne Nossel, directora ejecutiva de PEN America, en un comunicado. "Pero esto va mucho más allá de las expresiones orgánicas de preocupación o el intercambio normal entre padres y educadores en un ambiente escolar saludable"., Las acusaciones de "obscenidad" a menudo respaldan las campañas para prohibir ciertos libros. Además, las reglas sobre quién puede cuestionar un determinado libro varían en cada distrito escolar. Algunos incluso permiten que las personas que no son padres de estudiantes expresen sus preocupaciones. Enfrentándose a las autoridades Scott y Hoy quieren que su voz se escuche en este debate. Uno de los libros discutidos recientemente en la reunión de su club es otro título frecuentemente prohibido, "Fuera de la oscuridad", de Ashley Hope Pérez, una novela centrada en una historia de amor entre una adolescente mexicano-estadounidense y un adolescente afroestadounidense en la década de 1930 en Texas. "Es tan extraño que en una sociedad tan individualista como EE.UU. haya algunas personas tratando de eliminar historias que muestran diferentes individualidades", señala Hoy. "Eso crea un tipo de persona 'ideal' que se supone que debes ser. Da miedo crecer en tiempos como estos". Las adolescentes texanas son parte de un movimiento de base que está haciendo más que desafiar las prohibiciones de libros leyéndolos. En el estado de Missouri, dos estudiantes llevaron al distrito escolar de Wentzville a los tribunales el año pasado por la decisión de eliminar ocho libros considerados "obscenos", incluido "Ojos azules" de Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1993. Siete títulos fueron devueltos voluntariamente a las bibliotecas escolares por las autoridades educativas. Otro caso que llegó a los titulares en EE.UU. fue una larga protesta de estudiantes de secundaria en Pensilvania en 2021 por la decisión de restringir el acceso a más de 300 libros, películas y artículos vinculados principalmente a autores negros y latinos. Las campañas para facilitar el acceso a obras específicas también forman parte de este movimiento. En Florida, el activista y poeta Adam Tritt creó la Fundación 451, que compra libros prohibidos y los distribuye en lugares públicos, como cafeterías y heladerías. También ha habido protestas contra las prohibiciones de libros. "Hemos distribuido casi 3.000 de esos libros a niños y jóvenes, y mi sueño es recaudar más fondos para hacer lo mismo en todo el país", le dijo Tritt, de 58 años, a la BBC. Tritt, un profesor de inglés en una escuela secundaria en la ciudad de Palm Bay, comenzó la campaña en mayo del año pasado después de recibir un mensaje de las autoridades educativas locales solicitando la eliminación de dos libros de su clase -"Cometas en el cielo" de Khaled Hosseini y "Matadero cinco" de Kurt Vonnegut- porque las obras eran consideradas "pornográficas" y "anticristianas". "Las alarmas sonaron en mi cabeza y, de inmediato, supe que era necesario actuar". Tritt dice que su campaña provoca dos tipos de reacciones: por un lado, el agradecimiento de jóvenes, algunos de la comunidad LGBTQ+, y de sus padres. Por el otro, intercambios airados con personas que se oponen a la iniciativa. "Me insultan y me acusan de ser pedófilo. Y a menudo recibo amenazas de muerte", agrega el maestro. Él dice que es importante crear conciencia sobre una causa que, irónicamente, la mayoría de los estadounidenses apoyan en principio. Las encuestas nacionales muestran que la mayoría de las personas de todas las tendencias políticas se oponen a las prohibiciones. El problema, cree Tritt, es que esta mayoría no está involucrada en el debate. "Por eso es importante ver a los jóvenes protestando. Puede que todavía sean demasiado jóvenes para votar y cambiar la ley, pero ya están luchando". La Fundación 451 promueve la distribución de libros prohibidos en Florida. Eso es música para los oídos de las estudiantes Ella Scott y Alyssa Hoy en Texas y su Club de Lectura Prohibida. "Estamos defendiendo una posición sobre un debate que creemos que está ocurriendo principalmente en las reuniones de la junta educativa y que está siendo planteado por padres que no quieren que sus hijos lean un determinado libro", dice Scott. "Está bien sentirse incómodo y no leer un libro. Pero quitárselo a todos los demás no es justo", añade Hoy |
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